דְּבָרִים Deuteronomio

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Capítulo 1
Repaso histórico: salida de Horeb
LBLA
1 Estas son las palabras que Moisés habló a todo Israel al otro lado del Jordán, en el desierto, en el Arabá frente al Suf, entre Parán, Tofel, Labán, Hazerot y Dizahab.
2 Once días se necesitan desde Horeb por el camino del monte Seir hasta Cades-barnea.
3 Y aconteció que en el año cuarenta, el mes undécimo, el primer día del mes, Moisés habló a los hijos de Israel conforme a todo lo que el SEÑOR le había mandado acerca de ellos,
4 después de haber derrotado a Sehón, rey de los amorreos que habitaba en Hesbón, y a Og, rey de Basán que habitaba en Astarot y en Edrei.
5 Al otro lado del Jordán, en la tierra de Moab, Moisés comenzó a explicar esta ley, diciendo:
6 El SEÑOR nuestro Dios nos habló en Horeb, diciendo: "Bastante tiempo habéis permanecido en este monte.
7 "Volveos, partid, e id a la región montañosa de los amorreos y a todos sus vecinos, en el Arabá, en la región montañosa, en la tierra baja, en el Neguev y en la costa del mar, a la tierra de los cananeos y al Líbano, hasta el gran río, el río Eufrates.
8 "Mirad, yo he puesto la tierra delante de vosotros; entrad y tomad posesión de la tierra que el SEÑOR juró dar a vuestros padres Abraham, Isaac y Jacob, y a su descendencia después de ellos."
9 Y en aquel tiempo yo os hablé, diciendo: "No puedo llevar la carga de todos vosotros yo solo.
10 "El SEÑOR vuestro Dios os ha multiplicado, y he aquí, hoy sois tan numerosos como las estrellas del cielo.
11 "¡Que el SEÑOR, Dios de vuestros padres, os multiplique mil veces más de lo que sois y os bendiga, tal como os ha prometido!
12 "¿Cómo puedo llevar yo solo vuestra carga y vuestro peso y vuestros pleitos?
13 "Escoged de vuestras tribus hombres sabios, entendidos y experimentados, y yo los pondré a vuestra cabeza."
14 Y me respondisteis y dijisteis: "Bueno es hacer lo que has dicho."
15 Tomé, pues, a los jefes de vuestras tribus, hombres sabios y experimentados, y los designé como jefes sobre vosotros, jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez, y oficiales para vuestras tribus.
16 Entonces di órdenes a vuestros jueces en aquel tiempo, diciendo: "Oíd los casos entre vuestros hermanos, y juzgad con justicia entre un hombre y su hermano, o el extranjero que está con él.
17 "No mostraréis parcialidad en el juicio; oiréis tanto al pequeño como al grande. No tendréis temor de ningún hombre, porque el juicio es de Dios. Y el caso que os sea demasiado difícil, me lo traeréis a mí, y yo lo oiré."
18 Os mandé en aquel tiempo todas las cosas que habíais de hacer.
19 Después partimos de Horeb y fuimos por todo aquel grande y terrible desierto que visteis, camino de la región montañosa de los amorreos, tal como el SEÑOR nuestro Dios nos había mandado; y llegamos hasta Cades-barnea.
20 Y os dije: "Habéis llegado a la región montañosa de los amorreos, que el SEÑOR nuestro Dios nos va a dar.
21 "Mira, el SEÑOR tu Dios ha puesto la tierra delante de ti; sube y toma posesión de ella, como el SEÑOR, el Dios de tus padres, te ha dicho. No temas ni te acobardes."
22 Entonces todos vosotros os acercasteis a mí y dijisteis: "Enviemos hombres delante de nosotros para que exploren la tierra por nosotros, y nos traigan noticias acerca del camino por el cual debemos subir y de las ciudades a las cuales debemos entrar."
23 La idea me pareció bien, y tomé doce hombres de entre vosotros, uno por cada tribu.
24 Y ellos se volvieron y subieron a la región montañosa, y llegaron hasta el valle de Escol y lo exploraron.
25 Y tomaron en sus manos del fruto de la tierra y nos lo trajeron; también nos dieron un informe, y dijeron: "Es una tierra buena que el SEÑOR nuestro Dios nos va a dar."
26 Sin embargo, no quisisteis subir, sino que fuisteis rebeldes al mandato del SEÑOR vuestro Dios;
27 y murmurasteis en vuestras tiendas, y dijisteis: "Porque el SEÑOR nos aborrece, nos ha sacado de la tierra de Egipto para entregarnos en manos de los amorreos para destruirnos.
28 "¿A dónde podemos subir? Nuestros hermanos han hecho que nuestro corazón desfallezca, diciendo: 'El pueblo es más grande y más alto que nosotros, las ciudades son grandes y fortificadas hasta el cielo. Y además, vimos allí a los hijos de los anaceos.'"
29 Entonces os dije: "No os aterroricéis ni les tengáis miedo.
30 "El SEÑOR vuestro Dios, que va delante de vosotros, El peleará por vosotros, conforme a todo lo que hizo por vosotros ante vuestros propios ojos en Egipto,
31 y en el desierto, donde has visto cómo el SEÑOR tu Dios te ha llevado, tal como un hombre lleva a su hijo, por todo el camino que habéis andado hasta llegar a este lugar."
32 Pero a pesar de esto, no confiasteis en el SEÑOR vuestro Dios,
33 que iba delante de vosotros por el camino, para buscaros lugar donde acampar, con fuego de noche y con nube de día, para mostraros el camino por donde debíais andar.
34 Y el SEÑOR oyó la voz de vuestras palabras, y se enojó y juró, diciendo:
35 "Ni uno solo de estos hombres, de esta mala generación, verá la buena tierra que juré dar a vuestros padres,
36 excepto Caleb, hijo de Jefone; él la verá, y a él y a sus hijos les daré la tierra que ha pisado, porque él ha seguido fielmente al SEÑOR."
37 También el SEÑOR se enojó conmigo por causa vuestra, diciendo: "Tampoco tú entrarás allí.
38 "Josué, hijo de Nun, que está delante de ti, él entrará allí; anímale, porque él hará que Israel la herede.
39 "Además, vuestros pequeños, que dijisteis que serían presa, y vuestros hijos, que hoy no saben discernir entre el bien y el mal, ellos entrarán allí, a ellos la daré y ellos la poseerán.
40 "Pero vosotros, volveos y partid hacia el desierto, camino del mar Rojo."
41 Entonces respondisteis y me dijisteis: "Hemos pecado contra el SEÑOR; ciertamente subiremos y pelearemos, conforme a todo lo que el SEÑOR nuestro Dios nos ha ordenado." Y os ceñisteis cada uno sus armas de guerra, y considerasteis cosa fácil subir a la región montañosa.
42 Y el SEÑOR me dijo: "Diles: 'No subáis, ni peleéis, porque no estoy entre vosotros; para que no seáis derrotados delante de vuestros enemigos.'"
43 Os hablé, pero no escuchasteis; al contrario, fuisteis rebeldes al mandato del SEÑOR, y actuasteis con presunción y subisteis a la región montañosa.
44 Y salieron los amorreos, que habitaban en aquella región montañosa, a vuestro encuentro y os persiguieron como hacen las abejas, y os destrozaron desde Seir hasta Horma.
45 Entonces volvisteis y llorasteis delante del SEÑOR; pero el SEÑOR no escuchó vuestra voz, ni os prestó oído.
46 Y permanecisteis en Cades muchos días, todos los días que permanecisteis allí.
WLC
1 אֵ֣לֶּה הַדְּבָרִ֗ים אֲשֶׁ֨ר דִּבֶּ֤ר מֹשֶׁה֙ אֶל־כָּל־יִשְׂרָאֵ֔ל בְּעֵ֖בֶר הַיַּרְדֵּ֑ן בַּמִּדְבָּ֡ר בָּֽעֲרָבָה֩ מ֨וֹל ס֜וּף בֵּֽין־פָּארָ֧ן וּבֵֽין־תֹּ֛פֶל וְלָבָ֥ן וַחֲצֵרֹ֖ת וְדִ֥י זָהָֽב׃
2 אַחַ֨ד עָשָׂ֥ר יוֹם֙ מֵֽחֹרֵ֔ב דֶּ֖רֶךְ הַר־שֵׂעִ֑יר עַ֖ד קָדֵ֥שׁ בַּרְנֵֽעַ׃
3 וַיְהִ֗י בְּאַרְבָּעִ֤ים שָׁנָה֙ בְּעַשְׁתֵּֽי־עָשָׂ֣ר חֹ֔דֶשׁ בְּאֶחָ֖ד לַחֹ֑דֶשׁ דִּבֶּ֤ר מֹשֶׁה֙ אֶל־בְּנֵ֣י יִשְׂרָאֵ֔ל כְּ֠כֹל אֲשֶׁ֨ר צִוָּ֧ה יְהוָ֛ה אֹת֖וֹ אֲלֵהֶֽם׃
4 אַחֲרֵ֣י הַכֹּת֗וֹ אֵ֚ת סִיחֹן֙ מֶ֣לֶךְ הָֽאֱמֹרִ֔י אֲשֶׁ֥ר יוֹשֵׁ֖ב בְּחֶשְׁבּ֑וֹן וְאֵ֗ת ע֚וֹג מֶ֣לֶךְ הַבָּשָׁ֔ן אֲשֶׁר־יוֹשֵׁ֥ב בְּעַשְׁתָּרֹ֖ת בְּאֶדְרֶֽעִי׃
5 בְּעֵ֥בֶר הַיַּרְדֵּ֖ן בְּאֶ֣רֶץ מוֹאָ֑ב הוֹאִ֣יל מֹשֶׁ֔ה בֵּאֵ֛ר אֶת־הַתּוֹרָ֥ה הַזֹּ֖את לֵאמֹֽר׃
6 יְהוָ֧ה אֱלֹהֵ֛ינוּ דִּבֶּ֥ר אֵלֵ֖ינוּ בְּחֹרֵ֣ב לֵאמֹ֑ר רַב־לָכֶ֥ם שֶׁ֖בֶת בָּהָ֥ר הַזֶּֽה׃
7 פְּנ֣וּ׀ וּסְע֣וּ לָכֶ֗ם וּבֹ֨אוּ הַ֥ר הָֽאֱמֹרִי֮ וְאֶל־כָּל־שְׁכֵנָיו֒ בָּעֲרָבָ֥ה בָהָ֛ר וּבַשְּׁפֵלָ֥ה וּבַנֶּ֖גֶב וּבְח֣וֹף הַיָּ֑ם אֶ֤רֶץ הַֽכְּנַעֲנִי֙ וְהַלְּבָנ֔וֹן עַד־הַנָּהָ֥ר הַגָּדֹ֖ל נְהַר־פְּרָֽת׃
8 רְאֵ֛ה נָתַ֥תִּי לִפְנֵיכֶ֖ם אֶת־הָאָ֑רֶץ בֹּ֚אוּ וּרְשׁ֣וּ אֶת־הָאָ֔רֶץ אֲשֶׁ֣ר נִשְׁבַּ֣ע יְ֠הוָה לַאֲבֹ֨תֵיכֶ֜ם לְאַבְרָהָ֨ם לְיִצְחָ֤ק וּֽלְיַעֲקֹב֙ לָתֵ֣ת לָהֶ֔ם וּלְזַרְעָ֖ם אַחֲרֵיהֶֽם׃
9 וָאֹמַ֣ר אֲלֵכֶ֔ם בָּעֵ֥ת הַהִ֖וא לֵאמֹ֑ר לֹא־אוּכַ֥ל לְבַדִּ֖י שְׂאֵ֥ת אֶתְכֶֽם׃
10 יְהוָ֥ה אֱלֹהֵיכֶ֖ם הִרְבָּ֣ה אֶתְכֶ֑ם וְהִנְּכֶ֣ם הַיּ֔וֹם כְּכוֹכְבֵ֥י הַשָּׁמַ֖יִם לָרֹֽב׃
11 יְהוָ֞ה אֱלֹהֵ֣י אֲבֽוֹתֵכֶ֗ם יֹסֵ֧ף עֲלֵיכֶ֛ם כָּכֶ֖ם אֶ֣לֶף פְּעָמִ֑ים וִיבָרֵ֣ךְ אֶתְכֶ֔ם כַּאֲשֶׁ֖ר דִּבֶּ֥ר לָכֶֽם׃
12 אֵיכָ֥ה אֶשָּׂ֖א לְבַדִּ֑י טָרְחֲכֶ֥ם וּמַֽשַּׂאֲכֶ֖ם וְרִֽיבְכֶֽם׃
13 הָב֣וּ לָ֠כֶם אֲנָשִׁ֨ים חֲכָמִ֧ים וּנְבֹנִ֛ים וִידֻעִ֖ים לְשִׁבְטֵיכֶ֑ם וַאֲשִׂימֵ֖ם בְּרָאשֵׁיכֶֽם׃
14 וַֽתַּעֲנ֖וּ אֹתִ֑י וַתֹּ֣אמְר֔וּ טוֹב־הַדָּבָ֥ר אֲשֶׁר־דִּבַּ֖רְתָּ לַעֲשֽׂוֹת׃
15 וָאֶקַּ֞ח אֶת־רָאשֵׁ֣י שִׁבְטֵיכֶ֗ם אֲנָשִׁ֤ים חֲכָמִים֙ וִֽידֻעִ֔ים וָאֶתֵּ֥ן אוֹתָ֛ם רָאשִׁ֖ים עֲלֵיכֶ֑ם שָׂרֵ֨י אֲלָפִ֜ים וְשָׂרֵ֣י מֵא֗וֹת וְשָׂרֵ֤י חֲמִשִּׁים֙ וְשָׂרֵ֣י עֲשָׂרֹ֔ת וְשֹׁטְרִ֖ים לְשִׁבְטֵיכֶֽם׃
16 וָאֲצַוֶּה֙ אֶת־שֹׁ֣פְטֵיכֶ֔ם בָּעֵ֥ת הַהִ֖וא לֵאמֹ֑ר שָׁמֹ֤עַ בֵּין־אֲחֵיכֶם֙ וּשְׁפַטְתֶּ֣ם צֶ֔דֶק בֵּֽין־אִ֥ישׁ וּבֵין־אָחִ֖יו וּבֵ֥ין גֵּרֽוֹ׃
17 לֹֽא־תַכִּ֨ירוּ פָנִ֜ים בַּמִּשְׁפָּ֗ט כַּקָּטֹ֤ן כַּגָּדֹל֙ תִּשְׁמָע֔וּן לֹ֤א תָג֙וּרוּ֙ מִפְּנֵי־אִ֔ישׁ כִּ֥י הַמִּשְׁפָּ֖ט לֵאלֹהִ֣ים ה֑וּא וְהַדָּבָר֙ אֲשֶׁ֣ר יִקְשֶׁ֣ה מִכֶּ֔ם תַּקְרִב֥וּן אֵלַ֖י וּשְׁמַעְתִּֽיו׃
18 וָאֲצַוֶּ֥ה אֶתְכֶ֖ם בָּעֵ֣ת הַהִ֑וא אֵ֥ת כָּל־הַדְּבָרִ֖ים אֲשֶׁ֥ר תַּעֲשֽׂוּן׃
19 וַנִּסַּ֣ע מֵחֹרֵ֗ב וַנֵּ֡לֶךְ אֵ֣ת כָּל־הַמִּדְבָּ֣ר הַגָּדוֹל֩ וְהַנּוֹרָ֨א הַה֜וּא אֲשֶׁ֣ר רְאִיתֶ֗ם דֶּ֚רֶךְ הַ֣ר הָֽאֱמֹרִ֔י כַּאֲשֶׁ֥ר צִוָּ֛ה יְהוָ֥ה אֱלֹהֵ֖ינוּ אֹתָ֑נוּ וַנָּבֹ֕א עַ֖ד קָדֵ֥שׁ בַּרְנֵֽעַ׃
20 וָאֹמַ֖ר אֲלֵכֶ֑ם בָּאתֶם֙ עַד־הַ֣ר הָֽאֱמֹרִ֔י אֲשֶׁר־יְהוָ֥ה אֱלֹהֵ֖ינוּ נֹתֵ֥ן לָֽנוּ׃
21 רְ֠אֵה נָתַ֨ן יְהוָ֧ה אֱלֹהֶ֛יךָ לְפָנֶ֖יךָ אֶת־הָאָ֑רֶץ עֲלֵ֣ה רֵ֗שׁ כַּאֲשֶׁר֩ דִּבֶּ֨ר יְהוָ֜ה אֱלֹהֵ֤י אֲבֹתֶ֙יךָ֙ לָ֔ךְ אַל־תִּירָ֖א וְאַל־תֵּחָֽת׃
22 וַתִּקְרְב֣וּן אֵלַי֮ כֻּלְּכֶם֒ וַתֹּאמְר֗וּ נִשְׁלְחָ֤ה אֲנָשִׁים֙ לְפָנֵ֔ינוּ וְיַחְפְּרוּ־לָ֖נוּ אֶת־הָאָ֑רֶץ וְיָשִׁ֤בוּ אֹתָ֙נוּ֙ דָּבָ֔ר אֶת־הַדֶּ֙רֶךְ֙ אֲשֶׁ֣ר נַעֲלֶה־בָּ֔הּ וְאֵת֙ הֶֽעָרִ֔ים אֲשֶׁ֥ר נָבֹ֖א אֲלֵיהֶֽן׃
23 וַיִּיטַ֥ב בְּעֵינַ֖י הַדָּבָ֑ר וָאֶקַּ֤ח מִכֶּם֙ שְׁנֵ֣ים עָשָׂ֣ר אֲנָשִׁ֔ים אִ֥ישׁ אֶחָ֖ד לַשָּֽׁבֶט׃
24 וַיִּפְנוּ֙ וַיַּעֲל֣וּ הָהָ֔רָה וַיָּבֹ֖אוּ עַד־נַ֣חַל אֶשְׁכֹּ֑ל וַֽיְרַגְּל֖וּ אֹתָֽהּ׃
25 וַיִּקְח֤וּ בְיָדָם֙ מִפְּרִ֣י הָאָ֔רֶץ וַיּוֹרִ֖דוּ אֵלֵ֑ינוּ וַיָּשִׁ֨בוּ אֹתָ֤נוּ דָבָר֙ וַיֹּ֣אמְר֔וּ טוֹבָ֣ה הָאָ֔רֶץ אֲשֶׁר־יְהוָ֥ה אֱלֹהֵ֖ינוּ נֹתֵ֥ן לָֽנוּ׃
26 וְלֹ֥א אֲבִיתֶ֖ם לַעֲלֹ֑ת וַתַּמְר֕וּ אֶת־פִּ֥י יְהוָ֖ה אֱלֹהֵיכֶֽם׃
27 וַתֵּרָגְנ֤וּ בְאָהֳלֵיכֶם֙ וַתֹּ֣אמְר֔וּ בְּשִׂנְאַ֤ת יְהוָה֙ אֹתָ֔נוּ הוֹצִיאָ֖נוּ מֵאֶ֣רֶץ מִצְרָ֑יִם לָתֵ֥ת אֹתָ֛נוּ בְּיַ֥ד הָאֱמֹרִ֖י לְהַשְׁמִידֵֽנוּ׃
28 אָנָ֣ה׀ אֲנַ֣חְנוּ עֹלִ֗ים אַחֵינוּ֩ הֵמַ֨סּוּ אֶת־לְבָבֵ֜נוּ לֵאמֹ֗ר עַ֣ם גָּדוֹל֤ וָרָם֙ מִמֶּ֔נּוּ עָרִ֛ים גְּדֹלֹ֥ת וּבְצוּרֹ֖ת בַּשָּׁמָ֑יִם וְגַם־בְּנֵ֥י עֲנָקִ֖ים רָאִ֥ינוּ שָֽׁם׃
29 וָאֹמַ֖ר אֲלֵכֶ֑ם לֹא־תַעַרְצ֥וּן וְלֹא־תִֽירְא֖וּן מֵהֶֽם׃
30 יְהוָ֤ה אֱלֹֽהֵיכֶם֙ הַהֹלֵ֣ךְ לִפְנֵיכֶ֔ם ה֖וּא יִלָּחֵ֣ם לָכֶ֑ם כְּ֠כֹל אֲשֶׁ֨ר עָשָׂ֧ה אִתְּכֶ֛ם בְּמִצְרַ֖יִם לְעֵינֵיכֶֽם׃
31 וּבַמִּדְבָּר֙ אֲשֶׁ֣ר רָאִ֔יתָ אֲשֶׁ֤ר נְשָׂאֲךָ֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ כַּאֲשֶׁ֥ר יִשָּׂא־אִ֖ישׁ אֶת־בְּנ֑וֹ בְּכָל־הַדֶּ֙רֶךְ֙ אֲשֶׁ֣ר הֲלַכְתֶּ֔ם עַד־בֹּאֲכֶ֖ם עַד־הַמָּק֥וֹם הַזֶּֽה׃
32 וּבַדָּבָ֖ר הַזֶּ֑ה אֵֽינְכֶם֙ מַאֲמִינִ֔ם בַּיהוָ֖ה אֱלֹהֵיכֶֽם׃
33 הַהֹלֵ֨ךְ לִפְנֵיכֶ֜ם בַּדֶּ֗רֶךְ לָת֥וּר לָכֶ֛ם מָק֖וֹם לַֽחֲנֹֽתְכֶ֑ם בָּאֵ֣שׁ׀ לַ֗יְלָה לַרְאֹֽתְכֶם֙ בַּדֶּ֙רֶךְ֙ אֲשֶׁ֣ר תֵּֽלְכוּ־בָ֔הּ וּבֶעָנָ֖ן יוֹמָֽם׃
34 וַיִּשְׁמַ֥ע יְהוָ֖ה אֶת־ק֣וֹל דִּבְרֵיכֶ֑ם וַיִּקְצֹ֖ף וַיִּשָּׁבַ֥ע לֵאמֹֽר׃
35 אִם־יִרְאֶ֥ה אִישׁ֙ בָּאֲנָשִׁ֣ים הָאֵ֔לֶּה הַדּ֥וֹר הָרָ֖ע הַזֶּ֑ה אֵ֚ת הָאָ֣רֶץ הַטּוֹבָ֔ה אֲשֶׁ֣ר נִשְׁבַּ֔עְתִּי לָתֵ֖ת לַאֲבֹתֵיכֶֽם׃
36 זֽוּלָתִ֞י כָּלֵ֤ב בֶּן־יְפֻנֶּה֙ ה֣וּא יִרְאֶ֔נָּה וְלֽוֹ־אֶתֵּ֧ן אֶת־הָאָ֛רֶץ אֲשֶׁ֥ר דָּֽרַךְ־בָּ֖הּ וּלְבָנָ֑יו יַ֕עַן אֲשֶׁ֥ר מִלֵּ֖א אַחֲרֵ֥י יְהוָֽה׃
37 גַּם־בִּי֙ הִתְאַנַּ֣ף יְהוָ֔ה בִּגְלַלְכֶ֖ם לֵאמֹ֑ר גַּם־אַתָּ֖ה לֹא־תָבֹ֥א שָֽׁם׃
38 יְהוֹשֻׁ֤עַ בִּן־נוּן֙ הָעֹמֵ֣ד לְפָנֶ֔יךָ ה֖וּא יָ֣בֹא שָׁ֑מָּה אֹת֣וֹ חַזֵּ֔ק כִּי־ה֖וּא יַנְחִלֶ֥נָּה אֶת־יִשְׂרָאֵֽל׃
39 וְטַפְּכֶם֩ אֲשֶׁ֨ר אֲמַרְתֶּ֜ם לָבַ֣ז יִהְיֶ֗ה וּ֠בְנֵיכֶם אֲשֶׁ֨ר לֹא־יָדְע֤וּ הַיּוֹם֙ ט֣וֹב וָרָ֔ע הֵ֖מָּה יָבֹ֣אוּ שָׁ֑מָּה וְלָהֶ֣ם אֶתְּנֶ֔נָּה וְהֵ֖ם יִירָשֽׁוּהָ׃
40 וְאַתֶּ֖ם פְּנ֣וּ לָכֶ֑ם וּסְע֥וּ הַמִּדְבָּ֖רָה דֶּ֥רֶךְ יַם־סֽוּף׃
41 וַֽתַּעֲנ֣וּ׀ וַתֹּאמְר֣וּ אֵלַ֗י חָטָאנוּ֮ לַֽיהוָה֒ אֲנַ֤חְנוּ נַעֲלֶה֙ וְנִלְחַ֔מְנוּ כְּכֹ֥ל אֲשֶׁר־צִוָּ֖נוּ יְהוָ֣ה אֱלֹהֵ֑ינוּ וַֽתַּחְגְּר֗וּ אִ֚ישׁ אֶת־כְּלֵ֣י מִלְחַמְתּ֔וֹ וַתָּהִ֖ינוּ לַעֲלֹ֥ת הָהָֽרָה׃
42 וַיֹּ֨אמֶר יְהוָ֜ה אֵלַ֗י אֱמֹ֤ר לָהֶם֙ לֹ֤א תַעֲלוּ֙ וְלֹא־תִלָּ֣חֲמ֔וּ כִּ֥י אֵינֶ֖נִּי בְּקִרְבְּכֶ֑ם וְלֹא֙ תִּנָּ֣גְפ֔וּ לִפְנֵ֖י אֹיְבֵיכֶֽם׃
43 וָאֲדַבֵּ֥ר אֲלֵיכֶ֖ם וְלֹ֣א שְׁמַעְתֶּ֑ם וַתַּמְרוּ֙ אֶת־פִּ֣י יְהוָ֔ה וַתָּזִ֖דוּ וַתַּעֲל֥וּ הָהָֽרָה׃
44 וַיֵּצֵ֨א הָאֱמֹרִ֜י הַיֹּשֵׁ֨ב בָּהָ֤ר הַהוּא֙ לִקְרַאתְכֶ֔ם וַיִּרְדְּפ֣וּ אֶתְכֶ֔ם כַּאֲשֶׁ֥ר תַּעֲשֶׂ֖ינָה הַדְּבֹרִ֑ים וַֽיַּכְּת֥וּ אֶתְכֶ֛ם בְּשֵׂעִ֖יר עַד־חָרְמָֽה׃
45 וַתָּשֻׁ֥בוּ וַתִּבְכּ֖וּ לִפְנֵ֣י יְהוָ֑ה וְלֹא־שָׁמַ֤ע יְהוָה֙ בְּקֹ֣לְכֶ֔ם וְלֹ֥א הֶאֱזִ֖ין אֲלֵיכֶֽם׃
46 וַתֵּשְׁב֥וּ בְקָדֵ֖שׁ יָמִ֣ים רַבִּ֑ים כַּיָּמִ֖ים אֲשֶׁ֥ר יְשַׁבְתֶּֽם׃
Capítulo 2
Peregrinación por el desierto
LBLA
1 Entonces nos volvimos y partimos hacia el desierto por el camino del mar Rojo, como el SEÑOR me había dicho, y durante muchos días dimos vueltas alrededor del monte Seir.
2 Y el SEÑOR me habló, diciendo:
3 "Bastante tiempo habéis dado vueltas alrededor de este monte; dirigíos ahora hacia el norte.
4 "Y ordena al pueblo, diciendo: 'Vais a pasar por el territorio de vuestros hermanos los hijos de Esaú, que viven en Seir; y ellos os temerán, mas tened mucho cuidado;
5 "no los provoquéis, porque no os daré nada de su tierra, ni siquiera la huella de la planta de un pie; porque yo he dado el monte Seir a Esaú como posesión.
6 "Les compraréis alimentos con dinero para que comáis, y también les pagaréis el agua que bebáis.'"
7 Porque el SEÑOR tu Dios te ha bendecido en toda obra de tu mano; El ha conocido tu peregrinar por este gran desierto. Durante estos cuarenta años el SEÑOR tu Dios ha estado contigo; nada te ha faltado.
8 Así que pasamos más allá de nuestros hermanos, los hijos de Esaú, que viven en Seir, lejos del camino del Arabá, lejos de Elat y de Ezión-geber. Y nos volvimos y pasamos por el camino del desierto de Moab.
9 Entonces el SEÑOR me dijo: "No hostilices a Moab, ni provoques guerra con ellos, porque no te daré nada de su tierra como posesión, pues he dado Ar a los hijos de Lot como posesión."
10 (Antes habían vivido allí los emitas, un pueblo tan grande, numeroso y alto como los anaceos.
11 Como los anaceos, ellos también son considerados refaítas, pero los moabitas los llaman emitas.
12 Los horeos habitaron también antes en Seir, pero los hijos de Esaú los desalojaron y los destruyeron delante de ellos y se establecieron en su lugar, tal como hizo Israel con la tierra de su posesión que el SEÑOR les dio.)
13 "Ahora levantaos y cruzad el valle del Zered." Y cruzamos el valle del Zered.
14 El tiempo que tardamos en ir desde Cades-barnea hasta cruzar el valle del Zered fue de treinta y ocho años, hasta que pereció toda la generación de los hombres de guerra de en medio del campamento, tal como el SEÑOR les había jurado.
15 Además, la mano del SEÑOR estuvo contra ellos para destruirlos de en medio del campamento, hasta que perecieron.
16 Y aconteció que cuando perecieron todos los hombres de guerra de entre el pueblo,
17 el SEÑOR me habló, diciendo:
18 "Tú pasarás hoy por Ar, el territorio de Moab.
19 "Cuando llegues frente a los hijos de Amón, no los hostigues ni los provoques, porque no te daré nada de la tierra de los hijos de Amón como posesión, pues la he dado a los hijos de Lot como posesión."
20 (También ésta es considerada tierra de refaítas; los refaítas habitaron antes en ella, pero los amonitas los llaman zomzomeos,
21 pueblo grande, numeroso y alto como los anaceos; pero el SEÑOR los destruyó delante de ellos. Y los desalojaron y se establecieron en su lugar,
22 tal como hizo por los hijos de Esaú, que viven en Seir, cuando destruyó a los horeos delante de ellos; ellos los desalojaron y han habitado en su lugar hasta hoy.
23 Y a los aveos, que habitaban en aldeas hasta Gaza, los caftoreos, que salieron de Caftor, los destruyeron y habitaron en su lugar.)
24 "Levantaos, partid y pasad el valle del Arnón. Mira, he entregado en tu mano a Sehón amorreo, rey de Hesbón, y su tierra; comienza a tomar posesión y entra en guerra con él.
25 "Hoy comenzaré a infundir temor y espanto de ti entre los pueblos debajo de todos los cielos, los cuales, cuando oigan el informe de ti, temblarán y se angustiarán delante de ti."
26 Entonces envié mensajeros desde el desierto de Cademot a Sehón, rey de Hesbón, con palabras de paz, diciendo:
27 "Déjame pasar por tu tierra; iré sólo por el camino, no me desviaré ni a la derecha ni a la izquierda.
28 "Me venderás alimentos por dinero para que yo coma, y me darás agua por dinero para que beba; solamente déjame pasar a pie,
29 tal como me hicieron los hijos de Esaú que viven en Seir, y los moabitas que viven en Ar, hasta que cruce el Jordán para entrar a la tierra que el SEÑOR nuestro Dios nos va a dar."
30 Pero Sehón, rey de Hesbón, no quiso dejarnos pasar por su territorio; porque el SEÑOR tu Dios endureció su espíritu e hizo obstinado su corazón a fin de entregarlo en tu mano, como hoy se ve.
31 Y el SEÑOR me dijo: "Mira, he comenzado a entregar a Sehón y su tierra delante de ti. Comienza a ocupar su tierra para poseerla."
32 Entonces Sehón salió a nuestro encuentro, él y toda su gente, para pelear en Jahaza.
33 Y el SEÑOR nuestro Dios lo entregó delante de nosotros, y lo derrotamos a él, a sus hijos y a toda su gente.
34 Tomamos entonces todas sus ciudades, y destruimos por completo todas las ciudades: hombres, mujeres y niños; no dejamos ningún sobreviviente.
35 Sólo tomamos como botín el ganado y los despojos de las ciudades que habíamos capturado.
36 Desde Aroer, que está en la orilla del valle del Arnón, y desde la ciudad que está en el valle, hasta Galaad, no hubo ciudad que fuera demasiado alta para nosotros; el SEÑOR nuestro Dios las entregó todas delante de nosotros.
37 Sólo no te acercaste a la tierra de los hijos de Amón, ni a todo lugar a lo largo del río Jaboc, ni a las ciudades de la región montañosa, ni a lugar alguno que el SEÑOR nuestro Dios nos había prohibido.
WLC
1 וַנֵּ֜פֶן וַנִּסַּ֤ע הַמִּדְבָּ֙רָה֙ דֶּ֣רֶךְ יַם־ס֔וּף כַּאֲשֶׁ֛ר דִּבֶּ֥ר יְהוָ֖ה אֵלָ֑י וַנָּ֥סָב אֶת־הַר־שֵׂעִ֖יר יָמִ֥ים רַבִּֽים׃
2 וַיֹּ֥אמֶר יְהוָ֖ה אֵלַ֥י לֵאמֹֽר׃
3 רַב־לָכֶ֕ם סֹ֖ב אֶת־הָהָ֣ר הַזֶּ֑ה פְּנ֥וּ לָכֶ֖ם צָפֹֽנָה׃
4 וְאֶת־הָעָם֮ צַ֣ו לֵאמֹר֒ אַתֶּ֣ם עֹֽבְרִ֗ים בִּגְבוּל֙ אֲחֵיכֶ֣ם בְּנֵי־עֵשָׂ֔ו הַיֹּשְׁבִ֖ים בְּשֵׂעִ֑יר וְיִֽירְא֣וּ מִכֶּ֔ם וְנִשְׁמַרְתֶּ֖ם מְאֹֽד׃
5 אַל־תִּתְגָּר֣וּ בָ֔ם כִּ֠י לֹֽא־אֶתֵּ֤ן לָכֶם֙ מֵֽאַרְצָ֔ם עַ֖ד מִדְרַ֣ךְ כַּף־רָ֑גֶל כִּֽי־יְרֻשָּׁ֣ה לְעֵשָׂ֔ו נָתַ֖תִּי אֶת־הַ֥ר שֵׂעִֽיר׃
6 אֹ֣כֶל תִּשְׁבְּר֧וּ מֵֽאִתָּ֛ם בַּכֶּ֖סֶף וַאֲכַלְתֶּ֑ם וְגַם־מַ֜יִם תִּכְר֧וּ מֵאִתָּ֛ם בַּכֶּ֖סֶף וּשְׁתִיתֶֽם׃
7 כִּי֩ יְהוָ֨ה אֱלֹהֶ֜יךָ בֵּֽרַכְךָ֗ בְּכֹל֙ מַעֲשֵׂ֣ה יָדֶ֔ךָ יָדַ֣ע לֶכְתְּךָ֔ אֶת־הַמִּדְבָּ֥ר הַגָּדֹ֖ל הַזֶּ֑ה זֶ֣ה׀ אַרְבָּעִ֣ים שָׁנָ֗ה יְהוָ֤ה אֱלֹהֶ֙יךָ֙ עִמָּ֔ךְ לֹ֥א חָסַ֖רְתָּ דָּבָֽר׃
8 וַֽנַּעֲבֹ֞ר מֵאֵ֧ת אַחֵ֣ינוּ בְנֵי־עֵשָׂ֗ו הַיֹּֽשְׁבִים֙ בְּשֵׂעִ֔יר מִדֶּ֙רֶךְ֙ הָֽעֲרָבָ֔ה מֵאֵילַ֖ת וּמֵעֶצְיֹ֣ן גָּ֑בֶר וַנֵּ֙פֶן֙ וַֽנַּעֲבֹ֔ר דֶּ֖רֶךְ מִדְבַּ֥ר מוֹאָֽב׃
9 וַיֹּ֨אמֶר יְהוָ֜ה אֵלַ֗י אַל־תָּ֙צַר֙ אֶת־מוֹאָ֔ב וְאַל־תִּתְגָּ֥ר בָּ֖ם מִלְחָמָ֑ה כִּ֠י לֹֽא־אֶתֵּ֨ן לְךָ֤ מֵֽאַרְצוֹ֙ יְרֻשָּׁ֔ה כִּ֣י לִבְנֵי־ל֔וֹט נָתַ֥תִּי אֶת־עָ֖ר יְרֻשָּֽׁה׃
10 הָאֵמִ֥ים לְפָנִ֖ים יָ֣שְׁבוּ בָ֑הּ עַ֣ם גָּד֥וֹל וְרַ֛ב וָרָ֖ם כָּעֲנָקִֽים׃
11 רְפָאִ֛ים יֵחָשְׁב֥וּ אַף־הֵ֖ם כָּעֲנָקִ֑ים וְהַמֹּאָבִ֔ים יִקְרְא֥וּ לָהֶ֖ם אֵמִֽים׃
12 וּבְשֵׂעִיר֩ יָשְׁב֨וּ הַחֹרִ֜ים לְפָנִ֗ים וּבְנֵ֧י עֵשָׂ֣ו יִֽירָשׁ֗וּם וַיַּשְׁמִידוּם֙ מִפְּנֵיהֶ֔ם וַיֵּשְׁב֖וּ תַּחְתָּ֑ם כַּאֲשֶׁ֧ר עָשָׂ֣ה יִשְׂרָאֵ֗ל לְאֶ֙רֶץ֙ יְרֻשָּׁת֔וֹ אֲשֶׁר־נָתַ֥ן יְהוָ֖ה לָהֶֽם׃
13 עַתָּ֗ה קֻ֛מוּ וְעִבְר֥וּ לָכֶ֖ם אֶת־נַ֣חַל זָ֑רֶד וַֽנַּעֲבֹ֖ר אֶת־נַ֥חַל זָֽרֶד׃
14 וְהַיָּמִ֞ים אֲשֶׁר־הָלַ֣כְנוּ׀ מִקָּדֵ֣שׁ בַּרְנֵ֗עַ עַ֤ד אֲשֶׁר־עָבַ֙רְנוּ֙ אֶת־נַ֣חַל זֶ֔רֶד שְׁלֹשִׁ֥ים וּשְׁמֹנֶ֖ה שָׁנָ֑ה עַד־תֹּ֨ם כָּל־הַדּ֜וֹר אַנְשֵׁ֤י הַמִּלְחָמָה֙ מִקֶּ֣רֶב הַֽמַּחֲנֶ֔ה כַּאֲשֶׁ֛ר נִשְׁבַּ֥ע יְהוָ֖ה לָהֶֽם׃
15 וְגַ֤ם יַד־יְהוָה֙ הָ֣יְתָה בָּ֔ם לְהֻמָּ֖ם מִקֶּ֣רֶב הַֽמַּחֲנֶ֑ה עַ֖ד תֻּמָּֽם׃
16 וַיְהִ֨י כַאֲשֶׁר־תַּ֜מּוּ כָּל־אַנְשֵׁ֧י הַמִּלְחָמָ֛ה לָמ֖וּת מִקֶּ֥רֶב הָעָֽם׃
17 וַיְדַבֵּ֥ר יְהוָ֖ה אֵלַ֥י לֵאמֹֽר׃
18 אַתָּ֨ה עֹבֵ֥ר הַיּ֛וֹם אֶת־גְּב֥וּל מוֹאָ֖ב אֶת־עָֽר׃
19 וְקָרַבְתָּ֗ מ֚וּל בְּנֵ֣י עַמּ֔וֹן אַל־תְּצֻרֵ֖ם וְאַל־תִּתְגָּ֣ר בָּ֑ם כִּ֠י לֹֽא־אֶ֠תֵּן מֵאֶ֨רֶץ בְּנֵי־עַמּ֤וֹן לְךָ֙ יְרֻשָּׁ֔ה כִּ֥י לִבְנֵי־ל֖וֹט נְתַתִּ֥יהָ יְרֻשָּֽׁה׃
20 אֶֽרֶץ־רְפָאִ֥ים תֵּחָשֵׁ֖ב אַף־הִ֑וא רְפָאִ֤ים יָֽשְׁבוּ־בָהּ֙ לְפָנִ֔ים וְהָ֣עַמֹּנִ֔ים יִקְרְא֥וּ לָהֶ֖ם זַמְזֻמִּֽים׃
21 עַ֣ם גָּד֥וֹל וְרַ֛ב וָרָ֖ם כָּעֲנָקִ֑ים וַיַּשְׁמִידֵ֤ם יְהוָה֙ מִפְּנֵיהֶ֔ם וַיִּירָשֻׁ֖ם וַיֵּשְׁב֥וּ תַחְתָּֽם׃
22 כַּאֲשֶׁ֤ר עָשָׂה֙ לִבְנֵ֣י עֵשָׂ֔ו הַיֹּשְׁבִ֖ים בְּשֵׂעִ֑יר אֲשֶׁ֨ר הִשְׁמִ֤יד אֶת־הַחֹרִי֙ מִפְּנֵיהֶ֔ם וַיִּֽירָשֻׁם֙ וַיֵּשְׁב֣וּ תַחְתָּ֔ם עַ֖ד הַיּ֥וֹם הַזֶּֽה׃
23 וְהָֽעַוִּ֛ים הַיֹּשְׁבִ֥ים בַּחֲצֵרִ֖ים עַד־עַזָּ֑ה כַּפְתֹּרִים֙ הַיֹּצְאִ֣ים מִכַּפְתֹּ֔ר הִשְׁמִידֻ֖ם וַיֵּשְׁב֥וּ תַחְתָּֽם׃
24 ק֣וּמוּ סְּע֗וּ וְעִבְרוּ֮ אֶת־נַ֣חַל אַרְנֹן֒ רְאֵ֣ה נָתַ֣תִּי בְ֠יָדְךָ אֶת־סִיחֹ֨ן מֶֽלֶךְ־חֶשְׁבּ֧וֹן הָֽאֱמֹרִ֛י וְאֶת־אַרְצ֖וֹ הָחֵ֣ל רָ֑שׁ וְהִתְגָּ֥ר בּ֖וֹ מִלְחָמָֽה׃
25 הַיּ֣וֹם הַזֶּ֗ה אָחֵל֙ תֵּ֤ת פַּחְדְּךָ֙ וְיִרְאָ֣תְךָ֔ עַל־פְּנֵי֙ הָֽעַמִּ֔ים תַּ֖חַת כָּל־הַשָּׁמָ֑יִם אֲשֶׁ֤ר יִשְׁמְעוּן֙ שִׁמְעֲךָ֔ וְרָגְז֥וּ וְחָל֖וּ מִפָּנֶֽיךָ׃
26 וָאֶשְׁלַ֤ח מַלְאָכִים֙ מִמִּדְבַּ֣ר קְדֵמ֔וֹת אֶל־סִיח֖וֹן מֶ֣לֶךְ חֶשְׁבּ֑וֹן דִּבְרֵ֥י שָׁל֖וֹם לֵאמֹֽר׃
27 אֶעְבְּרָ֣ה בְאַרְצֶ֔ךָ בַּדֶּ֥רֶךְ בַּדֶּ֖רֶךְ אֵלֵ֑ךְ לֹ֥א אָס֖וּר יָמִ֥ין וּשְׂמֹֽאול׃
28 אֹ֣כֶל בַּכֶּ֤סֶף תַּשְׁבִּרֵ֙נִי֙ וְאָכַ֔לְתִּי וּמַ֛יִם בַּכֶּ֥סֶף תִּתֶּן־לִ֖י וְשָׁתִ֑יתִי רַ֖ק אֶעְבְּרָ֥ה בְרַגְלָֽי׃
29 כַּאֲשֶׁ֨ר עָֽשׂוּ־לִ֜י בְּנֵ֣י עֵשָׂ֗ו הַיֹּֽשְׁבִים֙ בְּשֵׂעִ֔יר וְהַמּ֣וֹאָבִ֔ים הַיֹּשְׁבִ֖ים בְּעָ֑ר עַ֤ד אֲשֶֽׁר־אֶֽעֱבֹר֙ אֶת־הַיַּרְדֵּ֔ן אֶל־הָאָ֕רֶץ אֲשֶׁר־יְהוָ֥ה אֱלֹהֵ֖ינוּ נֹתֵ֥ן לָֽנוּ׃
30 וְלֹ֣א אָבָ֗ה סִיחֹן֙ מֶ֣לֶךְ חֶשְׁבּ֔וֹן הַעֲבִרֵ֖נוּ בּ֑וֹ כִּֽי־הִקְשָׁה֩ יְהוָ֨ה אֱלֹהֶ֜יךָ אֶת־רוּח֗וֹ וְאִמֵּץ֙ אֶת־לְבָב֔וֹ לְמַ֛עַן תִּתּ֥וֹ בְיָדְךָ֖ כַּיּ֥וֹם הַזֶּֽה׃
31 וַיֹּ֤אמֶר יְהוָה֙ אֵלַ֔י רְאֵ֗ה הַֽחִלֹּ֙תִי֙ תֵּ֣ת לְפָנֶ֔יךָ אֶת־סִיחֹ֖ן וְאֶת־אַרְצ֑וֹ הָחֵ֣ל רָ֔שׁ לָרֶ֖שֶׁת אֶת־אַרְצֽוֹ׃
32 וַיֵּצֵ֨א סִיחֹ֜ן לִקְרָאתֵ֧נוּ ה֛וּא וְכָל־עַמּ֖וֹ לַמִּלְחָמָ֑ה יָֽהְצָה׃
33 וַֽיִּתְּנֵ֛הוּ יְהוָ֥ה אֱלֹהֵ֖ינוּ לְפָנֵ֑ינוּ וַנַּ֥ךְ אֹת֛וֹ וְאֶת־בָּנָ֖יו וְאֶת־כָּל־עַמּֽוֹ׃
34 וַנִּלְכֹּ֤ד אֶת־כָּל־עָרָיו֙ בָּעֵ֣ת הַהִ֔וא וַֽנַּחֲרֵם֙ אֶת־כָּל־עִ֣יר מְתִ֔ם וְהַנָּשִׁ֖ים וְהַטָּ֑ף לֹ֥א הִשְׁאַ֖רְנוּ שָׂרִֽיד׃
35 רַ֥ק הַבְּהֵמָ֖ה בָּזַ֣זְנוּ לָ֑נוּ וּשְׁלַ֥ל הֶעָרִ֖ים אֲשֶׁ֥ר לָכָֽדְנוּ׃
36 מֵעֲרֹעֵ֡ר אֲשֶׁר֩ עַל־שְׂפַת־נַ֨חַל אַרְנֹ֜ן וְהָעִ֨יר אֲשֶׁ֤ר בַּנַּ֙חַל֙ וְעַד־הַגִּלְעָ֔ד לֹ֤א הָֽיְתָה֙ קִרְיָ֔ה אֲשֶׁ֥ר שָׂגְבָ֖ה מִמֶּ֑נּוּ אֶת־הַכֹּ֕ל נָתַ֛ן יְהוָ֥ה אֱלֹהֵ֖ינוּ לְפָנֵֽינוּ׃
37 רַ֛ק אֶל־אֶ֥רֶץ בְּנֵי־עַמּ֖וֹן לֹ֣א קָרָ֑בְתָּ כָּל־יַ֞ד נַ֣חַל יַבֹּ֗ק וְעָרֵ֣י הָהָ֔ר וְכֹ֥ל אֲשֶׁר־צִוָּ֖ה יְהוָ֥ה אֱלֹהֵֽינוּ׃
Capítulo 3
Conquista de Basán
LBLA
1 Entonces nos volvimos y subimos por el camino de Basán, y Og, rey de Basán, con todo su pueblo salió a nuestro encuentro para pelear en Edrei.
2 Pero el SEÑOR me dijo: "No le temas, porque yo lo he entregado en tu mano, a él, a todo su pueblo y su tierra; le harás como hiciste a Sehón, rey de los amorreos, que habitaba en Hesbón."
3 Y el SEÑOR nuestro Dios entregó también en nuestra mano a Og, rey de Basán, con todo su pueblo, y lo herimos hasta que no le quedó sobreviviente.
4 Y capturamos entonces todas sus ciudades; no hubo ciudad que no les tomáramos: sesenta ciudades, toda la región de Argob, el reino de Og en Basán.
5 Todas éstas eran ciudades fortificadas con muros altos, con puertas y barras, además de un gran número de ciudades sin muros.
6 Y las destruimos por completo, como hicimos a Sehón, rey de Hesbón, destruyendo por completo cada ciudad, con hombres, mujeres y niños.
7 Pero todo el ganado y los despojos de las ciudades, los tomamos como botín para nosotros.
8 Así que tomamos entonces la tierra de mano de los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán, desde el valle de Arnón hasta el monte Hermón
9 (los sidonios llaman al Hermón, Sirión, y los amorreos lo llaman Senir):
10 todas las ciudades de la meseta, todo Galaad, todo Basán hasta Salca y Edrei, ciudades del reino de Og en Basán.
11 (Pues sólo Og, rey de Basán, había quedado del remanente de los refaítas. Su cama era una cama de hierro; ¿no está en Rabá de los hijos de Amón? Su longitud era de nueve codos, y su anchura de cuatro codos, según el codo ordinario.)
12 Así que tomamos posesión de esta tierra en aquel tiempo. Desde Aroer, que está junto al valle de Arnón, y la mitad de la región montañosa de Galaad y sus ciudades, las di a los rubenitas y a los gaditas.
13 Y el resto de Galaad y todo Basán, el reino de Og, lo di a la media tribu de Manasés, toda la región de Argob. (En cuanto a todo Basán, se llama la tierra de los refaítas.
14 Jair, hijo de Manasés, tomó toda la región de Argob hasta la frontera de los gesuritas y de los maacatitas, y la llamó, es decir, a Basán, según su propio nombre: Havot-jair, nombre que tiene hasta hoy.)
15 Y a Maquir le di Galaad.
16 Y a los rubenitas y a los gaditas les di desde Galaad hasta el valle de Arnón, el medio del valle como frontera, y hasta el río Jaboc, que es la frontera de los hijos de Amón;
17 también el Arabá, con el Jordán como frontera, desde Cineret hasta el mar del Arabá, el mar Salado, al pie de las laderas del Pisga, al oriente.
18 Entonces os ordené en aquel tiempo, diciendo: "El SEÑOR vuestro Dios os ha dado esta tierra para poseerla; todos vosotros, hombres de guerra, pasaréis armados delante de vuestros hermanos, los hijos de Israel.
19 "Pero vuestras mujeres, vuestros pequeños y vuestro ganado (yo sé que tenéis mucho ganado) se quedarán en vuestras ciudades que os he dado,
20 hasta que el SEÑOR dé descanso a vuestros hermanos como a vosotros, y también posean ellos la tierra que el SEÑOR vuestro Dios les dará al otro lado del Jordán. Entonces podréis regresar cada hombre a la heredad que os he dado."
21 Y en aquel tiempo ordené a Josué, diciendo: "Tus ojos han visto todo lo que el SEÑOR vuestro Dios ha hecho a estos dos reyes; así hará el SEÑOR a todos los reinos por los cuales pasarás.
22 "No los temáis, porque el SEÑOR vuestro Dios es el que pelea por vosotros."
23 También en aquel tiempo supliqué misericordia al SEÑOR, diciendo:
24 "Oh Señor DIOS, tú has comenzado a mostrar a tu siervo tu grandeza y tu mano poderosa; porque ¿qué dios hay en los cielos o en la tierra que pueda hacer obras y hechos poderosos como los tuyos?
25 "Permíteme, te ruego, pasar y ver la buena tierra que está al otro lado del Jordán, aquella buena región montañosa y el Líbano."
26 Pero el SEÑOR se indignó contra mí por causa vuestra y no me escuchó; y el SEÑOR me dijo: "¡Basta! No me hables más de este asunto.
27 "Sube a la cumbre del Pisga y alza tus ojos hacia el occidente, hacia el norte, hacia el sur y hacia el oriente, y mírala con tus propios ojos, porque tú no pasarás este Jordán.
28 "Pero comisiona a Josué, fortalécele y anímale, porque él pasará al frente de este pueblo y él les hará heredar la tierra que tú verás."
29 Y nos quedamos en el valle frente a Bet-peor.
WLC
1 וַנֵּ֣פֶן וַנַּ֔עַל דֶּ֖רֶךְ הַבָּשָׁ֑ן וַיֵּצֵ֣א עוֹג֩ מֶֽלֶךְ־הַבָּשָׁ֨ן לִקְרָאתֵ֜נוּ ה֧וּא וְכָל־עַמּ֛וֹ לַמִּלְחָמָ֖ה אֶדְרֶֽעִי׃
2 וַיֹּ֨אמֶר יְהוָ֤ה אֵלַי֙ אַל־תִּירָ֣א אֹת֔וֹ כִּ֣י בְיָדְךָ֞ נָתַ֧תִּי אֹת֛וֹ וְאֶת־כָּל־עַמּ֖וֹ וְאֶת־אַרְצ֑וֹ וְעָשִׂ֣יתָ לּ֔וֹ כַּאֲשֶׁ֣ר עָשִׂ֗יתָ לְסִיחֹן֙ מֶ֣לֶךְ הָֽאֱמֹרִ֔י אֲשֶׁ֥ר יוֹשֵׁ֖ב בְּחֶשְׁבּֽוֹן׃
3 וַיִּתֵּן֩ יְהוָ֨ה אֱלֹהֵ֜ינוּ בְּיָדֵ֗נוּ גַּ֛ם אֶת־ע֥וֹג מֶֽלֶךְ־הַבָּשָׁ֖ן וְאֶת־כָּל־עַמּ֑וֹ וַנַּכֵּ֕הוּ עַד־בִּלְתִּ֥י הִשְׁאִֽיר־ל֖וֹ שָׂרִֽיד׃
4 וַנִּלְכֹּ֤ד אֶת־כָּל־עָרָיו֙ בָּעֵ֣ת הַהִ֔וא לֹ֤א הָֽיְתָה֙ קִרְיָ֔ה אֲשֶׁ֥ר לֹא־לָקַ֖חְנוּ מֵֽאִתָּ֑ם שִׁשִּׁ֥ים עִיר֙ כָּל־חֶ֣בֶל אַרְגֹּ֔ב מַמְלֶ֥כֶת ע֖וֹג בַּבָּשָֽׁן׃
5 כָּל־אֵ֜לֶּה עָרִ֧ים בְּצֻר֛וֹת חוֹמָ֥ה גְבֹהָ֖ה דְּלָתַ֣יִם וּבְרִ֑יחַ לְבַ֛ד מֵעָרֵ֥י הַפְּרָזִ֖י הַרְבֵּ֥ה מְאֹֽד׃
6 וַנַּחֲרֵ֣ם אוֹתָ֔ם כַּאֲשֶׁ֣ר עָשִׂ֔ינוּ לְסִיחֹ֖ן מֶ֣לֶךְ חֶשְׁבּ֑וֹן הַחֲרֵם֙ כָּל־עִ֣יר מְתִ֔ם הַנָּשִׁ֖ים וְהַטָּֽף׃
7 וְכָל־הַבְּהֵמָ֛ה וּשְׁלַ֥ל הֶעָרִ֖ים בַּזּ֥וֹנוּ לָֽנוּ׃
8 וַנִּקַּ֞ח בָּעֵ֤ת הַהִוא֙ אֶת־הָאָ֔רֶץ מִיַּ֗ד שְׁנֵי֙ מַלְכֵ֣י הָאֱמֹרִ֔י אֲשֶׁ֖ר בְּעֵ֣בֶר הַיַּרְדֵּ֑ן מִנַּ֥חַל אַרְנֹ֖ן עַד־הַ֥ר חֶרְמֽוֹן׃
9 צִידֹנִ֛ים יִקְרְא֥וּ לְחֶרְמ֖וֹן שִׂרְיֹ֑ן וְהָ֣אֱמֹרִ֔י יִקְרְאוּ־ל֖וֹ שְׂנִֽיר׃
10 כֹּ֣ל׀ עָרֵ֣י הַמִּישֹׁ֗ר וְכָל־הַגִּלְעָד֙ וְכָל־הַבָּשָׁ֔ן עַד־סַלְכָ֖ה וְאֶדְרֶ֑עִי עָרֵ֛י מַמְלֶ֥כֶת ע֖וֹג בַּבָּשָֽׁן׃
11 כִּ֣י רַק־ע֞וֹג מֶ֣לֶךְ הַבָּשָׁ֗ן נִשְׁאַר֮ מִיֶּ֣תֶר הָרְפָאִים֒ הִנֵּ֤ה עַרְשׂוֹ֙ עֶ֣רֶשׂ בַּרְזֶ֔ל הֲלֹ֣ה הִ֔וא בְּרַבַּ֖ת בְּנֵ֣י עַמּ֑וֹן תֵּ֧שַׁע אַמּ֣וֹת אָרְכָּ֗הּ וְאַרְבַּ֥ע אַמּ֛וֹת רָחְבָּ֖הּ בְּאַמַּת־אִֽישׁ׃
12 וְאֶת־הָאָ֧רֶץ הַזֹּ֛את יָרַ֖שְׁנוּ בָּעֵ֣ת הַהִ֑וא מֵעֲרֹעֵ֞ר אֲשֶׁר־עַל־נַ֣חַל אַרְנֹ֗ן וַחֲצִ֤י הַֽר־הַגִּלְעָד֙ וְעָרָ֔יו נָתַ֕תִּי לָרֻֽאוּבֵנִ֖י וְלַגָּדִֽי׃
13 וְיֶ֨תֶר הַגִּלְעָ֤ד וְכָל־הַבָּשָׁן֙ מַמְלֶ֣כֶת ע֔וֹג נָתַ֕תִּי לַחֲצִ֖י שֵׁ֣בֶט הַֽמְנַשֶּׁ֑ה כֹּ֣ל חֶ֤בֶל הָֽאַרְגֹּב֙ לְכָל־הַבָּשָׁ֔ן הַה֥וּא יִקָּרֵ֖א אֶ֥רֶץ רְפָאִֽים׃
14 יָאִ֣יר בֶּן־מְנַשֶּׁ֗ה לָקַח֙ אֶת־כָּל־חֶ֣בֶל אַרְגֹּ֔ב עַד־גְּב֥וּל הַגְּשׁוּרִ֖י וְהַמַּֽעֲכָתִ֑י וַיִּקְרָא֩ אֹתָ֨ם עַל־שְׁמ֤וֹ אֶת־הַבָּשָׁן֙ חַוֺּ֣ת יָאִ֔יר עַ֖ד הַיּ֥וֹם הַזֶּֽה׃
15 וּלְמָכִ֖יר נָתַ֥תִּי אֶת־הַגִּלְעָֽד׃
16 וְלָרֻאוּבֵנִ֨י וְלַגָּדִ֜י נָתַ֤תִּי מִן־הַגִּלְעָד֙ וְעַד־נַ֣חַל אַרְנֹ֔ן תּ֥וֹךְ הַנַּ֖חַל וּגְבֻ֑ל וְעַד֙ יַבֹּ֣ק הַנַּ֔חַל גְּב֖וּל בְּנֵ֥י עַמּֽוֹן׃
17 וְהָֽעֲרָבָ֖ה וְהַיַּרְדֵּ֣ן וּגְבֻ֑ל מִכִּנֶּ֗רֶת וְעַ֨ד יָ֤ם הָעֲרָבָה֙ יָ֣ם הַמֶּ֔לַח תַּ֛חַת אַשְׁדֹּ֥ת הַפִּסְגָּ֖ה מִזְרָֽחָה׃
18 וָאֲצַ֣ו אֶתְכֶ֔ם בָּעֵ֥ת הַהִ֖וא לֵאמֹ֑ר יְהוָ֣ה אֱלֹֽהֵיכֶ֗ם נָתַ֨ן לָכֶ֜ם אֶת־הָאָ֤רֶץ הַזֹּאת֙ לְרִשְׁתָּ֔הּ חֲלוּצִ֣ים תַּֽעַבְר֗וּ לִפְנֵ֛י אֲחֵיכֶ֥ם בְּנֵֽי־יִשְׂרָאֵ֖ל כָּל־בְּנֵי־חָֽיִל׃
19 רַק֩ נְשֵׁיכֶ֨ם וְטַפְּכֶ֜ם וּמִקְנֵכֶ֗ם יָדַ֕עְתִּי כִּֽי־מִקְנֶ֥ה רַ֖ב לָכֶ֑ם יֵשְׁבוּ֙ בְּעָ֣רֵיכֶ֔ם אֲשֶׁ֥ר נָתַ֖תִּי לָכֶֽם׃
20 עַ֠ד אֲשֶׁר־יָנִ֨יחַ יְהוָ֥ה׀ לַֽאֲחֵיכֶם֮ כָּכֶם֒ וְיָרְשׁ֣וּ גַם־הֵ֔ם אֶת־הָאָ֕רֶץ אֲשֶׁ֨ר יְהוָ֧ה אֱלֹהֵיכֶ֛ם נֹתֵ֥ן לָהֶ֖ם בְּעֵ֣בֶר הַיַּרְדֵּ֑ן וְשַׁבְתֶּ֗ם אִ֚ישׁ לִֽירֻשָּׁת֔וֹ אֲשֶׁ֥ר נָתַ֖תִּי לָכֶֽם׃
21 וְאֶת־יְהוֹשׁ֣וּעַ צִוֵּ֔יתִי בָּעֵ֥ת הַהִ֖וא לֵאמֹ֑ר עֵינֶ֣יךָ הָרֹאֹ֗ת אֵת֩ כָּל־אֲשֶׁ֨ר עָשָׂ֜ה יְהוָ֤ה אֱלֹֽהֵיכֶם֙ לִשְׁנֵי֙ הַמְּלָכִ֣ים הָאֵ֔לֶּה כֵּֽן־יַעֲשֶׂ֤ה יְהוָה֙ לְכָל־הַמַּמְלָכ֔וֹת אֲשֶׁ֥ר אַתָּ֖ה עֹבֵ֥ר שָֽׁמָּה׃
22 לֹ֖א תִּֽירָא֑וּם כִּ֚י יְהוָ֣ה אֱלֹֽהֵיכֶ֔ם ה֖וּא הַנִּלְחָ֥ם לָכֶֽם׃
23 וָאֶתְחַנַּ֖ן אֶל־יְהוָ֑ה בָּעֵ֥ת הַהִ֖וא לֵאמֹֽר׃
24 אֲדֹנָ֣י יְהוִ֗ה אַתָּ֤ה הַֽחִלּ֙וֹתָ֙ לְהַרְא֣וֹת אֶֽת־עַבְדְּךָ֔ אֶ֨ת־גָּדְלְךָ֔ וְאֶת־יָדְךָ֖ הַחֲזָקָ֑ה אֲשֶׁ֤ר מִי־אֵל֙ בַּשָּׁמַ֣יִם וּבָאָ֔רֶץ אֲשֶׁר־יַעֲשֶׂ֥ה כְמַעֲשֶׂ֖יךָ וְכִגְבוּרֹתֶֽךָ׃
25 אֶעְבְּרָה־נָּ֗א וְאֶרְאֶה֙ אֶת־הָאָ֣רֶץ הַטּוֹבָ֔ה אֲשֶׁ֖ר בְּעֵ֣בֶר הַיַּרְדֵּ֑ן הָהָ֥ר הַטּ֛וֹב הַזֶּ֖ה וְהַלְּבָנֽוֹן׃
26 וַיִּתְעַבֵּ֨ר יְהוָ֥ה בִּי֙ לְמַ֣עַנְכֶ֔ם וְלֹ֥א שָׁמַ֖ע אֵלָ֑י וַיֹּ֨אמֶר יְהוָ֤ה אֵלַי֙ רַב־לָ֔ךְ אַל־תּ֗וֹסֶף דַּבֵּ֥ר אֵלַ֛י ע֖וֹד בַּדָּבָ֥ר הַזֶּֽה׃
27 עֲלֵ֣ה׀ רֹ֣אשׁ הַפִּסְגָּ֗ה וְשָׂ֥א עֵינֶ֛יךָ יָ֧מָּה וְצָפֹ֛נָה וְתֵימָ֥נָה וּמִזְרָ֖חָה וּרְאֵ֣ה בְעֵינֶ֑יךָ כִּי־לֹ֥א תַעֲבֹ֖ר אֶת־הַיַּרְדֵּ֥ן הַזֶּֽה׃
28 וְצַ֥ו אֶת־יְהוֹשֻׁ֖עַ וְחַזְּקֵ֣הוּ וְאַמְּצֵ֑הוּ כִּי־ה֣וּא יַעֲבֹ֗ר לִפְנֵי֙ הָעָ֣ם הַזֶּ֔ה וְהוּא֙ יַנְחִ֣יל אוֹתָ֔ם אֶת־הָאָ֖רֶץ אֲשֶׁ֥ר תִּרְאֶֽה׃
29 וַנֵּ֣שֶׁב בַּגָּ֔יְא מ֖וּל בֵּ֥ית פְּעֽוֹר׃
Capítulo 4
Exhortación a la obediencia
LBLA
1 Ahora pues, oh Israel, escucha los estatutos y los juicios que yo os enseño para que los ejecutéis, a fin de que viváis y entréis y toméis posesión de la tierra que el SEÑOR, Dios de vuestros padres, os da.
2 No añadiréis nada a la palabra que yo os mando, ni quitaréis nada de ella, para que guardéis los mandamientos del SEÑOR vuestro Dios que yo os mando.
3 Vuestros ojos han visto lo que el SEÑOR ha hecho en el caso de Baal-peor; pues a todo hombre que siguió a Baal-peor, el SEÑOR tu Dios lo ha destruido de en medio de ti.
4 Mas vosotros que permanecisteis fieles al SEÑOR vuestro Dios, todos estáis vivos hoy.
5 Mirad, yo os he enseñado estatutos y juicios tal como el SEÑOR mi Dios me ordenó, para que hagáis así en medio de la tierra en la cual vais a entrar para poseerla.
6 Guardadlos, pues, y ponedlos por obra, porque ésta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia a los ojos de los pueblos, los cuales al oír todos estos estatutos, dirán: "Ciertamente pueblo sabio e inteligente es esta gran nación."
7 Porque, ¿qué nación grande hay que tenga un dios tan cerca de ella como está el SEÑOR nuestro Dios cuando lo invocamos?
8 ¿O qué nación grande hay que tenga estatutos y juicios tan justos como toda esta ley que yo pongo hoy delante de vosotros?
9 Solamente cuídate y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, y no se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; sino que las hagas saber a tus hijos y a tus nietos.
10 Acuérdate del día que estuviste delante del SEÑOR tu Dios en Horeb, cuando el SEÑOR me dijo: "Reúneme el pueblo para que yo les haga oír mis palabras, a fin de que aprendan a temerme todos los días que vivan sobre la tierra y las enseñen a sus hijos."
11 Y os acercasteis y os pusisteis al pie del monte, y el monte ardía con fuego hasta el corazón del cielo: tinieblas, nube y densas tinieblas.
12 Entonces el SEÑOR os habló de en medio del fuego; oísteis el sonido de las palabras, pero no visteis figura alguna, sólo se oía una voz.
13 Y El os declaró su pacto, el cual os ordenó poner por obra, esto es, los diez mandamientos; y los escribió en dos tablas de piedra.
14 El SEÑOR me ordenó en aquel tiempo que os enseñara estatutos y juicios, para que los pusierais por obra en la tierra a la cual vais a pasar para poseerla.
15 Guardaos, pues, mucho, porque ninguna figura visteis el día en que el SEÑOR os habló en Horeb de en medio del fuego;
16 no sea que os corrompáis y hagáis para vosotros una imagen tallada semejante a cualquier figura: semejanza de varón o hembra,
17 semejanza de cualquier animal que está en la tierra, semejanza de cualquier ave que vuela en el cielo,
18 semejanza de cualquier animal que se arrastra sobre la tierra, semejanza de cualquier pez que hay en las aguas debajo de la tierra.
19 Y no sea que levantes tus ojos al cielo y veas el sol, la luna, las estrellas y todo el ejército del cielo, y seas impulsado a adorarlos y a servirlos, cosas que el SEÑOR tu Dios ha concedido a todos los pueblos debajo de todos los cielos.
20 Pero a vosotros, el SEÑOR os ha tomado y os ha sacado del horno de hierro, de Egipto, para que seáis pueblo de su heredad como lo sois ahora.
21 Y el SEÑOR se enojó contra mí por causa vuestra, y juró que yo no pasaría el Jordán, y que no entraría en la buena tierra que el SEÑOR tu Dios te da por heredad.
22 Porque yo moriré en esta tierra, no pasaré el Jordán; mas vosotros pasaréis y tomaréis posesión de esta buena tierra.
23 Guardaos, no sea que olvidéis el pacto que el SEÑOR vuestro Dios hizo con vosotros, y hagáis para vosotros una imagen tallada en forma de cualquier cosa que el SEÑOR tu Dios te ha prohibido.
24 Porque el SEÑOR tu Dios es fuego consumidor, un Dios celoso.
25 Cuando hayáis engendrado hijos y nietos, y hayáis permanecido mucho tiempo en la tierra, y os hayáis corrompido y hecho una imagen tallada en forma de cualquier cosa, y hayáis hecho lo malo ante los ojos del SEÑOR vuestro Dios para provocarle a ira,
26 pongo hoy por testigos al cielo y a la tierra contra vosotros, que pronto pereceréis totalmente de la tierra adonde vais, cruzando el Jordán para poseerla. No prolongaréis en ella vuestros días, sino que seréis totalmente destruidos.
27 Y el SEÑOR os esparcirá entre los pueblos, y quedaréis pocos en número entre las naciones adonde el SEÑOR os llevará.
28 Allí serviréis a dioses hechos por manos de hombre, de madera y de piedra, que no ven, ni oyen, ni comen, ni huelen.
29 Pero desde allí buscarás al SEÑOR tu Dios, y lo hallarás si lo buscas con todo tu corazón y con toda tu alma.
30 Cuando estés en angustia y te alcancen todas estas cosas, en los postreros días volverás al SEÑOR tu Dios y escucharás su voz.
31 Pues el SEÑOR tu Dios es Dios compasivo; no te abandonará ni te destruirá, ni se olvidará del pacto que El juró a tus padres.
32 Porque pregunta ahora acerca de los días pasados que fueron antes de ti, desde el día en que Dios creó al hombre sobre la tierra, y pregunta desde un extremo del cielo hasta el otro, si se ha hecho algo tan grande como esto, o si se ha oído algo como esto.
33 ¿Ha oído pueblo alguno la voz de Dios hablando de en medio del fuego, como tú la has oído, y ha sobrevivido?
34 ¿O ha intentado dios alguno tomar para sí una nación de en medio de otra nación mediante pruebas, señales, prodigios y guerra, y con mano poderosa, con brazo extendido y con gran terror, como el SEÑOR vuestro Dios hizo por vosotros en Egipto ante vuestros propios ojos?
35 A ti te fue mostrado esto para que supieras que el SEÑOR, El es Dios; ningún otro hay fuera de El.
36 Desde los cielos te hizo oír su voz para disciplinarte; y sobre la tierra te hizo ver su gran fuego, y oíste sus palabras de en medio del fuego.
37 Porque El amó a tus padres, por eso escogió a su descendencia después de ellos y personalmente te sacó de Egipto con su gran poder,
38 expulsando de delante de ti naciones más grandes y más poderosas que tú, para hacerte entrar y darte su tierra por heredad, como sucede hoy.
39 Reconoce, pues, hoy, y reflexiona en tu corazón, que el SEÑOR es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra; no hay otro.
40 Así que guardarás sus estatutos y sus mandamientos que yo te ordeno hoy, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, y para que prolongues tus días en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da para siempre.
41 Entonces Moisés apartó tres ciudades al otro lado del Jordán, hacia el oriente,
42 para que huyera allí el homicida que sin querer hubiera matado a su prójimo sin haberle odiado anteriormente; y huyendo a una de estas ciudades, pudiera salvar su vida:
43 Beser en el desierto, en la meseta, para los rubenitas, y Ramot en Galaad para los gaditas, y Golán en Basán para los manasitas.
44 Esta es, pues, la ley que Moisés puso delante de los hijos de Israel;
45 éstos son los testimonios, los estatutos y los juicios que Moisés habló a los hijos de Israel cuando salieron de Egipto,
46 al otro lado del Jordán, en el valle frente a Bet-peor, en la tierra de Sehón, rey de los amorreos, que habitaba en Hesbón, a quien Moisés y los hijos de Israel derrotaron cuando salieron de Egipto.
47 Y tomaron posesión de su tierra y de la tierra de Og, rey de Basán, los dos reyes de los amorreos, que estaban al otro lado del Jordán, hacia el oriente,
48 desde Aroer, que está a la orilla del valle de Arnón, hasta el monte Sion (es decir, Hermón),
49 con toda el Arabá al otro lado del Jordán, hacia el oriente, hasta el mar del Arabá, al pie de las laderas del Pisga.
WLC
1 וְעַתָּ֣ה יִשְׂרָאֵ֗ל שְׁמַ֤ע אֶל־הַֽחֻקִּים֙ וְאֶל־הַמִּשְׁפָּטִ֔ים אֲשֶׁ֧ר אָֽנֹכִ֛י מְלַמֵּ֥ד אֶתְכֶ֖ם לַעֲשׂ֑וֹת לְמַ֣עַן תִּֽחְי֗וּ וּבָאתֶם֙ וִֽירִשְׁתֶּ֣ם אֶת־הָאָ֔רֶץ אֲשֶׁ֧ר יְהוָ֛ה אֱלֹהֵ֥י אֲבֹתֵיכֶ֖ם נֹתֵ֥ן לָכֶֽם׃
2 לֹ֣א תֹסִ֗פוּ עַל־הַדָּבָר֙ אֲשֶׁ֤ר אָנֹכִי֙ מְצַוֶּ֣ה אֶתְכֶ֔ם וְלֹ֥א תִגְרְע֖וּ מִמֶּ֑נּוּ לִשְׁמֹ֗ר אֶת־מִצְוֺת֙ יְהוָ֣ה אֱלֹֽהֵיכֶ֔ם אֲשֶׁ֥ר אָנֹכִ֖י מְצַוֶּ֥ה אֶתְכֶֽם׃
3 עֵֽינֵיכֶם֙ הָֽרֹאֹ֔ת אֵ֛ת אֲשֶׁר־עָשָׂ֥ה יְהוָ֖ה בְּבַ֣עַל פְּע֑וֹר כִּ֣י כָל־הָאִ֗ישׁ אֲשֶׁ֤ר הָלַךְ֙ אַחֲרֵ֣י בַֽעַל־פְּע֔וֹר הִשְׁמִיד֛וֹ יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ מִקִּרְבֶּֽךָ׃
4 וְאַתֶּם֙ הַדְּבֵקִ֔ים בַּיהוָ֖ה אֱלֹהֵיכֶ֑ם חַיִּ֥ים כֻּלְּכֶ֖ם הַיּֽוֹם׃
5 רְאֵ֣ה׀ לִמַּ֣דְתִּי אֶתְכֶ֗ם חֻקִּים֙ וּמִשְׁפָּטִ֔ים כַּאֲשֶׁ֥ר צִוַּ֖נִי יְהוָ֣ה אֱלֹהָ֑י לַעֲשׂ֣וֹת כֵּ֔ן בְּקֶ֣רֶב הָאָ֔רֶץ אֲשֶׁ֥ר אַתֶּ֛ם בָּאִ֥ים שָׁ֖מָּה לְרִשְׁתָּֽהּ׃
6 וּשְׁמַרְתֶּם֮ וַעֲשִׂיתֶם֒ כִּ֣י הִ֤וא חָכְמַתְכֶם֙ וּבִ֣ינַתְכֶ֔ם לְעֵינֵ֖י הָעַמִּ֑ים אֲשֶׁ֣ר יִשְׁמְע֗וּן אֵ֚ת כָּל־הַחֻקִּ֣ים הָאֵ֔לֶּה וְאָמְר֗וּ רַ֚ק עַם־חָכָ֣ם וְנָב֔וֹן הַגּ֥וֹי הַגָּד֖וֹל הַזֶּֽה׃
7 כִּ֚י מִי־ג֣וֹי גָּד֔וֹל אֲשֶׁר־ל֥וֹ אֱלֹהִ֖ים קְרֹבִ֣ים אֵלָ֑יו כַּיהוָ֣ה אֱלֹהֵ֔ינוּ בְּכָל־קָרְאֵ֖נוּ אֵלָֽיו׃
8 וּמִי֙ גּ֣וֹי גָּד֔וֹל אֲשֶׁר־ל֛וֹ חֻקִּ֥ים וּמִשְׁפָּטִ֖ים צַדִּיקִ֑ם כְּכֹל֙ הַתּוֹרָ֣ה הַזֹּ֔את אֲשֶׁ֧ר אָנֹכִ֛י נֹתֵ֥ן לִפְנֵיכֶ֖ם הַיּֽוֹם׃
9 רַ֡ק הִשָּׁ֣מֶר לְךָ֩ וּשְׁמֹ֨ר נַפְשְׁךָ֜ מְאֹ֗ד פֶּן־תִּשְׁכַּ֨ח אֶת־הַדְּבָרִ֜ים אֲשֶׁר־רָא֣וּ עֵינֶ֗יךָ וּפֶן־יָס֙וּרוּ֙ מִלְּבָ֣בְךָ֔ כֹּ֖ל יְמֵ֣י חַיֶּ֑יךָ וְהוֹדַעְתָּ֥ם לְבָנֶ֖יךָ וְלִבְנֵ֥י בָנֶֽיךָ׃
10 י֗וֹם אֲשֶׁ֨ר עָמַ֜דְתָּ לִפְנֵ֨י יְהוָ֣ה אֱלֹהֶיךָ֮ בְּחֹרֵב֒ בֶּאֱמֹ֨ר יְהוָ֜ה אֵלַ֗י הַקְהֶל־לִי֙ אֶת־הָעָ֔ם וְאַשְׁמִעֵ֖ם אֶת־דְּבָרָ֑י אֲשֶׁ֨ר יִלְמְד֜וּן לְיִרְאָ֣ה אֹתִ֗י כָּל־הַיָּמִים֙ אֲשֶׁ֨ר הֵ֤ם חַיִּים֙ עַל־הָ֣אֲדָמָ֔ה וְאֶת־בְּנֵיהֶ֖ם יְלַמֵּדֽוּן׃
11 וַתִּקְרְב֥וּן וַתַּֽעַמְד֖וּן תַּ֣חַת הָהָ֑ר וְהָהָ֞ר בֹּעֵ֤ר בָּאֵשׁ֙ עַד־לֵ֣ב הַשָּׁמַ֔יִם חֹ֖שֶׁךְ עָנָ֥ן וַעֲרָפֶֽל׃
12 וַיְדַבֵּ֧ר יְהוָ֛ה אֲלֵיכֶ֖ם מִתּ֣וֹךְ הָאֵ֑שׁ ק֤וֹל דְּבָרִים֙ אַתֶּ֣ם שֹׁמְעִ֔ים וּתְמוּנָ֛ה אֵינְכֶ֥ם רֹאִ֖ים זוּלָתִ֥י קֽוֹל׃
13 וַיַּגֵּ֨ד לָכֶ֜ם אֶת־בְּרִית֗וֹ אֲשֶׁ֨ר צִוָּ֤ה אֶתְכֶם֙ לַעֲשׂ֔וֹת עֲשֶׂ֖רֶת הַדְּבָרִ֑ים וַֽיִּכְתְּבֵ֔ם עַל־שְׁנֵ֖י לֻח֥וֹת אֲבָנִֽים׃
14 וְאֹתִ֞י צִוָּ֤ה יְהוָה֙ בָּעֵ֣ת הַהִ֔וא לְלַמֵּ֣ד אֶתְכֶ֔ם חֻקִּ֖ים וּמִשְׁפָּטִ֑ים לַעֲשֹׂתְכֶ֣ם אֹתָ֔ם בָּאָ֕רֶץ אֲשֶׁ֥ר אַתֶּ֛ם עֹבְרִ֥ים שָׁ֖מָּה לְרִשְׁתָּֽהּ׃
15 וְנִשְׁמַרְתֶּ֥ם מְאֹ֖ד לְנַפְשֹֽׁתֵיכֶ֑ם כִּ֣י לֹ֤א רְאִיתֶם֙ כָּל־תְּמוּנָ֔ה בְּי֗וֹם דִּבֶּ֨ר יְהוָ֧ה אֲלֵיכֶ֛ם בְּחֹרֵ֖ב מִתּ֥וֹךְ הָאֵֽשׁ׃
16 פֶּן־תַּשְׁחִת֔וּן וַעֲשִׂיתֶ֥ם לָכֶ֛ם פֶּ֖סֶל תְּמוּנַ֣ת כָּל־סָ֑מֶל תַּבְנִ֥ית זָכָ֖ר א֥וֹ נְקֵבָֽה׃
17 תַּבְנִ֕ית כָּל־בְּהֵמָ֖ה אֲשֶׁ֣ר בָּאָ֑רֶץ תַּבְנִית֙ כָּל־צִפּ֣וֹר כָּנָ֔ף אֲשֶׁ֥ר תָּע֖וּף בַּשָּׁמָֽיִם׃
18 תַּבְנִ֕ית כָּל־רֹמֵ֖שׂ בָּאֲדָמָ֑ה תַּבְנִ֛ית כָּל־דָּגָ֥ה אֲשֶׁר־בַּמַּ֖יִם מִתַּ֥חַת לָאָֽרֶץ׃
19 וּפֶן־תִּשָּׂ֨א עֵינֶ֜יךָ הַשָּׁמַ֗יְמָה וְֽרָאִ֨יתָ אֶת־הַשֶּׁ֜מֶשׁ וְאֶת־הַיָּרֵ֣חַ וְאֶת־הַכּוֹכָבִ֗ים כֹּ֚ל צְבָ֣א הַשָּׁמַ֔יִם וְנִדַּחְתָּ֛ וְהִשְׁתַּחֲוִ֥יתָ לָהֶ֖ם וַעֲבַדְתָּ֑ם אֲשֶׁ֨ר חָלַ֜ק יְהוָ֤ה אֱלֹהֶ֙יךָ֙ אֹתָ֔ם לְכֹל֙ הָֽעַמִּ֔ים תַּ֖חַת כָּל־הַשָּׁמָֽיִם׃
20 וְאֶתְכֶ֞ם לָקַ֣ח יְהוָ֗ה וַיּוֹצִ֥א אֶתְכֶ֛ם מִכּ֥וּר הַבַּרְזֶ֖ל מִמִּצְרָ֑יִם לִהְי֥וֹת ל֛וֹ לְעַ֥ם נַחֲלָ֖ה כַּיּ֥וֹם הַזֶּֽה׃
21 וַיהוָ֥ה הִתְאַנֶּף־בִּ֖י עַל־דִּבְרֵיכֶ֑ם וַיִּשָּׁבַ֗ע לְבִלְתִּ֤י עָבְרִי֙ אֶת־הַיַּרְדֵּ֔ן וּלְבִלְתִּי־בֹא֙ אֶל־הָאָ֣רֶץ הַטּוֹבָ֔ה אֲשֶׁר֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ נֹתֵ֥ן לְךָ֖ נַחֲלָֽה׃
22 כִּ֣י אָנֹכִ֥י מֵת֙ בָּאָ֣רֶץ הַזֹּ֔את אֵינֶ֥נִּי עֹבֵ֖ר אֶת־הַיַּרְדֵּ֑ן וְאַתֶּם֙ עֹֽבְרִ֔ים וִֽירִשְׁתֶּ֕ם אֶת־הָאָ֥רֶץ הַטּוֹבָ֖ה הַזֹּֽאת׃
23 הִשָּׁמְר֣וּ לָכֶ֗ם פֶּֽן־תִּשְׁכְּחוּ֙ אֶת־בְּרִ֤ית יְהוָה֙ אֱלֹ֣הֵיכֶ֔ם אֲשֶׁ֥ר כָּרַ֖ת עִמָּכֶ֑ם וַעֲשִׂיתֶ֨ם לָכֶ֥ם פֶּ֙סֶל֙ תְּמ֣וּנַת כֹּ֔ל אֲשֶׁ֥ר צִוְּךָ֖ יְהוָ֥ה אֱלֹהֶֽיךָ׃
24 כִּ֚י יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ אֵ֥שׁ אֹכְלָ֖ה ה֑וּא אֵ֖ל קַנָּֽא׃
25 כִּֽי־תוֹלִ֤יד בָּנִים֙ וּבְנֵ֣י בָנִ֔ים וְנוֹשַׁנְתֶּ֖ם בָּאָ֑רֶץ וְהִשְׁחַתֶּ֗ם וַעֲשִׂ֤יתֶם פֶּ֙סֶל֙ תְּמ֣וּנַת כֹּ֔ל וַעֲשִׂיתֶ֥ם הָרַ֛ע בְּעֵינֵ֥י יְהוָֽה־אֱלֹהֶ֖יךָ לְהַכְעִיסֽוֹ׃
26 הַעִידֹתִי֩ בָכֶ֨ם הַיּ֜וֹם אֶת־הַשָּׁמַ֣יִם וְאֶת־הָאָ֗רֶץ כִּֽי־אָבֹ֣ד תֹּאבֵדוּן֮ מַהֵר֒ מֵעַ֣ל הָאָ֔רֶץ אֲשֶׁ֨ר אַתֶּ֜ם עֹבְרִ֧ים אֶת־הַיַּרְדֵּ֛ן שָׁ֖מָּה לְרִשְׁתָּ֑הּ לֹא־תַאֲרִיכֻ֤ן יָמִים֙ עָלֶ֔יהָ כִּ֥י הִשָּׁמֵ֖ד תִּשָּׁמֵדֽוּן׃
27 וְהֵפִ֧יץ יְהוָ֛ה אֶתְכֶ֖ם בָּעַמִּ֑ים וְנִשְׁאַרְתֶּם֙ מְתֵ֣י מִסְפָּ֔ר בַּגּוֹיִ֕ם אֲשֶׁ֨ר יְנַהֵ֧ג יְהוָ֛ה אֶתְכֶ֖ם שָֽׁמָּה׃
28 וַעֲבַדְתֶּם־שָׁ֣ם אֱלֹהִ֔ים מַעֲשֵׂ֖ה יְדֵ֣י אָדָ֑ם עֵ֣ץ וָאֶ֔בֶן אֲשֶׁ֤ר לֹא־יִרְאוּן֙ וְלֹ֣א יִשְׁמְע֔וּן וְלֹ֥א יֹאכְל֖וּן וְלֹ֥א יְרִיחֻֽן׃
29 וּבִקַּשְׁתֶּ֥ם מִשָּׁ֛ם אֶת־יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ וּמָצָ֑אתָ כִּ֣י תִדְרְשֶׁ֔נּוּ בְּכָל־לְבָבְךָ֖ וּבְכָל־נַפְשֶֽׁךָ׃
30 בַּצַּ֣ר לְךָ֔ וּמְצָא֕וּךָ כֹּ֖ל הַדְּבָרִ֣ים הָאֵ֑לֶּה בְּאַחֲרִית֙ הַיָּמִ֔ים וְשַׁבְתָּ֙ עַד־יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ וְשָׁמַעְתָּ֖ בְּקֹלֽוֹ׃
31 כִּ֣י אֵ֤ל רַחוּם֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ לֹ֥א יַרְפְּךָ֖ וְלֹ֣א יַשְׁחִיתֶ֑ךָ וְלֹ֤א יִשְׁכַּח֙ אֶת־בְּרִ֣ית אֲבֹתֶ֔יךָ אֲשֶׁ֥ר נִשְׁבַּ֖ע לָהֶֽם׃
32 כִּ֣י שְׁאַל־נָא֩ לְיָמִ֨ים רִֽאשֹׁנִ֜ים אֲשֶׁר־הָי֣וּ לְפָנֶ֗יךָ לְמִן־הַיּוֹם֙ אֲשֶׁר֩ בָּרָ֨א אֱלֹהִ֤ים׀ אָדָם֙ עַל־הָאָ֔רֶץ וּלְמִקְצֵ֥ה הַשָּׁמַ֖יִם וְעַד־קְצֵ֣ה הַשָּׁמָ֑יִם הֲנִֽהְיָ֗ה כַּדָּבָ֤ר הַגָּדוֹל֙ הַזֶּ֔ה א֖וֹ הֲנִשְׁמַ֥ע כָּמֹֽהוּ׃
33 הֲשָׁ֣מַֽע עָם֩ ק֨וֹל אֱלֹהִ֜ים מְדַבֵּ֧ר מִתּוֹךְ־הָאֵ֛שׁ כַּאֲשֶׁר־שָׁמַ֥עְתָּ אַתָּ֖ה וַיֶּֽחִי׃
34 א֣וֹ׀ הֲנִסָּ֣ה אֱלֹהִ֗ים לָ֠בוֹא לָקַ֨חַת ל֜וֹ ג֣וֹי מִקֶּ֣רֶב גּוֹי֮ בְּמַסֹּת֩ בְּאֹתֹ֨ת וּבְמוֹפְתִ֜ים וּבְמִלְחָמָ֗ה וּבְיָ֤ד חֲזָקָה֙ וּבִזְר֣וֹעַ נְטוּיָ֔ה וּבְמוֹרָאִ֖ים גְּדֹלִ֑ים כְּ֠כֹל אֲשֶׁר־עָשָׂ֨ה לָכֶ֜ם יְהוָ֧ה אֱלֹהֵיכֶ֛ם בְּמִצְרַ֖יִם לְעֵינֶֽיךָ׃
35 אַתָּה֙ הָרְאֵ֣תָ לָדַ֔עַת כִּ֥י יְהוָ֖ה ה֣וּא הָאֱלֹהִ֑ים אֵ֥ין ע֖וֹד מִלְבַדּֽוֹ׃
36 מִן־הַשָּׁמַ֛יִם הִשְׁמִֽיעֲךָ֥ אֶת־קֹל֖וֹ לְיַסְּרֶ֑ךָּ וְעַל־הָאָ֗רֶץ הֶרְאֲךָ֙ אֶת־אִשּׁ֣וֹ הַגְּדוֹלָ֔ה וּדְבָרָ֥יו שָׁמַ֖עְתָּ מִתּ֥וֹךְ הָאֵֽשׁ׃
37 וְתַ֗חַת כִּ֤י אָהַב֙ אֶת־אֲבֹתֶ֔יךָ וַיִּבְחַ֥ר בְּזַרְע֖וֹ אַחֲרָ֑יו וַיּוֹצִֽאֲךָ֧ בְּפָנָ֛יו בְּכֹח֥וֹ הַגָּדֹ֖ל מִמִּצְרָֽיִם׃
38 לְהוֹרִ֗ישׁ גּוֹיִ֛ם גְּדֹלִ֧ים וַעֲצֻמִ֛ים מִמְּךָ֖ מִפָּנֶ֑יךָ לַהֲבִֽיאֲךָ֗ לָֽתֶת־לְךָ֧ אֶת־אַרְצָ֛ם נַחֲלָ֖ה כַּיּ֥וֹם הַזֶּֽה׃
39 וְיָדַעְתָּ֣ הַיּ֗וֹם וַהֲשֵׁבֹתָ֮ אֶל־לְבָבֶךָ֒ כִּ֤י יְהוָה֙ ה֣וּא הָֽאֱלֹהִ֔ים בַּשָּׁמַ֣יִם מִמַּ֔עַל וְעַל־הָאָ֖רֶץ מִתָּ֑חַת אֵ֖ין עֽוֹד׃
40 וְשָׁמַרְתָּ֞ אֶת־חֻקָּ֣יו וְאֶת־מִצְוֺתָ֗יו אֲשֶׁ֨ר אָנֹכִ֤י מְצַוְּךָ֙ הַיּ֔וֹם אֲשֶׁר֙ יִיטַ֣ב לְךָ֔ וּלְבָנֶ֖יךָ אַחֲרֶ֑יךָ וּלְמַ֨עַן תַּאֲרִ֤יךְ יָמִים֙ עַל־הָ֣אֲדָמָ֔ה אֲשֶׁ֨ר יְהוָ֧ה אֱלֹהֶ֛יךָ נֹתֵ֥ן לְךָ֖ כָּל־הַיָּמִֽים׃
41 אָ֣ז יַבְדִּ֤יל מֹשֶׁה֙ שָׁלֹ֣שׁ עָרִ֔ים בְּעֵ֖בֶר הַיַּרְדֵּ֑ן מִזְרְחָ֖ה שָֽׁמֶשׁ׃
42 לָנֻ֨ס שָׁ֜מָּה רוֹצֵ֗חַ אֲשֶׁ֨ר יִרְצַ֤ח אֶת־רֵעֵ֙הוּ֙ בִּבְלִי־דַ֔עַת וְה֛וּא לֹא־שֹׂנֵ֥א ל֖וֹ מִתְּמ֣וֹל שִׁלְשׁ֑וֹם וְנָ֗ס אֶל־אַחַ֛ת מִן־הֶעָרִ֥ים הָאֵ֖ל וָחָֽי׃
43 אֶת־בֶּ֧צֶר בַּמִּדְבָּ֛ר בְּאֶ֥רֶץ הַמִּישֹׁ֖ר לָרֽאוּבֵנִ֑י וְאֶת־רָאמֹ֤ת בַּגִּלְעָד֙ לַגָּדִ֔י וְאֶת־גּוֹלָ֥ן בַּבָּשָׁ֖ן לַֽמְנַשִּֽׁי׃
44 וְזֹ֖את הַתּוֹרָ֑ה אֲשֶׁר־שָׂ֣ם מֹשֶׁ֔ה לִפְנֵ֖י בְּנֵ֥י יִשְׂרָאֵֽל׃
45 אֵ֚לֶּה הָֽעֵדֹ֔ת וְהַֽחֻקִּ֖ים וְהַמִּשְׁפָּטִ֑ים אֲשֶׁ֨ר דִּבֶּ֤ר מֹשֶׁה֙ אֶל־בְּנֵ֣י יִשְׂרָאֵ֔ל בְּצֵאתָ֖ם מִמִּצְרָֽיִם׃
46 בְּעֵ֨בֶר הַיַּרְדֵּ֜ן בַּגַּ֗יְא מ֚וּל בֵּ֣ית פְּע֔וֹר בְּאֶ֗רֶץ סִיחֹן֙ מֶ֣לֶךְ הָֽאֱמֹרִ֔י אֲשֶׁ֥ר יוֹשֵׁ֖ב בְּחֶשְׁבּ֑וֹן אֲשֶׁ֨ר הִכָּ֤ה מֹשֶׁה֙ וּבְנֵ֣י יִשְׂרָאֵ֔ל בְּצֵאתָ֖ם מִמִּצְרָֽיִם׃
47 וַיִּֽירְשׁ֨וּ אֶת־אַרְצ֜וֹ וְאֶת־אֶ֣רֶץ׀ ע֣וֹג מֶֽלֶךְ־הַבָּשָׁ֗ן שְׁנֵי֙ מַלְכֵ֣י הָֽאֱמֹרִ֔י אֲשֶׁ֖ר בְּעֵ֣בֶר הַיַּרְדֵּ֑ן מִזְרַ֖ח שָֽׁמֶשׁ׃
48 מֵעֲרֹעֵ֞ר אֲשֶׁ֨ר עַל־שְׂפַת־נַ֧חַל אַרְנֹ֛ן וְעַד־הַ֥ר שִׂיאֹ֖ן ה֥וּא חֶרְמֽוֹן׃
49 וְכָל־הָ֨עֲרָבָ֜ה עֵ֤בֶר הַיַּרְדֵּן֙ מִזְרָ֔חָה וְעַ֖ד יָ֣ם הָעֲרָבָ֑ה תַּ֖חַת אַשְׁדֹּ֥ת הַפִּסְגָּֽה׃
Capítulo 5
Los Diez Mandamientos
LBLA
1 Y llamó Moisés a todo Israel y les dijo: Oye, Israel, los estatutos y ordenanzas que yo hablo hoy a vuestros oídos, para que los aprendáis y pongáis por obra.
2 El SEÑOR nuestro Dios hizo un pacto con nosotros en Horeb.
3 No hizo el SEÑOR este pacto con nuestros padres, sino con nosotros, con todos los que estamos vivos aquí hoy.
4 Cara a cara habló el SEÑOR con vosotros en el monte de en medio del fuego,
5 mientras yo estaba entre el SEÑOR y vosotros en aquel tiempo, para declararos la palabra del SEÑOR; porque tuvisteis temor a causa del fuego y no subisteis al monte. Y El dijo:
6 "Yo soy el SEÑOR tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre.
7 "No tendrás otros dioses delante de mí.
8 "No te harás ningún ídolo, ni semejanza alguna de lo que está arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
9 "No los adorarás ni los servirás; porque yo, el SEÑOR tu Dios, soy Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,
10 pero que muestro misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.
11 "No tomarás el nombre del SEÑOR tu Dios en vano, porque el SEÑOR no tendrá por inocente al que tome su nombre en vano.
12 "Guarda el día de reposo para santificarlo, como el SEÑOR tu Dios lo ha mandado.
13 "Seis días trabajarás y harás toda tu obra,
14 mas el séptimo día es día de reposo para el SEÑOR tu Dios; no harás en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ninguno de tus animales, ni el extranjero que está contigo, para que tu siervo y tu sierva también descansen como tú.
15 "Y acuérdate de que fuiste esclavo en la tierra de Egipto, y que el SEÑOR tu Dios te sacó de allí con mano fuerte y brazo extendido; por tanto, el SEÑOR tu Dios te ha ordenado que guardes el día de reposo.
16 "Honra a tu padre y a tu madre, como el SEÑOR tu Dios te ha mandado, para que tus días sean prolongados y te vaya bien en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da.
17 "No matarás.
18 "No cometerás adulterio.
19 "No hurtarás.
20 "No darás falso testimonio contra tu prójimo.
21 "No codiciarás la mujer de tu prójimo, y no desearás la casa de tu prójimo, ni su tierra, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo."
22 Estas palabras habló el SEÑOR a toda vuestra asamblea en el monte, de en medio del fuego, de la nube y de la densa oscuridad, con gran voz, y no añadió más. Las escribió sobre dos tablas de piedra y me las dio.
23 Y aconteció que cuando oísteis la voz de en medio de las tinieblas, mientras el monte ardía en fuego, os acercasteis a mí, todos los jefes de vuestras tribus y vuestros ancianos,
24 y dijisteis: "He aquí, el SEÑOR nuestro Dios nos ha mostrado su gloria y su grandeza, y hemos oído su voz de en medio del fuego; hoy hemos visto que Dios habla con el hombre, y éste aún vive.
25 "Ahora pues, ¿por qué hemos de morir? Porque este gran fuego nos consumirá; si seguimos oyendo la voz del SEÑOR nuestro Dios, entonces moriremos.
26 "Pues, ¿qué hombre hay que haya oído como nosotros la voz del Dios viviente hablando de en medio del fuego, y haya vivido?
27 "Acércate tú y oye todo lo que el SEÑOR nuestro Dios diga; entonces háblanos todo lo que el SEÑOR nuestro Dios te hable a ti, y lo oiremos y lo haremos."
28 Y el SEÑOR oyó la voz de vuestras palabras cuando me hablabais, y el SEÑOR me dijo: "He oído la voz de las palabras de este pueblo que ellos te han hablado. Bien está todo lo que han dicho.
29 "¡Oh, que tuvieran tal corazón que me temieran y guardaran siempre todos mis mandamientos, para que les fuera bien a ellos y a sus hijos para siempre!
30 "Ve y diles: 'Volved a vuestras tiendas.'
31 "Pero tú, quédate aquí conmigo, para que yo te diga todos los mandamientos, los estatutos y los juicios que les enseñarás, a fin de que los cumplan en la tierra que les doy en posesión."
32 Así pues, cuidaréis de hacer tal como el SEÑOR vuestro Dios os ha mandado; no os desviaréis ni a la derecha ni a la izquierda.
33 Andaréis en todo el camino que el SEÑOR vuestro Dios os ha mandado, para que viváis y os vaya bien, y prolonguéis vuestros días en la tierra que vais a poseer.
WLC
1 וַיִּקְרָ֣א מֹשֶׁה֮ אֶל־כָּל־יִשְׂרָאֵל֒ וַיֹּ֣אמֶר אֲלֵהֶ֗ם שְׁמַ֤ע יִשְׂרָאֵל֙ אֶת־הַחֻקִּ֣ים וְאֶת־הַמִּשְׁפָּטִ֔ים אֲשֶׁ֧ר אָנֹכִ֛י דֹּבֵ֥ר בְּאָזְנֵיכֶ֖ם הַיּ֑וֹם וּלְמַדְתֶּ֣ם אֹתָ֔ם וּשְׁמַרְתֶּ֖ם לַעֲשֹׂתָֽם׃
2 יְהוָ֣ה אֱלֹהֵ֗ינוּ כָּרַ֥ת עִמָּ֛נוּ בְּרִ֖ית בְּחֹרֵֽב׃
3 לֹ֣א אֶת־אֲבֹתֵ֔ינוּ כָּרַ֥ת יְהוָ֖ה אֶת־הַבְּרִ֣ית הַזֹּ֑את כִּ֣י אִתָּ֔נוּ אֲנַ֨חְנוּ אֵ֥לֶּה פֹ֛ה הַיּ֖וֹם כֻּלָּ֥נוּ חַיִּֽים׃
4 פָּנִ֣ים׀ בְּפָנִ֗ים דִּבֶּ֨ר יְהוָ֧ה עִמָּכֶ֛ם בָּהָ֖ר מִתּ֥וֹךְ הָאֵֽשׁ׃
5 אָ֠נֹכִי עֹמֵ֨ד בֵּין־יְהוָ֤ה וּבֵֽינֵיכֶם֙ בָּעֵ֣ת הַהִ֔וא לְהַגִּ֥יד לָכֶ֖ם אֶת־דְּבַ֣ר יְהוָ֑ה כִּ֤י יְרֵאתֶם֙ מִפְּנֵ֣י הָאֵ֔שׁ וְלֹא־עֲלִיתֶ֥ם בָּהָ֖ר לֵאמֹֽר׃
6 אָֽנֹכִי֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ אֲשֶׁ֧ר הוֹצֵאתִ֛יךָ מֵאֶ֥רֶץ מִצְרַ֖יִם מִבֵּ֣ית עֲבָדִ֑ים׃
7 לֹ֣א יִהְיֶֽה־לְךָ֛ אֱלֹהִ֥ים אֲחֵרִ֖ים עַל־פָּנָֽיַ׃
8 לֹֽא־תַעֲשֶׂ֨ה־לְךָ֥ פֶ֙סֶל֙ כָּל־תְּמוּנָ֔ה אֲשֶׁ֤ר בַּשָּׁמַ֙יִם֙ מִמַּ֔עַל וַאֲשֶׁ֥ר בָּאָ֖רֶץ מִתָּ֑חַת וַאֲשֶׁ֥ר בַּמַּ֖יִם מִתַּ֥חַת לָאָֽרֶץ׃
9 לֹא־תִשְׁתַּחֲוֶ֥ה לָהֶ֖ם וְלֹ֣א תָעָבְדֵ֑ם כִּ֣י אָנֹכִ֞י יְהוָ֤ה אֱלֹהֶ֙יךָ֙ אֵ֣ל קַנָּ֔א פֹּ֠קֵד עֲוֺ֨ן אָב֧וֹת עַל־בָּנִ֛ים וְעַל־שִׁלֵּשִׁ֥ים וְעַל־רִבֵּעִ֖ים לְשֹׂנְאָֽי׃
10 וְעֹ֤שֶׂה חֶ֙סֶד֙ לַאֲלָפִ֔ים לְאֹהֲבַ֖י וּלְשֹׁמְרֵ֥י מִצְוֺתָֽי׃
11 לֹ֥א תִשָּׂ֛א אֶת־שֵֽׁם־יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ לַשָּׁ֑וְא כִּ֣י לֹ֤א יְנַקֶּה֙ יְהוָ֔ה אֵ֛ת אֲשֶׁר־יִשָּׂ֥א אֶת־שְׁמ֖וֹ לַשָּֽׁוְא׃
12 שָׁמ֣וֹר אֶת־י֥וֹם הַשַּׁבָּ֖ת לְקַדְּשׁ֑וֹ כַּאֲשֶׁ֥ר צִוְּךָ֖ יְהוָ֥ה אֱלֹהֶֽיךָ׃
13 שֵׁ֤שֶׁת יָמִים֙ תַּֽעֲבֹ֔ד וְעָשִׂ֖יתָ כָּל־מְלַאכְתֶּֽךָ׃
14 וְי֙וֹם֙ הַשְּׁבִיעִ֔י שַׁבָּ֖ת לַיהוָ֣ה אֱלֹהֶ֑יךָ לֹ֣א תַעֲשֶׂ֣ה כָל־מְלָאכָ֡ה אַתָּ֣ה וּבִנְךָֽ־וּ֠בִתֶּךָ וְעַבְדְּךָ֨־וַאֲמָתֶ֜ךָ וְשׁוֹרְךָ֣ וַחֲמֹֽרְךָ֗ וְכָל־בְּהֶמְתֶּ֙ךָ֙ וְגֵרְךָ֣ אֲשֶׁ֣ר בִּשְׁעָרֶ֔יךָ לְמַ֗עַן יָנ֛וּחַ עַבְדְּךָ֥ וַאֲמָתְךָ֖ כָּמֽוֹךָ׃
15 וְזָכַרְתָּ֗ כִּ֣י עֶ֤בֶד הָיִ֙יתָ֙ בְּאֶ֣רֶץ מִצְרַ֔יִם וַיֹּצִ֨אֲךָ֜ יְהוָ֤ה אֱלֹהֶ֙יךָ֙ מִשָּׁ֔ם בְּיָ֥ד חֲזָקָ֖ה וּבִזְרֹ֣עַ נְטוּיָ֑ה עַל־כֵּ֗ן צִוְּךָ֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ לַעֲשׂ֖וֹת אֶת־י֥וֹם הַשַּׁבָּֽת׃
16 כַּבֵּ֤ד אֶת־אָבִ֙יךָ֙ וְאֶת־אִמֶּ֔ךָ כַּאֲשֶׁ֥ר צִוְּךָ֖ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֑יךָ לְמַ֣עַן׀ יַאֲרִיכֻ֣ן יָמֶ֗יךָ וּלְמַ֙עַן֙ יִ֣יטַב לָ֔ךְ עַ֚ל הָאֲדָמָ֔ה אֲשֶׁר־יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ נֹתֵ֥ן לָֽךְ׃
17 לֹ֥א תִּרְצָֽח׃
18 וְלֹ֖א תִּנְאָֽף׃
19 וְלֹ֖א תִּגְנֹֽב׃
20 וְלֹא־תַעֲנֶ֥ה בְרֵעֲךָ֖ עֵ֥ד שָֽׁוְא׃
21 וְלֹ֥א תַחְמֹ֖ד אֵ֣שֶׁת רֵעֶ֑ךָ וְלֹ֨א תִתְאַוֶּ֜ה בֵּ֣ית רֵעֶ֗ךָ שָׂדֵ֜הוּ וְעַבְדּ֤וֹ וַאֲמָתוֹ֙ שׁוֹר֣וֹ וַחֲמֹר֔וֹ וְכֹ֖ל אֲשֶׁ֥ר לְרֵעֶֽךָ׃
22 אֶת־הַדְּבָרִ֣ים הָאֵ֡לֶּה דִּבֶּר֩ יְהוָ֨ה אֶל־כָּל־קְהַלְכֶ֜ם בָּהָ֗ר מִתּ֤וֹךְ הָאֵשׁ֙ הֶֽעָנָ֣ן וְהָֽעֲרָפֶ֔ל ק֥וֹל גָּד֖וֹל וְלֹ֣א יָסָ֑ף וַֽיִּכְתְּבֵ֗ם עַל־שְׁנֵי֙ לֻחֹ֣ת אֲבָנִ֔ים וַֽיִּתְּנֵ֖ם אֵלָֽי׃
23 וַיְהִ֗י כְּשָׁמְעֲכֶ֤ם אֶת־הַקּוֹל֙ מִתּ֣וֹךְ הַחֹ֔שֶׁךְ וְהָהָ֖ר בֹּעֵ֣ר בָּאֵ֑שׁ וַתִּקְרְב֣וּן אֵלַ֔י כָּל־רָאשֵׁ֥י שִׁבְטֵיכֶ֖ם וְזִקְנֵיכֶֽם׃
24 וַתֹּאמְר֗וּ הֵ֣ן הֶרְאָ֜נוּ יְהוָ֤ה אֱלֹהֵ֙ינוּ֙ אֶת־כְּבֹד֣וֹ וְאֶת־גָּדְל֔וֹ וְאֶת־קֹל֥וֹ שָׁמַ֖עְנוּ מִתּ֣וֹךְ הָאֵ֑שׁ הַיּ֤וֹם הַזֶּה֙ רָאִ֔ינוּ כִּֽי־יְדַבֵּ֧ר אֱלֹהִ֛ים אֶת־הָאָדָ֖ם וָחָֽי׃
25 וְעַתָּה֙ לָ֣מָּה נָמ֔וּת כִּ֣י תֹֽאכְלֵ֔נוּ הָאֵ֥שׁ הַגְּדֹלָ֖ה הַזֹּ֑את אִם־יֹסְפִ֣ים׀ אֲנַ֗חְנוּ לִ֠שְׁמֹעַ אֶת־ק֨וֹל יְהוָ֧ה אֱלֹהֵ֛ינוּ ע֖וֹד וָמָֽתְנוּ׃
26 כִּ֣י מִ֣י כָל־בָּשָׂ֡ר אֲשֶׁ֣ר שָׁמַע֩ ק֨וֹל אֱלֹהִ֧ים חַיִּ֛ים מְדַבֵּ֥ר מִתּוֹךְ־הָאֵ֖שׁ כָּמֹ֥נוּ וַיֶּֽחִי׃
27 קְרַ֤ב אַתָּה֙ וּֽשֲׁמָ֔ע אֵ֛ת כָּל־אֲשֶׁ֥ר יֹאמַ֖ר יְהוָ֣ה אֱלֹהֵ֑ינוּ וְאַ֣תְּ׀ תְּדַבֵּ֣ר אֵלֵ֗ינוּ אֵת֩ כָּל־אֲשֶׁ֨ר יְדַבֵּ֜ר יְהוָ֧ה אֱלֹהֵ֛ינוּ אֵלֶ֖יךָ וְשָׁמַ֥עְנוּ וְעָשִֽׂינוּ׃
28 וַיִּשְׁמַ֤ע יְהוָה֙ אֶת־ק֣וֹל דִּבְרֵיכֶ֔ם בְּדַבֶּרְכֶ֖ם אֵלָ֑י וַיֹּ֨אמֶר יְהוָ֜ה אֵלַ֗י שָׁ֠מַעְתִּי אֶת־ק֨וֹל דִּבְרֵ֜י הָעָ֤ם הַזֶּה֙ אֲשֶׁ֣ר דִּבְּר֣וּ אֵלֶ֔יךָ הֵיטִ֖יבוּ כָּל־אֲשֶׁ֥ר דִּבֵּֽרוּ׃
29 מִֽי־יִתֵּ֡ן וְהָיָה֩ לְבָבָ֨ם זֶ֜ה לָהֶ֗ם לְיִרְאָ֥ה אֹתִ֛י וְלִשְׁמֹ֥ר אֶת־כָּל־מִצְוֺתַ֖י כָּל־הַיָּמִ֑ים לְמַ֨עַן יִיטַ֥ב לָהֶ֛ם וְלִבְנֵיהֶ֖ם לְעֹלָֽם׃
30 לֵ֖ךְ אֱמֹ֣ר לָהֶ֑ם שׁ֥וּבוּ לָכֶ֖ם לְאָהֳלֵיכֶֽם׃
31 וְאַתָּ֗ה פֹּה֮ עֲמֹ֣ד עִמָּדִי֒ וַאֲדַבְּרָ֣ה אֵלֶ֗יךָ אֵ֧ת כָּל־הַמִּצְוָ֛ה וְהַחֻקִּ֥ים וְהַמִּשְׁפָּטִ֖ים אֲשֶׁ֣ר תְּלַמְּדֵ֑ם וְעָשׂ֣וּ בָאָ֔רֶץ אֲשֶׁ֧ר אָנֹכִ֛י נֹתֵ֥ן לָהֶ֖ם לְרִשְׁתָּֽהּ׃
32 וּשְׁמַרְתֶּ֣ם לַעֲשׂ֔וֹת כַּאֲשֶׁ֥ר צִוָּ֛ה יְהוָ֥ה אֱלֹהֵיכֶ֖ם אֶתְכֶ֑ם לֹ֥א תָסֻ֖רוּ יָמִ֥ין וּשְׂמֹֽאל׃
33 בְּכָל־הַדֶּ֗רֶךְ אֲשֶׁ֨ר צִוָּ֜ה יְהוָ֧ה אֱלֹהֵיכֶ֛ם אֶתְכֶ֖ם תֵּלֵ֑כוּ לְמַ֤עַן תִּֽחְיוּן֙ וְט֣וֹב לָכֶ֔ם וְהַאֲרַכְתֶּ֣ם יָמִ֔ים בָּאָ֖רֶץ אֲשֶׁ֥ר תִּֽירָשֽׁוּן׃
Capítulo 6
El gran mandamiento
LBLA
1 Estos son los mandamientos, los estatutos y los juicios que el SEÑOR vuestro Dios ha mandado que os enseñe, para que los pongáis por obra en la tierra a la cual vais a pasar para poseerla;
2 para que temas al SEÑOR tu Dios, guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando, tú, tu hijo y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida, y para que tus días sean prolongados.
3 Escucha, pues, oh Israel, y cuida de ponerlos por obra, para que te vaya bien y para que te multipliques en gran manera, tal como el SEÑOR, Dios de tus padres, te ha prometido, en la tierra que mana leche y miel.
4 Escucha, oh Israel, el SEÑOR es nuestro Dios, el SEÑOR uno es.
5 Amarás al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza.
6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón.
7 Las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.
8 Las atarás como una señal a tu mano, y serán por insignias entre tus ojos.
9 Las escribirás en los postes de tu casa y en tus puertas.
10 Cuando el SEÑOR tu Dios te haya llevado a la tierra que juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob que te daría, a ciudades grandes y espléndidas que tú no edificaste,
11 y a casas llenas de toda cosa buena que tú no llenaste, y a cisternas excavadas que tú no excavaste, a viñas y olivos que tú no plantaste, y comas y te sacies,
12 cuídate de no olvidarte del SEÑOR que te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre.
13 Temerás sólo al SEÑOR tu Dios; y a El adorarás y jurarás por su nombre.
14 No seguiréis a otros dioses, a ninguno de los dioses de los pueblos que os rodean,
15 porque el SEÑOR tu Dios, que está en medio de ti, es Dios celoso; de otra manera el furor del SEÑOR tu Dios se encenderá contra ti, y te destruirá de sobre la faz de la tierra.
16 No tentaréis al SEÑOR vuestro Dios, como le tentasteis en Masá.
17 Diligentemente guardaréis los mandamientos del SEÑOR vuestro Dios, y sus testimonios y sus estatutos que te ha mandado.
18 Harás lo que es recto y bueno a los ojos del SEÑOR, para que te vaya bien y entres y tomes posesión de la buena tierra que el SEÑOR juró dar a tus padres,
19 para echar a todos tus enemigos de delante de ti, como el SEÑOR ha dicho.
20 Cuando tu hijo te pregunte en el futuro, diciendo: "¿Qué significan los testimonios, los estatutos y los juicios que el SEÑOR nuestro Dios os ha mandado?",
21 entonces dirás a tu hijo: "Éramos esclavos de Faraón en Egipto, y el SEÑOR nos sacó de Egipto con mano fuerte.
22 "Además, el SEÑOR mostró grandes y terribles señales y maravillas delante de nuestros ojos contra Egipto, contra Faraón y contra toda su casa.
23 "Y nos sacó de allí para traernos y darnos la tierra que había jurado dar a nuestros padres.
24 "Y el SEÑOR nos ordenó que observáramos todos estos estatutos, que temiéramos siempre al SEÑOR nuestro Dios para nuestro bien y para nuestra supervivencia, como sucede hoy.
25 "Y habrá justicia para nosotros si tenemos cuidado de observar todos estos mandamientos delante del SEÑOR nuestro Dios, tal como El nos ha mandado.
WLC
1 וְזֹ֣את הַמִּצְוָ֗ה הַֽחֻקִּים֙ וְהַמִּשְׁפָּטִ֔ים אֲשֶׁ֥ר צִוָּ֛ה יְהוָ֥ה אֱלֹהֵיכֶ֖ם לְלַמֵּ֣ד אֶתְכֶ֑ם לַעֲשׂ֣וֹת בָּאָ֔רֶץ אֲשֶׁ֥ר אַתֶּ֛ם עֹבְרִ֥ים שָׁ֖מָּה לְרִשְׁתָּֽהּ׃
2 לְמַ֨עַן תִּירָ֜א אֶת־יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֗יךָ לִ֠שְׁמֹר אֶת־כָּל־חֻקֹּתָ֣יו וּמִצְוֺתָיו֮ אֲשֶׁ֣ר אָנֹכִ֣י מְצַוֶּךָ֒ אַתָּה֙ וּבִנְךָ֣ וּבֶן־בִּנְךָ֔ כֹּ֖ל יְמֵ֣י חַיֶּ֑יךָ וּלְמַ֖עַן יַאֲרִכֻ֥ן יָמֶֽיךָ׃
3 וְשָׁמַעְתָּ֤ יִשְׂרָאֵל֙ וְשָׁמַרְתָּ֣ לַעֲשׂ֔וֹת אֲשֶׁר֙ יִיטַ֣ב לְךָ֔ וַאֲשֶׁ֥ר תִּרְבּ֖וּן מְאֹ֑ד כַּאֲשֶׁר֩ דִּבֶּ֨ר יְהוָ֜ה אֱלֹהֵ֤י אֲבֹתֶ֙יךָ֙ לָ֔ךְ אֶ֛רֶץ זָבַ֥ת חָלָ֖ב וּדְבָֽשׁ׃
4 שְׁמַ֖ע יִשְׂרָאֵ֑ל יְהוָ֥ה אֱלֹהֵ֖ינוּ יְהוָ֥ה׀ אֶחָֽד׃
5 וְאָ֣הַבְתָּ֔ אֵ֖ת יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֑יךָ בְּכָל־לְבָבְךָ֥ וּבְכָל־נַפְשְׁךָ֖ וּבְכָל־מְאֹדֶֽךָ׃
6 וְהָי֞וּ הַדְּבָרִ֣ים הָאֵ֗לֶּה אֲשֶׁ֨ר אָנֹכִ֧י מְצַוְּךָ֛ הַיּ֖וֹם עַל־לְבָבֶֽךָ׃
7 וְשִׁנַּנְתָּ֣ם לְבָנֶ֔יךָ וְדִבַּרְתָּ֖ בָּ֑ם בְּשִׁבְתְּךָ֤ בְּבֵיתֶ֙ךָ֙ וּבְלֶכְתְּךָ֣ בַדֶּ֔רֶךְ וּֽבְשָׁכְבְּךָ֖ וּבְקוּמֶֽךָ׃
8 וּקְשַׁרְתָּ֥ם לְא֖וֹת עַל־יָדֶ֑ךָ וְהָי֥וּ לְטֹטָפֹ֖ת בֵּ֥ין עֵינֶֽיךָ׃
9 וּכְתַבְתָּ֛ם עַל־מְזוּזֹ֥ת בֵּיתֶ֖ךָ וּבִשְׁעָרֶֽיךָ׃
10 וְהָיָ֞ה כִּ֥י יְבִיאֲךָ֣׀ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֗יךָ אֶל־הָאָ֜רֶץ אֲשֶׁ֨ר נִשְׁבַּ֧ע לַאֲבֹתֶ֛יךָ לְאַבְרָהָ֛ם לְיִצְחָ֥ק וּֽלְיַעֲקֹ֖ב לָ֣תֶת לָ֑ךְ עָרִ֛ים גְּדֹלֹ֥ת וְטֹבֹ֖ת אֲשֶׁ֥ר לֹא־בָנִֽיתָ׃
11 וּבָ֨תִּ֜ים מְלֵאִ֣ים כָּל־טוּב֮ אֲשֶׁ֣ר לֹא־מִלֵּאתָ֒ וּבֹרֹ֤ת חֲצוּבִים֙ אֲשֶׁ֣ר לֹא־חָצַ֔בְתָּ כְּרָמִ֥ים וְזֵיתִ֖ים אֲשֶׁ֣ר לֹא־נָטָ֑עְתָּ וְאָכַלְתָּ֖ וְשָׂבָֽעְתָּ׃
12 הִשָּׁ֣מֶר לְךָ֔ פֶּן־תִּשְׁכַּ֖ח אֶת־יְהוָ֑ה אֲשֶׁ֧ר הוֹצִֽיאֲךָ֛ מֵאֶ֥רֶץ מִצְרַ֖יִם מִבֵּ֥ית עֲבָדִֽים׃
13 אֶת־יְהוָ֧ה אֱלֹהֶ֛יךָ תִּירָ֖א וְאֹת֣וֹ תַעֲבֹ֑ד וּבִשְׁמ֖וֹ תִּשָּׁבֵֽעַ׃
14 לֹ֣א תֵֽלְכ֔וּן אַחֲרֵ֖י אֱלֹהִ֣ים אֲחֵרִ֑ים מֵאֱלֹהֵי֙ הָֽעַמִּ֔ים אֲשֶׁ֖ר סְבִיבוֹתֵיכֶֽם׃
15 כִּ֣י אֵ֥ל קַנָּ֛א יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ בְּקִרְבֶּ֑ךָ פֶּן־יֶ֠חֱרֶה אַף־יְהוָ֤ה אֱלֹהֶ֙יךָ֙ בָּ֔ךְ וְהִשְׁמִ֣ידְךָ֔ מֵעַ֖ל פְּנֵ֥י הָאֲדָמָֽה׃
16 לֹ֣א תְנַסּ֔וּ אֶת־יְהוָ֖ה אֱלֹהֵיכֶ֑ם כַּאֲשֶׁ֥ר נִסִּיתֶ֖ם בַּמַּסָּֽה׃
17 שָׁמ֣וֹר תִּשְׁמְר֔וּן אֶת־מִצְוֺ֖ת יְהוָ֣ה אֱלֹהֵיכֶ֑ם וְעֵדֹתָ֥יו וְחֻקָּ֖יו אֲשֶׁ֥ר צִוָּֽךְ׃
18 וְעָשִׂ֛יתָ הַיָּשָׁ֥ר וְהַטּ֖וֹב בְּעֵינֵ֣י יְהוָ֑ה לְמַ֙עַן֙ יִ֣יטַב לָ֔ךְ וּבָ֗אתָ וְיָֽרַשְׁתָּ֙ אֶת־הָאָ֣רֶץ הַטֹּבָ֔ה אֲשֶׁר־נִשְׁבַּ֥ע יְהוָ֖ה לַאֲבֹתֶֽיךָ׃
19 לַהְדֹ֥ף אֶת־כָּל־אֹיְבֶ֖יךָ מִפָּנֶ֑יךָ כַּאֲשֶׁ֖ר דִּבֶּ֥ר יְהוָֽה׃
20 כִּֽי־יִשְׁאָלְךָ֥ בִנְךָ֛ מָחָ֖ר לֵאמֹ֑ר מָ֣ה הָעֵדֹ֗ת וְהַֽחֻקִּים֙ וְהַמִּשְׁפָּטִ֔ים אֲשֶׁ֥ר צִוָּ֛ה יְהוָ֥ה אֱלֹהֵ֖ינוּ אֶתְכֶֽם׃
21 וְאָמַרְתָּ֣ לְבִנְךָ֔ עֲבָדִ֛ים הָיִ֥ינוּ לְפַרְעֹ֖ה בְּמִצְרָ֑יִם וַיּוֹצִיאֵ֧נוּ יְהוָ֛ה מִמִּצְרַ֖יִם בְּיָ֥ד חֲזָקָֽה׃
22 וַיִּתֵּ֣ן יְהוָ֡ה אוֹתֹ֣ת וּ֠מֹפְתִים גְּדֹלִ֨ים וְרָעִ֧ים׀ בְּמִצְרַ֛יִם בְּפַרְעֹ֥ה וּבְכָל־בֵּית֖וֹ לְעֵינֵֽינוּ׃
23 וְאוֹתָ֖נוּ הוֹצִ֣יא מִשָּׁ֑ם לְמַ֙עַן֙ הָבִ֣יא אֹתָ֔נוּ לָ֤תֶת לָ֙נוּ֙ אֶת־הָאָ֔רֶץ אֲשֶׁ֥ר נִשְׁבַּ֖ע לַאֲבֹתֵֽינוּ׃
24 וַיְצַוֵּ֣נוּ יְהוָ֗ה לַעֲשׂוֹת֙ אֶת־כָּל־הַחֻקִּ֣ים הָאֵ֔לֶּה לְיִרְאָ֖ה אֶת־יְהוָ֣ה אֱלֹהֵ֑ינוּ לְט֥וֹב לָ֙נוּ֙ כָּל־הַיָּמִ֔ים לְחַיֹּתֵ֖נוּ כְּהַיּ֥וֹם הַזֶּֽה׃
25 וּצְדָקָ֖ה תִּֽהְיֶה־לָּ֑נוּ כִּֽי־נִשְׁמֹ֨ר לַעֲשׂ֜וֹת אֶת־כָּל־הַמִּצְוָ֣ה הַזֹּ֗את לִפְנֵ֛י יְהוָ֥ה אֱלֹהֵ֖ינוּ כַּאֲשֶׁ֥ר צִוָּֽנוּ׃
Capítulo 7
Israel, pueblo escogido de Dios
LBLA
1 Cuando el SEÑOR tu Dios te haya introducido en la tierra donde vas a entrar para poseerla, y haya echado de delante de ti a muchas naciones: los heteos, los gergeseos, los amorreos, los cananeos, los ferezeos, los heveos y los jebuseos, siete naciones más grandes y más poderosas que tú,
2 y cuando el SEÑOR tu Dios los haya entregado delante de ti, y los hayas derrotado, los destruirás por completo. No harás alianza con ellos ni te apiadarás de ellos.
3 No contraerás matrimonio con ellos; no darás tus hijas a sus hijos, ni tomarás sus hijas para tus hijos.
4 Porque apartarán a tus hijos de seguirme para servir a otros dioses; entonces la ira del SEÑOR se encenderá contra vosotros, y pronto te destruirá.
5 Sino que así haréis con ellos: derribaréis sus altares, romperéis sus pilares sagrados, cortaréis sus Aseras y quemaréis sus imágenes talladas en el fuego.
6 Porque tú eres pueblo santo para el SEÑOR tu Dios; el SEÑOR tu Dios te ha escogido para ser pueblo suyo de entre todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra.
7 No porque fuerais más numerosos que todos los demás pueblos se agradó el SEÑOR de vosotros y os escogió, pues erais el más pequeño de todos los pueblos,
8 sino porque el SEÑOR os amó y guardó el juramento que hizo a vuestros padres, el SEÑOR os sacó con mano fuerte y os redimió de casa de servidumbre, de la mano de Faraón, rey de Egipto.
9 Reconoce, pues, que el SEÑOR tu Dios es Dios, el Dios fiel, que guarda su pacto y su misericordia hasta mil generaciones con aquellos que le aman y guardan sus mandamientos;
10 pero que da el pago en su propia persona al que le aborrece, destruyéndolo; El no se tarda con el que le aborrece, en su propia persona le dará el pago.
11 Por tanto, guardarás los mandamientos, los estatutos y los juicios que yo te ordeno hoy, para cumplirlos.
12 Entonces, porque habéis escuchado estos juicios y los habéis guardado y cumplido, el SEÑOR tu Dios guardará contigo su pacto y su misericordia que juró a tus padres.
13 Y El te amará, te bendecirá y te multiplicará; también bendecirá el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra, tu grano, tu mosto y tu aceite, el aumento de tus vacas y las crías de tus rebaños, en la tierra que El juró a tus padres que te daría.
14 Bendito serás más que todos los pueblos; no habrá en ti hombre o mujer estéril, ni en tu ganado.
15 Y el SEÑOR quitará de ti toda enfermedad; y no pondrá sobre ti ninguna de las enfermedades malignas de Egipto que tú conoces, sino que las pondrá sobre todos los que te aborrecen.
16 Consumirás todos los pueblos que el SEÑOR tu Dios te entregará; tu ojo no tendrá piedad de ellos, y no servirás a sus dioses, porque eso sería un lazo para ti.
17 Si dices en tu corazón: "Estas naciones son más numerosas que yo, ¿cómo podré desalojarlas?",
18 no tengas temor de ellas; recuerda bien lo que el SEÑOR tu Dios hizo a Faraón y a todo Egipto;
19 las grandes pruebas que vieron tus ojos, y las señales y maravillas, y la mano poderosa y el brazo extendido con que el SEÑOR tu Dios te sacó. Así hará el SEÑOR tu Dios a todos los pueblos de quienes tienes temor.
20 Y además, el SEÑOR tu Dios mandará avispas contra ellos, hasta que perezcan los que queden y los que se hayan escondido de ti.
21 No te aterrorices ante ellos, porque el SEÑOR tu Dios está en medio de ti, Dios grande y temible.
22 Y el SEÑOR tu Dios echará a estas naciones de delante de ti poco a poco; no podrás acabar con ellas rápidamente, no sea que las fieras del campo aumenten contra ti.
23 Pero el SEÑOR tu Dios las entregará delante de ti, y las confundirá con grande confusión hasta que sean destruidas.
24 Y entregará a sus reyes en tu mano, y borrarás su nombre de debajo del cielo; nadie podrá hacerte frente hasta que los hayas destruido.
25 Las imágenes talladas de sus dioses quemarás en el fuego; no codiciarás la plata o el oro que las recubre, ni lo tomarás para ti, no sea que por ello caigas en un lazo, porque es abominación para el SEÑOR tu Dios.
26 No traerás una cosa abominable a tu casa, pues serás anatema como ella; ciertamente la aborrecerás y la abominarás, porque es anatema.
WLC
1 כִּ֤י יְבִֽיאֲךָ֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ אֶל־הָאָ֕רֶץ אֲשֶׁר־אַתָּ֥ה בָא־שָׁ֖מָּה לְרִשְׁתָּ֑הּ וְנָשַׁ֣ל גּֽוֹיִם־רַבִּ֣ים׀ מִפָּנֶ֡יךָ הַֽחִתִּי֩ וְהַגִּרְגָּשִׁ֨י וְהָאֱמֹרִ֜י וְהַכְּנַעֲנִ֣י וְהַפְּרִזִּ֗י וְהַחִוִּי֙ וְהַיְבוּסִ֔י שִׁבְעָ֣ה גוֹיִ֔ם רַבִּ֥ים וַעֲצוּמִ֖ים מִמֶּֽךָּ׃
2 וּנְתָנָ֞ם יְהוָ֧ה אֱלֹהֶ֛יךָ לְפָנֶ֖יךָ וְהִכִּיתָ֑ם הַחֲרֵ֤ם תַּחֲרִים֙ אֹתָ֔ם לֹא־תִכְרֹ֥ת לָהֶ֛ם בְּרִ֖ית וְלֹ֥א תְחָנֵּֽם׃
3 וְלֹ֥א תִתְחַתֵּ֖ן בָּ֑ם בִּתְּךָ֙ לֹא־תִתֵּ֣ן לִבְנ֔וֹ וּבִתּ֖וֹ לֹא־תִקַּ֥ח לִבְנֶֽךָ׃
4 כִּֽי־יָסִ֤יר אֶת־בִּנְךָ֙ מֵֽאַחֲרַ֔י וְעָבְד֖וּ אֱלֹהִ֣ים אֲחֵרִ֑ים וְחָרָ֤ה אַף־יְהוָה֙ בָּכֶ֔ם וְהִשְׁמִידְךָ֖ מַהֵֽר׃
5 כִּֽי־אִם־כֹּ֤ה תַעֲשׂוּ֙ לָהֶ֔ם מִזְבְּחֹתֵיהֶ֣ם תִּתֹּ֔צוּ וּמַצֵּבֹתָ֖ם תְּשַׁבֵּ֑רוּ וַאֲשֵֽׁירֵהֶם֙ תְּגַדֵּע֔וּן וּפְסִילֵיהֶ֖ם תִּשְׂרְפ֥וּן בָּאֵֽשׁ׃
6 כִּ֣י עַ֤ם קָדוֹשׁ֙ אַתָּ֔ה לַיהוָ֖ה אֱלֹהֶ֑יךָ בְּךָ֞ בָּחַ֣ר׀ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֗יךָ לִהְי֥וֹת לוֹ֙ לְעַ֣ם סְגֻלָּ֔ה מִכֹּל֙ הָֽעַמִּ֔ים אֲשֶׁ֖ר עַל־פְּנֵ֥י הָאֲדָמָֽה׃
7 לֹ֣א מֵֽרֻבְּכֶ֞ם מִכָּל־הָֽעַמִּ֗ים חָשַׁ֧ק יְהוָ֛ה בָּכֶ֖ם וַיִּבְחַ֣ר בָּכֶ֑ם כִּֽי־אַתֶּ֥ם הַמְעַ֖ט מִכָּל־הָעַמִּֽים׃
8 כִּי֩ מֵאַהֲבַ֨ת יְהוָ֜ה אֶתְכֶ֗ם וּמִשָּׁמְר֤וֹ אֶת־הַשְּׁבֻעָה֙ אֲשֶׁ֤ר נִשְׁבַּע֙ לַאֲבֹ֣תֵיכֶ֔ם הוֹצִ֧יא יְהוָ֛ה אֶתְכֶ֖ם בְּיָ֣ד חֲזָקָ֑ה וַֽיִּפְדְּךָ֙ מִבֵּ֣ית עֲבָדִ֔ים מִיַּ֖ד פַּרְעֹ֥ה מֶֽלֶךְ־מִצְרָֽיִם׃
9 וְיָ֣דַעְתָּ֔ כִּֽי־יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ ה֣וּא הָֽאֱלֹהִ֑ים הָאֵל֙ הַֽנֶּאֱמָ֔ן שֹׁמֵ֧ר הַבְּרִ֣ית וְהַחֶ֗סֶד לְאֹהֲבָ֛יו וּלְשֹׁמְרֵ֥י מִצְוֺתָ֖יו לְאֶ֥לֶף דּֽוֹר׃
10 וּמְשַׁלֵּ֧ם לְשֹׂנְאָ֛יו אֶל־פָּנָ֖יו לְהַאֲבִיד֑וֹ לֹ֤א יְאַחֵר֙ לְשֹׂ֣נְא֔וֹ אֶל־פָּנָ֖יו יְשַׁלֶּם־לֽוֹ׃
11 וְשָׁמַרְתָּ֨ אֶת־הַמִּצְוָ֜ה וְאֶת־הַֽחֻקִּ֣ים וְאֶת־הַמִּשְׁפָּטִ֗ים אֲשֶׁ֨ר אָנֹכִ֧י מְצַוְּךָ֛ הַיּ֖וֹם לַעֲשׂוֹתָֽם׃
12 וְהָיָ֣ה׀ עֵ֣קֶב תִּשְׁמְע֗וּן אֵ֤ת הַמִּשְׁפָּטִים֙ הָאֵ֔לֶּה וּשְׁמַרְתֶּ֥ם וַעֲשִׂיתֶ֖ם אֹתָ֑ם וְשָׁמַר֩ יְהוָ֨ה אֱלֹהֶ֜יךָ לְךָ֗ אֶֽת־הַבְּרִית֙ וְאֶת־הַחֶ֔סֶד אֲשֶׁ֥ר נִשְׁבַּ֖ע לַאֲבֹתֶֽיךָ׃
13 וַאֲהֵ֣בְךָ֔ וּבֵרַכְךָ֖ וְהִרְבֶּ֑ךָ וּבֵרַ֣ךְ פְּרִֽי־בִטְנְךָ֣ וּפְרִֽי־אַ֠דְמָתֶךָ דְּגָ֨נְךָ֜ וְתִֽירֹשְׁךָ֣ וְיִצְהָרֶ֗ךָ שְׁגַר־אֲלָפֶ֙יךָ֙ וְעַשְׁתְּרֹ֣ת צֹאנֶ֔ךָ עַ֚ל הָאֲדָמָ֔ה אֲשֶׁר־נִשְׁבַּ֥ע לַאֲבֹתֶ֖יךָ לָ֥תֶת לָֽךְ׃
14 בָּר֥וּךְ תִּהְיֶ֖ה מִכָּל־הָעַמִּ֑ים לֹא־יִהְיֶ֥ה בְךָ֛ עָקָ֥ר וַעֲקָרָ֖ה וּבִבְהֶמְתֶּֽךָ׃
15 וְהֵסִ֧יר יְהוָ֛ה מִמְּךָ֖ כָּל־חֹ֑לִי וְכָל־מַדְוֵי֩ מִצְרַ֨יִם הָרָעִ֜ים אֲשֶׁ֣ר יָדַ֗עְתָּ לֹ֤א יְשִׂימָם֙ בָּ֔ךְ וּנְתָנָ֖ם בְּכָל־שֹׂנְאֶֽיךָ׃
16 וְאָכַלְתָּ֣ אֶת־כָּל־הָֽעַמִּ֗ים אֲשֶׁ֨ר יְהוָ֤ה אֱלֹהֶ֙יךָ֙ נֹתֵ֣ן לָ֔ךְ לֹא־תָחֹ֥ס עֵֽינְךָ֖ עֲלֵיהֶ֑ם וְלֹ֤א תַעֲבֹד֙ אֶת־אֱלֹ֣הֵיהֶ֔ם כִּֽי־מוֹקֵ֥שׁ ה֖וּא לָֽךְ׃
17 כִּ֤י תֹאמַר֙ בִּלְבָ֣בְךָ֔ רַבִּ֛ים הַגּוֹיִ֥ם הָאֵ֖לֶּה מִמֶּ֑נִּי אֵיכָ֥ה אוּכַ֖ל לְהוֹרִישָֽׁם׃
18 לֹ֥א תִירָ֖א מֵהֶ֑ם זָכֹ֣ר תִּזְכֹּ֗ר אֵ֤ת אֲשֶׁר־עָשָׂה֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ לְפַרְעֹ֖ה וּלְכָל־מִצְרָֽיִם׃
19 הַמַּסֹּ֨ת הַגְּדֹלֹ֜ת אֲשֶׁר־רָא֣וּ עֵינֶ֗יךָ וְהָאֹתֹ֤ת וְהַמֹּֽפְתִים֙ וְהַיָּ֤ד הַחֲזָקָה֙ וְהַזְּרֹ֣עַ הַנְּטוּיָ֔ה אֲשֶׁ֥ר הוֹצִֽאֲךָ֖ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֑יךָ כֵּֽן־יַעֲשֶׂ֞ה יְהוָ֤ה אֱלֹהֶ֙יךָ֙ לְכָל־הָ֣עַמִּ֔ים אֲשֶׁר־אַתָּ֥ה יָרֵ֖א מִפְּנֵיהֶֽם׃
20 וְגַם֙ אֶת־הַצִּרְעָ֔ה יְשַׁלַּ֛ח יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ בָּ֑ם עַד־אֲבֹ֗ד הַנִּשְׁאָרִ֛ים וְהַנִּסְתָּרִ֖ים מִפָּנֶֽיךָ׃
21 לֹ֥א תַעֲרֹ֖ץ מִפְּנֵיהֶ֑ם כִּֽי־יְהוָ֤ה אֱלֹהֶ֙יךָ֙ בְּקִרְבֶּ֔ךָ אֵ֥ל גָּד֖וֹל וְנוֹרָֽא׃
22 וְנָשַׁל֩ יְהוָ֨ה אֱלֹהֶ֜יךָ אֶת־הַגּוֹיִ֥ם הָאֵ֛ל מִפָּנֶ֖יךָ מְעַ֣ט מְעָ֑ט לֹ֤א תוּכַל֙ כַּלֹּתָ֣ם מַהֵ֔ר פֶּן־תִּרְבֶּ֥ה עָלֶ֖יךָ חַיַּ֥ת הַשָּׂדֶֽה׃
23 וּנְתָנָ֛ם יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ לְפָנֶ֑יךָ וְהָמָם֙ מְהוּמָ֣ה גְדֹלָ֔ה עַ֖ד הִשָּׁמְדָֽם׃
24 וְנָתַ֤ן מַלְכֵיהֶם֙ בְּיָדֶ֔ךָ וְהַאֲבַדְתָּ֣ אֶת־שְׁמָ֔ם מִתַּ֖חַת הַשָּׁמָ֑יִם לֹֽא־יִתְיַצֵּ֥ב אִישׁ֙ בְּפָנֶ֔יךָ עַ֥ד הִשְׁמִדְךָ֖ אֹתָֽם׃
25 פְּסִילֵ֥י אֱלֹהֵיהֶ֖ם תִּשְׂרְפ֣וּן בָּאֵ֑שׁ לֹֽא־תַחְמֹד֩ כֶּ֨סֶף וְזָהָ֤ב עֲלֵיהֶם֙ וְלָקַחְתָּ֣ לָ֔ךְ פֶּ֚ן תִּוָּקֵ֣שׁ בּ֔וֹ כִּ֧י תוֹעֲבַ֛ת יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ הֽוּא׃
26 וְלֹא־תָבִ֤יא תוֹעֵבָה֙ אֶל־בֵּיתֶ֔ךָ וְהָיִ֥יתָ חֵ֖רֶם כָּמֹ֑הוּ שַׁקֵּ֧ץ׀ תְּשַׁקְּצֶ֛נּוּ וְתַעֵ֥ב׀ תְּֽתַעֲבֶ֖נּוּ כִּי־חֵ֥רֶם הֽוּא׃
Capítulo 8
Advertencia contra olvidar a Dios
LBLA
1 Todos los mandamientos que yo os ordeno hoy, procuraréis cumplirlos, para que viváis y os multipliquéis, y entréis y toméis posesión de la tierra que el SEÑOR juró dar a vuestros padres.
2 Y te acordarás de todo el camino por donde el SEÑOR tu Dios te ha traído por el desierto durante estos cuarenta años, para humillarte, probándote, a fin de saber lo que había en tu corazón, si guardarías o no sus mandamientos.
3 Y te humilló, y te dejó tener hambre, y te alimentó con el maná que no conocías, ni tus padres habían conocido, para hacerte entender que el hombre no sólo vive de pan, sino que vive de todo lo que procede de la boca del SEÑOR.
4 Tu ropa no se gastó sobre ti, ni se hinchó tu pie durante estos cuarenta años.
5 Por tanto, ten presente en tu corazón que así como un hombre disciplina a su hijo, así el SEÑOR tu Dios te disciplina.
6 Guardarás, pues, los mandamientos del SEÑOR tu Dios, para andar en sus caminos y para temerle.
7 Porque el SEÑOR tu Dios te trae a una tierra buena, a una tierra de corrientes de aguas, de fuentes y manantiales que fluyen por valles y colinas;
8 una tierra de trigo y cebada, de viñas, higueras y granados; una tierra de aceite de oliva y miel;
9 una tierra donde comerás el pan sin escasez, donde no te faltará nada; una tierra cuyas piedras son hierro, y de cuyos montes puedes sacar cobre.
10 Cuando hayas comido y te hayas saciado, bendecirás al SEÑOR tu Dios por la buena tierra que El te ha dado.
11 Cuídate de no olvidar al SEÑOR tu Dios dejando de guardar sus mandamientos, sus ordenanzas y sus estatutos que yo te ordeno hoy;
12 no sea que cuando hayas comido y te hayas saciado, y hayas construido buenas casas y habitado en ellas,
13 y cuando tus vacas y tus ovejas se multipliquen, y tu plata y oro se multipliquen, y todo lo que tengas se multiplique,
14 entonces tu corazón se enorgullezca, y te olvides del SEÑOR tu Dios que te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre.
15 El te condujo a través del inmenso y terrible desierto, con sus serpientes abrasadoras y escorpiones, tierra sedienta donde no había agua; El sacó para ti agua de la roca de pedernal.
16 En el desierto te alimentó con el maná que tus padres no habían conocido, para humillarte y probarte, para finalmente hacerte bien.
17 No sea que digas en tu corazón: "Mi poder y la fuerza de mi mano me han producido esta riqueza."
18 Sino acuérdate del SEÑOR tu Dios, porque El es el que te da poder para hacer riquezas, a fin de confirmar su pacto, el cual juró a tus padres como en este día.
19 Y sucederá que si alguna vez te olvidas del SEÑOR tu Dios, y vas en pos de otros dioses, y los sirves y te postras delante de ellos, yo testifico hoy contra vosotros que ciertamente pereceréis.
20 Como las naciones que el SEÑOR destruye delante de vosotros, así pereceréis, porque no escucharéis la voz del SEÑOR vuestro Dios.
WLC
1 כָּל־הַמִּצְוָ֗ה אֲשֶׁ֨ר אָנֹכִ֧י מְצַוְּךָ֛ הַיּ֖וֹם תִּשְׁמְר֣וּן לַעֲשׂ֑וֹת לְמַ֨עַן תִּֽחְי֜וּן וּרְבִיתֶ֗ם וּבָאתֶם֙ וִֽירִשְׁתֶּ֣ם אֶת־הָאָ֔רֶץ אֲשֶׁר־נִשְׁבַּ֥ע יְהוָ֖ה לַאֲבֹתֵיכֶֽם׃
2 וְזָכַרְתָּ֣ אֶת־כָּל־הַדֶּ֗רֶךְ אֲשֶׁ֨ר הֹלִֽיכֲךָ֜ יְהוָ֧ה אֱלֹהֶ֛יךָ זֶ֛ה אַרְבָּעִ֥ים שָׁנָ֖ה בַּמִּדְבָּ֑ר לְמַ֨עַן עַנֹּֽתְךָ֜ לְנַסֹּֽתְךָ֗ לָדַ֜עַת אֶת־אֲשֶׁ֧ר בִּֽלְבָבְךָ֛ הֲתִשְׁמֹ֥ר מִצְוֺתָ֖יו אִם־לֹֽא׃
3 וַֽיְעַנְּךָ֮ וַיַּרְעִבֶךָ֒ וַיַּֽאֲכִֽלְךָ֤ אֶת־הַמָּן֙ אֲשֶׁ֣ר לֹא־יָדַ֔עְתָּ וְלֹ֥א יָדְע֖וּן אֲבֹתֶ֑יךָ לְמַ֣עַן הוֹדִֽעֲךָ֗ כִּ֠י לֹ֣א עַל־הַלֶּ֤חֶם לְבַדּוֹ֙ יִחְיֶ֣ה הָֽאָדָ֔ם כִּ֛י עַל־כָּל־מוֹצָ֥א פִֽי־יְהוָ֖ה יִחְיֶ֥ה הָאָדָֽם׃
4 שִׂמְלָ֨תְךָ֜ לֹ֤א בָֽלְתָה֙ מֵֽעָלֶ֔יךָ וְרַגְלְךָ֖ לֹ֣א בָצֵ֑קָה זֶ֖ה אַרְבָּעִ֥ים שָׁנָֽה׃
5 וְיָדַעְתָּ֖ עִם־לְבָבֶ֑ךָ כִּ֗י כַּאֲשֶׁ֨ר יְיַסֵּ֥ר אִישׁ֙ אֶת־בְּנ֔וֹ יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ מְיַסְּרֶֽךָּ׃
6 וְשָׁ֣מַרְתָּ֔ אֶת־מִצְוֺ֖ת יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֑יךָ לָלֶ֥כֶת בִּדְרָכָ֖יו וּלְיִרְאָ֥ה אֹתֽוֹ׃
7 כִּ֚י יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ מְבִֽיאֲךָ֖ אֶל־אֶ֣רֶץ טוֹבָ֑ה אֶ֚רֶץ נַ֣חֲלֵי מָ֔יִם עֲיָנֹת֙ וּתְהֹמֹ֔ת יֹצְאִ֥ים בַּבִּקְעָ֖ה וּבָהָֽר׃
8 אֶ֤רֶץ חִטָּה֙ וּשְׂעֹרָ֔ה וְגֶ֥פֶן וּתְאֵנָ֖ה וְרִמּ֑וֹן אֶֽרֶץ־זֵ֥ית שֶׁ֖מֶן וּדְבָֽשׁ׃
9 אֶ֗רֶץ אֲשֶׁ֨ר לֹ֤א בְמִסְכֵּנֻת֙ תֹּֽאכַל־בָּ֣הּ לֶ֔חֶם לֹֽא־תֶחְסַ֥ר כֹּ֖ל בָּ֑הּ אֶ֚רֶץ אֲשֶׁ֣ר אֲבָנֶ֣יהָ בַרְזֶ֔ל וּמֵהֲרָרֶ֖יהָ תַּחְצֹ֥ב נְחֹֽשֶׁת׃
10 וְאָכַלְתָּ֖ וְשָׂבָ֑עְתָּ וּבֵֽרַכְתָּ֙ אֶת־יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ עַל־הָאָ֥רֶץ הַטֹּבָ֖ה אֲשֶׁ֥ר נָֽתַן־לָֽךְ׃
11 הִשָּׁ֣מֶר לְךָ֔ פֶּן־תִּשְׁכַּ֖ח אֶת־יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֑יךָ לְבִלְתִּ֨י שְׁמֹ֤ר מִצְוֺתָיו֙ וּמִשְׁפָּטָ֣יו וְחֻקֹּתָ֔יו אֲשֶׁ֛ר אָנֹכִ֥י מְצַוְּךָ֖ הַיּֽוֹם׃
12 פֶּן־תֹּאכַ֖ל וְשָׂבָ֑עְתָּ וּבָתִּ֥ים טוֹבִ֛ים תִּבְנֶ֖ה וְיָשָֽׁבְתָּ׃
13 וּבְקָֽרְךָ֤ וְצֹֽאנְךָ֙ יִרְבְּיֻ֔ן וְכֶ֥סֶף וְזָהָ֖ב יִרְבֶּה־לָּ֑ךְ וְכֹ֥ל אֲשֶׁר־לְךָ֖ יִרְבֶּֽה׃
14 וְרָ֖ם לְבָבֶ֑ךָ וְשָֽׁכַחְתָּ֙ אֶת־יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ הַמּוֹצִיאֲךָ֛ מֵאֶ֥רֶץ מִצְרַ֖יִם מִבֵּ֥ית עֲבָדִֽים׃
15 הַמּוֹלִ֨יכְךָ֜ בַּמִּדְבָּ֣ר׀ הַגָּדֹ֣ל וְהַנּוֹרָ֗א נָחָ֤שׁ׀ שָׂרָף֙ וְעַקְרָ֔ב וְצִמָּא֖וֹן אֲשֶׁ֣ר אֵֽין־מָ֑יִם הַמּוֹצִ֤יא לְךָ֙ מַ֔יִם מִצּ֖וּר הַֽחַלָּמִֽישׁ׃
16 הַמַּֽאֲכִ֨לְךָ֥ מָן֙ בַּמִּדְבָּ֔ר אֲשֶׁ֥ר לֹא־יָדְע֖וּן אֲבֹתֶ֑יךָ לְמַ֣עַן עַנֹּֽתְךָ֗ וּלְמַ֙עַן֙ נַסֹּתֶ֔ךָ לְהֵיטִֽבְךָ֖ בְּאַחֲרִיתֶֽךָ׃
17 וְאָמַרְתָּ֖ בִּלְבָבֶ֑ךָ כֹּחִי֙ וְעֹ֣צֶם יָדִ֔י עָ֥שָׂה לִ֖י אֶת־הַחַ֥יִל הַזֶּֽה׃
18 וְזָֽכַרְתָּ֙ אֶת־יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ כִּ֣י ה֗וּא הַנֹּתֵ֥ן לְךָ֛ כֹּ֖חַ לַעֲשׂ֣וֹת חָ֑יִל לְמַ֨עַן הָקִ֧ים אֶת־בְּרִית֛וֹ אֲשֶׁר־נִשְׁבַּ֥ע לַאֲבֹתֶ֖יךָ כַּיּ֥וֹם הַזֶּֽה׃
19 וְהָיָ֗ה אִם־שָׁכֹ֤חַ תִּשְׁכַּח֙ אֶת־יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ וְהָֽלַכְתָּ֗ אַחֲרֵי֙ אֱלֹהִ֣ים אֲחֵרִ֔ים וַעֲבַדְתָּ֖ם וְהִשְׁתַּחֲוִ֣יתָ לָהֶ֑ם הַעִדֹ֤תִי בָכֶם֙ הַיּ֔וֹם כִּ֥י אָבֹ֖ד תֹּאבֵדֽוּן׃
20 כַּגּוֹיִ֗ם אֲשֶׁ֤ר יְהוָה֙ מַאֲבִ֣יד מִפְּנֵיכֶ֔ם כֵּ֖ן תֹאבֵד֑וּן עֵ֚קֶב לֹ֣א תִשְׁמְע֔וּן בְּק֖וֹל יְהוָ֥ה אֱלֹהֵיכֶֽם׃
Capítulo 9
Israel, pueblo de dura cerviz
LBLA
1 Oye, Israel: tú vas a cruzar hoy el Jordán para entrar a desalojar naciones más grandes y más poderosas que tú, y ciudades grandes fortificadas hasta el cielo,
2 un pueblo grande y alto, hijos de los anaceos, a quienes tú conoces y de quienes has oído decir: "¿Quién puede estar firme delante de los hijos de Anac?"
3 Entiende, pues, hoy, que es el SEÑOR tu Dios el que va a pasar delante de ti como fuego consumidor. El los destruirá y El los humillará delante de ti, para que tú los desalojes y los destruyas rápidamente, tal como el SEÑOR te ha dicho.
4 No digas en tu corazón cuando el SEÑOR tu Dios los haya echado de delante de ti: "Por mi justicia el SEÑOR me ha traído a tomar posesión de esta tierra"; sino que es por la maldad de estas naciones que el SEÑOR las desaloja de tu presencia.
5 No es por tu justicia ni por la rectitud de tu corazón que vas a poseer su tierra, sino que por la maldad de estas naciones el SEÑOR tu Dios las desaloja de tu presencia, a fin de confirmar el juramento que el SEÑOR juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob.
6 Entiende, pues, que no es por tu justicia que el SEÑOR tu Dios te da esta buena tierra para poseerla, pues eres pueblo de dura cerviz.
7 Acuérdate, no olvides cómo provocaste la ira del SEÑOR tu Dios en el desierto; desde el día en que saliste de la tierra de Egipto hasta que llegasteis a este lugar, habéis sido rebeldes contra el SEÑOR.
8 Y en Horeb provocasteis a ira al SEÑOR, y el SEÑOR se enojó tanto contra vosotros que os hubiera destruido.
9 Cuando yo subí al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto que el SEÑOR había hecho con vosotros, estuve en el monte cuarenta días y cuarenta noches; no comí pan ni bebí agua.
10 Y el SEÑOR me dio las dos tablas de piedra escritas por el dedo de Dios; y en ellas estaban todas las palabras que el SEÑOR os había hablado en el monte de en medio del fuego, el día de la asamblea.
11 Y sucedió que al cabo de cuarenta días y cuarenta noches, el SEÑOR me dio las dos tablas de piedra, las tablas del pacto.
12 Entonces el SEÑOR me dijo: "Levántate, desciende pronto de aquí, porque tu pueblo, que sacaste de Egipto, se ha corrompido. Pronto se han desviado del camino que les mandé; se han hecho una imagen fundida."
13 El SEÑOR me habló además, diciendo: "He visto a este pueblo, y he aquí, es pueblo de dura cerviz.
14 "Déjame que los destruya y borre su nombre de debajo del cielo; y te haré una nación más fuerte y más poderosa que ellos."
15 Y me volví y descendí del monte, mientras el monte ardía en fuego, con las dos tablas del pacto en mis dos manos.
16 Y miré, y he aquí, vosotros habíais pecado contra el SEÑOR vuestro Dios. Os habíais hecho un becerro fundido. Pronto os habíais desviado del camino que el SEÑOR os había mandado.
17 Tomé, pues, las dos tablas, las arrojé de mis manos y las hice pedazos delante de vuestros ojos.
18 Y me postré delante del SEÑOR como la primera vez, cuarenta días y cuarenta noches; no comí pan ni bebí agua, a causa de todo vuestro pecado que habíais cometido haciendo lo malo ante los ojos del SEÑOR, provocándole a ira.
19 Porque tuve miedo de la ira y del furor con que el SEÑOR estaba tan enojado contra vosotros que os hubiera destruido. Pero el SEÑOR me escuchó también esta vez.
20 Y el SEÑOR se enojó tanto contra Aarón que lo hubiera destruido; así que también oré por Aarón en aquel tiempo.
21 Tomé, pues, vuestro pecado, el becerro que habíais hecho, y lo quemé en el fuego, y lo desmenucé moliéndolo muy bien hasta que fue reducido a polvo; y arrojé su polvo al arroyo que descendía del monte.
22 Y en Tabera, en Masá y en Kibrot-hataava provocasteis a ira al SEÑOR.
23 Y cuando el SEÑOR os envió desde Cades-barnea, diciendo: "Subid y tomad posesión de la tierra que os he dado", os rebelasteis contra el mandato del SEÑOR vuestro Dios; no le creísteis ni escuchasteis su voz.
24 Habéis sido rebeldes contra el SEÑOR desde el día en que os conocí.
25 Me postré, pues, delante del SEÑOR; durante cuarenta días y cuarenta noches estuve postrado, porque el SEÑOR había dicho que os iba a destruir.
26 Oré al SEÑOR, y dije: "Oh Señor DIOS, no destruyas a tu pueblo, a tu heredad, a quien has redimido con tu grandeza, a quien has sacado de Egipto con mano fuerte.
27 "Acuérdate de tus siervos Abraham, Isaac y Jacob; no mires la dureza de este pueblo, ni su maldad, ni su pecado,
28 no sea que digan en la tierra de donde nos sacaste: 'Por cuanto el SEÑOR no pudo hacerlos entrar en la tierra que les había prometido, y porque los aborreció, los ha sacado para matarlos en el desierto.'
29 "Sin embargo, ellos son tu pueblo, tu heredad, a quien has sacado con tu gran poder y con tu brazo extendido."
WLC
1 שְׁמַ֣ע יִשְׂרָאֵ֗ל אַתָּ֨ה עֹבֵ֤ר הַיּוֹם֙ אֶת־הַיַּרְדֵּ֔ן לָבֹא֙ לָרֶ֣שֶׁת גּוֹיִ֔ם גְּדֹלִ֥ים וַעֲצֻמִ֖ים מִמֶּ֑ךָּ עָרִ֛ים גְּדֹלֹ֥ת וּבְצֻרֹ֖ת בַּשָּׁמָֽיִם׃
2 עַם־גָּד֥וֹל וָרָ֖ם בְּנֵ֣י עֲנָקִ֑ים אֲשֶׁ֨ר אַתָּ֤ה יָדַ֙עְתָּ֙ וְאַתָּ֣ה שָׁמַ֔עְתָּ מִ֣י יִתְיַצֵּ֔ב לִפְנֵ֖י בְּנֵ֥י עֲנָֽק׃
3 וְיָדַעְתָּ֣ הַיּ֗וֹם כִּי֩ יְהוָ֨ה אֱלֹהֶ֜יךָ הֽוּא־הָעֹבֵ֤ר לְפָנֶ֙יךָ֙ אֵ֣שׁ אֹֽכְלָ֔ה ה֧וּא יַשְׁמִידֵ֛ם וְה֥וּא יַכְנִיעֵ֖ם לְפָנֶ֑יךָ וְהֽוֹרַשְׁתָּ֤ם וְהַֽאַבַדְתָּם֙ מַהֵ֔ר כַּאֲשֶׁ֛ר דִּבֶּ֥ר יְהוָ֖ה לָֽךְ׃
4 אַל־תֹּאמַ֣ר בִּלְבָבְךָ֗ בַּהֲדֹ֨ף יְהוָ֣ה אֱלֹהֶיךָ֮ אֹתָ֣ם׀ מִלְּפָנֶיךָ֒ לֵאמֹ֔ר בְּצִדְקָתִי֙ הֱבִיאַ֣נִי יְהוָ֔ה לָרֶ֖שֶׁת אֶת־הָאָ֣רֶץ הַזֹּ֑את וּבְרִשְׁעַת֙ הַגּוֹיִ֣ם הָאֵ֔לֶּה יְהוָ֖ה מוֹרִישָׁ֥ם מִפָּנֶֽיךָ׃
5 לֹ֣א בְצִדְקָתְךָ֗ וּבְיֹ֙שֶׁר֙ לְבָ֣בְךָ֔ אַתָּ֥ה בָ֖א לָרֶ֣שֶׁת אֶת־אַרְצָ֑ם כִּ֞י בְּרִשְׁעַ֣ת׀ הַגּוֹיִ֣ם הָאֵ֗לֶּה יְהוָ֤ה אֱלֹהֶ֙יךָ֙ מוֹרִישָׁ֣ם מִפָּנֶ֔יךָ וּלְמַ֜עַן הָקִ֣ים אֶת־הַדָּבָ֗ר אֲשֶׁ֨ר נִשְׁבַּ֤ע יְהוָה֙ לַאֲבֹתֶ֔יךָ לְאַבְרָהָ֥ם לְיִצְחָ֖ק וּֽלְיַעֲקֹֽב׃
6 וְיָדַעְתָּ֗ כִּ֠י לֹ֤א בְצִדְקָֽתְךָ֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֜יךָ נֹתֵ֨ן לְךָ֜ אֶת־הָאָ֧רֶץ הַטּוֹבָ֛ה הַזֹּ֖את לְרִשְׁתָּ֑הּ כִּ֥י עַם־קְשֵׁה־עֹ֖רֶף אָֽתָּה׃
7 זְכֹר֙ אַל־תִּשְׁכַּ֔ח אֵ֧ת אֲשֶׁר־הִקְצַ֛פְתָּ אֶת־יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ בַּמִּדְבָּ֑ר לְמִן־הַיּ֞וֹם אֲשֶׁר־יָצָ֣אתָ׀ מֵאֶ֣רֶץ מִצְרַ֗יִם עַד־בֹּֽאֲכֶם֙ עַד־הַמָּק֣וֹם הַזֶּ֔ה מַמְרִ֥ים הֱיִיתֶ֖ם עִם־יְהוָֽה׃
8 וּבְחֹרֵ֥ב הִקְצַפְתֶּ֖ם אֶת־יְהוָ֑ה וַיִּתְאַנַּ֧ף יְהוָ֛ה בָּכֶ֖ם לְהַשְׁמִ֥יד אֶתְכֶֽם׃
9 בַּעֲלֹתִ֣י הָהָ֗רָה לָקַ֜חַת לוּחֹ֤ת הָֽאֲבָנִים֙ לוּחֹ֣ת הַבְּרִ֔ית אֲשֶׁר־כָּרַ֥ת יְהוָ֖ה עִמָּכֶ֑ם וָאֵשֵׁ֣ב בָּהָ֗ר אַרְבָּעִ֥ים יוֹם֙ וְאַרְבָּעִ֣ים לַ֔יְלָה לֶ֚חֶם לֹ֣א אָכַ֔לְתִּי וּמַ֖יִם לֹ֥א שָׁתִֽיתִי׃
10 וַיִּתֵּ֨ן יְהוָ֜ה אֵלַ֗י אֶת־שְׁנֵי֙ לוּחֹ֣ת הָאֲבָנִ֔ים כְּתֻבִ֖ים בְּאֶצְבַּ֣ע אֱלֹהִ֑ים וַעֲלֵיהֶ֗ם כְּֽכָל־הַדְּבָרִ֡ים אֲשֶׁ֣ר דִּבֶּר֩ יְהוָ֨ה עִמָּכֶ֥ם בָּהָ֛ר מִתּ֥וֹךְ הָאֵ֖שׁ בְּי֥וֹם הַקָּהָֽל׃
11 וַיְהִ֗י מִקֵּץ֙ אַרְבָּעִ֣ים י֔וֹם וְאַרְבָּעִ֖ים לָ֑יְלָה נָתַ֨ן יְהוָ֜ה אֵלַ֗י אֶת־שְׁנֵ֛י לֻחֹ֥ת הָאֲבָנִ֖ים לֻח֥וֹת הַבְּרִֽית׃
12 וַיֹּ֨אמֶר יְהוָ֜ה אֵלַ֗י ק֣וּם רֵ֤ד מַהֵר֙ מִזֶּ֔ה כִּ֚י שִׁחֵ֣ת עַמְּךָ֔ אֲשֶׁ֥ר הוֹצֵ֖אתָ מִמִּצְרָ֑יִם סָ֣רוּ מַהֵ֗ר מִן־הַדֶּ֙רֶךְ֙ אֲשֶׁ֣ר צִוִּיתִ֔ם עָשׂ֥וּ לָהֶ֖ם מַסֵּכָֽה׃
13 וַיֹּ֥אמֶר יְהוָ֖ה אֵלַ֣י לֵאמֹ֑ר רָאִ֤יתִי אֶת־הָעָ֣ם הַזֶּ֔ה וְהִנֵּ֥ה עַם־קְשֵׁה־עֹ֖רֶף הֽוּא׃
14 הֶ֤רֶף מִמֶּ֙נִּי֙ וְאַשְׁמִידֵ֔ם וְאֶמְחֶ֣ה אֶת־שְׁמָ֔ם מִתַּ֖חַת הַשָּׁמָ֑יִם וְאֶֽעֱשֶׂה֙ אֽוֹתְךָ֔ לְגוֹי־עָצ֥וּם וָרָ֖ב מִמֶּֽנּוּ׃
15 וָאֵ֗פֶן וָאֵרֵד֙ מִן־הָהָ֔ר וְהָהָ֖ר בֹּעֵ֣ר בָּאֵ֑שׁ וּשְׁנֵי֙ לוּחֹ֣ת הַבְּרִ֔ית עַ֖ל שְׁתֵּ֥י יָדָֽי׃
16 וָאֵ֗רֶא וְהִנֵּ֤ה חֲטָאתֶם֙ לַיהוָ֣ה אֱלֹֽהֵיכֶ֔ם עֲשִׂיתֶ֣ם לָכֶ֔ם עֵ֖גֶל מַסֵּכָ֑ה סַרְתֶּ֣ם מַהֵ֔ר מִן־הַדֶּ֕רֶךְ אֲשֶׁר־צִוָּ֥ה יְהוָ֖ה אֶתְכֶֽם׃
17 וָאֶתְפֹּשׂ֙ בִּשְׁנֵ֣י הַלֻּחֹ֔ת וָֽאַשְׁלִכֵ֔ם מֵעַ֖ל שְׁתֵּ֣י יָדָ֑י וָאֲשַׁבְּרֵ֖ם לְעֵינֵיכֶֽם׃
18 וָֽאֶתְנַפַּל֩ לִפְנֵ֨י יְהוָ֜ה כָּרִאשֹׁנָ֗ה אַרְבָּעִ֥ים יוֹם֙ וְאַרְבָּעִ֣ים לַ֔יְלָה לֶ֚חֶם לֹ֣א אָכַ֔לְתִּי וּמַ֖יִם לֹ֣א שָׁתִ֑יתִי עַ֤ל כָּל־חַטַּאתְכֶם֙ אֲשֶׁ֣ר חֲטָאתֶ֔ם לַעֲשׂ֥וֹת הָרַ֛ע בְּעֵינֵ֥י יְהוָ֖ה לְהַכְעִיסֽוֹ׃
19 כִּ֣י יָגֹ֗רְתִּי מִפְּנֵ֤י הָאַף֙ וְהַ֣חֵמָ֔ה אֲשֶׁ֨ר קָצַ֧ף יְהוָ֛ה עֲלֵיכֶ֖ם לְהַשְׁמִ֣יד אֶתְכֶ֑ם וַיִּשְׁמַ֤ע יְהוָה֙ אֵלַ֔י גַּ֖ם בַּפַּ֥עַם הַהִֽוא׃
20 וּֽבְאַהֲרֹ֗ן הִתְאַנַּ֧ף יְהוָ֛ה מְאֹ֖ד לְהַשְׁמִיד֑וֹ וָֽאֶתְפַּלֵּ֛ל גַּֽם־בְּעַ֥ד אַהֲרֹ֖ן בָּעֵ֥ת הַהִֽוא׃
21 וְֽאֶת־חַטַּאתְכֶ֞ם אֲשֶׁר־עֲשִׂיתֶ֣ם אֶת־הָעֵ֗גֶל לָקַחְתִּי֮ וָאֶשְׂרֹ֣ף אֹת֣וֹ׀ בָּאֵשׁ֒ וָאֶכֹּ֨ת אֹת֤וֹ טָחוֹן֙ הֵיטֵ֔ב עַ֥ד אֲשֶׁר־דַּ֖ק לְעָפָ֑ר וָֽאַשְׁלִךְ֙ אֶת־עֲפָר֔וֹ אֶל־הַנַּ֖חַל הַיֹּרֵ֥ד מִן־הָהָֽר׃
22 וּבְתַבְעֵרָה֙ וּבְמַסָּ֔ה וּבְקִבְרֹ֖ת הַֽתַּאֲוָ֑ה מַקְצִפִ֥ים הֱיִיתֶ֖ם אֶת־יְהוָֽה׃
23 וּבִשְׁלֹ֨חַ יְהוָ֜ה אֶתְכֶ֗ם מִקָּדֵ֤שׁ בַּרְנֵ֙עַ֙ לֵאמֹ֔ר עֲל֣וּ וּרְשׁ֔וּ אֶת־הָאָ֕רֶץ אֲשֶׁ֥ר נָתַ֖תִּי לָכֶ֑ם וַתַּמְר֗וּ אֶת־פִּ֤י יְהוָה֙ אֱלֹ֣הֵיכֶ֔ם וְלֹ֤א הֶֽאֱמַנְתֶּם֙ ל֔וֹ וְלֹ֥א שְׁמַעְתֶּ֖ם בְּקֹלֽוֹ׃
24 מַמְרִ֥ים הֱיִיתֶ֖ם עִם־יְהוָ֑ה מִיּ֖וֹם דַּעְתִּ֥י אֶתְכֶֽם׃
25 וָֽאֶתְנַפַּ֞ל לִפְנֵ֣י יְהוָ֗ה אֵ֣ת אַרְבָּעִ֥ים הַיּ֛וֹם וְאֶת־אַרְבָּעִ֥ים הַלַּ֖יְלָה אֲשֶׁ֣ר הִתְנַפָּ֑לְתִּי כִּֽי־אָמַ֥ר יְהוָ֖ה לְהַשְׁמִ֥יד אֶתְכֶֽם׃
26 וָאֶתְפַּלֵּ֨ל אֶל־יְהוָ֜ה וָאֹמַ֗ר אֲדֹנָ֤י יְהוִה֙ אַל־תַּשְׁחֵ֣ת עַמְּךָ֔ וְנַחֲלָתְךָ֖ אֲשֶׁ֣ר פָּדִ֑יתָ בְּגָדְלֶ֔ךָ אֲשֶׁר־הוֹצֵ֥אתָ מִמִּצְרַ֖יִם בְּיָ֥ד חֲזָקָֽה׃
27 זְכֹר֙ לַעֲבָדֶ֔יךָ לְאַבְרָהָ֥ם לְיִצְחָ֖ק וּֽלְיַעֲקֹ֑ב אַל־תֵּ֗פֶן אֶל־קְשִׁי֙ הָעָ֣ם הַזֶּ֔ה וְאֶל־רִשְׁע֖וֹ וְאֶל־חַטָּאתֽוֹ׃
28 פֶּן־יֹאמְר֗וּ הָאָרֶץ֮ אֲשֶׁ֣ר הוֹצֵאתָ֣נוּ מִשָּׁם֒ מִבְּלִ֗י יְכֹ֤לֶת יְהוָה֙ לַהֲבִיאָ֕ם אֶל־הָאָ֖רֶץ אֲשֶׁר־דִּבֶּ֣ר לָהֶ֑ם וּמִשִּׂנְאָת֣וֹ אוֹתָ֔ם הוֹצִיאָ֖ם לַהֲמִתָ֥ם בַּמִּדְבָּֽר׃
29 וְהֵ֥ם עַמְּךָ֖ וְנַחֲלָתֶ֑ךָ אֲשֶׁ֤ר הוֹצֵ֙אתָ֙ בְּכֹחֲךָ֣ הַגָּדֹ֔ל וּבִֽזְרֹעֲךָ֖ הַנְּטוּיָֽה׃
Capítulo 10
Las segundas tablas de la ley
LBLA
1 En aquel tiempo el SEÑOR me dijo: "Lábrate dos tablas de piedra como las primeras, y sube a mí al monte, y hazte un arca de madera.
2 "Y escribiré sobre las tablas las palabras que estaban en las primeras tablas que quebraste, y las pondrás en el arca."
3 Entonces hice un arca de madera de acacia, labré dos tablas de piedra como las primeras, y subí al monte con las dos tablas en mi mano.
4 Y El escribió en las tablas, conforme a la primera escritura, los diez mandamientos que el SEÑOR os había hablado en el monte de en medio del fuego el día de la asamblea; y el SEÑOR me las dio.
5 Entonces me volví y descendí del monte, y puse las tablas en el arca que había hecho; y allí están, como el SEÑOR me ordenó.
6 (Los hijos de Israel salieron de Beerot-bene-jaacán hacia Mosera. Allí murió Aarón y allí fue sepultado y su hijo Eleazar ministró como sacerdote en su lugar.
7 De allí partieron a Gudgoda, y de Gudgoda a Jotbata, tierra de arroyos de aguas.
8 En aquel tiempo el SEÑOR apartó la tribu de Leví para que llevara el arca del pacto del SEÑOR, para que estuviera delante del SEÑOR, para servirle y para bendecir en su nombre hasta el día de hoy.
9 Por tanto, Leví no tiene porción ni heredad con sus hermanos; el SEÑOR es su heredad, tal como el SEÑOR tu Dios le habló.)
10 Yo, pues, me quedé en el monte cuarenta días y cuarenta noches como la primera vez, y el SEÑOR me escuchó también esta vez; el SEÑOR no quiso destruirte.
11 Entonces el SEÑOR me dijo: "Levántate, ponte en camino delante del pueblo, para que entren y posean la tierra que juré a sus padres que les daría."
12 Y ahora, Israel, ¿qué requiere de ti el SEÑOR tu Dios, sino que temas al SEÑOR tu Dios, que andes en todos sus caminos y que le ames, y sirvas al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma,
13 y que guardes los mandamientos del SEÑOR y sus estatutos que yo te ordeno hoy para tu bien?
14 He aquí, al SEÑOR tu Dios pertenecen los cielos y los cielos de los cielos, la tierra y todo lo que en ella hay.
15 Sin embargo, el SEÑOR se prendó de tus padres para amarlos, y escogió a su descendencia después de ellos, a vosotros sobre todos los pueblos, como sucede en este día.
16 Circuncidad, pues, vuestro corazón, y no endurezcáis más vuestra cerviz.
17 Porque el SEÑOR vuestro Dios es Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, poderoso y temible que no hace acepción de personas ni acepta soborno.
18 El hace justicia al huérfano y a la viuda, y muestra su amor al extranjero dándole pan y vestido.
19 Mostrad, pues, amor al extranjero, porque vosotros fuisteis extranjeros en la tierra de Egipto.
20 Temerás al SEÑOR tu Dios; le servirás, a El te aferrarás y por su nombre jurarás.
21 El es tu alabanza y El es tu Dios, que ha hecho contigo estas cosas grandes y portentosas que tus ojos han visto.
22 Tus padres descendieron a Egipto, setenta personas, y ahora el SEÑOR tu Dios te ha hecho tan numeroso como las estrellas del cielo.
WLC
1 בָּעֵ֨ת הַהִ֜וא אָמַ֧ר יְהוָ֣ה אֵלַ֗י פְּסָל־לְךָ֞ שְׁנֵֽי־לוּחֹ֤ת אֲבָנִים֙ כָּרִ֣אשֹׁנִ֔ים וַעֲלֵ֥ה אֵלַ֖י הָהָ֑רָה וְעָשִׂ֥יתָ לְּךָ֖ אֲר֥וֹן עֵֽץ׃
2 וְאֶכְתֹּב֙ עַל־הַלֻּחֹ֔ת אֶת־הַדְּבָרִ֔ים אֲשֶׁ֥ר הָי֛וּ עַל־הַלֻּחֹ֥ת הָרִאשֹׁנִ֖ים אֲשֶׁ֣ר שִׁבַּ֑רְתָּ וְשַׂמְתָּ֖ם בָּאָרֽוֹן׃
3 וָאַ֤עַשׂ אֲרוֹן֙ עֲצֵ֣י שִׁטִּ֔ים וָאֶפְסֹ֛ל שְׁנֵֽי־לֻחֹ֥ת אֲבָנִ֖ים כָּרִאשֹׁנִ֑ים וָאַ֣עַל הָהָ֔רָה וּשְׁנֵ֥י הַלֻּחֹ֖ת בְּיָדִֽי׃
4 וַיִּכְתֹּ֨ב עַֽל־הַלֻּחֹ֜ת כַּמִּכְתָּ֣ב הָרִאשׁ֗וֹן אֵ֚ת עֲשֶׂ֣רֶת הַדְּבָרִ֔ים אֲשֶׁ֣ר דִּבֶּר֩ יְהוָ֨ה אֲלֵיכֶ֥ם בָּהָ֛ר מִתּ֥וֹךְ הָאֵ֖שׁ בְּי֣וֹם הַקָּהָ֑ל וַיִּתְּנֵ֥ם יְהוָ֖ה אֵלָֽי׃
5 וָאֵ֗פֶן וָֽאֵרֵד֙ מִן־הָהָ֔ר וָֽאָשִׂם֙ אֶת־הַלֻּחֹ֔ת בָּֽאָר֖וֹן אֲשֶׁ֣ר עָשִׂ֑יתִי וַיִּ֣הְיוּ שָׁ֔ם כַּאֲשֶׁ֥ר צִוַּ֖נִי יְהוָֽה׃
6 וּבְנֵ֣י יִשְׂרָאֵ֗ל נָֽסְע֛וּ מִבְּאֵרֹ֥ת בְּנֵי־יַעֲקָ֖ן מוֹסֵרָ֑ה שָׁ֣ם מֵ֤ת אַהֲרֹן֙ וַיִּקָּבֵ֣ר שָׁ֔ם וַיְכַהֵ֛ן אֶלְעָזָ֥ר בְּנ֖וֹ תַּחְתָּֽיו׃
7 מִשָּׁ֥ם נָסְע֖וּ הַגֻּדְגֹּ֑דָה וּמִן־הַגֻּדְגֹּ֣דָה יָטְבָ֔תָה אֶ֖רֶץ נַֽחֲלֵי מָֽיִם׃
8 בָּעֵ֣ת הַהִ֗וא הִבְדִּ֤יל יְהוָה֙ אֶת־שֵׁ֣בֶט הַלֵּוִ֔י לָשֵׂ֖את אֶת־אֲר֣וֹן בְּרִית־יְהוָ֑ה לַעֲמֹד֩ לִפְנֵ֨י יְהוָ֤ה לְשָֽׁרְתוֹ֙ וּלְבָרֵ֣ךְ בִּשְׁמ֔וֹ עַ֖ד הַיּ֥וֹם הַזֶּֽה׃
9 עַל־כֵּ֞ן לֹא־הָיָ֧ה לְלֵוִ֛י חֵ֥לֶק וְנַחֲלָ֖ה עִם־אֶחָ֑יו יְהוָה֙ ה֣וּא נַחֲלָת֔וֹ כַּאֲשֶׁ֥ר דִּבֶּ֛ר יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ לֽוֹ׃
10 וְאָנֹכִ֞י עָמַ֣דְתִּי בָהָ֗ר כַּיָּמִים֙ הָרִ֣אשֹׁנִ֔ים אַרְבָּעִ֣ים י֔וֹם וְאַרְבָּעִ֖ים לָ֑יְלָה וַיִּשְׁמַ֨ע יְהוָ֜ה אֵלַ֗י גַּ֚ם בַּפַּ֣עַם הַהִ֔וא לֹא־אָבָ֥ה יְהוָ֖ה הַשְׁחִיתֶֽךָ׃
11 וַיֹּ֤אמֶר יְהוָה֙ אֵלַ֔י ק֛וּם לֵ֥ךְ לְמַסַּ֖ע לִפְנֵ֣י הָעָ֑ם וְיָבֹ֙אוּ֙ וְיִֽרְשׁ֣וּ אֶת־הָאָ֔רֶץ אֲשֶׁר־נִשְׁבַּ֥עְתִּי לַאֲבֹתָ֖ם לָתֵ֥ת לָהֶֽם׃
12 וְעַתָּה֙ יִשְׂרָאֵ֔ל מָ֚ה יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ שֹׁאֵ֖ל מֵעִמָּ֑ךְ כִּ֣י אִם־לְ֠יִרְאָה אֶת־יְהוָ֨ה אֱלֹהֶ֜יךָ לָלֶ֤כֶת בְּכָל־דְּרָכָיו֙ וּלְאַהֲבָ֣ה אֹת֔וֹ וְלַֽעֲבֹד֙ אֶת־יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ בְּכָל־לְבָבְךָ֖ וּבְכָל־נַפְשֶֽׁךָ׃
13 לִשְׁמֹ֞ר אֶת־מִצְוֺ֤ת יְהוָה֙ וְאֶת־חֻקֹּתָ֔יו אֲשֶׁ֛ר אָנֹכִ֥י מְצַוְּךָ֖ הַיּ֑וֹם לְט֖וֹב לָֽךְ׃
14 הֵ֚ן לַיהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ הַשָּׁמַ֖יִם וּשְׁמֵ֣י הַשָּׁמָ֑יִם הָאָ֖רֶץ וְכָל־אֲשֶׁר־בָּֽהּ׃
15 רַ֧ק בַּאֲבֹתֶ֛יךָ חָשַׁ֥ק יְהוָ֖ה לְאַהֲבָ֣ה אוֹתָ֑ם וַיִּבְחַ֞ר בְּזַרְעָ֣ם אַחֲרֵיהֶ֗ם בָּכֶ֛ם מִכָּל־הָעַמִּ֖ים כַּיּ֥וֹם הַזֶּֽה׃
16 וּמַלְתֶּ֕ם אֵ֖ת עָרְלַ֣ת לְבַבְכֶ֑ם וְעָ֨רְפְּכֶ֔ם לֹ֥א תַקְשׁ֖וּ עֽוֹד׃
17 כִּ֚י יְהוָ֣ה אֱלֹֽהֵיכֶ֔ם ה֚וּא אֱלֹהֵ֣י הָֽאֱלֹהִ֔ים וַאֲדֹנֵ֖י הָאֲדֹנִ֑ים הָאֵ֨ל הַגָּדֹ֤ל הַגִּבֹּר֙ וְהַנּוֹרָ֔א אֲשֶׁר֙ לֹא־יִשָּׂ֣א פָנִ֔ים וְלֹ֥א יִקַּ֖ח שֹֽׁחַד׃
18 עֹשֶׂ֛ה מִשְׁפַּ֥ט יָת֖וֹם וְאַלְמָנָ֑ה וְאֹהֵ֣ב גֵּ֔ר לָ֥תֶת ל֖וֹ לֶ֥חֶם וְשִׂמְלָֽה׃
19 וַאֲהַבְתֶּ֖ם אֶת־הַגֵּ֑ר כִּֽי־גֵרִ֥ים הֱיִיתֶ֖ם בְּאֶ֥רֶץ מִצְרָֽיִם׃
20 אֶת־יְהוָ֧ה אֱלֹהֶ֛יךָ תִּירָ֖א אֹת֣וֹ תַעֲבֹ֑ד וּב֣וֹ תִדְבָּ֔ק וּבִשְׁמ֖וֹ תִּשָּׁבֵֽעַ׃
21 ה֥וּא תְהִלָּתְךָ֖ וְה֣וּא אֱלֹהֶ֑יךָ אֲשֶׁר־עָשָׂ֣ה אִתְּךָ֗ אֶת־הַגְּדֹלֹ֤ת וְאֶת־הַנּֽוֹרָאֹת֙ הָאֵ֔לֶּה אֲשֶׁ֥ר רָא֖וּ עֵינֶֽיךָ׃
22 בְּשִׁבְעִ֣ים נֶ֔פֶשׁ יָרְד֥וּ אֲבֹתֶ֖יךָ מִצְרָ֑יְמָה וְעַתָּ֗ה שָֽׂמְךָ֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ כְּכוֹכְבֵ֥י הַשָּׁמַ֖יִם לָרֹֽב׃
Capítulo 11
Recuerdo de las obras de Dios
LBLA
1 Amarás, pues, al SEÑOR tu Dios, y guardarás siempre sus mandatos, sus estatutos, sus ordenanzas y sus mandamientos.
2 Y comprended hoy que no hablo con vuestros hijos, que no han conocido ni han visto la disciplina del SEÑOR vuestro Dios: su grandeza, su mano fuerte, su brazo extendido,
3 sus señales y sus obras que hizo en medio de Egipto a Faraón, rey de Egipto, y a toda su tierra;
4 y lo que hizo al ejército de Egipto, a sus caballos y a sus carros, cuando hizo que las aguas del mar Rojo los cubrieran mientras os perseguían, y el SEÑOR los destruyó hasta el día de hoy;
5 y lo que os hizo en el desierto hasta que llegasteis a este lugar;
6 y lo que hizo a Datán y a Abiram, hijos de Eliab, hijo de Rubén, cuando la tierra abrió su boca y los tragó con sus casas, sus tiendas y todo ser viviente que los seguía, en medio de todo Israel.
7 Ciertamente vuestros ojos han visto toda la gran obra que el SEÑOR ha hecho.
8 Guardaréis, pues, todos los mandamientos que yo os ordeno hoy, para que seáis fuertes, y entréis y toméis posesión de la tierra a la cual vais a pasar para poseerla;
9 a fin de que prolonguéis vuestros días en la tierra que el SEÑOR juró dar a vuestros padres y a su descendencia, tierra que mana leche y miel.
10 Porque la tierra a la cual entras para poseerla no es como la tierra de Egipto de donde vinisteis, donde sembrabas tu semilla y la regabas con tu pie como un huerto de hortalizas.
11 Pero la tierra a la cual pasáis para poseerla, tierra de montes y valles, bebe el agua de la lluvia del cielo.
12 De la tierra que el SEÑOR tu Dios cuida; los ojos del SEÑOR tu Dios están siempre sobre ella, desde el principio hasta el fin del año.
13 Y sucederá que si obedecéis mis mandamientos que os ordeno hoy, de amar al SEÑOR vuestro Dios y de servirle con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma,
14 El dará la lluvia para vuestra tierra a su tiempo, la lluvia temprana y la tardía, para que recojas tu grano, tu mosto y tu aceite.
15 Y El dará hierba en tus campos para tu ganado, y comerás y te saciarás.
16 Cuidado, no sea que vuestro corazón se engañe y os apartéis y sirváis a otros dioses, y os postréis ante ellos.
17 Y se encienda la ira del SEÑOR contra vosotros, y cierre los cielos para que no haya lluvia, y la tierra no dé su fruto, y perezcáis pronto de la buena tierra que el SEÑOR os da.
18 Por tanto, grabaréis estas palabras mías en vuestro corazón y en vuestra alma; las ataréis como señal en vuestra mano, y serán por insignias entre vuestros ojos.
19 Y las enseñaréis a vuestros hijos, hablando de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.
20 Y las escribirás en los postes de tu casa y en tus puertas,
21 para que sean multiplicados tus días y los días de tus hijos sobre la tierra que el SEÑOR juró a tus padres que les daría, como los días de los cielos sobre la tierra.
22 Porque si guardáis cuidadosamente todo este mandamiento que os ordeno para cumplirlo, amando al SEÑOR vuestro Dios, andando en todos sus caminos y allegándoos a El,
23 entonces el SEÑOR echará a todas estas naciones de delante de vosotros, y desalojaréis naciones más grandes y más poderosas que vosotros.
24 Todo lugar donde pise la planta de vuestro pie será vuestro; vuestros límites serán desde el desierto hasta el Líbano, y desde el río, el río Eufrates, hasta el mar occidental.
25 Nadie os podrá hacer frente; el SEÑOR vuestro Dios infundirá, como El os ha dicho, temor y terror de vosotros sobre toda la tierra que piséis.
26 Mira, hoy pongo delante de vosotros bendición y maldición:
27 la bendición, si obedecéis los mandamientos del SEÑOR vuestro Dios que yo os ordeno hoy;
28 y la maldición, si no obedecéis los mandamientos del SEÑOR vuestro Dios, sino que os apartáis del camino que os ordeno hoy, para seguir a otros dioses que no habéis conocido.
29 Y acontecerá que cuando el SEÑOR tu Dios te lleve a la tierra donde vas a entrar para poseerla, pondrás la bendición sobre el monte Gerizim y la maldición sobre el monte Ebal.
30 ¿No están al otro lado del Jordán, hacia el poniente, en la tierra de los cananeos que habitan en el Arabá, frente a Gilgal, junto al encinar de More?
31 Pues vais a pasar el Jordán para entrar a poseer la tierra que el SEÑOR vuestro Dios os da, y la poseeréis y habitaréis en ella.
32 Y cuidaréis de poner por obra todos los estatutos y los decretos que yo pongo hoy delante de vosotros.
WLC
1 וְאָ֣הַבְתָּ֔ אֵ֖ת יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֑יךָ וְשָׁמַרְתָּ֣ מִשְׁמַרְתּ֗וֹ וְחֻקֹּתָ֧יו וּמִשְׁפָּטָ֛יו וּמִצְוֺתָ֖יו כָּל־הַיָּמִֽים׃
2 וִֽידַעְתֶּם֮ הַיּוֹם֒ כִּ֣י׀ לֹ֣א אֶת־בְּנֵיכֶ֗ם אֲשֶׁ֤ר לֹֽא־יָדְעוּ֙ וַאֲשֶׁ֣ר לֹא־רָא֔וּ אֶת־מוּסַ֖ר יְהוָ֣ה אֱלֹהֵיכֶ֑ם אֶת־גָּדְל֕וֹ אֶת־יָדוֹ֙ הַחֲזָקָ֔ה וּזְרֹע֖וֹ הַנְּטוּיָֽה׃
3 וְאֶת־אֹתֹתָיו֙ וְאֶֽת־מַעֲשָׂ֔יו אֲשֶׁ֥ר עָשָׂ֖ה בְּת֣וֹךְ מִצְרָ֑יִם לְפַרְעֹ֥ה מֶֽלֶךְ־מִצְרַ֖יִם וּלְכָל־אַרְצֽוֹ׃
4 וַאֲשֶׁ֣ר עָשָׂה֩ לְחֵ֨יל מִצְרַ֜יִם לְסוּסָ֣יו וּלְרִכְבּ֗וֹ אֲשֶׁ֨ר הֵצִ֜יף אֶת־מֵ֤י יַם־סוּף֙ עַל־פְּנֵיהֶ֔ם בְּרָדְפָ֖ם אַחֲרֵיכֶ֑ם וַיְאַבְּדֵ֣ם יְהוָ֔ה עַ֖ד הַיּ֥וֹם הַזֶּֽה׃
5 וַאֲשֶׁ֥ר עָשָׂ֛ה לָכֶ֖ם בַּמִּדְבָּ֑ר עַד־בֹּאֲכֶ֖ם עַד־הַמָּק֥וֹם הַזֶּֽה׃
6 וַאֲשֶׁ֨ר עָשָׂ֜ה לְדָתָ֣ן וְלַאֲבִירָ֗ם בְּנֵ֣י אֱלִיאָב֮ בֶּן־רְאוּבֵן֒ אֲשֶׁ֨ר פָּצְתָ֤ה הָאָ֙רֶץ֙ אֶת־פִּ֔יהָ וַתִּבְלָעֵ֥ם וְאֶת־בָּתֵּיהֶ֖ם וְאֶת־אָהֳלֵיהֶ֑ם וְאֵ֤ת כָּל־הַיְקוּם֙ אֲשֶׁ֣ר בְּרַגְלֵיהֶ֔ם בְּקֶ֖רֶב כָּל־יִשְׂרָאֵֽל׃
7 כִּ֤י עֵֽינֵיכֶם֙ הָֽרֹאֹ֔ת אֶת־כָּל־מַעֲשֵׂ֥ה יְהוָ֖ה הַגָּדֹ֑ל אֲשֶׁ֖ר עָשָֽׂה׃
8 וּשְׁמַרְתֶּם֙ אֶת־כָּל־הַמִּצְוָ֔ה אֲשֶׁ֛ר אָנֹכִ֥י מְצַוְּךָ֖ הַיּ֑וֹם לְמַ֣עַן תֶּחֶזְק֗וּ וּבָאתֶם֙ וִֽירִשְׁתֶּ֣ם אֶת־הָאָ֔רֶץ אֲשֶׁ֥ר אַתֶּ֛ם עֹבְרִ֥ים שָׁ֖מָּה לְרִשְׁתָּֽהּ׃
9 וּלְמַ֨עַן תַּאֲרִ֤יכוּ יָמִים֙ עַל־הָ֣אֲדָמָ֔ה אֲשֶׁר֩ נִשְׁבַּ֨ע יְהוָ֧ה לַאֲבֹתֵיכֶ֛ם לָתֵ֥ת לָהֶ֖ם וּלְזַרְעָ֑ם אֶ֛רֶץ זָבַ֥ת חָלָ֖ב וּדְבָֽשׁ׃
10 כִּ֣י הָאָ֗רֶץ אֲשֶׁ֨ר אַתָּ֤ה בָא־שָׁ֙מָּה֙ לְרִשְׁתָּ֔הּ לֹ֣א כְאֶ֤רֶץ מִצְרַ֙יִם֙ הִ֔וא אֲשֶׁ֥ר יְצָאתֶ֖ם מִשָּׁ֑ם אֲשֶׁ֤ר תִּזְרַע֙ אֶֽת־זַרְעֲךָ֔ וְהִשְׁקִ֥יתָ בְרַגְלְךָ֖ כְּגַ֥ן הַיָּרָֽק׃
11 וְהָאָ֗רֶץ אֲשֶׁ֨ר אַתֶּ֜ם עֹבְרִ֥ים שָׁ֙מָּה֙ לְרִשְׁתָּ֔הּ אֶ֥רֶץ הָרִ֖ים וּבְקָעֹ֑ת לִמְטַ֥ר הַשָּׁמַ֖יִם תִּשְׁתֶּה־מָּֽיִם׃
12 אֶ֕רֶץ אֲשֶׁר־יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ דֹּרֵ֣שׁ אֹתָ֑הּ תָּמִ֗יד עֵינֵ֨י יְהוָ֤ה אֱלֹהֶ֙יךָ֙ בָּ֔הּ מֵֽרֵשִׁית֙ הַשָּׁנָ֔ה וְעַ֖ד אַחֲרִ֥ית שָׁנָֽה׃
13 וְהָיָ֗ה אִם־שָׁמֹ֤עַ תִּשְׁמְעוּ֙ אֶל־מִצְוֺתַ֔י אֲשֶׁ֧ר אָנֹכִ֛י מְצַוֶּ֥ה אֶתְכֶ֖ם הַיּ֑וֹם לְאַהֲבָ֞ה אֶת־יְהוָ֤ה אֱלֹֽהֵיכֶם֙ וּלְעָבְד֔וֹ בְּכָל־לְבַבְכֶ֖ם וּבְכָל־נַפְשְׁכֶֽם׃
14 וְנָתַתִּ֧י מְטַֽר־אַרְצְכֶ֛ם בְּעִתּ֖וֹ יוֹרֶ֣ה וּמַלְק֑וֹשׁ וְאָסַפְתָּ֣ דְגָנֶ֔ךָ וְתִֽירֹשְׁךָ֖ וְיִצְהָרֶֽךָ׃
15 וְנָתַתִּ֛י עֵ֥שֶׂב בְּשָׂדְךָ֖ לִבְהֶמְתֶּ֑ךָ וְאָכַלְתָּ֖ וְשָׂבָֽעְתָּ׃
16 הִשָּֽׁמְר֣וּ לָכֶ֔ם פֶּ֥ן יִפְתֶּ֖ה לְבַבְכֶ֑ם וְסַרְתֶּ֗ם וַעֲבַדְתֶּם֙ אֱלֹהִ֣ים אֲחֵרִ֔ים וְהִשְׁתַּחֲוִיתֶ֖ם לָהֶֽם׃
17 וְחָרָ֨ה אַף־יְהוָ֜ה בָּכֶ֗ם וְעָצַ֤ר אֶת־הַשָּׁמַ֙יִם֙ וְלֹא־יִהְיֶ֣ה מָטָ֔ר וְהָ֣אֲדָמָ֔ה לֹ֥א תִתֵּ֖ן אֶת־יְבוּלָ֑הּ וַאֲבַדְתֶּ֣ם מְהֵרָ֗ה מֵעַל֙ הָאָ֣רֶץ הַטֹּבָ֔ה אֲשֶׁ֥ר יְהוָ֖ה נֹתֵ֥ן לָכֶֽם׃
18 וְשַׂמְתֶּם֙ אֶת־דְּבָרַ֣י אֵ֔לֶּה עַל־לְבַבְכֶ֖ם וְעַֽל־נַפְשְׁכֶ֑ם וּקְשַׁרְתֶּ֨ם אֹתָ֤ם לְאוֹת֙ עַל־יֶדְכֶ֔ם וְהָי֥וּ לְטוֹטָפֹ֖ת בֵּ֥ין עֵינֵיכֶֽם׃
19 וְלִמַּדְתֶּ֥ם אֹתָ֛ם אֶת־בְּנֵיכֶ֖ם לְדַבֵּ֣ר בָּ֑ם בְּשִׁבְתְּךָ֤ בְּבֵיתֶ֙ךָ֙ וּבְלֶכְתְּךָ֣ בַדֶּ֔רֶךְ וּֽבְשָׁכְבְּךָ֖ וּבְקוּמֶֽךָ׃
20 וּכְתַבְתָּ֛ם עַל־מְזוּז֥וֹת בֵּיתֶ֖ךָ וּבִשְׁעָרֶֽיךָ׃
21 לְמַ֨עַן יִרְבּ֤וּ יְמֵיכֶם֙ וִימֵ֣י בְנֵיכֶ֔ם עַ֚ל הָֽאֲדָמָ֔ה אֲשֶׁ֨ר נִשְׁבַּ֧ע יְהוָ֛ה לַאֲבֹתֵיכֶ֖ם לָתֵ֣ת לָהֶ֑ם כִּימֵ֥י הַשָּׁמַ֖יִם עַל־הָאָֽרֶץ׃
22 כִּי֩ אִם־שָׁמֹ֨ר תִּשְׁמְר֜וּן אֶת־כָּל־הַמִּצְוָ֣ה הַזֹּ֗את אֲשֶׁ֧ר אָנֹכִ֛י מְצַוֶּ֥ה אֶתְכֶ֖ם לַעֲשֹׂתָ֑הּ לְאַהֲבָ֞ה אֶת־יְהוָ֧ה אֱלֹהֵיכֶ֛ם לָלֶ֥כֶת בְּכָל־דְּרָכָ֖יו וּלְדָבְקָה־בֽוֹ׃
23 וְהוֹרִ֧ישׁ יְהוָ֛ה אֶת־כָּל־הַגּוֹיִ֥ם הָאֵ֖לֶּה מִלִּפְנֵיכֶ֑ם וִֽירִשְׁתֶּ֣ם גּוֹיִ֔ם גְּדֹלִ֥ים וַעֲצֻמִ֖ים מִכֶּֽם׃
24 כָּל־הַמָּק֗וֹם אֲשֶׁ֨ר תִּדְרֹ֧ךְ כַּֽף־רַגְלְכֶ֛ם בּ֖וֹ לָכֶ֣ם יִהְיֶ֑ה מִן־הַמִּדְבָּ֨ר וְהַלְּבָנ֜וֹן מִן־הַנָּהָ֣ר נְהַר־פְּרָ֗ת וְעַד֙ הַיָּ֣ם הָֽאַחֲר֔וֹן יִהְיֶ֖ה גְּבֻלְכֶֽם׃
25 לֹא־יִתְיַצֵּ֥ב אִ֖ישׁ בִּפְנֵיכֶ֑ם פַּחְדְּכֶ֨ם וּמוֹרַאֲכֶ֜ם יִתֵּ֣ן׀ יְהוָ֣ה אֱלֹֽהֵיכֶ֗ם עַל־פְּנֵ֤י כָל־הָאָ֙רֶץ֙ אֲשֶׁ֣ר תִּדְרְכוּ־בָ֔הּ כַּאֲשֶׁ֖ר דִּבֶּ֥ר לָכֶֽם׃
26 רְאֵ֗ה אָנֹכִ֛י נֹתֵ֥ן לִפְנֵיכֶ֖ם הַיּ֑וֹם בְּרָכָ֖ה וּקְלָלָֽה׃
27 אֶֽת־הַבְּרָכָ֑ה אֲשֶׁ֣ר תִּשְׁמְע֗וּ אֶל־מִצְוֺת֙ יְהוָ֣ה אֱלֹֽהֵיכֶ֔ם אֲשֶׁ֧ר אָנֹכִ֛י מְצַוֶּ֥ה אֶתְכֶ֖ם הַיּֽוֹם׃
28 וְהַקְּלָלָ֗ה אִם־לֹ֤א תִשְׁמְעוּ֙ אֶל־מִצְוֺת֙ יְהוָ֣ה אֱלֹֽהֵיכֶ֔ם וְסַרְתֶּ֣ם מִן־הַדֶּ֔רֶךְ אֲשֶׁ֧ר אָנֹכִ֛י מְצַוֶּ֥ה אֶתְכֶ֖ם הַיּ֑וֹם לָלֶ֗כֶת אַחֲרֵ֛י אֱלֹהִ֥ים אֲחֵרִ֖ים אֲשֶׁ֥ר לֹא־יְדַעְתֶּֽם׃
29 וְהָיָ֗ה כִּ֤י יְבִֽיאֲךָ֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ אֶל־הָאָ֕רֶץ אֲשֶׁר־אַתָּ֥ה בָא־שָׁ֖מָּה לְרִשְׁתָּ֑הּ וְנָתַתָּ֤ה אֶת־הַבְּרָכָה֙ עַל־הַ֣ר גְּרִזִ֔ים וְאֶת־הַקְּלָלָ֖ה עַל־הַ֥ר עֵיבָֽל׃
30 הֲלֹא־הֵ֜מָּה בְּעֵ֣בֶר הַיַּרְדֵּ֗ן אַֽחֲרֵי֙ דֶּ֚רֶךְ מְב֣וֹא הַשֶּׁ֔מֶשׁ בְּאֶ֙רֶץ֙ הַֽכְּנַעֲנִ֔י הַיֹּשֵׁ֖ב בָּעֲרָבָ֑ה מ֚וּל הַגִּלְגָּ֔ל אֵ֖צֶל אֵלוֹנֵ֥י מֹרֶֽה׃
31 כִּ֤י אַתֶּם֙ עֹבְרִ֣ים אֶת־הַיַּרְדֵּ֔ן לָבֹא֙ לָרֶ֣שֶׁת אֶת־הָאָ֔רֶץ אֲשֶׁר־יְהוָ֥ה אֱלֹהֵיכֶ֖ם נֹתֵ֣ן לָכֶ֑ם וִֽירִשְׁתֶּ֥ם אֹתָ֖הּ וִֽישַׁבְתֶּם־בָּֽהּ׃
32 וּשְׁמַרְתֶּ֣ם לַעֲשׂ֔וֹת אֵ֥ת כָּל־הַֽחֻקִּ֖ים וְאֶת־הַמִּשְׁפָּטִ֑ים אֲשֶׁ֧ר אָנֹכִ֛י נֹתֵ֥ן לִפְנֵיכֶ֖ם הַיּֽוֹם׃
Capítulo 12
Un solo lugar de adoración
LBLA
1 Estos son los estatutos y los decretos que cuidaréis de poner por obra en la tierra que el SEÑOR, Dios de vuestros padres, os ha dado para que la poseáis todos los días que viváis sobre la tierra.
2 Ciertamente destruiréis todos los lugares donde las naciones que habéis de desalojar sirven a sus dioses, sobre los montes altos, sobre las colinas y bajo todo árbol frondoso.
3 Derribaréis sus altares, quebraréis sus pilares sagrados, quemaréis a fuego sus imágenes de Asera, destruiréis las imágenes grabadas de sus dioses y borraréis su nombre de aquel lugar.
4 No actuaréis así para con el SEÑOR vuestro Dios.
5 Sino que buscaréis al SEÑOR en el lugar que el SEÑOR vuestro Dios escoja de todas vuestras tribus para poner allí su nombre para su morada, y allí iréis.
6 Y allí llevaréis vuestros holocaustos, vuestros sacrificios, vuestros diezmos, la ofrenda alzada de vuestra mano, vuestras ofrendas votivas, vuestras ofrendas voluntarias y los primogénitos de vuestras vacas y de vuestras ovejas.
7 Y allí comeréis delante del SEÑOR vuestro Dios, y os alegraréis vosotros y vuestras familias en toda obra de vuestra mano en la cual el SEÑOR vuestro Dios os haya bendecido.
8 No haréis en absoluto como hacemos aquí hoy, cada uno lo que bien le parece,
9 pues todavía no habéis llegado al lugar de reposo y a la heredad que el SEÑOR vuestro Dios os da.
10 Cuando crucéis el Jordán y habitéis en la tierra que el SEÑOR vuestro Dios os da como heredad, y El os haya dado reposo de todos vuestros enemigos alrededor, y habitéis seguros,
11 entonces sucederá que al lugar que el SEÑOR vuestro Dios escoja para morada de su nombre, allí llevaréis todo lo que yo os mando: vuestros holocaustos y vuestros sacrificios, vuestros diezmos y la ofrenda alzada de vuestra mano, y todo lo escogido de vuestras ofrendas votivas que hayáis prometido al SEÑOR.
12 Y os alegraréis delante del SEÑOR vuestro Dios, vosotros, vuestros hijos y vuestras hijas, vuestros siervos y vuestras siervas, y el levita que esté en vuestras puertas, ya que él no tiene parte ni heredad con vosotros.
13 Cuídate de no ofrecer tus holocaustos en cualquier lugar que veas,
14 sino en el lugar que el SEÑOR escoja en una de tus tribus; allí ofrecerás tus holocaustos, y allí harás todo lo que yo te mando.
15 Sin embargo, podrás matar y comer carne dentro de todas tus puertas, conforme a tu deseo, según la bendición que el SEÑOR tu Dios te ha dado; tanto el inmundo como el limpio podrán comerla, como si fuera de gacela o de ciervo.
16 Sólo que no comeréis la sangre; la derramaréis como agua sobre la tierra.
17 No podrás comer dentro de tus puertas el diezmo de tu grano, de tu mosto o de tu aceite, ni los primogénitos de tus vacas o de tus ovejas, ni ninguna de tus ofrendas votivas que prometas, ni tus ofrendas voluntarias, ni la ofrenda alzada de tu mano;
18 sino que lo comerás delante del SEÑOR tu Dios en el lugar que el SEÑOR tu Dios escoja, tú, tu hijo y tu hija, tu siervo y tu sierva, y el levita que está en tus puertas; y te alegrarás delante del SEÑOR tu Dios de toda la obra de tu mano.
19 Cuídate de no desamparar al levita mientras vivas en tu tierra.
20 Cuando el SEÑOR tu Dios extienda tus límites como te ha prometido, y digas: "Comeré carne", porque deseas comer carne, entonces podrás comer carne según tu deseo.
21 Si está muy lejos de ti el lugar que el SEÑOR tu Dios escoja para poner allí su nombre, entonces podrás matar de tus vacas o de tus ovejas que el SEÑOR te ha dado, como te he mandado, y podrás comer dentro de tus puertas conforme a tu deseo.
22 Como se come la gacela y el ciervo, así la comerás; el inmundo y el limpio podrán comerla igualmente.
23 Solamente asegúrate de no comer la sangre, porque la sangre es la vida, y no comerás la vida con la carne.
24 No la comerás; la derramarás como agua sobre la tierra.
25 No la comerás, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, cuando hagas lo recto a los ojos del SEÑOR.
26 Sólo las cosas sagradas que tengas y tus ofrendas votivas, las tomarás e irás al lugar que el SEÑOR escoja.
27 Y ofrecerás tus holocaustos, la carne y la sangre, sobre el altar del SEÑOR tu Dios; y la sangre de tus sacrificios será derramada sobre el altar del SEÑOR tu Dios, y podrás comer la carne.
28 Guarda y escucha todas estas palabras que yo te mando, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti para siempre, cuando hagas lo bueno y lo recto a los ojos del SEÑOR tu Dios.
29 Cuando el SEÑOR tu Dios extermine delante de ti las naciones adonde vas para desalojarlas, y las desalojes y habites en su tierra,
30 cuídate de no ser entrampado siguiendo su ejemplo, después que hayan sido destruidas delante de ti, y de no buscar sus dioses, diciendo: "¿Cómo servían estas naciones a sus dioses para que yo haga lo mismo?"
31 No actuarás así para con el SEÑOR tu Dios, porque toda acción abominable que el SEÑOR odia, ellos la han hecho para sus dioses; pues aun a sus hijos y a sus hijas queman en el fuego para sus dioses.
32 Cuidarás de hacer todo lo que te mando; no añadirás a ello ni quitarás de ello.
WLC
1 אֵ֠לֶּה הַֽחֻקִּ֣ים וְהַמִּשְׁפָּטִים֮ אֲשֶׁ֣ר תִּשְׁמְר֣וּן לַעֲשׂוֹת֒ בָּאָ֕רֶץ אֲשֶׁר֩ נָתַ֨ן יְהוָ֜ה אֱלֹהֵ֧י אֲבֹתֶ֛יךָ לְךָ֖ לְרִשְׁתָּ֑הּ כָּל־הַיָּמִ֔ים אֲשֶׁר־אַתֶּ֥ם חַיִּ֖ים עַל־הָאֲדָמָֽה׃
2 אַבֵּ֣ד תְּ֠אַבְּדוּן אֶֽת־כָּל־הַמְּקֹמ֞וֹת אֲשֶׁ֧ר עָֽבְדוּ־שָׁ֣ם הַגּוֹיִ֗ם אֲשֶׁ֥ר אַתֶּ֛ם יֹרְשִׁ֥ים אֹתָ֖ם אֶת־אֱלֹהֵיהֶ֑ם עַל־הֶהָרִ֤ים הָֽרָמִים֙ וְעַל־הַגְּבָע֔וֹת וְתַ֖חַת כָּל־עֵ֥ץ רַעֲנָֽן׃
3 וְנִתַּצְתֶּ֣ם אֶת־מִזְבְּחֹתָ֗ם וְשִׁבַּרְתֶּם֙ אֶת־מַצֵּ֣בֹתָ֔ם וַאֲשֵֽׁרֵיהֶם֙ תִּשְׂרְפ֣וּן בָּאֵ֔שׁ וּפְסִילֵ֥י אֱלֹהֵיהֶ֖ם תְּגַדֵּע֑וּן וְאִבַּדְתֶּ֣ם אֶת־שְׁמָ֔ם מִן־הַמָּק֖וֹם הַהֽוּא׃
4 לֹא־תַעֲשׂ֣וּן כֵּ֔ן לַיהוָ֖ה אֱלֹהֵיכֶֽם׃
5 כִּ֠י אִֽם־אֶל־הַמָּק֞וֹם אֲשֶׁר־יִבְחַ֨ר יְהוָ֤ה אֱלֹֽהֵיכֶם֙ מִכָּל־שִׁבְטֵיכֶ֔ם לָשׂ֥וּם אֶת־שְׁמ֖וֹ שָׁ֑ם לְשִׁכְנ֥וֹ תִדְרְשׁ֖וּ וּבָ֥אתָ שָּֽׁמָּה׃
6 וַהֲבֵאתֶ֣ם שָׁ֗מָּה עֹלֹֽתֵיכֶם֙ וְזִבְחֵיכֶ֔ם וְאֵת֙ מַעְשְׂרֹ֣תֵיכֶ֔ם וְאֵ֖ת תְּרוּמַ֣ת יֶדְכֶ֑ם וְנִדְרֵיכֶם֙ וְנִדְבֹ֣תֵיכֶ֔ם וּבְכֹרֹ֥ת בְּקַרְכֶ֖ם וְצֹאנְכֶֽם׃
7 וַאֲכַלְתֶּם־שָׁ֗ם לִפְנֵי֙ יְהוָ֣ה אֱלֹֽהֵיכֶ֔ם וּשְׂמַחְתֶּ֗ם בְּכֹל֙ מִשְׁלַ֣ח יֶדְכֶ֔ם אַתֶּ֖ם וּבָתֵּיכֶ֑ם אֲשֶׁ֥ר בֵּֽרַכְךָ֖ יְהוָ֥ה אֱלֹהֶֽיךָ׃
8 לֹ֣א תַעֲשׂ֔וּן כְּ֠כֹל אֲשֶׁ֨ר אֲנַ֧חְנוּ עֹשִׂ֛ים פֹּ֖ה הַיּ֑וֹם אִ֖ישׁ כָּל־הַיָּשָׁ֥ר בְּעֵינָֽיו׃
9 כִּ֥י לֹא־בָאתֶ֖ם עַד־עָ֑תָּה אֶל־הַמְּנוּחָה֙ וְאֶל־הַֽנַּחֲלָ֔ה אֲשֶׁר־יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ נֹתֵ֥ן לָֽךְ׃
10 וַעֲבַרְתֶּם֮ אֶת־הַיַּרְדֵּן֒ וִישַׁבְתֶּ֣ם בָּאָ֔רֶץ אֲשֶׁר־יְהוָ֥ה אֱלֹהֵיכֶ֖ם מַנְחִ֣יל אֶתְכֶ֑ם וְהֵנִ֨יחַ לָכֶ֧ם מִכָּל־אֹיְבֵיכֶ֛ם מִסָּבִ֖יב וִֽישַׁבְתֶּם־בֶּֽטַח׃
11 וְהָיָ֣ה הַמָּק֗וֹם אֲשֶׁר־יִבְחַר֩ יְהוָ֨ה אֱלֹהֵיכֶ֥ם בּוֹ֙ לְשַׁכֵּ֤ן שְׁמוֹ֙ שָׁ֔ם שָׁ֣מָּה תָבִ֔יאוּ אֵ֛ת כָּל־אֲשֶׁ֥ר אָנֹכִ֖י מְצַוֶּ֣ה אֶתְכֶ֑ם עוֹלֹתֵיכֶ֣ם וְזִבְחֵיכֶ֗ם מַעְשְׂרֹֽתֵיכֶם֙ וּתְרֻמַ֣ת יֶדְכֶ֔ם וְכֹל֙ מִבְחַ֣ר נִדְרֵיכֶ֔ם אֲשֶׁ֥ר תִּדְּר֖וּ לַֽיהוָֽה׃
12 וּשְׂמַחְתֶּ֗ם לִפְנֵי֮ יְהוָ֣ה אֱלֹֽהֵיכֶם֒ אַתֶּ֗ם וּבְנֵיכֶם֙ וּבְנֹ֣תֵיכֶ֔ם וְעַבְדֵיכֶ֖ם וְאַמְהֹתֵיכֶ֑ם וְהַלֵּוִי֙ אֲשֶׁ֣ר בְּשַֽׁעֲרֵיכֶ֔ם כִּ֣י אֵ֥ין ל֛וֹ חֵ֥לֶק וְנַחֲלָ֖ה אִתְּכֶֽם׃
13 הִשָּׁ֣מֶר לְךָ֔ פֶּֽן־תַּעֲלֶ֖ה עֹלֹתֶ֑יךָ בְּכָל־מָק֖וֹם אֲשֶׁ֥ר תִּרְאֶֽה׃
14 כִּ֣י אִם־בַּמָּק֞וֹם אֲשֶׁר־יִבְחַ֤ר יְהוָה֙ בְּאַחַ֣ד שְׁבָטֶ֔יךָ שָׁ֖ם תַּעֲלֶ֣ה עֹלֹתֶ֑יךָ וְשָׁ֣ם תַּעֲשֶׂ֔ה כֹּ֛ל אֲשֶׁ֥ר אָנֹכִ֖י מְצַוֶּֽךָּ׃
15 רַ֡ק בְּכָל־אַוַּ֨ת נַפְשְׁךָ֜ תִּזְבַּ֣ח׀ וְאָכַלְתָּ֣ בָשָׂ֗ר כְּבִרְכַּ֨ת יְהוָ֧ה אֱלֹהֶ֛יךָ אֲשֶׁ֥ר נָֽתַן־לְךָ֖ בְּכָל־שְׁעָרֶ֑יךָ הַטָּמֵ֤א וְהַטָּהוֹר֙ יֹאכְלֶ֔נּוּ כַּצְּבִ֖י וְכָאַיָּֽל׃
16 רַ֥ק הַדָּ֖ם לֹ֣א תֹאכֵ֑לוּ עַל־הָאָ֥רֶץ תִּשְׁפְּכֶ֖נּוּ כַּמָּֽיִם׃
17 לֹא־תוּכַ֞ל לֶאֱכֹ֣ל בִּשְׁעָרֶ֗יךָ מַעְשַׂ֤ר דְּגָֽנְךָ֙ וְתִֽירֹשְׁךָ֣ וְיִצְהָרֶ֔ךָ וּבְכֹרֹ֥ת בְּקָרְךָ֖ וְצֹאנֶ֑ךָ וְכָל־נְדָרֶ֙יךָ֙ אֲשֶׁ֣ר תִּדֹּ֔ר וְנִדְבֹתֶ֖יךָ וּתְרוּמַ֥ת יָדֶֽךָ׃
18 כִּי֩ אִם־לִפְנֵ֨י יְהוָ֣ה אֱלֹהֶיךָ֮ תֹּאכְלֶנּוּ֒ בַּמָּק֗וֹם אֲשֶׁ֨ר יִבְחַ֜ר יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֘יךָ֮ בּוֹ֒ אַתָּ֨ה וּבִנְךָ֤ וּבִתֶּ֙ךָ֙ וְעַבְדְּךָ֣ וַאֲמָתֶ֔ךָ וְהַלֵוִ֖י אֲשֶׁ֣ר בִּשְׁעָרֶ֑יךָ וְשָׂמַחְתָּ֗ לִפְנֵי֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ בְּכֹ֖ל מִשְׁלַ֥ח יָדֶֽךָ׃
19 הִשָּׁ֣מֶר לְךָ֔ פֶּֽן־תַּעֲזֹ֖ב אֶת־הַלֵּוִ֑י כָּל־יָמֶ֖יךָ עַל־אַדְמָתֶֽךָ׃
20 כִּֽי־יַרְחִיב֩ יְהוָ֨ה אֱלֹהֶ֥יךָ אֶֽת־גְּבוּלְךָ֮ כַּאֲשֶׁ֣ר דִּבֶּר־לָךְ֒ וְאָמַרְתָּ֙ אֹכְלָ֣ה בָשָׂ֔ר כִּֽי־תְאַוֶּ֥ה נַפְשְׁךָ֖ לֶאֱכֹ֣ל בָּשָׂ֑ר בְּכָל־אַוַּ֥ת נַפְשְׁךָ֖ תֹּאכַ֥ל בָּשָֽׂר׃
21 כִּֽי־יִרְחַ֨ק מִמְּךָ֜ הַמָּק֗וֹם אֲשֶׁ֨ר יִבְחַ֜ר יְהוָ֣ה אֱלֹהֶיךָ֮ לָשׂ֣וּם שְׁמ֣וֹ שָׁם֒ וְזָבַחְתָּ֞ מִבְּקָרְךָ֣ וּמִצֹּֽאנְךָ֗ אֲשֶׁ֨ר נָתַ֤ן יְהוָה֙ לְךָ֔ כַּאֲשֶׁ֖ר צִוִּיתִ֑ךָ וְאָֽכַלְתָּ֙ בִּשְׁעָרֶ֔יךָ בְּכֹ֖ל אַוַּ֥ת נַפְשֶֽׁךָ׃
22 אַ֗ךְ כַּאֲשֶׁ֨ר יֵאָכֵ֤ל אֶֽת־הַצְּבִי֙ וְאֶת־הָ֣אַיָּ֔ל כֵּ֖ן תֹּאכְלֶ֑נּוּ הַטָּמֵ֤א וְהַטָּהוֹר֙ יַחְדָּ֔ו יֹאכְלֶֽנּוּ׃
23 רַ֣ק חֲזַ֗ק לְבִלְתִּי֙ אֲכֹ֣ל הַדָּ֔ם כִּ֥י הַדָּ֖ם ה֣וּא הַנָּ֑פֶשׁ וְלֹא־תֹאכַ֥ל הַנֶּ֖פֶשׁ עִם־הַבָּשָֽׂר׃
24 לֹ֖א תֹּאכְלֶ֑נּוּ עַל־הָאָ֥רֶץ תִּשְׁפְּכֶ֖נּוּ כַּמָּֽיִם׃
25 לֹ֖א תֹּאכְלֶ֑נּוּ לְמַ֨עַן יִיטַ֤ב לְךָ֙ וּלְבָנֶ֣יךָ אַחֲרֶ֔יךָ כִּֽי־תַעֲשֶׂ֥ה הַיָּשָׁ֖ר בְּעֵינֵ֥י יְהוָֽה׃
26 רַ֧ק קָדָשֶׁ֛יךָ אֲשֶׁר־יִהְי֥וּ לְךָ֖ וּנְדָרֶ֑יךָ תִּשָּׂ֣א וּבָ֔אתָ אֶל־הַמָּק֖וֹם אֲשֶׁר־יִבְחַ֥ר יְהוָֽה׃
27 וְעָשִׂ֤יתָ עֹלֹתֶ֙יךָ֙ הַבָּשָׂ֣ר וְהַדָּ֔ם עַל־מִזְבַּ֖ח יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֑יךָ וְדַם־זְבָחֶ֗יךָ יִשָּׁפֵךְ֙ עַל־מִזְבַּח֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ וְהַבָּשָׂ֖ר תֹּאכֵֽל׃
28 שְׁמֹ֣ר וְשָׁמַעְתָּ֗ אֵ֚ת כָּל־הַדְּבָרִ֣ים הָאֵ֔לֶּה אֲשֶׁ֥ר אָנֹכִ֖י מְצַוֶּ֑ךָּ לְמַעַן֩ יִיטַ֨ב לְךָ֜ וּלְבָנֶ֤יךָ אַֽחֲרֶיךָ֙ עַד־עוֹלָ֔ם כִּ֤י תַעֲשֶׂה֙ הַטּ֣וֹב וְהַיָּשָׁ֔ר בְּעֵינֵ֖י יְהוָ֥ה אֱלֹהֶֽיךָ׃
29 כִּֽי־יַכְרִית֩ יְהוָ֨ה אֱלֹהֶ֜יךָ אֶת־הַגּוֹיִ֗ם אֲשֶׁ֨ר אַתָּ֥ה בָא־שָׁ֛מָּה לָרֶ֥שֶׁת אוֹתָ֖ם מִפָּנֶ֑יךָ וְיָרַשְׁתָּ֣ אֹתָ֔ם וְיָשַׁבְתָּ֖ בְּאַרְצָֽם׃
30 הִשָּׁ֣מֶר לְךָ֗ פֶּן־תִּנָּקֵשׁ֙ אַחֲרֵיהֶ֔ם אַחֲרֵ֖י הִשָּׁמְדָ֣ם מִפָּנֶ֑יךָ וּפֶן־תִּדְרֹ֨שׁ לֵֽאלֹהֵיהֶ֜ם לֵאמֹ֗ר אֵיכָ֨ה יַעַבְד֜וּ הַגּוֹיִ֤ם הָאֵ֙לֶּה֙ אֶת־אֱלֹ֣הֵיהֶ֔ם וְאֶעֱשֶׂה־כֵּ֖ן גַּם־אָֽנִי׃
31 לֹא־תַעֲשֶׂ֣ה כֵ֔ן לַיהוָ֖ה אֱלֹהֶ֑יךָ כִּ֣י כָל־תּוֹעֲבַ֣ת יְהוָ֗ה אֲשֶׁ֣ר שָׂנֵא֙ עָשׂ֣וּ לֵאלֹֽהֵיהֶ֔ם כִּ֣י גַ֤ם אֶת־בְּנֵיהֶם֙ וְאֶת־בְּנֹ֣תֵיהֶ֔ם יִשְׂרְפ֥וּ בָאֵ֖שׁ לֵאלֹהֵיהֶֽם׃
32 אֵ֣ת כָּל־הַדָּבָ֗ר אֲשֶׁ֤ר אָנֹכִי֙ מְצַוֶּ֣ה אֶתְכֶ֔ם אֹת֥וֹ תִשְׁמְר֖וּ לַעֲשׂ֑וֹת לֹא־תֹסֵ֣ף עָלָ֔יו וְלֹ֥א תִגְרַ֖ע מִמֶּֽנּוּ׃
Capítulo 13
Castigo de la idolatría
LBLA
1 Si se levanta en medio de ti un profeta o soñador de sueños, y te anuncia una señal o un prodigio,
2 y la señal o el prodigio se cumple, acerca del cual él te había hablado, diciendo: "Vayamos en pos de otros dioses (a los cuales no has conocido) y sirvámosles",
3 no escucharás las palabras de ese profeta o de ese soñador de sueños; porque el SEÑOR tu Dios te está probando para ver si amas al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma.
4 En pos del SEÑOR vuestro Dios andaréis y a El temeréis; guardaréis sus mandamientos, escucharéis su voz, le serviréis y a El os aferraréis.
5 Pero a ese profeta o a ese soñador de sueños se le dará muerte, por cuanto ha aconsejado rebelión contra el SEÑOR vuestro Dios que te sacó de la tierra de Egipto y te redimió de casa de servidumbre, para apartarte del camino en el cual el SEÑOR tu Dios te mandó andar. Así quitarás el mal de en medio de ti.
6 Si tu hermano, el hijo de tu madre, o tu hijo o tu hija, o la mujer que amas, o tu amigo íntimo, te incita en secreto, diciendo: "Vayamos y sirvamos a otros dioses" (a los cuales ni tú ni tus padres habéis conocido,
7 de los dioses de los pueblos que están alrededor de vosotros, cerca de ti o lejos de ti, de un extremo de la tierra al otro extremo),
8 no cederás a él ni le escucharás; tu ojo no tendrá piedad de él, ni lo perdonarás, ni lo encubrirás,
9 sino que ciertamente lo matarás; tu mano será la primera contra él para darle muerte, y después la mano de todo el pueblo.
10 Lo apedrearás hasta la muerte, porque procuró apartarte del SEÑOR tu Dios que te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre.
11 Entonces todo Israel oirá y temerá, y nunca volverá a hacer una maldad semejante en medio de ti.
12 Si oyes decir en una de tus ciudades que el SEÑOR tu Dios te da para habitar en ellas,
13 que han salido hombres, hijos de Belial, de entre vosotros, y han seducido a los habitantes de su ciudad, diciendo: "Vayamos y sirvamos a otros dioses" (a los cuales no habéis conocido),
14 entonces inquirirás, investigarás y preguntarás con diligencia. Y he aquí, si es verdad y se comprueba que esta abominación se ha hecho en medio de ti,
15 ciertamente herirás a filo de espada a los habitantes de esa ciudad, destruyéndola por completo con todo lo que hay en ella y también su ganado a filo de espada.
16 Entonces reunirás todo su botín en medio de su plaza, y prenderás fuego a la ciudad y a todo su botín, todo ello como ofrenda encendida al SEÑOR tu Dios; y será montón de ruinas para siempre, nunca más será reedificada.
17 No se pegará a tu mano nada de las cosas dedicadas al anatema, para que el SEÑOR se aparte del ardor de su ira y te muestre misericordia, tenga compasión de ti y te multiplique, tal como ha jurado a tus padres,
18 porque has escuchado la voz del SEÑOR tu Dios, guardando todos sus mandamientos que yo te mando hoy, haciendo lo que es recto a los ojos del SEÑOR tu Dios.
WLC
1 כִּֽי־יָק֤וּם בְּקִרְבְּךָ֙ נָבִ֔יא א֖וֹ חֹלֵ֣ם חֲל֑וֹם וְנָתַ֥ן אֵלֶ֛יךָ א֖וֹת א֥וֹ מוֹפֵֽת׃
2 וּבָ֤א הָאוֹת֙ וְהַמּוֹפֵ֔ת אֲשֶׁר־דִּבֶּ֥ר אֵלֶ֖יךָ לֵאמֹ֑ר נֵלְכָ֞ה אַחֲרֵ֨י אֱלֹהִ֧ים אֲחֵרִ֛ים אֲשֶׁ֥ר לֹֽא־יְדַעְתָּ֖ם וְנָעָבְדֵֽם׃
3 לֹ֣א תִשְׁמַ֗ע אֶל־דִּבְרֵי֙ הַנָּבִ֣יא הַה֔וּא א֛וֹ אֶל־חוֹלֵ֥ם הַחֲל֖וֹם הַה֑וּא כִּ֣י מְנַסֶּ֞ה יְהוָ֤ה אֱלֹֽהֵיכֶם֙ אֶתְכֶ֔ם לָדַ֗עַת הֲיִשְׁכֶ֤ם אֹֽהֲבִים֙ אֶת־יְהוָ֣ה אֱלֹהֵיכֶ֔ם בְּכָל־לְבַבְכֶ֖ם וּבְכָל־נַפְשְׁכֶֽם׃
4 אַחֲרֵ֨י יְהוָ֧ה אֱלֹהֵיכֶ֛ם תֵּלֵ֖כוּ וְאֹת֣וֹ תִירָ֑אוּ וְאֶת־מִצְוֺתָ֤יו תִּשְׁמֹ֙רוּ֙ וּבְקֹל֣וֹ תִשְׁמָ֔עוּ וְאֹת֥וֹ תַעֲבֹ֖דוּ וּב֥וֹ תִדְבָּקֽוּן׃
5 וְהַנָּבִ֣יא הַה֡וּא אוֹ֩ חֹלֵ֨ם הַחֲל֜וֹם הַה֣וּא יוּמָ֗ת כִּ֣י דִבֶּר־סָ֠רָה עַל־יְהוָ֨ה אֱלֹהֵיכֶ֜ם הַמּוֹצִ֥יא אֶתְכֶ֣ם׀ מֵאֶ֣רֶץ מִצְרַ֗יִם וְהַפֹּֽדְךָ֙ מִבֵּ֣ית עֲבָדִ֔ים לְהַדִּֽיחֲךָ֙ מִן־הַדֶּ֔רֶךְ אֲשֶׁ֧ר צִוְּךָ֛ יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ לָלֶ֣כֶת בָּ֑הּ וּבִֽעַרְתָּ֥ הָרָ֖ע מִקִּרְבֶּֽךָ׃
6 כִּ֣י יְסִֽיתְךָ֡ אָחִיךָ֩ בֶן־אִמֶּ֨ךָ אֽוֹ־בִנְךָ֣ אֽוֹ־בִתְּךָ֡ א֣וֹ׀ אֵ֣שֶׁת חֵיקֶ֗ךָ א֧וֹ רֵֽעֲךָ֛ אֲשֶׁ֥ר כְּנַפְשְׁךָ֖ בַּסֵּ֣תֶר לֵאמֹ֑ר נֵֽלְכָ֗ה וְנַֽעַבְדָה֙ אֱלֹהִ֣ים אֲחֵרִ֔ים אֲשֶׁר֙ לֹ֣א יָדַ֔עְתָּ אַתָּ֖ה וַאֲבֹתֶֽיךָ׃
7 מֵאֱלֹהֵ֣י הָֽעַמִּ֗ים אֲשֶׁר֙ סְבִיבֹ֣תֵיכֶ֔ם הַקְּרֹבִ֣ים אֵלֶ֔יךָ א֖וֹ הָרְחֹקִ֣ים מִמֶּ֑ךָּ מִקְצֵ֥ה הָאָ֖רֶץ וְעַד־קְצֵ֥ה הָאָֽרֶץ׃
8 לֹא־תֹאבֶ֣ה ל֔וֹ וְלֹ֥א תִשְׁמַ֖ע אֵלָ֑יו וְלֹא־תָח֤וֹס עֵֽינְךָ֙ עָלָ֔יו וְלֹֽא־תַחְמֹ֥ל וְלֹֽא־תְכַסֶּ֖ה עָלָֽיו׃
9 כִּ֤י הָרֹג֙ תַּֽהַרְגֶ֔נּוּ יָדְךָ֛ תִּֽהְיֶה־בּ֥וֹ בָרִאשׁוֹנָ֖ה לַהֲמִית֑וֹ וְיַ֥ד כָּל־הָעָ֖ם בָּאַחֲרֹנָֽה׃
10 וּסְקַלְתּ֥וֹ בָאֲבָנִ֖ים וָמֵ֑ת כִּ֣י בִקֵּ֗שׁ לְהַדִּֽיחֲךָ֙ מֵעַל֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ הַמּוֹצִיאֲךָ֛ מֵאֶ֥רֶץ מִצְרַ֖יִם מִבֵּ֥ית עֲבָדִֽים׃
11 וְכָל־יִשְׂרָאֵ֔ל יִשְׁמְע֖וּ וְיִֽרָא֑וּן וְלֹֽא־יוֹסִ֣פוּ לַעֲשׂ֗וֹת כַּדָּבָ֥ר הָרָ֛ע הַזֶּ֖ה בְּקִרְבֶּֽךָ׃
12 כִּֽי־תִשְׁמַ֞ע בְּאַחַ֣ת עָרֶ֗יךָ אֲשֶׁר֩ יְהוָ֨ה אֱלֹהֶ֜יךָ נֹתֵ֥ן לְךָ֛ לָשֶׁ֥בֶת שָׁ֖ם לֵאמֹֽר׃
13 יָצְא֞וּ אֲנָשִׁ֤ים בְּנֵֽי־בְלִיַּ֙עַל֙ מִקִּרְבֶּ֔ךָ וַיַּדִּ֛יחוּ אֶת־יֹשְׁבֵ֥י עִירָ֖ם לֵאמֹ֑ר נֵלְכָ֗ה וְנַעַבְדָ֛ה אֱלֹהִ֥ים אֲחֵרִ֖ים אֲשֶׁ֥ר לֹא־יְדַעְתֶּֽם׃
14 וְדָרַשְׁתָּ֧ וְחָקַרְתָּ֛ וְשָׁאַלְתָּ֖ הֵיטֵ֑ב וְהִנֵּ֤ה אֱמֶת֙ נָכ֣וֹן הַדָּבָ֔ר נֶעֶשְׂתָ֛ה הַתּוֹעֵבָ֥ה הַזֹּ֖את בְּקִרְבֶּֽךָ׃
15 הַכֵּ֣ה תַכֶּ֗ה אֶת־יֹֽשְׁבֵ֛י הָעִ֥יר הַהִ֖וא לְפִי־חָ֑רֶב הַחֲרֵ֨ם אֹתָ֧הּ וְאֶת־כָּל־אֲשֶׁר־בָּ֛הּ וְאֶת־בְּהֶמְתָּ֖הּ לְפִי־חָֽרֶב׃
16 וְאֶת־כָּל־שְׁלָלָ֗הּ תִּקְבֹּץ֮ אֶל־תּ֣וֹךְ רְחֹבָהּ֒ וְשָׂרַפְתָּ֨ בָאֵ֜שׁ אֶת־הָעִ֤יר וְאֶת־כָּל־שְׁלָלָהּ֙ כָּלִ֔יל לַיהוָ֖ה אֱלֹהֶ֑יךָ וְהָיְתָה֙ תֵּ֣ל עוֹלָ֔ם לֹ֥א תִבָּנֶ֖ה עֽוֹד׃
17 וְלֹא־יִדְבַּ֧ק בְּיָדְךָ֛ מְא֖וּמָה מִן־הַחֵ֑רֶם לְמַעַן֩ יָשׁ֨וּב יְהוָ֜ה מֵחֲר֣וֹן אַפּ֗וֹ וְנָֽתַן־לְךָ֤ רַחֲמִים֙ וְרִֽחַמְךָ֣ וְהִרְבֶּ֔ךָ כַּאֲשֶׁ֥ר נִשְׁבַּ֖ע לַאֲבֹתֶֽיךָ׃
18 כִּ֣י תִשְׁמַ֗ע בְּקוֹל֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ לִשְׁמֹר֙ אֶת־כָּל־מִצְוֺתָ֔יו אֲשֶׁ֛ר אָנֹכִ֥י מְצַוְּךָ֖ הַיּ֑וֹם לַעֲשׂוֹת֙ הַיָּשָׁ֔ר בְּעֵינֵ֖י יְהוָ֥ה אֱלֹהֶֽיךָ׃
Capítulo 14
Alimentos limpios e inmundos
LBLA
1 Vosotros sois hijos del SEÑOR vuestro Dios; no os cortaréis, ni os raparéis la frente por causa de un muerto.
2 Porque pueblo santo eres al SEÑOR tu Dios, y el SEÑOR te ha escogido para que le seas un pueblo de su exclusiva posesión entre todos los pueblos que hay sobre la faz de la tierra.
3 No comerás nada abominable.
4 Estos son los animales que podréis comer: el buey, la oveja, la cabra,
5 el ciervo, la gacela, el corzo, la cabra montés, el íbice, el antílope y la oveja montés.
6 Y todo animal de pezuñas divididas, partidas en mitades, que rumia, entre los animales, ese podréis comer.
7 Sin embargo, estos no comeréis de entre los que rumian o de entre los que tienen la pezuña dividida: el camello, la liebre y el conejo, porque aunque rumian, no tienen la pezuña dividida; son inmundos para vosotros.
8 También el cerdo, porque aunque tiene pezuña dividida, no rumia; es inmundo para vosotros. No comeréis su carne ni tocaréis sus cuerpos muertos.
9 Estos podréis comer de todo lo que hay en el agua: todo lo que tiene aletas y escamas podréis comer,
10 pero todo lo que no tiene aletas y escamas no comeréis; es inmundo para vosotros.
11 Podréis comer toda ave limpia.
12 Pero estas son las que no comeréis: el águila, el quebrantahuesos, el águila marina,
13 el buitre, el halcón y el milano según su especie,
14 todo cuervo según su especie,
15 el avestruz, la lechuza, la gaviota, el gavilán según su especie,
16 el búho, el ibis, el cisne,
17 el pelícano, el buitre egipcio, el somormujo,
18 la cigüeña, la garza según su especie, la abubilla y el murciélago.
19 Y todos los insectos alados son inmundos para vosotros; no se comerán.
20 Podréis comer toda ave limpia.
21 No comeréis ningún animal que se encuentre muerto. Lo podrás dar al forastero que está en tus ciudades, para que lo coma, o lo podrás vender a un extranjero, porque tú eres pueblo santo al SEÑOR tu Dios. No cocerás el cabrito en la leche de su madre.
22 Ciertamente darás el diezmo de todo el producto de tu semilla, de lo que brote del campo cada año.
23 Y comerás en la presencia del SEÑOR tu Dios, en el lugar que El escoja para poner allí su nombre, el diezmo de tu grano, de tu mosto, de tu aceite y de los primogénitos de tus vacas y de tus ovejas, para que aprendas a temer siempre al SEÑOR tu Dios.
24 Y si el camino es tan largo para ti que no puedas llevar el diezmo por estar muy lejos de ti el lugar donde el SEÑOR tu Dios escoja para poner allí su nombre, cuando el SEÑOR tu Dios te bendiga,
25 entonces lo cambiarás por dinero, y tomarás el dinero en tu mano e irás al lugar que el SEÑOR tu Dios escoja.
26 Y podrás gastar el dinero en todo lo que tu corazón apetezca: vacas, ovejas, vino, sidra, o cualquier otra cosa que tu corazón desee; y allí comerás en la presencia del SEÑOR tu Dios y te alegrarás tú y tu casa.
27 Además, no abandonarás al levita que está en tus ciudades, pues él no tiene parte ni heredad contigo.
28 Al fin de cada tres años sacarás todo el diezmo de tus productos de aquel año y lo depositarás en tus ciudades.
29 Y vendrá el levita, que no tiene parte ni heredad contigo, y el forastero, el huérfano y la viuda que están en tus ciudades, y comerán y se saciarán, para que el SEÑOR tu Dios te bendiga en toda obra que tu mano haga.
WLC
1 בָּנִ֣ים אַתֶּ֔ם לַיהוָ֖ה אֱלֹהֵיכֶ֑ם לֹ֣א תִתְגֹּֽדְד֗וּ וְלֹֽא־תָשִׂ֧ימוּ קָרְחָ֛ה בֵּ֥ין עֵינֵיכֶ֖ם לָמֵֽת׃
2 כִּ֣י עַ֤ם קָדוֹשׁ֙ אַתָּ֔ה לַיהוָ֖ה אֱלֹהֶ֑יךָ וּבְךָ֞ בָּחַ֣ר יְהוָ֗ה לִֽהְי֥וֹת לוֹ֙ לְעַ֣ם סְגֻלָּ֔ה מִכֹּל֙ הָֽעַמִּ֔ים אֲשֶׁ֖ר עַל־פְּנֵ֥י הָאֲדָמָֽה׃
3 לֹ֥א תֹאכַ֖ל כָּל־תּוֹעֵבָֽה׃
4 זֹ֥את הַבְּהֵמָ֖ה אֲשֶׁ֣ר תֹּאכֵ֑לוּ שׁ֕וֹר שֵׂ֥ה כְשָׂבִ֖ים וְשֵׂ֥ה עִזִּֽים׃
5 אַיָּ֥ל וּצְבִ֖י וְיַחְמ֑וּר וְאַקּ֥וֹ וְדִישֹׁ֖ן וּתְא֥וֹ וָזָֽמֶר׃
6 וְכָל־בְּהֵמָ֞ה מַפְרֶ֣סֶת פַּרְסָ֗ה וְשֹׁסַ֤עַת שֶׁ֙סַע֙ שְׁתֵּ֣י פְרָס֔וֹת מַעֲלַ֥ת גֵּרָ֖ה בַּבְּהֵמָ֑ה אֹתָ֖הּ תֹּאכֵֽלוּ׃
7 אַ֣ךְ אֶת־זֶ֞ה לֹ֤א תֹאכְלוּ֙ מִמַּעֲלֵ֣י הַגֵּרָ֔ה וּמִמַּפְרִיסֵ֥י הַפַּרְסָ֖ה הַשְּׁסוּעָ֑ה אֶֽת־הַ֠גָּמָל וְאֶת־הָאַרְנֶ֨בֶת וְאֶת־הַשָּׁפָ֜ן כִּֽי־מַעֲלֵ֧ה גֵרָ֣ה הֵ֗מָּה וּפַרְסָה֙ לֹ֣א הִפְרִ֔יסוּ טְמֵאִ֥ים הֵ֖ם לָכֶֽם׃
8 וְאֶת־הַ֠חֲזִיר כִּֽי־מַפְרִ֨יס פַּרְסָ֥ה הוּא֙ וְלֹ֣א גֵרָ֔ה טָמֵ֥א ה֖וּא לָכֶ֑ם מִבְּשָׂרָם֙ לֹ֣א תֹאכֵ֔לוּ וּבְנִבְלָתָ֖ם לֹ֥א תִגָּֽעוּ׃
9 אֶת־זֶה֙ תֹּאכְל֔וּ מִכֹּ֖ל אֲשֶׁ֣ר בַּמָּ֑יִם כֹּ֧ל אֲשֶׁר־ל֛וֹ סְנַפִּ֥יר וְקַשְׂקֶ֖שֶׂת תֹּאכֵֽלוּ׃
10 וְכֹ֨ל אֲשֶׁ֧ר אֵֽין־ל֛וֹ סְנַפִּ֥יר וְקַשְׂקֶ֖שֶׂת לֹ֣א תֹאכֵ֑לוּ טָמֵ֥א ה֖וּא לָכֶֽם׃
11 כָּל־צִפּ֥וֹר טְהֹרָ֖ה תֹּאכֵֽלוּ׃
12 וְזֶ֕ה אֲשֶׁ֥ר לֹא־תֹאכְל֖וּ מֵהֶ֑ם הַנֶּ֥שֶׁר וְהַפֶּ֖רֶס וְהָעָזְנִיָּֽה׃
13 וְהָרָאָה֙ וְאֶת־הָ֣אַיָּ֔ה וְהַדַּיָּ֖ה לְמִינָֽהּ׃
14 וְאֵ֥ת כָּל־עֹרֵ֖ב לְמִינֽוֹ׃
15 וְאֵת֙ בַּ֣ת הַֽיַּעֲנָ֔ה וְאֶת־הַתַּחְמָ֖ס וְאֶת־הַשָּׁ֑חַף וְאֶת־הַנֵּ֖ץ לְמִינֵֽהוּ׃
16 אֶת־הַכּ֥וֹס וְאֶת־הַיַּנְשׁ֖וּף וְהַתִּנְשָֽׁמֶת׃
17 וְהַקָּאָ֥ת וְאֶֽת־הָרָחָ֖מָה וְאֶת־הַשָּׁלָֽךְ׃
18 וְהַחֲסִידָה֙ וְהָאֲנָפָ֖ה לְמִינָ֑הּ וְהַדּוּכִיפַ֖ת וְהָעֲטַלֵּֽף׃
19 וְכֹל֙ שֶׁ֣רֶץ הָע֔וֹף טָמֵ֥א ה֖וּא לָכֶ֑ם לֹ֖א יֵאָכֵֽלוּ׃
20 כָּל־ע֥וֹף טָה֖וֹר תֹּאכֵֽלוּ׃
21 לֹ֣א תֹאכְל֣וּ כָל־נְ֠בֵלָה לַגֵּ֨ר אֲשֶׁר־בִּשְׁעָרֶ֜יךָ תִּתְּנֶ֣נָּה וַאֲכָלָ֗הּ א֤וֹ מָכֹר֙ לְנָכְרִ֔י כִּ֣י עַ֤ם קָדוֹשׁ֙ אַתָּ֔ה לַיהוָ֖ה אֱלֹהֶ֑יךָ לֹא־תְבַשֵּׁ֥ל גְּדִ֖י בַּחֲלֵ֥ב אִמּֽוֹ׃
22 עַשֵּׂ֣ר תְּעַשֵּׂ֔ר אֵ֖ת כָּל־תְּבוּאַ֣ת זַרְעֶ֑ךָ הַיֹּצֵ֥א הַשָּׂדֶ֖ה שָׁנָ֥ה שָׁנָֽה׃
23 וְאָכַלְתָּ֞ לִפְנֵ֣י׀ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֗יךָ בַּמָּק֣וֹם אֲשֶׁר־יִבְחַר֮ לְשַׁכֵּ֣ן שְׁמ֣וֹ שָׁם֒ מַעְשַׂ֤ר דְּגָֽנְךָ֙ תִּֽירֹשְׁךָ֣ וְיִצְהָרֶ֔ךָ וּבְכֹרֹ֥ת בְּקָרְךָ֖ וְצֹאנֶ֑ךָ לְמַ֣עַן תִּלְמַ֗ד לְיִרְאָ֛ה אֶת־יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ כָּל־הַיָּמִֽים׃
24 וְכִֽי־יִרְבֶּ֨ה מִמְּךָ֜ הַדֶּ֗רֶךְ כִּ֣י לֹ֣א תוּכַל֮ שְׂאֵתוֹ֒ כִּֽי־יִרְחַ֤ק מִמְּךָ֙ הַמָּק֔וֹם אֲשֶׁ֤ר יִבְחַר֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ לָשׂ֥וּם שְׁמ֖וֹ שָׁ֑ם כִּ֥י יְבָרֶכְךָ֖ יְהוָ֥ה אֱלֹהֶֽיךָ׃
25 וְנָתַתָּ֖ה בַּכָּ֑סֶף וְצַרְתָּ֤ הַכֶּ֙סֶף֙ בְּיָ֣דְךָ֔ וְהָֽלַכְתָּ֙ אֶל־הַמָּק֔וֹם אֲשֶׁ֥ר יִבְחַ֛ר יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ בּֽוֹ׃
26 וְנָתַתָּ֣ה הַכֶּ֡סֶף בְּכֹל֩ אֲשֶׁר־תְּאַוֶּ֨ה נַפְשְׁךָ֜ בַּבָּקָ֣ר וּבַצֹּ֗אן וּבַיַּ֙יִן֙ וּבַשֵּׁכָ֔ר וּבְכֹ֛ל אֲשֶׁ֥ר תִּֽשְׁאָלְךָ֖ נַפְשֶׁ֑ךָ וְאָכַ֣לְתָּ שָּׁ֗ם לִפְנֵי֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ וְשָׂמַחְתָּ֖ אַתָּ֥ה וּבֵיתֶֽךָ׃
27 וְהַלֵּוִ֥י אֲשֶׁר־בִּשְׁעָרֶ֖יךָ לֹ֣א תַֽעַזְבֶ֑נּוּ כִּ֣י אֵ֥ין ל֛וֹ חֵ֥לֶק וְנַחֲלָ֖ה עִמָּֽךְ׃
28 מִקְצֵ֣ה׀ שָׁלֹ֣שׁ שָׁנִ֗ים תּוֹצִיא֙ אֶת־כָּל־מַעְשַׂר֙ תְּבוּאָ֣תְךָ֔ בַּשָּׁנָ֖ה הַהִ֑וא וְהִנַּחְתָּ֖ בִּשְׁעָרֶֽיךָ׃
29 וּבָ֣א הַלֵּוִ֡י כִּ֣י אֵֽין־לוֹ֩ חֵ֨לֶק וְנַחֲלָ֜ה עִמָּ֗ךְ וְ֠הַגֵּר וְהַיָּת֤וֹם וְהָֽאַלְמָנָה֙ אֲשֶׁ֣ר בִּשְׁעָרֶ֔יךָ וְאָכְל֖וּ וְשָׂבֵ֑עוּ לְמַ֤עַן יְבָרֶכְךָ֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ בְּכָל־מַעֲשֵׂ֥ה יָדְךָ֖ אֲשֶׁ֥ר תַּעֲשֶֽׂה׃
Capítulo 15
El año de remisión
LBLA
1 Al fin de cada siete años harás remisión de deudas.
2 Y esta es la forma de la remisión: todo acreedor hará remisión del préstamo que haya hecho a su prójimo; no lo exigirá de su prójimo ni de su hermano, porque se ha proclamado la remisión del SEÑOR.
3 Del extranjero podrás exigirlo, pero lo que poseas con tu hermano lo perdonará tu mano,
4 para que así no haya pobre entre vosotros; pues el SEÑOR ciertamente te bendecirá en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da por heredad para que la poseas,
5 sólo si escuchas fielmente la voz del SEÑOR tu Dios, para guardar cuidadosamente todo este mandamiento que te ordeno hoy.
6 Porque el SEÑOR tu Dios te bendecirá como te ha prometido, y tú prestarás a muchas naciones, pero no tomarás prestado; dominarás a muchas naciones, pero ellas no te dominarán a ti.
7 Si hay algún pobre entre tus hermanos en alguna de tus ciudades en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da, no endurecerás tu corazón, ni cerrarás tu mano a tu hermano pobre,
8 sino que le abrirás generosamente tu mano, y le prestarás lo suficiente para la necesidad que tenga.
9 Cuídate de que no haya pensamiento perverso en tu corazón, diciendo: "El séptimo año, el año de remisión, está cerca", y mires con malos ojos a tu hermano pobre, y no le des nada; porque él podrá clamar al SEÑOR contra ti, y esto te será pecado.
10 Generosamente le darás, y tu corazón no se entristecerá cuando le des, porque por ello te bendecirá el SEÑOR tu Dios en todo tu trabajo y en todo lo que emprendas.
11 Pues nunca dejará de haber pobres en la tierra; por eso yo te ordeno, diciendo: "Generosamente abrirás tu mano a tu hermano, al necesitado y al pobre en tu tierra."
12 Si tu hermano, un hebreo o una hebrea, se te vende, te servirá seis años, pero en el séptimo año lo dejarás ir libre.
13 Y cuando lo dejes ir libre, no lo enviarás con las manos vacías.
14 Lo abastecerás liberalmente de tu rebaño, de tu era y de tu lagar; le darás como el SEÑOR tu Dios te haya bendecido.
15 Y recordarás que tú fuiste esclavo en la tierra de Egipto, y que el SEÑOR tu Dios te rescató; por tanto, yo te mando esto hoy.
16 Y sucederá que si él te dice: "No me iré de tu lado", porque te ama a ti y a tu casa, ya que le va bien contigo,
17 entonces tomarás una lezna y horadarás su oreja contra la puerta, y será tu siervo para siempre. Y también harás lo mismo con tu sierva.
18 No te parezca duro cuando lo dejes ir libre, porque te ha dado seis años con doble del servicio de un jornalero; así el SEÑOR tu Dios te bendecirá en todo lo que hagas.
19 Todo primogénito macho que nazca de tus vacas o de tus ovejas consagrarás al SEÑOR tu Dios; no trabajarás con el primogénito de tus vacas, ni trasquilarás al primogénito de tus ovejas.
20 Lo comerás tú y tu familia cada año delante del SEÑOR tu Dios en el lugar que el SEÑOR escoja.
21 Pero si tiene algún defecto, si es cojo o ciego, o tiene cualquier defecto grave, no lo sacrificarás al SEÑOR tu Dios.
22 Lo comerás dentro de tus puertas; el inmundo y el limpio por igual lo pueden comer, como la gacela o el ciervo.
23 Sólo que no comerás su sangre; la derramarás como agua sobre la tierra.
WLC
1 מִקֵּ֥ץ שֶֽׁבַע־שָׁנִ֖ים תַּעֲשֶׂ֥ה שְׁמִטָּֽה׃
2 וְזֶה֮ דְּבַ֣ר הַשְּׁמִטָּה֒ שָׁמ֗וֹט כָּל־בַּ֙עַל֙ מַשֵּׁ֣ה יָד֔וֹ אֲשֶׁ֥ר יַשֶּׁ֖ה בְּרֵעֵ֑הוּ לֹֽא־יִגֹּ֤שׂ אֶת־רֵעֵ֙הוּ֙ וְאֶת־אָחִ֔יו כִּֽי־קָרָ֥א שְׁמִטָּ֖ה לַיהוָֽה׃
3 אֶת־הַנָּכְרִ֖י תִּגֹּ֑שׂ וַאֲשֶׁ֨ר יִהְיֶ֥ה לְךָ֛ אֶת־אָחִ֖יךָ תַּשְׁמֵ֥ט יָדֶֽךָ׃
4 אֶ֕פֶס כִּ֛י לֹ֥א יִֽהְיֶה־בְּךָ֖ אֶבְי֑וֹן כִּֽי־בָרֵ֤ךְ יְבָֽרֶכְךָ֙ יְהוָ֔ה בָּאָ֕רֶץ אֲשֶׁר֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ נֹתֵן־לְךָ֥ נַחֲלָ֖ה לְרִשְׁתָּֽהּ׃
5 רַ֚ק אִם־שָׁמ֣וֹעַ תִּשְׁמַ֔ע בְּק֖וֹל יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֑יךָ לִשְׁמֹ֤ר לַעֲשׂוֹת֙ אֶת־כָּל־הַמִּצְוָ֣ה הַזֹּ֔את אֲשֶׁ֛ר אָנֹכִ֥י מְצַוְּךָ֖ הַיּֽוֹם׃
6 כִּֽי־יְהוָ֤ה אֱלֹהֶ֙יךָ֙ בֵּֽרַכְךָ֔ כַּאֲשֶׁ֖ר דִּבֶּר־לָ֑ךְ וְהַעֲבַטְתָּ֞ גּוֹיִ֣ם רַבִּ֗ים וְאַתָּה֙ לֹ֣א תַעֲבֹ֔ט וּמָֽשַׁלְתָּ֙ בְּגוֹיִ֣ם רַבִּ֔ים וּבְךָ֖ לֹ֥א יִמְשֹֽׁלוּ׃
7 כִּֽי־יִהְיֶה֩ בְךָ֨ אֶבְי֜וֹן מֵאַחַ֤ד אַחֶ֙יךָ֙ בְּאַחַ֣ד שְׁעָרֶ֔יךָ בְּאַ֨רְצְךָ֔ אֲשֶׁר־יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ נֹתֵ֣ן לָ֑ךְ לֹ֧א תְאַמֵּ֣ץ אֶת־לְבָבְךָ֗ וְלֹ֤א תִקְפֹּץ֙ אֶת־יָ֣דְךָ֔ מֵאָחִ֖יךָ הָאֶבְיֽוֹן׃
8 כִּֽי־פָתֹ֧חַ תִּפְתַּ֛ח אֶת־יָדְךָ֖ ל֑וֹ וְהַעֲבֵט֙ תַּעֲבִיטֶ֔נּוּ דֵּ֚י מַחְסֹר֔וֹ אֲשֶׁ֥ר יֶחְסַ֖ר לֽוֹ׃
9 הִשָּׁ֣מֶר לְ֡ךָ פֶּן־יִהְיֶ֣ה דָבָר֩ עִם־לְבָבְךָ֨ בְלִיַּ֜עַל לֵאמֹ֗ר קָֽרְבָ֣ה שְׁנַֽת־הַשֶּׁבַע֮ שְׁנַ֣ת הַשְּׁמִטָּה֒ וְרָעָ֣ה עֵֽינְךָ֗ בְּאָחִ֙יךָ֙ הָֽאֶבְי֔וֹן וְלֹ֥א תִתֵּ֖ן ל֑וֹ וְקָרָ֤א עָלֶ֙יךָ֙ אֶל־יְהוָ֔ה וְהָיָ֥ה בְךָ֖ חֵֽטְא׃
10 נָת֤וֹן תִּתֵּן֙ ל֔וֹ וְלֹא־יֵרַ֥ע לְבָבְךָ֖ בְּתִתְּךָ֣ ל֑וֹ כִּ֞י בִּגְלַ֣ל׀ הַדָּבָ֣ר הַזֶּ֗ה יְבָרֶכְךָ֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ בְּכָֽל־מַעֲשֶׂ֔ךָ וּבְכֹ֖ל מִשְׁלַ֥ח יָדֶֽךָ׃
11 כִּ֛י לֹא־יֶחְדַּ֥ל אֶבְי֖וֹן מִקֶּ֣רֶב הָאָ֑רֶץ עַל־כֵּ֞ן אָנֹכִ֤י מְצַוְּךָ֙ לֵאמֹ֔ר פָּ֠תֹחַ תִּפְתַּ֨ח אֶת־יָדְךָ֜ לְאָחִ֧יךָ לַעֲנִיֶּ֛ךָ וּלְאֶבְיֹנְךָ֖ בְּאַרְצֶֽךָ׃
12 כִּֽי־יִמָּכֵ֨ר לְךָ֜ אָחִ֣יךָ הָעִבְרִ֗י א֚וֹ הָֽעִבְרִיָּ֔ה וַעֲבָֽדְךָ֖ שֵׁ֣שׁ שָׁנִ֑ים וּבַשָּׁנָה֙ הַשְּׁבִיעִ֔ת תְּשַׁלְּחֶ֥נּוּ חָפְשִׁ֖י מֵעִמָּֽךְ׃
13 וְכִֽי־תְשַׁלְּחֶ֥נּוּ חָפְשִׁ֖י מֵעִמָּ֑ךְ לֹ֥א תְשַׁלְּחֶ֖נּוּ רֵיקָֽם׃
14 הַעֲנֵ֤יק תַּעֲנִיק֙ ל֔וֹ מִצֹּ֣אנְךָ֔ וּמִֽגָּרְנְךָ֖ וּמִיִּקְבֶ֑ךָ אֲשֶׁ֧ר בֵּרַכְךָ֛ יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ תִּתֶּן־לֽוֹ׃
15 וְזָכַרְתָּ֗ כִּ֣י עֶ֤בֶד הָיִ֙יתָ֙ בְּאֶ֣רֶץ מִצְרַ֔יִם וַֽיִּפְדְּךָ֖ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֑יךָ עַל־כֵּ֞ן אָנֹכִ֧י מְצַוְּךָ֛ אֶת־הַדָּבָ֥ר הַזֶּ֖ה הַיּֽוֹם׃
16 וְהָיָה֙ כִּֽי־יֹאמַ֣ר אֵלֶ֔יךָ לֹ֥א אֵצֵ֖א מֵעִמָּ֑ךְ כִּ֤י אֲהֵֽבְךָ֙ וְאֶת־בֵּיתֶ֔ךָ כִּי־ט֥וֹב ל֖וֹ עִמָּֽךְ׃
17 וְלָקַחְתָּ֣ אֶת־הַמַּרְצֵ֗עַ וְנָתַתָּ֤ה בְאָזְנוֹ֙ וּבַדֶּ֔לֶת וְהָיָ֥ה לְךָ֖ עֶ֣בֶד עוֹלָ֑ם וְאַ֥ף לַאֲמָתְךָ֖ תַּעֲשֶׂה־כֵּֽן׃
18 לֹא־יִקְשֶׁ֣ה בְעֵינֶ֗ךָ בְּשַׁלֵּֽחֲךָ֨ אֹת֤וֹ חָפְשִׁי֙ מֵֽעִמָּ֔ךְ כִּ֗י מִשְׁנֶה֙ שְׂכַ֣ר שָׂכִ֔יר עֲבָֽדְךָ֖ שֵׁ֣שׁ שָׁנִ֑ים וּבֵֽרַכְךָ֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ בְּכֹ֖ל אֲשֶׁ֥ר תַּעֲשֶֽׂה׃
19 כָּֽל־הַבְּכ֡וֹר אֲשֶׁר֩ יִוָּלֵ֨ד בִּבְקָרְךָ֤ וּבְצֹֽאנְךָ֙ הַזָּכָ֔ר תַּקְדִּ֖ישׁ לַיהוָ֣ה אֱלֹהֶ֑יךָ לֹ֤א תַעֲבֹד֙ בִּבְכֹ֣ר שׁוֹרֶ֔ךָ וְלֹ֥א תָגֹ֖ז בְּכ֥וֹר צֹאנֶֽךָ׃
20 לִפְנֵי֩ יְהוָ֨ה אֱלֹהֶ֤יךָ תֹאכֲלֶ֙נּוּ֙ שָׁנָ֣ה בְשָׁנָ֔ה בַּמָּק֖וֹם אֲשֶׁר־יִבְחַ֣ר יְהוָ֑ה אַתָּ֖ה וּבֵיתֶֽךָ׃
21 וְכִֽי־יִהְיֶ֨ה ב֜וֹ מ֗וּם פִּסֵּ֙חַ֙ א֣וֹ עִוֵּ֔ר כֹּ֖ל מ֣וּם רָ֑ע לֹ֣א תִזְבָּחֶ֔נּוּ לַיהוָ֖ה אֱלֹהֶֽיךָ׃
22 בִּשְׁעָרֶ֖יךָ תֹּאכֲלֶ֑נּוּ הַטָּמֵ֤א וְהַטָּהוֹר֙ יַחְדָּ֔ו כַּצְּבִ֖י וְכָאַיָּֽל׃
23 רַ֥ק אֶת־דָּמ֖וֹ לֹ֣א תֹאכֵ֑ל עַל־הָאָ֥רֶץ תִּשְׁפְּכֶ֖נּוּ כַּמָּֽיִם׃
Capítulo 16
Las tres fiestas anuales
LBLA
1 Guarda el mes de Abib y celebra la Pascua al SEÑOR tu Dios, porque en el mes de Abib el SEÑOR tu Dios te sacó de Egipto de noche.
2 Y sacrificarás la Pascua al SEÑOR tu Dios, de las ovejas y de las vacas, en el lugar que el SEÑOR escoja para establecer su nombre.
3 No comerás con ella pan con levadura; siete días comerás con ella pan sin levadura, pan de aflicción (porque aprisa saliste de la tierra de Egipto), para que todos los días de tu vida te acuerdes del día en que saliste de la tierra de Egipto.
4 Y no se verá levadura contigo en todo tu territorio por siete días, ni de la carne que sacrifiques la tarde del primer día quedará hasta la mañana.
5 No podrás sacrificar la Pascua en ninguna de las ciudades que el SEÑOR tu Dios te da,
6 sino en el lugar que el SEÑOR tu Dios escoja para establecer su nombre, sacrificarás la Pascua por la tarde a la puesta del sol, a la hora que saliste de Egipto.
7 Y la cocerás y la comerás en el lugar que el SEÑOR tu Dios escoja, y por la mañana te volverás y regresarás a tu tienda.
8 Seis días comerás pan sin levadura, y el séptimo día habrá asamblea solemne al SEÑOR tu Dios; no harás ningún trabajo.
9 Contarás siete semanas; comenzarás a contar siete semanas desde el momento en que comiences a meter la hoz a las espigas.
10 Entonces celebrarás la fiesta de las semanas al SEÑOR tu Dios con ofrenda voluntaria de tu mano, la cual darás según el SEÑOR tu Dios te haya bendecido.
11 Y te alegrarás delante del SEÑOR tu Dios, tú, tu hijo y tu hija, tu siervo y tu sierva, y el levita que esté en tus ciudades, y el forastero, el huérfano y la viuda que estén en medio de ti, en el lugar que el SEÑOR tu Dios escoja para establecer su nombre.
12 Y te acordarás de que fuiste esclavo en Egipto, y guardarás y cumplirás estos estatutos.
13 Celebrarás la fiesta de los tabernáculos por siete días, cuando hayas recogido el producto de tu era y de tu lagar.
14 Y te alegrarás en tu fiesta, tú, tu hijo y tu hija, tu siervo y tu sierva, y el levita, el forastero, el huérfano y la viuda que estén en tus ciudades.
15 Siete días celebrarás la fiesta al SEÑOR tu Dios en el lugar que el SEÑOR escoja, porque el SEÑOR tu Dios te bendecirá en todos tus productos y en toda la obra de tus manos, y estarás completamente alegre.
16 Tres veces al año se presentará todo varón tuyo delante del SEÑOR tu Dios en el lugar que Él escoja: en la fiesta de los panes sin levadura, en la fiesta de las semanas y en la fiesta de los tabernáculos. Y no se presentarán delante del SEÑOR con las manos vacías;
17 cada uno dará según lo que pueda, conforme a la bendición que el SEÑOR tu Dios te haya dado.
Jueces y justicia
18 Jueces y oficiales pondrás en todas tus ciudades que el SEÑOR tu Dios te da, según tus tribus, y ellos juzgarán al pueblo con juicio justo.
19 No torcerás el derecho; no harás acepción de personas, ni tomarás soborno, porque el soborno ciega los ojos de los sabios y pervierte las palabras de los justos.
20 La justicia, sólo la justicia seguirás, para que vivas y poseas la tierra que el SEÑOR tu Dios te da.
Prohibición de idolatría
21 No plantarás para ti ninguna clase de árbol como Asera junto al altar del SEÑOR tu Dios que te hagas.
22 Ni te levantarás piedra ritual, lo cual aborrece el SEÑOR tu Dios.
WLC
1 שָׁמוֹר֙ אֶת־חֹ֣דֶשׁ הָאָבִ֔יב וְעָשִׂ֣יתָ פֶּ֔סַח לַיהוָ֖ה אֱלֹהֶ֑יךָ כִּ֞י בְּחֹ֣דֶשׁ הָֽאָבִ֗יב הוֹצִ֨יאֲךָ֜ יְהוָ֧ה אֱלֹהֶ֛יךָ מִמִּצְרַ֖יִם לָֽיְלָה׃
2 וְזָבַ֥חְתָּ פֶּ֛סַח לַיהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ צֹ֣אן וּבָקָ֑ר בַּמָּקוֹם֙ אֲשֶׁר־יִבְחַ֣ר יְהוָ֔ה לְשַׁכֵּ֥ן שְׁמ֖וֹ שָֽׁם׃
3 לֹא־תֹאכַ֤ל עָלָיו֙ חָמֵ֔ץ שִׁבְעַ֥ת יָמִ֛ים תֹּֽאכַל־עָלָ֥יו מַצּ֖וֹת לֶ֣חֶם עֹ֑נִי כִּ֣י בְחִפָּז֗וֹן יָצָ֙אתָ֙ מֵאֶ֣רֶץ מִצְרַ֔יִם לְמַ֣עַן תִּזְכֹּ֗ר אֶת־י֤וֹם צֵֽאתְךָ֙ מֵאֶ֣רֶץ מִצְרַ֔יִם כֹּ֖ל יְמֵ֥י חַיֶּֽיךָ׃
4 וְלֹֽא־יֵרָאֶ֨ה לְךָ֥ שְׂאֹ֛ר בְּכָל־גְּבֻלְךָ֖ שִׁבְעַ֣ת יָמִ֑ים וְלֹא־יָלִ֣ין מִן־הַבָּשָׂ֗ר אֲשֶׁ֨ר תִּזְבַּ֥ח בָּעֶ֛רֶב בַּיּ֥וֹם הָרִאשׁ֖וֹן לַבֹּֽקֶר׃
5 לֹ֥א תוּכַ֖ל לִזְבֹּ֣חַ אֶת־הַפָּ֑סַח בְּאַחַ֣ד שְׁעָרֶ֔יךָ אֲשֶׁר־יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ נֹתֵ֥ן לָֽךְ׃
6 כִּ֠י אִֽם־אֶל־הַמָּק֞וֹם אֲשֶׁר־יִבְחַ֨ר יְהוָ֤ה אֱלֹהֶ֙יךָ֙ לְשַׁכֵּ֣ן שְׁמ֔וֹ שָׁ֛ם תִּזְבַּ֥ח אֶת־הַפֶּ֖סַח בָּעָ֑רֶב כְּב֣וֹא הַשֶּׁ֔מֶשׁ מוֹעֵ֖ד צֵֽאתְךָ֥ מִמִּצְרָֽיִם׃
7 וּבִשַּׁלְתָּ֙ וְאָ֣כַלְתָּ֔ בַּמָּק֕וֹם אֲשֶׁ֥ר יִבְחַ֛ר יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ בּ֑וֹ וּפָנִ֣יתָ בַבֹּ֔קֶר וְהָלַכְתָּ֖ לְאֹהָלֶֽיךָ׃
8 שֵׁ֥שֶׁת יָמִ֖ים תֹּאכַ֣ל מַצּ֑וֹת וּבַיּ֣וֹם הַשְּׁבִיעִ֗י עֲצֶ֙רֶת֙ לַיהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ לֹ֥א תַעֲשֶׂ֖ה מְלָאכָֽה׃
9 שִׁבְעָ֥ה שָׁבֻעֹ֖ת תִּסְפָּר־לָ֑ךְ מֵהָחֵ֤ל חֶרְמֵשׁ֙ בַּקָּמָ֔ה תָּחֵ֣ל לִסְפֹּ֔ר שִׁבְעָ֖ה שָׁבֻעֽוֹת׃
10 וְעָשִׂ֜יתָ חַ֤ג שָׁבֻעוֹת֙ לַיהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ מִסַּ֛ת נִדְבַ֥ת יָדְךָ֖ אֲשֶׁ֣ר תִּתֵּ֑ן כַּאֲשֶׁ֥ר יְבָרֶכְךָ֖ יְהוָ֥ה אֱלֹהֶֽיךָ׃
11 וְשָׂמַחְתָּ֞ לִפְנֵ֣י׀ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֗יךָ אַתָּ֨ה וּבִנְךָ֣ וּבִתֶּךָ֮ וְעַבְדְּךָ֣ וַאֲמָתֶךָ֒ וְהַלֵּוִי֙ אֲשֶׁ֣ר בִּשְׁעָרֶ֔יךָ וְהַגֵּ֛ר וְהַיָּת֥וֹם וְהָאַלְמָנָ֖ה אֲשֶׁ֣ר בְּקִרְבֶּ֑ךָ בַּמָּק֗וֹם אֲשֶׁ֤ר יִבְחַר֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ לְשַׁכֵּ֥ן שְׁמ֖וֹ שָֽׁם׃
12 וְזָכַרְתָּ֙ כִּי־עֶ֣בֶד הָיִ֔יתָ בְּמִצְרָ֑יִם וְשָׁמַרְתָּ֣ וְעָשִׂ֔יתָ אֶת־הַֽחֻקִּ֖ים הָאֵֽלֶּה׃
13 חַ֧ג הַסֻּכֹּ֛ת תַּעֲשֶׂ֥ה לְךָ֖ שִׁבְעַ֣ת יָמִ֑ים בְּאָ֨סְפְּךָ֔ מִגָּרְנְךָ֖ וּמִיִּקְבֶֽךָ׃
14 וְשָׂמַחְתָּ֖ בְּחַגֶּ֑ךָ אַתָּ֨ה וּבִנְךָ֤ וּבִתֶּ֙ךָ֙ וְעַבְדְּךָ֣ וַאֲמָתֶ֔ךָ וְהַלֵּוִ֗י וְהַגֵּ֛ר וְהַיָּת֥וֹם וְהָאַלְמָנָ֖ה אֲשֶׁ֥ר בִּשְׁעָרֶֽיךָ׃
15 שִׁבְעַ֣ת יָמִ֗ים תָּחֹג֙ לַיהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ בַּמָּק֖וֹם אֲשֶׁר־יִבְחַ֣ר יְהוָ֑ה כִּ֣י יְבָרֶכְךָ֞ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֗יךָ בְּכֹ֤ל תְּבוּאָֽתְךָ֙ וּבְכֹל֙ מַעֲשֵׂ֣ה יָדֶ֔יךָ וְהָיִ֖יתָ אַ֥ךְ שָׂמֵֽחַ׃
16 שָׁל֣וֹשׁ פְּעָמִ֣ים׀ בַּשָּׁנָ֡ה יֵרָאֶ֨ה כָל־זְכוּרְךָ֜ אֶת־פְּנֵ֣י׀ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֗יךָ בַּמָּקוֹם֙ אֲשֶׁ֣ר יִבְחָ֔ר בְּחַ֧ג הַמַּצּ֛וֹת וּבְחַ֥ג הַשָּׁבֻע֖וֹת וּבְחַ֣ג הַסֻּכּ֑וֹת וְלֹ֧א יֵרָאֶ֛ה אֶת־פְּנֵ֥י יְהוָ֖ה רֵיקָֽם׃
17 אִ֖ישׁ כְּמַתְּנַ֣ת יָד֑וֹ כְּבִרְכַּ֛ת יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ אֲשֶׁ֥ר נָֽתַן־לָֽךְ׃
18 שֹׁפְטִ֣ים וְשֹֽׁטְרִ֗ים תִּֽתֶּן־לְךָ֙ בְּכָל־שְׁעָרֶ֔יךָ אֲשֶׁ֨ר יְהוָ֧ה אֱלֹהֶ֛יךָ נֹתֵ֥ן לְךָ֖ לִשְׁבָטֶ֑יךָ וְשָׁפְט֥וּ אֶת־הָעָ֖ם מִשְׁפַּט־צֶֽדֶק׃
19 לֹא־תַטֶּ֣ה מִשְׁפָּ֔ט לֹ֥א תַכִּ֖יר פָּנִ֑ים וְלֹא־תִקַּ֣ח שֹׁ֔חַד כִּ֣י הַשֹּׁ֗חַד יְעַוֵּר֙ עֵינֵ֣י חֲכָמִ֔ים וִֽיסַלֵּ֖ף דִּבְרֵ֥י צַדִּיקִֽם׃
20 צֶ֥דֶק צֶ֖דֶק תִּרְדֹּ֑ף לְמַ֤עַן תִּֽחְיֶה֙ וְיָרַשְׁתָּ֣ אֶת־הָאָ֔רֶץ אֲשֶׁר־יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ נֹתֵ֥ן לָֽךְ׃
21 לֹֽא־תִטַּ֥ע לְךָ֛ אֲשֵׁרָ֖ה כָּל־עֵ֑ץ אֵ֗צֶל מִזְבַּ֛ח יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ אֲשֶׁ֥ר תַּעֲשֶׂה־לָּֽךְ׃
22 וְלֹֽא־תָקִ֥ים לְךָ֖ מַצֵּבָ֑ה אֲשֶׁ֥ר שָׂנֵ֖א יְהוָ֥ה אֱלֹהֶֽיךָ׃
Capítulo 17
Leyes sobre sacrificios y justicia
LBLA
1 No sacrificarás al SEÑOR tu Dios buey o cordero que tenga defecto o alguna falta, porque eso es abominación al SEÑOR tu Dios.
2 Si se halla en medio de ti, en alguna de las ciudades que el SEÑOR tu Dios te da, un hombre o una mujer que hace lo malo ante los ojos del SEÑOR tu Dios traspasando su pacto,
3 y que va y sirve a otros dioses y los adora, ya sea al sol, o a la luna, o a cualquier astro del ejército del cielo, lo cual yo no he mandado,
4 y si te es dado a conocer y lo oyes, investigarás diligentemente; y si es verdad, si el hecho es cierto, que tal abominación se ha cometido en Israel,
5 entonces sacarás a tus puertas a ese hombre o a esa mujer que haya cometido este mal acto, sea hombre o mujer, y los apedrearás hasta que mueran.
6 Por el testimonio de dos o tres testigos morirá el que haya de morir; no morirá por el testimonio de un solo testigo.
7 La mano de los testigos será la primera contra él para darle muerte, y después la mano de todo el pueblo. Así quitarás el mal de en medio de ti.
Casos difíciles
8 Si un caso es demasiado difícil para ti en cuanto a homicidio, pleito o agravio, siendo asuntos controvertidos dentro de tus puertas, te levantarás y subirás al lugar que el SEÑOR tu Dios escoja.
9 Y vendrás al sacerdote levita y al juez que haya en aquellos días, y los consultarás, y ellos te declararán el veredicto.
10 Y harás según los términos del veredicto que ellos te declaren desde aquel lugar que el SEÑOR escoja; y cuidarás de hacer conforme a todo lo que ellos te enseñen.
11 Según los términos de la ley que ellos te enseñen y según el juicio que te declaren, harás; no te apartarás del veredicto que ellos te declaren, ni a la derecha ni a la izquierda.
12 Y el hombre que actúe con soberbia, no escuchando al sacerdote que está allí para servir al SEÑOR tu Dios, ni al juez, ese hombre morirá; así quitarás el mal de Israel.
13 Y todo el pueblo oirá y temerá, y no actuarán más con soberbia.
Leyes acerca del rey
14 Cuando entres en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da, y tomes posesión de ella y habites en ella, y digas: "Pondré un rey sobre mí como todas las naciones que están alrededor de mí",
15 ciertamente pondrás como rey sobre ti al que el SEÑOR tu Dios escoja. De entre tus hermanos pondrás rey sobre ti; no podrás poner sobre ti a un extranjero que no sea tu hermano.
16 Además, no aumentará para sí caballos, ni hará volver al pueblo a Egipto para aumentar caballos, pues el SEÑOR os ha dicho: "No volveréis más por ese camino".
17 Tampoco aumentará para sí mujeres, no sea que su corazón se desvíe; ni aumentará para sí mucho plata y oro.
18 Y sucederá que cuando se siente sobre el trono de su reino, escribirá para sí en un libro una copia de esta ley, de la que está al cuidado de los sacerdotes levitas.
19 Y estará con él y la leerá todos los días de su vida, para que aprenda a temer al SEÑOR su Dios, observando cuidadosamente todas las palabras de esta ley y estos estatutos,
20 para que su corazón no se eleve sobre sus hermanos, y no se aparte del mandamiento ni a la derecha ni a la izquierda, a fin de que prolongue sus días en su reino, él y sus hijos en medio de Israel.
WLC
1 לֹא־תִזְבַּח֩ לַיהוָ֨ה אֱלֹהֶ֜יךָ שׁ֣וֹר וָשֶׂ֗ה אֲשֶׁ֨ר יִהְיֶ֥ה בוֹ֙ מ֔וּם כֹּ֖ל דָּבָ֣ר רָ֑ע כִּ֧י תוֹעֲבַ֛ת יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ הֽוּא׃
2 כִּֽי־יִמָּצֵ֤א בְקִרְבְּךָ֙ בְּאַחַ֣ד שְׁעָרֶ֔יךָ אֲשֶׁר־יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ נֹתֵ֣ן לָ֑ךְ אִ֣ישׁ אוֹ־אִשָּׁ֗ה אֲשֶׁ֨ר יַעֲשֶׂ֧ה אֶת־הָרַ֛ע בְּעֵינֵ֥י יְהוָֽה־אֱלֹהֶ֖יךָ לַעֲבֹ֥ר בְּרִיתֽוֹ׃
3 וַיֵּ֗לֶךְ וַֽיַּעֲבֹד֙ אֱלֹהִ֣ים אֲחֵרִ֔ים וַיִּשְׁתַּ֖חוּ לָהֶ֑ם וְלַשֶּׁ֣מֶשׁ׀ א֣וֹ לַיָּרֵ֗חַ א֛וֹ לְכָל־צְבָ֥א הַשָּׁמַ֖יִם אֲשֶׁ֥ר לֹא־צִוִּֽיתִי׃
4 וְהֻֽגַּד־לְךָ֖ וְשָׁמָ֑עְתָּ וְדָרַשְׁתָּ֣ הֵיטֵ֔ב וְהִנֵּ֤ה אֱמֶת֙ נָכ֣וֹן הַדָּבָ֔ר נֶעֶשְׂתָ֛ה הַתּוֹעֵבָ֥ה הַזֹּ֖את בְּיִשְׂרָאֵֽל׃
5 וְהֽוֹצֵאתָ֣ אֶת־הָאִ֣ישׁ הַה֡וּא אוֹ֩ אֶת־הָאִשָּׁ֨ה הַהִ֜וא אֲשֶׁ֣ר עָ֠שׂוּ אֶת־הַדָּבָ֨ר הָרָ֤ע הַזֶּה֙ אֶל־שְׁעָרֶ֔יךָ אֶת־הָאִ֕ישׁ א֖וֹ אֶת־הָאִשָּׁ֑ה וּסְקַלְתָּ֥ם בָּאֲבָנִ֖ים וָמֵֽתוּ׃
6 עַל־פִּ֣י׀ שְׁנַ֣יִם עֵדִ֗ים א֛וֹ שְׁלֹשָׁ֥ה עֵדִ֖ים יוּמַ֣ת הַמֵּ֑ת לֹ֣א יוּמַ֔ת עַל־פִּ֖י עֵ֥ד אֶחָֽד׃
7 יַ֣ד הָעֵדִ֞ים תִּֽהְיֶה־בּ֤וֹ בָרִאשֹׁנָה֙ לַהֲמִית֔וֹ וְיַ֥ד כָּל־הָעָ֖ם בָּאַחֲרֹנָ֑ה וּבִֽעַרְתָּ֥ הָרָ֖ע מִקִּרְבֶּֽךָ׃
8 כִּ֣י יִפָּלֵא֩ מִמְּךָ֨ דָבָ֜ר לַמִּשְׁפָּ֗ט בֵּֽין־דָּ֨ם׀ לְדָ֜ם בֵּֽין־דִּ֣ין לְדִ֗ין וּבֵ֥ין נֶ֙גַע֙ לָנֶ֔גַע דִּבְרֵ֥י רִיבֹ֖ת בִּשְׁעָרֶ֑יךָ וְקַמְתָּ֣ וְעָלִ֔יתָ אֶל־הַמָּק֔וֹם אֲשֶׁ֥ר יִבְחַ֛ר יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ בּֽוֹ׃
9 וּבָאתָ֗ אֶל־הַכֹּהֲנִים֙ הַלְוִיִּ֔ם וְאֶ֨ל־הַשֹּׁפֵ֔ט אֲשֶׁ֥ר יִהְיֶ֖ה בַּיָּמִ֣ים הָהֵ֑ם וְדָרַשְׁתָּ֙ וְהִגִּ֣ידוּ לְךָ֔ אֵ֖ת דְּבַ֥ר הַמִּשְׁפָּֽט׃
10 וְעָשִׂ֗יתָ עַל־פִּ֤י הַדָּבָר֙ אֲשֶׁ֣ר יַגִּ֣ידֽוּ לְךָ֔ מִן־הַמָּק֣וֹם הַה֔וּא אֲשֶׁ֥ר יִבְחַ֖ר יְהוָ֑ה וְשָׁמַרְתָּ֣ לַעֲשׂ֔וֹת כְּכֹ֖ל אֲשֶׁ֥ר יוֹרֽוּךָ׃
11 עַל־פִּ֨י הַתּוֹרָ֜ה אֲשֶׁ֣ר יוֹר֗וּךָ וְעַל־הַמִּשְׁפָּ֛ט אֲשֶׁר־יֹאמְר֥וּ לְךָ֖ תַּעֲשֶׂ֑ה לֹ֣א תָס֗וּר מִן־הַדָּבָ֛ר אֲשֶׁר־יַגִּ֥ידֽוּ לְךָ֖ יָמִ֥ין וּשְׂמֹֽאל׃
12 וְהָאִ֞ישׁ אֲשֶׁר־יַעֲשֶׂ֣ה בְזָד֗וֹן לְבִלְתִּ֤י שְׁמֹ֙עַ֙ אֶל־הַכֹּהֵ֔ן הָעֹמֵ֞ד לְשָׁ֤רֵת שָׁם֙ אֶת־יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ א֖וֹ אֶל־הַשֹּׁפֵ֑ט וּמֵת֙ הָאִ֣ישׁ הַה֔וּא וּבִֽעַרְתָּ֥ הָרָ֖ע מִיִּשְׂרָאֵֽל׃
13 וְכָל־הָעָ֖ם יִשְׁמְע֣וּ וְיִרָ֑אוּ וְלֹ֥א יְזִיד֖וּן עֽוֹד׃
14 כִּֽי־תָבֹ֣א אֶל־הָאָ֗רֶץ אֲשֶׁ֨ר יְהוָ֤ה אֱלֹהֶ֙יךָ֙ נֹתֵ֣ן לָ֔ךְ וִֽירִשְׁתָּ֖הּ וְיָשַׁ֣בְתָּה בָּ֑הּ וְאָמַרְתָּ֗ אָשִׂ֤ימָה עָלַי֙ מֶ֔לֶךְ כְּכָל־הַגּוֹיִ֖ם אֲשֶׁ֥ר סְבִיבֹתָֽי׃
15 שׂ֣וֹם תָּשִׂ֤ים עָלֶ֙יךָ֙ מֶ֔לֶךְ אֲשֶׁ֥ר יִבְחַ֛ר יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ בּ֑וֹ מִקֶּ֣רֶב אַחֶ֗יךָ תָּשִׂ֤ים עָלֶ֙יךָ֙ מֶ֔לֶךְ לֹ֣א תוּכַ֗ל לָתֵ֤ת עָלֶ֙יךָ֙ אִ֣ישׁ נָכְרִ֔י אֲשֶׁ֥ר לֹֽא־אָחִ֖יךָ הֽוּא׃
16 רַק֮ לֹא־יַרְבֶּה־לּ֣וֹ סוּסִים֒ וְלֹֽא־יָשִׁ֤יב אֶת־הָעָם֙ מִצְרַ֔יְמָה לְמַ֖עַן הַרְבּ֣וֹת ס֑וּס וַֽיהוָה֙ אָמַ֣ר לָכֶ֔ם לֹ֣א תֹסִפ֗וּן לָשׁ֛וּב בַּדֶּ֥רֶךְ הַזֶּ֖ה עֽוֹד׃
17 וְלֹ֤א יַרְבֶּה־לּוֹ֙ נָשִׁ֔ים וְלֹ֥א יָס֖וּר לְבָב֑וֹ וְכֶ֣סֶף וְזָהָ֔ב לֹ֥א יַרְבֶּה־לּ֖וֹ מְאֹֽד׃
18 וְהָיָ֣ה כְשִׁבְתּ֔וֹ עַ֖ל כִּסֵּ֣א מַמְלַכְתּ֑וֹ וְכָ֨תַב ל֜וֹ אֶת־מִשְׁנֵ֨ה הַתּוֹרָ֤ה הַזֹּאת֙ עַל־סֵ֔פֶר מִלִּפְנֵ֥י הַכֹּהֲנִ֖ים הַלְוִיִּֽם׃
19 וְהָיְתָ֣ה עִמּ֔וֹ וְקָ֥רָא ב֖וֹ כָּל־יְמֵ֣י חַיָּ֑יו לְמַ֣עַן יִלְמַ֗ד לְיִרְאָה֙ אֶת־יְהוָ֣ה אֱלֹהָ֔יו לִ֠שְׁמֹר אֶֽת־כָּל־דִּבְרֵ֞י הַתּוֹרָ֥ה הַזֹּ֛את וְאֶת־הַחֻקִּ֥ים הָאֵ֖לֶּה לַעֲשֹׂתָֽם׃
20 לְבִלְתִּ֤י רוּם־לְבָבוֹ֙ מֵֽאֶחָ֔יו וּלְבִלְתִּ֛י ס֥וּר מִן־הַמִּצְוָ֖ה יָמִ֣ין וּשְׂמֹ֑אול לְמַעַן֩ יַאֲרִ֨יךְ יָמִ֧ים עַל־מַמְלַכְתּ֛וֹ ה֥וּא וּבָנָ֖יו בְּקֶ֥רֶב יִשְׂרָאֵֽל׃
Capítulo 18
Derechos de los sacerdotes y levitas
LBLA
1 Los sacerdotes levitas, toda la tribu de Leví, no tendrán porción ni heredad con Israel; comerán de las ofrendas encendidas al SEÑOR y de la porción que le pertenece.
2 No tendrán heredad entre sus hermanos; el SEÑOR es su heredad, como Él les ha dicho.
3 Y este será el derecho de los sacerdotes de parte del pueblo, de los que ofrecen un sacrificio, sea buey u oveja: darán al sacerdote la espaldilla, las quijadas y el estómago.
4 Las primicias de tu grano, de tu mosto y de tu aceite, y las primicias del esquileo de tus ovejas le darás.
5 Porque el SEÑOR tu Dios le ha escogido de entre todas tus tribus, para que esté y sirva en el nombre del SEÑOR, él y sus hijos para siempre.
6 Y si un levita viene de alguna de tus ciudades de todo Israel donde reside, y viene según todo el deseo de su alma al lugar que el SEÑOR escoja,
7 entonces ministrará en el nombre del SEÑOR su Dios como todos sus hermanos los levitas que están allí delante del SEÑOR.
8 Recibirán porciones iguales a las de los demás, además de lo que reciba de la venta de sus bienes patrimoniales.
Prácticas paganas prohibidas
9 Cuando entres a la tierra que el SEÑOR tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones.
10 No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni practicante de adivinaciones, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero,
11 ni encantador, ni médium, ni espiritista, ni quien consulte a los muertos.
12 Porque todo el que hace estas cosas es abominable al SEÑOR; y por estas abominaciones el SEÑOR tu Dios los expulsa de delante de ti.
13 Perfecto serás delante del SEÑOR tu Dios.
El profeta prometido
14 Porque estas naciones que vas a desposeer escuchan a los agoreros y a los adivinos; pero en cuanto a ti, el SEÑOR tu Dios no te ha permitido hacer cosa semejante.
15 Un profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará el SEÑOR tu Dios; a él escucharéis.
16 Esto es conforme a todo lo que pediste al SEÑOR tu Dios en Horeb el día de la asamblea, diciendo: "No vuelva yo a oír la voz del SEÑOR mi Dios, ni vea yo más este gran fuego, no sea que muera."
17 Y el SEÑOR me dijo: "Bien han hablado en lo que han dicho.
18 Un profeta les levantaré de entre sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mande.
19 Y sucederá que a cualquiera que no escuche mis palabras que él ha de hablar en mi nombre, yo le pediré cuenta.
20 Pero el profeta que tenga la presunción de hablar palabra en mi nombre, palabra que yo no le haya mandado hablar, o que hable en nombre de otros dioses, ese profeta morirá."
21 Y si dices en tu corazón: "¿Cómo conoceremos la palabra que el SEÑOR no ha hablado?"
22 Cuando el profeta hable en nombre del SEÑOR, y no se cumpla ni acontezca lo que dijo, esa es la palabra que el SEÑOR no ha hablado; con presunción la habló el profeta; no le tendréis temor.
WLC
1 לֹֽא־יִהְיֶ֨ה לַכֹּהֲנִ֧ים הַלְוִיִּ֛ם כָּל־שֵׁ֥בֶט לֵוִ֖י חֵ֣לֶק וְנַחֲלָ֑ה עִם־יִשְׂרָאֵ֗ל אִשֵּׁ֧י יְהוָ֛ה וְנַחֲלָת֖וֹ יֹאכֵלֽוּן׃
2 וְנַחֲלָ֥ה לֹא־יִֽהְיֶה־לּ֖וֹ בְּקֶ֣רֶב אֶחָ֑יו יְהוָה֙ ה֣וּא נַחֲלָת֔וֹ כַּאֲשֶׁ֖ר דִּבֶּר־לֽוֹ׃
3 וְזֶ֡ה יִהְיֶה֩ מִשְׁפַּ֨ט הַכֹּהֲנִ֜ים מֵאֵ֣ת הָעָ֗ם מֵאֵ֛ת זֹבְחֵ֥י הַזֶּ֖בַח אִם־שׁ֣וֹר אִם־שֶׂ֑ה וְנָתַן֙ לַכֹּהֵ֔ן הַזְּרֹ֥עַ וְהַלְּחָיַ֖יִם וְהַקֵּבָֽה׃
4 רֵאשִׁ֨ית דְּגָֽנְךָ֜ תִּֽירֹשְׁךָ֣ וְיִצְהָרֶ֗ךָ וְרֵאשִׁ֛ית גֵּ֥ז צֹאנְךָ֖ תִּתֶּן־לֽוֹ׃
5 כִּ֣י ב֗וֹ בָּחַ֛ר יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ מִכָּל־שְׁבָטֶ֑יךָ לַעֲמֹ֨ד לְשָׁרֵ֧ת בְּשֵׁם־יְהוָ֛ה ה֥וּא וּבָנָ֖יו כָּל־הַיָּמִֽים׃
6 וְכִֽי־יָבֹ֨א הַלֵּוִ֜י מֵאַחַ֤ד שְׁעָרֶ֙יךָ֙ מִכָּל־יִשְׂרָאֵ֔ל אֲשֶׁר־ה֖וּא גָּ֣ר שָׁ֑ם וּבָא֙ בְּכָל־אַוַּ֣ת נַפְשׁ֔וֹ אֶל־הַמָּק֖וֹם אֲשֶׁר־יִבְחַ֥ר יְהוָֽה׃
7 וְשֵׁרֵ֕ת בְּשֵׁ֖ם יְהוָ֣ה אֱלֹהָ֑יו כְּכָל־אֶחָיו֙ הַלְוִיִּ֔ם הָעֹמְדִ֥ים שָׁ֖ם לִפְנֵ֥י יְהוָֽה׃
8 חֵ֥לֶק כְּחֵ֖לֶק יֹאכֵ֑לוּ לְבַ֥ד מִמְכָּרָ֖יו עַל־הָאָבֽוֹת׃
9 כִּ֤י אַתָּה֙ בָּ֣א אֶל־הָאָ֔רֶץ אֲשֶׁר־יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ נֹתֵ֣ן לָ֑ךְ לֹֽא־תִלְמַ֣ד לַעֲשׂ֔וֹת כְּתוֹעֲבֹ֖ת הַגּוֹיִ֥ם הָהֵֽם׃
10 לֹֽא־יִמָּצֵ֣א בְךָ֔ מַעֲבִ֥יר בְּנֽוֹ־וּבִתּ֖וֹ בָּאֵ֑שׁ קֹסֵ֣ם קְסָמִ֔ים מְעוֹנֵ֥ן וּמְנַחֵ֖שׁ וּמְכַשֵּֽׁף׃
11 וְחֹבֵ֖ר חָ֑בֶר וְשֹׁאֵ֥ל אוֹב֙ וְיִדְּעֹנִ֔י וְדֹרֵ֖שׁ אֶל־הַמֵּתִֽים׃
12 כִּֽי־תוֹעֲבַ֥ת יְהוָ֖ה כָּל־עֹ֣שֵׂה אֵ֑לֶּה וּבִגְלַל֙ הַתּוֹעֵבֹ֣ת הָאֵ֔לֶּה יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ מוֹרִ֥ישׁ אוֹתָ֖ם מִפָּנֶֽיךָ׃
13 תָּמִ֣ים תִּֽהְיֶ֔ה עִ֖ם יְהוָ֥ה אֱלֹהֶֽיךָ׃
14 כִּ֣י׀ הַגּוֹיִ֣ם הָאֵ֗לֶּה אֲשֶׁ֤ר אַתָּה֙ יוֹרֵ֣שׁ אוֹתָ֔ם אֶל־מְעֹנְנִ֥ים וְאֶל־קֹסְמִ֖ים יִשְׁמָ֑עוּ וְאַתָּ֕ה לֹ֣א כֵ֔ן נָ֥תַן לְךָ֖ יְהוָ֥ה אֱלֹהֶֽיךָ׃
15 נָבִ֨יא מִקִּרְבְּךָ֤ מֵאַחֶ֙יךָ֙ כָּמֹ֔נִי יָקִ֥ים לְךָ֖ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֑יךָ אֵלָ֖יו תִּשְׁמָעֽוּן׃
16 כְּכֹ֨ל אֲשֶׁר־שָׁאַ֜לְתָּ מֵעִ֨ם יְהוָ֤ה אֱלֹהֶ֙יךָ֙ בְּחֹרֵ֔ב בְּי֥וֹם הַקָּהָ֖ל לֵאמֹ֑ר לֹ֣א אֹסֵ֗ף לִשְׁמֹ֙עַ֙ אֶת־קוֹל֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהָ֔י וְאֶת־הָאֵ֨שׁ הַגְּדֹלָ֥ה הַזֹּ֛את לֹֽא־אֶרְאֶ֥ה ע֖וֹד וְלֹ֥א אָמֽוּת׃
17 וַיֹּ֥אמֶר יְהוָ֖ה אֵלָ֑י הֵיטִ֖יבוּ אֲשֶׁ֥ר דִּבֵּֽרוּ׃
18 נָבִ֨יא אָקִ֥ים לָהֶ֛ם מִקֶּ֥רֶב אֲחֵיהֶ֖ם כָּמ֑וֹךָ וְנָתַתִּ֤י דְבָרַי֙ בְּפִ֔יו וְדִבֶּ֣ר אֲלֵיהֶ֔ם אֵ֖ת כָּל־אֲשֶׁ֥ר אֲצַוֶּֽנּוּ׃
19 וְהָיָ֗ה הָאִישׁ֙ אֲשֶׁ֤ר לֹֽא־יִשְׁמַע֙ אֶל־דְּבָרַ֔י אֲשֶׁ֥ר יְדַבֵּ֖ר בִּשְׁמִ֑י אָנֹכִ֖י אֶדְרֹ֥שׁ מֵעִמּֽוֹ׃
20 אַ֣ךְ הַנָּבִ֡יא אֲשֶׁ֣ר יָזִיד֩ לְדַבֵּ֨ר דָּבָ֜ר בִּשְׁמִ֗י אֵ֣ת אֲשֶׁ֤ר לֹֽא־צִוִּיתִיו֙ לְדַבֵּ֔ר וַאֲשֶׁ֣ר יְדַבֵּ֔ר בְּשֵׁ֖ם אֱלֹהִ֣ים אֲחֵרִ֑ים וּמֵ֖ת הַנָּבִ֥יא הַהֽוּא׃
21 וְכִ֥י תֹאמַ֖ר בִּלְבָבֶ֑ךָ אֵיכָה֙ נֵדַ֣ע אֶת־הַדָּבָ֔ר אֲשֶׁ֥ר לֹא־דִבְּר֖וֹ יְהוָֽה׃
22 אֲשֶׁר֩ יְדַבֵּ֨ר הַנָּבִ֜יא בְּשֵׁ֣ם יְהוָ֗ה וְלֹֽא־יִהְיֶ֤ה הַדָּבָר֙ וְלֹ֣א יָבֹ֔א ה֣וּא הַדָּבָ֔ר אֲשֶׁ֥ר לֹא־דִבְּר֖וֹ יְהוָ֑ה בְּזָדוֹן֙ דִּבְּר֣וֹ הַנָּבִ֔יא לֹ֥א תָג֖וּר מִמֶּֽנּוּ׃
Capítulo 19
Ciudades de refugio
LBLA
1 Cuando el SEÑOR tu Dios destruya las naciones cuya tierra el SEÑOR tu Dios te da, y las despojes y habites en sus ciudades y en sus casas,
2 te apartarás tres ciudades en medio de tu tierra que el SEÑOR tu Dios te da en posesión.
3 Prepararás el camino, y dividirás en tres partes el territorio de tu tierra que el SEÑOR tu Dios te dará en heredad, para que todo homicida pueda huir allí.
4 Y este es el caso del homicida que huirá allí y vivirá: el que mate a su prójimo sin intención y sin haberlo odiado antes;
5 por ejemplo, cuando alguien va al bosque con su compañero a cortar leña, y su mano empuña el hacha para cortar un árbol, y el hierro se sale del mango y golpea a su compañero, y éste muere, él podrá huir a una de estas ciudades y vivir;
6 no sea que el vengador de la sangre, enardecido en su ira, persiga al homicida y lo alcance por ser largo el camino, y lo hiera de muerte, aunque éste no merecía morir, pues no lo había odiado antes.
7 Por eso te ordeno, diciendo: "Te apartarás tres ciudades."
8 Y si el SEÑOR tu Dios ensancha tu territorio, como juró a tus padres, y te da toda la tierra que prometió dar a tus padres
9 (si guardas cuidadosamente todo este mandamiento que yo te ordeno hoy, amando al SEÑOR tu Dios y andando en sus caminos todos los días), entonces añadirás tres ciudades más a estas tres,
10 para que no se derrame sangre inocente en medio de tu tierra que el SEÑOR tu Dios te da por heredad, y no seas culpable de sangre.
11 Pero si hay un hombre que odia a su prójimo, y lo acecha, y se levanta contra él y lo hiere de muerte, y huye a una de estas ciudades,
12 entonces los ancianos de su ciudad enviarán y lo sacarán de allí, y lo entregarán en mano del vengador de la sangre, y morirá.
13 No le tendrás compasión; quitarás de Israel la culpa por la sangre inocente, para que te vaya bien.
Límites de la propiedad
14 No moverás el lindero de tu prójimo, fijado por los antepasados en la heredad que recibirás en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da en posesión.
Ley sobre los testigos
15 No se levantará un solo testigo contra un hombre por cualquier iniquidad o por cualquier pecado que haya cometido. Por el testimonio de dos o tres testigos se confirmará cualquier asunto.
16 Si un testigo falso se levanta contra un hombre para acusarlo de transgresión,
17 entonces los dos hombres que tengan el pleito estarán delante del SEÑOR, delante de los sacerdotes y de los jueces que estén en funciones en aquellos días.
18 Y los jueces investigarán bien, y si el testigo resulta ser falso y ha testificado falsamente contra su hermano,
19 entonces haréis con él lo que él había tramado hacer a su hermano. Así quitarás el mal de en medio de ti.
20 Y los demás oirán y temerán, y nunca más volverán a hacer algo tan malo en medio de ti.
21 No tendrás compasión: vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie.
WLC
1 כִּֽי־יַכְרִ֞ית יְהוָ֤ה אֱלֹהֶ֙יךָ֙ אֶת־הַגּוֹיִ֔ם אֲשֶׁר֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ נֹתֵ֥ן לְךָ֖ אֶת־אַרְצָ֑ם וִֽירִשְׁתָּ֕ם וְיָשַׁבְתָּ֥ בְעָרֵיהֶ֖ם וּבְבָתֵּיהֶֽם׃
2 שָׁל֥וֹשׁ עָרִ֖ים תַּבְדִּ֣יל לָ֑ךְ בְּת֣וֹךְ אַרְצְךָ֔ אֲשֶׁר֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ נֹתֵ֥ן לְךָ֖ לְרִשְׁתָּֽהּ׃
3 תָּכִ֣ין לְךָ֮ הַדֶּרֶךְ֒ וְשִׁלַּשְׁתָּ֙ אֶת־גְּב֣וּל אַרְצְךָ֔ אֲשֶׁ֥ר יַנְחִֽילְךָ֖ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֑יךָ וְהָיָ֕ה לָנ֥וּס שָׁ֖מָּה כָּל־רֹצֵֽחַ׃
4 וְזֶה֙ דְּבַ֣ר הָרֹצֵ֔חַ אֲשֶׁר־יָנ֥וּס שָׁ֖מָּה וָחָ֑י אֲשֶׁ֨ר יַכֶּ֤ה אֶת־רֵעֵ֙הוּ֙ בִּבְלִי־דַ֔עַת וְה֛וּא לֹא־שֹׂנֵ֥א ל֖וֹ מִתְּמ֥וֹל שִׁלְשֽׁוֹם׃
5 וַאֲשֶׁר֩ יָבֹ֨א אֶת־רֵעֵ֥הוּ בַיַּ֘עַר֮ לַחְטֹ֣ב עֵצִים֒ וְנִדְּחָ֨ה יָד֤וֹ בַגַּרְזֶן֙ לִכְרֹ֣ת הָעֵ֔ץ וְנָשַׁ֤ל הַבַּרְזֶל֙ מִן־הָעֵ֔ץ וּמָצָ֥א אֶת־רֵעֵ֖הוּ וָמֵ֑ת ה֗וּא יָנ֛וּס אֶל־אַחַ֥ת הֶעָרִים־הָאֵ֖לֶּה וָחָֽי׃
6 פֶּן־יִרְדֹּף֩ גֹּאֵ֨ל הַדָּ֜ם אַחֲרֵ֣י הָרֹצֵ֗חַ כִּי־יֵחַם֮ לְבָבוֹ֒ וְהִשִּׂיג֛וֹ כִּֽי־יִרְבֶּ֥ה הַדֶּ֖רֶךְ וְהִכָּ֣הוּ נָ֑פֶשׁ וְלוֹ֙ אֵ֣ין מִשְׁפַּט־מָ֔וֶת כִּ֠י לֹ֣א שֹׂנֵ֥א ה֛וּא ל֖וֹ מִתְּמ֥וֹל שִׁלְשֽׁוֹם׃
7 עַל־כֵּ֛ן אָנֹכִ֥י מְצַוְּךָ֖ לֵאמֹ֑ר שָׁלֹ֥שׁ עָרִ֖ים תַּבְדִּ֥יל לָֽךְ׃
8 וְאִם־יַרְחִ֞יב יְהוָ֤ה אֱלֹהֶ֙יךָ֙ אֶת־גְּבֻ֣לְךָ֔ כַּאֲשֶׁ֥ר נִשְׁבַּ֖ע לַאֲבֹתֶ֑יךָ וְנָ֤תַן לְךָ֙ אֶת־כָּל־הָאָ֔רֶץ אֲשֶׁ֥ר דִּבֶּ֖ר לָתֵ֥ת לַאֲבֹתֶֽיךָ׃
9 כִּֽי־תִשְׁמֹר֩ אֶת־כָּל־הַמִּצְוָ֨ה הַזֹּ֜את לַעֲשֹׂתָ֗הּ אֲשֶׁ֨ר אָנֹכִ֣י מְצַוְּךָ֮ הַיּוֹם֒ לְאַהֲבָ֞ה אֶת־יְהוָ֧ה אֱלֹהֶ֛יךָ וְלָלֶ֥כֶת בִּדְרָכָ֖יו כָּל־הַיָּמִ֑ים וְיָסַפְתָּ֨ לְךָ֥ עוֹד֙ שָׁלֹ֣שׁ עָרִ֔ים עַ֖ל הַשָּׁלֹ֥שׁ הָאֵֽלֶּה׃
10 וְלֹ֤א יִשָּׁפֵךְ֙ דָּ֣ם נָקִ֔י בְּקֶ֣רֶב אַרְצְךָ֔ אֲשֶׁר֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ נֹתֵ֥ן לְךָ֖ נַחֲלָ֑ה וְהָיָ֥ה עָלֶ֖יךָ דָּמִֽים׃
11 וְכִֽי־יִהְיֶ֥ה אִישׁ֙ שֹׂנֵ֣א לְרֵעֵ֔הוּ וְאָ֤רַב לוֹ֙ וְקָ֣ם עָלָ֔יו וְהִכָּ֥הוּ נֶ֖פֶשׁ וָמֵ֑ת וְנָ֕ס אֶל־אַחַ֖ת הֶעָרִ֥ים הָאֵֽלֶּה׃
12 וְשָֽׁלְחוּ֙ זִקְנֵ֣י עִיר֔וֹ וְלָקְח֥וּ אֹת֖וֹ מִשָּׁ֑ם וְנָתְנ֣וּ אֹת֔וֹ בְּיַ֥ד גֹּאֵ֖ל הַדָּ֥ם וָמֵֽת׃
13 לֹא־תָח֥וֹס עֵֽינְךָ֖ עָלָ֑יו וּבִֽעַרְתָּ֧ דַֽם־הַנָּקִ֛י מִיִּשְׂרָאֵ֖ל וְט֥וֹב לָֽךְ׃
14 לֹ֤א תַסִּיג֙ גְּב֣וּל רֵֽעֲךָ֔ אֲשֶׁ֥ר גָּבְל֖וּ רִאשֹׁנִ֑ים בְּנַחֲלָֽתְךָ֙ אֲשֶׁ֣ר תִּנְחַ֔ל בָּאָ֕רֶץ אֲשֶׁר֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ נֹתֵ֥ן לְךָ֖ לְרִשְׁתָּֽהּ׃
15 לֹֽא־יָקוּם֩ עֵ֨ד אֶחָ֜ד בְּאִ֗ישׁ לְכָל־עָוֹן֙ וּלְכָל־חַטָּ֔את בְּכָל־חֵ֖טְא אֲשֶׁ֣ר יֶֽחֱטָ֑א עַל־פִּ֣י׀ שְׁנֵ֣י עֵדִ֗ים א֛וֹ עַל־פִּ֥י שְׁלֹשָׁה־עֵדִ֖ים יָק֥וּם דָּבָֽר׃
16 כִּֽי־יָק֥וּם עֵד־חָמָ֖ס בְּאִ֑ישׁ לַעֲנ֥וֹת בּ֖וֹ סָרָֽה׃
17 וְעָמְד֧וּ שְׁנֵֽי־הָאֲנָשִׁ֛ים אֲשֶׁר־לָהֶ֥ם הָרִ֖יב לִפְנֵ֣י יְהוָ֑ה לִפְנֵ֤י הַכֹּֽהֲנִים֙ וְהַשֹּׁ֣פְטִ֔ים אֲשֶׁ֥ר יִהְי֖וּ בַּיָּמִ֥ים הָהֵֽם׃
18 וְדָרְשׁ֥וּ הַשֹּׁפְטִ֖ים הֵיטֵ֑ב וְהִנֵּ֤ה עֵֽד־שֶׁקֶר֙ הָעֵ֔ד שֶׁ֖קֶר עָנָ֥ה בְאָחִֽיו׃
19 וַעֲשִׂ֣יתֶם ל֔וֹ כַּאֲשֶׁ֥ר זָמַ֖ם לַעֲשׂ֣וֹת לְאָחִ֑יו וּבִֽעַרְתָּ֥ הָרָ֖ע מִקִּרְבֶּֽךָ׃
20 וְהַנִּשְׁאָרִ֖ים יִשְׁמְע֣וּ וְיִרָ֑אוּ וְלֹֽא־יֹסִ֨פוּ לַעֲשׂ֜וֹת ע֗וֹד כַּדָּבָ֥ר הָרָ֛ע הַזֶּ֖ה בְּקִרְבֶּֽךָ׃
21 וְלֹ֥א תָח֖וֹס עֵינֶ֑ךָ נֶ֣פֶשׁ בְּנֶ֗פֶשׁ עַ֤יִן בְּעַ֙יִן֙ שֵׁ֣ן בְּשֵׁ֔ן יָ֥ד בְּיָ֖ד רֶ֥גֶל בְּרָֽגֶל׃
Capítulo 20
Leyes para la guerra
LBLA
1 Cuando salgas a la batalla contra tus enemigos y veas caballos y carros, un pueblo más numeroso que tú, no les tengas temor, porque el SEÑOR tu Dios, que te sacó de la tierra de Egipto, está contigo.
2 Y sucederá que cuando os acerquéis a la batalla, el sacerdote se llegará y hablará al pueblo,
3 y les dirá: "Oye, Israel, hoy os acercáis a la batalla contra vuestros enemigos. No desmaye vuestro corazón, no temáis, no os turbéis, ni os aterroricéis delante de ellos,
4 porque el SEÑOR vuestro Dios es el que va con vosotros, para pelear por vosotros contra vuestros enemigos, para salvaros."
5 Y los oficiales hablarán al pueblo, diciendo: "¿Quién es el hombre que ha edificado una casa nueva y no la ha estrenado? Que se vaya y regrese a su casa, no sea que muera en la batalla y otro la estrene.
6 ¿Y quién es el hombre que ha plantado una viña y no ha tomado aún de su fruto? Que se vaya y regrese a su casa, no sea que muera en la batalla y otro tome de su fruto.
7 ¿Y quién es el hombre que se ha desposado con una mujer y no la ha tomado aún? Que se vaya y regrese a su casa, no sea que muera en la batalla y otro la tome."
8 Entonces los oficiales hablarán otra vez al pueblo y dirán: "¿Quién es hombre medroso y de corazón apocado? Que se vaya y regrese a su casa, para que no haga desfallecer el corazón de sus hermanos como el suyo."
9 Y sucederá que cuando los oficiales acaben de hablar al pueblo, nombrarán capitanes de tropas al frente del pueblo.
10 Cuando te acerques a una ciudad para pelear contra ella, le ofrecerás términos de paz.
11 Y sucederá que si te responde: "Paz", y te abre sus puertas, entonces todo el pueblo que se halle en ella estará sujeto a trabajos forzados y te servirá.
12 Sin embargo, si no hace la paz contigo, sino que emprende guerra contra ti, entonces la sitiarás.
13 Cuando el SEÑOR tu Dios la entregue en tu mano, herirás a todos sus varones a filo de espada;
14 pero las mujeres, los niños, los animales y todo lo que haya en la ciudad, todo su botín, lo tomarás como despojo para ti; y comerás del botín de tus enemigos que el SEÑOR tu Dios te ha dado.
15 Así harás a todas las ciudades que estén muy lejos de ti, que no sean de las ciudades de estas naciones.
16 Sin embargo, en las ciudades de estos pueblos que el SEÑOR tu Dios te da en heredad, no dejarás con vida nada que respire.
17 Sino que los destruirás completamente: al heteo, al amorreo, al cananeo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo, como el SEÑOR tu Dios te ha mandado,
18 para que no os enseñen a hacer conforme a todas las abominaciones que ellos han hecho para sus dioses, y pequéis contra el SEÑOR vuestro Dios.
19 Cuando sities una ciudad por muchos días, peleando contra ella para tomarla, no destruirás sus árboles metiendo el hacha contra ellos, porque de ellos podrás comer; no los talarás, pues ¿es acaso el árbol del campo un hombre para que sea sitiado por ti?
20 Sólo los árboles que sepas que no son árboles frutales los destruirás y talarás, para construir obras de sitio contra la ciudad que hace guerra contigo, hasta que caiga.
WLC
1 כִּֽי־תֵצֵ֨א לַמִּלְחָמָ֜ה עַל־אֹיְבֶ֗יךָ וְרָאִ֤יתָ סוּס֙ וָרֶ֔כֶב עַ֥ם רַ֖ב מִמְּךָ֑ לֹ֤א תִירָא֙ מֵהֶ֔ם כִּֽי־יְהוָ֤ה אֱלֹהֶ֙יךָ֙ עִמָּ֔ךְ הַמַּעַלְךָ֖ מֵאֶ֥רֶץ מִצְרָֽיִם׃
2 וְהָיָ֕ה כְּקָֽרָבְכֶ֖ם אֶל־הַמִּלְחָמָ֑ה וְנִגַּ֥שׁ הַכֹּהֵ֖ן וְדִבֶּ֥ר אֶל־הָעָֽם׃
3 וְאָמַ֤ר אֲלֵהֶם֙ שְׁמַ֣ע יִשְׂרָאֵ֔ל אַתֶּ֨ם קְרֵבִ֥ים הַיּ֛וֹם לַמִּלְחָמָ֖ה עַל־אֹיְבֵיכֶ֑ם אַל־יֵרַ֣ךְ לְבַבְכֶ֗ם אַל־תִּֽירְא֧וּ וְאַֽל־תַּחְפְּז֛וּ וְאַל־תַּֽעַרְצ֖וּ מִפְּנֵיהֶֽם׃
4 כִּ֚י יְהוָ֣ה אֱלֹֽהֵיכֶ֔ם הַהֹלֵ֖ךְ עִמָּכֶ֑ם לְהִלָּחֵ֥ם לָכֶ֛ם עִם־אֹיְבֵיכֶ֖ם לְהוֹשִׁ֥יעַ אֶתְכֶֽם׃
5 וְדִבְּר֣וּ הַשֹּׁטְרִים֮ אֶל־הָעָ֣ם לֵאמֹר֒ מִֽי־הָאִ֞ישׁ אֲשֶׁ֨ר בָּנָ֤ה בַֽיִת־חָדָשׁ֙ וְלֹ֣א חֲנָכ֔וֹ יֵלֵ֖ךְ וְיָשֹׁ֣ב לְבֵית֑וֹ פֶּן־יָמוּת֙ בַּמִּלְחָמָ֔ה וְאִ֥ישׁ אַחֵ֖ר יַחְנְכֶֽנּוּ׃
6 וּמִֽי־הָאִ֞ישׁ אֲשֶׁר־נָטַ֥ע כֶּ֙רֶם֙ וְלֹ֣א חִלְּל֔וֹ יֵלֵ֖ךְ וְיָשֹׁ֣ב לְבֵית֑וֹ פֶּן־יָמוּת֙ בַּמִּלְחָמָ֔ה וְאִ֥ישׁ אַחֵ֖ר יְחַלְּלֶֽנּוּ׃
7 וּמִֽי־הָאִ֞ישׁ אֲשֶׁר־אֵרַ֤שׂ אִשָּׁה֙ וְלֹ֣א לְקָחָ֔הּ יֵלֵ֖ךְ וְיָשֹׁ֣ב לְבֵית֑וֹ פֶּן־יָמוּת֙ בַּמִּלְחָמָ֔ה וְאִ֥ישׁ אַחֵ֖ר יִקָּחֶֽנָּה׃
8 וְיָסְפ֣וּ הַשֹּׁטְרִים֮ לְדַבֵּ֣ר אֶל־הָעָם֒ וְאָמְר֗וּ מִי־הָאִ֤ישׁ הַיָּרֵא֙ וְרַ֣ךְ הַלֵּבָ֔ב יֵלֵ֖ךְ וְיָשֹׁ֣ב לְבֵית֑וֹ וְלֹ֥א יִמַּ֛ס אֶת־לְבַ֥ב אֶחָ֖יו כִּלְבָבֽוֹ׃
9 וְהָיָ֛ה כְּכַלֹּ֥ת הַשֹּׁטְרִ֖ים לְדַבֵּ֣ר אֶל־הָעָ֑ם וּפָֽקְד֛וּ שָׂרֵ֥י צְבָא֖וֹת בְּרֹ֥אשׁ הָעָֽם׃
10 כִּֽי־תִקְרַ֣ב אֶל־עִ֔יר לְהִלָּחֵ֖ם עָלֶ֑יהָ וְקָרָ֥אתָ אֵלֶ֖יהָ לְשָׁלֽוֹם׃
11 וְהָיָה֙ אִם־שָׁל֣וֹם תַּֽעַנְךָ֔ וּפָתְחָ֖ה לָ֑ךְ וְהָיָ֗ה כָּל־הָעָ֛ם הַנִּמְצָא־בָ֥הּ יִהְיוּ־לְךָ֖ לַמַּ֥ס וַעֲבָדֽוּךָ׃
12 וְאִם־לֹ֤א תַשְׁלִים֙ עִמָּ֔ךְ וְעָשְׂתָ֥ה עִמְּךָ֖ מִלְחָמָ֑ה וְצַרְתָּ֖ עָלֶֽיהָ׃
13 וּנְתָנָ֛הּ יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ בְּיָדֶ֑ךָ וְהִכִּיתָ֥ אֶת־כָּל־זְכוּרָ֖הּ לְפִי־חָֽרֶב׃
14 רַ֣ק הַ֠נָּשִׁים וְהַטַּ֨ף וְהַבְּהֵמָ֜ה וְכֹל֩ אֲשֶׁ֨ר יִהְיֶ֥ה בָעִ֛יר כָּל־שְׁלָלָ֖הּ תָּבֹ֣ז לָ֑ךְ וְאָֽכַלְתָּ֙ אֶת־שְׁלַ֣ל אֹיְבֶ֔יךָ אֲשֶׁ֥ר נָתַ֛ן יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ לָֽךְ׃
15 כֵּ֤ן תַּעֲשֶׂה֙ לְכָל־הֶ֣עָרִ֔ים הָרְחֹקֹ֥ת מִמְּךָ֖ מְאֹ֑ד אֲשֶׁ֛ר לֹא־מֵעָרֵ֥י הַגּוֹיִם־הָאֵ֖לֶּה הֵֽנָּה׃
16 רַ֗ק מֵעָרֵ֤י הָֽעַמִּים֙ הָאֵ֔לֶּה אֲשֶׁר֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ נֹתֵ֥ן לְךָ֖ נַחֲלָ֑ה לֹ֥א תְחַיֶּ֖ה כָּל־נְשָׁמָֽה׃
17 כִּֽי־הַחֲרֵ֣ם תַּחֲרִימֵ֗ם הַחִתִּ֤י וְהָאֱמֹרִי֙ הַכְּנַעֲנִ֣י וְהַפְּרִזִּ֔י הַחִוִּ֖י וְהַיְבוּסִ֑י כַּאֲשֶׁ֥ר צִוְּךָ֖ יְהוָ֥ה אֱלֹהֶֽיךָ׃
18 לְמַ֗עַן אֲשֶׁ֨ר לֹֽא־יְלַמְּד֤וּ אֶתְכֶם֙ לַעֲשׂ֔וֹת כְּכֹל֙ תּֽוֹעֲבֹתָ֔ם אֲשֶׁ֥ר עָשׂ֖וּ לֵֽאלֹהֵיהֶ֑ם וַחֲטָאתֶ֖ם לַיהוָ֥ה אֱלֹהֵיכֶֽם׃
19 כִּֽי־תָצ֣וּר אֶל־עִיר֩ יָמִ֨ים רַבִּ֜ים לְֽהִלָּחֵ֧ם עָלֶ֣יהָ לְתָפְשָׂ֗הּ לֹֽא־תַשְׁחִ֤ית אֶת־עֵצָהּ֙ לִנְדֹּ֤חַ עָלָיו֙ גַּרְזֶ֔ן כִּ֚י מִמֶּ֣נּוּ תֹאכֵ֔ל וְאֹת֖וֹ לֹ֣א תִכְרֹ֑ת כִּ֤י הָֽאָדָם֙ עֵ֣ץ הַשָּׂדֶ֔ה לָבֹ֥א מִפָּנֶ֖יךָ בַּמָּצֽוֹר׃
20 רַ֞ק עֵ֣ץ אֲשֶׁר־תֵּדַ֗ע כִּֽי־לֹא־עֵ֤ץ מַאֲכָל֙ ה֔וּא אֹת֥וֹ תַשְׁחִ֖ית וְכָרָ֑תָּ וּבָנִ֣יתָ מָצ֗וֹר עַל־הָעִיר֙ אֲשֶׁר־הִ֨וא עֹשָׂ֧ה עִמְּךָ֛ מִלְחָמָ֖ה עַ֥ד רִדְתָּֽהּ׃
Capítulo 21
Expiación por homicidio no resuelto
LBLA
1 Si en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da para que la poseas, es hallado alguien asesinado, tendido en el campo, y no se sabe quién lo mató,
2 entonces saldrán tus ancianos y tus jueces, y medirán la distancia a las ciudades que están alrededor del muerto.
3 Y sucederá que los ancianos de la ciudad más cercana al muerto tomarán de la manada una novilla que no haya trabajado y que no haya llevado yugo;
4 y los ancianos de esa ciudad traerán la novilla a un valle escabroso, que no haya sido arado ni sembrado, y quebrarán la cerviz de la novilla allí en el valle.
5 Entonces se acercarán los sacerdotes, hijos de Leví, porque el SEÑOR tu Dios los escogió para servirle y para bendecir en el nombre del SEÑOR; y toda disputa y toda ofensa se decidirá por la palabra de ellos.
6 Y todos los ancianos de la ciudad más cercana al muerto lavarán sus manos sobre la novilla cuya cerviz fue quebrada en el valle,
7 y declararán: "Nuestras manos no derramaron esta sangre, ni nuestros ojos lo vieron.
8 Perdona a tu pueblo Israel, al cual has redimido, oh SEÑOR, y no imputes la sangre inocente a tu pueblo Israel." Y la sangre les será perdonada.
9 Así quitarás la sangre inocente de en medio de ti cuando hagas lo que es recto a los ojos del SEÑOR.
Matrimonio con mujeres cautivas
10 Cuando salgas a la guerra contra tus enemigos, y el SEÑOR tu Dios los entregue en tu mano, y los lleves cautivos,
11 y veas entre los cautivos una mujer hermosa, y la desees, y la quieras tomar por mujer,
12 la traerás a tu casa, y ella se rapará la cabeza y se cortará las uñas.
13 Se quitará también el vestido de su cautiverio y se quedará en tu casa, y llorará a su padre y a su madre un mes entero; después de eso podrás llegarte a ella y ser su marido, y ella será tu mujer.
14 Y sucederá que si no te agrada, la dejarás ir adonde quiera; pero no la venderás por dinero, ni la tratarás como esclava, porque la has humillado.
Derechos del primogénito
15 Si un hombre tiene dos mujeres, una amada y otra aborrecida, y tanto la amada como la aborrecida le han dado hijos, si el primogénito es de la aborrecida,
16 sucederá que el día que reparta lo que tiene a sus hijos en heredad, no podrá hacer primogénito al hijo de la amada con preferencia al hijo de la aborrecida, que es el primogénito;
17 sino que reconocerá al primogénito, al hijo de la aborrecida, dándole el doble de todo lo que posee, porque él es las primicias de su vigor; suyo es el derecho de la primogenitura.
Un hijo rebelde
18 Si un hombre tiene un hijo terco y rebelde que no obedece a su padre ni a su madre, y cuando lo castigan, tampoco les hace caso,
19 entonces su padre y su madre lo tomarán y lo llevarán a los ancianos de su ciudad, a la puerta de su ciudad natal,
20 y dirán a los ancianos de la ciudad: "Este hijo nuestro es terco y rebelde, no obedece a nuestra voz, es glotón y borracho."
21 Entonces todos los hombres de la ciudad lo apedrearán hasta que muera; así quitarás el mal de en medio de ti, y todo Israel oirá y temerá.
El colgado en un madero
22 Y si un hombre ha cometido pecado digno de muerte, y se le ha dado muerte, y lo has colgado de un árbol,
23 no dejarás que su cadáver pase la noche en el árbol, sino que ciertamente lo enterrarás el mismo día (pues el colgado es maldito de Dios), para que no contamines la tierra que el SEÑOR tu Dios te da en heredad.
WLC
1 כִּי־יִמָּצֵ֣א חָלָ֗ל בָּאֲדָמָה֙ אֲשֶׁר֩ יְהוָ֨ה אֱלֹהֶ֜יךָ נֹתֵ֤ן לְךָ֙ לְרִשְׁתָּ֔הּ נֹפֵ֖ל בַּשָּׂדֶ֑ה לֹ֥א נוֹדַ֖ע מִ֥י הִכָּֽהוּ׃
2 וְיָצְא֥וּ זְקֵנֶ֖יךָ וְשֹׁפְטֶ֑יךָ וּמָדְדוּ֙ אֶל־הֶ֣עָרִ֔ים אֲשֶׁ֖ר סְבִיבֹ֥ת הֶחָלָֽל׃
3 וְהָיָ֣ה הָעִ֔יר הַקְּרֹבָ֖ה אֶל־הֶחָלָ֑ל וְלָקְח֡וּ זִקְנֵי֩ הָעִ֨יר הַהִ֜וא עֶגְלַ֣ת בָּקָ֗ר אֲשֶׁ֤ר לֹֽא־עֻבַּד֙ בָּ֔הּ אֲשֶׁ֥ר לֹא־מָשְׁכָ֖ה בְּעֹֽל׃
4 וְהוֹרִ֡דוּ זִקְנֵי֩ הָעִ֨יר הַהִ֤וא אֶת־הָֽעֶגְלָה֙ אֶל־נַ֣חַל אֵיתָ֔ן אֲשֶׁ֛ר לֹא־יֵעָבֵ֥ד בּ֖וֹ וְלֹ֣א יִזָּרֵ֑עַ וְעָֽרְפוּ־שָׁ֥ם אֶת־הָעֶגְלָ֖ה בַּנָּֽחַל׃
5 וְנִגְּשׁ֣וּ הַכֹּהֲנִים֮ בְּנֵ֣י לֵוִי֒ כִּ֣י בָ֗ם בָּחַ֞ר יְהוָ֤ה אֱלֹהֶ֙יךָ֙ לְשָׁ֣רְת֔וֹ וּלְבָרֵ֖ךְ בְּשֵׁ֣ם יְהוָ֑ה וְעַל־פִּיהֶ֥ם יִהְיֶ֖ה כָּל־רִ֥יב וְכָל־נָֽגַע׃
6 וְכֹ֗ל זִקְנֵי֙ הָעִ֣יר הַהִ֔וא הַקְּרֹבִ֖ים אֶל־הֶחָלָ֑ל יִרְחֲצוּ֙ אֶת־יְדֵיהֶ֔ם עַל־הָעֶגְלָ֖ה הָעֲרוּפָ֥ה בַנָּֽחַל׃
7 וְעָנ֖וּ וְאָמְר֑וּ יָדֵ֗ינוּ לֹ֤א שָֽׁפְכוּ֙ אֶת־הַדָּ֣ם הַזֶּ֔ה וְעֵינֵ֖ינוּ לֹ֥א רָאֽוּ׃
8 כַּפֵּר֩ לְעַמְּךָ֨ יִשְׂרָאֵ֤ל אֲשֶׁר־פָּדִ֙יתָ֙ יְהוָ֔ה וְאַל־תִּתֵּן֙ דָּ֣ם נָקִ֔י בְּקֶ֖רֶב עַמְּךָ֣ יִשְׂרָאֵ֑ל וְנִכַּפֵּ֥ר לָהֶ֖ם הַדָּֽם׃
9 וְאַתָּ֗ה תְּבַעֵ֛ר הַדָּ֥ם הַנָּקִ֖י מִקִּרְבֶּ֑ךָ כִּֽי־תַעֲשֶׂ֥ה הַיָּשָׁ֖ר בְּעֵינֵ֥י יְהוָֽה׃
10 כִּֽי־תֵצֵ֥א לַמִּלְחָמָ֖ה עַל־אֹיְבֶ֑יךָ וּנְתָנ֞וֹ יְהוָ֧ה אֱלֹהֶ֛יךָ בְּיָדֶ֖ךָ וְשָׁבִ֥יתָ שִׁבְיֽוֹ׃
11 וְרָאִ֙יתָ֙ בַּשִּׁבְיָ֔ה אֵ֖שֶׁת יְפַת־תֹּ֑אַר וְחָשַׁקְתָּ֣ בָ֔הּ וְלָקַחְתָּ֥ לְךָ֖ לְאִשָּֽׁה׃
12 וַהֲבֵאתָ֖הּ אֶל־תּ֣וֹךְ בֵּיתֶ֑ךָ וְגִלְּחָה֙ אֶת־רֹאשָׁ֔הּ וְעָשְׂתָ֖ה אֶת־צִפָּרְנֶֽיהָ׃
13 וְהֵסִ֩ירָה֩ אֶת־שִׂמְלַ֨ת שִׁבְיָ֜הּ מֵעָלֶ֗יהָ וְיָֽשְׁבָה֙ בְּבֵיתֶ֔ךָ וּבָ֥כְתָה אֶת־אָבִ֛יהָ וְאֶת־אִמָּ֖הּ יֶ֣רַח יָמִ֑ים וְאַ֨חַר כֵּ֜ן תָּב֤וֹא אֵלֶ֙יהָ֙ וּבְעַלְתָּ֔הּ וְהָיְתָ֥ה לְךָ֖ לְאִשָּֽׁה׃
14 וְהָיָ֞ה אִם־לֹ֧א חָפַ֣צְתָּ בָּ֗הּ וְשִׁלַּחְתָּהּ֙ לְנַפְשָׁ֔הּ וּמָכֹ֥ר לֹא־תִמְכְּרֶ֖נָּה בַּכָּ֑סֶף לֹא־תִתְעַמֵּ֣ר בָּ֔הּ תַּ֖חַת אֲשֶׁ֥ר עִנִּיתָֽהּ׃
15 כִּֽי־תִהְיֶ֨יןָ לְאִ֜ישׁ שְׁתֵּ֣י נָשִׁ֗ים הָאַחַ֤ת אֲהוּבָה֙ וְהָאַחַ֣ת שְׂנוּאָ֔ה וְיָֽלְדוּ־ל֣וֹ בָנִ֔ים הָאֲהוּבָ֖ה וְהַשְּׂנוּאָ֑ה וְהָיָ֛ה הַבֵּ֥ן הַבְּכ֖וֹר לַשְּׂנִיאָֽה׃
16 וְהָיָ֗ה בְּיוֹם֙ הַנְחִיל֣וֹ אֶת־בָּנָ֔יו אֵ֥ת אֲשֶׁר־יִהְיֶ֖ה ל֑וֹ לֹ֣א יוּכַ֗ל לְבַכֵּר֙ אֶת־בֶּן־הָ֣אֲהוּבָ֔ה עַל־פְּנֵ֥י בֶן־הַשְּׂנוּאָ֖ה הַבְּכֹֽר׃
17 כִּי֩ אֶת־הַבְּכֹ֨ר בֶּן־הַשְּׂנוּאָ֜ה יַכִּ֗יר לָ֤תֶת לוֹ֙ פִּ֣י שְׁנַ֔יִם בְּכֹ֥ל אֲשֶׁר־יִמָּצֵ֖א ל֑וֹ כִּי־הוּא֙ רֵאשִׁ֣ית אֹנ֔וֹ ל֖וֹ מִשְׁפַּ֥ט הַבְּכֹרָֽה׃
18 כִּֽי־יִהְיֶ֣ה לְאִ֗ישׁ בֵּ֚ן סוֹרֵ֣ר וּמוֹרֶ֔ה אֵינֶ֣נּוּ שֹׁמֵ֔עַ בְּק֥וֹל אָבִ֖יו וּבְק֣וֹל אִמּ֑וֹ וְיִסְּר֣וּ אֹת֔וֹ וְלֹ֥א יִשְׁמַ֖ע אֲלֵיהֶֽם׃
19 וְתָ֥פְשׂוּ ב֖וֹ אָבִ֣יו וְאִמּ֑וֹ וְהוֹצִ֧יאוּ אֹת֛וֹ אֶל־זִקְנֵ֥י עִיר֖וֹ וְאֶל־שַׁ֥עַר מְקֹמֽוֹ׃
20 וְאָמְר֞וּ אֶל־זִקְנֵ֣י עִיר֗וֹ בְּנֵ֤נוּ זֶה֙ סוֹרֵ֣ר וּמֹרֶ֔ה אֵינֶ֥נּוּ שֹׁמֵ֖עַ בְּקֹלֵ֑נוּ זוֹלֵ֖ל וְסֹבֵֽא׃
21 וּרְגָמֻ֩הוּ֩ כָל־אַנְשֵׁ֨י עִיר֤וֹ בָֽאֲבָנִים֙ וָמֵ֔ת וּבִֽעַרְתָּ֥ הָרָ֖ע מִקִּרְבֶּ֑ךָ וְכָל־יִשְׂרָאֵ֖ל יִשְׁמְע֥וּ וְיִרָֽאוּ׃
22 וְכִֽי־יִהְיֶ֣ה בְאִ֗ישׁ חֵ֛טְא מִשְׁפַּט־מָ֖וֶת וְהוּמָ֑ת וְתָלִ֥יתָ אֹת֖וֹ עַל־עֵֽץ׃
23 לֹא־תָלִ֨ין נִבְלָת֜וֹ עַל־הָעֵ֗ץ כִּֽי־קָב֤וֹר תִּקְבְּרֶ֙נּוּ֙ בַּיּ֣וֹם הַה֔וּא כִּֽי־קִלְלַ֥ת אֱלֹהִ֖ים תָּל֑וּי וְלֹ֤א תְטַמֵּא֙ אֶת־אַדְמָ֣תְךָ֔ אֲשֶׁר֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ נֹתֵ֥ן לְךָ֖ נַחֲלָֽה׃
Capítulo 22
Diversas leyes
LBLA
1 No verás extraviado el buey de tu hermano, o su oveja, y te desentenderás de ellos; ciertamente los llevarás de vuelta a tu hermano.
2 Y si tu hermano no vive cerca de ti, o no lo conoces, entonces los traerás a tu casa, y estarán contigo hasta que tu hermano los busque; entonces se los devolverás.
3 Así harás también con su asno, con su vestido, y lo mismo harás con cualquier cosa perdida que haya perdido tu hermano y tú la halles; no te puedes desentender de ellas.
4 No verás el asno de tu hermano, o su buey, caídos en el camino, y te desentenderás de ellos; ciertamente lo ayudarás a levantarlos.
5 La mujer no vestirá ropa de hombre, ni el hombre se pondrá ropa de mujer; porque cualquiera que hace esto es abominación al SEÑOR tu Dios.
6 Si encuentras por el camino un nido de ave en cualquier árbol o en la tierra, con polluelos o huevos, y la madre echada sobre los polluelos o sobre los huevos, no tomarás la madre con los hijos;
7 ciertamente dejarás ir a la madre, mas los hijos puedes tomar para ti, para que te vaya bien y prolongues tus días.
8 Cuando edifiques casa nueva, harás un pretil a tu terrado, para que no traigas culpa de sangre sobre tu casa si alguno se cae de él.
9 No sembrarás tu viña con dos clases de semilla, no sea que todo el fruto quede confiscado: tanto la semilla que sembraste como el producto de la viña.
10 No ararás con buey y asno juntos.
11 No te vestirás con material mezclado de lana y lino.
12 Te harás borlas en las cuatro puntas del manto con que te cubras.
Leyes sobre la pureza sexual
13 Si un hombre toma mujer, y después de llegar a ella la aborrece,
14 y le atribuye actos vergonzosos y públicamente la difama, diciendo: "Tomé a esta mujer, y cuando me llegué a ella no la hallé virgen",
15 entonces el padre y la madre de la joven tomarán las señales de la virginidad de la doncella y las llevarán a los ancianos de la ciudad, a la puerta.
16 Y el padre de la joven dirá a los ancianos: "Di mi hija a este hombre por mujer, pero él la aborrece;
17 y he aquí, él le atribuye actos vergonzosos, diciendo: 'No hallé virgen a tu hija.' Pero estas son las señales de la virginidad de mi hija." Y extenderán la ropa delante de los ancianos de la ciudad.
18 Entonces los ancianos de la ciudad tomarán al hombre y lo castigarán,
19 y le impondrán una multa de cien siclos de plata, que darán al padre de la joven, porque públicamente difamó a una virgen de Israel. Y ella seguirá siendo su mujer; no podrá despedirla en todos sus días.
20 Pero si este asunto es verdad, que no se hallaron en la joven las señales de la virginidad,
21 entonces sacarán a la joven a la puerta de la casa de su padre, y los hombres de su ciudad la apedrearán hasta que muera, porque ella cometió una infamia en Israel fornicando en casa de su padre; así quitarás el mal de en medio de ti.
22 Si se encuentra a un hombre acostado con una mujer casada, entonces morirán ambos, el hombre que se acostó con la mujer, y la mujer; así quitarás el mal de Israel.
23 Si hay una joven virgen que está comprometida a un hombre, y otro hombre la encuentra en la ciudad y se acuesta con ella,
24 entonces sacaréis a ambos a la puerta de esa ciudad y los apedrearéis hasta que mueran; a la joven, porque no gritó en la ciudad, y al hombre, porque humilló a la mujer de su prójimo; así quitarás el mal de en medio de ti.
25 Pero si el hombre encuentra en el campo a la joven que está comprometida, y el hombre la fuerza y se acuesta con ella, entonces morirá solamente el hombre que se acostó con ella,
26 mas a la joven no le harás nada; no hay pecado en la joven digno de muerte, pues como cuando un hombre se levanta contra su prójimo y lo mata, así es este caso.
27 Cuando él la encontró en el campo, la joven comprometida gritó, pero no había nadie que la salvara.
28 Si un hombre encuentra a una joven virgen que no esté comprometida, y se apodera de ella y se acuesta con ella, y son descubiertos,
29 entonces el hombre que se acostó con ella dará al padre de la joven cincuenta siclos de plata, y ella será su mujer porque la ha humillado; no la podrá despedir en todos sus días.
30 Ningún hombre tomará la mujer de su padre, para que no descubra el borde del manto de su padre.
WLC
1 לֹֽא־תִרְאֶה֩ אֶת־שׁ֨וֹר אָחִ֜יךָ א֤וֹ אֶת־שֵׂיוֹ֙ נִדָּחִ֔ים וְהִתְעַלַּמְתָּ֖ מֵהֶ֑ם הָשֵׁ֥ב תְּשִׁיבֵ֖ם לְאָחִֽיךָ׃
2 וְאִם־לֹ֨א קָר֥וֹב אָחִ֛יךָ אֵלֶ֖יךָ וְלֹ֣א יְדַעְתּ֑וֹ וַאֲסַפְתּוֹ֙ אֶל־תּ֣וֹךְ בֵּיתֶ֔ךָ וְהָיָ֣ה עִמְּךָ֗ עַ֣ד דְּרֹ֤שׁ אָחִ֙יךָ֙ אֹת֔וֹ וַהֲשֵׁבֹת֖וֹ לֽוֹ׃
3 וְכֵ֧ן תַּעֲשֶׂ֣ה לַחֲמֹר֗וֹ וְכֵ֣ן תַּעֲשֶׂה֮ לְשִׂמְלָתוֹ֒ וְכֵ֣ן תַּעֲשֶׂ֜ה לְכָל־אֲבֵדַ֥ת אָחִ֛יךָ אֲשֶׁר־תֹּאבַ֥ד מִמֶּ֖נּוּ וּמְצָאתָ֑הּ לֹ֥א תוּכַ֖ל לְהִתְעַלֵּֽם׃
4 לֹא־תִרְאֶ֞ה אֶת־חֲמ֥וֹר אָחִ֛יךָ א֥וֹ שׁוֹר֖וֹ נֹפְלִ֣ים בַּדָּ֑רֶךְ וְהִתְעַלַּמְתָּ֣ מֵהֶ֔ם הָקֵ֥ם תָּקִ֖ים עִמּֽוֹ׃
5 לֹא־יִהְיֶ֤ה כְלִי־גֶ֙בֶר֙ עַל־אִשָּׁ֔ה וְלֹא־יִלְבַּ֥שׁ גֶּ֖בֶר שִׂמְלַ֣ת אִשָּׁ֑ה כִּ֧י תוֹעֲבַ֛ת יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ כָּל־עֹ֥שֵׂה אֵֽלֶּה׃
6 כִּ֣י יִקָּרֵ֣א קַן־צִפּ֣וֹר׀ לְפָנֶ֡יךָ בַּדֶּ֜רֶךְ בְּכָל־עֵ֣ץ׀ א֣וֹ עַל־הָאָ֗רֶץ אֶפְרֹחִים֙ א֣וֹ בֵיצִ֔ים וְהָאֵ֤ם רֹבֶ֙צֶת֙ עַל־הָֽאֶפְרֹחִ֔ים א֖וֹ עַל־הַבֵּיצִ֑ים לֹא־תִקַּ֥ח הָאֵ֖ם עַל־הַבָּנִֽים׃
7שַׁלֵּ֤חַ תְּשַׁלַּח֙ אֶת־הָאֵ֔ם וְאֶת־הַבָּנִ֖ים תִּֽקַּח־לָ֑ךְ לְמַ֙עַן֙ יִ֣יטַב לָ֔ךְ וְהַאֲרַכְתָּ֖ יָמִֽים׃
8 כִּ֤י תִבְנֶה֙ בַּ֣יִת חָדָ֔שׁ וְעָשִׂ֥יתָ מַעֲקֶ֖ה לְגַגֶּ֑ךָ וְלֹֽא־תָשִׂ֤ים דָּמִים֙ בְּבֵיתֶ֔ךָ כִּֽי־יִפֹּ֥ל הַנֹּפֵ֖ל מִמֶּֽנּוּ׃
9 לֹא־תִזְרַ֥ע כַּרְמְךָ֖ כִּלְאָ֑יִם פֶּן־תִּקְדַּ֗שׁ הַֽמְלֵאָ֤ה הַזֶּ֙רַע֙ אֲשֶׁ֣ר תִּזְרָ֔ע וּתְבוּאַ֖ת הַכָּֽרֶם׃
10 לֹֽא־תַחֲרֹ֥שׁ בְּשׁוֹר־וּבַחֲמֹ֖ר יַחְדָּֽו׃
11 לֹ֤א תִלְבַּשׁ֙ שַֽׁעַטְנֵ֔ז צֶ֥מֶר וּפִשְׁתִּ֖ים יַחְדָּֽו׃
12 גְּדִלִ֖ים תַּעֲשֶׂה־לָּ֑ךְ עַל־אַרְבַּ֛ע כַּנְפ֥וֹת כְּסוּתְךָ֖ אֲשֶׁ֥ר תְּכַסֶּה־בָּֽהּ׃
13 כִּֽי־יִקַּ֥ח אִ֖ישׁ אִשָּׁ֑ה וּבָ֥א אֵלֶ֖יהָ וּשְׂנֵאָֽהּ׃
14 וְשָׂ֥ם לָהּ֙ עֲלִילֹ֣ת דְּבָרִ֔ים וְהוֹצִ֥יא עָלֶ֖יהָ שֵׁ֣ם רָ֑ע וְאָמַ֗ר אֶת־הָאִשָּׁ֤ה הַזֹּאת֙ לָקַ֔חְתִּי וָאֶקְרַ֣ב אֵלֶ֔יהָ וְלֹא־מָצָ֥אתִי לָ֖הּ בְּתוּלִֽים׃
15 וְלָקַ֛ח אֲבִ֥י הַֽנַּעֲרָ֖ה וְאִמָּ֑הּ וְהוֹצִ֜יאוּ אֶת־בְּתוּלֵ֧י הַֽנַּעֲרָ֛ה אֶל־זִקְנֵ֥י הָעִ֖יר הַשָּֽׁעְרָה׃
16 וְאָמַ֛ר אֲבִ֥י הַֽנַּעֲרָ֖ה אֶל־הַזְּקֵנִ֑ים אֶת־בִּתִּ֗י נָתַ֜תִּי לָאִ֥ישׁ הַזֶּ֛ה לְאִשָּׁ֖ה וַיִּשְׂנָאֶֽהָ׃
17 וְהִנֵּה־הוּא֩ שָׂ֨ם עֲלִילֹ֤ת דְּבָרִים֙ לֵאמֹ֔ר לֹא־מָצָ֥אתִי לְבִתְּךָ֖ בְּתוּלִ֑ים וְאֵ֙לֶּה֙ בְּתוּלֵ֣י בִתִּ֔י וּפָֽרְשׂוּ֙ הַשִּׂמְלָ֔ה לִפְנֵ֖י זִקְנֵ֥י הָעִֽיר׃
18 וְלָֽקְח֛וּ זִקְנֵ֥י הָֽעִיר־הַהִ֖וא אֶת־הָאִ֑ישׁ וְיִסְּר֖וּ אֹתֽוֹ׃
19 וְעָנְשׁ֨וּ אֹת֜וֹ מֵאָ֣ה כֶ֗סֶף וְנָתְנוּ֙ לַאֲבִ֣י הַֽנַּעֲרָ֔ה כִּ֤י הוֹצִיא֙ שֵׁ֣ם רָ֔ע עַ֖ל בְּתוּלַ֣ת יִשְׂרָאֵ֑ל וְלֽוֹ־תִהְיֶ֣ה לְאִשָּׁ֔ה לֹא־יוּכַ֥ל לְשַׁלְּחָ֖הּ כָּל־יָמָֽיו׃
20 וְאִם־אֱמֶ֣ת הָיָ֔ה הַדָּבָ֖ר הַזֶּ֑ה לֹא־נִמְצְא֥וּ בְתוּלִ֖ים לַֽנַּעֲרָֽה׃
21 וְהוֹצִ֨יאוּ אֶת־הַֽנַּעֲרָ֜ה אֶל־פֶּ֣תַח בֵּית־אָבִ֗יהָ וּסְקָלוּהָ֩ אַנְשֵׁ֨י עִירָ֤הּ בָּאֲבָנִים֙ וָמֵ֔תָה כִּֽי־עָשְׂתָ֤ה נְבָלָה֙ בְּיִשְׂרָאֵ֔ל לִזְנ֖וֹת בֵּ֣ית אָבִ֑יהָ וּבִֽעַרְתָּ֥ הָרָ֖ע מִקִּרְבֶּֽךָ׃
22 כִּֽי־יִמָּצֵ֨א אִ֜ישׁ שֹׁכֵ֣ב׀ עִם־אִשָּׁ֣ה בְעֻֽלַת־בַּ֗עַל וּמֵ֙תוּ֙ גַּם־שְׁנֵיהֶ֔ם הָאִ֛ישׁ הַשֹּׁכֵ֥ב עִם־הָאִשָּׁ֖ה וְהָאִשָּׁ֑ה וּבִֽעַרְתָּ֥ הָרָ֖ע מִיִּשְׂרָאֵֽל׃
23 כִּ֤י יִהְיֶה֙ נַעֲרָ֣ה בְתוּלָ֔ה מְאֹרָשָׂ֖ה לְאִ֑ישׁ וּמְצָאָ֥הּ אִ֛ישׁ בָּעִ֖יר וְשָׁכַ֥ב עִמָּֽהּ׃
24 וְהוֹצֵאתֶ֨ם אֶת־שְׁנֵיהֶ֜ם אֶל־שַׁ֣עַר׀ הָעִ֣יר הַהִ֗וא וּסְקַלְתֶּ֨ם אֹתָ֥ם בָּאֲבָנִים֮ וָמֵתוּ֒ אֶת־הַֽנַּעֲרָ֗ה עַל־דְּבַר֙ אֲשֶׁ֣ר לֹא־צָעֲקָ֣ה בָעִ֔יר וְאֶ֨ת־הָאִ֔ישׁ עַל־דְּבַ֥ר אֲשֶׁר־עִנָּ֖ה אֶת־אֵ֣שֶׁת רֵעֵ֑הוּ וּבִֽעַרְתָּ֥ הָרָ֖ע מִקִּרְבֶּֽךָ׃
25 וְֽאִם־בַּשָּׂדֶ֞ה יִמְצָ֣א הָאִ֗ישׁ אֶת־הַֽנַּעֲרָ֤ה הַמְאֹֽרָשָׂה֙ וְהֶחֱזִֽיק־בָּ֣הּ הָאִ֔ישׁ וְשָׁכַ֖ב עִמָּ֑הּ וּמֵ֗ת הָאִ֛ישׁ אֲשֶׁר־שָׁכַ֥ב עִמָּ֖הּ לְבַדּֽוֹ׃
26 וְלַֽנַּעֲרָ֖ה לֹא־תַעֲשֶׂ֣ה דָבָ֑ר אֵ֣ין לַֽנַּעֲרָ֗ה חֵ֚טְא מָ֔וֶת כִּ֗י כַּאֲשֶׁ֨ר יָק֥וּם אִ֛ישׁ עַל־רֵעֵ֖הוּ וּרְצָח֣וֹ נֶ֔פֶשׁ כֵּ֖ן הַדָּבָ֥ר הַזֶּֽה׃
27 כִּ֤י בַשָּׂדֶה֙ מְצָאָ֔הּ צָעֲקָ֖ה הַֽנַּעֲרָ֣ה הַמְאֹרָשָׂ֑ה וְאֵ֥ין מוֹשִׁ֖יעַ לָֽהּ׃
28 כִּֽי־יִמְצָ֣א אִ֗ישׁ נַעֲרָ֤ה בְתוּלָה֙ אֲשֶׁ֣ר לֹא־אֹרָ֔שָׂה וּתְפָשָׂ֖הּ וְשָׁכַ֣ב עִמָּ֑הּ וְנִמְצָֽאוּ׃
29 וְ֠נָתַן הָאִ֨ישׁ הַשֹּׁכֵ֥ב עִמָּ֛הּ לַאֲבִ֥י הַֽנַּעֲרָ֖ה חֲמִשִּׁ֣ים כָּ֑סֶף וְלֽוֹ־תִהְיֶ֣ה לְאִשָּׁ֗ה תַּ֚חַת אֲשֶׁ֣ר עִנָּ֔הּ לֹא־יוּכַ֥ל שַׁלְּחָ֖הּ כָּל־יָמָֽיו׃
30 לֹא־יִקַּ֥ח אִ֖ישׁ אֶת־אֵ֣שֶׁת אָבִ֑יו וְלֹ֥א יְגַלֶּ֖ה כְּנַ֥ף אָבִֽיו׃
Capítulo 23
Exclusiones de la congregación
LBLA
1 Ningún hombre castrado o capado entrará en la asamblea del SEÑOR.
2 Ningún bastardo entrará en la asamblea del SEÑOR; ninguno de sus descendientes, aun hasta la décima generación, entrará en la asamblea del SEÑOR.
3 Ningún amonita o moabita entrará en la asamblea del SEÑOR; ninguno de sus descendientes, aun hasta la décima generación, entrará jamás en la asamblea del SEÑOR,
4 porque no os salieron a recibir con pan y agua en el camino cuando salisteis de Egipto, y porque alquilaron contra ti a Balaam, hijo de Beor, de Petor en Mesopotamia, para maldecirte.
5 Pero el SEÑOR tu Dios no quiso escuchar a Balaam, sino que el SEÑOR tu Dios cambió la maldición en bendición para ti, porque el SEÑOR tu Dios te ama.
6 No procurarás jamás la paz ni la prosperidad de ellos en todos tus días.
7 No aborrecerás al edomita, porque es tu hermano; no aborrecerás al egipcio, porque forastero fuiste en su tierra.
8 Los hijos que nazcan de ellos en la tercera generación podrán entrar en la asamblea del SEÑOR.
Limpieza del campamento
9 Cuando salgas como ejército contra tus enemigos, te guardarás de toda cosa mala.
10 Si hay en medio de ti un hombre inmundo a causa de una emisión nocturna, saldrá fuera del campamento; no entrará en el campamento.
11 Y al llegar la tarde se bañará con agua, y cuando se ponga el sol, podrá entrar de nuevo al campamento.
12 También tendrás un lugar fuera del campamento y saldrás allí;
13 y tendrás entre tus herramientas una pala, y cuando te sientes allí fuera, cavarás con ella, y te darás vuelta para cubrir tu excremento.
14 Porque el SEÑOR tu Dios anda en medio de tu campamento para librarte y para derrotar a tus enemigos delante de ti; por tanto tu campamento debe ser santo; y El no debe ver cosa inmunda en ti, para que no se aparte de ti.
Leyes misceláneas
15 No entregarás a su amo un esclavo que venga a ti huyendo de su señor.
16 Se quedará contigo en el lugar que escoja en alguna de tus ciudades, donde le parezca bien; no lo oprimirás.
17 Ninguna de las hijas de Israel será ramera de culto pagano; tampoco ninguno de los hijos de Israel será sodomita de culto pagano.
18 No traerás la paga de una ramera ni el sueldo de un sodomita a la casa del SEÑOR tu Dios para cualquier ofrenda votiva, porque ambos son abominación al SEÑOR tu Dios.
19 No cobrarás interés a tu hermano: interés sobre dinero, comida, o cualquier cosa que se preste a interés.
20 Podrás cobrar interés a un extranjero, pero a tu hermano no le cobrarás interés, para que el SEÑOR tu Dios te bendiga en todo aquello en que pongas tu mano en la tierra donde vas a entrar para poseerla.
21 Cuando hagas un voto al SEÑOR tu Dios, no tardes en pagarlo, porque ciertamente el SEÑOR tu Dios te lo demandará, y sería pecado en ti.
22 Pero si te abstienes de hacer votos, no habrá pecado en ti.
23 Serás cuidadoso de cumplir lo que salga de tus labios, tal como prometiste voluntariamente al SEÑOR tu Dios, lo que hablaste con tu boca.
24 Cuando entres a la viña de tu prójimo, entonces podrás comer las uvas que desees hasta saciarte, pero no pondrás ninguna en tu cesto.
25 Cuando entres a la mies de tu prójimo, entonces podrás arrancar espigas con tu mano, mas no meterás hoz a la mies de tu prójimo.
WLC
1 לֹא־יָבֹ֧א פְצוּעַ־דַּכָּ֛א וּכְר֥וּת שָׁפְכָ֖ה בִּקְהַ֥ל יְהוָֽה׃
2 לֹא־יָבֹ֥א מַמְזֵ֖ר בִּקְהַ֣ל יְהוָ֑ה גַּ֚ם דּ֣וֹר עֲשִׂירִ֔י לֹא־יָ֥בֹא ל֖וֹ בִּקְהַ֥ל יְהוָֽה׃
3 לֹֽא־יָבֹ֧א עַמּוֹנִ֛י וּמוֹאָבִ֖י בִּקְהַ֣ל יְהוָ֑ה גַּ֚ם דּ֣וֹר עֲשִׂירִ֔י לֹא־יָבֹ֥א לָהֶ֛ם בִּקְהַ֥ל יְהוָ֖ה עַד־עוֹלָֽם׃
4 עַל־דְּבַ֞ר אֲשֶׁ֨ר לֹא־קִדְּמ֤וּ אֶתְכֶם֙ בַּלֶּ֣חֶם וּבַמַּ֔יִם בַּדֶּ֖רֶךְ בְּצֵאתְכֶ֣ם מִמִּצְרָ֑יִם וַאֲשֶׁר֩ שָׂכַ֨ר עָלֶ֜יךָ אֶת־בִּלְעָ֣ם בֶּן־בְּע֗וֹר מִפְּת֛וֹר אֲרַ֥ם נַהֲרַ֖יִם לְקַֽלְלֶֽךָּ׃
5 וְלֹֽא־אָבָ֞ה יְהוָ֤ה אֱלֹהֶ֙יךָ֙ לִשְׁמֹ֣עַ אֶל־בִּלְעָ֔ם וַיַּהֲפֹ֨ךְ יְהוָ֧ה אֱלֹהֶ֛יךָ לְּךָ֖ אֶת־הַקְּלָלָ֣ה לִבְרָכָ֑ה כִּ֥י אֲהֵֽבְךָ֖ יְהוָ֥ה אֱלֹהֶֽיךָ׃
6 לֹא־תִדְרֹ֥שׁ שְׁלֹמָ֖ם וְטֹבָתָ֑ם כָּל־יָמֶ֖יךָ לְעוֹלָֽם׃
7 לֹֽא־תְתַעֵ֣ב אֲדֹמִ֔י כִּ֥י אָחִ֖יךָ ה֑וּא לֹא־תְתַעֵ֣ב מִצְרִ֔י כִּי־גֵ֖ר הָיִ֥יתָ בְאַרְצֽוֹ׃
8 בָּנִ֛ים אֲשֶׁר־יִוָּלְד֥וּ לָהֶ֖ם דּ֣וֹר שְׁלִישִׁ֑י יָבֹ֥א לָהֶ֖ם בִּקְהַ֥ל יְהוָֽה׃
9 כִּֽי־תֵצֵ֥א מַחֲנֶ֖ה עַל־אֹיְבֶ֑יךָ וְנִ֨שְׁמַרְתָּ֔ מִכֹּ֖ל דָּבָ֥ר רָֽע׃
10 כִּֽי־יִהְיֶ֤ה בְךָ֙ אִ֔ישׁ אֲשֶׁ֛ר לֹא־יִהְיֶ֥ה טָה֖וֹר מִקְּרֵה־לָ֑יְלָה וְיָצָא֙ אֶל־מִח֣וּץ לַֽמַּחֲנֶ֔ה לֹ֥א יָבֹ֖א אֶל־תּ֥וֹךְ הַֽמַּחֲנֶֽה׃
11 וְהָיָ֥ה לִפְנֽוֹת־עֶ֖רֶב יִרְחַ֣ץ בַ מָּ֑יִם וּכְבֹ֣א הַשֶּׁ֔מֶשׁ יָבֹ֖א אֶל־תּ֥וֹךְ הַֽמַּחֲנֶֽה׃
12 וְיָד֙ תִּֽהְיֶ֣ה לְךָ֔ מִח֖וּץ לַֽמַּחֲנֶ֑ה וְיָצָ֥אתָ שָׁ֖מָּה חֽוּץ׃
13 וְיָתֵ֛ד תִּהְיֶ֥ה לְךָ֖ עַל־אֲזֵנֶ֑ךָ וְהָיָה֙ בְּשִׁבְתְּךָ֣ ח֔וּץ וְחָפַרְתָּ֣ה בָ֔הּ וְשַׁבְתָּ֖ וְכִסִּ֥יתָ אֶת־צֵאָתֶֽךָ׃
14 כִּי֩ יְהוָ֨ה אֱלֹהֶ֜יךָ מִתְהַלֵּ֣ךְ׀ בְּקֶ֣רֶב מַחֲנֶ֗ךָ לְהַצִּֽילְךָ֙ וְלָתֵ֤ת אֹיְבֶ֙יךָ֙ לְפָנֶ֔יךָ וְהָיָ֥ה מַחֲנֶ֖יךָ קָד֑וֹשׁ וְלֹֽא־יִרְאֶ֤ה בְךָ֙ עֶרְוַ֣ת דָּבָ֔ר וְשָׁ֖ב מֵאַחֲרֶֽיךָ׃
15 לֹא־תַסְגִּ֥יר עֶ֖בֶד אֶל־אֲדֹנָ֑יו אֲשֶׁר־יִנָּצֵ֥ל אֵלֶ֖יךָ מֵעִ֥ם אֲדֹנָֽיו׃
16 עִמְּךָ֞ יֵשֵׁ֣ב בְּקִרְבְּךָ֗ בַּמָּק֧וֹם אֲשֶׁר־יִבְחַ֛ר בְּאַחַ֥ד שְׁעָרֶ֖יךָ בַּטּ֣וֹב ל֑וֹ לֹ֖א תּוֹנֶֽנּוּ׃
17 לֹא־תִהְיֶ֥ה קְדֵשָׁ֖ה מִבְּנ֣וֹת יִשְׂרָאֵ֑ל וְלֹֽא־יִהְיֶ֥ה קָדֵ֖שׁ מִבְּנֵ֥י יִשְׂרָאֵֽל׃
18 לֹא־תָבִיא֩ אֶתְנַ֨ן זוֹנָ֜ה וּמְחִ֣יר כֶּ֗לֶב בֵּ֛ית יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ לְכָל־נֶ֑דֶר כִּ֧י תוֹעֲבַ֛ת יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ גַּם־שְׁנֵיהֶֽם׃
19 לֹא־תַשִּׁ֣יךְ לְאָחִ֔יךָ נֶ֥שֶׁךְ כֶּ֖סֶף נֶ֣שֶׁךְ אֹ֑כֶל נֶ֕שֶׁךְ כָּל־דָּבָ֖ר אֲשֶׁ֥ר יִשָּֽׁךְ׃
20 לַנָּכְרִ֣י תַשִּׁ֔יךְ וּלְאָחִ֖יךָ לֹ֣א תַשִּׁ֑יךְ לְמַ֨עַן יְבָרֶכְךָ֜ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֗יךָ בְּכֹל֙ מִשְׁלַ֣ח יָדֶ֔ךָ עַל־הָאָ֕רֶץ אֲשֶׁר־אַתָּ֥ה בָא־שָׁ֖מָּה לְרִשְׁתָּֽהּ׃
21 כִּֽי־תִדֹּ֥ר נֶ֙דֶר֙ לַיהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ לֹ֥א תְאַחֵ֖ר לְשַׁלְּמ֑וֹ כִּֽי־דָּרֹ֨שׁ יִדְרְשֶׁ֜נּוּ יְהוָ֤ה אֱלֹהֶ֙יךָ֙ מֵֽעִמָּ֔ךְ וְהָיָ֥ה בְךָ֖ חֵֽטְא׃
22 וְכִ֥י תֶחְדַּ֖ל לִנְדֹּ֑ר לֹֽא־יִהְיֶ֥ה בְךָ֖ חֵֽטְא׃
23 מוֹצָ֥א שְׂפָתֶ֖יךָ תִּשְׁמֹ֣ר וְעָשִׂ֑יתָ כַּאֲשֶׁ֨ר נָדַ֜רְתָּ לַיהוָ֤ה אֱלֹהֶ֙יךָ֙ נְדָבָ֔ה אֲשֶׁ֥ר דִּבַּ֖רְתָּ בְּפִֽיךָ׃
24 כִּ֤י תָבֹא֙ בְּכֶ֣רֶם רֵעֶ֔ךָ וְאָכַלְתָּ֧ עֲנָבִ֛ים כְּנַפְשְׁךָ֖ שָׂבְעֶ֑ךָ וְאֶֽל־כֶּלְיְךָ֖ לֹ֥א תִתֵּֽן׃
25 כִּ֤י תָבֹא֙ בְּקָמַ֣ת רֵעֶ֔ךָ וְקָטַפְתָּ֥ מְלִילֹ֖ת בְּיָדֶ֑ךָ וְחֶרְמֵשׁ֙ לֹ֣א תָנִ֔יף עַ֖ל קָמַ֥ת רֵעֶֽךָ׃
Capítulo 24
Leyes sobre el divorcio
LBLA
1 Cuando alguno toma una mujer y se casa con ella, si sucede que no le es agradable porque ha hallado algo reprensible en ella, le escribirá carta de divorcio, se la pondrá en la mano y la despedirá de su casa.
2 Cuando ella salga de su casa, podrá ir y casarse con otro hombre.
3 Si el segundo marido la aborrece y le escribe carta de divorcio, se la pone en la mano y la despide de su casa, o si muere este último marido que la tomó por mujer,
4 al primer marido que la despidió no le será permitido tomarla nuevamente por mujer, pues ha sido menospreciada; porque eso es abominación ante el SEÑOR. No traerás pecado sobre la tierra que el SEÑOR tu Dios te da por heredad.
5 Cuando un hombre tome mujer nueva, no saldrá con el ejército, ni se le impondrá ningún deber; quedará libre en su casa por un año para alegrar a la mujer que ha tomado.
Diversas leyes humanitarias
6 Nadie tomará en prenda la muela de molino, ni la de abajo ni la de arriba, porque sería tomar en prenda la vida.
7 Si se encuentra a un hombre que haya secuestrado a alguno de sus hermanos de los hijos de Israel, y lo haya tratado como esclavo o lo haya vendido, ese ladrón morirá; así quitarás el mal de en medio de ti.
8 En cuanto a la infección de lepra, ten cuidado de hacer conforme a todo lo que te enseñen los sacerdotes levitas; como yo les he mandado, así cuidarás de hacer.
9 Acuérdate de lo que el SEÑOR tu Dios hizo a Miriam en el camino, cuando salisteis de Egipto.
10 Cuando hagas a tu prójimo un préstamo de cualquier clase, no entrarás en su casa para tomar su prenda.
11 Te quedarás afuera, y el hombre a quien hiciste el préstamo te sacará la prenda.
12 Y si es un hombre pobre, no te acostarás con su prenda.
13 Sin falta le devolverás la prenda al ponerse el sol, para que se acueste con su ropa y te bendiga; y te será justicia delante del SEÑOR tu Dios.
14 No oprimirás al jornalero pobre y necesitado, ya sea de tus hermanos o de los forasteros que están en tu tierra y en tus ciudades.
15 En su día le darás su jornal antes de la puesta del sol, porque es pobre y ha puesto su corazón en ello; para que no clame contra ti al SEÑOR y llegue a ser pecado en ti.
16 Los padres no morirán por los hijos, ni los hijos morirán por los padres; cada uno morirá por su propio pecado.
17 No pervertirás la justicia del forastero ni del huérfano, ni tomarás en prenda la ropa de la viuda.
18 Sino que te acordarás de que fuiste esclavo en Egipto, y que el SEÑOR tu Dios te redimió de allí; por tanto, yo te mando que hagas esto.
19 Cuando siegues tu mies en tu campo y olvides una gavilla en el campo, no volverás a recogerla; será para el forastero, para el huérfano y para la viuda, para que el SEÑOR tu Dios te bendiga en toda obra de tus manos.
20 Cuando sacudas tus olivos, no recorrerás las ramas que hayas dejado tras de ti; serán para el forastero, para el huérfano y para la viuda.
21 Cuando vendimies tu viña, no la rebuscarás tras de ti; será para el forastero, para el huérfano y para la viuda.
22 Y te acordarás de que fuiste esclavo en la tierra de Egipto; por tanto, yo te mando que hagas esto.
WLC
1 כִּֽי־יִקַּ֥ח אִ֛ישׁ אִשָּׁ֖ה וּבְעָלָ֑הּ וְהָיָ֞ה אִם־לֹ֧א תִמְצָא־חֵ֣ן בְּעֵינָ֗יו כִּי־מָ֤צָא בָהּ֙ עֶרְוַ֣ת דָּבָ֔ר וְכָ֨תַב לָ֜הּ סֵ֤פֶר כְּרִיתֻת֙ וְנָתַ֣ן בְּיָדָ֔הּ וְשִׁלְּחָ֖הּ מִבֵּיתֽוֹ׃
2 וְיָצְאָ֖ה מִבֵּית֑וֹ וְהָלְכָ֖ה וְהָיְתָ֥ה לְאִישׁ־אַחֵֽר׃
3 וּשְׂנֵאָהּ֮ הָאִ֣ישׁ הָאַחֲרוֹן֒ וְכָ֨תַב לָ֜הּ סֵ֤פֶר כְּרִיתֻת֙ וְנָתַ֣ן בְּיָדָ֔הּ וְשִׁלְּחָ֖הּ מִבֵּית֑וֹ א֣וֹ כִ֤י יָמוּת֙ הָאִ֣ישׁ הָאַחֲר֔וֹן אֲשֶׁר־לְקָחָ֥הּ ל֖וֹ לְאִשָּֽׁה׃
4 לֹא־יוּכַ֣ל בַּעְלָ֣הּ הָרִאשׁ֣וֹן אֲשֶֽׁר־שִׁ֠לְּחָהּ לָשׁ֨וּב לְקַחְתָּ֜הּ לִהְי֧וֹת ל֣וֹ לְאִשָּׁ֗ה אַחֲרֵי֙ אֲשֶׁ֣ר הֻטַּמָּ֔אָה כִּֽי־תוֹעֵבָ֥ה הִ֖וא לִפְנֵ֣י יְהוָ֑ה וְלֹ֤א תַחֲטִיא֙ אֶת־הָאָ֔רֶץ אֲשֶׁר֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ נֹתֵ֥ן לְךָ֖ נַחֲלָֽה׃
5 כִּֽי־יִקַּ֥ח אִ֛ישׁ אִשָּׁ֥ה חֲדָשָׁ֖ה לֹ֣א יֵצֵ֣א בַצָּבָ֗א וְלֹא־יַעֲבֹ֤ר עָלָיו֙ לְכָל־דָּבָ֔ר נָקִ֥י יִהְיֶ֛ה לְבֵית֖וֹ שָׁנָ֣ה אֶחָ֑ת וְשִׂמַּ֖ח אֶת־אִשְׁתּ֥וֹ אֲשֶׁר־לָקָֽח׃
6 לֹא־יַחֲבֹ֥ל רֵחַ֖יִם וָרָ֑כֶב כִּי־נֶ֖פֶשׁ ה֥וּא חֹבֵֽל׃
7 כִּי־יִמָּצֵ֨א אִ֜ישׁ גֹּנֵ֨ב נֶ֤פֶשׁ מֵאֶחָיו֙ מִבְּנֵ֣י יִשְׂרָאֵ֔ל וְהִתְעַמֶּר־בּ֖וֹ וּמְכָר֑וֹ וּמֵת֙ הַגַּנָּ֣ב הַה֔וּא וּבִֽעַרְתָּ֥ הָרָ֖ע מִקִּרְבֶּֽךָ׃
8 הִשָּׁ֧מֶר בְּנֶֽגַע־הַצָּרַ֛עַת לִשְׁמֹ֥ר מְאֹ֖ד וְלַעֲשׂ֑וֹת כְּכֹל֩ אֲשֶׁר־יוֹר֨וּ אֶתְכֶ֜ם הַכֹּהֲנִ֧ים הַלְוִיִּ֛ם כַּאֲשֶׁ֥ר צִוִּיתִ֖ם תִּשְׁמְר֥וּ לַעֲשֽׂוֹת׃
9 זָכ֕וֹר אֵ֧ת אֲשֶׁר־עָשָׂ֛ה יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ לְמִרְיָ֑ם בַּדֶּ֖רֶךְ בְּצֵאתְכֶ֥ ם מִמִּצְרָֽיִם׃
10 כִּֽי־תַשֶּׁ֥ה בְרֵֽעֲךָ֖ מַשַּׁ֣את מְא֑וּמָה לֹא־תָבֹ֥א אֶל־בֵּית֖וֹ לַעֲבֹ֥ט עֲבֹטֽוֹ׃
11 בַּח֖וּץ תַּעֲמֹ֑ד וְהָאִ֗ישׁ אֲשֶׁ֤ר אַתָּה֙ נֹשֶׁ֣ה ב֔וֹ יוֹצִ֥יא אֵלֶ֛יךָ אֶת־הַעֲב֖וֹט הַחֽוּצָה׃
12 וְאִם־אִ֥ישׁ עָנִ֖י ה֑וּא לֹ֥א תִשְׁכַּ֖ב בַּעֲבֹטֽוֹ׃
13 הָשֵׁב֩ תָּשִׁ֨יב ל֤וֹ אֶֽת־הַעֲבוֹט֙ כְּבֹ֣א הַשֶּׁ֔מֶשׁ וְשָׁכַ֥ב בְּשַׂלְמָת֖וֹ וּבֵֽרֲכֶ֑ךָּ וּלְךָ֙ תִּהְיֶ֣ה צְדָקָ֔ה לִפְנֵ֖י יְהוָ֥ה אֱלֹהֶֽיךָ׃
14 לֹא־תַעֲשֹׁ֥ק שָׂכִ֖יר עָנִ֣י וְאֶבְי֑וֹן מֵאַחֶ֕יךָ א֧וֹ מִגֵּרְךָ֛ אֲשֶׁ֥ר בְּאַרְצְךָ֖ בִּשְׁעָרֶֽיךָ׃
15 בְּיוֹמוֹ֩ תִתֵּ֨ן שְׂכָר֜וֹ וְֽלֹא־תָב֧וֹא עָלָ֣יו הַשֶּׁ֗מֶשׁ כִּ֤י עָנִי֙ ה֔וּא וְאֵלָ֕יו ה֥וּא נֹשֵׂ֖א אֶת־נַפְשׁ֑וֹ וְלֹֽא־יִקְרָ֤א עָלֶ֙יךָ֙ אֶל־יְהוָ֔ה וְהָיָ֥ה בְךָ֖ חֵֽטְא׃
16 לֹא־יוּמְת֤וּ אָבוֹת֙ עַל־בָּנִ֔ים וּבָנִ֖ים לֹא־יוּמְת֣וּ עַל־אָב֑וֹת אִ֥ישׁ בְּחֶטְא֖וֹ יוּמָֽתוּ׃
17 לֹ֣א תַטֶּ֔ה מִשְׁפַּ֥ט גֵּר־יָת֖וֹם וְלֹ֣א תַחֲבֹ֑ל בֶּ֖גֶד אַלְמָנָֽה׃
18 וְזָכַרְתָּ֗ כִּ֣י עֶ֤בֶד הָיִ֙יתָ֙ בְּמִצְרַ֔יִם וַֽיִּפְדְּךָ֛ יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ מִשָּׁ֑ם עַל־כֵּ֞ן אָנֹכִ֤י מְצַוְּךָ֙ לַעֲשׂ֔וֹת אֶת־הַדָּבָ֖ר הַזֶּֽה׃
19 כִּ֣י תִקְצֹר֩ קְצִֽירְךָ֨ בְשָׂדֶ֜ךָ וְשָֽׁכַחְתָּ֧ עֹ֣מֶר בַּשָּׂדֶ֗ה לֹ֤א תָשׁוּב֙ לְקַחְתּ֔וֹ לַגֵּ֛ר לַיָּת֥וֹם וְלָאַלְמָנָ֖ה יִהְיֶ֑ה לְמַ֤עַן יְבָרֶכְךָ֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ בְּכֹ֖ל מַעֲשֵׂ֥ה יָדֶֽיךָ׃
20 כִּ֤י תַחְבֹּט֙ זֵֽיתְךָ֔ לֹ֥א תְפַאֵ֖ר אַחֲרֶ֑יךָ לַגֵּ֛ר לַיָּת֥וֹם וְלָאַלְמָנָ֖ה יִהְיֶֽה׃
21 כִּ֤י תִבְצֹר֙ כַּרְמְךָ֔ לֹ֥א תְעוֹלֵ֖ל אַחֲרֶ֑יךָ לַגֵּ֛ר לַיָּת֥וֹם וְלָאַלְמָנָ֖ה יִהְיֶֽה׃
22 וְזָכַרְתָּ֗ כִּי־עֶ֛בֶד הָיִ֖יתָ בְּאֶ֣רֶץ מִצְרָ֑יִם עַל־כֵּ֞ן אָנֹכִ֤י מְצַוְּךָ֙ לַעֲשׂ֔וֹת אֶת־הַדָּבָ֖ר הַזֶּֽה׃
Capítulo 25
Justicia y misericordia
LBLA
1 Si hay pleito entre dos hombres y van a juicio, y los jueces deciden el caso, y absuelven al justo y condenan al culpable,
2 entonces sucederá que si el culpable merece ser azotado, el juez le hará tenderse, y será azotado en su presencia con el número de azotes según su culpa.
3 Podrá darle cuarenta azotes, no más, no sea que le dé muchos más azotes que éstos, y tu hermano quede degradado ante tus ojos.
4 No pondrás bozal al buey mientras trilla.
Ley del levirato
5 Cuando dos hermanos habiten juntos y uno de ellos muera y no tenga hijo, la mujer del muerto no se casará fuera de la familia con un extraño. Su cuñado se llegará a ella y la tomará como mujer, y cumplirá con ella el deber de cuñado.
6 Y sucederá que el primogénito que ella dé a luz llevará el nombre de su hermano muerto, para que su nombre no sea borrado de Israel.
7 Pero si el hombre no quiere tomar a su cuñada, entonces su cuñada subirá a la puerta donde están los ancianos, y dirá: "Mi cuñado rehúsa establecer nombre a su hermano en Israel; no quiere cumplir conmigo el deber de cuñado."
8 Entonces los ancianos de su ciudad lo llamarán y hablarán con él. Y si él persiste y dice: "No deseo tomarla",
9 entonces su cuñada se acercará a él delante de los ancianos, le quitará la sandalia del pie y le escupirá en la cara; y declarará: "Así se hace al hombre que no quiere edificar la casa de su hermano."
10 Y en Israel será llamado con este nombre: "La casa del descalzado."
Diversas leyes
11 Si dos hombres luchan entre sí, un hombre y su conciudadano, y la mujer de uno se acerca para librar a su marido de la mano del que lo golpea, y ella extiende su mano y le agarra sus partes íntimas,
12 entonces le cortarás la mano; no tendrás compasión.
13 No tendrás en tu bolsa pesas diferentes, una grande y una pequeña.
14 No tendrás en tu casa medidas diferentes, una grande y una pequeña.
15 Tendrás peso completo y justo; tendrás medida completa y justa, para que se prolonguen tus días en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da.
16 Porque todo el que hace estas cosas, todo el que comete injusticia, es abominación al SEÑOR tu Dios.
Destrucción de Amalec
17 Acuérdate de lo que te hizo Amalec en el camino cuando salías de Egipto,
18 cómo te salió al encuentro en el camino y atacó entre los tuyos a todos los agotados en tu retaguardia cuando tú estabas fatigado y cansado; y él no temió a Dios.
19 Por tanto, sucederá que cuando el SEÑOR tu Dios te haya dado descanso de todos tus enemigos alrededor, en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da en heredad para poseerla, borrarás la memoria de Amalec de debajo del cielo; no lo olvides.
WLC
1 כִּֽי־יִהְיֶ֥ה רִיב֙ בֵּ֣ין אֲנָשִׁ֔ים וְנִגְּשׁ֥וּ אֶל־הַמִּשְׁפָּ֖ט וּשְׁפָט֑וּם וְהִצְדִּ֙יקוּ֙ אֶת־הַצַּדִּ֔יק וְהִרְשִׁ֖יעוּ אֶת־הָרָשָֽׁע׃
2 וְהָיָ֛ה אִם־בִּ֥ן הַכּ֖וֹת הָרָשָׁ֑ע וְהִפִּיל֤וֹ הַשֹּׁפֵט֙ וְהִכָּ֣הוּ לְפָנָ֔יו כְּדֵ֥י רִשְׁעָת֖וֹ בְּמִסְפָּֽר׃
3 אַרְבָּעִ֥ים יַכֶּ֖נּוּ לֹ֣א יֹסִ֑יף פֶּן־יֹסִ֨יף לְהַכֹּת֤וֹ עַל־אֵ֙לֶּה֙ מַכָּ֣ה רַבָּ֔ה וְנִקְלָ֥ה אָחִ֖יךָ לְעֵינֶֽיךָ׃
4 לֹא־תַחְסֹ֥ם שׁ֖וֹר בְּדִישֽׁוֹ׃
5 כִּֽי־יֵשְׁב֨וּ אַחִ֜ים יַחְדָּ֗ו וּמֵ֨ת אַחַ֤ד מֵהֶם֙ וּבֵ֣ן אֵֽין־ל֔וֹ לֹֽא־תִהְיֶ֧ה אֵֽשֶׁת־הַמֵּ֛ת הַח֖וּצָה לְאִ֣ישׁ זָ֑ר יְבָמָ֥הּ יָבֹ֛א עָלֶ֖יהָ וּלְקָחָ֥הּ לֽוֹ־לְאִשָּׁ֖ה וְיִבְּמָֽהּ׃
6 וְהָיָ֗ה הַבְּכוֹר֙ אֲשֶׁ֣ר תֵּלֵ֔ד יָק֕וּם עַל־שֵׁ֥ם אָחִ֖יו הַמֵּ֑ת וְלֹֽא־יִמָּחֶ֥ה שְׁמ֖וֹ מִיִּשְׂרָאֵֽל׃
7 וְאִם־לֹ֤א יַחְפֹּץ֙ הָאִ֔ישׁ לָקַ֖חַת אֶת־יְבִמְתּ֑וֹ וְעָלְתָה֩ יְבִמְתּ֨וֹ הַשַּׁ֜עְרָה אֶל־הַזְּקֵנִ֗ים וְאָמְרָה֙ מֵאֵ֨ן יְבָמִ֜י לְהָקִ֨ים לְאָחִ֥יו שֵׁם֙ בְּיִשְׂרָאֵ֔ל לֹ֥א אָבָ֖ה יַבְּמִֽי׃
8 וְקָֽרְאוּ־ל֥וֹ זִקְנֵי־עִיר֖וֹ וְדִבְּר֣וּ אֵלָ֑יו וְעָמַ֣ד וְאָמַ֔ר לֹ֥א חָפַ֖צְתִּי לְקַחְתָּֽהּ׃
9 וְנִגְּשָׁ֨ה יְבִמְתּ֣וֹ אֵלָיו֮ לְעֵינֵ֣י הַזְּקֵנִים֒ וְחָלְצָ֤ה נַעֲלוֹ֙ מֵעַ֣ל רַגְל֔וֹ וְיָרְקָ֖ה בְּפָנָ֑יו וְעָֽנְתָה֙ וְאָ֣מְרָ֔ה כָּ֚כָה יֵעָשֶׂ֣ה לָאִ֔ישׁ אֲשֶׁ֥ר לֹֽא־יִבְנֶ֖ה אֶת־בֵּ֥ית אָחִֽיו׃
10 וְנִקְרָ֥א שְׁמ֖וֹ בְּיִשְׂרָאֵ֑ל בֵּ֖ית חֲל֥וּץ הַנָּֽעַל׃
11 כִּֽי־יִנָּצ֨וּ אֲנָשִׁ֤ים יַחְדָּו֙ אִ֣ישׁ וְאָחִ֔יו וְקָֽרְבָה֙ אֵ֣שֶׁת הָֽאֶחָ֔ד לְהַצִּ֥יל אֶת־אִישָׁ֖הּ מִיַּ֣ד מַכֵּ֑הוּ וְשָׁלְחָ֣ה יָדָ֔הּ וְהֶחֱזִ֖יקָה בִּמְבֻשָֽׁיו׃
12 וְקַצֹּתָ֖ה אֶת־כַּפָּ֑הּ לֹ֥א תָח֖וֹס עֵינֶֽךָ׃
13 לֹֽא־יִהְיֶ֥ה לְךָ֛ בְּכִֽיסְךָ֖ אֶ֣בֶן וָאָ֑בֶן גְּדוֹלָ֖ה וּקְטַנָּֽה׃
14 לֹא־יִהְיֶ֥ה לְךָ֛ בְּבֵיתְךָ֖ אֵיפָ֣ה וְאֵיפָ֑ה גְּדוֹלָ֖ה וּקְטַנָּֽה׃
15 אֶ֣בֶן שְׁלֵמָ֤ה וָצֶ֙דֶק֙ יִֽהְיֶה־לָּ֔ךְ אֵיפָ֧ה שְׁלֵמָ֛ה וָצֶ֖דֶק יִֽהְיֶה־לָּ֑ךְ לְמַ֙עַן֙ יַאֲרִ֣יכוּ יָמֶ֔יךָ עַ֚ל הָֽאֲדָמָ֔ה אֲשֶׁר־יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ נֹתֵ֥ן לָֽךְ׃
16 כִּ֧י תוֹעֲבַ֛ת יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ כָּל־עֹ֣שֵׂה אֵ֑לֶּה כֹּ֖ל עֹ֥שֵׂה עָֽוֶל׃
17 זָכ֕וֹר אֵ֛ת אֲשֶׁר־עָשָׂ֥ה לְךָ֖ עֲמָלֵ֑ק בַּדֶּ֖רֶךְ בְּצֵאתְכֶ֥ם מִמִּצְרָֽיִם׃
18 אֲשֶׁ֨ר קָֽרְךָ֜ בַּדֶּ֗רֶךְ וַיְזַנֵּ֤ב בְּךָ֙ כָּל־הַנֶּחֱשָׁלִ֣ים אַֽחֲרֶ֔יךָ וְאַתָּ֖ה עָיֵ֣ף וְיָגֵ֑עַ וְלֹ֥א יָרֵ֖א אֱלֹהִֽים׃
19 וְהָיָ֡ה בְּהָנִ֣יחַ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֣יךָ׀ לְ֠ךָ מִכָּל־אֹ֨יְבֶ֜יךָ מִסָּבִ֗יב בָּאָ֙רֶץ֙ אֲשֶׁ֣ר יְהוָֽה־אֱ֠לֹהֶיךָ נֹתֵ֨ן לְךָ֤ נַחֲלָה֙ לְרִשְׁתָּ֔הּ תִּמְחֶה֙ אֶת־זֵ֣כֶר עֲמָלֵ֔ק מִתַּ֖חַת הַשָּׁמָ֑יִם לֹ֖א תִּשְׁכָּֽח׃
Capítulo 26
Ofrenda de las primicias
LBLA
1 Y sucederá que cuando entres en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da por heredad, y tomes posesión de ella y habites en ella,
2 tomarás de las primicias de todos los frutos del suelo que recojas de la tierra que el SEÑOR tu Dios te da, y las pondrás en una canasta e irás al lugar que el SEÑOR tu Dios escoja para establecer su nombre.
3 Y al sacerdote que esté en funciones en aquellos días, dirás: "Declaro hoy al SEÑOR tu Dios que he entrado en la tierra que el SEÑOR juró a nuestros padres que nos daría."
4 Entonces el sacerdote tomará la canasta de tu mano y la pondrá delante del altar del SEÑOR tu Dios.
5 Y responderás y dirás delante del SEÑOR tu Dios: "Mi padre fue un arameo errante, que descendió a Egipto y residió allí, siendo pocos en número; pero allí llegó a ser una nación grande, fuerte y numerosa.
6 Y los egipcios nos maltrataron y nos afligieron, y nos impusieron una dura servidumbre.
7 Entonces clamamos al SEÑOR, el Dios de nuestros padres, y el SEÑOR oyó nuestra voz y vio nuestra aflicción, nuestro trabajo y nuestra opresión;
8 y el SEÑOR nos sacó de Egipto con mano fuerte y brazo extendido, con gran terror, con señales y milagros;
9 y nos trajo a este lugar, y nos dio esta tierra, tierra que mana leche y miel.
10 Y ahora, he aquí, he traído las primicias del fruto de la tierra que me has dado, oh SEÑOR." Entonces las pondrás delante del SEÑOR tu Dios, y te postrarás delante del SEÑOR tu Dios.
11 Y te alegrarás por todo el bien que el SEÑOR tu Dios te ha dado a ti y a tu casa, tú y el levita y el forastero que está en medio de ti.
Ofrenda del diezmo
12 Cuando hayas acabado de apartar todo el diezmo de tus frutos en el año tercero, el año del diezmo, lo darás al levita, al forastero, al huérfano y a la viuda, para que coman en tus ciudades y se sacien.
13 Y dirás delante del SEÑOR tu Dios: "He apartado lo consagrado de mi casa, y también lo he dado al levita, al forastero, al huérfano y a la viuda, conforme a todos los mandamientos que me has ordenado; no he transgredido ninguno de tus mandamientos, ni los he olvidado.
14 No he comido de ello en mi luto, ni he apartado de ello estando impuro, ni lo he ofrecido a los muertos. He obedecido la voz del SEÑOR mi Dios; he hecho conforme a todo lo que me has mandado.
15 Mira desde tu santa morada, desde el cielo, y bendice a tu pueblo Israel y a la tierra que nos has dado, como juraste a nuestros padres, tierra que mana leche y miel."
Exhortación final
16 Hoy el SEÑOR tu Dios te manda cumplir estos estatutos y decretos. Guárdalos, pues, y cúmplelos con todo tu corazón y con toda tu alma.
17 Hoy has declarado que el SEÑOR es tu Dios, y que andarás en sus caminos, guardarás sus estatutos, sus mandamientos y sus decretos, y escucharás su voz.
18 Y el SEÑOR ha declarado hoy que tú eres pueblo suyo, posesión suya, como te lo ha prometido, y que guardarás todos sus mandamientos,
19 y que Él te pondrá en alto sobre todas las naciones que ha hecho, para alabanza, fama y gloria; y que serás un pueblo santo para el SEÑOR tu Dios, como Él ha dicho.
WLC
1 וְהָיָה֙ כִּֽי־תָב֣וֹא אֶל־הָאָ֔רֶץ אֲשֶׁר֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ נֹתֵ֥ן לְךָ֖ נַחֲלָ֑ה וִֽירִשְׁתָּ֖הּ וְיָשַׁ֥בְתָּ בָּֽהּ׃
2 וְלָקַחְתָּ֞ מֵרֵאשִׁ֣ית׀ כָּל־פְּרִ֣י הָאֲדָמָ֗ה אֲשֶׁ֨ר תָּבִ֧יא מֵֽאַרְצְךָ֛ אֲשֶׁ֨ר יְהוָ֧ה אֱלֹהֶ֛יךָ נֹתֵ֥ן לָ֖ךְ וְשַׂמְתָּ֣ בַטֶּ֑נֶא וְהָֽלַכְתָּ֙ אֶל־הַמָּק֔וֹם אֲשֶׁ֤ר יִבְחַר֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ לְשַׁכֵּ֥ן שְׁמ֖וֹ שָֽׁם׃
3 וּבָאתָ֙ אֶל־הַכֹּהֵ֔ן אֲשֶׁ֥ר יִהְיֶ֖ה בַּיָּמִ֣ים הָהֵ֑ם וְאָמַרְתָּ֣ אֵלָ֗יו הִגַּ֤דְתִּי הַיּוֹם֙ לַיהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ כִּי־בָ֙אתִי֙ אֶל־הָאָ֔רֶץ אֲשֶׁ֨ר נִשְׁבַּ֧ע יְהוָ֛ה לַאֲבֹתֵ֖ינוּ לָ֥תֶת לָֽנוּ׃
4 וְלָקַ֧ח הַכֹּהֵ֛ן הַטֶּ֖נֶא מִיָּדֶ֑ךָ וְהִ֨נִּיח֔וֹ לִפְנֵ֕י מִזְבַּ֖ח יְהוָ֥ה אֱלֹהֶֽיךָ׃
5 וְעָנִ֨יתָ וְאָמַרְתָּ֜ לִפְנֵ֣י׀ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֗יךָ אֲרַמִּי֙ אֹבֵ֣ד אָבִ֔י וַיֵּ֣רֶד מִצְרַ֔יְמָה וַיָּ֥גָר שָׁ֖ם בִּמְתֵ֣י מְעָ֑ט וַֽיְהִי־שָׁ֕ם לְג֥וֹי גָּד֖וֹל עָצ֥וּם וָרָֽב׃
6 וַיָּרֵ֧עוּ אֹתָ֛נוּ הַמִּצְרִ֖ים וַיְעַנּ֑וּנוּ וַיִּתְּנ֥וּ עָלֵ֖ינוּ עֲבֹדָ֥ה קָשָֽׁה׃
7 וַנִּצְעַ֕ק אֶל־יְהוָ֖ה אֱלֹהֵ֣י אֲבֹתֵ֑ינוּ וַיִּשְׁמַ֤ע יְהוָה֙ אֶת־קֹלֵ֔נוּ וַיַּ֧רְא אֶת־עָנְיֵ֛נוּ וְאֶת־עֲמָלֵ֖נוּ וְאֶת־לַחֲצֵֽנוּ׃
8 וַיּוֹצִאֵ֤נוּ יְהוָה֙ מִמִּצְרַ֔יִם בְּיָ֤ד חֲזָקָה֙ וּבִזְרֹ֣עַ נְטוּיָ֔ה וּבְמֹרָ֖א גָּדֹ֑ל וּבְאֹת֖וֹת וּבְמֹפְתִֽים׃
9 וַיְבִאֵ֖נוּ אֶל־הַמָּק֣וֹם הַזֶּ֑ה וַיִּתֶּן־לָ֙נוּ֙ אֶת־הָאָ֣רֶץ הַזֹּ֔את אֶ֛רֶץ זָבַ֥ת חָלָ֖ב וּדְבָֽשׁ׃
10 וְעַתָּ֗ה הִנֵּ֤ה הֵבֵ֙אתִי֙ אֶת־רֵאשִׁית֙ פְּרִ֣י הָאֲדָמָ֔ה אֲשֶׁר־נָתַ֥תָּה לִּ֖י יְהוָ֑ה וְהִנַּחְתּ֗וֹ לִפְנֵי֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ וְהִֽשְׁתַּחֲוִ֔יתָ לִפְנֵ֖י יְהוָ֥ה אֱלֹהֶֽיךָ׃
11 וְשָׂמַחְתָּ֣ בְכָל־הַטּ֗וֹב אֲשֶׁ֧ר נָתַן־לְךָ֛ יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ וּלְבֵיתֶ֑ךָ אַתָּה֙ וְהַלֵּוִ֔י וְהַגֵּ֖ר אֲשֶׁ֥ר בְּקִרְבֶּֽךָ׃
12 כִּ֣י תְכַלֶּ֞ה לַ֠עְשֵׂר אֶת־כָּל־מַעְשַׂ֧ר תְּבוּאָתְךָ֛ בַּשָּׁנָ֥ה הַשְּׁלִישִׁ֖ת שְׁנַ֣ת הַֽמַּעֲשֵׂ֑ר וְנָתַתָּ֣ה לַלֵּוִ֗י לַגֵּר֙ לַיָּת֣וֹם וְלָֽאַלְמָנָ֔ה וְאָכְל֥וּ בִשְׁעָרֶ֖יךָ וְשָׂבֵֽעוּ׃
13 וְאָמַרְתָּ֡ לִפְנֵי֩ יְהוָ֨ה אֱלֹהֶ֜יךָ בִּעַ֧רְתִּי הַקֹּ֣דֶשׁ מִן־הַבַּ֗יִת וְגַ֨ם נְתַתִּ֤יו לַלֵּוִי֙ וְלַגֵּר֙ לַיָּת֣וֹם וְלָאַלְמָנָ֔ה כְּכָל־מִצְוָתְךָ֖ אֲשֶׁ֣ר צִוִּיתָ֑נִי לֹֽא־עָבַ֥רְתִּי מִמִּצְוֹתֶ֖יךָ וְלֹ֥א שָׁכָֽחְתִּי׃
14 לֹא־אָכַ֨לְתִּי בְאֹנִ֜י מִמֶּ֗נּוּ וְלֹא־בִעַ֤רְתִּי מִמֶּ֙נּוּ֙ בְּטָמֵ֔א וְלֹא־נָתַ֥תִּי מִמֶּ֖נּוּ לְמֵ֑ת שָׁמַ֗עְתִּי בְּקוֹל֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהָ֔י עָשִׂ֕יתִי כְּכֹ֖ל אֲשֶׁ֥ר צִוִּיתָֽנִי׃
15 הַשְׁקִ֩יפָה֩ מִמְּע֨וֹן קָדְשְׁךָ֜ מִן־הַשָּׁמַ֗יִם וּבָרֵ֤ךְ אֶֽת־עַמְּךָ֙ אֶת־יִשְׂרָאֵ֔ל וְאֵת֙ הָאֲדָמָ֔ה אֲשֶׁ֥ר נָתַ֖תָּה לָ֑נוּ כַּאֲשֶׁ֤ר נִשְׁבַּ֙עְתָּ֙ לַאֲבֹתֵ֔ינוּ אֶ֛רֶץ זָבַ֥ת חָלָ֖ב וּדְבָֽשׁ׃
16 הַיּ֣וֹם הַזֶּ֗ה יְהוָ֨ה אֱלֹהֶ֜יךָ מְצַוְּךָ֧ לַעֲשׂ֛וֹת אֶת־הַחֻקִּ֥ים הָאֵ֖לֶּה וְאֶת־הַמִּשְׁפָּטִ֑ים וְשָׁמַרְתָּ֤ וְעָשִׂ֙יתָ֙ אוֹתָ֔ם בְּכָל־לְבָבְךָ֖ וּבְכָל־נַפְשֶֽׁךָ׃
17 אֶת־יְהוָ֥ה הֶאֱמַ֖רְתָּ הַיּ֑וֹם לִהְי֣וֹת לְךָ֣ לֵֽאלֹהִ֗ים וְלָלֶ֤כֶת בִּדְרָכָיו֙ וְלִשְׁמֹ֨ר חֻקָּ֧יו וּמִצְוֹתָ֛יו וּמִשְׁפָּטָ֖יו וְלִשְׁמֹ֥עַ בְּקֹלֽוֹ׃
18 וַֽיהוָ֞ה הֶאֱמִֽירְךָ֣ הַיּ֗וֹם לִהְי֥וֹת לוֹ֙ לְעַ֣ם סְגֻלָּ֔ה כַּאֲשֶׁ֖ר דִּבֶּר־לָ֑ךְ וְלִשְׁמֹ֖ר כָּל־מִצְוֹתָֽיו׃
19 וּֽלְתִתְּךָ֣ עֶלְי֗וֹן עַ֤ל כָּל־הַגּוֹיִם֙ אֲשֶׁ֣ר עָשָׂ֔ה לִתְהִלָּ֖ה וּלְשֵׁ֣ם וּלְתִפְאָ֑רֶת וְלִֽהְיֹתְךָ֧ עַם־קָדֹ֛שׁ לַיהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ כַּאֲשֶׁ֥ר דִּבֵּֽר׃
Capítulo 27
El altar en el monte Ebal
LBLA
1 Y Moisés, junto con los ancianos de Israel, mandó al pueblo, diciendo: Guardad todos los mandamientos que yo os ordeno hoy.
2 Y sucederá que el día que pases el Jordán a la tierra que el SEÑOR tu Dios te da, levantarás para ti piedras grandes y las blanquearás con cal.
3 Y escribirás en ellas todas las palabras de esta ley cuando hayas pasado, para que entres en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da, tierra que mana leche y miel, como el SEÑOR, el Dios de tus padres, te ha prometido.
4 Y sucederá que cuando pases el Jordán, levantarás estas piedras en el monte Ebal, como yo te ordeno hoy, y las blanquearás con cal.
5 Y edificarás allí un altar al SEÑOR tu Dios, un altar de piedras; no alzarás sobre ellas herramienta de hierro.
6 Edificarás el altar del SEÑOR tu Dios de piedras sin labrar, y sobre él ofrecerás holocaustos al SEÑOR tu Dios;
7 también sacrificarás ofrendas de paz, y comerás allí, y te regocijarás delante del SEÑOR tu Dios.
8 Y escribirás en las piedras todas las palabras de esta ley muy claramente.
Maldiciones pronunciadas desde el monte Ebal
9 Y Moisés y los sacerdotes levitas hablaron a todo Israel, diciendo: Guarda silencio y escucha, oh Israel. Hoy te has convertido en pueblo del SEÑOR tu Dios.
10 Escucharás, pues, la voz del SEÑOR tu Dios, y cumplirás Sus mandamientos y Sus estatutos que yo te ordeno hoy.
11 Y Moisés mandó al pueblo aquel día, diciendo:
12 Estos estarán sobre el monte Gerizim para bendecir al pueblo cuando hayáis pasado el Jordán: Simeón, Leví, Judá, Isacar, José y Benjamín.
13 Y estos estarán sobre el monte Ebal para pronunciar la maldición: Rubén, Gad, Aser, Zabulón, Dan y Neftalí.
14 Y los levitas responderán y dirán a todo Israel en alta voz:
15 Maldito el hombre que haga imagen tallada o fundida, abominación al SEÑOR, obra de manos de artífice, y la erige en secreto. Y todo el pueblo responderá y dirá: Amén.
16 Maldito el que deshonra a su padre o a su madre. Y todo el pueblo dirá: Amén.
17 Maldito el que mueve el lindero de su prójimo. Y todo el pueblo dirá: Amén.
18 Maldito el que hace errar al ciego en el camino. Y todo el pueblo dirá: Amén.
19 Maldito el que pervierte el derecho del forastero, del huérfano y de la viuda. Y todo el pueblo dirá: Amén.
20 Maldito el que se acuesta con la mujer de su padre, porque ha descubierto el lecho de su padre. Y todo el pueblo dirá: Amén.
21 Maldito el que se acuesta con cualquier animal. Y todo el pueblo dirá: Amén.
22 Maldito el que se acuesta con su hermana, hija de su padre o hija de su madre. Y todo el pueblo dirá: Amén.
23 Maldito el que se acuesta con su suegra. Y todo el pueblo dirá: Amén.
24 Maldito el que hiere a su prójimo en secreto. Y todo el pueblo dirá: Amén.
25 Maldito el que acepta soborno para quitar la vida a un inocente. Y todo el pueblo dirá: Amén.
26 Maldito el que no confirma las palabras de esta ley, cumpliéndolas. Y todo el pueblo dirá: Amén.
WLC
1 וַיְצַ֤ו מֹשֶׁה֙ וְזִקְנֵ֣י יִשְׂרָאֵ֔ל אֶת־הָעָ֖ם לֵאמֹ֑ר שָׁמֹר֙ אֶת־כָּל־הַמִּצְוָ֔ה אֲשֶׁ֧ר אָנֹכִ֛י מְצַוֶּ֥ה אֶתְכֶ֖ם הַיּֽוֹם׃
2 וְהָיָ֗ה בַּיּוֹם֮ אֲשֶׁ֣ר תַּעַבְר֣וּ אֶת־הַיַּרְדֵּן֒ אֶל־הָאָ֕רֶץ אֲשֶׁר־יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ נֹתֵ֣ן לָ֑ךְ וַהֲקֵמֹתָ֤ לְךָ֙ אֲבָנִ֣ים גְּדֹל֔וֹת וְשַׂדְתָּ֥ אֹתָ֖ם בַּשִּֽׂיד׃
3 וְכָתַבְתָּ֣ עֲלֵיהֶ֗ן אֶת־כָּל־דִּבְרֵ֛י הַתּוֹרָ֥ה הַזֹּ֖את בְּעָבְרֶ֑ךָ לְמַ֡עַן אֲשֶׁר֩ תָּבֹ֨א אֶל־הָאָ֜רֶץ אֲֽשֶׁר־יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֣יךָ׀ נֹתֵ֣ן לְךָ֗ אֶ֣רֶץ זָבַ֤ת חָלָב֙ וּדְבַ֔שׁ כַּאֲשֶׁ֥ר דִּבֶּ֛ר יְהוָ֥ה אֱלֹהֵֽי־אֲבֹתֶ֖יךָ לָֽךְ׃
4 וְהָיָה֮ בְּעָבְרְכֶ֣ם אֶת־הַיַּרְדֵּן֒ תָּקִ֜ימוּ אֶת־הָאֲבָנִ֣ים הָאֵ֗לֶּה אֲשֶׁ֨ר אָנֹכִ֜י מְצַוֶּ֣ה אֶתְכֶ֗ם הַיּ֛וֹם בְּהַ֥ר עֵיבָ֖ל וְשַׂדְתָּ֥ אוֹתָ֖ם בַּשִּֽׂיד׃
5 וּבָנִ֤יתָ שָּׁם֙ מִזְבֵּ֔חַ לַיהוָ֖ה אֱלֹהֶ֑יךָ מִזְבַּח֙ אֲבָנִ֔ים לֹא־תָנִ֥יף עֲלֵיהֶ֖ם בַּרְזֶֽל׃
6 אֲבָנִ֤ים שְׁלֵמוֹת֙ תִּבְנֶ֔ה אֶת־מִזְבַּ֖ח יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֑יךָ וְהַעֲלִ֤יתָ עָלָיו֙ עוֹלֹ֔ת לַיהוָ֖ה אֱלֹהֶֽיךָ׃
7 וְזָבַחְתָּ֥ שְׁלָמִ֖ים וְאָכַ֣לְתָּ שָּׁ֑ם וְשָׂ֣מַחְתָּ֔ לִפְנֵ֖י יְהוָ֥ה אֱלֹהֶֽיךָ׃
8 וְכָתַבְתָּ֣ עַל־הָאֲבָנִ֗ים אֶֽת־כָּל־דִּבְרֵ֛י הַתּוֹרָ֥ה הַזֹּ֖את בַּאֵ֥ר הֵיטֵֽב׃
9 וַיְדַבֵּ֤ר מֹשֶׁה֙ וְהַכֹּהֲנִ֣ים הַלְוִיִּ֔ם אֶ֥ל כָּל־יִשְׂרָאֵ֖ל לֵאמֹ֑ר הַסְכֵּ֤ת׀ וּשְׁמַע֙ יִשְׂרָאֵ֔ל הַיּ֤וֹם הַזֶּה֙ נִהְיֵ֣יתָֽ לְעָ֔ם לַיהוָ֖ה אֱלֹהֶֽיךָ׃
10 וְשָֽׁמַעְתָּ֙ בְּק֣וֹל יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ וְעָשִׂ֤יתָ אֶת־מִצְוֹתָו֙ וְאֶת־חֻקָּ֔יו אֲשֶׁ֛ר אָנֹכִ֥י מְצַוְּךָ֖ הַיּֽוֹם׃
11 וַיְצַ֤ו מֹשֶׁה֙ אֶת־הָעָ֔ם בַּיּ֥וֹם הַה֖וּא לֵאמֹֽר׃
12 אֵ֠לֶּה יַֽעַמְד֞וּ לְבָרֵ֤ךְ אֶת־הָעָם֙ עַל־הַ֣ר גְּרִזִ֔ים בְּעָבְרְכֶ֖ם אֶת־הַיַּרְדֵּ֑ן שִׁמְעוֹן֙ וְלֵוִ֣י וִֽיהוּדָ֔ה וְיִשָּׂשכָ֖ר וְיוֹסֵ֥ף וּבִנְיָמִֽן׃
13 וְאֵ֛לֶּה יַֽעַמְד֥וּ עַל־הַקְּלָלָ֖ה בְּהַ֣ר עֵיבָ֑ל רְאוּבֵן֙ גָּ֣ד וְאָשֵׁ֔ר וּזְבוּלֻ֖ן דָּ֥ן וְנַפְתָּלִֽי׃
14 וְעָנ֣וּ הַלְוִיִּ֔ם וְאָ֥מְר֛וּ אֶל־כָּל־אִ֥ישׁ יִשְׂרָאֵ֖ל ק֥וֹל רָֽם׃
15 אָר֣וּר הָאִ֡ישׁ אֲשֶׁ֣ר יַעֲשֶׂה֩ פֶ֨סֶל וּמַסֵּכָ֜ה תּוֹעֲבַ֣ת יְהוָ֗ה מַעֲשֵׂ֛ה יְדֵ֥י חָרָ֖שׁ וְשָׂ֣ם בַּסָּ֑תֶר וְעָנ֧וּ כָל־הָעָ֛ם וְאָמְר֖וּ אָמֵֽן׃
16 אָר֕וּר מַקְלֶ֥ה אָבִ֖יו וְאִמּ֑וֹ וְאָמַ֥ר כָּל־הָעָ֖ם אָמֵֽן׃
17 אָר֕וּר מַסִּ֖יג גְּב֣וּל רֵעֵ֑הוּ וְאָמַ֥ר כָּל־הָעָ֖ם אָמֵֽן׃
18 אָר֕וּר מַשְׁגֶּ֥ה עִוֵּ֖ר בַּדָּ֑רֶךְ וְאָמַ֥ר כָּל־הָעָ֖ם אָמֵֽן׃
19 אָר֗וּר מַטֶּ֛ה מִשְׁפַּ֥ט גֵּר־יָת֖וֹם וְאַלְמָנָ֑ה וְאָמַ֥ר כָּל־הָעָ֖ם אָמֵֽן׃
20 אָר֗וּר שֹׁכֵב֙ עִם־אֵ֣שֶׁת אָבִ֔יו כִּ֥י גִלָּ֖ה כְּנַ֣ף אָבִ֑יו וְאָמַ֥ר כָּל־הָעָ֖ם אָמֵֽן׃
21 אָר֕וּר שֹׁכֵ֖ב עִם־כָּל־בְּהֵמָ֑ה וְאָמַ֥ר כָּל־הָעָ֖ם אָמֵֽן׃
22 אָר֕וּר שֹׁכֵ֖ב עִם־אֲחֹת֑וֹ בַּת־אָבִ֖יו א֥וֹ בַת־אִמּֽוֹ׃ וְאָמַ֥ר כָּל־הָעָ֖ם אָמֵֽן׃
23 אָר֕וּר שֹׁכֵ֖ב עִם־חֹֽתַנְתּ֑וֹ וְאָמַ֥ר כָּל־הָעָ֖ם אָמֵֽן׃
24 אָר֕וּר מַכֵּ֥ה רֵעֵ֖הוּ בַּסָּ֑תֶר וְאָמַ֥ר כָּל־הָעָ֖ם אָמֵֽן׃
25 אָר֕וּר לֹקֵ֥חַ שֹׁ֖חַד לְהַכּ֣וֹת נֶ֣פֶשׁ דָּ֑ם נָקִ֖י וְאָמַ֥ר כָּל־הָעָ֖ם אָמֵֽן׃
26 אָר֗וּר אֲשֶׁ֧ר לֹא־יָקִ֛ים אֶת־דִּבְרֵ֥י הַתּוֹרָֽה־הַזֹּ֖את לַעֲשׂ֣וֹת אוֹתָ֑ם וְאָמַ֥ר כָּל־הָעָ֖ם אָמֵֽן׃
Capítulo 28
Bendiciones por la obediencia
LBLA
1 Y sucederá que si obedeces diligentemente al SEÑOR tu Dios, cuidando de cumplir todos sus mandamientos que yo te mando hoy, el SEÑOR tu Dios te pondrá en alto sobre todas las naciones de la tierra.
2 Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones y te alcanzarán, si obedeces al SEÑOR tu Dios.
3 Bendito serás en la ciudad, y bendito serás en el campo.
4 Bendito será el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de tu ganado, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas.
5 Bendita será tu canasta y tu artesa de amasar.
6 Bendito serás cuando entres, y bendito serás cuando salgas.
7 El SEÑOR derrotará a los enemigos que se levanten contra ti; por un camino saldrán contra ti, y por siete caminos huirán delante de ti.
8 El SEÑOR mandará contigo la bendición en tus graneros y en todo aquello en que pongas tu mano; y te bendecirá en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da.
9 El SEÑOR te establecerá como pueblo santo para sí, tal como te ha jurado, si guardas los mandamientos del SEÑOR tu Dios y andas en sus caminos.
10 Y todos los pueblos de la tierra verán que eres llamado por el nombre del SEÑOR, y te temerán.
11 Y el SEÑOR te dará abundancia de bienes, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu ganado y en el fruto de tu tierra, en la tierra que el SEÑOR juró a tus padres que te daría.
12 El SEÑOR abrirá para ti su buen tesoro, el cielo, para dar lluvia a tu tierra en su tiempo y para bendecir toda la obra de tu mano; y prestarás a muchas naciones, pero tú no pedirás prestado.
13 Y el SEÑOR te pondrá a la cabeza y no a la cola, y estarás siempre arriba y nunca abajo, si escuchas los mandamientos del SEÑOR tu Dios que yo te ordeno hoy, para que los guardes y los cumplas,
14 y no te desvíes de ninguna de las palabras que yo te mando hoy, ni a la derecha ni a la izquierda, para ir tras otros dioses y servirles.
Consecuencias de la desobediencia
15 Pero sucederá que si no obedeces al SEÑOR tu Dios, para cuidar de cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos que yo te mando hoy, vendrán sobre ti todas estas maldiciones y te alcanzarán.
16 Maldito serás en la ciudad, y maldito serás en el campo.
17 Maldita será tu canasta y tu artesa de amasar.
18 Maldito será el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas.
19 Maldito serás cuando entres, y maldito serás cuando salgas.
20 El SEÑOR enviará contra ti maldición, confusión y reprensión en todo aquello en que pongas tu mano e hicieres, hasta que seas destruido y perezcas rápidamente, a causa de la maldad de tus obras por las cuales me has abandonado.
21 El SEÑOR hará que la peste se te pegue hasta que te haya exterminado de la tierra a la cual entras para poseerla.
22 El SEÑOR te herirá con tisis, fiebre, inflamación, calor abrasador, espada, sequía y añublo; y te perseguirán hasta que perezcas.
23 Y los cielos que están sobre tu cabeza serán de bronce, y la tierra que está debajo de ti, de hierro.
24 El SEÑOR dará como lluvia a tu tierra polvo y ceniza; del cielo descenderán sobre ti hasta que seas destruido.
25 El SEÑOR te entregará derrotado delante de tus enemigos; por un camino saldrás contra ellos, y por siete caminos huirás delante de ellos; y serás motivo de horror para todos los reinos de la tierra.
26 Y tu cadáver servirá de comida a todas las aves del cielo y a las bestias de la tierra, y no habrá quien las espante.
27 El SEÑOR te herirá con las úlceras de Egipto, con tumores, con sarna y con comezón, de los cuales no podrás ser curado.
28 El SEÑOR te herirá con locura, ceguera y confusión de corazón;
29 y andarás a tientas al mediodía como anda el ciego en las tinieblas, y no prosperarás en tus caminos; y no serás sino oprimido y robado todos los días, y no habrá quien te salve.
30 Te desposarás con una mujer, pero otro hombre dormirá con ella; edificarás una casa, pero no habitarás en ella; plantarás una viña, pero no disfrutarás de su fruto.
31 Tu buey será matado delante de tus ojos, pero no comerás de él; tu asno será arrebatado delante de ti, y no te será devuelto; tus ovejas serán dadas a tus enemigos, y no habrá quien te salve.
32 Tus hijos y tus hijas serán entregados a otro pueblo, mientras tus ojos lo ven y desfallecen por ellos todo el día; pero no habrá poder en tu mano.
33 Una nación que no conociste se comerá el fruto de tu tierra y de todo tu trabajo, y no serás sino oprimido y aplastado todos los días.
34 Y estarás fuera de ti por lo que verán tus ojos.
35 El SEÑOR te herirá con úlceras malignas en las rodillas y en las piernas, de las cuales no podrás ser curado, desde la planta de tu pie hasta la coronilla de tu cabeza.
36 El SEÑOR te llevará a ti y a tu rey que hayas puesto sobre ti, a una nación que ni tú ni tus padres habéis conocido, y allí servirás a otros dioses, de madera y de piedra.
37 Y serás motivo de horror, refrán y burla entre todos los pueblos adonde el SEÑOR te lleve.
38 Sembrarás mucha semilla en el campo, pero recogerás poco, porque la langosta lo devorará.
39 Plantarás y cultivarás viñas, pero no beberás vino ni cosecharás uvas, porque el gusano se las comerá.
40 Tendrás olivos en todo tu territorio, pero no te ungirás con el aceite, porque tus aceitunas se caerán.
41 Engendrarás hijos e hijas, pero no serán tuyos, porque irán al cautiverio.
42 Todos tus árboles y el fruto de tu tierra los consumirá la langosta.
43 El extranjero que está en medio de ti se elevará sobre ti más y más, y tú descenderás más y más.
44 El te prestará a ti, pero tú no le prestarás a él; él será la cabeza, y tú serás la cola.
45 Y vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te perseguirán y te alcanzarán hasta que seas destruido, porque no escuchaste la voz del SEÑOR tu Dios para guardar sus mandamientos y sus estatutos que Él te mandó.
46 Y serán sobre ti como señal y prodigio, y sobre tu descendencia para siempre.
47 Por cuanto no serviste al SEÑOR tu Dios con alegría y con gozo de corazón, cuando tenías abundancia de todas las cosas,
48 por tanto servirás a tus enemigos que el SEÑOR enviará contra ti, con hambre, con sed, con desnudez y con falta de todas las cosas; y Él pondrá yugo de hierro sobre tu cuello hasta que te haya destruido.
49 El SEÑOR traerá contra ti una nación de lejos, del extremo de la tierra, que vuele como el águila, una nación cuya lengua no entiendas,
50 una nación de rostro fiero que no tendrá respeto al anciano, ni tendrá compasión del niño.
51 Y comerá el fruto de tu ganado y el fruto de tu tierra hasta que seas destruido; no te dejará grano, mosto ni aceite, ni la cría de tus vacas ni los rebaños de tus ovejas, hasta que te haya arruinado.
52 Y te sitiará en todas tus ciudades, hasta que caigan tus murallas altas y fortificadas en las cuales tú confías, por toda tu tierra; y te sitiará en todas tus ciudades por toda la tierra que el SEÑOR tu Dios te ha dado.
53 Y comerás el fruto de tu vientre, la carne de tus hijos y de tus hijas que el SEÑOR tu Dios te ha dado, durante el asedio y la angustia con que tu enemigo te oprimirá.
54 El hombre más tierno y refinado entre vosotros mirará con malos ojos a su hermano, a la mujer que ama y a los hijos que le queden,
55 para no dar a ninguno de ellos de la carne de sus hijos que él comerá, porque no le quedará nada en el asedio y la angustia con que tu enemigo te oprimirá en todas tus ciudades.
56 La mujer más tierna y refinada entre vosotros, que nunca intentaría poner la planta de su pie sobre la tierra por su refinamiento y ternura, mirará con malos ojos al marido que ama, a su hijo y a su hija,
57 y a su placenta que saldrá de entre sus piernas, y a los hijos que dé a luz; pues los comerá en secreto por carecer de todo, en el asedio y la angustia con que tu enemigo te oprimirá en tus ciudades.
58 Si no cuidas de cumplir todas las palabras de esta ley que están escritas en este libro, para que temas este nombre glorioso y temible, el SEÑOR TU DIOS,
59 entonces el SEÑOR traerá sobre ti y sobre tu descendencia plagas extraordinarias, plagas grandes y persistentes, y enfermedades malignas y persistentes.
60 Y traerá sobre ti todas las enfermedades de Egipto que temías, y se te pegarán.
61 También toda enfermedad y toda plaga que no está escrita en el libro de esta ley, el SEÑOR la traerá sobre ti hasta que seas destruido.
62 Y quedaréis pocos en número, en lugar de haber sido como las estrellas del cielo en multitud, porque no escuchaste la voz del SEÑOR tu Dios.
63 Y sucederá que como el SEÑOR se deleitaba en vosotros para prosperaros y multiplicaros, así el SEÑOR se deleitará en vosotros para arruinaros y destruiros; y seréis arrancados de la tierra que vas a poseer.
64 Y el SEÑOR te esparcirá entre todos los pueblos, desde un extremo de la tierra hasta el otro extremo de la tierra; y allí servirás a otros dioses que ni tú ni tus padres habéis conocido, de madera y de piedra.
65 Y entre esas naciones no hallarás descanso, ni habrá reposo para la planta de tu pie; sino que allí el SEÑOR te dará un corazón temeroso, desfallecimiento de ojos y desesperación de alma.
66 Y tu vida estará pendiente de un hilo delante de ti, y estarás temeroso de noche y de día, y no tendrás seguridad de tu vida.
67 Por la mañana dirás: "¡Quién diera que fuese la tarde!", y por la tarde dirás: "¡Quién diera que fuese la mañana!", a causa del terror que embargará tu corazón y por lo que verán tus ojos.
68 Y el SEÑOR te hará volver a Egipto en barcos, por el camino del cual te dije: "Nunca más lo verás". Y allí os venderéis a vuestros enemigos como esclavos y esclavas, pero no habrá comprador.
WLC
1 וְהָיָה֙ אִם־שָׁמ֣וֹעַ תִּשְׁמַ֔ע בְּק֖וֹל יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֑יךָ לִשְׁמֹ֤ר לַעֲשׂוֹת֙ אֶת־כָּל־מִצְוֹתָ֔יו אֲשֶׁ֛ר אָנֹכִ֥י מְצַוְּךָ֖ הַיּֽוֹם׃
2 וּנְתָנְךָ֨ יְהוָ֤ה אֱלֹהֶ֙יךָ֙ עֶלְי֔וֹן עַ֖ל כָּל־גּוֹיֵ֣י הָאָ֑רֶץ׃
3 וּבָ֧אוּ עָלֶ֛יךָ כָּל־הַבְּרָכ֥וֹת הָאֵ֖לֶּה וְהִשִּׂיגֻ֑ךָ כִּ֣י תִשְׁמַ֔ע בְּק֖וֹל יְהוָ֥ה אֱלֹהֶֽיךָ׃
4 בָּר֥וּךְ אַתָּ֖ה בָּעִ֑יר וּבָר֥וּךְ אַתָּ֖ה בַּשָּׂדֶֽה׃
5 בָּר֧וּךְ טַנְאֲךָ֛ וּמִשְׁאַרְתֶּ֖ךָ׃
6 בָּר֥וּךְ אַתָּ֖ה בְּבֹאֶ֑ךָ וּבָר֥וּךְ אַתָּ֖ה בְּצֵאתֶֽךָ׃
7 יִתֵּ֨ן יְהוָ֤ה אֶת־אֹיְבֶ֙יךָ֙ הַקָּמִ֣ים עָלֶ֔יךָ נִגָּפִ֖ים לְפָנֶ֑יךָ בְּדֶ֤רֶךְ אֶחָד֙ יֵצְא֣וּ אֵלֶ֔יךָ וּבְשִׁבְעָ֥ה דְרָכִ֖ים יָנ֥וּסוּ לְפָנֶֽיךָ׃
8 יְצַ֨ו יְהוָ֤ה אִתְּךָ֙ אֶת־הַבְּרָכָ֔ה בַּאֲסָמֶ֕יךָ וּבְכֹ֖ל מִשְׁלַ֣ח יָדֶ֑ךָ וּבֵ֣רַכְךָ֔ בָּאָ֕רֶץ אֲשֶׁר־יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ נֹתֵ֥ן לָֽךְ׃
9 יְקִֽימְךָ֨ יְהוָ֥ה לוֹ֙ לְעַ֣ם קָד֔וֹשׁ כַּאֲשֶׁ֖ר נִֽשְׁבַּֽע־לָ֑ךְ כִּ֣י תִשְׁמֹ֗ר אֶת־מִצְוֹת֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ וְהָלַכְתָּ֖ בִּדְרָכָֽיו׃
10 וְרָא֞וּ כָּל־עַמֵּ֤י הָאָ֙רֶץ֙ כִּ֣י שֵׁ֤ם יְהוָה֙ נִקְרָ֣א עָלֶ֔יךָ וְיָֽרְא֖וּ מִמֶּֽךָּ׃
11 וְהוֹתִֽרְךָ֤ יְהוָה֙ לְטוֹבָ֔ה בִּפְרִ֧י בִטְנְךָ֛ וּבִפְרִ֥י בְהֶמְתְּךָ֖ וּבִפְרִ֣י אַדְמָתֶ֑ךָ עַ֚ל הָאֲדָמָ֔ה אֲשֶׁ֨ר נִשְׁבַּ֧ע יְהוָ֛ה לַאֲבֹתֶ֖יךָ לָתֵ֥ת לָֽךְ׃
12 יִפְתַּ֣ח יְהוָ֣ה׀ לְךָ֡ אֶת־אוֹצָר֩וֹ הַטּ֨וֹב אֶת־הַשָּׁמַ֜יִם לָתֵ֤ת מְטַֽר־אַרְצְךָ֙ בְּעִתּ֔וֹ וּלְבָרֵ֕ךְ אֵ֖ת כָּל־מַעֲשֵׂ֣ה יָדֶ֑ךָ וְהִלְוִ֙יתָ֙ גּוֹיִ֣ם רַבִּ֔ים וְאַתָּ֖ה לֹ֥א תִלְוֶֽה׃
13 וּנְתָֽנְךָ֨ יְהוָ֤ה לְרֹאשׁ֙ וְלֹ֣א לְזָנָ֔ב וְהָיִ֙יתָ֙ רַ֣ק לְמַ֔עְלָה וְלֹ֥א תִהְיֶ֖ה לְמָ֑טָּה כִּֽי־תִשְׁמַ֞ע אֶל־מִצְוֹ֣ת׀ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֗יךָ אֲשֶׁ֨ר אָנֹכִ֧י מְצַוְּךָ֛ הַיּ֥וֹם לִשְׁמֹ֖ר וְלַעֲשֽׂוֹת׃
14 וְלֹ֣א תָס֗וּר מִכָּל־הַדְּבָרִים֙ אֲשֶׁ֨ר אָנֹכִ֜י מְצַוֶּ֥ה אֶתְכֶ֛ם הַיּ֖וֹם יָמִ֣ין וּשְׂמֹ֑אול לָלֶ֗כֶת אַחֲרֵ֛י אֱלֹהִ֥ים אֲחֵרִ֖ים לְעָבְדָֽם׃
15 וְהָיָ֗ה אִם־לֹ֤א תִשְׁמַע֙ בְּקוֹל֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ לִשְׁמֹ֤ר לַעֲשׂוֹת֙ אֶת־כָּל־מִצְוֹתָ֣יו וְחֻקֹּתָ֔יו אֲשֶׁ֛ר אָנֹכִ֥י מְצַוְּךָ֖ הַיּ֑וֹם וּבָ֧אוּ עָלֶ֛יךָ כָּל־הַקְּלָל֥וֹת הָאֵ֖לֶּה וְהִשִּׂיגֽוּךָ׃
16 אָר֥וּר אַתָּ֖ה בָּעִ֑יר וְאָר֥וּר אַתָּ֖ה בַּשָּׂדֶֽה׃
17 אָר֥וּר טַנְאֲךָ֖ וּמִשְׁאַרְתֶּֽךָ׃
18 אָר֥וּר פְּרִֽי־בִטְנְךָ֖ וּפְרִ֣י אַדְמָתֶ֑ךָ שְׁגַ֥ר אֲלָפֶ֖יךָ וְעַשְׁתְּרֹ֥ת צֹאנֶֽךָ׃
19 אָר֥וּר אַתָּ֖ה בְּבֹאֶ֑ךָ וְאָר֥וּר אַתָּ֖ה בְּצֵאתֶֽךָ׃
20 יְשַׁלַּ֣ח יְהוָ֣ה בְּ֠ךָ אֶת־הַמְּאֵרָ֤ה אֶת־הַמְּהוּמָה֙ וְאֶת־הַמִּגְעֶ֔רֶת בְּכָל־מִשְׁלַ֥ח יָדְךָ֖ אֲשֶׁ֣ר תַּעֲשֶׂ֑ה עַ֣ד הִשָּׁמֶדְךָ֤ וְעַד־אֲבָדְךָ֙ מַהֵ֔ר מִפְּנֵ֛י רֹ֥עַ מַֽעֲלָלֶ֖יךָ אֲשֶׁ֥ר עֲזַבְתָּֽנִי׃
21 יַדְבֵּ֧ק יְהוָ֛ה בְּךָ֖ אֶת־הַדָּ֑בֶר עַ֚ד כַּלֹּת֣וֹ אֹֽתְךָ֔ מֵעַל֙ הָֽאֲדָמָ֔ה אֲשֶׁר־אַתָּ֥ה בָא־שָׁ֖מָּה לְרִשְׁתָּֽהּ׃
22 יַכְּכָ֣ה יְ֠הוָה בַּשַּׁחֶ֨פֶת וּבַקַּדַּ֜חַת וּבַדַּלֶּ֗קֶת וּבַֽחַרְחֻר֙ וּבַחֶ֔רֶב וּבַשִּׁדָּפ֖וֹן וּבַיֵּרָק֑וֹן וּרְדָפ֖וּךָ עַ֥ד אָבְדֶֽךָ׃
23 וְהָי֥וּ שָׁמֶ֛יךָ אֲשֶׁ֥ר עַל־רֹאשְׁךָ֖ נְחֹ֑שֶׁת וְהָאָ֥רֶץ אֲשֶׁר־תַּחְתֶּ֖יךָ בַּרְזֶֽל׃
24 יִתֵּ֧ן יְהוָ֛ה אֶת־מְטַ֥ר אַרְצְךָ֖ אָבָ֣ק וְעָפָ֑ר מִן־הַשָּׁמַ֙יִם֙ יֵרֵ֣ד עָלֶ֔יךָ עַ֖ד הִשָּׁמְדָֽךְ׃
25 יִתֶּנְךָ֨ יְהוָ֥ה׀ נִגָּף֘ לִפְנֵ֣י אֹיְבֶיךָ֒ בְּדֶ֤רֶךְ אֶחָד֙ תֵּצֵ֣א אֵלָ֔יו וּבְשִׁבְעָ֥ה דְרָכִ֖ים תָּנ֣וּס לְפָנָ֑יו וְהָיִ֣יתָ לְזַעֲוָ֔ה לְכֹ֖ל מַמְלְכ֥וֹת הָאָֽרֶץ׃
26 וְהָיְתָ֤ה נִבְלָֽתְךָ֙ לְמַאֲכָ֔ל לְכָל־ע֥וֹף הַשָּׁמַ֖יִם וּלְבֶהֱמַ֣ת הָאָ֑רֶץ וְאֵ֖ין מַחֲרִֽיד׃
27 יַכְּכָ֨ה יְהוָ֜ה בִּשְׁחִ֤ין מִצְרַ֙יִם֙ ובעפלים [וּבַטְּחֹרִ֔ים] וּבַגָּרָ֖ב וּבֶחָ֑רֶס אֲשֶׁ֥ר לֹא־תוּכַ֖ל לְהֵרָפֵֽא׃
28 יַכְּכָ֣ה יְהוָ֔ה בְּשִׁגָּע֖וֹן וּבְעִוָּר֑וֹן וּבְתִמְה֖וֹן לֵבָֽב׃
29 וְהָיִ֜יתָ מְמַשֵּׁ֣שׁ בַּֽצָּהֳרַ֗יִם כַּאֲשֶׁ֨ר יְמַשֵּׁ֤שׁ הַעִוֵּר֙ בָּאֲפֵלָ֔ה וְלֹ֥א תַצְלִ֖יחַ אֶת־דְּרָכֶ֑יךָ וְהָיִ֜יתָ אַ֣ךְ עָשׁ֧וּק וְגָז֛וּל כָּל־הַיָּמִ֖ים וְאֵ֥ין מוֹשִֽׁיעַ׃
30 אִשָּׁ֣ה תְאָרֵ֗שׂ וְאִ֤ישׁ אַחֵר֙ ישגלנה [יִשְׁכָּבֶ֔נָּה] בַּ֥יִת תִּבְנֶ֖ה וְלֹא־תֵשֵׁ֣ב בּ֑וֹ כֶּ֥רֶם תִּטַּ֖ע וְלֹ֥א תְחַלְּלֶֽנּוּ׃
31 שׁוֹרְךָ֞ טָב֣וּחַ לְעֵינֶ֗יךָ וְלֹ֣א תֹאכַל֮ מִמֶּנּוּ֒ חֲמֹֽרְךָ֙ גָּז֣וּל מִלְּפָנֶ֔יךָ וְלֹ֥א יָשׁ֖וּב לָ֑ךְ צֹֽאנְךָ֙ נְתֻנ֣וֹת לְאֹיְבֶ֔יךָ וְאֵ֥ין לְךָ֖ מוֹשִֽׁיעַ׃
32 בָּנֶ֨יךָ וּבְנֹתֶ֜יךָ נְתֻנִ֨ים לְעַ֤ם אַחֵר֙ וְעֵינֶ֣יךָ רֹא֔וֹת וְכָל֥וֹת אֲלֵיהֶ֖ם כָּל־הַיּ֑וֹם וְאֵ֥ין לְאֵ֖ל יָדֶֽךָ׃
33 פְּרִ֤י אַדְמָֽתְךָ֙ וְכָל־יְגִ֣יעֲךָ֔ יֹאכַ֥ל עַ֖ם אֲשֶׁ֣ר לֹא־יָדָ֑עְתָּ וְהָיִ֗יתָ רַ֛ק עָשׁ֥וּק וְרָצ֖וּץ כָּל־הַיָּמִֽים׃
34 וְהָיִ֖יתָ מְשֻׁגָּ֑ע מִמַּרְאֵ֥ה עֵינֶ֖יךָ אֲשֶׁ֥ר תִּרְאֶֽה׃
35 יַכְּכָ֨ה יְהוָ֜ה בִּשְׁחִ֣ין רָ֗ע עַל־הַבִּרְכַּ֙יִם֙ וְעַל־הַשֹּׁקַ֔יִם אֲשֶׁ֥ר לֹא־תוּכַ֖ל לְהֵרָפֵ֑א מִכַּ֥ף רַגְלְךָ֖ וְעַ֥ד קָדְקֳדֶֽךָ׃
36 יוֹלֵ֨ךְ יְהוָ֜ה אֹתְךָ֗ וְאֶֽת־מַלְכְּךָ֙ אֲשֶׁ֣ר תָּקִ֣ים עָלֶ֔יךָ אֶל־גּ֕וֹי אֲשֶׁ֥ר לֹא־יָדַ֖עְתָּ אַתָּ֣ה וַאֲבֹתֶ֑יךָ וְעָבַ֥דְתָּ שָּׁ֛ם אֱלֹהִ֥ים אֲחֵרִ֖ים עֵ֥ץ וָאָֽבֶן׃
37 וְהָיִ֣יתָ לְשַׁמָּ֔ה לְמָשָׁ֖ל וְלִשְׁנִינָ֑ה בְּכֹל֙ הָֽעַמִּ֔ים אֲשֶׁר־יְנַהֶגְךָ֥ יְהוָ֖ה שָֽׁמָּה׃
38 זֶ֥רַע רַ֖ב תּוֹצִ֣יא הַשָּׂדֶ֑ה וּמְעַ֣ט תֶּאֱסֹ֔ף כִּ֥י יַחְסְלֶ֖נּוּ הָאַרְבֶּֽה׃
39 כְּרָמִ֥ים תִּטַּ֖ע וְעָבָ֑דְתָּ וְיַ֤יִן לֹֽא־תִשְׁתֶּה֙ וְלֹ֣א תֶאֱגֹ֔ר כִּ֥י תֹאכְלֶ֖נּוּ הַתֹּלָֽעַת׃
40 זֵיתִ֛ים יִהְי֥וּ לְךָ֖ בְּכָל־גְּבוּלֶ֑ךָ וְשֶׁ֙מֶן֙ לֹ֣א תָס֔וּךְ כִּ֥י יִשַּׁ֖ל זֵיתֶֽךָ׃
41 בָּנִ֥ים וּבָנ֖וֹת תּוֹלִ֑יד וְלֹא־יִהְי֣וּ לָ֔ךְ כִּ֥י יֵלְכ֖וּ בַּשֶּֽׁבִי׃
42 כָּל־עֵצְךָ֖ וּפְרִ֣י אַדְמָתֶ֑ךָ יְיָרֵ֖שׁ הַצְּלָצַֽל׃
43 הַגֵּר֙ אֲשֶׁ֣ר בְּקִרְבְּךָ֔ יַעֲלֶ֥ה עָלֶ֖יךָ מַ֣עְלָה מָּ֑עְלָה וְאַתָּ֥ה תֵרֵ֖ד מַ֥טָּה מָּֽטָּה׃
44 ה֣וּא יַלְוְךָ֔ וְאַתָּ֖ה לֹ֣א תַלְוֶנּ֑וּ ה֚וּא יִהְיֶ֣ה לְרֹ֔אשׁ וְאַתָּ֖ה תִּהְיֶ֥ה לְזָנָֽב׃
45 וּבָ֨אוּ עָלֶ֜יךָ כָּל־הַקְּלָל֣וֹת הָאֵ֗לֶּה וּרְדָפ֙וּךָ֙ וְהִשִּׂיג֔וּךָ עַ֖ד הִשָּׁמְדָ֑ךְ כִּי־לֹ֣א שָׁמַ֗עְתָּ בְּקוֹל֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ לִשְׁמֹ֛ר מִצְוֹתָ֥יו וְחֻקֹּתָ֖יו אֲשֶׁ֥ר צִוָּֽךְ׃
46 וְהָי֣וּ בְךָ֔ לְא֖וֹת וּלְמוֹפֵ֑ת וּֽבְזַרְעֲךָ֖ עַד־עוֹלָֽם׃
47 תַּ֗חַת אֲשֶׁ֤ר לֹא־עָבַ֙דְתָּ֙ אֶת־יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ בְּשִׂמְחָ֖ה וּבְט֣וּב לֵבָ֑ב מֵרֹ֖ב כֹּֽל׃
48 וְעָבַדְתָּ֣ אֶת־אֹיְבֶיךָ֮ אֲשֶׁ֣ר יְשַׁלְּחֶ֣נּוּ יְהוָה֮ בָּךְ֒ בְּרָעָ֧ב וּבְצָמָ֛א וּבְעֵירֹ֖ם וּבְחֹ֣סֶר כֹּ֑ל וְנָתַ֞ן עֹ֤ל בַּרְזֶל֙ עַל־צַוָּארֶ֔ךָ עַ֥ד הִשְׁמִיד֖וֹ אֹתָֽךְ׃
49 יִשָּׂ֣א יְהוָה֩ עָלֶ֨יךָ גּ֤וֹי מֵרָחוֹק֙ מִקְצֵ֣ה הָאָ֔רֶץ כַּאֲשֶׁ֥ר יִדְאֶ֖ה הַנָּ֑שֶׁר גּ֕וֹי אֲשֶׁ֥ר לֹא־תִשְׁמַ֖ע לְשֹׁנֽוֹ׃
50 גּ֖וֹי עַ֣ז פָּנִ֑ים אֲשֶׁ֨ר לֹא־יִשָּׂ֤א פָנִים֙ לְזָקֵ֔ן וְנַ֖עַר לֹ֥א יָחֹֽן׃
51 וְאָכַ֣ל פְּרִֽי־בְהֶמְתְּךָ֣ וּפְרִֽי־אַ֠דְמָתְךָ עַ֨ד הִשָּׁמְדָ֜ךְ אֲשֶׁ֨ר לֹֽא־יַשְׁאִ֜יר לְךָ֗ דָּגָן֙ תִּיר֣וֹשׁ וְיִצְהָ֔ר שְׁגַ֥ר אֲלָפֶ֖יךָ וְעַשְׁתְּרֹ֣ת צֹאנֶ֑ךָ עַ֥ד הַאֲבִיד֖וֹ אֹתָֽךְ׃
52 וְהֵצַ֨ר לְךָ֜ בְּכָל־שְׁעָרֶ֗יךָ עַ֣ד רֶ֤דֶת חֹמֹתֶ֙יךָ֙ הַגְּבֹה֣וֹת וְהַבְּצֻר֔וֹת אֲשֶׁ֥ר אַתָּ֛ה בֹּטֵ֥חַ בָּהֵ֖ן בְּכָל־אַרְצֶ֑ךָ וְהֵצַ֤ר לְךָ֙ בְּכָל־שְׁעָרֶ֔יךָ בְּכָ֨ל־אַרְצְךָ֔ אֲשֶׁ֥ר נָתַ֛ן יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ לָֽךְ׃
53 וְאָכַלְתָּ֣ פְרִֽי־בִטְנְךָ֗ בְּשַׂ֤ר בָּנֶ֙יךָ֙ וּבְנֹתֶ֔יךָ אֲשֶׁ֥ר נָֽתַן־לְךָ֖ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֑יךָ בְּמָצוֹר֙ וּבְמָצ֔וֹק אֲשֶׁר־יָצִ֥יק לְךָ֖ אֹיְבֶֽךָ׃
54 הָאִישׁ֙ הָרַ֣ךְ בְּךָ֔ וְהֶעָנֹ֖ג מְאֹ֑ד תֵּרַ֨ע עֵינ֤וֹ בְאָחִיו֙ וּבְאֵ֣שֶׁת חֵיק֔וֹ וּבְיֶ֥תֶר בָּנָ֖יו אֲשֶׁ֥ר יוֹתִֽיר׃
55 מִתֵּ֣ת׀ לְאַחַ֣ד מֵהֶ֗ם מִבְּשַׂ֤ר בָּנָיו֙ אֲשֶׁ֣ר יֹאכֵ֔ל מִבְּלִי־הִשְׁאִ֥יר ל֖וֹ כֹּ֑ל בְּמָצוֹר֙ וּבְמָצ֔וֹק אֲשֶׁ֨ר יָצִ֥יק לְךָ֛ אֹיְבֶ֖ךָ בְּכָל־שְׁעָרֶֽיךָ׃
56 הָרַכָּ֨ה בְךָ֜ וְהָעֲנֻגָּ֗ה אֲשֶׁ֨ר לֹא־נִסְּתָ֤ה כַף־רַגְלָהּ֙ הַצֵּ֣ג עַל־הָאָ֔רֶץ מֵהִתְעַנֵּ֖ג וּמֵרֹ֑ךְ תֵּרַ֤ע עֵינָהּ֙ בְּאִ֣ישׁ חֵיקָ֔הּ וּבִבְנָ֖הּ וּבְבִתָּֽהּ׃
57 וּבְשִׁלְיָתָ֞הּ הַיּוֹצֵ֣ת׀ מִבֵּ֣ין רַגְלֶ֗יהָ וּבְבָנֶ֙יהָ֙ אֲשֶׁ֣ר תֵּלֵ֔ד כִּֽי־תֹאכְלֵ֥ם בְּחֹסֶר־כֹּ֖ל בַּסָּ֑תֶר בְּמָצוֹר֙ וּבְמָצ֔וֹק אֲשֶׁ֨ר יָצִ֥יק לְךָ֛ אֹיְבֶ֖ךָ בִּשְׁעָרֶֽיךָ׃
58 אִם־לֹ֨א תִשְׁמֹ֜ר לַעֲשׂ֗וֹת אֶת־כָּל־דִּבְרֵי֙ הַתּוֹרָ֣ה הַזֹּ֔את הַכְּתֻבִ֖ים בַּסֵּ֣פֶר הַזֶּ֑ה לְ֠יִרְאָה אֶת־הַשֵּׁ֞ם הַנִּכְבָּ֤ד וְהַנּוֹרָא֙ הַזֶּ֔ה אֵ֖ת יְהוָ֥ה אֱלֹהֶֽיךָ׃
59 וְהִפְלָ֤א יְהוָה֙ אֶת־מַכֹּ֣תְךָ֔ וְאֵ֖ת מַכּ֣וֹת זַרְעֶ֑ךָ מַכּ֤וֹת גְּדֹלוֹת֙ וְנֶ֣אֱמָנ֔וֹת וָחֳלָיִ֥ם רָעִ֖ים וְנֶאֱמָנִֽים׃
60 וְהֵשִׁ֣יב בְּךָ֔ אֵ֖ת כָּל־מַדְוֵ֣ה מִצְרָ֑יִם אֲשֶׁ֥ר יָגֹ֖רְתָּ מִפְּנֵיהֶ֑ם וְדָבְק֖וּ בָּֽךְ׃
61 גַּ֤ם כָּל־חֳלִי֙ וְכָל־מַכָּ֔ה אֲשֶׁר֙ לֹ֣א כָת֔וּב בְּסֵ֖פֶר הַתּוֹרָ֣ה הַזֹּ֑את יַעְלֵ֤ם יְהוָה֙ עָלֶ֔יךָ עַ֖ד הִשָּׁמְדָֽךְ׃
62 וְנִשְׁאַרְתֶּם֙ בִּמְתֵ֣י מְעָ֔ט תַּ֚חַת אֲשֶׁ֣ר הֱיִיתֶ֔ם כְּכוֹכְבֵ֥י הַשָּׁמַ֖יִם לָרֹ֑ב כִּֽי־לֹ֣א שָׁמַ֔עְתָּ בְּק֖וֹל יְהוָ֥ה אֱלֹהֶֽיךָ׃
63 וְהָיָה֩ כַּאֲשֶׁר־שָׂ֨שׂ יְהוָ֜ה עֲלֵיכֶ֗ם לְהֵיטִ֣יב אֶתְכֶם֮ וּלְהַרְבּ֣וֹת אֶתְכֶם֒ כֵּ֣ן יָשִׂ֤ישׂ יְהוָה֙ עֲלֵיכֶ֔ם לְהַאֲבִ֥יד אֶתְכֶ֖ם וּלְהַשְׁמִ֣יד אֶתְכֶ֑ם וְנִסַּחְתֶּם֙ מֵעַ֣ל הָאֲדָמָ֔ה אֲשֶׁר־אַתָּ֥ה בָא־שָׁ֖מָּה לְרִשְׁתָּֽהּ׃
64 וֶהֱפִֽיצְךָ֤ יְהוָה֙ בְּכָל־הָ֣עַמִּ֔ים מִקְצֵ֥ה הָאָ֖רֶץ וְעַד־קְצֵ֣ה הָאָ֑רֶץ וְעָבַ֨דְתָּ שָּׁ֜ם אֱלֹהִ֣ים אֲחֵרִ֗ים אֲשֶׁ֧ר לֹא־יָדַ֛עְתָּ אַתָּ֥ה וַאֲבֹתֶ֖יךָ עֵ֥ץ וָאָֽבֶן׃
65 וּבַגּוֹיִ֤ם הָהֵם֙ לֹ֣א תַרְגִּ֔יעַ וְלֹא־יִהְיֶ֥ה מָנ֖וֹחַ לְכַף־רַגְלֶ֑ךָ וְנָתַן֩ יְהוָ֨ה לְךָ֥ שָׁם֙ לֵ֣ב רַגָּ֔ז וְכִלְי֥וֹן עֵינַ֖יִם וְדַֽאֲב֥וֹן נָֽפֶשׁ׃
66 וְהָי֣וּ חַיֶּ֙יךָ֙ תְּלֻאִ֣ים לְךָ֔ מִנֶּ֖גֶד וּפָֽחַדְתָּ֑ לַ֣יְלָה וְיוֹמָ֔ם וְלֹ֥א תַאֲמִ֖ין בְּחַיֶּֽיךָ׃
67 בַּבֹּ֤קֶר תֹּאמַר֙ מִֽי־יִתֵּ֣ן עֶ֔רֶב וּבָעֶ֥רֶב תֹּאמַ֖ר מִֽי־יִתֵּ֣ן בֹּ֑קֶר מֵרֹ֤אשׁ פַּֽחַד֙ לְבָ֣בְךָ֔ אֲשֶׁ֥ר תִּפְחָ֖ד וּמִמַּרְאֵ֥ה עֵינֶ֖יךָ אֲשֶׁ֥ר תִּרְאֶֽה׃
68 וֶהֱשִֽׁיבְךָ֨ יְהוָ֥ה׀ מִצְרַ֘יִם֮ בָּאֳנִיּוֹת֒ בַּדֶּ֙רֶךְ֙ אֲשֶׁ֣ר אָמַ֣רְתִּי לְךָ֔ לֹא־תֹסִ֥יף ע֖וֹד לִרְאֹתָ֑הּ וְהִתְמַכַּרְתֶּ֨ם שָׁ֧ם לְאֹיְבֶ֛יךָ לַעֲבָדִ֥ים וְלִשְׁפָח֖וֹת וְאֵ֥ין קֹנֶֽה׃
Capítulo 29
El pacto en Moab
LBLA
1 Estas son las palabras del pacto que el SEÑOR mandó a Moisés que hiciera con los hijos de Israel en la tierra de Moab, además del pacto que había hecho con ellos en Horeb.
2 Y llamó Moisés a todo Israel y les dijo: Vosotros habéis visto todo lo que el SEÑOR hizo ante vuestros ojos en la tierra de Egipto, a Faraón, a todos sus siervos y a toda su tierra;
3 las grandes pruebas que vieron tus ojos, aquellas grandes señales y prodigios.
4 Pero hasta el día de hoy el SEÑOR no os ha dado corazón para entender, ni ojos para ver, ni oídos para oír.
5 Y yo os he traído cuarenta años por el desierto; vuestros vestidos no se han envejecido sobre vosotros, y tu sandalia no se ha envejecido sobre tu pie.
6 No habéis comido pan, ni habéis bebido vino o licor fuerte, para que sepáis que yo soy el SEÑOR vuestro Dios.
7 Cuando llegasteis a este lugar, Sehón, rey de Hesbón, y Og, rey de Basán, salieron a nuestro encuentro para pelear, y los derrotamos;
8 y tomamos su tierra y la dimos por heredad a los rubenitas, a los gaditas y a la media tribu de los manasitas.
9 Guardad, pues, las palabras de este pacto y cumplidlas, para que prosperéis en todo lo que hagáis.
10 Todos vosotros estáis hoy en pie delante del SEÑOR vuestro Dios: vuestros jefes, vuestras tribus, vuestros ancianos y vuestros oficiales, todos los hombres de Israel,
11 vuestros pequeños, vuestras mujeres y el forastero que está en medio de tu campamento, desde el que corta tu leña hasta el que saca tu agua,
12 para entrar en el pacto del SEÑOR tu Dios, y en su juramento que el SEÑOR tu Dios hace hoy contigo,
13 a fin de establecerte hoy como su pueblo y que El sea tu Dios, como te lo ha dicho y como lo juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob.
14 Y no sólo con vosotros hago yo este pacto y este juramento,
15 sino también con los que están hoy aquí con nosotros en presencia del SEÑOR nuestro Dios, y con los que no están aquí con nosotros hoy.
16 Porque vosotros sabéis cómo habitamos en la tierra de Egipto y cómo pasamos por en medio de las naciones por las cuales pasasteis;
17 y habéis visto sus abominaciones y sus ídolos de madera, de piedra, de plata y de oro que tienen consigo.
18 No sea que haya entre vosotros hombre o mujer, familia o tribu, cuyo corazón se aparte hoy del SEÑOR nuestro Dios para ir a servir a los dioses de aquellas naciones; no sea que haya entre vosotros raíz que produzca hiel y ajenjo,
19 y suceda que cuando oiga las palabras de este juramento, se bendiga en su corazón, diciendo: "Tendré paz, aunque ande en la terquedad de mi corazón", para destruir la tierra regada junto con la seca.
20 El SEÑOR no estará dispuesto a perdonarlo, sino que entonces se encenderá la ira del SEÑOR y su celo contra ese hombre, y caerá sobre él toda maldición escrita en este libro, y el SEÑOR borrará su nombre de debajo del cielo.
21 Y el SEÑOR lo separará de todas las tribus de Israel para mal, conforme a todas las maldiciones del pacto escritas en este libro de la ley.
22 Y la generación venidera, vuestros hijos que se levanten después de vosotros y el extranjero que venga de tierra lejana, cuando vean las plagas de esa tierra y las enfermedades con que el SEÑOR la habrá afligido, dirán:
23 "Toda su tierra es azufre y sal, abrasada, no sembrada y sin producir nada, ni crece en ella hierba alguna, como en la destrucción de Sodoma y Gomorra, de Adma y Zeboim, que el SEÑOR destruyó en su ira y en su furor."
24 Y todas las naciones dirán: "¿Por qué ha hecho así el SEÑOR a esta tierra? ¿Por qué este ardor de gran ira?"
25 Y responderán: "Porque abandonaron el pacto del SEÑOR, el Dios de sus padres, que El hizo con ellos cuando los sacó de la tierra de Egipto;
26 y fueron y sirvieron a otros dioses y los adoraron, dioses que no habían conocido y que El no les había dado.
27 Por eso se encendió la ira del SEÑOR contra esta tierra, para traer sobre ella toda maldición escrita en este libro;
28 y el SEÑOR los desarraigó de su tierra con ira, con furor y con gran indignación, y los arrojó a otra tierra, como hoy se ve."
29 Las cosas secretas pertenecen al SEÑOR nuestro Dios, mas las cosas reveladas nos pertenecen a nosotros y a nuestros hijos para siempre, a fin de que guardemos todas las palabras de esta ley.
WLC
1 אֵ֙לֶּה֙ דִּבְרֵ֣י הַבְּרִ֔ית אֲ֠שֶׁר צִוָּ֨ה יְהוָ֜ה אֶת־מֹשֶׁ֗ה לִכְרֹ֛ת אֶת־בְּנֵ֥י יִשְׂרָאֵ֖ל בְּאֶ֣רֶץ מוֹאָ֑ב מִלְּבַ֣ד הַבְּרִ֔ית אֲשֶׁר־כָּרַ֥ת אִתָּ֖ם בְּחֹרֵֽב׃
2 וַיִּקְרָ֨א מֹשֶׁ֜ה אֶל־כָּל־יִשְׂרָאֵ֗ל וַיֹּ֤אמֶר אֲלֵהֶם֙ אַתֶּ֣ם רְאִיתֶ֗ם אֵ֣ת כָּל־אֲשֶׁר֩ עָשָׂ֨ה יְהוָ֤ה לְעֵֽינֵיכֶם֙ בְּאֶ֣רֶץ מִצְרַ֔יִם לְפַרְעֹ֥ה וּלְכָל־עֲבָדָ֖יו וּלְכָל־אַרְצֽוֹ׃
3 הַמַּסּ֖וֹת הַגְּדֹלֹ֑ת אֲשֶׁ֣ר רָא֔וּ עֵינֶ֖יךָ הָאֹתֹ֥ת וְהַמֹּפְתִ֖ים הַגְּדֹלִ֥ים הָהֵֽם׃
4 וְלֹֽא־נָתַן֩ יְהוָ֨ה לָכֶ֥ם לֵב֙ לָדַ֔עַת וְעֵינַ֥יִם לִרְא֖וֹת וְאָזְנַ֣יִם לִשְׁמֹ֑עַ עַ֖ד הַיּ֥וֹם הַזֶּֽה׃
5 וָאוֹלֵ֥ךְ אֶתְכֶ֛ם אַרְבָּעִ֥ים שָׁנָ֖ה בַּמִּדְבָּ֑ר לֹֽא־בָל֤וּ שַׂלְמֹֽתֵיכֶם֙ מֵעֲלֵיכֶ֔ם וְנַֽעַלְךָ֥ לֹֽא־בָלְתָ֖ה מֵעַ֥ל רַגְלֶֽךָ׃
6 לֶ֚חֶם לֹ֣א אֲכַלְתֶּ֔ם וְיַ֥יִן וְשֵׁכָ֖ר לֹ֣א שְׁתִיתֶ֑ם לְמַ֙עַן֙ תֵּֽדְע֔וּ כִּ֛י אֲנִ֥י יְהוָ֖ה אֱלֹהֵיכֶֽם׃
7 וַתָּבֹ֖אוּ אֶל־הַמָּק֣וֹם הַזֶּ֑ה וַיֵּצֵ֣א סִיחֹן֩ מֶ֨לֶךְ־חֶשְׁבּ֜וֹן וְע֤וֹג מֶֽלֶךְ־הַבָּשָׁן֙ לִקְרָאתֵ֣נוּ לַמִּלְחָמָ֔ה וַנַּכֵּֽם׃
8 וַנִּקַּח֙ אֶת־אַרְצָ֔ם וַנִּתְּנָ֣הּ לְנַחֲלָ֔ה לָראוּבֵנִ֖י וְלַגָּדִ֑י וְלַחֲצִ֖י שֵׁ֥בֶט הַֽמְנַשִּֽׁי׃
9 וּשְׁמַרְתֶּ֗ם אֶת־דִּבְרֵי֙ הַבְּרִ֣ית הַזֹּ֔את וַעֲשִׂיתֶ֖ם אֹתָ֑ם לְמַ֣עַן תַּשְׂכִּ֔ילוּ אֵ֖ת כָּל־אֲשֶׁ֥ר תַּעֲשֽׂוּן׃
10 אַתֶּ֨ם נִצָּבִ֤ים הַיּוֹם֙ כֻּלְּכֶ֔ם לִפְנֵ֖י יְהוָ֣ה אֱלֹהֵיכֶ֑ם רָאשֵׁיכֶ֣ם שִׁבְטֵיכֶ֗ם זִקְנֵיכֶם֙ וְשֹׁ֣טְרֵיכֶ֔ם כֹּ֖ל אִ֥ישׁ יִשְׂרָאֵֽל׃
11 טַפְּכֶ֣ם נְשֵׁיכֶ֔ם וְגֵ֣רְךָ֔ אֲשֶׁ֖ר בְּקֶ֣רֶב מַחֲנֶ֑יךָ מֵחֹטֵ֣ב עֵצֶ֔יךָ עַ֖ד שֹׁאֵ֥ב מֵימֶֽיךָ׃
12 לְעָבְרְךָ֗ בִּבְרִ֛ית יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ וּבְאָלָת֑וֹ אֲשֶׁר֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ כֹּרֵ֥ת עִמְּךָ֖ הַיּֽוֹם׃
13 לְמַ֣עַן הָקִֽים־אֹתְךָ֩ הַיּ֨וֹם׀ ל֜וֹ לְעָ֗ם וְה֤וּא יִֽהְיֶה־לְּךָ֙ לֵֽאלֹהִ֔ים כַּאֲשֶׁ֖ר דִּבֶּר־לָ֑ךְ וְכַאֲשֶׁ֤ר נִשְׁבַּע֙ לַאֲבֹתֶ֔יךָ לְאַבְרָהָ֥ם לְיִצְחָ֖ק וּֽלְיַעֲקֹֽב׃
14 וְלֹ֥א אִתְּכֶ֖ם לְבַדְּכֶ֑ם אָנֹכִ֗י כֹּרֵת֙ אֶת־הַבְּרִ֣ית הַזֹּ֔את וְאֶת־הָאָלָ֖ה הַזֹּֽאת׃
15 כִּי֩ אֶת־אֲשֶׁ֨ר יֶשְׁנ֜וֹ פֹּ֗ה עִמָּ֙נוּ֙ עֹמֵ֣ד הַיּ֔וֹם לִפְנֵ֖י יְהוָ֣ה אֱלֹהֵ֑ינוּ וְאֵ֨ת אֲשֶׁ֥ר אֵינֶ֛נּוּ פֹּ֖ה עִמָּ֥נוּ הַיּֽוֹם׃
16 כִּֽי־אַתֶּ֣ם יְדַעְתֶּ֔ם אֵ֥ת אֲשֶׁר־יָשַׁ֖בְנוּ בְּאֶ֣רֶץ מִצְרָ֑יִם וְאֵ֧ת אֲשֶׁר־עָבַ֛רְנוּ בְּקֶ֥רֶב הַגּוֹיִ֖ם אֲשֶׁ֥ר עֲבַרְתֶּֽם׃
17 וַתִּרְאוּ֙ אֶת־שִׁקּ֣וּצֵיהֶ֔ם וְאֵ֖ת גִּלֻּלֵיהֶ֑ם עֵ֣ץ וָאֶ֔בֶן כֶּ֥סֶף וְזָהָ֖ב אֲשֶׁ֥ר עִמָּהֶֽם׃
18 פֶּן־יֵ֣שׁ בָּכֶ֗ם אִ֣ישׁ אוֹ־אִשָּׁ֞ה א֧וֹ מִשְׁפָּחָ֣ה אוֹ־שֵׁ֗בֶט אֲשֶׁר֩ לְבָב֨וֹ פֹנֶ֤ה הַיּוֹם֙ מֵעִם֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהֵ֔ינוּ לָלֶ֣כֶת לַעֲבֹ֔ד אֶת־אֱלֹהֵ֖י הַגּוֹיִ֣ם הָהֵ֑ם פֶּן־יֵ֣שׁ בָּכֶ֗ם שֹׁ֛רֶשׁ פֹּרֶ֥ה רֹ֖אשׁ וְלַעֲנָֽה׃
19 וְהָיָ֡ה בְּשָׁמְעוֹ֩ אֶת־דִּבְרֵ֨י הָאָלָ֜ה הַזֹּ֗את וְהִתְבָּרֵ֨ךְ בִּלְבָב֤וֹ לֵאמֹר֙ שָׁל֣וֹם יִֽהְיֶה־לִּ֔י כִּ֛י בִּשְׁרִר֥וּת לִבִּ֖י אֵלֵ֑ךְ לְמַ֛עַן סְפ֥וֹת הָרָוָ֖ה אֶת־הַצְּמֵאָֽה׃
20 לֹא־יֹאבֶ֣ה יְהוָה֮ סְלֹ֣חַֽ לוֹ֒ כִּ֣י אָ֠ז יֶעְשַׁ֨ן אַף־יְהוָ֤ה וְקִנְאָתוֹ֙ בָּאִ֣ישׁ הַה֔וּא וְרָ֤בְצָה בּוֹ֙ כָּל־הָ֣אָלָ֔ה הַכְּתוּבָ֖ה בַּסֵּ֣פֶר הַזֶּ֑ה וּמָחָ֤ה יְהוָה֙ אֶת־שְׁמ֔וֹ מִתַּ֖חַת הַשָּׁמָֽיִם׃
21 וְהִבְדִּיל֤וֹ יְהוָה֙ לְרָעָ֔ה מִכֹּ֖ל שִׁבְטֵ֣י יִשְׂרָאֵ֑ל כְּכֹל֙ אָל֣וֹת הַבְּרִ֔ית הַכְּתוּבָ֕ה בְּסֵ֥פֶר הַתּוֹרָ֖ה הַזֶּֽה׃
22 וְאָמַ֞ר הַדּ֣וֹר הָאַחֲר֗וֹן בְּנֵיכֶם֙ אֲשֶׁ֤ר יָק֙וּמוּ֙ מֵאַ֣חֲרֵיכֶ֔ם וְהַ֨נָּכְרִ֔י אֲשֶׁ֥ר יָבֹ֖א מֵאֶ֣רֶץ רְחוֹקָ֑ה וְ֠רָאוּ אֶת־מַכּ֞וֹת הָאָ֤רֶץ הַהִוא֙ וְאֶת־תַּ֣חֲלֻאֶ֔יהָ אֲשֶׁר־חִלָּ֥ה יְהוָ֖ה בָּֽהּ׃
23 גָּפְרִ֣ית וָמֶלַח֮ שְׂרֵפָ֣ה כָל־אַרְצָהּ֒ לֹ֤א תִזָּרַע֙ וְלֹ֣א תַצְמִ֔חַ וְלֹֽא־יַעֲלֶ֥ה בָ֖הּ כָּל־עֵ֑שֶׂב כְּֽמַהְפֵּכַ֞ת סְדֹ֤ם וַעֲמֹרָה֙ אַדְמָ֣ה וּצְבוֹיִ֔ם אֲשֶׁר֙ הָפַ֣ךְ יְהוָ֔ה בְּאַפּ֖וֹ וּבַחֲמָתֽוֹ׃
24 וְאָֽמְרוּ֙ כָּל־הַגּוֹיִ֔ם עַל־מֶ֨ה עָשָׂ֧ה יְהוָ֛ה כָּ֖כָה לָאָ֣רֶץ הַזֹּ֑את מֶ֥ה חֳרִ֛י הָאַ֥ף הַגָּד֖וֹל הַזֶּֽה׃
25 וְאָ֣מְר֔וּ עַ֚ל אֲשֶׁ֣ר עָזְב֔וּ אֶת־בְּרִ֥ית יְהוָ֖ה אֱלֹהֵ֣י אֲבֹתָ֑ם אֲשֶׁר֙ כָּרַ֣ת עִמָּ֔ם בְּהוֹצִיא֥וֹ אֹתָ֖ם מֵאֶ֥רֶץ מִצְרָֽיִם׃
26 וַיֵּלְכ֗וּ וַיַּֽעַבְדוּ֙ אֱלֹהִ֣ים אֲחֵרִ֔ים וַיִּֽשְׁתַּחֲו֖וּ לָהֶ֑ם אֱלֹהִים֙ אֲשֶׁ֣ר לֹֽא־יְדָע֔וּם וְלֹ֥א חָלַ֖ק לָהֶֽם׃
27 וַיִּֽחַר־אַ֥ף יְהוָ֖ה בָּאָ֣רֶץ הַהִ֑וא לְהָבִ֤יא עָלֶ֙יהָ֙ אֶת־כָּל־הַקְּלָלָ֔ה הַכְּתוּבָ֖ה בַּסֵּ֥פֶר הַזֶּֽה׃
28 וַיִּתְּשֵׁ֤ם יְהוָה֙ מֵעַ֣ל אַדְמָתָ֔ם בְּאַ֥ף וּבְחֵמָ֖ה וּבְקֶ֣צֶף גָּד֑וֹל וַיַּשְׁלִכֵ֛ם אֶל־אֶ֥רֶץ אַחֶ֖רֶת כַּיּ֥וֹם הַזֶּֽה׃
29 הַנִּ֨סְתָּרֹ֔ת לַיהוָ֖ה אֱלֹהֵ֑ינוּ וְהַנִּגְלֹ֞ת לָ֤ׄנׄוּׄ וּׄלְׄבָׄנֵ֙ׄיׄנׄוּ֙ׄ עַד־עוֹלָ֔ם לַעֲשׂ֕וֹת אֶת־כָּל־דִּבְרֵ֖י הַתּוֹרָ֥ה הַזֹּֽאת׃
Capítulo 30
Restauración prometida
LBLA
1 Y sucederá que cuando hayan venido sobre ti todas estas cosas, la bendición y la maldición que he puesto delante de ti, y las recuerdes en tu corazón en todas las naciones adonde el SEÑOR tu Dios te haya desterrado,
2 y te vuelvas al SEÑOR tu Dios y obedezcas su voz conforme a todo lo que yo te mando hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón y con toda tu alma,
3 entonces el SEÑOR tu Dios te hará volver de tu cautiverio, y tendrá compasión de ti y te recogerá de nuevo de entre todos los pueblos adonde el SEÑOR tu Dios te haya dispersado.
4 Si tus desterrados están en los confines de los cielos, de allí el SEÑOR tu Dios te recogerá y de allí te hará volver.
5 Y el SEÑOR tu Dios te llevará a la tierra que tus padres poseyeron, y tú la poseerás; y El te prosperará y te multiplicará más que a tus padres.
6 Además, el SEÑOR tu Dios circuncidará tu corazón y el corazón de tus descendientes, para que ames al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas.
7 Y el SEÑOR tu Dios infligirá todas estas maldiciones sobre tus enemigos y sobre los que te aborrecen, que te persiguieron.
8 Y tú volverás a obedecer la voz del SEÑOR, y cumplirás todos sus mandamientos que yo te ordeno hoy.
9 Entonces el SEÑOR tu Dios te prosperará en toda obra de tus manos, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu ganado y en el fruto de tu tierra, para bien; porque el SEÑOR volverá a regocijarse sobre ti para bien, como se regocijó sobre tus padres,
10 si obedeces al SEÑOR tu Dios, guardando sus mandamientos y sus estatutos que están escritos en este libro de la ley, cuando te vuelvas al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma.
11 Porque este mandamiento que yo te ordeno hoy no es demasiado difícil para ti, ni está fuera de tu alcance.
12 No está en el cielo, para que digas: "¿Quién subirá por nosotros al cielo y nos lo traerá y nos lo hará oír para que lo cumplamos?"
13 Ni está al otro lado del mar, para que digas: "¿Quién cruzará por nosotros el mar y nos lo traerá y nos lo hará oír para que lo cumplamos?"
14 Pues muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas.
15 Mira, yo he puesto hoy delante de ti la vida y el bien, la muerte y el mal;
16 pues yo te mando hoy amar al SEÑOR tu Dios, andar en sus caminos y guardar sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y te multipliques, y el SEÑOR tu Dios te bendiga en la tierra que vas a entrar para poseerla.
17 Pero si tu corazón se aparta y no obedeces, sino que te dejas arrastrar y te postras ante otros dioses y los sirves,
18 yo os declaro hoy que de cierto pereceréis; no prolongaréis vuestros días en la tierra adonde vais, pasando el Jordán, para entrar en posesión de ella.
19 Hoy pongo por testigos contra vosotros a los cielos y a la tierra: he puesto ante ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge, pues, la vida para que vivas, tú y tus descendientes,
20 amando al SEÑOR tu Dios, escuchando su voz y allegándote a El; porque eso es tu vida y la largura de tus días, para que habites en la tierra que el SEÑOR juró dar a tus padres Abraham, Isaac y Jacob.
WLC
1 וְהָיָה֩ כִֽי־יָבֹ֨אוּ עָלֶ֜יךָ כָּל־הַדְּבָרִ֣ים הָאֵ֗לֶּה הַבְּרָכָה֙ וְהַקְּלָלָ֔ה אֲשֶׁ֥ר נָתַ֖תִּי לְפָנֶ֑יךָ וַהֲשֵׁבֹתָ֙ אֶל־לְבָבֶ֔ךָ בְּכָל־הַגּוֹיִ֔ם אֲשֶׁ֧ר הִדִּיחֲךָ֛ יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ שָֽׁמָּה׃
2 וְשַׁבְתָּ֞ עַד־יְהוָ֤ה אֱלֹהֶ֙יךָ֙ וְשָׁמַעְתָּ֣ בְקֹל֔וֹ כְּכֹ֛ל אֲשֶׁר־אָנֹכִ֥י מְצַוְּךָ֖ הַיּ֑וֹם אַתָּ֣ה וּבָנֶ֔יךָ בְּכָל־לְבָבְךָ֖ וּבְכָל־נַפְשֶֽׁךָ׃
3 וְשָׁ֨ב יְהוָ֧ה אֱלֹהֶ֛יךָ אֶת־שְׁבוּתְךָ֖ וְרִחֲמֶ֑ךָ וְשָׁ֗ב וְקִבֶּצְךָ֙ מִכָּל־הָ֣עַמִּ֔ים אֲשֶׁ֧ר הֱפִֽיצְךָ֛ יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ שָֽׁמָּה׃
4 אִם־יִהְיֶ֥ה נִֽדַּחֲךָ֖ בִּקְצֵ֣ה הַשָּׁמָ֑יִם מִשָּׁ֗ם יְקַבֶּצְךָ֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ וּמִשָּׁ֖ם יִקָּחֶֽךָ׃
5 וֶהֱבִֽיאֲךָ֞ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֗יךָ אֶל־הָאָ֛רֶץ אֲשֶׁר־יָרְשׁ֥וּ אֲבֹתֶ֖יךָ וִֽירִשְׁתָּ֑הּ וְהֵיטִֽבְךָ֥ וְהִרְבְּךָ֖ מֵאֲבֹתֶֽיךָ׃
6 וּמָ֨ל יְהוָ֧ה אֱלֹהֶ֛יךָ אֶת־לְבָבְךָ֖ וְאֶת־לְבַ֣ב זַרְעֶ֑ךָ לְאַהֲבָ֞ה אֶת־יְהוָ֧ה אֱלֹהֶ֛יךָ בְּכָל־לְבָבְךָ֥ וּבְכָל־נַפְשְׁךָ֖ לְמַ֥עַן חַיֶּֽיךָ׃
7 וְנָתַן֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ אֵ֥ת כָּל־הָאָל֖וֹת הָאֵ֑לֶּה עַל־אֹיְבֶ֥יךָ וְעַל־שֹׂנְאֶ֖יךָ אֲשֶׁ֥ר רְדָפֽוּךָ׃
8 וְאַתָּ֣ה תָשׁ֔וּב וְשָׁמַעְתָּ֖ בְּק֣וֹל יְהוָ֑ה וְעָשִׂ֙יתָ֙ אֶת־כָּל־מִצְוֹתָ֔יו אֲשֶׁ֛ר אָנֹכִ֥י מְצַוְּךָ֖ הַיּֽוֹם׃
9 וְהוֹתִֽירְךָ֩ יְהוָ֨ה אֱלֹהֶ֜יךָ בְּכֹ֣ל׀ מַעֲשֵׂ֣ה יָדֶ֗ךָ בִּפְרִ֨י בִטְנְךָ֜ וּבִפְרִ֧י בְהֶמְתְּךָ֛ וּבִפְרִ֥י אַדְמָתְךָ֖ לְטֹבָ֑ה כִּ֣י׀ יָשׁ֣וּב יְהוָ֗ה לָשׂ֤וּשׂ עָלֶ֙יךָ֙ לְט֔וֹב כַּאֲשֶׁר־שָׂ֖שׂ עַל־אֲבֹתֶֽיךָ׃
10 כִּ֣י תִשְׁמַ֗ע בְּקוֹל֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ לִשְׁמֹ֤ר מִצְוֹתָיו֙ וְחֻקֹּתָ֔יו הַכְּתוּבָ֕ה בְּסֵ֥פֶר הַתּוֹרָ֖ה הַזֶּ֑ה כִּ֤י תָשׁוּב֙ אֶל־יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ בְּכָל־לְבָבְךָ֖ וּבְכָל־נַפְשֶֽׁךָ׃
11 כִּ֚י הַמִּצְוָ֣ה הַזֹּ֔את אֲשֶׁ֛ר אָנֹכִ֥י מְצַוְּךָ֖ הַיּ֑וֹם לֹֽא־נִפְלֵ֥את הִוא֙ מִמְּךָ֔ וְלֹ֥א רְחֹקָ֖ה הִֽוא׃
12 לֹ֥א בַשָּׁמַ֖יִם הִ֑וא לֵאמֹ֗ר מִ֣י יַעֲלֶה־לָּ֤נוּ הַשָּׁמַ֙יְמָה֙ וְיִקָּחֶ֣הָ לָּ֔נוּ וְיַשְׁמִעֵ֥נוּ אֹתָ֖הּ וְנַעֲשֶֽׂנָּה׃
13 וְלֹֽא־מֵעֵ֥בֶר לַיָּ֖ם הִ֑וא לֵאמֹ֗ר מִ֣י יַעֲבָר־לָ֜נוּ אֶל־עֵ֤בֶר הַיָּם֙ וְיִקָּחֶ֣הָ לָּ֔נוּ וְיַשְׁמִעֵ֥נוּ אֹתָ֖הּ וְנַעֲשֶֽׂנָּה׃
14 כִּֽי־קָר֥וֹב אֵלֶ֛יךָ הַדָּבָ֖ר מְאֹ֑ד בְּפִ֥יךָ וּבִֽלְבָבְךָ֖ לַעֲשֹׂתֽוֹ׃
15 רְאֵ֨ה נָתַ֤תִּי לְפָנֶ֙יךָ֙ הַיּ֔וֹם אֶת־הַֽחַיִּ֖ים וְאֶת־הַטּ֑וֹב וְאֶת־הַמָּ֖וֶת וְאֶת־הָרָֽע׃
16 אֲשֶׁ֨ר אָנֹכִ֣י מְצַוְּךָ֮ הַיּוֹם֒ לְאַהֲבָָ֞ה אֶת־יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֗יךָ לָלֶ֤כֶת בִּדְרָכָיו֙ וְלִשְׁמֹ֨ר מִצְוֹתָ֤יו וְחֻקֹּתָיו֙ וּמִשְׁפָּטָ֔יו וְחָיִ֣יתָ וְרָבִ֔יתָ וּבֵֽרַכְךָ֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ בָּאָ֕רֶץ אֲשֶׁר־אַתָּ֥ה בָא־שָׁ֖מָּה לְרִשְׁתָּֽהּ׃
17 וְאִם־יִפְנֶ֥ה לְבָבְךָ֖ וְלֹ֣א תִשְׁמָ֑ע וְנִדַּחְתָּ֗ וְהִֽשְׁתַּחֲוִ֛יתָ לֵאלֹהִ֥ים אֲחֵרִ֖ים וַעֲבַדְתָּֽם׃
18 הִגַּ֤דְתִּי לָכֶם֙ הַיּ֔וֹם כִּ֥י אָבֹ֖ד תֹּאבֵד֑וּן לֹא־תַאֲרִיכֻ֤ן יָמִים֙ עַל־הָ֣אֲדָמָ֔ה אֲשֶׁ֨ר אַתָּ֤ה עֹבֵר֙ אֶת־הַיַּרְדֵּ֔ן לָבֹ֥א שָׁ֖מָּה לְרִשְׁתָּֽהּ׃
19 הַעִידֹ֨תִי בָכֶ֣ם הַיּוֹם֮ אֶת־הַשָּׁמַ֣יִם וְאֶת־הָאָרֶץ֒ הַחַיִּ֤ים וְהַמָּ֙וֶת֙ נָתַ֣תִּי לְפָנֶ֔יךָ הַבְּרָכָ֖ה וְהַקְּלָלָ֑ה וּבָֽחַרְתָּ֙ בַּחַיִּ֔ים לְמַ֥עַן תִּחְיֶ֖ה אַתָּ֥ה וְזַרְעֶֽךָ׃
20 לְאַֽהֲבָה֙ אֶת־יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ לִשְׁמֹ֥עַ בְּקֹל֖וֹ וּלְדָבְקָה־ב֑וֹ כִּ֣י ה֤וּא חַיֶּ֙יךָ֙ וְאֹ֣רֶךְ יָמֶ֔יךָ לָשֶׁ֣בֶת עַל־הָאֲדָמָ֗ה אֲשֶׁר֩ נִשְׁבַּ֨ע יְהוָ֧ה לַאֲבֹתֶ֛יךָ לְאַבְרָהָ֛ם לְיִצְחָ֥ק וּֽלְיַעֲקֹ֖ב לָתֵ֥ת לָהֶֽם׃
Capítulo 31
Josué sucesor de Moisés
LBLA
1 Y fue Moisés y habló estas palabras a todo Israel,
2 y les dijo: Tengo ciento veinte años hoy; ya no puedo salir ni entrar, y el SEÑOR me ha dicho: "No pasarás este Jordán."
3 El SEÑOR tu Dios es el que pasa delante de ti; El destruirá a estas naciones delante de ti, y las desposeerás. Josué es el que pasa delante de ti, como el SEÑOR ha dicho.
4 Y el SEÑOR hará con ellos como hizo con Sehón y con Og, reyes de los amorreos, y con sus tierras, a los cuales destruyó.
5 Y el SEÑOR los entregará delante de vosotros, y haréis con ellos conforme a todos los mandamientos que os he ordenado.
6 Sed firmes y valientes, no temáis ni os aterroricéis ante ellos, porque el SEÑOR tu Dios es el que va contigo; no te dejará ni te desamparará.
7 Y llamó Moisés a Josué y le dijo en presencia de todo Israel: Sé fuerte y valiente, porque tú entrarás con este pueblo a la tierra que el SEÑOR ha jurado a sus padres que les daría, y tú se la harás heredar.
8 Y el SEÑOR es el que va delante de ti; El estará contigo, no te dejará ni te desamparará; no temas ni te acobardes.
9 Y escribió Moisés esta ley y se la dio a los sacerdotes, hijos de Leví, que llevaban el arca del pacto del SEÑOR, y a todos los ancianos de Israel.
10 Y les ordenó Moisés, diciendo: Al fin de cada siete años, en el tiempo del año de la remisión, en la fiesta de los tabernáculos,
11 cuando todo Israel venga a presentarse delante del SEÑOR tu Dios en el lugar que El escoja, leerás esta ley delante de todo Israel a oídos de ellos.
12 Reúne al pueblo, hombres, mujeres y niños, y al extranjero que esté en tus ciudades, para que oigan y aprendan, y teman al SEÑOR vuestro Dios, y cuiden de cumplir todas las palabras de esta ley.
13 Y sus hijos que no lo supieron oigan y aprendan a temer al SEÑOR vuestro Dios todos los días que viváis sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán para poseerla.
14 Y el SEÑOR dijo a Moisés: He aquí, el tiempo de tu muerte se acerca; llama a Josué y presentaos en la tienda de reunión para que yo le dé órdenes. Y fue Moisés y Josué, y se presentaron en la tienda de reunión.
15 Y el SEÑOR apareció en la tienda en una columna de nube, y la columna de nube se detuvo a la entrada de la tienda.
16 Y el SEÑOR dijo a Moisés: He aquí, vas a dormir con tus padres, y este pueblo se levantará y se prostituirá tras los dioses extraños de la tierra adonde va, en medio de ella; y me abandonará y quebrantará mi pacto que he hecho con él.
17 Entonces mi ira se encenderá contra él en aquel día, y los abandonaré y esconderé de ellos mi rostro, y serán consumidos; y vendrán sobre ellos muchos males y angustias, y dirán en aquel día: "¿No es porque mi Dios no está en medio de mí que me han sobrevenido estos males?"
18 Pero yo ciertamente esconderé mi rostro en aquel día por todo el mal que ellos hayan hecho, por haberse vuelto a otros dioses.
19 Ahora pues, escribíos este cántico y enséñalo a los hijos de Israel; ponlo en sus labios, para que este cántico me sea por testigo contra los hijos de Israel.
20 Porque cuando los haya introducido en la tierra que juré a sus padres, que mana leche y miel, y coman y se sacien y engorden, entonces se volverán a otros dioses y los servirán, y me provocarán y quebrantarán mi pacto.
21 Y sucederá que cuando les sobrevengan muchos males y angustias, este cántico testificará contra ellos, porque no será olvidado de la boca de sus descendientes. Porque yo conozco sus intenciones que ya tienen hoy, antes que los introduzca en la tierra que juré darles.
22 Y Moisés escribió este cántico aquel día, y lo enseñó a los hijos de Israel.
23 Entonces dio órdenes a Josué, hijo de Nun, y dijo: Sé fuerte y valiente, porque tú introducirás a los hijos de Israel en la tierra que les he jurado, y yo estaré contigo.
24 Y sucedió que cuando Moisés terminó de escribir las palabras de esta ley en un libro hasta su conclusión,
25 Moisés ordenó a los levitas que llevaban el arca del pacto del SEÑOR, diciendo:
26 Tomad este libro de la ley y ponedlo al lado del arca del pacto del SEÑOR vuestro Dios, para que esté allí como testigo contra vosotros.
27 Porque yo conozco vuestra rebeldía y vuestra dura cerviz. He aquí, mientras aún vivo hoy con vosotros, habéis sido rebeldes contra el SEÑOR; ¿cuánto más después de mi muerte?
28 Reunid ante mí a todos los ancianos de vuestras tribus y a vuestros oficiales, para que yo hable estas palabras a oídos de ellos, y ponga por testigos contra ellos a los cielos y a la tierra.
29 Porque yo sé que después de mi muerte ciertamente os corromperéis y os apartaréis del camino que os he mandado; y el mal os sobrevendrá en los postreros días, porque haréis lo malo ante los ojos del SEÑOR, provocándole a ira con la obra de vuestras manos.
30 Entonces Moisés habló a oídos de toda la asamblea de Israel las palabras de este cántico hasta su conclusión:
WLC
1 וַיֵּ֖לֶךְ מֹשֶׁ֑ה וַיְדַבֵּ֛ר אֶת־הַדְּבָרִ֥ים הָאֵ֖לֶּה אֶל־כָּל־יִשְׂרָאֵֽל׃
2 וַיֹּ֣אמֶר אֲלֵהֶ֗ם בֶּן־מֵאָה֩ וְעֶשְׂרִ֨ים שָׁנָ֤ה אָנֹכִי֙ הַיּ֔וֹם לֹא־אוּכַ֥ל ע֖וֹד לָצֵ֣את וְלָב֑וֹא וַֽיהוָה֙ אָמַ֣ר אֵלַ֔י לֹ֥א תַעֲבֹ֖ר אֶת־הַיַּרְדֵּ֥ן הַזֶּֽה׃
3 יְהוָ֨ה אֱלֹהֶ֜יךָ ה֣וּא׀ עֹבֵ֣ר לְפָנֶ֗יךָ הֽוּא־יַשְׁמִ֞יד אֶת־הַגּוֹיִ֥ם הָאֵ֛לֶּה מִלְּפָנֶ֖יךָ וִֽירִשְׁתָּ֑ם יְהוֹשֻׁ֗עַ ה֚וּא עֹבֵ֣ר לְפָנֶ֔יךָ כַּאֲשֶׁ֖ר דִּבֶּ֥ר יְהוָֽה׃
4 וְעָשָׂ֤ה יְהוָה֙ לָהֶ֔ם כַּאֲשֶׁ֣ר עָשָׂ֗ה לְסִיחוֹן֙ וּלְע֔וֹג מַלְכֵ֖י הָאֱמֹרִ֑י וּלְאַרְצָ֖ם אֲשֶׁ֥ר הִשְׁמִֽיד אֹתָֽם׃
5 וּנְתָנָ֥ם יְהוָ֖ה לִפְנֵיכֶ֑ם וַעֲשִׂיתֶ֣ם לָהֶ֔ם כְּכָל־הַמִּצְוָ֔ה אֲשֶׁ֥ר צִוִּ֖יתִי אֶתְכֶֽם׃
6 חִזְק֣וּ וְאִמְצ֔וּ אַל־תִּֽירְא֥וּ וְאַל־תַּעַרְצ֖וּ מִפְּנֵיהֶ֑ם כִּ֣י׀ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֗יךָ ה֚וּא הַהֹלֵ֣ךְ עִמָּ֔ךְ לֹ֥א יַרְפְּךָ֖ וְלֹ֥א יַעַזְבֶֽךָּ׃
7 וַיִּקְרָ֨א מֹשֶׁ֜ה לִֽיהוֹשֻׁ֗עַ וַיֹּ֨אמֶר אֵלָ֜יו לְעֵינֵ֣י כָל־יִשְׂרָאֵל֮ חֲזַ֣ק וֶאֱמָץ֒ כִּ֣י אַתָּ֗ה תָּבוֹא֙ אֶת־הָעָ֣ם הַזֶּ֔ה אֶל־הָאָ֕רֶץ אֲשֶׁ֨ר נִשְׁבַּ֧ע יְהוָ֛ה לַאֲבֹתָ֖ם לָתֵ֣ת לָהֶ֑ם וְאַתָּ֖ה תַּנְחִילֶ֥נָּה אוֹתָֽם׃
8 וַֽיהוָ֞ה ה֣וּא׀ הַהֹלֵ֣ךְ לְפָנֶ֗יךָ ה֚וּא יִהְיֶ֣ה עִמָּ֔ךְ לֹ֥א יַרְפְּךָ֖ וְלֹ֣א יַעַזְבֶ֑ךָּ לֹ֥א תִירָ֖א וְלֹ֥א תֵחָֽת׃
9 וַיִּכְתֹּ֣ב מֹשֶׁה֮ אֶת־הַתּוֹרָ֣ה הַזֹּאת֒ וַֽיִּתְּנָ֗הּ אֶל־הַכֹּֽהֲנִים֙ בְּנֵ֣י לֵוִ֔י הַנֹּ֣שְׂאִ֔ים אֶת־אֲר֖וֹן בְּרִ֣ית יְהוָ֑ה וְאֶל־כָּל־זִקְנֵ֖י יִשְׂרָאֵֽל׃
10 וַיְצַ֤ו מֹשֶׁה֙ אוֹתָ֣ם לֵאמֹ֔ר מִקֵּ֣ץ׀ שֶׁ֣בַע שָׁנִ֗ים בְּמֹעֵ֛ד שְׁנַ֥ת הַשְּׁמִטָּ֖ה בְּחַ֥ג הַסֻּכּֽוֹת׃
11 בְּב֣וֹא כָל־יִשְׂרָאֵ֗ל לֵֽרָאוֹת֙ אֶת־פְּנֵ֣י יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ בַּמָּק֖וֹם אֲשֶׁ֣ר יִבְחָ֑ר תִּקְרָ֞א אֶת־הַתּוֹרָ֥ה הַזֹּ֛את נֶ֥גֶד כָּל־יִשְׂרָאֵ֖ל בְּאָזְנֵיהֶֽם׃
12 הַקְהֵ֣ל אֶת־הָעָ֗ם הָֽאֲנָשִׁ֤ים וְהַנָּשִׁים֙ וְהַטַּ֔ף וְגֵֽרְךָ֖ אֲשֶׁ֣ר בִּשְׁעָרֶ֑יךָ לְמַ֨עַן יִשְׁמְע֜וּ וּלְמַ֣עַן יִלְמְד֗וּ וְיָֽרְאוּ֙ אֶת־יְהוָ֣ה אֱלֹהֵיכֶ֔ם וְשָׁמְר֣וּ לַעֲשׂ֔וֹת אֶת־כָּל־דִּבְרֵ֖י הַתּוֹרָ֥ה הַזֹּֽאת׃
13 וּבְנֵיהֶ֞ם אֲשֶׁ֣ר לֹֽא־יָדְע֗וּ יִשְׁמְעוּ֙ וְלָ֣מְד֔וּ לְיִרְאָ֖ה אֶת־יְהוָ֣ה אֱלֹהֵיכֶ֑ם כָּל־הַיָּמִ֛ים אֲשֶׁ֥ר אַתֶּ֛ם חַיִּ֥ים עַל־הָאֲדָמָ֖ה אֲשֶׁ֨ר אַתֶּ֜ם עֹבְרִ֧ים אֶת־הַיַּרְדֵּ֛ן שָׁ֖מָּה לְרִשְׁתָּֽהּ׃
14 וַיֹּ֨אמֶר יְהוָ֜ה אֶל־מֹשֶׁ֗ה הֵ֣ן קָרְב֣וּ יָמֶיךָ֮ לָמוּת֒ קְרָ֣א אֶת־יְהוֹשֻׁ֗עַ וְהִֽתְיַצְּב֛וּ בְּאֹ֥הֶל מוֹעֵ֖ד וַאֲצַוֶּ֑נּוּ וַיֵּ֧לֶךְ מֹשֶׁ֛ה וִיהוֹשֻׁ֖עַ וַיִּֽתְיַצְּב֥וּ בְּאֹ֥הֶל מוֹעֵֽד׃
15 וַיֵּרָ֧א יְהוָ֛ה בָּאֹ֖הֶל בְּעַמּ֣וּד עָנָ֑ן וַיַּעֲמֹ֛ד עַמּ֥וּד הֶעָנָ֖ן עַל־פֶּ֥תַח הָאֹֽהֶל׃
16 וַיֹּ֤אמֶר יְהוָה֙ אֶל־מֹשֶׁ֔ה הִנְּךָ֥ שֹׁכֵ֖ב עִם־אֲבֹתֶ֑יךָ וְקָ֣ם׀ הָעָ֣ם הַזֶּ֗ה וְזָנָה֙ אַחֲרֵ֣י אֱלֹהֵ֣י נֵכַר־הָאָ֔רֶץ אֲשֶׁ֨ר ה֥וּא בָא־שָׁ֛מָּה בְּקִרְבּ֖וֹ וַעֲזָבַ֑נִי וְהֵפֵר֙ אֶת־בְּרִיתִ֔י אֲשֶׁ֥ר כָּרַ֖תִּי אִתּֽוֹ׃
17 וְחָרָ֣ה אַפִּ֣י ב֣וֹ בַיּוֹם־הַ֠הוּא וַעֲזַבְתִּ֞ים וְהִסְתַּרְתִּ֨י פָנַ֤י מֵהֶם֙ וְהָיָ֣ה לֶאֱכֹ֔ל וּמְצָאֻ֛הוּ רָע֥וֹת רַבּ֖וֹת וְצָר֑וֹת וְאָמַר֙ בַּיּ֣וֹם הַה֔וּא הֲלֹ֗א עַ֣ל כִּי־אֵ֤ין אֱלֹהַי֙ בְּקִרְבִּ֔י מְצָא֖וּנִי הָרָע֥וֹת הָאֵֽלֶּה׃
18 וְאָנֹכִ֗י הַסְתֵּ֨ר אַסְתִּ֤יר פָּנַי֙ בַּיּ֣וֹם הַה֔וּא עַ֥ל כָּל־הָרָעָ֖ה אֲשֶׁ֣ר עָשָׂ֑ה כִּ֣י פָנָ֔ה אֶל־אֱלֹהִ֖ים אֲחֵרִֽים׃
19 וְעַתָּ֗ה כִּתְב֤וּ לָכֶם֙ אֶת־הַשִּׁירָ֣ה הַזֹּ֔את וְלַמְּדָ֥הּ אֶת־בְּנֵי־יִשְׂרָאֵ֖ל שִׂימָ֣הּ בְּפִיהֶ֑ם לְמַ֨עַן תִּֽהְיֶה־לִּ֜י הַשִּׁירָ֥ה הַזֹּ֛את לְעֵ֖ד בִּבְנֵ֥י יִשְׂרָאֵֽל׃
20 כִּֽי־אֲבִיאֶ֗נּוּ אֶֽל־הָאֲדָמָה֮ אֲשֶׁ֣ר נִשְׁבַּ֣עְתִּי לַאֲבֹתָיו֒ זָבַ֤ת חָלָב֙ וּדְבַ֔שׁ וְאָכַ֥ל וְשָׂבַ֖ע וְדָשֵׁ֑ן וּפָנָ֞ה אֶל־אֱלֹהִ֤ים אֲחֵרִים֙ וַעֲבָד֔וּם וְנִ֨אֲצ֔וּנִי וְהֵפֵ֖ר אֶת־בְּרִיתִֽי׃
21 וְהָיָה֙ כִּי־תִמְצֶ֣אןָ אֹת֔וֹ רָע֥וֹת רַבּ֖וֹת וְצָר֑וֹת וְ֠עָנְתָה הַשִּׁירָ֨ה הַזֹּ֤את לְפָנָיו֙ לְעֵ֔ד כִּ֛י לֹ֥א תִשָּׁכַ֖ח מִפִּ֥י זַרְעֽוֹ׃
22 כִּ֧י יָדַ֣עְתִּי אֶת־יִצְר֗וֹ אֲשֶׁ֨ר ה֤וּא עֹשֶׂה֙ הַיּ֔וֹם בְּטֶ֣רֶם אֲבִיאֶ֔נּוּ אֶל־הָאָ֖רֶץ אֲשֶׁ֥ר נִשְׁבָּֽעְתִּי׃
23 וַיִּכְתֹּ֥ב מֹשֶׁ֛ה אֶת־הַשִּׁירָ֥ה הַזֹּ֖את בַּיּ֣וֹם הַה֑וּא וַיְלַמְּדָ֖הּ אֶת־בְּנֵ֥י יִשְׂרָאֵֽל׃
24 וַיְצַ֤ו אֶת־יְהוֹשֻׁ֙עַ֙ בִּן־נ֔וּן וַיֹּ֗אמֶר חֲזַ֤ק וֶֽאֱמָץ֙ כִּ֣י אַתָּ֗ה תָּבִ֛יא אֶת־בְּנֵ֥י יִשְׂרָאֵ֖ל אֶל־הָאָ֣רֶץ אֲשֶׁר־נִשְׁבַּ֣עְתִּי לָהֶ֑ם וְאָנֹכִ֖י אֶהְיֶ֥ה עִמָּֽךְ׃
25 וַיְהִ֣י׀ כְּכַלּ֣וֹת מֹשֶׁ֗ה לִכְתֹּ֛ב אֶת־דִּבְרֵ֥י הַתּוֹרָֽה־הַזֹּ֖את עַל־סֵ֑פֶר עַ֖ד תֻּמָּֽם׃
26 וַיְצַ֤ו מֹשֶׁה֙ אֶת־הַלְוִיִּ֔ם נֹ֥שְׂאֵ֛י אֲר֥וֹן בְּרִית־יְהוָ֖ה לֵאמֹֽר׃
27 לָקֹ֗חַ אֵ֣ת סֵ֤פֶר הַתּוֹרָה֙ הַזֶּ֔ה וְשַׂמְתֶּ֣ם אֹת֔וֹ מִצַּ֛ד אֲר֥וֹן בְּרִית־יְהוָ֖ה אֱלֹהֵיכֶ֑ם וְהָיָה־שָׁ֥ם בְּךָ֖ לְעֵֽד׃
28 כִּ֣י אָנֹכִ֤י יָדַ֙עְתִּי֙ אֶת־מֶרְיְךָ֔ וְאֶת־עָרְפְּךָ֖ הַקָּשֶׁ֑ה הֵ֣ן בְּעוֹדֶ֩נִּי֩ חַ֨י עִמָּכֶ֜ם הַיּ֗וֹם מַמְרִ֤ים הֱיִתֶם֙ עִם־יְהוָ֔ה וְאַ֖ף כִּי־אַחֲרֵ֥י מוֹתִֽי׃
29 הַקְהִ֧ילוּ אֵלַ֛י אֶת־כָּל־זִקְנֵ֥י שִׁבְטֵיכֶ֖ם וְשֹׁטְרֵיכֶ֑ם וַאֲדַבְּרָ֣ה בְאָזְנֵיהֶ֗ם אֵ֚ת הַדְּבָרִ֣ים הָאֵ֔לֶּה וְאָעִ֣ידָה בָּ֔ם אֶת־הַשָּׁמַ֖יִם וְאֶת־הָאָֽרֶץ׃
30 כִּ֣י יָדַ֗עְתִּי אַחֲרֵ֤י מוֹתִי֙ כִּֽי־הַשְׁחֵ֣ת תַּשְׁחִת֔וּן וְסַרְתֶּ֣ם מִן־הַדֶּ֔רֶךְ אֲשֶׁ֥ר צִוִּ֖יתִי אֶתְכֶ֑ם וְקָרָ֨את אֶתְכֶ֤ם הָֽרָעָה֙ בְּאַחֲרִ֣ית הַיָּמִ֔ים כִּֽי־תַעֲשׂ֤וּ אֶת־הָרַע֙ בְּעֵינֵ֣י יְהוָ֔ה לְהַכְעִיס֖וֹ בְּמַעֲשֵׂ֥ה יְדֵיכֶֽם׃
31 וַיְדַבֵּ֤ר מֹשֶׁה֙ בְּאָזְנֵ֣י כָל־קְהַ֣ל יִשְׂרָאֵ֔ל אֶת־דִּבְרֵ֥י הַשִּׁירָ֖ה הַזֹּ֑את עַ֖ד תֻּמָּֽם׃
Capítulo 32
El cántico de Moisés
LBLA
1 Prestad atención, cielos, y hablaré; y oiga la tierra los dichos de mi boca.
2 Gotee como la lluvia mi enseñanza; destile como el rocío mi discurso, como llovizna sobre la hierba, y como gotas sobre la vegetación.
3 Porque proclamaré el nombre del SEÑOR; atribuid grandeza a nuestro Dios.
4 La Roca, su obra es perfecta, porque todos sus caminos son justos; Dios de fidelidad y sin injusticia, justo y recto es El.
5 Han obrado corruptamente contra El, no son sus hijos, es su defecto, generación torcida y perversa.
6 ¿Así pagáis al SEÑOR, pueblo necio e insensato? ¿No es El tu padre que te creó? El te hizo y te estableció.
7 Acuérdate de los días antiguos, considera los años de generación en generación; pregunta a tu padre, y él te lo declarará, a tus ancianos, y ellos te lo dirán.
8 Cuando el Altísimo dio a las naciones su herencia, cuando separó los hijos del hombre, fijó los límites de los pueblos según el número de los hijos de Israel.
9 Porque la porción del SEÑOR es su pueblo; Jacob es la parte de su heredad.
10 Le halló en tierra desierta, en la soledad de un yermo rugiente; le rodeó, le cuidó, le guardó como a la niña de sus ojos.
11 Como un águila que despierta su nidada, revolotea sobre sus polluelos, extiende sus alas, los toma, los lleva sobre sus plumas,
12 el SEÑOR solo le guió, y no hubo dios extraño con El.
13 Le hizo cabalgar sobre las alturas de la tierra, y comió el producto del campo; le hizo chupar miel de la peña, y aceite del pedernal,
14 cuajada de vacas y leche de ovejas, con grosura de corderos, y carneros, hijos de Basán, y machos cabríos, con lo mejor del trigo; y de la sangre de la uva bebiste vino.
15 Pero Jesurún engordó y dio coces (engordaste, te cubriste de grasa); entonces abandonó al Dios que lo hizo, y menospreció la Roca de su salvación.
16 Le provocaron a celos con dioses extraños; con abominaciones le irritaron.
17 Sacrificaron a demonios, no a Dios, a dioses que no habían conocido, a dioses nuevos que vinieron de cerca, a los que no temieron vuestros padres.
18 Despreciasteis la Roca que os engendró, y olvidasteis al Dios que os dio a luz.
19 Y el SEÑOR vio y desdeñó, por la provocación de sus hijos y de sus hijas.
20 Y dijo: Esconderé de ellos mi rostro, veré cuál será su fin; porque son una generación perversa, hijos en quienes no hay fidelidad.
21 Ellos me han provocado a celos con lo que no es Dios; me han irritado con sus ídolos. Yo también los provocaré a celos con un pueblo que no es pueblo; con una nación insensata los irritaré.
22 Porque fuego se ha encendido en mi ira, y arderá hasta el Seol más profundo; consumirá la tierra y sus productos, y abrasará los cimientos de los montes.
23 Amontonaré males sobre ellos; emplearé contra ellos mis saetas.
24 Consumidos serán de hambre, y devorados de fiebre ardiente y de amarga pestilencia; y enviaré contra ellos dientes de fieras, con veneno de serpientes que se arrastran en el polvo.
25 Por fuera desolará la espada, y por dentro el terror; tanto al joven como a la virgen, al niño de pecho como al hombre canoso.
26 Yo hubiera dicho: Los esparciré por los rincones, haría cesar su memoria entre los hombres,
27 si no temiera la provocación del enemigo, no sea que sus adversarios se equivoquen, y digan: Nuestra mano ha triunfado, y no el SEÑOR ha hecho todo esto.
28 Porque son una nación privada de consejo, y no hay en ellos entendimiento.
29 ¡Ojalá fueran sabios, que comprendieran esto, que discernieran su fin!
30 ¿Cómo podría uno perseguir a mil, y dos hacer huir a diez mil, si su Roca no los hubiera vendido, y el SEÑOR no los hubiera entregado?
31 Porque su roca no es como nuestra Roca, ni siquiera nuestros enemigos pueden juzgar.
32 Porque de la vid de Sodoma es su vid, y de los campos de Gomorra; sus uvas son uvas venenosas, racimos amargos tienen.
33 Veneno de serpientes es su vino, y ponzoña cruel de áspides.
34 ¿No está esto guardado conmigo, sellado en mis tesoros?
35 Mía es la venganza y la retribución, a su tiempo su pie resbalará, porque el día de su calamidad está cerca, y lo que les está preparado se apresura.
36 Porque el SEÑOR vindicará a su pueblo, y tendrá compasión de sus siervos, cuando vea que su fuerza se ha ido, y que no queda ni esclavo ni libre.
37 Y El dirá: ¿Dónde están sus dioses, la roca en que se refugiaban,
38 que comían la grosura de sus sacrificios, que bebían el vino de sus libaciones? Que se levanten y os ayuden, que sean vuestro refugio.
39 Ved ahora que yo, yo soy, y no hay dioses junto a mí; yo hago morir y hago vivir, yo hiero y yo sano; y no hay quien pueda librar de mi mano.
40 Ciertamente, alzo a los cielos mi mano, y digo: Como que vivo yo para siempre,
41 si afilo mi reluciente espada, y mi mano empuña el juicio, tomaré venganza de mis adversarios, y daré el pago a los que me aborrecen.
42 Embriagaré de sangre mis saetas, y mi espada devorará carne, con la sangre de los muertos y los cautivos, con las cabezas de los líderes del enemigo.
43 Regocijaos, naciones, con su pueblo, porque El vengará la sangre de sus siervos, y tomará venganza de sus adversarios, y hará expiación por su tierra y por su pueblo.
44 Y vino Moisés y recitó todas las palabras de este cántico a oídos del pueblo, él y Josué hijo de Nun.
45 Cuando Moisés acabó de recitar todas estas palabras a todo Israel,
46 les dijo: Tomad a corazón todas las palabras con que hoy os amonesto, las cuales ordenaréis a vuestros hijos que cumplan cuidadosamente todas las palabras de esta ley.
47 Porque no es palabra vana para vosotros; ciertamente es vuestra vida, y por esta palabra prolongaréis vuestros días en la tierra donde vais, al otro lado del Jordán, para tomarla en posesión.
48 Y el SEÑOR habló a Moisés aquel mismo día, diciendo:
49 Sube a este monte de Abarim, al monte Nebo, que está en la tierra de Moab, frente a Jericó, y mira la tierra de Canaán, que yo doy en posesión a los hijos de Israel.
50 Y morirás en el monte al que subas, y serás reunido a tu pueblo, así como murió Aarón tu hermano en el monte Hor y fue reunido a su pueblo,
51 por cuanto fuisteis infieles para conmigo en medio de los hijos de Israel en las aguas de Meriba de Cades, en el desierto de Zin, porque no santificasteis mi nombre en medio de los hijos de Israel.
52 Pues verás la tierra delante de ti, pero no entrarás allí, en la tierra que doy a los hijos de Israel.
WLC
1 הַאֲזִ֥ינוּ הַשָּׁמַ֖יִם וַאֲדַבֵּ֑רָה וְתִשְׁמַ֥ע הָאָ֖רֶץ אִמְרֵי־פִֽי׃
2 יַעֲרֹ֤ף כַּמָּטָר֙ לִקְחִ֔י תִּזַּ֥ל כַּטַּ֖ל אִמְרָתִ֑י כִּשְׂעִירִ֣ם עֲלֵי־דֶ֔שֶׁא וְכִרְבִיבִ֖ים עֲלֵי־עֵֽשֶׂב׃
3 כִּ֛י שֵׁ֥ם יְהוָ֖ה אֶקְרָ֑א הָב֥וּ גֹ֖דֶל לֵאלֹהֵֽינוּ׃
4 הַצּוּר֙ תָּמִ֣ים פָּֽעֳל֔וֹ כִּ֥י כָל־דְּרָכָ֖יו מִשְׁפָּ֑ט אֵ֤ל אֱמוּנָה֙ וְאֵ֣ין עָ֔וֶל צַדִּ֥יק וְיָשָׁ֖ר הֽוּא׃
5 שִׁחֵ֥ת ל֛וֹ לֹ֖א בָּנָ֣יו מוּמָ֑ם דּ֥וֹר עִקֵּ֖שׁ וּפְתַלְתֹּֽל׃
6 הַ לְיְהוָה֙ תִּגְמְלוּ־זֹ֔את עַ֥ם נָבָ֖ל וְלֹ֣א חָכָ֑ם הֲלוֹא־הוּא֙ אָבִ֣יךָ קָּנֶ֔ךָ ה֥וּא עָֽשְׂךָ֖ וַֽיְכֹנְנֶֽךָ׃
7 זְכֹר֙ יְמ֣וֹת עוֹלָ֔ם בִּ֖ינוּ שְׁנ֣וֹת דּוֹר־וָד֑וֹר שְׁאַ֤ל אָבִ֙יךָ֙ וְיַגֵּ֔דְךָ זְקֵנֶ֖יךָ וְיֹ֥אמְרוּ לָֽךְ׃
8 בְּהַנְחֵ֤ל עֶלְיוֹן֙ גּוֹיִ֔ם בְּהַפְרִיד֖וֹ בְּנֵ֣י אָדָ֑ם יַצֵּב֙ גְּבֻלֹ֣ת עַמִּ֔ים לְמִסְפַּ֖ר בְּנֵ֥י יִשְׂרָאֵֽל׃
9 כִּ֛י חֵ֥לֶק יְהוָ֖ה עַמּ֑וֹ יַעֲקֹ֖ב חֶ֥בֶל נַחֲלָתֽוֹ׃
10 יִמְצָאֵ֙הוּ֙ בְּאֶ֣רֶץ מִדְבָּ֔ר וּבְתֹ֖הוּ יְלֵ֣ל יְשִׁמֹ֑ן יְסֹֽבְבֶ֙נְהוּ֙ יְב֣וֹנְנֵ֔הוּ יִצְּרֶ֖נְהוּ כְּאִישׁ֥וֹן עֵינֽוֹ׃
11 כְּנֶ֙שֶׁר֙ יָעִ֣יר קִנּ֔וֹ עַל־גּוֹזָלָ֖יו יְרַחֵ֑ף יִפְרֹ֤שׂ כְּנָפָיו֙ יִקָּחֵ֔הוּ יִשָּׂאֵ֖הוּ עַל־אֶבְרָתֽוֹ׃
12 יְהוָ֖ה בָּדָ֣ד יַנְחֶ֑נּוּ וְאֵ֥ין עִמּ֖וֹ אֵ֥ל נֵכָֽר׃
13 יַרְכִּבֵ֙הוּ֙ עַל־בָּ֣מֳתֵי אָ֔רֶץ וַיֹּאכַ֖ל תְּנוּבֹ֣ת שָׂדָ֑י וַיֵּנִקֵ֤הוּ דְבַשׁ֙ מִסֶּ֔לַע וְשֶׁ֖מֶן מֵחַלְמִ֥ישׁ צֽוּר׃
14 חֶמְאַ֨ת בָּקָ֜ר וַחֲלֵ֣ב צֹ֗אן עִם־חֵ֨לֶב֙ כָּרִ֔ים וְאֵילִ֥ים בְּנֵי־בָשָׁ֖ן וְעַתּוּדִ֑ים עִם־חֵ֖לֶב כִּלְי֥וֹת חִטָּ֔ה וְדַם־עֵנָ֖ב תִּשְׁתֶּה־חָֽמֶר׃
15 וַיִּשְׁמַ֖ן יְשֻׁר֣וּן וַיִּבְעָ֘ט֮ שָׁמַ֣נְתָּ עָבִ֣יתָ כָּשִׂיתָ֒ וַיִּטֹּשׁ֙ אֱל֣וֹהַ עָשָׂ֔הוּ וַיְנַבֵּ֖ל צ֥וּר יְשֻׁעָתֽוֹ׃
16 יַקְנִאֻ֖הוּ בְּזָרִ֑ים בְּתוֹעֵבֹ֖ת יַכְעִיסֻֽהוּ׃
17 יִזְבְּח֗וּ לַשֵּׁדִים֙ לֹ֣א אֱלֹ֔הַ אֱלֹהִ֖ים לֹ֣א יְדָע֑וּם חֲדָשִׁים֙ מִקָּרֹ֣ב בָּ֔אוּ לֹ֥א שְׂעָר֖וּם אֲבֹתֵיכֶֽם׃
18 צ֥וּר יְלָדְךָ֖ תֶּ֑שִׁי וַתִּשְׁכַּ֖ח אֵ֥ל מְחֹלְלֶֽךָ׃
19 וַיַּ֥רְא יְהוָ֖ה וַיִּנְאָ֑ץ מִכַּ֥עַס בָּנָ֖יו וּבְנֹתָֽיו׃
20 וַיֹּ֗אמֶר אַסְתִּ֤ירָה פָנַי֙ מֵהֶ֔ם אֶרְאֶ֖ה מָ֣ה אַחֲרִיתָ֑ם כִּ֣י ד֤וֹר תַּהְפֻּכֹת֙ הֵ֔מָּה בָּנִ֖ים לֹא־אֵמֻ֥ן בָּֽם׃
21 הֵ֚ם קִנְא֣וּנִי בְלֹא־אֵ֔ל כִּעֲס֖וּנִי בְּהַבְלֵיהֶ֑ם וַאֲנִי֙ אַקְנִיאֵ֣ם בְּלֹא־עָ֔ם בְּג֥וֹי נָבָ֖ל אַכְעִיסֵֽם׃
22 כִּי־אֵשׁ֙ קָדְחָ֣ה בְאַפִּ֔י וַתִּיקַ֖ד עַד־שְׁא֣וֹל תַּחְתִּ֑ית וַתֹּ֤אכַל אֶ֙רֶץ֙ וִֽיבֻלָ֔הּ וַתְּלַהֵ֖ט מוֹסְדֵ֥י הָרִֽים׃
23 אַסְפֶּ֥ה עָלֵ֖ימוֹ רָע֑וֹת חִצַּ֖י אֲכַלֶּה־בָּֽם׃
24 מְזֵ֥י רָעָ֛ב וּלְחֻ֥מֵי רֶ֖שֶׁף וְקֶ֣טֶב מְרִירִ֑י וְשֶׁן־בְּהֵמוֹת֙ אֲשַׁלַּח־בָּ֔ם עִם־חֲמַ֖ת זֹחֲלֵ֥י עָפָֽר׃
25 מִחוּץ֙ תְּשַׁכֶּל־חֶ֔רֶב וּמֵחֲדָרִ֖ים אֵימָ֑ה גַּם־בָּחוּר֙ גַּם־בְּתוּלָ֔ה יוֹנֵ֖ק עִם־אִ֥ישׁ שֵׂיבָֽה׃
26 אָמַ֖רְתִּי אַפְאֵיהֶ֑ם אַשְׁבִּ֥יתָה מֵאֱנ֖וֹשׁ זִכְרָֽם׃
27 לוּלֵ֗י כַּ֤עַס אוֹיֵב֙ אָג֔וּר פֶּֽן־יְנַכְּר֖וּ צָרֵ֑ימוֹ פֶּן־יֹֽאמְרוּ֙ יָדֵ֣ינוּ רָ֔מָה וְלֹ֥א יְהוָ֖ה פָּעַ֥ל כָּל־זֹֽאת׃
28 כִּי־ג֛וֹי אֹבַ֥ד עֵצ֖וֹת הֵ֑מָּה וְאֵ֥ין בָּהֶ֖ם תְּבוּנָֽה׃
29 ל֥וּ חָכְמ֖וּ יַשְׂכִּ֣ילוּ זֹ֑את יָבִ֖ינוּ לְאַחֲרִיתָֽם׃
30 אֵיכָ֞ה יִרְדֹּ֤ף אֶחָד֙ אֶ֔לֶף וּשְׁנַ֖יִם יָנִ֣יסוּ רְבָבָ֑ה אִם־לֹא֙ כִּי־צוּרָ֣ם מְכָרָ֔ם וַֽיְהוָ֖ה הִסְגִּירָֽם׃
31 כִּ֛י לֹ֥א כְצוּרֵ֖נוּ צוּרָ֑ם וְאֹיְבֵ֖ינוּ פְּלִילִֽים׃
32 כִּֽי־מִגֶּ֤פֶן סְדֹם֙ גַּפְנָ֔ם וּמִשַּׁדְמֹ֖ת עֲמֹרָ֑ה עֲנָבֵ֙מוֹ֙ עִנְּבֵי־ר֔וֹשׁ אַשְׁכְּלֹ֥ת מְרֹרֹ֖ת לָֽמוֹ׃
33 חֲמַ֥ת תַּנִּינִ֖ם יֵינָ֑ם וְרֹ֥אשׁ פְּתָנִ֖ים אַכְזָֽר׃
34 הֲלֹא־ה֖וּא כָּמֻ֣ס עִמָּדִ֑י חָת֖וּם בְּאוֹצְרֹתָֽי׃
35 לִ֤י נָקָם֙ וְשִׁלֵּ֔ם לְעֵ֖ת תָּמ֣וּט רַגְלָ֑ם כִּ֤י קָרוֹב֙ י֣וֹם אֵידָ֔ם וְחָ֖שׁ עֲתִדֹ֥ת לָֽמוֹ׃
36 כִּֽי־יָדִ֤ין יְהוָה֙ עַמּ֔וֹ וְעַל־עֲבָדָ֖יו יִתְנֶחָ֑ם כִּ֤י יִרְאֶה֙ כִּי־אָ֣זְלַת יָ֔ד וְאֶ֖פֶס עָצ֥וּר וְעָזֽוּב׃
37 וְאָמַ֖ר אֵ֣י אֱלֹהֵ֑ימוֹ צ֖וּר חָסָ֥יוּ בֽוֹ׃
38 אֲשֶׁ֨ר חֵ֤לֶב זְבָחֵ֙ימוֹ֙ יֹאכֵ֔לוּ יִשְׁתּ֖וּ יֵ֣ין נְסִיכָ֑ם יָק֙וּמוּ֙ וְיַעְזְרֻכֶ֔ם יְהִ֥י עֲלֵיכֶ֖ם סִתְרָֽה׃
39 רְא֣וּ עַתָּ֔ה כִּ֖י אֲנִ֣י אֲנִ֣י ה֑וּא וְאֵ֥ין אֱלֹהִ֖ים עִמָּדִ֑י אֲנִ֧י אָמִ֣ית וַאֲחַיֶּ֗ה מָחַ֨צְתִּי֙ וַאֲנִ֣י אֶרְפָּ֔א וְאֵ֥ין מִיָּדִ֖י מַצִּֽיל׃
40 כִּֽי־אֶשָּׂ֥א אֶל־שָׁמַ֖יִם יָדִ֑י וְאָמַ֕רְתִּי חַ֥י אָנֹכִ֖י לְעֹלָֽם׃
41 אִם־שַׁנּוֹתִי֙ בְּרַ֣ק חַרְבִּ֔י וְתֹאחֵ֥ז בְּמִשְׁפָּ֖ט יָדִ֑י אָשִׁ֤יב נָקָם֙ לְצָרָ֔י וְלִמְשַׂנְאַ֖י אֲשַׁלֵּֽם׃
42 אַשְׁכִּ֤יר חִצַּי֙ מִדָּ֔ם וְחַרְבִּ֖י תֹּאכַ֣ל בָּשָׂ֑ר מִדַּ֤ם חָלָל֙ וְשִׁבְיָ֔ה מֵרֹ֖אשׁ פַּרְע֥וֹת אוֹיֵֽב׃
43 הַרְנִ֤ינוּ גוֹיִם֙ עַמּ֔וֹ כִּ֥י דַם־עֲבָדָ֖יו יִקּ֑וֹם וְנָקָם֙ יָשִׁ֣יב לְצָרָ֔יו וְכִפֶּ֥ר אַדְמָת֖וֹ עַמּֽוֹ׃
44 וַיָּבֹ֣א מֹשֶׁ֗ה וַיְדַבֵּ֛ר אֶת־כָּל־דִּבְרֵ֥י הַשִּׁירָֽה־הַזֹּ֖את בְּאָזְנֵ֣י הָעָ֑ם ה֖וּא וְהוֹשֵׁ֥עַ בִּן־נֽוּן׃
45 וַיְכַ֣ל מֹשֶׁ֗ה לְדַבֵּ֛ר אֶת־כָּל־הַדְּבָרִ֥ים הָאֵ֖לֶּה אֶל־כָּל־יִשְׂרָאֵֽל׃
46 וַיֹּ֤אמֶר אֲלֵהֶם֙ שִׂ֣ימוּ לְבַבְכֶ֔ם לְכָל־הַדְּבָרִ֔ים אֲשֶׁ֧ר אָנֹכִ֛י מֵעִ֥יד בָּכֶ֖ם הַיּ֑וֹם אֲשֶׁ֤ר תְּצַוֻּם֙ אֶת־בְּנֵיכֶ֔ם לִשְׁמֹ֣ר לַעֲשׂ֔וֹת אֶת־כָּל־דִּבְרֵ֖י הַתּוֹרָ֥ה הַזֹּֽאת׃
47 כִּ֠י לֹֽא־דָבָ֨ר רֵ֥ק הוּא֙ מִכֶּ֔ם כִּי־ה֖וּא חַיֵּיכֶ֑ם וּבַדָּבָ֣ר הַזֶּ֗ה תַּאֲרִ֤יכוּ יָמִים֙ עַל־הָ֣אֲדָמָ֔ה אֲשֶׁ֨ר אַתֶּ֜ם עֹבְרִ֧ים אֶת־הַיַּרְדֵּ֛ן שָׁ֖מָּה לְרִשְׁתָּֽהּ׃
48 וַיְדַבֵּ֤ר יְהוָה֙ אֶל־מֹשֶׁ֔ה בְּעֶ֛צֶם הַיּ֥וֹם הַזֶּ֖ה לֵאמֹֽר׃
49 עֲלֵ֡ה אֶל־הַר֩ הָעֲבָרִ֨ים הַזֶּ֜ה הַר־נְב֗וֹ אֲשֶׁר֙ בְּאֶ֣רֶץ מוֹאָ֔ב אֲשֶׁ֖ר עַל־פְּנֵ֣י יְרֵח֑וֹ וּרְאֵה֙ אֶת־אֶ֣רֶץ כְּנַ֔עַן אֲשֶׁ֨ר אֲנִ֥י נֹתֵ֛ן לִבְנֵ֥י יִשְׂרָאֵ֖ל לַאֲחֻזָּֽה׃
50 וּמֻ֗ת בָּהָר֙ אֲשֶׁ֤ר אַתָּה֙ עֹלֶ֣ה שָׁ֔מָּה וְהֵאָסֵ֖ף אֶל־עַמֶּ֑יךָ כַּֽאֲשֶׁר־מֵ֞ת אַהֲרֹ֤ן אָחִ֙יךָ֙ בְּהֹ֣ר הָהָ֔ר וַיֵּאָ֖סֶף אֶל־עַמָּֽיו׃
51 עַל֩ אֲשֶׁ֨ר מְעַלְתֶּ֜ם בִּ֗י בְּתוֹךְ֙ בְּנֵ֣י יִשְׂרָאֵ֔ל בְּמֵֽי־מְרִיבַ֥ת קָדֵ֖שׁ מִדְבַּר־צִ֑ן עַ֣ל אֲשֶׁ֤ר לֹֽא־קִדַּשְׁתֶּם֙ אוֹתִ֔י בְּת֖וֹךְ בְּנֵ֥י יִשְׂרָאֵֽל׃
52 כִּ֥י מִנֶּ֖גֶד תִּרְאֶ֣ה אֶת־הָאָ֑רֶץ וְשָׁ֙מָּה֙ לֹ֣א תָב֔וֹא אֶל־הָאָ֕רֶץ אֲשֶׁר־אֲנִ֥י נֹתֵ֖ן לִבְנֵ֥י יִשְׂרָאֵֽל׃
Capítulo 33
Bendición de Moisés a las tribus
LBLA
1 Y esta es la bendición con la cual Moisés, hombre de Dios, bendijo a los hijos de Israel antes de su muerte.
2 Y dijo: El SEÑOR vino del Sinaí, y de Seir les esclareció; resplandeció desde el monte Parán, y vino de entre diez millares de santos; a su diestra había fuego de ley para ellos.
3 Ciertamente El ama al pueblo; todos tus santos están en tu mano, y ellos se postraron a tus pies; cada uno recibió de tus palabras.
4 Moisés nos ordenó una ley, como posesión para la asamblea de Jacob.
5 Y El fue rey en Jesurún, cuando se congregaron los jefes del pueblo, todas las tribus de Israel juntas.
6 Que Rubén viva y no muera, ni sean pocos sus hombres.
7 Y esto respecto a Judá. Y dijo: Escucha, oh SEÑOR, la voz de Judá, y llévalo a su pueblo. Con sus manos peleó por sí mismo; tú serás ayuda contra sus adversarios.
8 Y de Leví dijo: Tus Tumim y tus Urim sean para tu hombre santo, a quien pusiste a prueba en Masah, con quien contendiste en las aguas de Meriba;
9 el que dijo de su padre y de su madre: "No los he visto"; y no reconoció a sus hermanos, ni conoció a sus propios hijos. Pues ellos guardaron tus palabras, y cumplieron tu pacto.
10 Ellos enseñarán tus ordenanzas a Jacob, y tu ley a Israel. Pondrán incienso delante de ti, y holocaustos sobre tu altar.
11 Bendice, oh SEÑOR, sus posesiones, y acepta la obra de sus manos. Quebranta los lomos de los que se levantan contra él, y de los que le aborrecen, para que no vuelvan a levantarse.
12 De Benjamín dijo: El amado del SEÑOR habitará seguro junto a El; Dios lo protege todo el día, y entre sus hombros mora.
13 Y de José dijo: Bendita del SEÑOR sea su tierra, con lo mejor de los cielos, con el rocío, y con el abismo que está abajo;
14 con lo mejor de los frutos del sol, y con lo mejor de los productos de los meses;
15 con lo mejor de los montes antiguos, y con lo mejor de los collados eternos;
16 con lo mejor de la tierra y su plenitud, y el favor del que habitó en la zarza. Que venga sobre la cabeza de José, y sobre la frente del que fue apartado de sus hermanos.
17 El esplendor del primogénito de su toro es suyo, y sus cuernos son cuernos de búfalo; con ellos empujará a los pueblos todos juntos hasta los confines de la tierra. Tales son los diez millares de Efraín, y tales los millares de Manasés.
18 Y de Zabulón dijo: Alégrate, Zabulón, en tus salidas; y tú, Isacar, en tus tiendas.
19 Llamarán a los pueblos al monte; allí ofrecerán sacrificios de justicia, porque chuparán la abundancia de los mares, y los tesoros escondidos de la arena.
20 Y de Gad dijo: Bendito el que ensanchó a Gad; como león se echó, y despedazó brazo y coronilla.
21 El se procuró la mejor parte, porque allí estaba reservada la porción del legislador. Y vino con los jefes del pueblo; ejecutó la justicia del SEÑOR, y sus ordenanzas con Israel.
22 Y de Dan dijo: Dan es cachorro de león, que salta desde Basán.
23 Y de Neftalí dijo: Oh Neftalí, satisfecho con el favor, y lleno de la bendición del SEÑOR, toma posesión del occidente y del sur.
24 Y de Aser dijo: Bendito sea Aser más que los hijos; sea el favorito de sus hermanos, y moje en aceite su pie.
25 Hierro y bronce serán tus cerrojos, y conforme a tus días será tu vigor.
26 No hay como el Dios de Jesurún, que cabalga los cielos para tu ayuda, y sobre las nubes en su majestad.
27 El eterno Dios es tu refugio, y abajo están los brazos eternos; El echó de delante de ti al enemigo, y dijo: "Destruye."
28 E Israel habita seguro, la fuente de Jacob sola, en tierra de grano y de vino nuevo; también sus cielos destilan rocío.
29 Bienaventurado eres, oh Israel; ¿quién como tú, pueblo salvado por el SEÑOR? El es el escudo de tu ayuda, y la espada de tu majestad. Tus enemigos te adularán, pero tú hollarás sobre sus alturas.
WLC
1 וְזֹאת הַבְּרָכָה אֲשֶׁר בֵּרַךְ מֹשֶׁה אִישׁ הָאֱלֹהִים אֶת־בְּנֵי יִשְׂרָאֵל לִפְנֵי מוֹתוֹ׃
2 וַיֹּאמַר יְהוָה מִסִּינַי בָּא וְזָרַח מִשֵּׂעִיר לָמוֹ הוֹפִיעַ מֵהַר פָּארָן וְאָתָה מֵרִבְבֹת קֹדֶשׁ מִימִינוֹ אֵשׁ דָּת לָמוֹ׃
3 אַף חֹבֵב עַמִּים כָּל־קְדֹשָׁיו בְּיָדֶךָ וְהֵם תֻּכּוּ לְרַגְלֶךָ יִשָּׂא מִדַּבְּרֹתֶיךָ׃
4 תּוֹרָה צִוָּה־לָנוּ מֹשֶׁה מוֹרָשָׁה קְהִלַּת יַעֲקֹב׃
5 וַיְהִי בִישֻׁרוּן מֶלֶךְ בְּהִתְאַסֵּף רָאשֵׁי עָם יַחַד שִׁבְטֵי יִשְׂרָאֵל׃
6 יְחִי רְאוּבֵן וְאַל־יָמֹת וִיהִי מְתָיו מִסְפָּר׃
7 וְזֹאת לִיהוּדָה וַיֹּאמַר שְׁמַע יְהוָה קוֹל יְהוּדָה וְאֶל־עַמּוֹ תְּבִיאֶנּוּ יָדָיו רָב לוֹ וְעֵזֶר מִצָּרָיו תִּהְיֶה׃
8 וּלְלֵוִי אָמַר תֻּמֶּיךָ וְאוּרֶיךָ לְאִישׁ חֲסִידֶךָ אֲשֶׁר נִסִּיתוֹ בְּמַסָּה תְּרִיבֵהוּ עַל־מֵי מְרִיבָה׃
9 הָאֹמֵר לְאָבִיו וּלְאִמּוֹ לֹא רְאִיתִיו וְאֶת־אֶחָיו לֹא הִכִּיר וְאֶת־בָּנָו לֹא יָדָע כִּי שָׁמְרוּ אִמְרָתֶךָ וּבְרִיתְךָ יִנְצֹרוּ׃
10 יוֹרוּ מִשְׁפָּטֶיךָ לְיַעֲקֹב וְתוֹרָתְךָ לְיִשְׂרָאֵל יָשִׂימוּ קְטוֹרָה בְּאַפֶּךָ וְכָלִיל עַל־מִזְבְּחֶךָ׃
11 בָּרֵךְ יְהוָה חֵילוֹ וּפֹעַל יָדָיו תִּרְצֶה מְחַץ מָתְנַיִם קָמָיו וּמְשַׂנְאָיו מִן־יְקוּמוּן׃
12 לְבִנְיָמִן אָמַר יְדִיד יְהוָה יִשְׁכֹּן לָבֶטַח עָלָיו חֹפֵף עָלָיו כָּל־הַיּוֹם וּבֵין כְּתֵפָיו שָׁכֵן׃
13 וּלְיוֹסֵף אָמַר מְבֹרֶכֶת יְהוָה אַרְצוֹ מִמֶּגֶד שָׁמַיִם מִטָּל וּמִתְּהוֹם רֹבֶצֶת תָּחַת׃
14 וּמִמֶּגֶד תְּבוּאֹת שָׁמֶשׁ וּמִמֶּגֶד גֶּרֶשׁ יְרָחִים׃
15 וּמֵרֹאשׁ הַרְרֵי־קֶדֶם וּמִמֶּגֶד גִּבְעוֹת עוֹלָם׃
16 וּמִמֶּגֶד אֶרֶץ וּמְלֹאָהּ וּרְצוֹן שֹׁכְנִי סְנֶה תָּבוֹאתָה לְרֹאשׁ יוֹסֵף וּלְקָדְקֹד נְזִיר אֶחָיו׃
17 בְּכוֹר שׁוֹרוֹ הָדָר לוֹ וְקַרְנֵי רְאֵם קַרְנָיו בָּהֶם עַמִּים יְנַגַּח יַחְדָּו אַפְסֵי־אָרֶץ וְהֵם רִבְבוֹת אֶפְרַיִם וְהֵם אַלְפֵי מְנַשֶּׁה׃
18 וְלִזְבוּלֻן אָמַר שְׂמַח זְבוּלֻן בְּצֵאתֶךָ וְיִשָּׂשכָר בְּאֹהָלֶיךָ׃
19 עַמִּים הַר־יִקְרָאוּ שָׁם יִזְבְּחוּ זִבְחֵי־צֶדֶק כִּי שֶׁפַע יַמִּים יִינָקוּ וּשְׂפוּנֵי טְמוּנֵי חוֹל׃
20 וּלְגָד אָמַר בָּרוּךְ מַרְחִיב גָּד כְּלָבִיא שָׁכֵן וְטָרַף זְרוֹעַ אַף־קָדְקֹד׃
21 וַיַּרְא רֵאשִׁית לוֹ כִּי־שָׁם חֶלְקַת מְחֹקֵק סָפוּן וַיֵּתֵא רָאשֵׁי עָם צִדְקַת יְהוָה עָשָׂה וּמִשְׁפָּטָיו עִם־יִשְׂרָאֵל׃
22 וּלְדָן אָמַר דָּן גּוּר אַרְיֵה יְזַנֵּק מִן־הַבָּשָׁן׃
23 וּלְנַפְתָּלִי אָמַר נַפְתָּלִי שְׂבַע רָצוֹן וּמָלֵא בִּרְכַּת יְהוָה יָם וְדָרוֹם יְרָשָׁה׃
24 וּלְאָשֵׁר אָמַר בָּרוּךְ מִבָּנִים אָשֵׁר יְהִי רְצוּי אֶחָיו וְטֹבֵל בַּשֶּׁמֶן רַגְלוֹ׃
25 בַּרְזֶל וּנְחֹשֶׁת מִנְעָלֶיךָ וּכְיָמֶיךָ דָּבְאֶךָ׃
26 אֵין כָּאֵל יְשֻׁרוּן רֹכֵב שָׁמַיִם בְּעֶזְרֶךָ וּבְגַאֲוָתוֹ שְׁחָקִים׃
27 מְעֹנָה אֱלֹהֵי קֶדֶם וּמִתַּחַת זְרֹעֹת עוֹלָם וַיְגָרֶשׁ מִפָּנֶיךָ אוֹיֵב וַיֹּאמֶר הַשְׁמֵד׃
28 וַיִּשְׁכֹּן יִשְׂרָאֵל בֶּטַח בָּדָד עֵין יַעֲקֹב אֶל־אֶרֶץ דָּגָן וְתִירוֹשׁ אַף־שָׁמָיו יַעַרְפוּ טָל׃
29 אַשְׁרֶיךָ יִשְׂרָאֵל מִי כָמוֹךָ עַם נוֹשַׁע בַּיהוָה מָגֵן עֶזְרֶךָ וַאֲשֶׁר־חֶרֶב גַּאֲוָתֶךָ וְיִכָּחֲשׁוּ אֹיְבֶיךָ לָךְ וְאַתָּה עַל־בָּמוֹתֵימוֹ תִדְרֹךְ׃
Capítulo 34
Muerte de Moisés
LBLA
1 Y subió Moisés de los llanos de Moab al monte Nebo, a la cumbre del Pisga, que está frente a Jericó. Y el SEÑOR le mostró toda la tierra: desde Galaad hasta Dan,
2 y todo Neftalí, la tierra de Efraín y de Manasés, toda la tierra de Judá hasta el mar occidental,
3 el Neguev y la llanura del valle de Jericó, la ciudad de las palmeras, hasta Zoar.
4 Y el SEÑOR le dijo: Esta es la tierra que juré a Abraham, a Isaac y a Jacob, diciendo: "A tu descendencia la daré." Te he permitido verla con tus ojos, pero no pasarás allá.
5 Y allí murió Moisés, siervo del SEÑOR, en la tierra de Moab, conforme al dicho del SEÑOR.
6 Y El lo enterró en el valle, en la tierra de Moab, frente a Bet-peor; y nadie sabe hasta hoy el lugar de su sepultura.
7 Y aunque Moisés tenía ciento veinte años cuando murió, no se había apagado su vista, ni había perdido su vigor.
8 Y los hijos de Israel lloraron a Moisés en los llanos de Moab treinta días; y se cumplieron los días de llanto y de duelo por Moisés.
9 Y Josué, hijo de Nun, estaba lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés había puesto sus manos sobre él; y los hijos de Israel le obedecieron e hicieron tal como el SEÑOR había mandado a Moisés.
10 Y nunca más se levantó en Israel un profeta como Moisés, a quien el SEÑOR conoció cara a cara,
11 por todas las señales y prodigios que el SEÑOR le mandó hacer en la tierra de Egipto, contra Faraón, contra todos sus siervos y contra toda su tierra,
12 y por todo el poderío y todo el gran terror que Moisés realizó ante los ojos de todo Israel.
WLC
1 וַיַּעַל מֹשֶׁה מֵעַרְבֹת מוֹאָב אֶל־הַר נְבוֹ רֹאשׁ הַפִּסְגָּה אֲשֶׁר עַל־פְּנֵי יְרֵחוֹ וַיַּרְאֵהוּ יְהוָה אֶת־כָּל־הָאָרֶץ אֶת־הַגִּלְעָד עַד־דָּן׃
2 וְאֵת כָּל־נַפְתָּלִי וְאֶת־אֶרֶץ אֶפְרַיִם וּמְנַשֶּׁה וְאֵת כָּל־אֶרֶץ יְהוּדָה עַד הַיָּם הָאַחֲרוֹן׃
3 וְאֶת־הַנֶּגֶב וְאֶת־הַכִּכָּר בִּקְעַת יְרֵחוֹ עִיר הַתְּמָרִים עַד־צֹעַר׃
4 וַיֹּאמֶר יְהוָה אֵלָיו זֹאת הָאָרֶץ אֲשֶׁר נִשְׁבַּעְתִּי לְאַבְרָהָם לְיִצְחָק וּלְיַעֲקֹב לֵאמֹר לְזַרְעֲךָ אֶתְּנֶנָּה הֶרְאִיתִיךָ בְעֵינֶיךָ וְשָׁמָּה לֹא תַעֲבֹר׃
5 וַיָּמָת שָׁם מֹשֶׁה עֶבֶד־יְהוָה בְּאֶרֶץ מוֹאָב עַל־פִּי יְהוָה׃
6 וַיִּקְבֹּר אֹתוֹ בַגַּיְ בְּאֶרֶץ מוֹאָב מוּל בֵּית פְּעוֹר וְלֹא־יָדַע אִישׁ אֶת־קְבֻרָתוֹ עַד הַיּוֹם הַזֶּה׃
7 וּמֹשֶׁה בֶּן־מֵאָה וְעֶשְׂרִים שָׁנָה בְּמֹתוֹ לֹא־כָהֲתָה עֵינוֹ וְלֹא־נָס לֵחֹה׃
8 וַיִּבְכּוּ בְנֵי יִשְׂרָאֵל אֶת־מֹשֶׁה בְּעַרְבֹת מוֹאָב שְׁלֹשִׁים יוֹם וַיִּתְּמוּ יְמֵי בְכִי אֵבֶל מֹשֶׁה׃
9 וִיהוֹשֻׁעַ בִּן־נוּן מָלֵא רוּחַ חָכְמָה כִּי־סָמַךְ מֹשֶׁה אֶת־יָדָיו עָלָיו וַיִּשְׁמְעוּ אֵלָיו בְּנֵי יִשְׂרָאֵל וַיַּעֲשׂוּ כַּאֲשֶׁר צִוָּה יְהוָה אֶת־מֹשֶׁה׃
10 וְלֹא־קָם נָבִיא עוֹד בְּיִשְׂרָאֵל כְּמֹשֶׁה אֲשֶׁר יְדָעוֹ יְהוָה פָּנִים אֶל־פָּנִים׃
11 לְכָל־הָאֹתֹת וְהַמּוֹפְתִים אֲשֶׁר שְׁלָחוֹ יְהוָה לַעֲשׂוֹת בְּאֶרֶץ מִצְרָיִם לְפַרְעֹה וּלְכָל־עֲבָדָיו וּלְכָל־אַרְצוֹ׃
12 וּלְכֹל הַיָּד הַחֲזָקָה וּלְכֹל הַמּוֹרָא הַגָּדוֹל אֲשֶׁר עָשָׂה מֹשֶׁה לְעֵינֵי כָּל־יִשְׂרָאֵל׃