WLC/LBLA - Daniel

דָּנִיֵּאל Daniel

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Capítulo 1
Daniel y sus compañeros en Babilonia
LBLA
1 En el año tercero del reinado de Joacim, rey de Judá, vino Nabucodonosor, rey de Babilonia, a Jerusalén y la sitió.
2 El Señor entregó en sus manos a Joacim, rey de Judá, y algunos de los utensilios de la casa de Dios; los llevó a la tierra de Sinar, a la casa de su dios, y colocó los utensilios en la casa del tesoro de su dios.
3 Entonces el rey ordenó a Aspenaz, jefe de sus oficiales, que trajera de los hijos de Israel algunos de la familia real y de los nobles,
4 jóvenes en quienes no hubiera defecto alguno, de buen parecer, inteligentes en toda rama del saber, dotados de entendimiento y habilidad para discernir y que tuvieran la capacidad para servir en el palacio del rey; y le mandó que les enseñara la escritura y la lengua de los caldeos.
5 El rey les asignó una ración diaria de los manjares del rey y del vino que él bebía, y mandó que los educaran por tres años, al cabo de los cuales entrarían al servicio del rey.
6 Entre estos estaban Daniel, Ananías, Misael y Azarías, de los hijos de Judá.
7 Y el jefe de los oficiales les puso nuevos nombres: a Daniel le puso Beltsasar; a Ananías, Sadrac; a Misael, Mesac; y a Azarías, Abed-nego.
8 Pero Daniel se propuso en su corazón no contaminarse con los manjares del rey ni con el vino que él bebía, y pidió al jefe de los oficiales que le permitiera no contaminarse.
9 Y Dios concedió a Daniel hallar favor y gracia ante los ojos del jefe de los oficiales.
10 Y el jefe de los oficiales dijo a Daniel: Temo a mi señor el rey, quien ha asignado vuestra comida y vuestra bebida; pues ¿por qué habría de ver él vuestros rostros más demacrados que los de los otros jóvenes de vuestra edad? Así pondríais en peligro mi cabeza ante el rey.
11 Pero Daniel dijo al mayordomo a quien el jefe de los oficiales había asignado sobre Daniel, Ananías, Misael y Azarías:
12 Te ruego que pruebes a tus siervos por diez días, y que nos den legumbres para comer y agua para beber.
13 Que se compare después nuestro semblante con el de los jóvenes que comen los manjares del rey, y haz con tus siervos según lo que veas.
14 Y les escuchó en esto y los probó por diez días.
15 Al cabo de los diez días el aspecto de ellos parecía mejor y estaban más rollizos que todos los jóvenes que habían estado comiendo los manjares del rey.
16 Así que el mayordomo siguió suprimiendo los manjares y el vino que habían de beber, y les daba legumbres.
17 A estos cuatro jóvenes Dios les dio conocimiento e inteligencia en toda clase de literatura y sabiduría; además, Daniel entendía toda clase de visiones y sueños.
18 Al cabo de los días que el rey había fijado para que fueran presentados, el jefe de los oficiales los llevó ante Nabucodonosor.
19 Y el rey habló con ellos, y de entre todos ellos no se halló ninguno como Daniel, Ananías, Misael y Azarías; así que entraron al servicio del rey.
20 En todo asunto de sabiduría y entendimiento que el rey les consultó, los encontró diez veces superiores a todos los magos y encantadores que había en todo su reino.
21 Y Daniel permaneció allí hasta el año primero del rey Ciro.
WLC
1 בִּשְׁנַ֣ת שָׁל֗וֹשׁ לְמַלְכוּת֙ יְהוֹיָקִ֣ים מֶֽלֶךְ־יְהוּדָ֔ה בָּ֣א נְבוּכַדְנֶאצַּ֧ר מֶֽלֶךְ־בָּבֶ֛ל יְרוּשָׁלִַ֖ם וַיָּ֥צַר עָלֶֽיהָ׃
2 וַיִּתֵּן֩ אֲדֹנָ֨י בְּיָד֜וֹ אֶת־יְהוֹיָקִ֣ים מֶֽלֶךְ־יְהוּדָ֗ה וּמִקְצָת֙ כְּלֵ֣י בֵית־הָֽאֱלֹהִ֔ים וַיְבִיאֵ֥ם אֶֽרֶץ־שִׁנְעָ֖ר בֵּ֣ית אֱלֹהָ֑יו וְאֶת־הַכֵּלִ֣ים הֵבִ֔יא בֵּ֖ית אוֹצַ֥ר אֱלֹהָֽיו׃
3 וַיֹּ֣אמֶר הַמֶּ֔לֶךְ לְאַשְׁפְּנַ֖ז רַ֣ב סָרִיסָ֑יו לְהָבִ֞יא מִבְּנֵ֧י יִשְׂרָאֵ֛ל וּמִזֶּ֥רַע הַמְּלוּכָ֖ה וּמִן־הַֽפַּרְתְּמִֽים׃
4 יְלָדִ֣ים אֲשֶׁ֣ר אֵֽין־בָּהֶ֣ם כָּל־מאום וְטוֹבֵ֨י מַרְאֶ֜ה וּמַשְׂכִּילִ֣ים בְּכׇל־חָכְמָ֗ה וְיֹ֤דְעֵי דַ֙עַת֙ וּמְבִינֵ֣י מַדָּ֔ע וַאֲשֶׁר֙ כֹּ֣חַ בָּהֶ֔ם לַעֲמֹ֖ד בְּהֵיכַ֣ל הַמֶּ֑לֶךְ וּֽלֲלַמְּדָ֥ם סֵ֖פֶר וּלְשׁ֥וֹן כַּשְׂדִּֽים׃
5 וַיְמַן֩ לָהֶ֨ם הַמֶּ֜לֶךְ דְּבַר־י֣וֹם בְּיוֹמ֗וֹ מִפַּת־בַּ֤ג הַמֶּ֙לֶךְ֙ וּמִיֵּ֣ין מִשְׁתָּ֔יו וּֽלְגַדְּלָ֖ם שָׁנִ֣ים שָׁל֑וֹשׁ וּמִ֨קְצָתָ֔ם יַֽעַמְד֖וּ לִפְנֵ֥י הַמֶּֽלֶךְ׃
6 וַיְהִ֥י בָהֶ֖ם מִבְּנֵ֣י יְהוּדָ֑ה דָּנִיֵּ֣אל חֲנַנְיָ֔ה מִֽישָׁאֵ֖ל וַעֲזַרְיָֽה׃
7 וַיָּ֧שֶׂם לָהֶ֛ם שַׂ֥ר הַסָּרִיסִ֖ים שֵׁמ֑וֹת וַיָּ֨שֶׂם לְדָֽנִיֵּאל֙ בֵּ֣לְטְשַׁאצַּ֔ר וְלַחֲנַנְיָ֣ה שַׁדְרַ֔ךְ וּלְמִֽישָׁאֵ֣ל מֵישַׁ֔ךְ וְלַעֲזַרְיָ֖ה עֲבֵ֥ד נְגֽוֹ׃
8 וַיָּ֤שֶׂם דָּנִיֵּאל֙ עַל־לִבּ֔וֹ אֲשֶׁ֧ר לֹֽא־יִתְגָּאַ֛ל בְּפַת־בַּ֥ג הַמֶּ֖לֶךְ וּבְיֵ֣ין מִשְׁתָּ֑יו וַיְבַקֵּשׁ֙ מִשַּׂ֣ר הַסָּרִיסִ֔ים אֲשֶׁ֖ר לֹ֥א יִתְגָּאָֽל׃
9 וַיִּתֵּ֤ן הָֽאֱלֹהִים֙ אֶת־דָּ֣נִיֵּ֔אל לְחֵ֖ן וּֽלְרַחֲמִ֑ים לִפְנֵ֖י שַׂ֥ר הַסָּרִיסִֽים׃
10 וַיֹּ֜אמֶר שַׂ֣ר הַסָּרִיסִ֗ים לְדָֽנִיֵּאל֮ יָרֵ֣א אֲנִי֮ אֶת־אֲדֹנִ֣י הַמֶּ֒לֶךְ֒ אֲשֶׁ֣ר מִנָּ֔ה אֶת־מַאֲכַלְכֶ֖ם וְאֶת־מִשְׁתֵּיכֶ֑ם אֲשֶׁ֡ר לָמָּה֩ יִרְאֶ֨ה אֶת־פְּנֵיכֶ֜ם זֹֽעֲפִ֗ים מִן־הַיְלָדִים֙ אֲשֶׁ֣ר כְּגִֽילְכֶ֔ם וְחִיַּבְתֶּ֥ם אֶת־רֹאשִׁ֖י לַמֶּֽלֶךְ׃
11 וַיֹּ֥אמֶר דָּנִיֵּ֖אל אֶל־הַמֶּלְצַ֑ר אֲשֶׁ֤ר מִנָּה֙ שַׂ֣ר הַסָּרִיסִ֔ים עַל־דָּנִיֵּ֣אל חֲנַנְיָ֔ה מִֽישָׁאֵ֖ל וַעֲזַרְיָֽה׃
12 נַס־נָ֥א אֶת־עֲבָדֶ֖יךָ יָמִ֣ים עֲשָׂרָ֑ה וְיִתְּנוּ־לָ֜נוּ מִן־הַזֵּרֹעִ֛ים וְנֹאכְלָ֖ה וּמַ֥יִם וְנִשְׁתֶּֽה׃
13 וְיֵרָא֤וּ לְפָנֶ֙יךָ֙ מַרְאֵ֔ינוּ וּמַרְאֵה֙ הַיְלָדִ֔ים הָאֹ֣כְלִ֔ים אֵ֖ת פַּת־בַּ֣ג הַמֶּ֑לֶךְ וְכַאֲשֶׁ֣ר תִּרְאֵ֔ה עֲשֵׂ֖ה עִם־עֲבָדֶֽיךָ׃
14 וַיִּשְׁמַ֥ע לָהֶ֖ם לַדָּבָ֣ר הַזֶּ֑ה וַיְנַסֵּ֖ם יָמִ֥ים עֲשָׂרָֽה׃
15 וּמִקְצָת֙ יָמִ֣ים עֲשָׂרָ֔ה נִרְאָ֤ה מַרְאֵיהֶם֙ ט֔וֹב וּבְרִיאֵ֖י בָּשָׂ֑ר מִן־הַיְלָדִ֔ים אֲשֶׁ֛ר אֹכְלִ֥ים אֵ֖ת פַּת־בַּ֥ג הַמֶּֽלֶךְ׃
16 וַיְהִ֣י הַמֶּלְצַ֗ר נֹשֵׂא֙ אֶת־פַּת־בָּגָ֔ם וְיֵ֖ין מִשְׁתֵּיהֶ֑ם וְנֹתֵ֥ן לָהֶ֖ם זֵרְעֹנִֽים׃
17 וְהַיְלָדִ֤ים הָאֵ֙לֶּה֙ אַרְבַּעְתָּ֔ם נָתַ֨ן לָהֶ֧ם הָֽאֱלֹהִ֛ים מַדָּ֥ע וְהַשְׂכֵּ֖ל בְּכׇל־סֵ֣פֶר וְחׇכְמָ֑ה וְדָנִיֵּ֣אל הֵבִ֔ין בְּכׇל־חָז֖וֹן וַחֲלֹמֽוֹת׃
18 וּלְמִקְצָת֙ הַיָּמִ֔ים אֲשֶׁר־אָמַ֥ר הַמֶּ֖לֶךְ לַהֲבִיאָ֑ם וַיְבִיאֵם֙ שַׂ֣ר הַסָּרִיסִ֔ים לִפְנֵ֖י נְבוּכַדְנֶאצַּֽר׃
19 וַיְדַבֵּ֣ר אִתָּם֮ הַמֶּלֶךְ֒ וְלֹ֤א נִמְצָא֙ מִכֻּלָּ֔ם כְּדָנִיֵּ֣אל חֲנַנְיָ֔ה מִֽישָׁאֵ֖ל וַעֲזַרְיָ֑ה וַיַּֽעַמְד֖וּ לִפְנֵ֥י הַמֶּֽלֶךְ׃
20 וּבְכֹ֨ל דְּבַ֤ר חׇכְמַת־בִּינָה֙ אֲשֶׁר־בִּקֵּ֣שׁ מֵהֶ֔ם הַמֶּ֕לֶךְ וַֽיִּמְצָאֵ֖ם עֶ֣שֶׂר יָד֑וֹת עַ֚ל כָּל־הַחַרְטֻמִּ֣ים הָאַשָּׁפִ֔ים אֲשֶׁ֖ר בְּכׇל־מַלְכוּתֽוֹ׃
21 וַיְהִ֥י דָנִיֵּ֖אל עַד־שְׁנַת־אַחַ֑ת לְכ֖וֹרֶשׁ הַמֶּֽלֶךְ׃
Capítulo 2
El sueño de Nabucodonosor
LBLA
1 En el año segundo de su reinado, Nabucodonosor tuvo sueños, y su espíritu se perturbó hasta el punto de que no podía dormir.
2 Entonces el rey mandó llamar magos, encantadores, hechiceros y caldeos para que le explicaran sus sueños. Vinieron, pues, y se presentaron ante el rey.
3 Y el rey les dijo: He tenido un sueño y mi espíritu se ha perturbado por el deseo de entender el sueño.
4 Entonces hablaron los caldeos al rey en arameo: Oh rey, vive para siempre. Di el sueño a tus siervos, y te declararemos la interpretación.
5 Respondió el rey y dijo a los caldeos: El asunto lo he decidido: si no me declaráis el sueño y su interpretación, seréis despedazados, y vuestras casas serán convertidas en muladares.
6 Pero si declaráis el sueño y su interpretación, recibiréis de mí regalos, recompensas y gran honor. Declaradme, pues, el sueño y su interpretación.
7 Respondieron por segunda vez, y dijeron: Diga el rey el sueño a sus siervos, y le declararemos la interpretación.
8 El rey respondió y dijo: Ciertamente sé que vosotros queréis ganar tiempo, porque veis que el asunto lo he decidido,
9 si no me declaráis el sueño. Hay un solo decreto para vosotros: Ciertamente os habéis puesto de acuerdo para decir ante mí palabras mentirosas y perversas hasta que cambien los tiempos. Por tanto, decidme el sueño, para que yo sepa que podéis declararme su interpretación.
10 Los caldeos respondieron delante del rey y dijeron: No hay hombre sobre la tierra que pueda declarar el asunto del rey, por cuanto ningún rey, por grande y poderoso que haya sido, ha pedido cosa semejante a ningún mago, encantador o caldeo.
11 La cosa que el rey pide es difícil, y no hay nadie que la pueda declarar al rey, salvo los dioses cuya morada no es con los mortales.
12 Por esto el rey se enfureció y se indignó mucho, y dio orden de matar a todos los sabios de Babilonia.
13 Así se promulgó el decreto y los sabios estaban a punto de ser muertos; y buscaron a Daniel y a sus compañeros para matarlos.
14 Entonces Daniel habló con prudencia y sensatez a Arioc, capitán de la guardia del rey, que había salido para matar a los sabios de Babilonia.
15 Respondió y dijo a Arioc, capitán del rey: ¿Por qué es el decreto tan urgente de parte del rey? Entonces Arioc informó a Daniel del asunto.
16 Y Daniel entró y pidió al rey que le diera tiempo, para poder declarar al rey la interpretación.
17 Entonces Daniel se fue a su casa e informó del asunto a sus compañeros Ananías, Misael y Azarías,
18 para que pidieran misericordia al Dios del cielo acerca de este misterio, a fin de que Daniel y sus compañeros no perecieran con los demás sabios de Babilonia.
19 Entonces el misterio fue revelado a Daniel en visión de noche. Y Daniel bendijo al Dios del cielo.
20 Daniel habló y dijo: Sea bendito el nombre de Dios por los siglos de los siglos, porque suyos son el poder y la sabiduría.
21 El cambia los tiempos y las edades; quita reyes y pone reyes; da sabiduría a los sabios, y conocimiento a los entendidos.
22 El revela lo profundo y lo escondido; conoce lo que está en tinieblas, y la luz mora con El.
23 A ti, oh Dios de mis padres, te doy gracias y alabo, porque me has dado sabiduría y poder, y ahora me has revelado lo que te pedimos, pues nos has dado a conocer el asunto del rey.
24 Por tanto, Daniel fue a ver a Arioc, a quien el rey había nombrado para matar a los sabios de Babilonia; fue y le dijo: No mates a los sabios de Babilonia. Llévame ante el rey, y yo le declararé la interpretación.
25 Entonces Arioc llevó prontamente a Daniel ante el rey, y le dijo: He hallado un hombre entre los deportados de Judá que puede dar a conocer al rey la interpretación.
26 Respondió el rey y dijo a Daniel (cuyo nombre era Beltsasar): ¿Puedes tú hacerme conocer el sueño que he visto y su interpretación?
27 Daniel respondió delante del rey y dijo: El misterio que el rey ha demandado, ni sabios, ni encantadores, ni magos ni adivinos lo pueden declarar al rey.
28 Pero hay un Dios en los cielos que revela los misterios, y El ha dado a conocer al rey Nabucodonosor lo que sucederá al fin de los días. Este fue tu sueño y las visiones que pasaron por tu mente mientras estabas en tu cama:
29 A ti, oh rey, mientras estabas en tu cama, te vinieron pensamientos acerca de lo que sería en el futuro, y el que revela los misterios te ha declarado lo que sucederá.
30 Y a mí me ha sido revelado este misterio, no porque en mí haya más sabiduría que en todos los vivientes, sino con el fin de que la interpretación se dé a conocer al rey, y para que entiendas los pensamientos de tu corazón.
31 Tú, oh rey, mirabas, y he aquí una gran imagen. Esta imagen, que era muy grande y cuyo brillo era extraordinario, estaba en pie delante de ti, y su aspecto era terrible.
32 La cabeza de esta imagen era de oro fino; su pecho y sus brazos, de plata; su vientre y sus muslos, de bronce;
33 sus piernas, de hierro; sus pies, en parte de hierro y en parte de barro cocido.
34 Estabas mirando, hasta que una piedra fue cortada sin ayuda de manos, y golpeó la imagen en sus pies de hierro y de barro, y los desmenuzó.
35 Entonces el hierro, el barro, el bronce, la plata y el oro fueron desmenuzados todos a la vez, y se volvieron como el tamo de las eras en verano; y el viento se los llevó sin que quedara rastro alguno de ellos. Pero la piedra que golpeó la imagen se convirtió en un gran monte que llenó toda la tierra.
36 Este fue el sueño; ahora diremos su interpretación delante del rey.
37 Tú, oh rey, eres rey de reyes, a quien el Dios del cielo ha dado el reino, el poder, la fuerza y la gloria;
38 y dondequiera que habitan los hijos de los hombres, las bestias del campo o las aves del cielo, El los ha entregado en tu mano y te ha hecho soberano sobre todos ellos. Tú eres la cabeza de oro.
39 Y después de ti se levantará otro reino inferior a ti, y luego un tercer reino de bronce que dominará sobre toda la tierra.
40 Y habrá un cuarto reino fuerte como hierro; y así como el hierro desmenuza y rompe todas las cosas, desmenuzará y quebrantará.
41 Y lo que viste de los pies y los dedos, en parte de barro de alfarero y en parte de hierro, será un reino dividido; pero habrá en él algo de la firmeza del hierro, así como viste hierro mezclado con barro.
42 Y así como los dedos de los pies eran en parte de hierro y en parte de barro, así una parte del reino será fuerte y otra parte será frágil.
43 En cuanto al hierro mezclado con barro, se mezclarán mediante simiente humana, pero no se unirán el uno con el otro, así como el hierro no se mezcla con el barro.
44 Y en los días de estos reyes, el Dios del cielo levantará un reino que jamás será destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y pondrá fin a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre,
45 así como viste que una piedra fue cortada del monte sin ayuda de manos y que desmenuzó el hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro. El gran Dios ha dado a conocer al rey lo que sucederá en el futuro. Así, pues, el sueño es verdadero y fiel es su interpretación.
46 Entonces el rey Nabucodonosor cayó sobre su rostro, se postró ante Daniel y ordenó que le presentaran una ofrenda de cereal y ofrendas fragantes.
47 El rey habló a Daniel y dijo: Ciertamente que vuestro Dios es Dios de dioses y Señor de reyes y revelador de misterios, ya que tú has podido revelar este misterio.
48 Entonces el rey engrandeció a Daniel y le dio muchos y grandes regalos, y le hizo gobernador de toda la provincia de Babilonia y jefe supremo de todos los sabios de Babilonia.
49 Y Daniel pidió al rey, y éste puso a Sadrac, Mesac y Abed-nego sobre la administración de la provincia de Babilonia, mientras Daniel estaba en la corte del rey.
WLC
1 וּבִשְׁנַ֣ת שְׁתַּ֗יִם לְמַלְכוּת֙ נְבֻֽכַדְנֶאצַּ֔ר חָלַ֥ם נְבֻֽכַדְנֶאצַּ֖ר חֲלֹמ֑וֹת וַתִּתְפָּ֣עֶם רוּח֔וֹ וּשְׁנָת֖וֹ נִהְיְתָ֥ה עָלָֽיו׃
2 וַיֹּ֣אמֶר הַ֠מֶּ֠לֶךְ לִקְרֹ֨א לַֽחַרְטֻמִּ֜ים וְלָֽאַשָּׁפִ֗ים וְלַֽמְכַשְּׁפִים֙ וְלַכַּשְׂדִּ֔ים לְהַגִּ֥יד לַמֶּ֖לֶךְ חֲלֹמֹתָ֑יו וַיָּבֹ֕אוּ וַיַּֽעַמְד֖וּ לִפְנֵ֥י הַמֶּֽלֶךְ׃
3 וַיֹּ֧אמֶר לָהֶ֛ם הַמֶּ֖לֶךְ חֲל֣וֹם חָלָ֑מְתִּי וַתִּפָּ֣עֶם רוּחִ֔י לָדַ֖עַת אֶת־הַחֲלֽוֹם׃
4 וַֽיְדַבְּר֧וּ הַכַּשְׂדִּ֛ים לַמֶּ֖לֶךְ אֲרָמִ֑ית מַלְכָּא֙ לְעָלְמִ֣ין חֱיִ֔י אֱמַ֥ר חֶלְמָ֛א לְעַבְדַּ֖יִךְ וּפִשְׁרָ֥א נְחַוֵּֽא׃
5 עָנֵ֤ה מַלְכָּא֙ וְאָמַ֣ר לְכַשְׂדָּאֵ֔י מִלְּתָ֖א מִנִּ֣י אַזְדָּ֑א הֵ֣ן לָ֤א תְהֽוֹדְעוּנַּ֙נִי֙ חֶלְמָ֣א וּפִשְׁרֵ֔הּ הַדָּמִין֙ תִּתְעַבְד֔וּן וּבָתֵּיכ֖וֹן נְוָלִ֥י יִתְּשָׂמֽוּן׃
6 וְהֵ֨ן חֶלְמָ֤א וּפִשְׁרֵהּ֙ תְּהַֽחֲוֺ֔ן מַתְּנָ֤ן וּנְבִזְבָּה֙ וִיקָ֣ר שַׂגִּ֔יא תְּקַבְּל֖וּן מִן־קֳדָמָ֑י לָהֵ֕ן חֶלְמָ֥א וּפִשְׁרֵ֖הּ הַֽחֲוֺֽנִי׃
7 עֲנ֥וֹ תִנְיָנ֖וּת וְאָמְרִ֑ין מַלְכָּ֕א חֶלְמָ֛א יֵאמַ֥ר לְעַבְד֖וֹהִי וּפִשְׁרָ֥ה נְהַחֲוֵֽה׃
8 עָנֵ֤ה מַלְכָּא֙ וְאָמַ֔ר מִן־יַצִּיב֙ יָדַ֣ע אֲנָ֔ה דִּ֥י עִדָּנָ֖א אַנְתּ֣וּן זָבְנִ֑ין כָּל־קֳבֵל֙ דִּ֣י חֲזֵית֔וֹן דִּ֥י אַזְדָּ֖א מִנִּ֥י מִלְּתָֽא׃
9 דִּ֣י הֵן־חֶלְמָ֞א לָ֣א תְהֽוֹדְעֻנַּ֗נִי חֲדָה־הִיא֘ דָֽתְכוֹן֒ וּמִלָּ֨ה כִדְבָ֧ה וּשְׁחִיתָ֛ה הזמנתון הִזְדְּמִנְתּ֥וּן לְמֵאמַ֖ר קָֽדָמַ֑י עַ֣ד דִּ֧י עִדָּנָ֣א יִשְׁתַּנֵּ֗א לָהֵן֙ חֶלְמָ֤א אֱמַ֙רוּ֙ לִ֔י וְֽאִנְדַּ֕ע דִּ֥י פִשְׁרֵ֖הּ תְּהַֽחֲוֺנַּֽנִי׃
10 עֲנ֨וֹ כַשְׂדָּאֵ֜י קֳדָ֣ם מַלְכָּ֗א וְאָֽמְרִין֙ לָֽא־אִיתַ֤י אֲנָשׁ֙ עַל־יַבֶּשְׁתָּ֔א דִּ֚י מִלַּ֣ת מַלְכָּ֔א יוּכַ֖ל לְהַֽחֲוָיָ֑ה כָּל־קֳבֵ֗ל דִּ֚י כָּל־מֶ֙לֶךְ֙ וְשַׁלִּ֣יט וְרַב֔וֹ מִלָּ֤ה כִדְנָה֙ לָ֣א שְׁאֵ֔ל לְכָל־חַרְטֹּ֖ם וְאָשַׁ֥ף וְכַשְׂדָּֽי׃
11 וּמִלְּתָ֨א דִֽי־מַלְכָּ֤ה שָׁאֵל֙ יַקִּירָ֔ה וְאׇחֳרָן֙ לָ֣א אִיתַ֔י דִּ֥י יְחַוִּנַּ֖הּ קֳדָ֣ם מַלְכָּ֑א לָהֵ֣ן אֱלָהִ֔ין דִּ֚י מְדָ֣רְה֔וֹן עִם־בִּשְׂרָ֖א לָ֥א אִיתֽוֹהִי׃
12 כָּל־קֳבֵ֣ל דְּנָ֔ה מַלְכָּ֕א בְּנַ֖ס וּקְצַ֣ף שַׂגִּ֑יא וַאֲמַר֙ לְה֣וֹבָדָ֔ה לְכֹ֖ל חַכִּימֵ֥י בָבֶֽל׃
13 וְדָתָ֣א נֶפְקַ֔ת וְחַכִּֽימַיָּ֖א מִֽתְקַטְּלִ֑ין וּבְע֛וֹ דָּנִיֵּ֥אל וְחַבְר֖וֹהִי לְהִתְקְטָלָֽה׃
14 בֵּאדַ֣יִן דָּנִיֵּ֗אל הֲתִיב֙ עֵטָ֣א וּטְעֵ֔ם לְאַרְי֕וֹךְ רַב־טַבָּחַיָּ֖א דִּ֣י מַלְכָּ֑א דְִּ֚ נֶפְקַ֥ת לְקַטָּלָ֖ה לְחַכִּימֵ֥י בָבֶֽל׃
15 עָנֵ֣ה וְאָמַ֗ר לְאַרְיוֹךְ֙ שַׁלִּיטָ֣א דִֽי־מַלְכָּ֔א עַל־מָ֥ה דָתָ֛א מְהַחְצְפָ֖ה מִן־קֳדָ֣ם מַלְכָּ֑א אֱדַ֣יִן מִלְּתָ֔א הוֹדַ֥ע אַרְי֖וֹךְ לְדָנִיֵּֽאל׃
16 וְדָנִיֵּ֣אל עַ֗ל וּבְעָ֤ה מִן־מַלְכָּא֙ דִּ֚י זְמָ֣ן יִנְתֵּן־לֵ֔הּ וּפִשְׁרָ֖א לְהַֽחֲוָיָ֥ה לְמַלְכָּֽא׃
17 אֱדַ֥יִן דָּנִיֵּ֖אל לְבַיְתֵ֣הּ אֲזַ֑ל וְ֠לַחֲנַנְיָ֠ה מִֽישָׁאֵ֧ל וַעֲזַרְיָ֛ה חַבְר֖וֹהִי מִלְּתָ֥א הוֹדַֽע׃
18 וְרַחֲמִ֗ין לְמִבְעֵא֙ מִן־קֳדָם֙ אֱלָ֣הּ שְׁמַיָּ֔א עַל־רָזָ֖ה דְּנָ֑ה דִּ֣י לָ֤א יְהֹֽבְדוּן֙ דָּנִיֵּ֣אל וְחַבְר֔וֹהִי עִם־שְׁאָ֖ר חַכִּימֵ֥י בָבֶֽל׃
19 אֱדַ֗יִן לְדָֽנִיֵּאל֙ בְּחֶזְוָ֣א דִֽי־לֵ֔ילְיָ֖א רָזָ֣ה גֲלִ֑י אֱדַ֙יִן֙ דָּנִיֵּ֔אל בָּרִ֖ךְ לֶאֱלָ֥הּ שְׁמַיָּֽא׃
20 עָנֵ֤ה דָֽנִיֵּאל֙ וְאָמַ֔ר לֶהֱוֵ֨א שְׁמֵ֤הּ דִּֽי־אֱלָהָא֙ מְבָרַ֔ךְ מִן־עָלְמָ֖א וְעַד־עָלְמָ֑א דִּ֧י חׇכְמְתָ֛א וּגְבוּרְתָ֖א דִּ֥י לֵֽהּ־הִֽיא׃
21 וְה֣וּא מְהַשְׁנֵ֗א עִדָּנַיָּא֙ וְזִמְנַיָּ֔א מְהַעְדֵּ֥ה מַלְכִ֖ין וּמְהָקֵ֣ים מַלְכִ֑ין יָהֵ֤ב חׇכְמְתָא֙ לְחַכִּימִ֔ין וּמַנְדְּעָ֖א לְיָדְעֵ֥י בִינָֽה׃
22 ה֛וּא גָּלֵ֥א עַמִּיקָתָ֖א וּמְסַתְּרָתָ֑א יָדַע֙ מָ֣ה בַחֲשׁוֹכָ֔א ונהירא וּנְהוֹרָ֖א עִמֵּ֥הּ שְׁרֵֽא׃
23 לָ֣ךְ׀ אֱלָ֣הּ אֲבָהָתִ֗י מְהוֹדֵ֤א וּמְשַׁבַּח֙ אֲנָ֔ה דִּ֧י חׇכְמְתָ֛א וּגְבוּרְתָ֖א יְהַ֣בְתְּ לִ֑י וּכְעַ֤ן הוֹדַעְתַּ֙נִי֙ דִּֽי־בְעֵ֣ינָא מִנָּ֔ךְ דִּֽי־מִלַּ֥ת מַלְכָּ֖א הוֹדַעְתֶּֽנָא׃
24 כָּל־קֳבֵ֣ל דְּנָ֗ה דָּֽנִיֵּאל֙ עַ֣ל עַל־אַרְי֔וֹךְ דִּ֚י מַנִּ֣י מַלְכָּ֔א לְהוֹבָדָ֖ה לְחַכִּימֵ֣י בָבֶ֑ל אֲזַ֣ל וְכֵ֔ן אֲמַר־לֵ֖הּ לְחַכִּימֵ֥י בָבֶֽל אַל־תְּהוֹבֵ֑ד הַעֵ֙לְנִי֙ קֳדָ֣ם מַלְכָּ֔א וּפִשְׁרָ֖א לְמַלְכָּ֥א אֲחַוֵּֽא׃
25 אֱדַ֨יִן אַרְי֜וֹךְ בְּהִתְבְּהָלָ֣ה הֲנִעֵ֗ל לְדָֽנִיֵּאל֙ קֳדָ֣ם מַלְכָּ֔א וְכֵ֛ן אֲמַר־לֵ֖הּ דִּֽי־הִשְׁכַּ֣חַת גְּבַ֑ר מִן־בְּנֵ֤י גָלוּתָא֙ דִּ֣י יְה֔וּד דִּ֛י פִשְׁרָ֥א לְמַלְכָּ֖א יְהוֹדַֽע׃
26 עָנֵ֤ה מַלְכָּא֙ וְאָמַ֣ר לְדָֽנִיֵּאל דִּֽי־שְׁמֵ֖הּ בֵּלְטְשַׁאצַּ֑ר הַיְכִ֙לָה֙ לְהוֹדָעֻתַ֔נִי חֶלְמָ֥א דִֽי־חֲזֵ֖ית וּפִשְׁרֵֽהּ׃
27 עָנֵ֣ה דָֽנִיֵּאל֮ קֳדָ֣ם מַלְכָּא֒ וְאָמַ֗ר רָזָה֙ דִּֽי־מַלְכָּ֣א שָׁאֵ֔ל לָ֧א חַכִּימִ֣ין אָֽשְׁפִ֗ין חַרְטֻמִּין֙ גָּזְרִ֔ין יָכְלִ֖ין לְהַֽחֲוָיָ֣ה לְמַלְכָּ֑א׃
28 בְּרַ֡ם אִיתַ֞י אֱלָ֤הּ בִּשְׁמַיָּא֙ גָּלֵ֣א רָזִ֔ין וְהוֹדַ֗ע לְמַלְכָּא֙ נְבֻֽכַדְנֶצַּ֔ר מָ֛ה דִּ֥י לֶהֱוֵ֖א בְּאַחֲרִ֣ית יוֹמַיָּ֑א חֶלְמָ֨ךְ וְחֶזְוֵ֥י רֵאשָׁ֛ךְ עַֽל־מִשְׁכְּבָ֖ךְ דְּנָ֥ה הֽוּא׃
29 אנתה אַנְתְּ מַלְכָּא֙ רַעְיוֹנָ֣ךְ עַֽל־מִשְׁכְּבָ֖ךְ סְלִ֑קוּ מָ֣ה דִ֥י לֶהֱוֵ֛א אַחֲרֵ֥י דְנָ֖ה וְגָלֵ֥א רָזַיָּֽא הוֹדְעָ֖ךְ מָה־דִ֥י לֶהֱוֵֽא׃
30 וְאַ֣נִי לָ֗א בְחׇכְמָה֙ דִּֽי־אִיתַ֥י בִּי֙ מִן־כׇּל־חַיַּיָּ֔א רָזָ֥א דְנָ֖ה גֱּלִ֣י לִ֑י לָהֵ֗ן עַל־דִּבְרַת֙ דִּ֤י פִשְׁרָא֙ לְמַלְכָּ֣א יְהוֹדְע֔וּן וְרַעְיוֹנֵ֥י לִבְבָ֖ךְ תִּנְדַּֽע׃
31 אנתה אַנְתְּ מַלְכָּ֗א חָזֵ֤ה הֲוַ֙יְתָ֙ וַאֲל֨וּ צְלֵ֥ם חַד֙ שַׂגִּ֔יא צַלְמָ֨א דִּכֵּ֥ן רַ֛ב וְזִיוֵ֥הּ יַתִּ֖יר קָאֵ֣ם לְקָבְלָ֑ךְ וְרֵוֵ֖הּ דְּחִֽיל׃
32 ה֣וּא צַלְמָ֗א רֵאשֵׁהּ֙ דִּֽי־דְהַ֣ב טָ֔ב חֲד֖וֹהִי וּדְרָע֣וֹהִי דִּֽי־כְסַ֑ף מְע֥וֹהִי וְיַרְכָתֵ֖הּ דִּ֥י נְחָֽשׁ׃
33 שָׁק֖וֹהִי דִּ֣י פַרְזֶ֑ל רַגְל֕וֹהִי מנהון מִנְּהֵ֥ין דִּֽי־פַרְזֶ֖ל ומנהון וּמִנְּהֵ֥ין דִּֽי־חֲסַֽף׃
34 חָזֵ֣ה הֲוַ֗יְתָ עַ֠ד דִּ֣י הִתְגְּזֶ֤רֶת אֶ֙בֶן֙ דִּי־לָ֣א בִידַ֔יִן וּמְחָ֤ת לְצַלְמָא֙ עַל־רַגְל֔וֹהִי דִּ֥י פַרְזְלָ֖א וְחַסְפָּ֑א וְהַדֵּ֖קֶת הִמּֽוֹן׃
35 בֵּאדַ֣יִן דָּ֣קוּ כַחֲדָ֗ה פַּרְזְלָא֙ חַסְפָּ֣א נְחָשָׁ֔א כַּסְפָּ֖א וְדַהֲבָ֑א וַהֲווֹ֙ כְּע֣וּר מִן־אִדְּרֵי־קַ֔יִט וּנְשָׂ֤א הִמּוֹן֙ רוּחָ֔א וְכׇל־אֲתַ֖ר לָא־הִשְׁתֲּכַ֣ח לְה֑וֹן וְאַבְנָ֣א׀ דִּ֣י מְחָ֣ת לְצַלְמָ֗א הֲוָ֛ת לְט֥וּר רַ֖ב וּמְלָ֥את כׇּל־אַרְעָֽא׃
36 דְּנָ֖ה חֶלְמָ֑א וּפִשְׁרֵ֖הּ נֵאמַ֥ר קֳדָם־מַלְכָּֽא׃
37 אנתה אַנְתְּ מַלְכָּ֑א מֶ֣לֶךְ מַלְכַיָּ֔א דִּ֚י אֱלָ֣הּ שְׁמַיָּ֔א מַלְכוּתָ֥א חִסְנָ֛א וְתׇקְפָּ֥א וִֽיקָרָ֖א יְהַב־לָֽךְ׃
38 וּבְכׇל־דִּ֣י דארין דָֽיְרִ֨ין בְּנֵֽי־אֲנָשָׁ֜א חֵיוַ֤ת בָּרָא֙ וְעוֹף־שְׁמַיָּ֔א יְהַ֖ב בִּידָ֑ךְ וְהַשְׁלְטָ֖ךְ בְּכׇלְּה֑וֹן אנתה אַנְתְּ־ה֔וּא רֵאשָׁ֖ה דִּ֥י דַהֲבָֽא׃
39 וּבָתְרָ֗ךְ תְּק֛וּם מַלְכ֥וּ אָחֳרִ֖י אֲרַ֣עא מִנָּ֑ךְ וּמַלְכ֨וּ תליתיא תְלִיתָאָה֙ אָחֳרִ֔י דִּ֥י נְחָשָׁ֖א דִּ֥י תִשְׁלַ֖ט בְּכׇל־אַרְעָֽא׃
40 וּמַלְכוּ֙ רביעיה רְבִיעָאָ֔ה תֶּהֱוֵ֥א תַקִּיפָ֖ה כְּפַרְזְלָ֑א כׇּל־קֳבֵל֙ דִּ֣י פַרְזְלָ֔א מְהַדֵּ֤ק וְחָשֵׁל֙ כֹּ֔לָּא וּֽכְפַרְזְלָ֛א דִּֽי־מְרָעַ֥ע כׇּל־אִלֵּ֖ין תַּדִּ֥ק וְתֵרֹֽעַ׃
41 וְדִֽי־חֲזַ֜יְתָה רַגְלַיָּ֣א וְאֶצְבְּעָתָ֗א מנהון מִנְּהֵ֣ין חֲסַ֡ף דִּ֣י פֶחָ֗ר ומנהון וּמִנְּהֵין֙ פַּרְזֶ֔ל מַלְכ֤וּ פְלִיגָה֙ תֶּהֱוֵ֔ה וּמִן־נִצְבְּתָ֥א דִֽי־פַרְזְלָ֖א לֶֽהֱוֵא־בַ֑הּ כׇּל־קֳבֵל֙ דִּ֣י חֲזַ֔יְתָה פַּרְזְלָ֖א מְעָרַ֥ב בַּחֲסַ֥ף טִינָֽא׃
42 וְאֶצְבְּעָת֙ רַגְלַיָּ֔א מנהון מִנְּהֵ֥ין פַּרְזֶ֖ל ומנהון וּמִנְּהֵ֣ין חֲסַ֑ף מִן־קְצָ֤ת מַלְכוּתָא֙ תֶּהֱוֵ֣ה תַקִּיפָ֔ה וּמִנַּ֖הּ תֶּהֱוֵ֥א תְבִירָֽה׃
43 דִּ֣י חֲזַ֗יְתָ פַּרְזְלָא֙ מְעָרַב֙ בַּחֲסַ֣ף טִינָ֔א מִתְעָרְבִ֤ין לֶהֱוֺן֙ בִּזְרַ֣ע אֲנָשָׁ֔א וְלָֽא־לֶהֱוֺ֥ן דָּבְקִ֖ין דְּנָ֣ה עִם־דְּנָ֑ה הֵֽא־כְדִ֣י פַרְזְלָ֔א לָ֥א מִתְעָרַ֖ב עִם־חַסְפָּֽא׃
44 וּֽבְיוֹמֵיה֞וֹן דִּ֧י מַלְכַיָּ֣א אִנּ֗וּן יְקִים֩ אֱלָ֨הּ שְׁמַיָּ֤א מַלְכוּ֙ דִּ֤י לְעָלְמִין֙ לָ֣א תִתְחַבַּ֔ל וּמַ֨לְכוּתָ֔ה לְעַ֥ם אׇחֳרָ֖ן לָ֣א תִשְׁתְּבִ֑ק תַּדִּ֤ק וְתָסֵיף֙ כׇּל־אִלֵּ֣ין מַלְכֽוּתָא֔ וְהִ֖יא תְּק֥וּם לְעָלְמַיָּֽא׃
45 כָּל־קֳבֵ֣ל דִּֽי־חֲזַ֡יְתָ דִּ֣י מִטּוּרָא֩ אִתְגְּזֶ֨רֶת אֶ֜בֶן דִּי־לָ֣א בִידַ֗יִן וְ֠הַדֶּ֠קֶת פַּרְזְלָ֨א נְחָשָׁ֤א חַסְפָּא֙ כַּסְפָּ֣א וְדַהֲבָ֔א אֱלָ֥הּ רַב֙ הוֹדַ֣ע לְמַלְכָּ֔א מָ֛ה דִּ֥י לֶהֱוֵ֖א אַחֲרֵ֣י דְנָ֑ה וְיַצִּ֥יב חֶלְמָ֖א וּמְהֵימַ֥ן פִּשְׁרֵֽהּ׃
46 בֵּאדַ֣יִן מַלְכָּא֮ נְבֻֽכַדְנֶצַּר֒ נְפַ֣ל עַל־אַנְפּ֔וֹהִי וּלְדָנִיֵּ֖אל סְגִ֑ד וּמִנְחָה֙ וְנִ֣יחֹחִ֔ין אֲמַ֖ר לְנַסָּ֥כָה לֵֽהּ׃
47 עָנֵ֤ה מַלְכָּא֙ לְדָ֣נִיֵּ֔אל וְאָמַ֑ר מִן־קְשֹׁ֗ט דִּ֤י אֱלָהֲכוֹן֙ ה֣וּא אֱלָ֣הּ אֱלָהִ֔ין וּמָרֵ֖א מַלְכִ֑ין וְגָלֵ֣ה רָזִ֔ין דִּ֣י יְכֵ֔לְתָּ לְמִגְלֵ֖א רָזָ֥ה דְנָֽה׃
48 אֱדַ֙יִן֙ מַלְכָּ֔א לְדָנִיֵּ֖אל רַבִּ֑י וּמַתְּנָ֨ן רַבְרְבָ֜ן שַׂגִּיאָ֗ן יְהַב־לֵ֗הּ וְהַ֨שְׁלְטֵ֔הּ עַ֛ל כׇּל־מְדִינַ֥ת בָּבֶ֖ל וְרַב־סִגְנִ֑ין עַ֖ל כׇּל־חַכִּימֵ֥י בָבֶֽל׃
49 וְדָנִיֵּ֣אל בְּעָ֔א מִן־מַלְכָּ֕א וּמַנִּ֗י עַל־עֲבִֽידְתָּא֙ דִּ֚י מְדִינַ֣ת בָּבֶ֔ל לְשַׁדְרַ֥ךְ מֵישַׁ֖ךְ וַעֲבֵ֣ד נְג֑וֹ וְדָנִיֵּ֖אל בִּתְרַ֥ע מַלְכָּֽא׃
Capítulo 3
El horno de fuego
LBLA
1 El rey Nabucodonosor hizo una estatua de oro cuya altura era de sesenta codos y su anchura de seis codos; la levantó en el llano de Dura, en la provincia de Babilonia.
2 Y el rey Nabucodonosor mandó reunir a los sátrapas, los prefectos, los gobernadores, los consejeros, los tesoreros, los jueces, los magistrados y todas las autoridades de las provincias, para que vinieran a la dedicación de la estatua que el rey Nabucodonosor había levantado.
3 Fueron, pues, reunidos los sátrapas, los prefectos, los gobernadores, los consejeros, los tesoreros, los jueces, los magistrados y todas las autoridades de las provincias para la dedicación de la estatua que el rey Nabucodonosor había levantado; y estaban en pie delante de la estatua que Nabucodonosor había levantado.
4 Y el pregonero proclamó en alta voz: A vosotros se os ordena, oh pueblos, naciones y lenguas,
5 que al oír el son de la trompeta, la flauta, la lira, el arpa, el salterio, la gaita y toda clase de música, os postréis y adoréis la estatua de oro que el rey Nabucodonosor ha levantado.
6 Y el que no se postre y adore, será echado inmediatamente dentro de un horno de fuego ardiente.
7 Por tanto, en el momento en que todos los pueblos oyeron el son de la trompeta, la flauta, la lira, el arpa, el salterio y toda clase de música, todos los pueblos, naciones y lenguas se postraron y adoraron la estatua de oro que el rey Nabucodonosor había levantado.
8 Por eso en aquel tiempo algunos caldeos se presentaron y acusaron a los judíos.
9 Hablaron y dijeron al rey Nabucodonosor: ¡Oh rey, vive para siempre!
10 Tú, oh rey, has dado una orden de que todo hombre que oiga el son de la trompeta, la flauta, la lira, el arpa, el salterio, la gaita y toda clase de música, se postre y adore la estatua de oro;
11 y el que no se postre y adore, sea echado dentro de un horno de fuego ardiente.
12 Hay unos hombres judíos a quienes has puesto sobre la administración de la provincia de Babilonia: Sadrac, Mesac y Abed-nego. Estos hombres, oh rey, no te han hecho caso; no sirven a tus dioses ni adoran la estatua de oro que has levantado.
13 Entonces Nabucodonosor, enojado y furioso, dio orden de traer a Sadrac, Mesac y Abed-nego; y estos hombres fueron traídos ante el rey.
14 Habló Nabucodonosor y les dijo: ¿Es verdad, Sadrac, Mesac y Abed-nego, que no servís a mis dioses ni adoráis la estatua de oro que he levantado?
15 Ahora bien, ¿estáis dispuestos para que al oír el son de la trompeta, la flauta, la lira, el arpa, el salterio, la gaita y toda clase de música, os postréis y adoréis la estatua que he hecho? Porque si no la adoráis, seréis echados inmediatamente dentro de un horno de fuego ardiente; ¿y qué dios hay que pueda libraros de mis manos?
16 Respondieron Sadrac, Mesac y Abed-nego, y dijeron al rey Nabucodonosor: No necesitamos darte una respuesta acerca de este asunto.
17 Si es así, nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiente; y de tu mano, oh rey, nos librará.
18 Y si no lo hace, has de saber, oh rey, que no serviremos a tus dioses ni adoraremos la estatua de oro que has levantado.
19 Entonces Nabucodonosor se llenó de furor, y la expresión de su rostro se demudó contra Sadrac, Mesac y Abed-nego. Ordenó que el horno se calentara siete veces más de lo acostumbrado.
20 Y ordenó a algunos valientes guerreros de su ejército que ataran a Sadrac, Mesac y Abed-nego para echarlos en el horno de fuego ardiente.
21 Entonces estos hombres fueron atados con sus mantos, sus túnicas, sus gorros y sus otras ropas, y fueron echados dentro del horno de fuego ardiente.
22 Por cuanto la orden del rey era terminante y el horno estaba muy caliente, la llama del fuego mató a los hombres que habían alzado a Sadrac, Mesac y Abed-nego.
23 Y estos tres hombres, Sadrac, Mesac y Abed-nego, cayeron atados dentro del horno de fuego ardiente.
24 Entonces el rey Nabucodonosor se espantó, y levantándose apresuradamente dijo a sus altos oficiales: ¿No echamos a tres hombres atados dentro del fuego? Ellos respondieron al rey: Ciertamente, oh rey.
25 El respondió: ¡Veo a cuatro hombres sueltos que se pasean en medio del fuego sin sufrir daño alguno, y el aspecto del cuarto es semejante al de un hijo de los dioses!
26 Entonces Nabucodonosor se acercó a la puerta del horno de fuego ardiente y dijo: Sadrac, Mesac y Abed-nego, siervos del Dios Altísimo, salid y venid acá. Entonces Sadrac, Mesac y Abed-nego salieron de en medio del fuego.
27 Y los sátrapas, los prefectos, los gobernadores y los altos oficiales del rey se reunieron para ver a estos hombres que el fuego no había podido tocar sus cuerpos, ni el cabello de su cabeza se había chamuscado, ni sus mantos se habían afectado, ni siquiera olor de fuego tenían.
28 Nabucodonosor habló y dijo: Bendito sea el Dios de Sadrac, Mesac y Abed-nego, que ha enviado a su ángel y ha librado a sus siervos que confiaron en El, y que no cumplieron el edicto del rey, y entregaron sus cuerpos antes que servir o adorar a otro dios que su Dios.
29 Por tanto, decreto que todo pueblo, nación o lengua que diga blasfemia contra el Dios de Sadrac, Mesac y Abed-nego sea descuartizado, y su casa convertida en muladar, por cuanto no hay otro dios que pueda librar de esta manera.
30 Entonces el rey hizo prosperar a Sadrac, Mesac y Abed-nego en la provincia de Babilonia.
WLC
1 נְבוּכַדְנֶצַּר מַלְכָּא עֲבַד צְלֵם דִּי דְהַב רוּמֵהּ אַמִּין שִׁתִּין פְּתָיֵהּ אַמִּין שִׁת שְׁמִדַּה בְּבִקְעַת דּוּרָא בִּמְדִינַת בָּבֶל׃
2 וּנְבוּכַדְנֶצַּר מַלְכָּא שְׁלַח לְמִכְנַשׁ לַאֲחַשְׁדַּרְפְּנַיָּא סִגְנַיָּא וּפַחֲוָתָא אֲדַרְגָּזְרַיָּא גְדָבְרַיָּא דְּתָבְרַיָּא תִּפְתָּיֵא וְכֹל שִׁלְטֹנֵי מְדִינָתָא לְמֵתֵא לַחֲנֻכַּת צַלְמָא דִּי הֲקֵים נְבוּכַדְנֶצַּר מַלְכָּא׃
3 בֵּאדַיִן מִתְכַּנְּשִׁין אֲחַשְׁדַּרְפְּנַיָּא סִגְנַיָּא וּפַחֲוָתָא אֲדַרְגָּזְרַיָּא גְדָבְרַיָּא דְּתָבְרַיָּא תִּפְתָּיֵא וְכֹל שִׁלְטֹנֵי מְדִינָתָא לַחֲנֻכַּת צַלְמָא דִּי הֲקֵים נְבוּכַדְנֶצַּר מַלְכָּא וְקָיְמִין לָקֳבֵל צַלְמָא דִּי הֲקֵים נְבוּכַדְנֶצַּר׃
4 וְכָרוֹזָא קָרֵא בְחָיִל לְכוֹן אָמְרִין עַמְמַיָּא אֻמַּיָּא וְלִשָּׁנַיָּא׃
5 בְּעִדָּנָא דִּי תִשְׁמְעוּן קָל קַרְנָא מַשְׁרוֹקִיתָא קַתְרוֹס שַׂבְּכָא פְּסַנְתֵּרִין סוּמְפֹּנְיָה וְכֹל זְנֵי זְמָרָא תִּפְּלוּן וְתִסְגְּדוּן לְצֶלֶם דַּהֲבָא דִּי הֲקֵים נְבוּכַדְנֶצַּר מַלְכָּא׃
6 וּמַן דִּי לָא יִפֵּל וְיִסְגֻּד בַּהּ שַׁעֲתָא יִתְרְמֵא לְגוֹא אַתּוּן נוּרָא יָקִדְתָּא׃
7 כָּל קֳבֵל דְּנָה בֵּהּ זִמְנָא כְּדִי שָׁמְעִין כָּל עַמְמַיָּא קָל קַרְנָא מַשְׁרוֹקִיתָא קַתְרוֹס שַׂבְּכָא פְּסַנְתֵּרִין וְכֹל זְנֵי זְמָרָא נָפְלִין כָּל עַמְמַיָּא אֻמַיָּא וְלִשָּׁנַיָּא סָגְדִין לְצֶלֶם דַּהֲבָא דִּי הֲקֵים נְבוּכַדְנֶצַּר מַלְכָּא׃
8 כָּל קֳבֵל דְּנָה בֵּהּ זִמְנָא קְרִבוּ גֻּבְרִין כַּשְׂדָּאִין וְאָכְלִין קַרְצֵיהוֹן׃
9 עֲנוֹ וְאָמְרִין לִנְבוּכַדְנֶצַּר מַלְכָּא מַלְכָּא לְעָלְמִין חֱיִי׃
10 אַנְתָּה מַלְכָּא שָׂמְתָּ טְּעֵם דִּי כָל אֱנָשׁ דִּי יִשְׁמַע קָל קַרְנָא מַשְׁרוֹקִיתָא קַתְרוֹס שַׂבְּכָא פְּסַנְתֵּרִין סוּמְפֹּנְיָה וְכֹל זְנֵי זְמָרָא יִפֵּל וְיִסְגֻּד לְצֶלֶם דַּהֲבָא׃
11 וּמַן דִּי לָא יִפֵּל וְיִסְגֻּד יִתְרְמֵא לְגוֹא אַתּוּן נוּרָא יָקִדְתָּא׃
12 אִיתַי גֻּבְרִין יְהוּדָאיִן דִּי מַנִּיתָ יָתְהוֹן עַל עֲבִידַת מְדִינַת בָּבֶל שַׁדְרַךְ מֵישַׁךְ וַעֲבֵד נְגוֹ גֻּבְרַיָּא אִלֵּךְ לָא שָׂמוּ עֲלָךְ מַלְכָּא טְעֵם לֵאלָהָךְ לָא פָלְחִין וּלְצֶלֶם דַּהֲבָא דִּי הֲקֵימְתָּ לָא סָגְדִין׃
13 בֵּאדַיִן נְבוּכַדְנֶצַּר בִּרְגַז וַחֲמָה אֲמַר לְהַיְתָיָה לְשַׁדְרַךְ מֵישַׁךְ וַעֲבֵד נְגוֹ בֵּאדַיִן גֻּבְרַיָּא אִלֵּךְ הֵיתָיוּ קֳדָם מַלְכָּא׃
14 עָנֵה נְבוּכַדְנֶצַּר וְאָמַר לְהוֹן הַצְדָּא שַׁדְרַךְ מֵישַׁךְ וַעֲבֵד נְגוֹ לֵאלָהַי לָא אִיתֵיכוֹן פָּלְחִין וּלְצֶלֶם דַּהֲבָא דִּי הֲקֵימֶת לָא סָגְדִין׃
15 כְּעַן הֵן אִיתֵיכוֹן עֲתִידִין דִּי בְעִדָּנָא דִּי תִשְׁמְעוּן קָל קַרְנָא מַשְׁרוֹקִיתָא קַתְרוֹס שַׂבְּכָא פְּסַנְתֵּרִין סוּמְפֹּנְיָה וְכֹל זְנֵי זְמָרָא תִּפְּלוּן וְתִסְגְּדוּן לְצַלְמָא דִי עַבְדֵת וְהֵן לָא תִסְגְּדוּן בַּהּ שַׁעֲתָה תִתְרְמוֹן לְגוֹא אַתּוּן נוּרָא יָקִדְתָּא וּמַן הוּא אֱלָהּ דֵּי יְשֵׁיזְבִנְכוֹן מִן יְדָי׃
16 עֲנוֹ שַׁדְרַךְ מֵישַׁךְ וַעֲבֵד נְגוֹ וְאָמְרִין לְמַלְכָּא נְבוּכַדְנֶצַּר לָא חַשְׁחִין אֲנַחְנָה עַל דְּנָה פִּתְגָם לַהֲתָבוּתָךְ׃
17 הֵן אִיתַי אֱלָהַנָא דִי אֲנַחְנָא פָלְחִין יָכִל לְשֵׁיזָבוּתַנָא מִן אַתּוּן נוּרָא יָקִדְתָּא וּמִן יְדָךְ מַלְכָּא יְשֵׁיזִב׃
18 וְהֵן לָא יְדִיעַ לֶהֱוֵא לָךְ מַלְכָּא דִּי לֵאלָהָיִךְ לָא אִיתַנָא פָלְחִין וּלְצֶלֶם דַּהֲבָא דִּי הֲקֵימְתָּ לָא נִסְגֻּד׃
19 בֵּאדַיִן נְבוּכַדְנֶצַּר הִתְמְלִי חֱמָא וּצְלֵם אַנְפּוֹהִי אֶשְׁתַּנִּי עַל שַׁדְרַךְ מֵישַׁךְ וַעֲבֵד נְגוֹ עָנֵה וְאָמַר לְמֵזֵא לְאַתּוּנָא חַד שִׁבְעָה עַל דִּי חֲזֵה לְמֵזְיֵהּ׃
20 וּלְגֻבְרִין גִּבָּרִין דִּי בְחַיְלֵהּ אֲמַר לְכַפָּתָה לְשַׁדְרַךְ מֵישַׁךְ וַעֲבֵד נְגוֹ לְמִרְמֵא לְאַתּוּן נוּרָא יָקִדְתָּא׃
21 בֵּאדַיִן גֻּבְרַיָּא אִלֵּךְ כְּפִתוּ בְּסַרְבָּלֵיהוֹן פַּטִּישֵׁיהוֹן וּכְרָבְלָתְהוֹן וּלְבֻשֵׁיהוֹן וּרְמִיו לְגוֹא אַתּוּן נוּרָא יָקִדְתָּא׃
22 כָּל קֳבֵל דְּנָה מִן דִּי מִלַּת מַלְכָּא מַחְצְפָה וְאַתּוּנָא אֵזֵה יַתִּירָה גֻּבְרַיָּא אִלֵּךְ דִּי הַסִּקוּ לְשַׁדְרַךְ מֵישַׁךְ וַעֲבֵד נְגוֹ קַטִּל הִמּוֹן שְׁבִיבָא דִי נוּרָא׃
23 וְגֻבְרַיָּא אִלֵּךְ תְּלָתֵּהוֹן שַׁדְרַךְ מֵישַׁךְ וַעֲבֵד נְגוֹ נְפַלוּ לְגוֹא אַתּוּן נוּרָא יָקִדְתָּא מְכַפְּתִין׃
24 אֱדַיִן נְבוּכַדְנֶצַּר מַלְכָּא תְּוַהּ וְקָם בְּהִתְבְּהָלָה עָנֵה וְאָמַר לְהַדָּבְרוֹהִי הֲלָא גֻבְרִין תְּלָתָה רְמֵינָא לְגוֹא נוּרָא מְכַפְּתִין עָנַיִן וְאָמְרִין לְמַלְכָּא יַצִּיבָא מַלְכָּא׃
25 עָנֵה וְאָמַר הָא אֲנָה חָזֵה גֻּבְרִין אַרְבָּעָה שְׁרַיִן מַהְלְכִין בְּגוֹא נוּרָא וַחֲבָל לָא אִיתַי בְּהוֹן וְרֵוֵהּ דִּי רְבִיעָאָה דָּמֵה לְבַר אֱלָהִין׃
26 בֵּאדַיִן קְרֵב נְבוּכַדְנֶצַּר לִתְרַע אַתּוּן נוּרָא יָקִדְתָּא עָנֵה וְאָמַר שַׁדְרַךְ מֵישַׁךְ וַעֲבֵד נְגוֹ עַבְדוֹהִי דִי אֱלָהָא עִלָּאָה פֻּקוּ וֶאֱתוֹ בֵּאדַיִן נָפְקִין שַׁדְרַךְ מֵישַׁךְ וַעֲבֵד נְגוֹ מִן גּוֹא נוּרָא׃
27 וּמִתְכַּנְּשִׁין אֲחַשְׁדַּרְפְּנַיָּא סִגְנַיָּא וּפַחֲוָתָא וְהַדָּבְרֵי מַלְכָּא חָזַיִן לְגֻבְרַיָּא אִלֵּךְ דִּי לָא שְׁלֵט נוּרָא בְּגֶשְׁמְהוֹן וּשְׂעַר רֵאשְׁהוֹן לָא הִתְחָרַךְ וְסַרְבָּלֵיהוֹן לָא שְׁנוֹ וְרֵיחַ נוּר לָא עֲדָת בְּהוֹן׃
28 עָנֵה נְבוּכַדְנֶצַּר וְאָמַר בְּרִיךְ אֱלָהֲהוֹן דִּי שַׁדְרַךְ מֵישַׁךְ וַעֲבֵד נְגוֹ דִּי שְׁלַח מַלְאֲכֵהּ וְשֵׁיזִב לְעַבְדוֹהִי דִּי הִתְרְחִצוּ עֲלוֹהִי וּמִלַּת מַלְכָּא שַׁנִּיו וִיהַבוּ גֶשְׁמְהוֹן דִּי לָא יִפְלְחוּן וְלָא יִסְגְּדוּן לְכָל אֱלָהּ לָהֵן לֵאלָהֲהוֹן׃
29 וּמִנִּי שִׂים טְעֵם דִּי כָל עַם אֻמָּה וְלִשָּׁן דִּי יֵאמַר שלה שָׁלוּ עַל אֱלָהֲהוֹן דִּי שַׁדְרַךְ מֵישַׁךְ וַעֲבֵד נְגוֹ יִתְעֲבֵד וְבַיְתֵהּ נְוָלִי יִשְׁתַּוֵּה כָּל קֳבֵל דִּי לָא אִיתַי אֱלָהּ אָחֳרָן דִּי יִכֻּל לְהַצָּלָה כִּדְנָה׃
30 בֵּאדַיִן מַלְכָּא הַצְלַח לְשַׁדְרַךְ מֵישַׁךְ וַעֲבֵד נְגוֹ בִּמְדִינַת בָּבֶל׃
Capítulo 4
El sueño del árbol
LBLA
1 El rey Nabucodonosor a todos los pueblos, naciones y lenguas que moran en toda la tierra: Paz os sea multiplicada.
2 Me ha parecido bien declarar las señales y milagros que el Dios Altísimo ha hecho conmigo.
3 ¡Cuán grandes son sus señales y cuán poderosos sus milagros! Su reino es un reino sempiterno y su dominio de generación en generación.
4 Yo, Nabucodonosor, estaba tranquilo en mi casa y floreciente en mi palacio.
5 Tuve un sueño que me espantó, y las imaginaciones y visiones de mi cabeza me turbaron en mi lecho.
6 Por tanto, di orden de hacer venir delante de mí a todos los sabios de Babilonia, para que me diesen a conocer la interpretación del sueño.
7 Entonces vinieron magos, astrólogos, caldeos y adivinos, y les dije el sueño, pero no me pudieron mostrar su interpretación.
8 Finalmente se presentó delante de mí Daniel, cuyo nombre es Beltsasar, como el nombre de mi dios, y en quien está el espíritu de los dioses santos. Conté delante de él el sueño, diciendo:
9 Beltsasar, jefe de los magos, ya que he entendido que hay en ti espíritu de los dioses santos y que ningún misterio se te resiste, declárame las visiones de mi sueño que he visto, y su interpretación.
10 Estas fueron las visiones de mi cabeza mientras estaba en mi lecho: Me parecía ver en medio de la tierra un árbol, cuya altura era grande.
11 Crecía este árbol y se hacía fuerte, y su copa llegaba hasta el cielo y se le alcanzaba a ver desde todos los confines de la tierra.
12 Su follaje era hermoso y su fruto abundante, y había en él alimento para todos. Debajo de él se ponían a la sombra las bestias del campo, y en sus ramas habitaban las aves del cielo, y de él se alimentaba toda carne.
13 Vi en las visiones de mi cabeza, estando en mi lecho, que he aquí un vigilante y santo descendía del cielo.
14 Clamaba fuertemente y decía así: Derribad el árbol y cortad sus ramas, quitadle el follaje y dispersad su fruto; váyanse las bestias que están debajo de él y las aves de sus ramas.
15 Mas la cepa de sus raíces dejaréis en la tierra, con atadura de hierro y de bronce entre la hierba del campo; sea mojado con el rocío del cielo, y con las bestias sea su parte entre las hierbas de la tierra.
16 Su corazón de hombre sea cambiado, y le sea dado corazón de bestia, y pasen sobre él siete tiempos.
17 La sentencia es por decreto de los vigilantes, y por dicho de los santos la resolución, para que conozcan los vivientes que el Altísimo gobierna el reino de los hombres, y que a quien él quiere lo da, y constituye sobre él al más bajo de los hombres.
18 Yo, el rey Nabucodonosor, he visto este sueño. Tú, pues, Beltsasar, dirás la interpretación de él, porque todos los sabios de mi reino no han podido mostrarme su interpretación; mas tú puedes, porque hay en ti espíritu de los dioses santos.
19 Entonces Daniel, cuyo nombre era Beltsasar, estuvo callando por casi una hora, y sus pensamientos lo turbaron. El rey habló y dijo: Beltsasar, no te turben el sueño ni su interpretación. Beltsasar respondió y dijo: Señor mío, el sueño sea para tus enemigos, y su interpretación para tus adversarios.
20 El árbol que viste, que crecía y se hacía fuerte, cuya copa llegaba hasta el cielo y que se veía desde toda la tierra,
21 cuyo follaje era hermoso y su fruto abundante, y en que había alimento para todos, debajo del cual moraban las bestias del campo y en cuyas ramas habitaban las aves del cielo,
22 tú mismo eres, oh rey, que creciste y te hiciste fuerte, pues tu grandeza ha crecido y ha llegado hasta el cielo, y tu dominio hasta los confines de la tierra.
23 Y en cuanto a lo que vio el rey, un vigilante y santo que descendía del cielo y decía: Derribad el árbol y destruidlo; mas la cepa de sus raíces dejaréis en la tierra, con atadura de hierro y de bronce en la hierba del campo; sea mojado con el rocío del cielo, y con las bestias del campo sea su parte, hasta que pasen sobre él siete tiempos;
24 esta es la interpretación, oh rey, y este es el decreto del Altísimo, que ha venido sobre mi señor el rey:
25 Que te echarán de entre los hombres, y con las bestias del campo será tu morada, y con hierba del campo te alimentarán como a los bueyes, y con el rocío del cielo serás bañado; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que conozcas que el Altísimo gobierna el reino de los hombres, y que lo da a quien él quiere.
26 Y en cuanto a la orden de dejar en la tierra la cepa de las raíces del mismo árbol, significa que tu reino te quedará firme, luego que reconozcas que el cielo gobierna.
27 Por tanto, oh rey, acepta mi consejo: tus pecados redime con justicia, y tus iniquidades haciendo misericordias para con los oprimidos, pues tal vez será eso una prolongación de tu tranquilidad.
28 Todo esto vino sobre el rey Nabucodonosor.
29 Al cabo de doce meses, paseando en el palacio real de Babilonia,
30 habló el rey y dijo: ¿No es ésta la gran Babilonia que yo edifiqué para casa real con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad?
31 Aún estaba la palabra en la boca del rey, cuando una voz vino del cielo: A ti se te dice, rey Nabucodonosor: El reino ha sido quitado de ti;
32 y de entre los hombres te arrojarán, y con las bestias del campo será tu morada, y como a los bueyes te apacentarán; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que conozcas que el Altísimo gobierna el reino de los hombres, y que lo da a quien él quiere.
33 En la misma hora se cumplió la palabra sobre Nabucodonosor, y fue echado de entre los hombres; y comía hierba como los bueyes, y su cuerpo se mojaba con el rocío del cielo, hasta que su pelo creció como plumas de águila, y sus uñas como las de las aves.
34 Mas al fin del tiempo yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo, y mi razón me fue devuelta; y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre, cuyo dominio es sempiterno, y su reino por todas las edades.
35 Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces?
36 En el mismo tiempo mi razón me fue devuelta, y la majestad de mi reino, mi dignidad y mi grandeza volvieron a mí, y mis gobernadores y mis consejeros me buscaron; y fui restablecido en mi reino, y mayor grandeza me fue añadida.
37 Ahora yo Nabucodonosor alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus obras son verdaderas, y sus caminos justos; y él puede humillar a los que andan con soberbia.
WLC
1 נְבוּכַדְנֶצַּר מַלְכָּא לְכָל עַמְמַיָּא אֻמַיָּא וְלִשָּׁנַיָּא דִּי דָארִין בְּכָל אַרְעָא שְׁלָמְכוֹן יִשְׂגֵּא׃
2 אָתַיָּא וְתִמְהַיָּא דִּי עֲבַד עִמִּי אֱלָהָא עִלָּאָה שְׁפַר קָדָמַי לְהַחֲוָיָה׃
3 אָתוֹהִי כְּמָה רַבְרְבִין וְתִמְהוֹהִי כְּמָה תַקִּיפִין מַלְכוּתֵהּ מַלְכוּת עָלַם וְשָׁלְטָנֵהּ עִם דָּר וְדָר׃
4 אֲנָה נְבוּכַדְנֶצַּר שָׁלֵה הֲוֵית בְּבֵיתִי וְרַעְנַן בְּהֵיכְלִי׃
5 חֵלֶם חֲזֵית וִידַחֲלִנַּנִי וְהַרְהֹרִין עַל מִשְׁכְּבִי וְחֶזְוֵי רֵאשִׁי יְבַהֲלֻנַּנִי׃
6 וּמִנִּי שִׂים טְעֵם לְהַנְעָלָה קָדָמַי לְכֹל חַכִּימֵי בָבֶל דִּי פִשְׁרֵהּ יְהוֹדְעֻנַּנִי׃
7 בֵּאדַיִן מְהַחֲוִין חַרְטֻמַיָּא אָשְׁפַיָּא כַּשְׂדָּאיִן גָּזְרַיָּא וְחֶלְמָא אָמַר אֲנָה קֳדָמֵיהוֹן וּפִשְׁרֵהּ לָא מְהוֹדְעִין לִי׃
8 וַעֲדָנָא עַל דָּנִיֵּאל דִּי שְׁמֵהּ בֵּלְטְשַׁאצַּר כְּשֻׁם אֱלָהִי וְרוּחַ אֱלָהִין קַדִּישִׁין בֵּהּ וְחֶלְמָא קָדָמוֹהִי אַמְרֵת׃
9 בֵּלְטְשַׁאצַּר רַב חַרְטֻמַיָּא דִּי אֲנָה יִדְעֵת דִּי רוּחַ אֱלָהִין קַדִּישִׁין בָּךְ וְכָל רָז לָא אָנֵס לָךְ חֶזְוֵי חֶלְמִי דִי חֲזֵית וּפִשְׁרֵהּ אֱמַר׃
10 וְחֶזְוֵי רֵאשִׁי עַל מִשְׁכְּבִי חָזֵה הֲוֵית וַאֲלוּ אִילָן בְּגוֹא אַרְעָא וְרוּמֵהּ שַׂגִּיא׃
11 רְבָה אִילָנָא וּתְקֵף וְרוּמֵהּ יִמְטֵא לִשְׁמַיָּא וַחֲזוֹתֵהּ לְסוֹף כָּל אַרְעָא׃
12 עָפְיֵהּ שַׁפִּיר וְאִנְבֵּהּ שַׂגִּיא וּמָזוֹן לְכֹלָּא בֵהּ תְּחֹתוֹהִי תַּטְלֵל חֵיוַת בָּרָא וּבְעַנְפוֹהִי יִשְׁכְּנָן צִפֲּרֵי שְׁמַיָּא וּמִנֵּהּ יִתְזִין כָּל בִּשְׂרָא׃
13 חָזֵה הֲוֵית בְּחֶזְוֵי רֵאשִׁי עַל מִשְׁכְּבִי וַאֲלוּ עִיר וְקַדִּישׁ מִן שְׁמַיָּא נָחִת׃
14 קָרֵא בְחַיִל וְכֵן אָמַר גֹּדּוּ אִילָנָא וְקַצִּצוּ עַנְפוֹהִי אַתַּרוּ עָפְיֵהּ וּבַדַּרוּ אִנְבֵּהּ תְּנֻד חֵיוְתָא מִן תַּחְתּוֹהִי וְצִפֲּרַיָּא מִן עַנְפוֹהִי׃
15 בְּרַם עִקַּר שָׁרָשׁוֹהִי בְּאַרְעָא שְׁבֻקוּ וּבֶאֱסוּר דִּי פַרְזֶל וּנְחָשׁ בְּדִתְאָא דִּי בָרָא וּבְטַל שְׁמַיָּא יִצְטַבַּע וְעִם חֵיוְתָא חֲלָקֵהּ בַּעֲשַׂב אַרְעָא׃
16 לִבְבֵהּ מִן אֲנָשָׁא יְשַׁנּוֹן וּלֶב חֵיוָה יִתְיְהִב לֵהּ וְשִׁבְעָה עִדָּנִין יַחְלְפוּן עֲלוֹהִי׃
17 בִּגְזֵרַת עִירִין פִּתְגָמָא וּמֵאמַר קַדִּישִׁין שְׁאֵלְתָא עַד דִּבְרַת דִּי יִנְדְּעוּן חַיַּיָּא דִּי שַׁלִּיט עִלָּאָה בְּמַלְכוּת אֲנָשָׁא וּלְמַן דִּי יִצְבֵּא יִתְּנִנַּהּ וּשְׁפַל אֲנָשִׁים יְקִים עֲלֶהָ׃
18 דְּנָה חֶלְמָא חֲזֵית אֲנָה מַלְכָּא נְבוּכַדְנֶצַּר וְאַנְתָּה בֵּלְטְשַׁאצַּר פִּשְׁרֵא אֱמַר כָּל קֳבֵל דִּי כָל חַכִּימֵי מַלְכוּתִי לָא יָכְלִין פִּשְׁרָא לְהוֹדָעוּתַנִי וְאַנְתָּה כָהִיל דִּי רוּחַ אֱלָהִין קַדִּישִׁין בָּךְ׃
19 אֱדַיִן דָּנִיֵּאל דִּי שְׁמֵהּ בֵּלְטְשַׁאצַּר אֶשְׁתּוֹמַם כְּשָׁעָה חֲדָה וְרַעְיוֹנֵהּ יְבַהֲלֻנֵּהּ עָנֵה מַלְכָּא וְאָמַר בֵּלְטְשַׁאצַּר חֶלְמָא וּפִשְׁרֵא אַל יְבַהֲלָךְ עָנֵה בֵּלְטְשַׁאצַּר וְאָמַר מָרִי חֶלְמָא לְשָׂנְאָךְ וּפִשְׁרֵהּ לְעָרָךְ׃
20 אִילָנָא דִּי חֲזַיְתָ דִּי רְבָה וּתְקֵף וְרוּמֵהּ יִמְטֵא לִשְׁמַיָּא וַחֲזוֹתֵהּ לְכָל אַרְעָא׃
21 וְעָפְיֵהּ שַׁפִּיר וְאִנְבֵּהּ שַׂגִּיא וּמָזוֹן לְכֹלָּא בֵהּ תְּחֹתוֹהִי תְּדוּר חֵיוַת בָּרָא וּבְעַנְפוֹהִי יִשְׁכְּנָן צִפֲּרֵי שְׁמַיָּא׃
22 אַנְתְּ הוּא מַלְכָּא דִּי רְבַית וּתְקֵפְתְּ וּרְבוּתָךְ רְבָת וּמְטָת לִשְׁמַיָּא וְשָׁלְטָנָךְ לְסוֹף אַרְעָא׃
23 וְדִי חֲזָה מַלְכָּא עִיר וְקַדִּישׁ נָחִת מִן שְׁמַיָּא וְאָמַר גֹּדּוּ אִילָנָא וְחַבְּלוּהִי בְּרַם עִקַּר שָׁרָשׁוֹהִי בְּאַרְעָא שְׁבֻקוּ וּבֶאֱסוּר דִּי פַרְזֶל וּנְחָשׁ בְּדִתְאָא דִּי בָרָא וּבְטַל שְׁמַיָּא יִצְטַבַּע וְעִם חֵיוַת בָּרָא חֲלָקֵהּ עַד דִּי שִׁבְעָה עִדָּנִין יַחְלְפוּן עֲלוֹהִי׃
24 דְּנָה פִשְׁרָא מַלְכָּא וּגְזֵרַת עִלָּאָה הִיא דִּי מְטָת עַל מָרִי מַלְכָּא׃
25 וְלָךְ טָרְדִין מִן אֲנָשָׁא וְעִם חֵיוַת בָּרָא מְדֹרָךְ וְעִשְׂבָּא כְתוֹרִין לָךְ יְטַעֲמוּן וּמִטַּל שְׁמַיָּא לָךְ מְצַבְּעִין וְשִׁבְעָה עִדָּנִין יַחְלְפוּן עֲלָךְ עַד דִּי תִנְדַּע דִּי שַׁלִּיט עִלָּאָה בְּמַלְכוּת אֲנָשָׁא וּלְמַן דִּי יִצְבֵּא יִתְּנִנַּהּ׃
26 וְדִי אֲמַרוּ לְמִשְׁבַּק עִקַּר שָׁרָשׁוֹהִי דִּי אִילָנָא מַלְכוּתָךְ לָךְ קַיָּמָה מִן דִּי תִנְדַּע דִּי שַׁלִּטִן שְׁמַיָּא׃
27 לָהֵן מַלְכָּא מִלְכִּי יִשְׁפַּר עֲלָךְ וַחֲטָאָךְ בְּצִדְקָה פְרֻק וַעֲוָיָתָךְ בְּמִחַן עֲנָיִן הֵן תֶּהֱוֵא אַרְכָה לִשְׁלֵוְתָךְ׃
28 כֹּלָּא מְּטָא עַל נְבוּכַדְנֶצַּר מַלְכָּא׃
29 לִקְצָת יַרְחִין תְּרֵי עֲשַׂר עַל הֵיכַל מַלְכוּתָא דִּי בָבֶל מְהַלֵּךְ הֲוָה׃
30 עָנֵה מַלְכָּא וְאָמַר הֲלָא דָא בָבֶל רַבְּתָא דִּי אֲנָה בֱנַיְתַהּ לְבֵית מַלְכוּ בִּתְקַף חִסְנִי וְלִיקָר הַדְרִי׃
31 עוֹד מִלְּתָא בְּפֻם מַלְכָּא קָל מִן שְׁמַיָּא נְפַל לָךְ אָמְרִין נְבוּכַדְנֶצַּר מַלְכָּא מַלְכוּתָה עֲדָת מִנָּךְ׃
32 וּמִן אֲנָשָׁא לָךְ טָרְדִין וְעִם חֵיוַת בָּרָא מְדֹרָךְ עִשְׂבָּא כְתוֹרִין לָךְ יְטַעֲמוּן וְשִׁבְעָה עִדָּנִין יַחְלְפוּן עֲלָךְ עַד דִּי תִנְדַּע דִּי שַׁלִּיט עִלָּאָה בְּמַלְכוּת אֲנָשָׁא וּלְמַן דִּי יִצְבֵּא יִתְּנִנַּהּ׃
33 בַּהּ שַׁעֲתָא מִלְּתָא סָפַת עַל נְבוּכַדְנֶצַּר וּמִן אֲנָשָׁא טְרִיד וְעִשְׂבָּא כְתוֹרִין יֵאכֻל וּמִטַּל שְׁמַיָּא גִּשְׁמֵהּ יִצְטַבַּע עַד דִּי שַׂעְרֵהּ כְּנִשְׁרִין רְבָה וְטִפְרוֹהִי כְצִפֲּרִין׃
34 וְלִקְצָת יוֹמַיָּה אֲנָה נְבוּכַדְנֶצַּר עַיְנַי לִשְׁמַיָּא נִטְלֵת וּמַנְדְּעִי עֲלַי יְתוּב וּלְעִלָּאָה בָּרְכֵת וּלְחַי עָלְמָא שַׁבְּחֵת וְהַדְּרֵת דִּי שָׁלְטָנֵהּ שָׁלְטָן עָלַם וּמַלְכוּתֵהּ עִם דָּר וְדָר׃
35 וְכָל דָּיְרֵי אַרְעָא כְּלָה חֲשִׁיבִין וּכְמִצְבְּיֵהּ עָבֵד בְּחֵיל שְׁמַיָּא וְדַיְרֵי אַרְעָא וְלָא אִיתַי דִּי יְמַחֵא בִידֵהּ וְיֵאמַר לֵהּ מָה עֲבַדְתְּ׃
36 בֵּהּ זִמְנָא מַנְדְּעִי יְתוּב עֲלַי וְלִיקַר מַלְכוּתִי הַדְרִי וְזִוִי יְתוּב עֲלַי וְלִי הַדָּבְרַי וְרַבְרְבָנַי יְבַעוֹן וְעַל מַלְכוּתִי הָתְקְנַת וּרְבוּ יַתִּירָה הוּסְפַת לִי׃
37 כְּעַן אֲנָה נְבוּכַדְנֶצַּר מְשַׁבַּח וּמְרוֹמֵם וּמְהַדַּר לְמֶלֶךְ שְׁמַיָּא דִּי כָל מַעֲבָדוֹהִי קְשֹׁט וְאֹרְחָתֵהּ דִּין וְדִי מַהְלְכִין בְּגֵוָה יָכִל לְהַשְׁפָּלָה׃
Capítulo 5
La escritura en la pared
LBLA
1 El rey Belsasar dio un gran banquete para mil de sus nobles, y en presencia de los mil se puso a beber vino.
2 Cuando Belsasar probó el vino, mandó traer los vasos de oro y de plata que su padre Nabucodonosor había tomado del templo de Jerusalén, para que bebieran en ellos el rey y sus nobles, sus mujeres y sus concubinas.
3 Entonces trajeron los vasos de oro que habían sido tomados del templo de la casa de Dios que estaba en Jerusalén, y en ellos bebieron el rey y sus nobles, sus mujeres y sus concubinas.
4 Bebieron vino y alabaron a los dioses de oro y plata, de bronce, hierro, madera y piedra.
5 En aquel mismo momento aparecieron unos dedos de mano humana que escribían frente al candelabro en la cal del muro del palacio real, y el rey vio el dorso de la mano que escribía.
6 Entonces el rostro del rey palideció y sus pensamientos lo turbaron, se debilitaron las articulaciones de sus caderas y sus rodillas comenzaron a chocar una contra otra.
7 El rey gritó en alta voz que hicieran venir a los encantadores, a los caldeos y a los adivinos. Habló el rey y dijo a los sabios de Babilonia: Cualquiera que lea esta inscripción y me declare su interpretación, será vestido de púrpura, llevará un collar de oro en su cuello y tendrá autoridad como tercero en el reino.
8 Entonces entraron todos los sabios del rey, pero no pudieron leer la inscripción ni declarar al rey su interpretación.
9 El rey Belsasar se turbó entonces en gran manera, su rostro palideció aún más y sus nobles estaban perplejos.
10 La reina, enterada de las palabras del rey y de sus nobles, entró en la sala del banquete. La reina habló y dijo: ¡Oh rey, vive para siempre! No te turben tus pensamientos ni palidezca tu rostro.
11 En tu reino hay un hombre en quien mora el espíritu de los dioses santos, y en los días de tu padre se halló en él luz, inteligencia y sabiduría como la sabiduría de los dioses. Tu padre, el rey Nabucodonosor, lo nombró jefe de los magos, encantadores, caldeos y adivinos,
12 por cuanto se halló en él un espíritu extraordinario, conocimiento e inteligencia, interpretación de sueños, explicación de enigmas y solución de problemas difíciles, es decir, en Daniel, a quien el rey puso por nombre Beltsasar. Que sea llamado Daniel, y él te declarará la interpretación.
13 Entonces Daniel fue llevado ante el rey. Habló el rey y dijo a Daniel: ¿Eres tú Daniel, uno de los exiliados de Judá, que mi padre el rey trajo de Judá?
14 He oído de ti que el espíritu de los dioses está en ti, y que en ti se hallan luz, inteligencia y extraordinaria sabiduría.
15 Ahora bien, los sabios y los encantadores han sido traídos ante mí para que leyeran esta inscripción y me dieran a conocer su interpretación, pero no han podido declarar la interpretación del asunto.
16 Pero yo he oído de ti que puedes dar interpretaciones y resolver problemas difíciles. Ahora bien, si puedes leer la inscripción y darme a conocer su interpretación, serás vestido de púrpura, llevarás un collar de oro en tu cuello y tendrás autoridad como tercero en el reino.
17 Entonces Daniel respondió y dijo delante del rey: Mantén tus regalos para ti, o da tus recompensas a otro. Sin embargo, leeré la inscripción al rey y le daré a conocer la interpretación.
18 Oh rey, el Dios Altísimo dio a tu padre Nabucodonosor reino, grandeza, gloria y majestad.
19 Y por la grandeza que le dio, todos los pueblos, naciones y lenguas temblaban y temían delante de él. A quien quería mataba y a quien quería dejaba vivo. A quien quería enaltecía y a quien quería humillaba.
20 Pero cuando su corazón se enalteció y su espíritu se endureció en su orgullo, fue depuesto de su trono real y su gloria le fue quitada.
21 Fue echado de entre los hijos de los hombres, su corazón fue hecho semejante al de las bestias y con los asnos monteses tuvo su morada. Se le dio a comer hierba como a los bueyes, y su cuerpo fue mojado con el rocío del cielo, hasta que reconoció que el Dios Altísimo domina sobre el reino de los hombres y que pone sobre él al que le place.
22 Pero tú, su hijo Belsasar, no has humillado tu corazón, aunque sabías todo esto,
23 sino que te has ensalzado contra el Señor del cielo; y han traído delante de ti los vasos de su templo, y tú y tus nobles, tus mujeres y tus concubinas, habéis estado bebiendo vino en ellos; además, has alabado a los dioses de plata y oro, de bronce, hierro, madera y piedra, que no ven, ni oyen, ni entienden; pero al Dios en cuya mano está tu vida y todos tus caminos, no le has glorificado.
24 Entonces de su presencia fue enviado el dorso de la mano que inscribió esta escritura.
25 Y esta es la escritura que fue inscrita: MENE, MENE, TEKEL, UFARSIN.
26 Esta es la interpretación del mensaje: MENE: Dios ha contado tu reino y le ha puesto fin.
27 TEKEL: has sido pesado en la balanza y hallado falto de peso.
28 PERES: tu reino ha sido dividido y dado a los medos y persas.
29 Entonces Belsasar dio orden, y vistieron a Daniel de púrpura, le pusieron un collar de oro en el cuello y proclamaron que tendría autoridad como tercero en el reino.
30 Aquella misma noche Belsasar, rey de los caldeos, fue muerto,
31 y Darío el medo recibió el reino a la edad de sesenta y dos años.
WLC
1 בֵּלְשַׁאצַּר מַלְכָּא עֲבַד לְחֶם רַב לְרַבְרְבָנוֹהִי אֲלַף וְלָקֳבֵל אֲלַף חַמְרָא שָׁתֵה׃
2 בֵּלְשַׁאצַּר אֲמַר בִּטְעֵם חַמְרָא לְהַיְתָיָה לְמָאנֵי דַּהֲבָא וְכַסְפָּא דִּי הַנְפֵּק נְבוּכַדְנֶצַּר אֲבוּהִי מִן הֵיכְלָא דִּי בִירוּשְׁלֶם וְיִשְׁתּוֹן בְּהוֹן מַלְכָּא וְרַבְרְבָנוֹהִי שֵׁגְלָתֵהּ וּלְחֵנָתֵהּ׃
3 בֵּאדַיִן הַיְתִיו מָאנֵי דַהֲבָא דִּי הַנְפִּקוּ מִן הֵיכְלָא דִּי בֵית אֱלָהָא דִּי בִירוּשְׁלֶם וְאִשְׁתִּיו בְּהוֹן מַלְכָּא וְרַבְרְבָנוֹהִי שֵׁגְלָתֵהּ וּלְחֵנָתֵהּ׃
4 אִשְׁתִּיו חַמְרָא וְשַׁבַּחוּ לֵאלָהֵי דַּהֲבָא וְכַסְפָּא נְחָשָׁא פַרְזְלָא אָעָא וְאַבְנָא׃
5 בַּהּ שַׁעֲתָא נְפַקוּ אֶצְבְּעָן דִּי יַד אֱנָשׁ וְכָתְבָן לָקֳבֵל נֶבְרַשְׁתָּא עַל גִּירָא דִּי כְתַל הֵיכְלָא דִּי מַלְכָּא וּמַלְכָּא חָזֵה פַּס יְדָה דִּי כָתְבָה׃
6 אֱדַיִן מַלְכָּא זִיוֹהִי שְׁנוֹהִי וְרַעְיוֹנֹהִי יְבַהֲלוּנֵּהּ וְקִטְרֵי חַרְצֵהּ מִשְׁתָּרַיִן וְאַרְכֻבָּתֵהּ דָּא לְדָא נָקְשָׁן׃
7 קָרֵא מַלְכָּא בְּחַיִל לְהֶעָלָה לְאָשְׁפַיָּא כַּשְׂדָּאֵי וְגָזְרַיָּא עָנֵה מַלְכָּא וְאָמַר לְחַכִּימֵי בָבֶל דִּי כָל אֱנָשׁ דִּי יִקְרֵה כְּתָבָה דְנָה וּפִשְׁרֵהּ יְחַוִּנַּנִי אַרְגְּוָנָא יִלְבַּשׁ וְהַמּוֹנִיכָא דִי דַהֲבָא עַל צַוְּארֵהּ וְתַלְתִּי בְמַלְכוּתָא יִשְׁלַט׃
8 אֱדַיִן עָלִּין כֹּל חַכִּימֵי מַלְכָּא וְלָא כָהֲלִין כְּתָבָא לְמִקְרֵה וּפִשְׁרָא לְהוֹדָעָה לְמַלְכָּא׃
9 אֱדַיִן מַלְכָּא בֵּלְשַׁאצַּר שַׂגִּיא מִתְבָּהַל וְזִיוֹהִי שָׁנַיִן עֲלוֹהִי וְרַבְרְבָנוֹהִי מִשְׁתַּבְּשִׁין׃
10 מַלְכְּתָא לָקֳבֵל מִלֵּי מַלְכָּא וְרַבְרְבָנוֹהִי לְבֵית מִשְׁתְּיָא עַלֲלַת עֲנָת מַלְכְּתָא וַאֲמֶרֶת מַלְכָּא לְעָלְמִין חֱיִי אַל יְבַהֲלוּךְ רַעְיוֹנָךְ וְזִיוָךְ אַל יִשְׁתַּנּוֹ׃
11 אִיתַי גְּבַר בְּמַלְכוּתָךְ דִּי רוּחַ אֱלָהִין קַדִּישִׁין בֵּהּ וּבִימֵי אֲבוּךְ נַהִירוּ וְשָׂכְלְתָנוּ וְחָכְמָה כְּחָכְמַת אֱלָהִין הִשְׁתְּכַחַת בֵּהּ וּמַלְכָּא נְבוּכַדְנֶצַּר אֲבוּךְ רַב חַרְטֻמִּין אָשְׁפִין כַּשְׂדָּאִין גָּזְרִין הֲקִימֵהּ אֲבוּךְ מַלְכָּא׃
12 כָּל קֳבֵל דִּי רוּחַ יַתִּירָה וּמַנְדַּע וְשָׂכְלְתָנוּ מְפַשַּׁר חֶלְמִין וַאַֽחֲוָיַת אֲחִידָן וּמְשָׁרֵא קִטְרִין הִשְׁתְּכַחַת בֵּהּ בְּדָנִיֵּאל דִּי מַלְכָּא שָׂם שְׁמֵהּ בֵּלְטְשַׁאצַּר כְּעַן דָּנִיֵּאל יִתְקְרֵי וּפִשְׁרָה יְהַחֲוֵה׃
13 בֵּאדַיִן דָּנִיֵּאל הֻעַל קֳדָם מַלְכָּא עָנֵה מַלְכָּא וְאָמַר לְדָנִיֵּאל אַנְתְּ הוּא דָנִיֵּאל דִּי מִן בְּנֵי גָלוּתָא דִּי יְהוּד דִּי הַיְתִי מַלְכָּא אַבִי מִן יְהוּד׃
14 וְשִׁמְעֵת עֲלָךְ דִּי רוּחַ אֱלָהִין בָּךְ וְנַהִירוּ וְשָׂכְלְתָנוּ וְחָכְמָה יַתִּירָה הִשְׁתְּכַחַת בָּךְ׃
15 וּכְעַן הֻעַלּוּ קָדָמַי חַכִּימַיָּא אָשְׁפַיָּא דִּי כְתָבָה דְנָה יִקְרוֹן וּפִשְׁרֵהּ לְהוֹדָעֻתַנִי וְלָא כָהֲלִין פְּשַׁר מִלְּתָא לְהַחֲוָיָה׃
16 וַאֲנָה שִׁמְעֵת עֲלָךְ דִּי תוכל תִיכּוּל פִּשְׁרִין לְמִפְשַׁר וְקִטְרִין לְמִשְׁרֵא כְּעַן הֵן תוכל כְּתָבָא לְמִקְרֵה וּפִשְׁרֵהּ לְהוֹדָעֻתַנִי אַרְגְּוָנָא תִלְבַּשׁ וְהַמּוֹנִיכָא דִי דַהֲבָא עַל צַוְּארָךְ וְתַלְתָּא בְמַלְכוּתָא תִּשְׁלַט׃
17 בֵּאדַיִן עָנֵה דָנִיֵּאל וְאָמַר קֳדָם מַלְכָּא מַתְּנָתָךְ לָךְ לֶהֱוִיָן וּנְבָזְבְּיָתָךְ לְאָחֳרָן הַב בְּרַם כְּתָבָא אֶקְרֵה לְמַלְכָּא וּפִשְׁרָא אֲהוֹדְעִנֵּהּ׃
18 אַנְתָּה מַלְכָּא אֱלָהָא עִלָּאָה מַלְכוּתָא וּרְבוּתָא וִיקָרָא וְהַדְרָה יְהַב לִנְבוּכַדְנֶצַּר אֲבוּךְ׃
19 וּמִן רְבוּתָא דִּי יְהַב לֵהּ כֹּל עַמְמַיָּא אֻמַיָּא וְלִשָּׁנַיָּא הֲווֹ זָיְעִין וְדָחֲלִין מִן קֳדָמוֹהִי דִּי הֲוָה צָבֵא הֲוָא קָטֵל וְדִי הֲוָה צָבֵא הֲוָה מַחֵא וְדִי הֲוָה צָבֵא הֲוָה מָרִים וְדִי הֲוָה צָבֵא הֲוָה מַשְׁפִּיל׃
20 וּכְדִי רִם לִבְבֵהּ וְרוּחֵהּ תִּקְפַת לַהֲזָדָה הָנְחַת מִן כָּרְסֵא מַלְכוּתֵהּ וִיקָרָה הֶעְדִּיוּ מִנֵּהּ׃
21 וּמִן בְּנֵי אֲנָשָׁא טְרִיד וְלִבְבֵהּ עִם חֵיוְתָא שְׁוִי וְעִם עֲרָדַיָּא מְדוֹרֵהּ עִשְׂבָּא כְתוֹרִין יְטַעֲמוּנֵּהּ וּמִטַּל שְׁמַיָּא גִּשְׁמֵהּ יִצְטַבַּע עַד דִּי יְדַע דִּי שַׁלִּיט אֱלָהָא עִלָּאָה בְּמַלְכוּת אֲנָשָׁא וּלְמַן דִּי יִצְבֵּא יְהָקֵים עֲלֶיהָ׃
22 וְאַנְתָּה בְּרֵהּ בֵּלְשַׁאצַּר לָא הַשְׁפֵּלְתְּ לִבְבָךְ כָּל קֳבֵל דִּי כָל דְּנָה יְדַעְתָּ׃
23 וְעַל מָרָא דִּי שְׁמַיָּא הִתְרוֹמַמְתָּ וּלְמָאנַיָּא דִי בַיְתֵהּ הַיְתִיו קָדָמָךְ וְאַנְתָּה וְרַבְרְבָנָךְ שֵׁגְלָתָךְ וּלְחֵנָתָךְ חַמְרָא שָׁתַיִן בְּהוֹן וְלֵאלָהֵי כַסְפָּא וְדַהֲבָא נְחָשָׁא פַרְזְלָא אָעָא וְאַבְנָא דִּי לָא חָזַיִן וְלָא שָׁמְעִין וְלָא יָדְעִין שַׁבַּחְתָּ וְלֵאלָהָא דִּי נִשְׁמְתָךְ בִּידֵהּ וְכָל אֹרְחָתָךְ לֵהּ לָא הַדַּרְתָּ׃
24 בֵּאדַיִן מִן קֳדָמוֹהִי שְׁלִיחַ פַּסָּא דִי יְדָה דִּי כְתָבָה דְנָה רְשִׁימָה׃
25 וּדְנָה כְּתָבָא דִּי רְשִׁים מְנֵא מְנֵא תְּקֵל וּפַרְסִין׃
26 דְּנָה פְּשַׁר מִלְּתָא מְנֵא מְנָה אֱלָהָא מַלְכוּתָךְ וְהַשְׁלְמַהּ׃
27 תְּקֵל תְּקִילְתָּה בְמֹאזַנְיָא וְהִשְׁתְּכַחַתְּ חַסִּיר׃
28 פְּרֵס פְּרִיסַת מַלְכוּתָךְ וִיהִיבַת לְמָדַי וּפָרָס׃
29 בֵּאדַיִן אֲמַר בֵּלְשַׁאצַּר וְהַלְבִּישׁוּ לְדָנִיֵּאל אַרְגְּוָנָא וְהַמּוֹנִיכָא דִי דַהֲבָא עַל צַוְּארֵהּ וְהַכְרִזוּ עֲלוֹהִי דִּי לֶהֱוֵא שַׁלִּיט תַּלְתָּא בְּמַלְכוּתָא׃
30 בֵּהּ בְּלֵילְיָא קְטִיל בֵּלְשַׁאצַּר מַלְכָּא כשדיא כַשְׂדָּאָה׃
31 וְדָרְיָוֶשׁ מָדָיָא קַבֵּל מַלְכוּתָא כְּבַר שְׁנִין שִׁתִּין וְתַרְתֵּין׃
Capítulo 6
Daniel en el foso de los leones
LBLA
1 Pareció bien a Darío constituir sobre el reino ciento veinte sátrapas que gobernasen en todo el reino,
2 y sobre ellos tres ministros (de los cuales Daniel era uno), a quienes estos sátrapas rindiesen cuenta, para que el rey no fuese perjudicado.
3 Pero Daniel mismo sobresalía entre los ministros y los sátrapas porque había en él un espíritu superior, y el rey pensó en ponerlo sobre todo el reino.
4 Entonces los ministros y los sátrapas buscaban hallar motivo de acusación contra Daniel en lo relacionado con el reino, pero no podían hallar motivo alguno de acusación o corrupción, porque él era fiel, y ningún vicio ni corrupción fueron hallados en él.
5 Entonces estos hombres dijeron: No hallaremos contra este Daniel motivo de acusación, a menos que lo hallemos contra él en relación con la ley de su Dios.
6 Entonces estos ministros y sátrapas se agolparon delante del rey, y le dijeron así: ¡Oh rey Darío, vive para siempre!
7 Todos los ministros del reino, los prefectos y sátrapas, los consejeros y gobernadores, han acordado por consejo que el rey promulgue un edicto y lo confirme con un juramento, que cualquiera que en el espacio de treinta días haga petición a cualquier dios u hombre fuera de ti, oh rey, sea echado al foso de los leones.
8 Ahora pues, oh rey, confirma el edicto y fírmalo, para que no sea cambiado, conforme a la ley de Media y de Persia, que no puede ser revocada.
9 Por tanto, el rey Darío firmó el edicto y la prohibición.
10 Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa (las ventanas de su habitación estaban abiertas hacia Jerusalén), y como lo solía hacer antes, continuó arrodillándose tres veces al día, orando y dando gracias delante de su Dios.
11 Entonces estos hombres se agolparon, y hallaron a Daniel orando y suplicando delante de su Dios.
12 Fueron entonces ante el rey y le hablaron del edicto real: ¿No has firmado un edicto que cualquiera que en el espacio de treinta días haga petición a cualquier dios u hombre fuera de ti, oh rey, sea echado al foso de los leones? El rey respondió y dijo: El asunto es cierto, conforme a la ley de Media y de Persia, que no puede ser revocada.
13 Entonces respondieron y dijeron delante del rey: Daniel, que es uno de los exiliados de Judá, no te hace caso, oh rey, ni al edicto que has firmado, sino que tres veces al día hace su petición.
14 Al oír el rey estas palabras, se afligió mucho y se propuso salvar a Daniel; y hasta la puesta del sol estuvo buscando la manera de librarlo.
15 Entonces estos hombres se agolparon ante el rey, y le dijeron al rey: Sabe, oh rey, que es ley de Media y de Persia que ningún edicto u ordenanza que el rey establezca puede ser revocada.
16 Entonces el rey dio orden, y trajeron a Daniel y lo echaron al foso de los leones. El rey habló y dijo a Daniel: Tu Dios, a quien sirves con perseverancia, él te libre.
17 Una piedra fue traída y puesta sobre la abertura del foso, y el rey la selló con su anillo y con el anillo de sus nobles, para que el acuerdo acerca de Daniel no se cambiase.
18 Entonces el rey se fue a su palacio y pasó la noche en ayuno, y no fueron traídos instrumentos de música delante de él, y se le fue el sueño.
19 El rey se levantó al amanecer, al rayar el alba, y fue apresuradamente al foso de los leones.
20 Cuando se acercó al foso, llamó a Daniel con voz triste. El rey habló y dijo a Daniel: Daniel, siervo del Dios viviente, tu Dios, a quien sirves con perseverancia, ¿te ha podido librar de los leones?
21 Entonces Daniel habló con el rey: ¡Oh rey, vive para siempre!
22 Mi Dios envió su ángel y cerró la boca de los leones, y no me han hecho daño, porque he sido hallado inocente delante de él; y también delante de ti, oh rey, no he hecho nada malo.
23 Entonces el rey se alegró en gran manera a causa de él, y mandó sacar a Daniel del foso. Daniel fue sacado del foso, y ninguna lesión se halló en él, porque había confiado en su Dios.
24 El rey dio orden, y trajeron a aquellos hombres que habían acusado a Daniel, y los echaron al foso de los leones, a ellos, a sus hijos y a sus mujeres; y aún no habían llegado al fondo del foso, cuando los leones se apoderaron de ellos y quebrantaron todos sus huesos.
25 Entonces el rey Darío escribió a todos los pueblos, naciones y lenguas que habitan en toda la tierra: Paz os sea multiplicada.
26 De parte mía es promulgada la orden de que en todo el dominio de mi reino todos teman y tiemblen ante el Dios de Daniel; porque él es el Dios viviente y permanece para siempre. Su reino no será destruido, y su dominio durará hasta el fin.
27 El salva y libra, hace señales y maravillas en el cielo y en la tierra; él ha librado a Daniel del poder de los leones.
28 Este Daniel prosperó durante el reinado de Darío y durante el reinado de Ciro el persa.
WLC
1 וְדָרְיָוֶשׁ מָדָיָא קַבֵּל מַלְכוּתָא כְּבַר שְׁנִין שִׁתִּין וְתַרְתֵּין׃
2 שְׁפַר קֳדָם דָּרְיָוֶשׁ וַהֲקִים עַל מַלְכוּתָא לַאֲחַשְׁדַּרְפְּנַיָּא מְאָה וְעֶשְׂרִין דִּי לֶהֱוֹן בְּכָל מַלְכוּתָא׃
3 וְעֵלָּא מִנְּהוֹן סָרְכִין תְּלָתָא דִּי דָנִיֵּאל חַד מִנְּהוֹן דִּי לֶהֱוֹן אֲחַשְׁדַּרְפְּנַיָּא אִלֵּין יָהֲבִין לְהוֹן טַעְמָא וּמַלְכָּא לָא לֶהֱוֵא נָזִק׃
4 אֱדַיִן דָּנִיֵּאל דְּנָה הֲוָא מִתְנַצַּח עַל סָרְכַיָּא וַאֲחַשְׁדַּרְפְּנַיָּא כָּל קֳבֵל דִּי רוּחַ יַתִּירָא בֵּהּ וּמַלְכָּא עֲשִׁית לַהֲקָמוּתֵהּ עַל כָּל מַלְכוּתָא׃
5 אֱדַיִן סָרְכַיָּא וַאֲחַשְׁדַּרְפְּנַיָּא הֲווֹ בָעַיִן עִלָּה לְהַשְׁכָּחָה לְדָנִיֵּאל מִצַּד מַלְכוּתָא וְכָל עִלָּה וּשְׁחִיתָה לָא יָכְלִין לְהַשְׁכָּחָה כָּל קֳבֵל דִּי מְהֵימַן הוּא וְכָל שָׁלוּ וּשְׁחִיתָה לָא הִשְׁתְּכַחַת עֲלוֹהִי׃
6 אֱדַיִן גֻּבְרַיָּא אִלֵּךְ אֲמַרוּ דִּי לָא נְהַשְׁכַּח לְדָנִיֵּאל דְּנָה כָּל עִלָּה לָהֵן הַשְׁכַּחְנָה עֲלוֹהִי בְּדָת אֱלָהֵהּ׃
7 אֱדַיִן סָרְכַיָּא וַאֲחַשְׁדַּרְפְּנַיָּא אִלֵּן הַרְגִּשׁוּ עַל מַלְכָּא וְכֵן אָמְרִין לֵהּ דָּרְיָוֶשׁ מַלְכָּא לְעָלְמִין חֱיִי׃
8 אִיתַיְעַטוּ כֹּל סָרְכֵי מַלְכוּתָא סִגְנַיָּא וַאֲחַשְׁדַּרְפְּנַיָּא הַדָּבְרַיָּא וּפַחֲוָתָא לְקַיָּמָה קְיָם מַלְכָּא וּלְתַקָּפָה אֱסָר דִּי כָל דִּי יִבְעֵה בָעוּ מִן כָּל אֱלָהּ וֶאֱנָשׁ עַד יוֹמִין תְּלָתִין לָהֵן מִנָּךְ מַלְכָּא יִתְרְמֵא לְגֹב אַרְיָוָתָא׃
9 כְּעַן מַלְכָּא תְּקִים אֱסָרָא וְתִרְשֻׁם כְּתָבָא דִּי לָא לְהַשְׁנָיָה כְּדָת מָדַי וּפָרַס דִּי לָא תֶעְדֵּא׃
10 כָּל קֳבֵל דְּנָה מַלְכָּא דָּרְיָוֶשׁ רְשַׁם כְּתָבָא וֶאֱסָרָא׃
11 וְדָנִיֵּאל כְּדִי יְדַע דִּי רְשִׁים כְּתָבָא עַל לְבַיְתֵהּ וְכַוִּין פְּתִיחָן לֵהּ בְּעִלִּיתֵהּ נֶגֶד יְרוּשְׁלֶם וְזִמְנִין תְּלָתָה בְיוֹמָא הוּא בָּרֵךְ עַל בִּרְכוֹהִי וּמְצַלֵּא וּמוֹדֵא קֳדָם אֱלָהֵהּ כָּל קֳבֵל דִּי הֲוָא עָבֵד מִן קַדְמַת דְּנָה׃
12 אֱדַיִן גֻּבְרַיָּא אִלֵּךְ הַרְגִּשׁוּ וְהַשְׁכַּחוּ לְדָנִיֵּאל בָּעֵא וּמִתְחַנֵּן קֳדָם אֱלָהֵהּ׃
13 בֵּאדַיִן קְרִיבוּ וְאָמְרִין קֳדָם מַלְכָּא עַל אֱסָר מַלְכָּא הֲלָא אֱסָר רְשַׁמְתָּ דִּי כָל אֱנָשׁ דִּי יִבְעֵה מִן כָּל אֱלָהּ וֶאֱנָשׁ עַד יוֹמִין תְּלָתִין לָהֵן מִנָּךְ מַלְכָּא יִתְרְמֵא לְגוֹב אַרְיָוָתָא עָנֵה מַלְכָּא וְאָמַר יַצִּיבָא מִלְּתָא כְּדָת מָדַי וּפָרַס דִּי לָא תֶעְדֵּא׃
14 בֵּאדַיִן עֲנוֹ וְאָמְרִין קֳדָם מַלְכָּא דִּי דָנִיֵּאל דִּי מִן בְּנֵי גָלוּתָא דִּי יְהוּד לָא שָׂם עֲלַיִךְ מַלְכָּא טְעֵם וְעַל אֱסָרָא דִּי רְשַׁמְתָּ וְזִמְנִין תְּלָתָה בְּיוֹמָא בָּעֵא בָּעוּתֵהּ׃
15 אֱדַיִן מַלְכָּא כְּדִי מִלְּתָא שְׁמַע שַׂגִּיא בְּאֵשׁ עֲלוֹהִי וְעַל דָּנִיֵּאל שָׂם בָּל לְשֵׁיזָבוּתֵהּ וְעַד מַעֲלֵה שִׁמְשָׁא הֲוָא מִשְׁתַּדַּר לְהַצָּלוּתֵהּ׃
16 בֵּאדַיִן גֻּבְרַיָּא אִלֵּךְ הַרְגִּשׁוּ עַל מַלְכָּא וְאָמְרִין לְמַלְכָּא דַּע מַלְכָּא דִּי דָת לְמָדַי וּפָרַס דִּי כָל אֱסָר וּקְיָם דִּי מַלְכָּא יְהָקֵים לָא לְהַשְׁנָיָה׃
17 בֵּאדַיִן מַלְכָּא אֲמַר וְהַיְתִיו לְדָנִיֵּאל וּרְמוֹ לְגֻבָּא דִּי אַרְיָוָתָא עָנֵה מַלְכָּא וְאָמַר לְדָנִיֵּאל אֱלָהָךְ דִּי אַנְתָּה פָּלַח לֵהּ בִּתְדִירָא הוּא יְשֵׁיזְבִנָּךְ׃
18 וְהֵיתָיִת אֶבֶן חֲדָה וְשֻׂמַת עַל פֻּם גֻּבָּא וְחַתְמַהּ מַלְכָּא בְּעִזְקְתֵהּ וּבְעִזְקָת רַבְרְבָנוֹהִי דִּי לָא תִשְׁנֵא צְבוּ בְּדָנִיֵּאל׃
19 אֱזַל מַלְכָּא לְהֵיכְלֵהּ וּבָת טְוָת וְדַחֲוָן לָא הַנְעֵל קָדָמוֹהִי וְשִׁנְתֵּהּ נַדַּת עֲלוֹהִי׃
20 בֵּאדַיִן מַלְכָּא בִּשְׁפַּרְפָּרָא יְקוּם בְּנָגְהָא וּבְהִתְבְּהָלָה לְגֻבָּא דִּי אַרְיָוָתָא אֲזַל׃
21 וּכְמִקְרְבֵהּ לְגֻבָּא לְדָנִיֵּאל בְּקָל עֲצִיב זְעִק עָנֵה מַלְכָּא וְאָמַר לְדָנִיֵּאל דָּנִיֵּאל עַבְדָּא דִי אֱלָהָא חַיָּא אֱלָהָךְ דִּי אַנְתָּה פָּלַח לֵהּ בִּתְדִירָא הֲיָכִל לְשֵׁיזָבוּתָךְ מִן אַרְיָוָתָא׃
22 אֱדַיִן דָּנִיֵּאל עִם מַלְכָּא מַלִּל מַלְכָּא לְעָלְמִין חֱיִי׃
23 אֱלָהִי שְׁלַח מַלְאֲכֵהּ וּסֲגַר פֻּם אַרְיָוָתָא וְלָא חַבְּלוּנִי כָּל קֳבֵל דִּי קָדָמוֹהִי זָכוּ הִשְׁתְּכַחַת לִי וְאַף קֳדָמָךְ מַלְכָּא חֲבוּלָה לָא עַבְדֵת׃
24 בֵּאדַיִן מַלְכָּא שַׂגִּיא טְאֵב עֲלוֹהִי וּלְדָנִיֵּאל אֲמַר לְהַנְסָקָה מִן גֻּבָּא וְהֻסַּק דָּנִיֵּאל מִן גֻּבָּא וְכָל חֲבָל לָא הִשְׁתְּכַח בֵּהּ דִּי הֵימִן בֵּאלָהֵהּ׃
25 וַאֲמַר מַלְכָּא וְהַיְתִיו גֻּבְרַיָּא אִלֵּךְ דִּי אֲכַלוּ קַרְצוֹהִי דִּי דָנִיֵּאל וּלְגֹב אַרְיָוָתָא רְמוֹ אִנּוּן בְּנֵיהוֹן וּנְשֵׁיהוֹן וְלָא מְטוֹ לְאַרְעִית גֻּבָּא עַד דִּי שְׁלִטוּ בְהוֹן אַרְיָוָתָא וְכָל גַּרְמֵיהוֹן הַדִּקוּ׃
26 בֵּאדַיִן דָּרְיָוֶשׁ מַלְכָּא כְּתַב לְכָל עַמְמַיָּא אֻמַיָּא וְלִשָּׁנַיָּא דִּי דָארִין בְּכָל אַרְעָא שְׁלָמְכוֹן יִשְׂגֵּא׃
27 מִן קֳדָמַי שִׂים טְעֵם דִּי בְּכָל שָׁלְטָן מַלְכוּתִי לֶהֱוֹן זָיְעִין וְדָחֲלִין מִן קֳדָם אֱלָהֵהּ דִּי דָנִיֵּאל דִּי הוּא אֱלָהָא חַיָּא וְקַיָּם לְעָלְמִין וּמַלְכוּתֵהּ דִּי לָא תִתְחַבַּל וְשָׁלְטָנֵהּ עַד סוֹפָא׃
28 מְשֵׁיזִב וּמַצִּל וְעָבֵד אָתִין וְתִמְהִין בִּשְׁמַיָּא וּבְאַרְעָא דִּי שֵׁיזִיב לְדָנִיֵּאל מִן יַד אַרְיָוָתָא׃
29 וְדָנִיֵּאל דְּנָה הֲצַלַח בְּמַלְכוּת דָּרְיָוֶשׁ וּבְמַלְכוּת כּוֹרֶשׁ פָּרְסָאָה׃
Capítulo 7
La visión de las cuatro bestias
LBLA
1 En el primer año de Belsasar rey de Babilonia, Daniel tuvo un sueño y visiones de su cabeza mientras estaba en su cama. Luego escribió el sueño y relató lo esencial del asunto.
2 Daniel habló y dijo: Miraba yo en mi visión de noche, y he aquí que los cuatro vientos del cielo agitaban el gran mar.
3 Y cuatro bestias grandes, diferentes una de otra, subían del mar.
4 La primera era como león y tenía alas de águila. Yo estaba mirando hasta que sus alas fueron arrancadas, y fue levantada del suelo y se puso enhiesta sobre los pies a manera de hombre, y le fue dado corazón de hombre.
5 Y he aquí otra segunda bestia, semejante a un oso, la cual se alzaba de un costado más que del otro. En su boca, entre sus dientes, tenía tres costillas; y le fue dicho así: Levántate, devora mucha carne.
6 Después de esto miré, y he aquí otra bestia, semejante a un leopardo, con cuatro alas de ave en sus espaldas. Esta bestia tenía cuatro cabezas, y le fue dado dominio.
7 Después de esto miraba yo en las visiones de la noche, y he aquí la cuarta bestia, espantosa y terrible y en gran manera fuerte, la cual tenía unos grandes dientes de hierro; devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies, y era muy diferente de todas las bestias que vi antes de ella, y tenía diez cuernos.
8 Mientras yo contemplaba los cuernos, he aquí que otro cuerno pequeño salía entre ellos, y delante de él fueron arrancados tres cuernos de los primeros; y he aquí que este cuerno tenía ojos como de hombre y una boca que hablaba con gran insolencia.
9 Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos, y un Anciano de días se sentó, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia; su trono llama de fuego, y las ruedas del mismo, fuego ardiente.
10 Un río de fuego procedía y salía de delante de él; millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de él. El Juez se sentó, y los libros fueron abiertos.
11 Yo entonces miraba a causa del sonido de las grandes palabras que hablaba el cuerno; miraba hasta que mataron a la bestia, y su cuerpo fue destrozado y entregado para ser quemado en el fuego.
12 Habían también quitado a las otras bestias su dominio, pero les había sido prolongada la vida hasta cierto tiempo.
13 Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él.
14 Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido.
15 A mí, Daniel, se me turbó el espíritu en medio de mi cuerpo, y las visiones de mi cabeza me asombraron.
16 Me acerqué a uno de los que estaban allí y le pregunté la verdad acerca de todo esto. Y me habló y me hizo conocer la interpretación de las cosas.
17 Estas grandes bestias, que son cuatro, son cuatro reyes que se levantarán en la tierra.
18 Después recibirán el reino los santos del Altísimo, y poseerán el reino hasta el siglo, eternamente y para siempre.
19 Entonces tuve deseo de saber la verdad acerca de la cuarta bestia, que era tan diferente de todas las otras, espantosa en gran manera, que tenía dientes de hierro y uñas de bronce, que devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies;
20 y acerca de los diez cuernos que tenía en su cabeza, y del otro que le había salido, delante del cual habían caído tres; y este mismo cuerno tenía ojos, y boca que hablaba con gran insolencia, y parecía más grande que sus compañeros.
21 Y veía yo que este cuerno hacía guerra contra los santos, y los vencía,
22 hasta que vino el Anciano de días, y se dio el juicio a los santos del Altísimo; y llegó el tiempo, y los santos recibieron el reino.
23 Dijo así: La cuarta bestia será un cuarto reino en la tierra, el cual será diferente de todos los otros reinos, y a toda la tierra devorará, trillará y despedazará.
24 Y los diez cuernos significan que de aquel reino se levantarán diez reyes; y tras ellos se levantará otro, el cual será diferente de los primeros, y a tres reyes derribará.
25 Y hablará palabras contra el Altísimo, y a los santos del Altísimo quebrantará, y pensará en cambiar los tiempos y la ley; y serán entregados en su mano hasta tiempo, y tiempos, y medio tiempo.
26 Pero se sentará el Juez, y le quitarán su dominio para que sea destruido y arruinado hasta el fin,
27 y que el reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es reino eterno, y todos los dominios le servirán y obedecerán.
28 Hasta aquí fue el fin del asunto. En cuanto a mí, Daniel, mis pensamientos me turbaron en gran manera, y mi rostro se demudó; pero guardé el asunto en mi corazón.
WLC
1 בִּשְׁנַת חֲדָה לְבֵלְאשַׁצַּר מֶלֶךְ בָּבֶל דָּנִיֵּאל חֵלֶם חֲזָה וְחֶזְוֵי רֵאשֵׁהּ עַל מִשְׁכְּבֵהּ בֵּאדַיִן חֶלְמָא כְתַב רֵאשׁ מִלִּין׃
2 עָנֵה דָנִיֵּאל וְאָמַר חָזֵה הֲוֵית בְּחֶזְוִי עִם לֵילְיָא וַאֲרוּ אַרְבַּע רוּחֵי שְׁמַיָּא מְגִיחָן לְיַמָּא רַבָּא׃
3 וְאַרְבַּע חֵיוָן רַבְרְבָן סָלְקָן מִן יַמָּא שָׁנְיָן דָּא מִן דָּא׃
4 קַדְמָיְתָא כְאַרְיֵה וְגַפִּין דִּי נְשַׁר לַהּ חָזֵה הֲוֵית עַד דִּי מְּרִיטוּ גפיה גַפַּהּ וּנְטִילַת מִן אַרְעָא וְעַל רַגְלַיִן כֶּאֱנָשׁ הֳקִימַת וּלְבַב אֱנָשׁ יְהִיב לַהּ׃
5 וַאֲרוּ חֵיוָה אָחֳרִי תִנְיָנָה דָּמְיָה לְדֹב וּלְשַׂטַר חַד הֳקִמַת וּתְלָת עִלְעִין בְּפֻמַּהּ בֵּין שִׁנַּהּ וְכֵן אָמְרִין לַהּ קוּמִי אֲכֻלִי בְּשַׂר שַׂגִּיא׃
6 בָּאתַר דְּנָה חָזֵה הֲוֵית וַאֲרוּ אָחֳרִי כִּנְמַר וְלַהּ גַּפִּין אַרְבַּע דִּי עוֹף עַל גַּבַּהּ וְאַרְבְּעָה רֵאשִׁין לְחֵיוְתָא וְשָׁלְטָן יְהִיב לַהּ׃
7 בָּאתַר דְּנָה חָזֵה הֲוֵית בְּחֶזְוֵי לֵילְיָא וַאֲרוּ חֵיוָה רְבִיעָאָה דְּחִילָה וְאֵימְתָנִי וְתַקִּיפָא יַתִּירָה וְשִׁנַּיִן דִּי פַרְזֶל לַהּ רַבְרְבָן אָכְלָה וּמַדֱּקָה וּשְׁאָרָא ברגליה בְּרַגְלַהּ רָפְסָה וְהִיא מְשַׁנְּיָה מִן כָּל חֵיוָתָא דִּי קדמיה קַדְמַהּ וְקַרְנַיִן עֲשַׂר לַהּ׃
8 מִשְׂתַּכַּל הֲוֵית בְּקַרְנַיָּא וַאֲלוּ קֶרֶן אָחֳרִי זְעֵירָה סִלְקַת ביניהון בֵּינֵיהוֹן וּתְלָת מִן קַרְנַיָּא קַדְמָיָתָא אתעקרו אֶתְעֲקַרָה מִן קדמיה קֳדָמַהּ וַאֲלוּ עַיְנִין כְּעַיְנֵי אֱנָשׁ בְּקַרְנָא דָא וּפֻם מְמַלִּל רַבְרְבָן׃
9 חָזֵה הֲוֵית עַד דִּי כָרְסָוָן רְמִיו וְעַתִּיק יוֹמִין יְתִב לְבוּשֵׁהּ כִּתְלַג חִוָּר וּשְׂעַר רֵאשֵׁהּ כַּעֲמַר נְקֵא כָּרְסְיֵהּ שְׁבִבִין דִּי נוּר גַּלְגִּלּוֹהִי נוּר דָּלִק׃
10 נְהַר דִּי נוּר נָגֵד וְנָפֵק מִן קֳדָמוֹהִי אֶלֶף אלפים אַלְפִין יְשַׁמְּשׁוּנֵּהּ וְרִבּוֹ רבון רִבְבָן קָדָמוֹהִי יְקוּמוּן דִּינָא יְתִב וְסִפְרִין פְּתִיחוּ׃
11 חָזֵה הֲוֵית בֵּאדַיִן מִן קָל מִלַּיָּא רַבְרְבָתָא דִּי קֶרֶן מְמַלֱּלָה חָזֵה הֲוֵית עַד דִּי קְטִילַת חֵיוְתָא וְהוּבַד גִּשְׁמַהּ וִיהִיבַת לִיקֵדַת אֶשָּׁא׃
12 וּשְׁאָר חֵיוָתָא הֶעְדִּיוּ שָׁלְטָנְהוֹן וְאַרְכָה בְחַיִּין יְהִיבַת לְהוֹן עַד זְמַן וְעִדָּן׃
13 חָזֵה הֲוֵית בְּחֶזְוֵי לֵילְיָא וַאֲרוּ עִם עֲנָנֵי שְׁמַיָּא כְּבַר אֱנָשׁ אָתֵה הֲוָא וְעַד עַתִּיק יוֹמַיָּא מְטָה וּקְדָמוֹהִי הַקְרְבוּהִי׃
14 וְלֵהּ יְהִיב שָׁלְטָן וִיקָר וּמַלְכוּ וְכֹל עַמְמַיָּא אֻמַיָּא וְלִשָּׁנַיָּא לֵהּ יִפְלְחוּן שָׁלְטָנֵהּ שָׁלְטָן עָלַם דִּי לָא יֶעְדֵּה וּמַלְכוּתֵהּ דִּי לָא תִתְחַבַּל׃
15 אֶתְכְּרִיַּת רוּחִי אֲנָה דָנִיֵּאל בְּגוֹ נִדְנֶה וְחֶזְוֵי רֵאשִׁי יְבַהֲלֻנַּנִי׃
16 קִרְבֵת עַל חַד מִן קָאֲמַיָּא וְיַצִּיבָא אֶבְעֵא מִנֵּהּ עַל כָּל דְּנָה וַאֲמַר לִי וּפְשַׁר מִלַּיָּא יְהוֹדְעִנַּנִי׃
17 אִלֵּין חֵיוָתָא רַבְרְבָתָא דִּי אִנִּין אַרְבַּע מַלְכִין יְקוּמוּן מִן אַרְעָא׃
18 וִיקַבְּלוּן מַלְכוּתָא קַדִּישֵׁי עֶלְיוֹנִין וְיַחְסְנוּן מַלְכוּתָא עַד עָלְמָא וְעַד עָלַם עָלְמַיָּא׃
19 אֱדַיִן צְבִית לְיַצָּבָא עַל חֵיוְתָא רְבִיעָיְתָא דִּי הֲוָת שָׁנְיָה מִן כָּלְּהֵין דְּחִילָה יַתִּירָה שִׁנַּהּ דִּי פַרְזֶל וטפריה וְטִפְרַהּ דִּי נְחָשׁ אָכְלָה מַדְּקָה וּשְׁאָרָא ברגליה בְּרַגְלַהּ רָפְסָה׃
20 וְעַל קַרְנַיָּא עֲשַׂר דִּי בְרֵאשַׁהּ וְאָחֳרִי דִּי סִלְקַת ונפלו וּנְפַלָה מִן קדמיה קֳדָמַהּ תְּלָת וְקַרְנָא דִכֵּן וְעַיְנִין לַהּ וּפֻם מְמַלִּל רַבְרְבָן וְחֶזְוַהּ רַב מִן חַבְרַהּ׃
21 חָזֵה הֲוֵית וְקַרְנָא דִכֵּן עָבְדָה קְרָב עִם קַדִּישִׁין וְיָכְלָה לְהוֹן׃
22 עַד דִּי אֲתָה עַתִּיק יוֹמַיָּא וְדִינָא יְהִב לְקַדִּישֵׁי עֶלְיוֹנִין וְזִמְנָא מְטָה וְקַדִּישִׁין יַחְסְנוּן מַלְכוּתָא׃
23 כֵּן אֲמַר חֵיוְתָא רְבִיעָיְתָא מַלְכוּ רביעיה רְבִיעָאָה תֶּהֱוֵא בְאַרְעָא דִּי תִשְׁנֵא מִן כָּל מַלְכְוָתָא וְתֵאכֻל כָּל אַרְעָא וּתְדוּשִׁנַּהּ וְתַדְּקִנַּהּ׃
24 וְקַרְנַיָּא עֲשַׂר מִנַּהּ מַלְכוּתָא עַשְׂרָה מַלְכִין יְקוּמוּן וְאָחֳרָן יְקוּם אַחֲרֵיהוֹן וְהוּא יִשְׁנֵא מִן קַדְמָיֵא וּתְלָתָה מַלְכִין יְהַשְׁפִּיל׃
25 וּמִלִּין לְצַד עליא עִלָּאָה יְמַלִּל וּלְקַדִּישֵׁי עֶלְיוֹנִין יְבַלֵּא וְיִסְבַּר לְהַשְׁנָיָה זִמְנִין וְדָת וְיִתְיַהֲבוּן בִּידֵהּ עַד עִדָּן וְעִדָּנִין וּפְלַג עִדָּן׃
26 וְדִינָא יִתִּב וְשָׁלְטָנֵהּ יְהַעְדּוֹן לְהַשְׁמָדָה וּלְהוֹבָדָה עַד סוֹפָא׃
27 וּמַלְכוּתָא וְשָׁלְטָנָא וּרְבוּתָא דִּי מַלְכְוָת תְּחוֹת כָּל שְׁמַיָּא יְהִיבַת לְעַם קַדִּישֵׁי עֶלְיוֹנִין מַלְכוּתֵהּ מַלְכוּת עָלַם וְכֹל שָׁלְטָנַיָּא לֵהּ יִפְלְחוּן וְיִשְׁתַּמְּעוּן׃
28 עַד כָּה סוֹפָא דִֽי־מִלְּתָא אֲנָה דָנִיֵּאל שַׂגִּיא רַעְיוֹנַי יְבַהֲלֻנַּנִי וְזִיוַי יִשְׁתַּנּוֹן עֲלַי וּמִלְּתָא בְּלִבִּי נִטְרֵת׃
Capítulo 8
La visión del carnero y el macho cabrío
LBLA
1 En el año tercero del reinado del rey Belsasar, yo, Daniel, tuve una visión después de aquella que había tenido anteriormente.
2 Cuando vi la visión, me hallaba en la ciudad de Susa, que es la capital de la provincia de Elam, y en la visión estaba junto al río Ulai.
3 Alcé los ojos y miré, y he aquí que un carnero estaba delante del río, y tenía dos cuernos; y aunque los cuernos eran altos, uno era más alto que el otro, y el más alto creció después.
4 Vi que el carnero hería con los cuernos al poniente, al norte y al sur, y que ninguna bestia podía hacerle frente, ni había quien escapase de su poder; y hacía conforme a su voluntad, y se engrandecía.
5 Mientras yo consideraba esto, he aquí que un macho cabrío venía del lado del poniente sobre la faz de toda la tierra, sin tocar tierra; y aquel macho cabrío tenía un cuerno notable entre sus ojos.
6 Y vino hasta el carnero que tenía los dos cuernos, al cual yo había visto en la ribera del río, y corrió contra él con la furia de su fuerza.
7 Lo vi que llegó junto al carnero, y se levantó contra él y lo hirió, y le quebró sus dos cuernos; y el carnero no tuvo fuerzas para hacerle frente, pues lo derribó por tierra y lo pisoteó, y no hubo quien librase al carnero de su poder.
8 Y el macho cabrío se engrandeció sobremanera; pero estando en su mayor fuerza, aquel gran cuerno fue quebrado, y en su lugar salieron otros cuatro cuernos notables hacia los cuatro vientos del cielo.
9 Y de uno de ellos salió un cuerno pequeño, que creció mucho al sur, y al oriente, y hacia la tierra gloriosa.
10 Y se engrandeció hasta el ejército del cielo; y parte del ejército y de las estrellas echó por tierra, y las pisoteó.
11 Aun se engrandeció contra el príncipe de los ejércitos, y por él fue quitado el continuo sacrificio, y el lugar de su santuario fue echado por tierra.
12 Y a causa de la prevaricación le fue entregado el ejército junto con el continuo sacrificio; y echó por tierra la verdad, e hizo cuanto quiso, y prosperó.
13 Entonces oí a un santo que hablaba; y otro de los santos preguntó a aquel que hablaba: ¿Hasta cuándo durará la visión del continuo sacrificio, y la prevaricación asoladora entregando el santuario y el ejército para ser pisoteados?
14 Y él dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado.
15 Y aconteció que mientras yo, Daniel, consideraba la visión y procuraba comprenderla, he aquí que se puso delante de mí uno con apariencia de hombre.
16 Y oí una voz de hombre entre las riberas del Ulai, que gritó y dijo: Gabriel, enseña a éste la visión.
17 Vino luego cerca de donde yo estaba; y con su venida me asombré, y me postré sobre mi rostro. Pero él me dijo: Entiende, hijo de hombre, porque la visión es para el tiempo del fin.
18 Mientras él hablaba conmigo, caí dormido en tierra sobre mi rostro; pero él me tocó, y me hizo estar en pie.
19 Y dijo: He aquí yo te enseñaré lo que ha de venir al fin de la ira; porque eso es para el tiempo del fin.
20 En cuanto al carnero que viste, que tenía dos cuernos, éstos son los reyes de Media y de Persia.
21 El macho cabrío es el rey de Grecia, y el cuerno grande que tenía entre sus ojos es el rey primero.
22 Y en cuanto al cuerno que fue quebrado, y sucedieron cuatro en su lugar, significa que cuatro reinos se levantarán de esa nación, aunque no con la fuerza de él.
23 Y al fin del reinado de éstos, cuando los transgresores hayan llegado al colmo, se levantará un rey altivo de rostro y entendido en enigmas.
24 Y su poder se fortalecerá, mas no con fuerza propia; y causará grandes ruinas, y prosperará, y hará arbitrariamente, y destruirá a los fuertes y al pueblo de los santos.
25 Con su sagacidad hará prosperar el engaño en su mano; y en su corazón se engrandecerá, y sin aviso destruirá a muchos; y se levantará contra el Príncipe de los príncipes, pero será quebrantado, aunque no por mano humana.
26 La visión de las tardes y mañanas que se ha referido es verdadera; y tú guarda la visión, porque es para muchos días.
27 Y yo, Daniel, quedé quebrantado, y estuve enfermo algunos días, y cuando convalecí, atendí a los negocios del rey; pero estaba espantado a causa de la visión, y no la entendía.
WLC
1 בִּשְׁנַת שָׁלֹושׁ לְמַלְכוּת בֵּלְאשַׁצַּר הַמֶּלֶךְ חָזוֹן נִרְאָה אֵלַי אֲנִי דָנִיֵּאל אַחֲרֵי הַנִּרְאָה אֵלַי בַּתְּחִלָּה׃
2 וָאֶרְאֶה בֶּחָזוֹן וַיְהִי בִּרְאֹתִי וַאֲנִי בְּשׁוּשַׁן הַבִּירָה אֲשֶׁר בְּעֵילָם הַמְּדִינָה וָאֶרְאֶה בֶּחָזוֹן וַאֲנִי הָיִיתִי עַל־אוּבַל אוּלָי׃
3 וָאֶשָּׂא עֵינַי וָאֶרְאֶה וְהִנֵּה אַיִל אֶחָד עֹמֵד לִפְנֵי הָאֻבָל וְלוֹ קְרָנָיִם וְהַקְּרָנַיִם גְּבֹהוֹת וְהָאַחַת גְּבֹהָה מִן־הַשֵּׁנִית וְהַגְּבֹהָה עֹלָה בָּאַחֲרֹנָה׃
4 רָאִיתִי אֶת־הָאַיִל מְנַגֵּחַ יָמָּה וְצָפֹונָה וָנֶגְבָּה וְכָל־חַיּוֹת לֹא־יַעַמְדוּ לְפָנָיו וְאֵין מַצִּיל מִיָּדוֹ וְעָשָׂה כִרְצֹנוֹ וְהִגְדִּיל׃
5 וַאֲנִי הָיִיתִי מֵבִין וְהִנֵּה צְפִיר־הָעִזִּים בָּא מִן־הַמַּעֲרָב עַל־פְּנֵי כָל־הָאָרֶץ וְאֵין נֹגֵעַ בָּאָרֶץ וְהַצָּפִיר קֶרֶן חָזוּת בֵּין עֵינָיו׃
6 וַיָּבֹא עַד־הָאַיִל בַּעַל הַקְּרָנַיִם אֲשֶׁר רָאִיתִי עֹמֵד לִפְנֵי הָאֻבָל וַיָּרָץ אֵלָיו בַּחֲמַת כֹּחוֹ׃
7 וּרְאִיתִיו מַגִּיעַ אֵצֶל הָאַיִל וַיִּתְמַרְמַר אֵלָיו וַיַּךְ אֶת־הָאַיִל וַיְשַׁבֵּר אֶת־שְׁתֵּי קְרָנָיו וְלֹא־הָיָה כֹחַ בָּאַיִל לַעֲמֹד לְפָנָיו וַיַּשְׁלִיכֵהוּ אַרְצָה וַיִּרְמְסֵהוּ וְלֹא־הָיָה מַצִּיל לָאַיִל מִיָּדוֹ׃
8 וּצְפִיר הָעִזִּים הִגְדִּיל עַד־מְאֹד וּכְעָצְמוֹ נִשְׁבְּרָה הַקֶּרֶן הַגְּדֹולָה וַתַּעֲלֶנָה חָזוּת אַרְבַּע תַּחְתֶּיהָ לְאַרְבַּע רוּחוֹת הַשָּׁמָיִם׃
9 וּמִן־הָאַחַת מֵהֶם יָצָא קֶרֶן־אַחַת מִצְּעִירָה וַתִּגְדַּל־יֶתֶר אֶל־הַנֶּגֶב וְאֶל־הַמִּזְרָח וְאֶל־הַצֶּבִי׃
10 וַתִּגְדַּל עַד־צְבָא הַשָּׁמָיִם וַתַּפֵּל אַרְצָה מִן־הַצָּבָא וּמִן־הַכּוֹכָבִים וַתִּרְמְסֵם׃
11 וְעַד שַׂר־הַצָּבָא הִגְדִּיל וּמִמֶּנּוּ הָרִים הַתָּמִיד וְהֻשְׁלַךְ מְכוֹן מִקְדָּשׁוֹ׃
12 וְצָבָא תִנָּתֵן עַל־הַתָּמִיד בְּפָשַׁע וְתַשְׁלֵךְ אֱמֶת אַרְצָה וְעָשְׂתָה וְהִצְלִיחָה׃
13 וָאֶשְׁמְעָה אֶחָד־קָדוֹשׁ מְדַבֵּר וַיֹּאמֶר אֶחָד קָדוֹשׁ לַפַּלְמוֹנִי הַמְדַבֵּר עַד־מָתַי הֶחָזוֹן הַתָּמִיד וְהַפֶּשַׁע שֹׁמֵם תֵּת וְקֹדֶשׁ וְצָבָא מִרְמָס׃
14 וַיֹּאמֶר אֵלַי עַד עֶרֶב בֹּקֶר אַלְפַּיִם וּשְׁלֹשׁ מֵאוֹת וְנִצְדַּק קֹדֶשׁ׃
15 וַיְהִי בִּרְאֹתִי אֲנִי דָנִיֵּאל אֶת־הֶחָזוֹן וָאֲבַקְשָׁה בִינָה וְהִנֵּה עֹמֵד לְנֶגְדִּי כְּמַרְאֵה־גָבֶר׃
16 וָאֶשְׁמַע קוֹל־אָדָם בֵּין אוּלָי וַיִּקְרָא וַיֹּאמַר גַּבְרִיאֵל הָבֵן לְהַלָּז אֶת־הַמַּרְאֶה׃
17 וַיָּבֹא אֵצֶל עָמְדִי וּבְבֹאוֹ נִבְעַתִּי וָאֶפְּלָה עַל־פָּנָי וַיֹּאמֶר אֵלַי הָבֵן בֶּן־אָדָם כִּי לְעֶת־קֵץ הֶחָזוֹן׃
18 וּבְדַבְּרֹו עִמִּי נִרְדַּמְתִּי עַל־פָּנַי אָרְצָה וַיִּגַּע־בִּי וַיַּעֲמִידֵנִי עַל־עָמְדִי׃
19 וַיֹּאמֶר הִנְנִי מוֹדִיעֲךָ אֵת אֲשֶׁר־יִהְיֶה בְּאַחֲרִית הַזָּעַם כִּי לְמוֹעֵד קֵץ׃
20 הָאַיִל אֲשֶׁר־רָאִיתָ בַּעַל הַקְּרָנַיִם מַלְכֵי מָדַי וּפָרָס׃
21 וְהַצָּפִיר הַשָּׂעִיר מֶלֶךְ יָוָן וְהַקֶּרֶן הַגְּדֹולָה אֲשֶׁר בֵּין־עֵינָיו הוּא הַמֶּלֶךְ הָרִאשֹׁון׃
22 וְהַנִּשְׁבֶּרֶת וַתַּעֲמֹדְנָה אַרְבַּע תַּחְתֶּיהָ אַרְבַּע מַלְכֻיוֹת מִגּוֹי יַעֲמֹדְנָה וְלֹא בְכֹחוֹ׃
23 וּבְאַחֲרִית מַלְכוּתָם כְּהָתֵם הַפֹּשְׁעִים יַעֲמֹד מֶלֶךְ עַז־פָּנִים וּמֵבִין חִידוֹת׃
24 וְעָצַם כֹּחוֹ וְלֹא בְכֹחוֹ וְנִפְלָאֹות יַשְׁחִית וְהִצְלִיחַ וְעָשָׂה וְהִשְׁחִית עֲצוּמִים וְעַם־קְדֹשִׁים׃
25 וְעַל־שִׂכְלוֹ וְהִצְלִיחַ מִרְמָה בְּיָדוֹ וּבִלְבָבוֹ יַגְדִּיל וּבְשַׁלְוָה יַשְׁחִית רַבִּים וְעַל־שַׂר־שָׂרִים יַעֲמֹד וּבְאֶפֶס יָד יִשָּׁבֵר׃
26 וּמַרְאֵה הָעֶרֶב וְהַבֹּקֶר אֲשֶׁר נֶאֱמַר אֱמֶת הוּא וְאַתָּה סְתֹם הֶחָזוֹן כִּי לְיָמִים רַבִּים׃
27 וַאֲנִי דָנִיֵּאל נִהְיֵיתִי וְנֶחֱלֵיתִי יָמִים וָאָקוּם וָאֶעֱשֶׂה אֶת־מְלֶאכֶת הַמֶּלֶךְ וָאֶשְׁתּוֹמֵם עַל־הַמַּרְאֶה וְאֵין מֵבִין׃
Capítulo 9
La oración de Daniel y las setenta semanas
LBLA
1 En el año primero de Darío, hijo de Asuero, de la nación de los medos, que fue hecho rey sobre el reino de los caldeos,
2 en el año primero de su reinado, yo, Daniel, pude entender en los libros el número de los años en que, por palabra del Señor que vino al profeta Jeremías, debían cumplirse las desolaciones de Jerusalén: setenta años.
3 Volví mi rostro al Señor Dios buscándole en oración y súplicas, en ayuno, cilicio y ceniza.
4 Y oré al Señor mi Dios e hice confesión diciendo: Ahora, Señor, Dios grande y temible, que guardas el pacto y la misericordia para los que te aman y guardan tus mandamientos,
5 hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos obrado impíamente, hemos sido rebeldes y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus ordenanzas.
6 No hemos escuchado a tus siervos los profetas, que hablaron en tu nombre a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros padres y a todo el pueblo del país.
7 Tuya es, Señor, la justicia, pero nuestra la confusión de rostro, como sucede hoy día: de los hombres de Judá, de los habitantes de Jerusalén y de todo Israel, de los de cerca y de los de lejos, en todos los países adonde los has echado a causa de sus infidelidades que cometieron contra ti.
8 Oh Señor, nuestra es la confusión de rostro, de nuestros reyes, de nuestros príncipes y de nuestros padres, porque hemos pecado contra ti.
9 Al Señor nuestro Dios pertenecen la compasión y el perdón, porque nos hemos rebelado contra Él,
10 y no hemos obedecido la voz del Señor nuestro Dios, para andar en sus enseñanzas que Él puso delante de nosotros por medio de sus siervos los profetas.
11 Sí, todo Israel ha transgredido tu ley y se ha desviado para no obedecer tu voz; por eso ha sido derramada sobre nosotros la maldición y el juramento que está escrito en la ley de Moisés, siervo de Dios, porque hemos pecado contra Él.
12 Así Él ha cumplido sus palabras que había pronunciado contra nosotros y contra nuestros gobernantes, para traer sobre nosotros gran calamidad; pues bajo todo el cielo no se ha hecho nada como lo que se ha hecho contra Jerusalén.
13 Tal como está escrito en la ley de Moisés, toda esta calamidad ha venido sobre nosotros; sin embargo, no hemos implorado el favor del Señor nuestro Dios, apartándonos de nuestra iniquidad y prestando atención a tu verdad.
14 Por tanto, el Señor ha estado guardando la calamidad y la ha traído sobre nosotros; porque justo es el Señor nuestro Dios en todas las obras que ha hecho, pero nosotros no hemos obedecido su voz.
15 Ahora pues, Señor Dios nuestro, que sacaste a tu pueblo de la tierra de Egipto con mano poderosa y te has hecho un nombre, como hoy se ve, hemos pecado, hemos sido impíos.
16 Oh Señor, conforme a todos tus actos de justicia, aparta ahora tu ira y tu furor de tu ciudad Jerusalén, tu santo monte; porque a causa de nuestros pecados y de las iniquidades de nuestros padres, Jerusalén y tu pueblo son el oprobio de todos los que nos rodean.
17 Ahora pues, Dios nuestro, escucha la oración de tu siervo y sus súplicas, y haz que tu rostro resplandezca sobre tu santuario desolado, por amor del Señor.
18 Inclina, oh Dios mío, tu oído y oye; abre tus ojos y mira nuestras desolaciones y la ciudad sobre la cual es invocado tu nombre; porque no presentamos nuestras súplicas delante de ti confiando en nuestras justicias, sino en tu gran misericordia.
19 ¡Oh Señor, oye! ¡Oh Señor, perdona! ¡Oh Señor, escucha y toma acción! ¡No tardes, por amor de ti mismo, Dios mío! Porque tu nombre es invocado sobre tu ciudad y sobre tu pueblo.
20 Todavía estaba hablando y orando, y confesando mi pecado y el pecado de mi pueblo Israel, y presentando mi súplica delante del Señor mi Dios por el monte santo de mi Dios,
21 todavía estaba hablando en oración cuando Gabriel, el hombre a quien había visto en la visión al principio, se me acercó rápidamente en mi extremo cansancio, como a la hora de la ofrenda de la tarde.
22 Me instruyó, habló conmigo y dijo: Daniel, he salido ahora para darte sabiduría y entendimiento.
23 Al principio de tus súplicas fue dada la orden, y he venido para explicártela, porque eres muy estimado; pon atención a la orden y entiende la visión.
24 Setenta semanas han sido decretadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para poner fin a la transgresión, para terminar con el pecado, para expiar la iniquidad, para traer justicia eterna, para sellar la visión y la profecía, y para ungir el lugar santísimo.
25 Has de saber y entender que desde la salida de la orden para restaurar y reconstruir a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas y sesenta y dos semanas; volverá a ser edificada, con plaza y foso, pero en tiempos de angustia.
26 Y después de las sesenta y dos semanas el Mesías será muerto y no tendrá nada, y el pueblo del príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario. Su fin vendrá con inundación; aun hasta el fin habrá guerra; las desolaciones están determinadas.
27 Y él hará un pacto firme con muchos por una semana, pero a la mitad de la semana pondrá fin al sacrificio y a la ofrenda. Sobre el ala de abominaciones vendrá el desolador, hasta que una destrucción completa, la que está decretada, sea derramada sobre el desolador.
WLC
1 בִּשְׁנַת אַחַת לְדָרְיָוֶשׁ בֶּן־אֲחַשְׁוֵרוֹשׁ מִזֶּרַע מָדַי אֲשֶׁר הָמְלַךְ עַל מַלְכוּת כַּשְׂדִּים׃
2 בִּשְׁנַת אַחַת לְמָלְכוֹ אֲנִי דָּנִיֵּאל בִּינֹתִי בַּסְּפָרִים מִסְפַּר הַשָּׁנִים אֲשֶׁר הָיָה דְבַר־יְהוָה אֶל־יִרְמְיָה הַנָּבִיא לְמַלֹּאות לְחָרְבוֹת יְרוּשָׁלִַם שִׁבְעִים שָׁנָה׃
3 וָאֶתְּנָה אֶת־פָּנַי אֶל־אֲדֹנָי הָאֱלֹהִים לְבַקֵּשׁ תְּפִלָּה וְתַחֲנוּנִים בְּצוֹם וְשַׂק וָאֵפֶר׃
4 וָאֶתְפַּלְלָה לַיהוָה אֱלֹהַי וָאֶתְוַדֶּה וָאֹמְרָה אָנָּא אֲדֹנָי הָאֵל הַגָּדוֹל וְהַנּוֹרָא שֹׁמֵר הַבְּרִית וְהַחֶסֶד לְאֹהֲבָיו וּלְשֹׁמְרֵי מִצְוֹתָיו׃
5 חָטָאנוּ וְעָוִינוּ הִרְשַׁעְנוּ וּמָרָדְנוּ וְסוֹר מִמִּצְוֹתֶךָ וּמִמִּשְׁפָּטֶיךָ׃
6 וְלֹא שָׁמַעְנוּ אֶל־עֲבָדֶיךָ הַנְּבִיאִים אֲשֶׁר דִּבְּרוּ בְּשִׁמְךָ אֶל־מְלָכֵינוּ שָׂרֵינוּ וַאֲבֹתֵינוּ וְאֶל כָּל־עַם הָאָרֶץ׃
7 לְךָ אֲדֹנָי הַצְּדָקָה וְלָנוּ בֹּשֶׁת הַפָּנִים כַּיּוֹם הַזֶּה לְאִישׁ יְהוּדָה וּלְיֹשְׁבֵי יְרוּשָׁלִַם וּלְכָל־יִשְׂרָאֵל הַקְּרֹבִים וְהָרְחֹקִים בְּכָל־הָאֲרָצוֹת אֲשֶׁר הִדַּחְתָּם שָׁם בְּמַעֲלָם אֲשֶׁר מָעֲלוּ־בָךְ׃
8 יְהוָה לָנוּ בֹּשֶׁת הַפָּנִים לִמְלָכֵינוּ לְשָׂרֵינוּ וְלַאֲבֹתֵינוּ אֲשֶׁר חָטָאנוּ לָךְ׃
9 לַאדֹנָי אֱלֹהֵינוּ הָרַחֲמִים וְהַסְּלִחוֹת כִּי מָרַדְנוּ בּוֹ׃
10 וְלֹא שָׁמַעְנוּ בְּקוֹל יְהוָה אֱלֹהֵינוּ לָלֶכֶת בְּתֹרֹתָיו אֲשֶׁר נָתַן לְפָנֵינוּ בְּיַד עֲבָדָיו הַנְּבִיאִים׃
11 וְכָל־יִשְׂרָאֵל עָבְרוּ אֶת־תּוֹרָתֶךָ וְסוֹר לְבִלְתִּי שְׁמוֹעַ בְּקֹלֶךָ וַתִּתַּךְ עָלֵינוּ הָאָלָה וְהַשְּׁבֻעָה אֲשֶׁר כְּתוּבָה בְּתוֹרַת מֹשֶׁה עֶבֶד־הָאֱלֹהִים כִּי חָטָאנוּ לוֹ׃
12 וַיָּקֶם אֶת־דְּבָרוֹ אֲשֶׁר־דִּבֶּר עָלֵינוּ וְעַל שֹׁפְטֵינוּ אֲשֶׁר שְׁפָטוּנוּ לְהָבִיא עָלֵינוּ רָעָה גְדֹלָה אֲשֶׁר לֹא־נֶעֶשְׂתָה תַּחַת כָּל־הַשָּׁמַיִם כַּאֲשֶׁר נֶעֶשְׂתָה בִּירוּשָׁלִָם׃
13 כַּאֲשֶׁר כָּתוּב בְּתוֹרַת מֹשֶׁה אֵת כָּל־הָרָעָה הַזֹּאת בָּאָה עָלֵינוּ וְלֹא־חִלִּינוּ אֶת־פְּנֵי יְהוָה אֱלֹהֵינוּ לָשׁוּב מֵעֲוֹנֵנוּ וּלְהַשְׂכִּיל בַּאֲמִתֶּךָ׃
14 וַיִּשְׁקֹד יְהוָה עַל־הָרָעָה וַיְבִיאֶהָ עָלֵינוּ כִּי־צַדִּיק יְהוָה אֱלֹהֵינוּ עַל־כָּל־מַעֲשָׂיו אֲשֶׁר עָשָׂה וְלֹא שָׁמַעְנוּ בְּקֹלוֹ׃
15 וְעַתָּה אֲדֹנָי אֱלֹהֵינוּ אֲשֶׁר הוֹצֵאתָ אֶת־עַמְּךָ מֵאֶרֶץ מִצְרַיִם בְּיָד חֲזָקָה וַתַּעַשׂ־לְךָ שֵׁם כַּיּוֹם הַזֶּה חָטָאנוּ רָשָׁעְנוּ׃
16 אֲדֹנָי כְּכָל־צִדְקֹתֶךָ יָשָׁב־נָא אַפְּךָ וַחֲמָתְךָ מֵעִירְךָ יְרוּשָׁלִַם הַר־קָדְשֶׁךָ כִּי בַחֲטָאֵינוּ וּבַעֲוֹנוֹת אֲבֹתֵינוּ יְרוּשָׁלִַם וְעַמְּךָ לְחֶרְפָּה לְכָל־סְבִיבֹתֵינוּ׃
17 וְעַתָּה שְׁמַע אֱלֹהֵינוּ אֶל־תְּפִלַּת עַבְדְּךָ וְאֶל־תַּחֲנוּנָיו וְהָאֵר פָּנֶיךָ עַל־מִקְדָּשְׁךָ הַשָּׁמֵם לְמַעַן אֲדֹנָי׃
18 הַטֵּה אֱלֹהַי אָזְנְךָ וּשְׁמָע פקחה פְּקַח עֵינֶיךָ וּרְאֵה שֹׁמְמֹתֵינוּ וְהָעִיר אֲשֶׁר־נִקְרָא שִׁמְךָ עָלֶיהָ כִּי לֹא עַל־צִדְקֹתֵינוּ אֲנַחְנוּ מַפִּילִים תַּחֲנוּנֵינוּ לְפָנֶיךָ כִּי עַל־רַחֲמֶיךָ הָרַבִּים׃
19 אֲדֹנָי שְׁמָעָה אֲדֹנָי סְלָחָה אֲדֹנָי הַקְשִׁיבָה וַעֲשֵׂה אַל־תְּאַחַר לְמַעַנְךָ אֱלֹהַי כִּי־שִׁמְךָ נִקְרָא עַל־עִירְךָ וְעַל־עַמֶּךָ׃
20 וְעוֹד אֲנִי מְדַבֵּר וּמִתְפַּלֵּל וּמִתְוַדֶּה חַטָּאתִי וְחַטַּאת עַמִּי יִשְׂרָאֵל וּמַפִּיל תְּחִנָּתִי לִפְנֵי יְהוָה אֱלֹהַי עַל הַר־קֹדֶשׁ אֱלֹהָי׃
21 וְעוֹד אֲנִי מְדַבֵּר בַּתְּפִלָּה וְהָאִישׁ גַּבְרִיאֵל אֲשֶׁר רָאִיתִי בֶחָזוֹן בַּתְּחִלָּה מֻעָף בִּיעָף נֹגֵעַ אֵלַי כְּעֵת מִנְחַת־עָרֶב׃
22 וַיָּבֶן וַיְדַבֵּר עִמִּי וַיֹּאמַר דָּנִיֵּאל עַתָּה יָצָאתִי לְהַשְׂכִּילְךָ בִינָה׃
23 בִּתְחִלַּת תַּחֲנוּנֶיךָ יָצָא דָבָר וַאֲנִי בָּאתִי לְהַגִּיד כִּי־חֲמוּדוֹת אָתָּה וּבִין בַּדָּבָר וְהָבֵן בַּמַּרְאֶה׃
24 שָׁבֻעִים שִׁבְעִים נֶחְתַּךְ עַל־עַמְּךָ וְעַל־עִיר קָדְשֶׁךָ לְכַלֵּא הַפֶּשַׁע וּלְהָתֵם חַטָּאת וּלְכַפֵּר עָוֹן וּלְהָבִיא צֶדֶק עֹלָמִים וְלַחְתֹּם חָזוֹן וְנָבִיא וְלִמְשֹׁחַ קֹדֶשׁ קָדָשִׁים׃
25 וְתֵדַע וְתַשְׂכֵּל מִן־מֹצָא דָבָר לְהָשִׁיב וְלִבְנוֹת יְרוּשָׁלִַם עַד־מָשִׁיחַ נָגִיד שָׁבֻעִים שִׁבְעָה וְשָׁבֻעִים שִׁשִּׁים וּשְׁנַיִם תָּשׁוּב וְנִבְנְתָה רְחוֹב וְחָרוּץ וּבְצוֹק הָעִתִּים׃
26 וְאַחֲרֵי הַשָּׁבֻעִים שִׁשִּׁים וּשְׁנַיִם יִכָּרֵת מָשִׁיחַ וְאֵין לוֹ וְהָעִיר וְהַקֹּדֶשׁ יַשְׁחִית עַם נָגִיד הַבָּא וְקִצּוֹ בַשֶּׁטֶף וְעַד קֵץ מִלְחָמָה נֶחֱרֶצֶת שֹׁמֵמוֹת׃
27 וְהִגְבִּיר בְּרִית לָרַבִּים שָׁבוּעַ אֶחָד וַחֲצִי הַשָּׁבוּעַ יַשְׁבִּית זֶבַח וּמִנְחָה וְעַל כְּנַף שִׁקּוּצִים מְשֹׁמֵם וְעַד־כָּלָה וְנֶחֱרָצָה תִּתַּךְ עַל־שֹׁמֵם׃
Capítulo 10
Visión de Daniel junto al río Tigris
LBLA
1 En el año tercero de Ciro rey de Persia, fue revelada palabra a Daniel, llamado Beltsasar; y la palabra era verdadera, pero el tiempo señalado era largo, y él comprendió la palabra, y tuvo inteligencia en la visión.
2 En aquellos días yo Daniel estuve afligido por espacio de tres semanas.
3 No comí manjar delicado, ni entró en mi boca carne ni vino, ni me ungí con ungüento, hasta que se cumplieron las tres semanas.
4 Y el día veinticuatro del primer mes estaba yo a la orilla del gran río Hidekel.
5 Y alzando mis ojos miré, y he aquí un varón vestido de lino, y ceñidos sus lomos de oro de Ufaz.
6 Su cuerpo era como de berilo, y su rostro parecía un relámpago, y sus ojos como antorchas de fuego, y sus brazos y sus pies como de color de bronce bruñido, y el sonido de sus palabras como el estruendo de una multitud.
7 Y sólo yo, Daniel, vi aquella visión, y no la vieron los hombres que estaban conmigo, sino que se apoderó de ellos un gran temor, y huyeron y se escondieron.
8 Quedé, pues, yo solo, y vi esta gran visión, y no quedó fuerza en mí, antes mi fuerza se cambió en desfallecimiento, y no tuve vigor alguno.
9 Pero oí el sonido de sus palabras; y al oír el sonido de sus palabras, caí sobre mi rostro en un profundo sueño, con mi rostro en tierra.
10 Y he aquí una mano me tocó, e hizo que me pusiera sobre mis rodillas y sobre las palmas de mis manos.
11 Y me dijo: Daniel, varón muy amado, está atento a las palabras que te hablaré, y ponte en pie; porque a ti he sido enviado ahora. Mientras hablaba esto conmigo, me puse en pie temblando.
12 Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido.
13 Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia.
14 He venido para hacerte saber lo que ha de venir a tu pueblo en los postreros días; porque la visión es para esos días.
15 Mientras hablaba conmigo estas palabras, puse mis ojos en tierra y enmudecí.
16 Pero he aquí, uno con semejanza de hijo de hombre tocó mis labios; entonces abrí mi boca y hablé, y dije al que estaba delante de mí: Señor mío, con la visión me han sobrevenido dolores, y no me queda fuerza.
17 ¿Cómo, pues, podrá el siervo de mi señor hablar con mi señor? Porque al instante me faltó la fuerza, y no me quedó aliento.
18 Y aquel que tenía semejanza de hombre me tocó otra vez, y me fortaleció,
19 y me dijo: Muy amado, no temas; la paz sea contigo; esfuérzate y aliéntate. Y mientras él hablaba conmigo, recobré las fuerzas, y dije: Hable mi señor, porque me has fortalecido.
20 Y dijo: ¿Sabes por qué he venido a ti? Pues ahora tengo que volver para pelear contra el príncipe de Persia; y al terminar con él, he aquí que vendrá el príncipe de Grecia.
21 Pero yo te declararé lo que está escrito en el libro de la verdad; y ninguno me ayuda contra ellos, sino Miguel vuestro príncipe.
WLC
1 בִּשְׁנַת שָׁלֹושׁ לְכֹורֶשׁ מֶלֶךְ פָּרַס דָּבָר נִגְלָה לְדָנִיֵּאל אֲשֶׁר־נִקְרָא שְׁמֹו בֵּלְטְשַׁאצַּר וֶאֱמֶת הַדָּבָר וְצָבָא גָדֹול וּבִין אֶת־הַדָּבָר וּבִינָה לֹו בַּמַּרְאֶה׃
2 בַּיָּמִים הָהֵם אֲנִי דָנִיֵּאל הָיִיתִי מִתְאַבֵּל שְׁלֹשָׁה שָׁבֻעִים יָמִים׃
3 לֶחֶם חֲמֻדֹות לֹא אָכַלְתִּי וּבָשָׂר וָיַיִן לֹא־בָא אֶל־פִּי וְסֹוךְ לֹא־סָכְתִּי עַד־מְלֹאת שְׁלֹשֶׁת שָׁבֻעִים יָמִים׃
4 וּבְיֹום עֶשְׂרִים וְאַרְבָּעָה לַחֹדֶשׁ הָרִאשֹׁון וַאֲנִי הָיִיתִי עַל יַד הַנָּהָר הַגָּדֹול הוּא חִדָּקֶל׃
5 וָאֶשָּׂא אֶת־עֵינַי וָאֵרֶא וְהִנֵּה אִישׁ אֶחָד לָבוּשׁ בַּדִּים וּמָתְנָיו חֲגֻרִים בְּכֶתֶם אוּפָז׃
6 וּגְוִיָּתֹו כְתַרְשִׁישׁ וּפָנָיו כְּמַרְאֵה בָרָק וְעֵינָיו כְּלַפִּידֵי אֵשׁ וּזְרֹעֹתָיו וּמַרְגְּלֹתָיו כְּעֵין נְחֹשֶׁת קָלָל וְקֹול דְּבָרָיו כְּקֹול הָמֹון׃
7 וְרָאִיתִי אֲנִי דָנִיֵּאל לְבַדִּי אֶת־הַמַּרְאָה וְהָאֲנָשִׁים אֲשֶׁר הָיוּ עִמִּי לֹא רָאוּ אֶת־הַמַּרְאָה אֲבָל חֲרָדָה גְדֹלָה נָפְלָה עֲלֵיהֶם וַיִּבְרְחוּ בְּהֵחָבֵא׃
8 וַאֲנִי נִשְׁאַרְתִּי לְבַדִּי וָאֶרְאֶה אֶת־הַמַּרְאָה הַגְּדֹלָה הַזֹּאת וְלֹא נִשְׁאַר־בִּי כֹּחַ וְהֹודִי נֶהְפַּךְ עָלַי לְמַשְׁחִית וְלֹא עָצַרְתִּי כֹּחַ׃
9 וָאֶשְׁמַע אֶת־קֹול דְּבָרָיו וּכְשָׁמְעִי אֶת־קֹול דְּבָרָיו וַאֲנִי הָיִיתִי נִרְדָּם עַל־פָּנַי וּפָנַי אָרְצָה׃
10 וְהִנֵּה־יָד נָגְעָה בִּי וַתְּנִיעֵנִי עַל־בִּרְכַּי וְכַפֹּות יָדָי׃
11 וַיֹּאמֶר אֵלַי דָּנִיֵּאל אִישׁ־חֲמֻדֹות הָבֵן בַּדְּבָרִים אֲשֶׁר אָנֹכִי דֹבֵר אֵלֶיךָ וַעֲמֹד עַל־עָמְדֶךָ כִּי עַתָּה שֻׁלַּחְתִּי אֵלֶיךָ וּבְדַבְּרֹו עִמִּי אֶת־הַדָּבָר הַזֶּה עָמַדְתִּי מַרְעִיד׃
12 וַיֹּאמֶר אֵלַי אַל־תִּירָא דָנִיֵּאל כִּי מִן־הַיֹּום הָרִאשֹׁון אֲשֶׁר נָתַתָּ אֶת־לִבְּךָ לְהָבִין וּלְהִתְעַנֹּות לִפְנֵי אֱלֹהֶיךָ נִשְׁמְעוּ דְבָרֶיךָ וַאֲנִי־בָאתִי בִּדְבָרֶיךָ׃
13 וְשַׂר מַלְכוּת פָּרַס עֹמֵד לְנֶגְדִּי עֶשְׂרִים וְאֶחָד יֹום וְהִנֵּה מִיכָאֵל אַחַד הַשָּׂרִים הָרִאשֹׁנִים בָּא לְעָזְרֵנִי וַאֲנִי נֹותַרְתִּי שָׁם אֵצֶל מַלְכֵי פָרָס׃
14 וּבָאתִי לַהֲבִינְךָ אֵת אֲשֶׁר־יִקְרָה לְעַמְּךָ בְּאַחֲרִית הַיָּמִים כִּי־עֹוד חָזֹון לַיָּמִים׃
15 וּבְדַבְּרֹו עִמִּי כַּדְּבָרִים הָאֵלֶּה נָתַתִּי פָנַי אַרְצָה וְנֶאֱלָמְתִּי׃
16 וְהִנֵּה כִּדְמוּת בְּנֵי אָדָם נֹגֵעַ עַל־שְׂפָתָי וָאֶפְתַּח־פִּי וָאֲדַבְּרָה וָאֹמְרָה אֶל־הָעֹמֵד לְנֶגְדִּי אֲדֹנִי בַּמַּרְאָה נֶהֶפְכוּ צִירַי עָלַי וְלֹא עָצַרְתִּי כֹּחַ׃
17 וְהֵיךְ יוּכַל עֶבֶד אֲדֹנִי זֶה לְדַבֵּר עִם־אֲדֹנִי זֶה וַאֲנִי מֵעַתָּה לֹא־יַעֲמָד־בִּי כֹחַ וּנְשָׁמָה לֹא נִשְׁאֲרָה־בִי׃
18 וַיֹּסֶף וַיִּגַּע־בִּי כְּמַרְאֵה אָדָם וַיְחַזְּקֵנִי׃
19 וַיֹּאמֶר אַל־תִּירָא אִישׁ־חֲמֻדֹות שָׁלֹום לָךְ חֲזַק וַחֲזָק וּבְדַבְּרֹו עִמִּי הִתְחַזַּקְתִּי וָאֹמְרָה יְדַבֵּר אֲדֹנִי כִּי חִזַּקְתָּנִי׃
20 וַיֹּאמֶר הֲיָדַעְתָּ לָמָּה־בָּאתִי אֵלֶיךָ וְעַתָּה אָשׁוּב לְהִלָּחֵם עִם־שַׂר פָּרָס וַאֲנִי יֹוצֵא וְהִנֵּה שַׂר־יָוָן בָּא׃
21 אֲבָל אַגִּיד לְךָ אֶת־הָרָשׁוּם בִּכְתָב אֱמֶת וְאֵין אֶחָד מִתְחַזֵּק עִמִּי עַל־אֵלֶּה כִּי אִם־מִיכָאֵל שַׂרְכֶם׃
Capítulo 11
Profecía de las guerras del norte y del sur
LBLA
1 Y en el año primero de Darío el medo, yo estuve para animarlo y fortalecerlo.
2 Y ahora yo te declararé la verdad: He aquí, aún habrá tres reyes en Persia, y el cuarto se hará de grandes riquezas, más que todos ellos; y cuando se haya hecho fuerte con sus riquezas, levantará a todos contra el reino de Grecia.
3 Se levantará luego un rey valiente, el cual dominará con gran poder y hará su voluntad.
4 Pero cuando se haya levantado, su reino será quebrantado y repartido hacia los cuatro vientos del cielo; pero no a sus descendientes, ni según el dominio con que él dominó; porque su reino será arrancado, y será para otros fuera de ellos.
5 Y se hará fuerte el rey del sur; mas uno de sus príncipes será más fuerte que él, y se hará poderoso; su dominio será grande.
6 Al cabo de años harán alianza, y la hija del rey del sur vendrá al rey del norte para hacer la paz. Pero ella no retendrá la fuerza de su brazo, ni permanecerá él, ni su brazo; porque será entregada ella, y los que la habían traído, así como su hijo, y los que estaban de parte de ella en aquel tiempo.
7 Pero un renuevo de sus raíces se levantará sobre su trono, y vendrá con ejército contra el rey del norte, y entrará en la fortaleza, y hará en ellos a su arbitrio, y predominará.
8 Y aun a los dioses de ellos, sus imágenes fundidas y sus objetos preciosos de plata y de oro, llevará cautivos a Egipto; y por años se mantendrá él contra el rey del norte.
9 Así entrará en el reino el rey del sur, y volverá a su tierra.
10 Pero los hijos de aquél se airarán, y reunirán multitud de grandes ejércitos; y vendrá apresuradamente e inundará, y pasará adelante; luego volverá y llevará la guerra hasta su fortaleza.
11 Por lo cual se enfurecerá el rey del sur, y saldrá y peleará contra el rey del norte; y pondrá en campo gran multitud, y toda aquella multitud será entregada en su mano.
12 Y la multitud se ensoberbecerá, y se elevará su corazón, y derribará a muchos millares; mas no prevalecerá.
13 Y el rey del norte volverá a poner en campo multitud mayor que la primera, y al cabo de algunos años vendrá apresuradamente con gran ejército y con muchas riquezas.
14 Y en aquellos tiempos se levantarán muchos contra el rey del sur; y hombres turbulentos de tu pueblo se levantarán para cumplir la visión, pero ellos caerán.
15 Vendrá, pues, el rey del norte, y levantará baluartes, y tomará la ciudad fuerte; y las fuerzas del sur no podrán sostenerse, ni sus tropas escogidas, porque no habrá fuerza para resistir.
16 Y el que vendrá contra él hará su voluntad, y no habrá quien se le pueda enfrentar; y se establecerá en la tierra gloriosa, la cual será consumida en su poder.
17 Afirmará luego su rostro para venir con el poder de todo su reino; y hará con aquél convenios, y le dará una hija de las mujeres para destruirle; pero no permanecerá, ni tendrá éxito.
18 Volverá después su rostro a las costas, y tomará muchas; mas un príncipe hará cesar su afrenta, y aun hará volver sobre él su oprobio.
19 Luego volverá su rostro a las fortalezas de su tierra; mas tropezará y caerá, y no será hallado.
20 Y se levantará en su lugar uno que hará pasar un cobrador de tributos por la gloria del reino; pero en pocos días será quebrantado, aunque no en ira, ni en batalla.
21 Y le sucederá en su lugar un hombre despreciable, al cual no darán la honra del reino; pero vendrá sin aviso y tomará el reino con halagos.
22 Y las fuerzas enemigas serán barridas delante de él, como con inundación de aguas; y serán del todo destruidos, junto con el príncipe del pacto.
23 Y después del pacto con él, engañará y subirá, y saldrá vencedor con poca gente.
24 Estando la provincia en paz y en abundancia, entrará y hará lo que no hicieron sus padres, ni los padres de sus padres; botín, despojos y riquezas repartirá a sus soldados; y contra las fortalezas maquinara su designio, y esto por un tiempo.
25 Y despertará sus fuerzas y su ardor contra el rey del sur con gran ejército; y el rey del sur se empeñará en la guerra con grande y muy fuerte ejército; mas no prevalecerá, porque le harán traición.
26 Aun los que coman de sus manjares le quebrantarán; y su ejército será destruido, y muchos caerán muertos.
27 Y el corazón de estos dos reyes será para hacer mal, y en una misma mesa hablarán mentira; mas no servirá de nada, porque el plazo aún no habrá llegado.
28 Y volverá a su tierra con gran riqueza, y su corazón será contra el pacto santo; hará su voluntad, y volverá a su tierra.
29 Al tiempo señalado volverá al sur; mas no será la postrera venida como la primera.
30 Porque vendrán contra él naves de Quitim, y él se contristará, y volverá, y se enojará contra el pacto santo, y hará según su voluntad; volverá, pues, y se entenderá con los que abandonen el santo pacto.
31 Y se levantarán de su parte tropas que profanarán el santuario y la fortaleza, y quitarán el continuo sacrificio, y pondrán la abominación desoladora.
32 Con lisonjas seducirá a los violadores del pacto; mas el pueblo que conoce a su Dios se esforzará y actuará.
33 Y los sabios del pueblo instruirán a muchos; y por algunos días caerán a espada y a fuego, en cautividad y despojo.
34 Y en su caída serán ayudados de pequeño socorro; y muchos se juntarán a ellos con lisonjas.
35 Y algunos de los sabios caerán para ser depurados y limpiados y emblanquecidos, hasta el tiempo determinado; porque aun para esto hay plazo.
36 Y el rey hará su voluntad, y se ensoberbecerá, y se engrandecerá sobre todo dios; y contra el Dios de los dioses hablará maravillas, y prosperará, hasta que sea consumada la ira; porque lo determinado se cumplirá.
37 No mirará a los dioses de sus padres, ni al amor de las mujeres; ni respetará a dios alguno, porque sobre todo se engrandecerá.
38 Mas honrará en su lugar al dios de las fortalezas, dios que sus padres no conocieron; lo honrará con oro y plata, con piedras preciosas y con cosas de gran precio.
39 Y con un dios ajeno se hará de las fortalezas más inexpugnables, y colmará de honores a los que le reconozcan, y les dará dominio sobre muchos, y repartirá la tierra por precio.
40 Pero al tiempo del fin, el rey del sur contenderá con él; y el rey del norte se levantará contra él como una tempestad, con carros y gente de a caballo, y muchas naves; y entrará por las tierras, e inundará, y pasará.
41 Entrará a la tierra gloriosa, y muchas provincias caerán; mas éstas escaparán de su mano: Edom y Moab, y la mayoría de los hijos de Amón.
42 Extenderá su mano contra las tierras, y no escapará el país de Egipto.
43 Y se apoderará de los tesoros de oro y plata, y de todas las cosas preciosas de Egipto; y los de Libia y de Etiopía le seguirán.
44 Pero noticias del oriente y del norte lo atemorizarán, y saldrá con gran ira para destruir y matar a muchos.
45 Y plantará las tiendas de su palacio entre los mares y el monte glorioso y santo; mas llegará a su fin, y no tendrá quien le ayude.
WLC
1 וַאֲנִי בִּשְׁנַת אַחַת לְדָרְיָוֶשׁ הַמָּדִי עָמְדִי לְמַחֲזִיק וּלְמָעוֹז לוֹ׃
2 וְעַתָּה אֱמֶת אַגִּיד לָךְ הִנֵּה־עוֹד שְׁלֹשָׁה מְלָכִים עֹמְדִים לְפָרַס וְהָרְבִיעִי יַעֲשִׁיר עֹשֶׁר־גָּדוֹל מִכֹּל וּכְחֶזְקָתוֹ בְעָשְׁרוֹ יָעִיר הַכֹּל אֵת מַלְכוּת יָוָן׃
3 וְעָמַד מֶלֶךְ גִּבּוֹר וּמָשַׁל מִמְשָׁל רַב וְעָשָׂה כִּרְצוֹנוֹ׃
4 וּכְעָמְדוֹ תִּשָּׁבֵר מַלְכוּתוֹ וְתֵחָץ לְאַרְבַּע רוּחוֹת הַשָּׁמָיִם וְלֹא לְאַחֲרִיתוֹ וְלֹא כְמָשְׁלוֹ אֲשֶׁר מָשָׁל כִּי תִנָּתֵשׁ מַלְכוּתוֹ וְלַאֲחֵרִים מִלְּבַד־אֵלֶּה׃
5 וְיֶחֱזַק מֶלֶךְ־הַנֶּגֶב וּמִן־שָׂרָיו וְיֶחֱזַק עָלָיו וּמָשָׁל מִמְשָׁל רַב מֶמְשַׁלְתּוֹ׃
6 וּלְקֵץ שָׁנִים יִתְחַבָּרוּ וּבַת מֶלֶךְ־הַנֶּגֶב תָּבוֹא אֶל־מֶלֶךְ הַצָּפוֹן לַעֲשׂוֹת שְׁלֹמִים וְלֹא־תַעְצֹר כּוֹחַ הַזְּרוֹעַ וְלֹא יַעֲמֹד וּזְרֹעוֹ וְתִנָּתֵן הִיא וּמְבִיאֶיהָ וְהַיֹּלְדָהּ וּמַחֲזִיקָהּ בָּעִתִּים׃
7 וְעָמַד מִנֵּצֶר שָׁרָשֶׁיהָ כַּנּוֹ וְיָבֹא אֶל־הַחַיִל וְיָבֹא בְּמָעוֹז מֶלֶךְ הַצָּפוֹן וְעָשָׂה בָהֶם וְהֶחֱזִיק׃
8 וְגַם אֱלֹהֵיהֶם עִם־נְסִכֵיהֶם עִם־כְּלֵי חֶמְדָּתָם כֶּסֶף וְזָהָב בַּשְּׁבִי יָבִיא מִצְרָיִם וְהוּא שָׁנִים יַעֲמֹד מִמֶּלֶךְ הַצָּפוֹן׃
9 וּבָא בְּמַלְכוּת מֶלֶךְ הַנֶּגֶב וְשָׁב אֶל־אַדְמָתוֹ׃
10 וּבָנָיו יִתְגָּרוּ וְאָסְפוּ הֲמוֹן חֲיָלִים רַבִּים וּבָא בוֹא וְשָׁטַף וְעָבָר וְיָשֹׁב וַיִּתְגָּר עַד־מָעֻזּוֹ׃
11 וְיִתְמַרְמַר מֶלֶךְ הַנֶּגֶב וְיָצָא וְנִלְחַם עִמּוֹ עִם־מֶלֶךְ הַצָּפוֹן וְהֶעֱמִיד הָמוֹן רָב וְנִתַּן הֶהָמוֹן בְּיָדוֹ׃
12 וְנִשָּׂא הֶהָמוֹן וְרָם לְבָבוֹ וְהִפִּיל רִבֹּאוֹת וְלֹא יָעוֹז׃
13 וְשָׁב מֶלֶךְ הַצָּפוֹן וְהֶעֱמִיד הָמוֹן רַב מִן־הָרִאשׁוֹן וּלְקֵץ הָעִתִּים שָׁנִים יָבוֹא בוֹא בְּחַיִל גָּדוֹל וּבִרְכוּשׁ רָב׃
14 וּבָעִתִּים הָהֵם רַבִּים יַעַמְדוּ עַל־מֶלֶךְ הַנֶּגֶב וּבְנֵי פָּרִיצֵי עַמְּךָ יִנַּשְּׂאוּ לְהַעֲמִיד חָזוֹן וְנִכְשָׁלוּ׃
15 וְיָבֹא מֶלֶךְ הַצָּפוֹן וְיִשְׁפֹּךְ סוֹלֲלָה וְלָכַד עִיר מִבְצָרוֹת וּזְרֹעוֹת הַנֶּגֶב לֹא יַעֲמֹדוּ וְעַם מִבְחָרָיו וְאֵין כֹּחַ לַעֲמֹד׃
16 וְיַעַשׂ הַבָּא אֵלָיו כִּרְצוֹנוֹ וְאֵין עוֹמֵד לְפָנָיו וְיַעֲמֹד בְּאֶרֶץ־הַצְּבִי וְכָלָה בְיָדוֹ׃
17 וְיָשֵׂם פָּנָיו לָבוֹא בְּתֹקֶף כָּל־מַלְכוּתוֹ וִישָׁרִים עִמּוֹ וְעָשָׂה וּבַת הַנָּשִׁים יִתֶּן־לוֹ לְהַשְׁחִיתָהּ וְלֹא תַעֲמֹד וְלֹא־לוֹ תִהְיֶה׃
18 וְיָשֵׂם פָּנָיו לְאִיִּים וְלָכַד רַבִּים וְהִשְׁבִּית קָצִין חֶרְפָּתוֹ לוֹ בִּלְתִּי חֶרְפָּתוֹ יָשִׁיב לוֹ׃
19 וְיָשֵׁב פָּנָיו לְמָעוּזֵּי אַרְצוֹ וְנִכְשַׁל וְנָפַל וְלֹא יִמָּצֵא׃
20 וְעָמַד עַל־כַּנּוֹ מַעֲבִיר נוֹגֵשׂ הֶדֶר מַלְכוּת וּבְיָמִים אֲחָדִים יִשָּׁבֵר וְלֹא בְאַפַּיִם וְלֹא בְמִלְחָמָה׃
21 וְעָמַד עַל־כַּנּוֹ נִבְזֶה וְלֹא־נָתְנוּ עָלָיו הוֹד מַלְכוּת וּבָא בְשַׁלְוָה וְהֶחֱזִיק מַלְכוּת בַּחֲלַקְלַקּוֹת׃
22 וּזְרֹעוֹת הַשֶּׁטֶף יִשָּׁטְפוּ מִלְּפָנָיו וְיִשָּׁבֵרוּ וְגַם נְגִיד בְּרִית׃
23 וּמִן־הִתְחַבְּרוּת אֵלָיו יַעֲשֶׂה מִרְמָה וְעָלָה וְגָבַר בִּמְעַט־גּוֹי׃
24 בְּשַׁלְוָה וּבְמִשְׁמַנֵּי מְדִינָה יָבוֹא וְעָשָׂה אֲשֶׁר לֹא־עָשׂוּ אֲבֹתָיו וַאֲבוֹת אֲבֹתָיו בִּזָּה וְשָׁלָל וּרְכוּשׁ לָהֶם יִבְזוֹר וְעַל מִבְצָרִים יְחַשֵּׁב מַחְשְׁבֹתָיו וְעַד־עֵת׃
25 וְיָעֵר כֹּחוֹ וּלְבָבוֹ עַל־מֶלֶךְ הַנֶּגֶב בְּחַיִל גָּדוֹל וּמֶלֶךְ הַנֶּגֶב יִתְגָּרֶה לַמִּלְחָמָה בְּחַיִל גָּדוֹל וְעָצוּם עַד־מְאֹד וְלֹא יַעֲמֹד כִּי־יַחְשְׁבוּ עָלָיו מַחֲשָׁבוֹת׃
26 וְאֹכְלֵי פַת־בָּגוֹ יִשְׁבְּרוּהוּ וְחֵילוֹ יִשְׁטוֹף וְנָפְלוּ חֲלָלִים רַבִּים׃
27 וּשְׁנֵי הַמְּלָכִים לְבָבָם לְמֵרָע וְעַל־שֻׁלְחָן אֶחָד כָּזָב יְדַבֵּרוּ וְלֹא תִצְלָח כִּי־עוֹד קֵץ לַמּוֹעֵד׃
28 וְיָשֹׁב אַרְצוֹ בִּרְכוּשׁ גָּדוֹל וּלְבָבוֹ עַל־בְּרִית קֹדֶשׁ וְעָשָׂה וְשָׁב לְאַרְצוֹ׃
29 לַמּוֹעֵד יָשׁוּב וּבָא בַנֶּגֶב וְלֹא־תִהְיֶה כָרִאשֹׁנָה וְכָאַחֲרֹנָה׃
30 וּבָאוּ בוֹ צִיִּים כִּתִּים וְנִכְאָה וְשָׁב וְזָעַם עַל־בְּרִית־קֹדֶשׁ וְעָשָׂה וְשָׁב וְיָבֵן עַל־עֹזְבֵי בְּרִית קֹדֶשׁ׃
31 וּזְרֹעִים מִמֶּנּוּ יַעֲמֹדוּ וְחִלְּלוּ הַמִּקְדָּשׁ הַמָּעוֹז וְהֵסִירוּ הַתָּמִיד וְנָתְנוּ הַשִּׁקּוּץ מְשֹׁמֵם׃
32 וּמַרְשִׁיעֵי בְרִית יַחֲנִיף בַּחֲלַקּוֹת וְעַם יֹדְעֵי אֱלֹהָיו יַחֲזִקוּ וְעָשׂוּ׃
33 וּמַשְׂכִּילֵי עָם יָבִינוּ לָרַבִּים וְנִכְשְׁלוּ בְּחֶרֶב וּבְלֶהָבָה בִּשְׁבִי וּבְבִזָּה יָמִים׃
34 וּבְהִכָּשְׁלָם יֵעָזְרוּ עֵזֶר מְעָט וְנִלְווּ עֲלֵיהֶם רַבִּים בַּחֲלַקְלַקּוֹת׃
35 וּמִן־הַמַּשְׂכִּילִים יִכָּשְׁלוּ לִצְרֹף בָּהֶם וּלְבָרֵר וְלַלְבֵּן עַד־עֵת קֵץ כִּי־עוֹד לַמּוֹעֵד׃
36 וְעָשָׂה כִרְצוֹנוֹ הַמֶּלֶךְ וְיִתְרוֹמֵם וְיִתְגַּדֵּל עַל־כָּל־אֵל וְעַל אֵל אֵלִים יְדַבֵּר נִפְלָאוֹת וְהִצְלִיחַ עַד־כָּלָה זַעַם כִּי נֶחֱרָצָה נֶעֱשָׂתָה׃
37 וְעַל־אֱלֹהֵי אֲבֹתָיו לֹא יָבִין וְעַל־חֶמְדַּת נָשִׁים וְעַל־כָּל־אֱלוֹהַּ לֹא יָבִין כִּי עַל־כֹּל יִתְגַּדָּל׃
38 וְלֶאֱלוֹהַּ מָעֻזִּים עַל־כַּנּוֹ יְכַבֵּד וְלֶאֱלוֹהַּ אֲשֶׁר לֹא־יְדָעֻהוּ אֲבֹתָיו יְכַבֵּד בְּזָהָב וּבְכֶסֶף וּבְאֶבֶן יְקָרָה וּבַחֲמֻדוֹת׃
39 וְעָשָׂה לְמִבְצְרֵי מָעֻזִּים עִם־אֱלוֹהַּ נֵכָר אֲשֶׁר יַכִּיר יַרְבֶּה כָבוֹד וְהִמְשִׁילָם בָּרַבִּים וַאֲדָמָה יְחַלֵּק בִּמְחִיר׃
40 וּבְעֵת קֵץ יִתְנַגַּח עִמּוֹ מֶלֶךְ הַנֶּגֶב וְיִשְׂתָּעֵר עָלָיו מֶלֶךְ הַצָּפוֹן בְּרֶכֶב וּבְפָרָשִׁים וּבָאֳנִיּוֹת רַבּוֹת וּבָא בַאֲרָצוֹת וְשָׁטַף וְעָבָר׃
41 וּבָא בְּאֶרֶץ הַצְּבִי וְרַבּוֹת יִכָּשֵׁלוּ וְאֵלֶּה יִמָּלְטוּ מִיָּדוֹ אֱדוֹם וּמוֹאָב וְרֵאשִׁית בְּנֵי עַמּוֹן׃
42 וְיִשְׁלַח יָדוֹ בַּאֲרָצוֹת וְאֶרֶץ מִצְרַיִם לֹא תִהְיֶה לִפְלֵיטָה׃
43 וּמָשַׁל בְּמִכְמַנֵּי הַזָּהָב וְהַכֶּסֶף וּבְכֹל חֲמֻדוֹת מִצְרָיִם וְלֻבִים וְכֻשִׁים בְּמִצְעָדָיו׃
44 וּשְׁמֻעוֹת יְבַהֲלֻהוּ מִמִּזְרָח וּמִצָּפוֹן וְיָצָא בְּחֵמָה גְדֹלָה לְהַשְׁמִיד וּלְהַחֲרִים רַבִּים׃
45 וְיִטַּע אָהֳלֶי אַפַּדְנוֹ בֵּין יַמִּים לְהַר־צְבִי־קֹדֶשׁ וּבָא עַד־קִצּוֹ וְאֵין עוֹזֵר לוֹ׃
Capítulo 12
El tiempo del fin
LBLA
1 En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo. Será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen inscritos en el libro.
2 Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua.
3 Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad.
4 Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará.
5 Y yo Daniel miré, y he aquí otros dos que estaban en pie, el uno a este lado del río, y el otro al otro lado del río.
6 Y dijo uno al varón vestido de lino, que estaba sobre las aguas del río: ¿Cuándo será el fin de estas maravillas?
7 Y oí al varón vestido de lino, que estaba sobre las aguas del río, el cual alzó su diestra y su siniestra al cielo, y juró por el que vive por los siglos, que será por tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo. Y cuando se acabe la dispersión del poder del pueblo santo, todas estas cosas serán cumplidas.
8 Y yo oí, mas no entendí. Y dije: Señor mío, ¿cuál será el fin de estas cosas?
9 El respondió: Anda, Daniel, pues estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin.
10 Muchos serán limpios, y emblanquecidos y purificados; los impíos procederán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá, pero los entendidos comprenderán.
11 Y desde el tiempo que sea quitado el continuo sacrificio hasta la abominación desoladora, habrá mil doscientos noventa días.
12 Bienaventurado el que espere, y llegue a mil trescientos treinta y cinco días.
13 Y tú irás hasta el fin, y reposarás, y te levantarás para recibir tu heredad al fin de los días.
WLC
1 וּבָעֵת הַהִיא יַעֲמֹד מִיכָאֵל הַשַּׂר הַגָּדוֹל הָעֹמֵד עַל־בְּנֵי עַמֶּךָ וְהָיְתָה עֵת צָרָה אֲשֶׁר לֹא־נִהְיְתָה מִהְיוֹת גּוֹי עַד הָעֵת הַהִיא וּבָעֵת הַהִיא יִמָּלֵט עַמְּךָ כָּל־הַנִּמְצָא כָּתוּב בַּסֵּפֶר׃
2 וְרַבִּים מִיְּשֵׁנֵי אַדְמַת־עָפָר יָקִיצוּ אֵלֶּה לְחַיֵּי עֹולָם וְאֵלֶּה לַחֲרָפֹות לְדִרְאֹון עֹולָם׃
3 וְהַמַּשְׂכִּלִים יַזְהִרוּ כְּזֹהַר הָרָקִיעַ וּמַצְדִּיקֵי הָרַבִּים כַּכֹּוכָבִים לְעֹולָם וָעֶד׃
4 וְאַתָּה דָנִיֵּאל סְתֹם הַדְּבָרִים וַחֲתֹם הַסֵּפֶר עַד־עֵת קֵץ יְשֹׁטְטוּ רַבִּים וְתִרְבֶּה הַדָּעַת׃
5 וְרָאִיתִי אֲנִי דָנִיֵּאל וְהִנֵּה שְׁנַיִם אֲחֵרִים עֹמְדִים אֶחָד מִכָּאן לִשְׂפַת הַנָּהָר וְאֶחָד מִכָּאן לִשְׂפַת הַנָּהָר׃
6 וַיֹּאמֶר לָאִישׁ לְבֻשׁ הַבַּדִּים אֲשֶׁר מִמַּעַל לְמֵימֵי הַנָּהָר עַד־מָתַי קֵץ הַפְּלָאֹות׃
7 וָאֶשְׁמַע אֶת־הָאִישׁ לְבֻשׁ הַבַּדִּים אֲשֶׁר מִמַּעַל לְמֵימֵי הַנָּהָר וַיָּרֶם יְמִינֹו וּשְׂמֹאלֹו אֶל־הַשָּׁמַיִם וַיִּשָּׁבַע בְּחֵי הָעֹולָם כִּי לְמֹועֵד מֹועֲדִים וָחֵצִי וּכְכַלֹּות נַפֵּץ יַד־עַם־קֹדֶשׁ תִּכְלֶינָה כָל־אֵלֶּה׃
8 וַאֲנִי שָׁמַעְתִּי וְלֹא הֱבִינֹותִי וָאֹומְרָה אֲדֹנִי מָה־אַחֲרִית אֵלֶּה׃
9 וַיֹּאמֶר לֵךְ דָּנִיֵּאל כִּי־סְתֻמִים וַחֲתֻמִים הַדְּבָרִים עַד־עֵת קֵץ׃
10 יִתְבָּרֲרוּ וְיִתְלַבְּנוּ וְיִצָּרְפוּ רַבִּים וְהִרְשִׁיעוּ רְשָׁעִים וְלֹא יָבִינוּ כָּל־רְשָׁעִים וְהַמַּשְׂכִּלִים יָבִינוּ׃
11 וּמֵעֵת הוּסַר הַתָּמִיד וְלָתֵת שִׁקּוּץ שֹׁמֵם יָמִים אֶלֶף מָאתַיִם וְתִשְׁעִים׃
12 אַשְׁרֵי הַמְחַכֶּה וְיַגִּיעַ לְיָמִים אֶלֶף שְׁלֹשׁ מֵאֹות שְׁלֹשִׁים וַחֲמִשָּׁה׃
13 וְאַתָּה לֵךְ לַקֵּץ וְתָנוּחַ וְתַעֲמֹד לְגֹרָלְךָ לְקֵץ הַיָּמִין׃