דִּבְרֵי הַיָּמִים ב Crónicas 2º

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Capítulo 1
Salomón pide sabiduría
LBLA
1 Salomón, hijo de David, se fortaleció en su reino, y el SEÑOR su Dios estaba con él y lo engrandeció sobremanera.
2 Y Salomón habló a todo Israel, a los jefes de millares y de centenas, a los jueces y a todos los príncipes de todo Israel, jefes de las casas paternas.
3 Entonces Salomón y toda la asamblea con él fueron al lugar alto que estaba en Gabaón, porque allí estaba la tienda de reunión de Dios, que Moisés, siervo del SEÑOR, había hecho en el desierto.
4 Pero David había traído el arca de Dios de Quiriat-jearim al lugar que David había preparado para ella, porque le había levantado una tienda en Jerusalén.
5 Además, el altar de bronce que había hecho Bezaleel, hijo de Uri, hijo de Hur, estaba allí delante del tabernáculo del SEÑOR, y Salomón y la asamblea buscaron al SEÑOR.
6 Y subió allí Salomón delante del SEÑOR al altar de bronce que estaba en la tienda de reunión, y ofreció sobre él mil holocaustos.
7 Aquella noche se apareció Dios a Salomón y le dijo: Pide lo que quieras que yo te dé.
8 Y Salomón dijo a Dios: Tú has mostrado gran misericordia a mi padre David, y me has hecho rey en su lugar.
9 Ahora, oh SEÑOR Dios, cúmplase tu promesa a mi padre David, porque tú me has hecho rey sobre un pueblo tan numeroso como el polvo de la tierra.
10 Dame ahora sabiduría y conocimiento para salir y entrar delante de este pueblo; porque ¿quién podrá gobernar a este pueblo tuyo tan grande?
11 Y Dios dijo a Salomón: Porque esto estaba en tu corazón, y no pediste riquezas, bienes o gloria, ni la vida de los que te aborrecen, ni siquiera pediste larga vida, sino que pediste para ti sabiduría y conocimiento para gobernar a mi pueblo sobre el cual te he hecho rey,
12 sabiduría y conocimiento te son dados. También te daré riquezas, bienes y gloria, como no tuvieron los reyes que fueron antes de ti, ni tendrán los que vengan después de ti.
13 Y Salomón volvió a Jerusalén desde el lugar alto que estaba en Gabaón, de delante de la tienda de reunión, y reinó sobre Israel.
14 Salomón reunió carros y hombres de a caballo; y tenía mil cuatrocientos carros y doce mil hombres de a caballo, y los puso en las ciudades de los carros y con el rey en Jerusalén.
15 Y el rey hizo que la plata y el oro fueran tan abundantes en Jerusalén como las piedras, e hizo que los cedros fueran tan abundantes como los sicómoros que están en la llanura.
16 Los caballos que tenía Salomón eran importados de Egipto y de Coa; los mercaderes del rey los adquirían de Coa por un precio.
17 Importaban de Egipto un carro por seiscientas piezas de plata y un caballo por ciento cincuenta; y de la misma manera los exportaban a todos los reyes de los hititas y a los reyes de Aram.
WLC
1 וַיִּתְחַזֵּ֛ק שְׁלֹמֹ֥ה בֶן־דָּוִ֖יד עַל־מַלְכוּת֑וֹ וַיהוָ֤ה אֱלֹהָיו֙ עִמּ֔וֹ וַיְגַדְּלֵ֖הוּ לְמָֽעְלָה׃
2 וַיֹּ֣אמֶר שְׁלֹמֹ֣ה לְכָל־יִשְׂרָאֵ֡ל לְשָׂרֵי֩ הָאֲלָפִ֨ים וְהַמֵּא֜וֹת וְלַשֹּֽׁפְטִ֗ים וּלְכֹ֛ל נָשִׂ֥יא לְכָל־יִשְׂרָאֵ֖ל רָאשֵׁ֥י הָאָבֽוֹת׃
3 וַיֵּלְכ֗וּ שְׁלֹמֹה֙ וְכָל־הַקָּהָ֣ל עִמּ֔וֹ לַבָּמָ֖ה אֲשֶׁ֣ר בְּגִבְע֑וֹן כִּי־שָׁ֣ם הָיָ֗ה אֹ֤הֶל מוֹעֵד֙ הָאֱלֹהִ֔ים אֲשֶׁ֥ר עָשָׂ֛ה מֹשֶׁ֥ה עֶֽבֶד־יְהוָ֖ה בַּמִּדְבָּֽר׃
4 אֲבָ֗ל אֲר֤וֹן הָאֱלֹהִים֙ הֶעֱלָ֣ה דָוִ֔יד מִקִּרְיַ֖ת יְעָרִ֑ים בַּהֵכִ֤ין ל֣וֹ דָוִ֔יד כִּ֧י נָֽטָה־ל֛וֹ אֹ֖הֶל בִּירוּשָׁלִָֽם׃
5 וּמִזְבַּ֣ח הַנְּחֹ֗שֶׁת אֲשֶׁ֤ר עָשָׂה֙ בְּצַלְאֵ֣ל בֶּן־אוּרִ֣י בֶן־ח֔וּר שָׂ֕ם לִפְנֵ֖י מִשְׁכַּ֣ן יְהוָ֑ה וַיִּדְרְשֵׁ֥הוּ שְׁלֹמֹ֖ה וְהַקָּהָֽל׃
6 וַיַּ֨עַל שְׁלֹמֹ֜ה שָׁ֗ם עַל־מִזְבַּ֤ח הַנְּחֹ֙שֶׁת֙ לִפְנֵ֣י יְהוָ֔ה אֲשֶׁ֖ר לְאֹ֣הֶל מוֹעֵ֑ד וַיַּ֣עַל עָלָ֔יו עֹל֖וֹת אָֽלֶף׃
7 בַּלַּ֣יְלָה הַה֔וּא נִרְאָ֥ה אֱלֹהִ֖ים לִשְׁלֹמֹ֑ה וַיֹּ֣אמֶר ל֔וֹ שְׁאַ֖ל מָ֥ה אֶתֶּן־לָֽךְ׃
8 וַיֹּ֤אמֶר שְׁלֹמֹה֙ לֵֽאלֹהִ֔ים אַתָּה֙ עָשִׂ֣יתָ עִם־דָּוִ֣יד אָבִ֔י חֶ֖סֶד גָּד֑וֹל וְהִמְלַכְתַּ֖נִי תַּחְתָּֽיו׃
9 עַתָּה֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהִ֔ים יֵאָמֵ֥ן דְּבָרְךָ֖ עִ֣ם דָּוִ֣יד אָבִ֑י כִּ֤י אַתָּה֙ הִמְלַכְתַּ֔נִי עַל־עַ֕ם רַ֖ב כַּעֲפַ֥ר הָאָֽרֶץ׃
10 עַתָּ֗ה חָכְמָ֤ה וּמַדָּע֙ תֶּן־לִ֔י וְאֵצְאָ֛ה לִפְנֵ֥י הָֽעָם־הַזֶּ֖ה וְאָב֑וֹא כִּֽי־מִ֣י יִשְׁפֹּ֔ט אֶת־עַמְּךָ֥ הַזֶּ֖ה הַגָּדֽוֹל׃
11 וַיֹּאמֶר֩ אֱלֹהִ֨ים לִשְׁלֹמֹ֜ה יַ֣עַן אֲשֶׁ֣ר הָיְתָ֣ה זֹאת֮ עִם־לְבָבְךָ֒ וְלֹא־שָׁאַ֣לְתָּ עֹ֡שֶׁר נְכָסִ֣ים וְכָב֡וֹד וְאֵת֩ נֶ֨פֶשׁ שֹׂנְאֶ֜יךָ וְגַם־יָמִ֤ים רַבִּים֙ לֹ֣א שָׁאָ֔לְתָּ וַתִּֽשְׁאַל־לְךָ֤ חָכְמָה֙ וּמַדָּ֔ע אֲשֶׁ֤ר תִּשְׁפּוֹט֙ אֶת־עַמִּ֔י אֲשֶׁ֥ר הִמְלַכְתִּ֖יךָ עָלָֽיו׃
12 הַחָכְמָ֥ה וְהַמַּדָּ֖ע נָת֣וּן לָ֑ךְ וְעֹ֨שֶׁר וּנְכָסִ֤ים וְכָבוֹד֙ אֶתֶּן־לָ֔ךְ אֲשֶׁ֨ר לֹא־הָ֤יָה כֵן֙ לַמְּלָכִ֣ים אֲשֶׁ֣ר לְפָנֶ֔יךָ וְאַחֲרֶ֖יךָ לֹ֥א יִֽהְיֶה־כֵּֽן׃
13 וַיָּבֹ֨א שְׁלֹמֹ֜ה לַבָּמָ֣ה אֲשֶׁר־בְּגִבְעוֹן֩ יְרוּשָׁלִַ֨ם מִלִּפְנֵ֤י אֹֽהֶל־מוֹעֵד֙ וַיִּמְלֹ֖ךְ עַל־יִשְׂרָאֵֽל׃
14 וַיֶּאֱסֹ֣ף שְׁלֹמֹה֮ רֶ֣כֶב וּפָרָשִׁים֒ וַיְהִי־ל֗וֹ אֶ֤לֶף וְאַרְבַּע־מֵאוֹת֙ רֶ֔כֶב וּשְׁנֵים־עָשָׂ֥ר אֶ֖לֶף פָּרָשִׁ֑ים וַיַּנִּיחֵם֙ בְּעָרֵ֣י הָרֶ֔כֶב וְעִם־הַמֶּ֖לֶךְ בִּירוּשָׁלִָֽם׃
15 וַיִּתֵּ֨ן הַמֶּ֜לֶךְ אֶת־הַכֶּ֣סֶף וְאֶת־הַזָּהָ֗ב בִּירוּשָׁלִַ֛ם כָּאֲבָנִ֖ים וְאֵ֣ת הָאֲרָזִ֑ים נָתַ֛ן כַּשִּׁקְמִ֥ים אֲשֶׁר־בַּשְּׁפֵלָ֖ה לָרֹֽב׃
16 וּמוֹצָ֧א הַסּוּסִ֛ים אֲשֶׁ֥ר לִשְׁלֹמֹ֖ה מִמִּצְרָ֑יִם וּמִקְוֵ֕ה סֹחֲרֵ֣י הַמֶּ֔לֶךְ מִקְוֵ֥ה יִקְח֖וּ בִּמְחִֽיר׃
17 וַֽיַּעֲל֨וּ וַיּוֹצִ֤יאוּ מִמִּצְרַ֙יִם֙ מֶרְכָּבָ֔ה בְּשֵׁ֥שׁ מֵא֖וֹת כָּ֑סֶף וְס֣וּס בַּחֲמִשִּׁ֣ים וּמֵאָ֗ה וְ֠כֵן לְכָל־מַלְכֵ֧י הַחִתִּ֛ים וּמַלְכֵ֥י אֲרָ֖ם בְּיָדָ֥ם יוֹצִֽיאוּ׃
Capítulo 2
Preparativos para la construcción del templo
LBLA
1 Y Salomón decidió edificar una casa para el nombre del SEÑOR y una casa real para sí.
2 Entonces Salomón seleccionó setenta mil hombres para llevar cargas, ochenta mil para cortar piedra en la montaña, y tres mil seiscientos para dirigirlos.
3 Y envió Salomón a decir a Hiram, rey de Tiro: Como hiciste con mi padre David, enviándole cedros para que se edificara una casa en la cual habitar, haz así conmigo.
4 He aquí, voy a edificar una casa para el nombre del SEÑOR mi Dios, para consagrársela, para quemar incienso aromático delante de El, para la colocación continua de los panes de la proposición, y para los holocaustos de la mañana y de la tarde, de los días de reposo, de las lunas nuevas y de las fiestas señaladas del SEÑOR nuestro Dios; esto ha de hacerse perpetuamente en Israel.
5 Y la casa que voy a edificar ha de ser grande, porque nuestro Dios es más grande que todos los dioses.
6 Pero ¿quién podrá edificarle una casa, cuando los cielos y los cielos de los cielos no le pueden contener? ¿Y quién soy yo para edificarle una casa, sino para quemar incienso delante de El?
7 Ahora pues, envíame un hombre hábil para trabajar en oro, en plata, en bronce, en hierro, en púrpura, en carmesí y en violeta, y que sepa hacer grabados, para que trabaje con los hombres hábiles que están conmigo en Judá y en Jerusalén, los cuales proveyó mi padre David.
8 Envíame también madera de cedro, de ciprés y de sándalo del Líbano, porque yo sé que tus siervos saben cortar la madera del Líbano; y he aquí, mis siervos trabajarán con tus siervos,
9 para prepararme madera en abundancia, porque la casa que voy a edificar ha de ser grande y maravillosa.
10 Y he aquí, a los obreros, a los que cortan la madera, daré veinte mil coros de trigo en grano, veinte mil coros de cebada, veinte mil batos de vino y veinte mil batos de aceite.
11 Entonces Hiram, rey de Tiro, respondió en una carta que envió a Salomón: Porque el SEÑOR ama a su pueblo, te ha puesto por rey sobre ellos.
12 Y añadió Hiram: Bendito sea el SEÑOR, Dios de Israel, que hizo los cielos y la tierra, que ha dado al rey David un hijo sabio, dotado de prudencia y entendimiento, que edificará una casa para el SEÑOR y una casa real para sí.
13 Ahora pues, envío un hombre hábil, dotado de entendimiento, Hiram-abi,
14 hijo de una mujer de las hijas de Dan, y su padre era de Tiro. El sabe trabajar en oro, en plata, en bronce, en hierro, en piedra, en madera, en púrpura, en violeta, en lino y en carmesí; también sabe hacer toda clase de grabados y ejecutar cualquier diseño que se le asigne, junto con tus hombres hábiles y con los hombres hábiles de mi señor David, tu padre.
15 Ahora pues, que mi señor envíe a sus siervos el trigo, la cebada, el aceite y el vino de que ha hablado.
16 Y nosotros cortaremos la madera que necesites del Líbano, y te la traeremos en balsas por mar hasta Jope, y tú la harás subir a Jerusalén.
17 Y Salomón hizo un censo de todos los extranjeros que estaban en la tierra de Israel, después del censo que había hecho su padre David, y se encontraron ciento cincuenta y tres mil seiscientos.
18 Y de ellos designó setenta mil para llevar cargas, ochenta mil para cortar piedra en la montaña y tres mil seiscientos capataces para hacer trabajar al pueblo.
WLC
1 וַיֹּ֣אמֶר שְׁלֹמֹ֔ה לִבְנ֥וֹת בַּ֖יִת לְשֵׁ֣ם יְהוָ֑ה וּבַ֖יִת לְמַלְכוּתֽוֹ׃
2 וַיִּסְפֹּ֨ר שְׁלֹמֹ֜ה שִׁבְעִ֥ים אֶ֣לֶף אִ֗ישׁ סַבָּ֛ל וּשְׁמוֹנִ֥ים אֶ֖לֶף אִ֣ישׁ חֹצֵ֣ב בָּהָ֑ר וּשְׁלֹ֥שֶׁת אֲלָפִ֖ים וְשֵׁ֥שׁ מֵא֖וֹת מְנַצְּחִ֥ים עֲלֵיהֶֽם׃
3 וַיִּשְׁלַ֣ח שְׁלֹמֹ֔ה אֶל־חוּרָ֥ם מֶֽלֶךְ־צֹ֖ר לֵאמֹ֑ר כַּאֲשֶׁ֨ר עָשִׂ֜יתָ עִם־דָּוִ֣יד אָבִ֗י וַתִּֽשְׁלַֽח־ל֤וֹ אֲרָזִים֙ לִבְנֽוֹת־ל֣וֹ בַ֔יִת לָשֶׁ֖בֶת בּֽוֹ׃
4 הִנֵּ֣ה אֲנִ֗י בוֹנֶ֤ה בַּ֙יִת֙ לְשֵׁם֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהָ֔י לְהַקְדִּ֣ישׁ ל֔וֹ לְהַקְטִ֥יר לְפָנָ֖יו קְטֹ֣רֶת סַמִּ֑ים וּמַֽעֲרֶ֨כֶת תָּמִ֜יד וְעֹל֗וֹת לַבֹּ֤קֶר וְלָעֶ֙רֶב֙ לַשַּׁבָּת֣וֹת וְלֶחֳדָשִׁ֔ים וּלְמוֹעֲדֵ֖י יְהוָ֣ה אֱלֹהֵ֑ינוּ לְעוֹלָ֖ם זֹ֥את עַל־יִשְׂרָאֵֽל׃
5 וְהַבַּ֥יִת אֲשֶׁר־אֲנִ֖י בוֹנֶ֣ה גָּד֑וֹל כִּֽי־גָד֥וֹל אֱלֹהֵ֖ינוּ מִכָּל־הָאֱלֹהִֽים׃
6 וּמִ֤י יַעֲצָר־כֹּ֙חַ֙ לִבְנֽוֹת־ל֣וֹ בַ֔יִת כִּ֤י הַשָּׁמַ֙יִם֙ וּשְׁמֵ֣י הַשָּׁמַ֔יִם לֹ֥א יְכַלְכְּלֻ֖הוּ וּמִ֤י אָ֙נִי֙ אֲשֶׁ֣ר אֶבְנֶה־לּ֣וֹ בַ֔יִת כִּ֖י אִם־לְהַקְטִ֥יר לְפָנָֽיו׃
7 וְעַתָּ֡ה שְֽׁלַֽח־לִי֩ אִ֨ישׁ חָכָ֜ם לַעֲשׂ֣וֹת בַּזָּהָ֣ב וּבַכֶּ֣סֶף וּבַנְּחֹ֣שֶׁת וּבַבַּרְזֶ֡ל וּבָאַרְגָּמָן֩ וְכַרְמִ֨יל וּתְכֵ֜לֶת וְיֹדֵ֣עַ לְפַתֵּ֗חַ פִּתּוּחִים֙ עִם־הַ֣חֲכָמִ֔ים אֲשֶׁ֥ר עִמִּ֛י בִּיהוּדָ֥ה וּבִירוּשָׁלִַ֖ם אֲשֶׁ֥ר הֵכִ֖ין דָּוִ֥יד אָבִֽי׃
8 וּֽשְׁלַֽח־לִ֣י עֲצֵי֩ אֲרָזִ֨ים בְּרוֹשִׁ֤ים וְאַלְגּוּמִים֙ מִן־הַלְּבָנ֔וֹן כִּ֚י אֲנִ֣י יָדַ֔עְתִּי אֲשֶׁ֧ר עֲבָדֶ֛יךָ יוֹדְעִ֖ים לִכְר֣וֹת עֲצֵי־לְבָנ֑וֹן וְהִנֵּ֧ה עֲבָדַ֛י עִם־עֲבָדֶ֖יךָ׃
9 וּלְהָכִ֥ין לִ֖י עֵצִ֣ים לָרֹ֑ב כִּֽי־הַבַּ֛יִת אֲשֶׁר־אֲנִ֥י בוֹנֶ֖ה גָּד֥וֹל וּמַפְלִֽא׃
10 וְהִנֵּ֣ה לַֽחֹטְבִ֣ים לְכֹרְתֵ֣י הָעֵצִ֡ים נָתַ֣תִּי חִטִּ֣ים מַכּ֪וֹת לַעֲבָדֶ֨יךָ כֹּרִ֤ים עֶשְׂרִים֙ אֶ֔לֶף וּשְׂעֹרִ֕ים כֹּרִ֖ים עֶשְׂרִ֣ים אָ֑לֶף וְיַ֙יִן֙ בַּתִּ֣ים עֶשְׂרִ֣ים אֶ֔לֶף וְשֶׁ֖מֶן בַּתִּ֥ים עֶשְׂרִ֥ים אָֽלֶף׃
11 וַיֹּ֨אמֶר חוּרָ֤ם מֶֽלֶךְ־צֹר֙ בִּכְתָ֔ב וַיִּשְׁלַ֖ח אֶל־שְׁלֹמֹ֑ה בְּאַהֲבַ֤ת יְהוָה֙ אֶת־עַמּ֔וֹ נְתָנְךָ֥ עֲלֵיהֶ֖ם מֶֽלֶךְ׃
12 וַיֹּ֣אמֶר חוּרָ֗ם בָּר֤וּךְ יְהוָה֙ אֱלֹהֵ֣י יִשְׂרָאֵ֔ל אֲשֶׁ֣ר עָשָׂ֔ה אֶת־הַשָּׁמַ֖יִם וְאֶת־הָאָ֑רֶץ אֲשֶׁ֣ר נָתַן֩ לְדָוִ֨יד הַמֶּ֜לֶךְ בֵּ֣ן חָכָ֗ם יוֹדֵ֤עַ שֵֽׂכֶל֙ וּבִינָ֔ה אֲשֶׁ֤ר יִבְנֶה־בַּ֙יִת֙ לַיהוָ֔ה וּבַ֖יִת לְמַלְכוּתֽוֹ׃
13 וְעַתָּ֗ה שָׁלַ֙חְתִּי֙ אִ֣ישׁ חָכָ֔ם יוֹדֵ֖עַ בִּינָ֑ה לְחוּרָ֖ם אָבִֽי׃
14 בֶּֽן־אִשָּׁ֞ה מִן־בְּנ֣וֹת דָּ֗ן וְאָבִ֣יו אִישׁ־צֹרִי֮ יוֹדֵ֣עַ לַעֲשׂוֹת֒ בַּזָּהָ֣ב וּבַכֶּ֡סֶף בַּ֠נְּחֹשֶׁת בַּבַּרְזֶ֨ל בָּאֲבָנִ֤ים וּבָעֵצִים֙ בָּאַרְגָּמָ֣ן בַּתְּכֵ֔לֶת וּבַבּ֖וּץ וּבַכַּרְמִ֑יל וּלְפַתֵּ֣חַ כָּל־פִּתּ֗וּחַ וְלַחְשֹׁב֙ כָּל־מַֽחֲשֶׁ֔בֶת אֲשֶׁ֤ר יִנָּֽתֶן־לוֹ֙ עִם־חֲכָמֶ֔יךָ וְחַכְמֵ֖י אֲדֹנִ֥י דָוִ֖יד אָבִֽיךָ׃
15 וְעַתָּ֗ה הַחִטִּ֤ים וְהַשְּׂעֹרִים֙ הַשֶּׁ֣מֶן וְהַיַּ֔יִן אֲשֶׁ֥ר אָמַ֖ר אֲדֹנִ֑י יִשְׁלַ֖ח לַעֲבָדָֽיו׃
16 וַאֲנַ֡חְנוּ נִכְרֹת֩ עֵצִ֨ים מִן־הַלְּבָנ֜וֹן כְּכָל־צָרְכֶּ֗ךָ וּנְבִיאֵ֤ם לְךָ֙ רַפְסֹד֣וֹת עַל־יָ֣ם יָפ֔וֹ וְאַתָּ֛ה תַּעֲלֶ֥ה אֹתָ֖ם יְרוּשָׁלִָֽם׃
17 וַיִּסְפֹּ֣ר שְׁלֹמֹ֗ה כָּל־הָאֲנָשִׁ֤ים הַגֵּירִים֙ אֲשֶׁ֣ר בְּאֶֽרֶץ־יִשְׂרָאֵ֔ל אַחֲרֵ֣י הַסְּפָ֔ר אֲשֶׁ֥ר סְפָרָ֖ם דָּוִ֣יד אָבִ֑יו וַיִּמָּצְא֗וּ מֵאָ֤ה וַחֲמִשִּׁים֙ אֶ֔לֶף וּשְׁלֹ֥שֶׁת אֲלָפִ֖ים וְשֵׁ֥שׁ מֵאֽוֹת׃
18 וַיַּ֣עַשׂ מֵהֶ֗ם שִׁבְעִ֤ים אֶ֙לֶף֙ סַבָּ֔ל וּשְׁמֹנִ֥ים אֶ֖לֶף חֹצֵ֣ב בָּהָ֑ר וּשְׁלֹ֤שֶׁת אֲלָפִים֙ וְשֵׁ֣שׁ מֵא֔וֹת מְנַצְּחִ֖ים לְהַעֲבִ֥יד אֶת־הָעָֽם׃
Capítulo 3
Construcción del templo
LBLA
1 Entonces Salomón comenzó a edificar la casa del SEÑOR en Jerusalén, en el monte Moriah, donde el SEÑOR se había aparecido a su padre David, en el lugar que David había preparado en la era de Ornán jebuseo.
2 Y comenzó a edificar en el segundo día del segundo mes del cuarto año de su reinado.
3 Estos son los cimientos que puso Salomón para edificar la casa de Dios: la longitud en codos, conforme a la medida antigua, era de sesenta codos, y la anchura de veinte codos.
4 El pórtico que estaba al frente de la casa tenía veinte codos de largo, igual al ancho de la casa, y ciento veinte codos de alto; y lo revistió por dentro de oro puro.
5 Y revistió la casa mayor con madera de ciprés, y la revistió de oro fino, e hizo resaltar en ella palmeras y cadenas.
6 Adornó también la casa con piedras preciosas para hermosura; y el oro era oro de Parvaim.
7 También revistió la casa con oro: las vigas, los umbrales, las paredes y las puertas; y esculpió querubines en las paredes.
8 Hizo también la casa del lugar santísimo: su longitud, a lo ancho de la casa, era de veinte codos, y su anchura de veinte codos; y la revistió de oro fino que ascendía a seiscientos talentos.
9 Y el peso de los clavos era de cincuenta siclos de oro. También revistió de oro los aposentos altos.
10 Entonces hizo en la casa del lugar santísimo dos querubines de obra escultórica, y los revistió de oro.
11 La longitud total de las alas de los querubines era de veinte codos; el ala de uno era de cinco codos y tocaba la pared de la casa, y su otra ala era de cinco codos y tocaba el ala del otro querubín.
12 El ala del otro querubín era de cinco codos y tocaba la pared de la casa, y su otra ala era de cinco codos y se unía al ala del primer querubín.
13 Las alas de estos querubines se extendían veinte codos, y estaban en pie con los rostros hacia la casa.
14 Hizo el velo de violeta, púrpura, carmesí y lino fino, e hizo bordar querubines en él.
15 También hizo delante de la casa dos columnas de treinta y cinco codos de alto, y el capitel encima de cada una era de cinco codos.
16 Hizo cadenas en el santuario interior y las puso en lo alto de las columnas; también hizo cien granadas y las puso en las cadenas.
17 Y erigió las columnas delante del templo, una a la derecha y otra a la izquierda, y llamó a la de la derecha Jaquín y a la de la izquierda Boaz.
WLC
1 וַיָּ֣חֶל שְׁלֹמֹ֗ה לִבְנ֤וֹת אֶת־בֵּית־יְהוָה֙ בִּיר֣וּשָׁלִַ֔ם בְּהַ֖ר הַמּוֹרִיָּ֑ה אֲשֶׁ֤ר נִרְאָה֙ לְדָוִ֣יד אָבִ֔יהוּ אֲשֶׁ֣ר הֵכִ֗ין בִּמְק֛וֹם דָּוִ֖יד בְּגֹ֥רֶן אָרְנָ֖ן הַיְבוּסִֽי׃
2 וַיָּ֣חֶל לִבְנ֔וֹת בַּחֹ֖דֶשׁ הַשֵּׁנִ֑י בַּשֵּׁנִ֕י בִּשְׁנַ֥ת אַרְבַּ֖ע לְמַלְכוּתֽוֹ׃
3 וְאֵ֙לֶּה֙ הוּסַ֣ד שְׁלֹמֹ֔ה לִבְנ֖וֹת אֶת־בֵּ֣ית הָאֱלֹהִ֑ים הָאֹ֜רֶךְ אַמּ֤וֹת בַּמִּדָּה֙ הָרִ֣אשׁוֹנָ֔ה אַמּ֖וֹת שִׁשִּׁ֑ים וְרֹ֖חַב אַמּ֥וֹת עֶשְׂרִֽים׃
4 וְהָאוּלָ֡ם אֲשֶׁר֩ עַל־פְּנֵ֨י הָאֹ֜רֶךְ עַל־פְּנֵ֤י רֹֽחַב־הַבַּ֙יִת֙ אַמּ֣וֹת עֶשְׂרִ֔ים וְהַגֹּ֖בַהּ מֵאָ֣ה וְעֶשְׂרִ֑ים וַיְצַפֵּ֥הוּ מִפְּנִ֖ימָה זָהָ֥ב טָהֽוֹר׃
5 וְאֵ֣ת הַבַּ֤יִת הַגָּדוֹל֙ חִפָּ֣ה עֲצֵי־בְרוֹשִׁ֔ים וַיְחַפֵּ֖הוּ זָהָ֣ב ט֑וֹב וַיַּ֧עַל עָלָ֛יו תִּמֹרִ֖ים וְשַׁרְשְׁרֽוֹת׃
6 וַיְצַ֧ף אֶת־הַבַּ֛יִת אֶ֥בֶן יְקָרָ֖ה לְתִפְאָ֑רֶת וְהַזָּהָ֖ב זְהַ֥ב פַּרְוָֽיִם׃
7 וַיְחַ֨ף אֶת־הַבַּ֜יִת הַקֹּר֤וֹת הַסִּפִּים֙ וְקִירֹתָ֣יו וְדַלְתוֹתָ֔יו זָהָ֑ב וּפִתַּ֥ח כְּרוּבִ֖ים עַל־הַקִּירֽוֹת׃
8 וַיַּ֜עַשׂ אֶת־בֵּ֣ית קֹֽדֶשׁ־הַקֳּדָשִׁ֗ים אָרְכּ֞וֹ עַל־פְּנֵ֤י רֹֽחַב־הַבַּ֙יִת֙ אַמּ֣וֹת עֶשְׂרִ֔ים וְרָחְבּ֖וֹ אַמּ֣וֹת עֶשְׂרִ֑ים וַיְחַפֵּ֙הוּ֙ זָהָ֣ב ט֔וֹב לְכִכָּרִ֖ים שֵׁ֥שׁ מֵאֽוֹת׃
9 וּמִשְׁקַ֛ל לְמִסְמְר֥וֹת לִשְׁקָלִ֖ים חֲמִשִּׁ֣ים זָהָ֑ב וְהָעֲלִיּ֖וֹת חִפָּ֥ה זָהָֽב׃
10 וַיַּ֜עַשׂ בְּבֵֽית־קֹ֤דֶשׁ הַקֳּדָשִׁים֙ כְּרוּבִ֣ים שְׁנַ֔יִם מַעֲשֵׂ֖ה צַעְצֻעִ֑ים וַיְצַפּ֥וּ אֹתָ֖ם זָהָֽב׃
11 וְכַנְפֵי֙ הַכְּרוּבִ֔ים אָרְכָּ֖ם אַמּ֣וֹת עֶשְׂרִ֑ים כְּנַ֨ף הָאֶחָ֜ד לְאַמּ֣וֹת חָמֵ֗שׁ מַגַּ֙עַת֙ לְקִ֣יר הַבַּ֔יִת וְהַכָּנָ֤ף הָאַחֶ֙רֶת֙ אַמּ֣וֹת חָמֵ֔שׁ מַגִּ֕יעַ לִכְנַ֖ף הַכְּר֥וּב הָאַחֵֽר׃
12 וּכְנַ֨ף הַכְּר֤וּב הָאֶחָד֙ אַמּ֣וֹת חָמֵ֔שׁ מַגַּ֖עַת לְקִ֣יר הַבָּ֑יִת וְהַכָּנָ֤ף הָאַחֶ֙רֶת֙ אַמּ֣וֹת חָמֵ֔שׁ דְּבֵקָ֕ה לִכְנַ֖ף הַכְּר֥וּב הָאַחֵֽר׃
13 כַּנְפֵ֨י הַכְּרוּבִ֤ים הָאֵ֙לֶּה֙ פֹּֽרְשִׂ֔ים אַמּ֖וֹת עֶשְׂרִ֑ים וְהֵ֛ם עֹמְדִ֥ים עַל־רַגְלֵיהֶ֖ם וּפְנֵיהֶ֥ם לַבָּֽיִת׃
14 וַיַּ֙עַשׂ֙ אֶת־הַפָּרֹ֔כֶת תְּכֵ֥לֶת וְאַרְגָּמָ֖ן וְכַרְמִ֣יל וּב֑וּץ וַיַּ֥עַל עָלָ֖יו כְּרוּבִֽים׃
15 וַיַּ֜עַשׂ לִפְנֵ֤י הַבַּ֙יִת֙ עַמּוּדִ֣ים שְׁנַ֔יִם אַמּ֕וֹת שְׁלֹשִׁ֥ים וְחָמֵ֖שׁ אֹ֑רֶךְ וְהַצֶּ֥פֶת אֲשֶׁר־עַל־רֹאשׁ֖וֹ אַמּ֥וֹת חָמֵֽשׁ׃
16 וַיַּ֤עַשׂ שַׁרְשְׁרוֹת֙ בַּדְּבִ֔יר וַיִּתֵּ֖ן עַל־רֹ֣אשׁ הָעַמֻּדִ֑ים וַיַּ֤עַשׂ רִמּוֹנִים֙ מֵאָ֔ה וַיִּתֵּ֖ן בַּשַּׁרְשְׁרֽוֹת׃
17 וַיָּ֤קֶם אֶת־הָֽעַמּוּדִים֙ עַל־פְּנֵ֣י הַהֵיכָ֔ל אֶחָ֥ד מִיָּמִ֖ין וְאֶחָ֣ד מֵהַשְּׂמֹ֑אול וַיִּקְרָ֤א שֵׁם־הַיְמָנִי֙ יָכִ֔ין וְשֵׁ֥ם הַשְּׂמָאלִ֖י בֹּֽעַז׃
Capítulo 4
Mobiliario del templo
LBLA
1 Entonces hizo un altar de bronce de veinte codos de largo, veinte codos de ancho y diez codos de alto.
2 También hizo el mar de metal fundido de diez codos de borde a borde, perfectamente redondo. Su altura era de cinco codos y su circunferencia de treinta codos.
3 Y debajo del borde había figuras de calabazas que lo circundaban, diez por cada codo, rodeando completamente el mar. Las calabazas estaban en dos hileras, fundidas juntamente con el mar.
4 El mar descansaba sobre doce bueyes: tres mirando al norte, tres mirando al occidente, tres mirando al sur y tres mirando al oriente; el mar descansaba sobre ellos y todas sus ancas estaban hacia adentro.
5 Su grueso era de un palmo menor, y su borde estaba hecho como el borde de una copa, como una flor de lirio. Tenía capacidad para tres mil batos.
6 Hizo también diez pilas, y puso cinco a la derecha y cinco a la izquierda para lavar en ellas; en ellas lavaban lo que ofrecían en holocausto. Pero el mar era para que se lavaran los sacerdotes.
7 Entonces hizo los diez candelabros de oro según su diseño, y los puso en el templo, cinco a la derecha y cinco a la izquierda.
8 Hizo asimismo diez mesas y las colocó en el templo, cinco a la derecha y cinco a la izquierda. También hizo cien tazones de oro.
9 Entonces hizo el atrio de los sacerdotes y el atrio grande y las puertas del atrio, y revistió de bronce sus puertas.
10 Y puso el mar al lado derecho de la casa, hacia el sureste.
11 Hiram hizo también los calderos, las palas y los tazones. Así terminó Hiram la obra que hizo para el rey Salomón en la casa de Dios:
12 las dos columnas, los tazones y los dos capiteles en lo alto de las columnas, y las dos mallas para cubrir los dos tazones de los capiteles que estaban encima de las columnas,
13 y las cuatrocientas granadas para las dos mallas, dos hileras de granadas por cada malla para cubrir los dos tazones de los capiteles que estaban sobre las columnas.
14 Hizo también las basas y las pilas sobre las basas,
15 el mar, uno, y los doce bueyes debajo de él;
16 y los calderos, las palas, los garfios y todos sus utensilios, los hizo Hiram-abi para el rey Salomón, para la casa del SEÑOR, de bronce pulido.
17 El rey los fundió en la llanura del Jordán, en tierra arcillosa, entre Sucot y Seredata.
18 Salomón hizo todos estos utensilios en gran cantidad, sin que se pudiera averiguar el peso del bronce.
19 Salomón hizo asimismo todos los utensilios que estaban en la casa de Dios: el altar de oro, las mesas sobre las cuales estaba el pan de la proposición,
20 los candelabros con sus lámparas de oro puro, para que las encendieran frente al santuario interior conforme a lo ordenado;
21 las flores, las lámparas y las tenazas de oro, de oro purísimo;
22 y las despabiladeras, los tazones, las cucharas y los incensarios de oro puro; y la entrada de la casa, sus puertas interiores para el lugar santísimo y las puertas de la casa del templo, de oro.
WLC
1 וַיַּ֙עַשׂ֙ מִזְבַּ֣ח נְחֹ֔שֶׁת עֶשְׂרִ֤ים אַמָּה֙ אָרְכּ֔וֹ וְעֶשְׂרִ֥ים אַמָּ֖ה רָחְבּ֑וֹ וְעֶ֥שֶׂר אַמּ֖וֹת קוֹמָתֽוֹ׃
2 וַיַּ֥עַשׂ אֶת־הַיָּ֖ם מוּצָ֑ק עֶ֣שֶׂר בָּ֠אַמָּה מִשְּׂפָת֨וֹ אֶל־שְׂפָת֜וֹ עָג֣וֹל סָבִ֗יב וְחָמֵ֤שׁ בָּֽאַמָּה֙ קוֹמָת֔וֹ וְקָו֙ שְׁלֹשִׁ֣ים בָּֽאַמָּ֔ה יָסֹ֥ב אֹת֖וֹ סָבִֽיב׃
3 וּדְמ֣וּת בְּקָרִים֩ תַּ֨חַת ל֜וֹ סָבִ֤יב סָבִיב֙ סוֹבְבִ֣ים אֹת֔וֹ עֶ֚שֶׂר בָּֽאַמָּ֔ה מַקִּיפִ֥ים אֶת־הַיָּ֖ם סָבִ֑יב שְׁנַ֤יִם טוּרִים֙ הַבָּקָ֔ר יְצוּקִ֖ים בְּמֻצַקְתּֽוֹ׃
4 עוֹמֵד֮ עַל־שְׁנֵ֣ים עָשָׂ֣ר בָּקָר֒ שְׁלֹשָׁ֣ה פֹנִ֣ים צָפ֗וֹנָה וּשְׁלוֹשָׁה֙ פֹּנִ֣ים יָ֔מָּה וּשְׁלֹשָׁ֤ה פֹנִים֙ נֶ֔גְבָּה וּשְׁלֹשָׁ֖ה פֹּנִ֣ים מִזְרָ֑חָה וְהַיָּ֣ם עֲלֵיהֶ֗ם מִלְמַ֙עְלָה֙ וְכָל־אֲחֹ֣רֵיהֶ֔ם בָּֽיְתָה׃
5 וְעָבְי֣וֹ טֶ֔פַח וּשְׂפָתוֹ֙ כְּמַעֲשֵׂ֣ה שְׂפַת־כּ֔וֹס פֶּ֖רַח שׁוֹשַׁנָּ֑ה מַחֲזִ֣יק בַּתִּ֔ים שְׁלֹ֥שֶׁת אֲלָפִ֖ים יָכִֽיל׃
6 וַיַּ֣עַשׂ כִּיּוֹרִים֮ עֲשָׂרָה֒ וַיִּתֵּ֞ן חֲמִשָּׁ֤ה מִיָּמִין֙ וַחֲמִשָּׁ֣ה מִשְּׂמֹ֔אול לְרָחְצָ֖ה בָהֶ֑ם אֶת־מַעֲשֵׂ֤ה הָעוֹלָה֙ יָדִ֣יחוּ בָ֔ם וְהַיָּ֕ם לְרָחְצָ֥ה לַכֹּהֲנִ֖ים בּֽוֹ׃
7 וַ֠יַּעַשׂ אֶת־מְנֹר֧וֹת הַזָּהָ֛ב עֶ֖שֶׂר כְּמִשְׁפָּטָ֑ם וַיִּתֵּן֙ בַּֽהֵיכָ֔ל חָמֵ֥שׁ מִיָּמִ֖ין וְחָמֵ֥שׁ מִשְּׂמֹֽאול׃
8 וַיַּ֣עַשׂ שֻׁלְחָנוֹת֮ עֲשָׂרָה֒ וַיַּנַּח֙ בַּֽהֵיכָ֔ל חֲמִשָּׁ֥ה מִיָּמִ֖ין וַחֲמִשָּׁ֣ה מִשְּׂמֹ֑אול וַיַּ֛עַשׂ מִזְרְקֵ֥י זָהָ֖ב מֵאָֽה׃
9 וַיַּ֙עַשׂ֙ חֲצַ֣ר הַכֹּהֲנִ֔ים וְהָעֲזָרָ֖ה הַגְּדוֹלָ֑ה וּדְלָת֣וֹת לָעֲזָרָ֔ה וְדַלְתוֹתֵיהֶ֖ם צִפָּ֥ה נְחֹֽשֶׁת׃
10 וְאֶת־הַיָּ֗ם נָתַ֞ן מִכֶּ֧תֶף הַיְמָנִ֛ית קֵ֖דְמָה מִמּ֥וּל נֶֽגֶב׃
11 וַיַּ֣עַשׂ חוּרָ֔ם אֶת־הַ֨סִּיר֔וֹת וְאֶת־הַיָּעִ֖ים וְאֶת־הַמִּזְרָק֑וֹת וַיְכַ֣ל חוּרָ֗ם לַעֲשׂוֹת֙ אֶת־הַמְּלָאכָ֔ה אֲשֶׁ֥ר עָשָׂ֛ה לַמֶּ֥לֶךְ שְׁלֹמֹ֖ה בְּבֵ֥ית הָאֱלֹהִֽים׃
12 עַמּוּדִ֣ים שְׁנַ֔יִם וְהַגֻּלּ֧וֹת וְהַכֹּתָר֛וֹת עַל־רֹ֥אשׁ הָעַמּוּדִ֖ים שְׁתָּ֑יִם וְהַשְּׂבָכ֣וֹת שְׁתַּ֔יִם לְכַסּ֗וֹת אֶת־שְׁתֵּי֙ גֻּלּ֣וֹת הַכֹּתָר֔וֹת אֲשֶׁ֖ר עַל־רֹ֥אשׁ הָעַמּוּדִֽים׃
13 וְאֶת־הָֽרִמּוֹנִ֛ים אַרְבַּ֥ע מֵא֖וֹת לִשְׁתֵּ֣י הַשְּׂבָכ֑וֹת שְׁנַ֨יִם טוּרִ֤ים רִמּוֹנִים֙ לַשְּׂבָכָ֣ה הָאֶחָ֔ת לְכַסּ֗וֹת אֶת־שְׁתֵּי֙ גֻּלּ֣וֹת הַכֹּתָר֔וֹת אֲשֶׁ֖ר עַל־פְּנֵ֥י הָעַמּוּדִֽים׃
14 וְאֶת־הַמְּכֹנ֖וֹת עָשָׂ֑ה וְאֶת־הַכִּיֹּר֥וֹת עָשָׂ֖ה עַל־הַמְּכֹנֽוֹת׃
15 אֶת־הַיָּ֖ם אֶחָ֑ד וְאֶת־הַבָּקָ֥ר שְׁנֵים־עָשָׂ֖ר תַּחְתָּֽיו׃
16 וְאֶת־הַ֠סִּירוֹת וְאֶת־הַיָּעִ֤ים וְאֶת־הַמִּזְלָגוֹת֙ וְאֶת־כָּל־כְּלֵיהֶ֔ם עָשָׂ֞ה חוּרָ֥ם אָבִ֛יו לַמֶּ֥לֶךְ שְׁלֹמֹ֖ה לְבֵ֣ית יְהוָ֑ה נְחֹ֖שֶׁת מָרֽוּק׃
17 בְּכִכַּ֤ר הַיַּרְדֵּן֙ יְצָקָ֣ם הַמֶּ֔לֶךְ בַּעֲבִ֖י הָאֲדָמָ֑ה בֵּ֥ין סֻכּ֖וֹת וּבֵ֥ין צְרֵדָֽתָה׃
18 וַיַּ֤עַשׂ שְׁלֹמֹה֙ כָּל־הַכֵּלִ֣ים הָאֵ֔לֶּה לָרֹ֖ב מְאֹ֑ד כִּ֛י לֹ֥א נֶחְקַ֖ר מִשְׁקַ֥ל הַנְּחֹֽשֶׁת׃
19 וַיַּ֣עַשׂ שְׁלֹמֹ֔ה אֵ֚ת כָּל־הַכֵּלִ֔ים אֲשֶׁ֖ר בֵּ֣ית הָאֱלֹהִ֑ים וְאֵת֙ מִזְבַּ֣ח הַזָּהָ֔ב וְאֶת־הַשֻּׁלְחָנ֔וֹת וַעֲלֵיהֶ֖ם לֶ֥חֶם הַפָּנִֽים׃
20 וְאֶת־הַמְּנֹר֞וֹת וְנֵרֹתֵיהֶ֗ם לְבַעֲרָ֧ם כַּמִּשְׁפָּ֛ט לִפְנֵ֥י הַדְּבִ֖יר זָהָ֥ב סָגֽוּר׃
21 וְהַפֶּ֧רַח וְהַנֵּר֛וֹת וְהַמֶּלְקַחַ֖יִם זָהָ֑ב ה֖וּא מִכְל֥וֹת זָהָֽב׃
22 וְהַֽמְזַמְּר֧וֹת וְהַמִּזְרָק֛וֹת וְהַכַּפּ֥וֹת וְהַמַּחְתּ֖וֹת זָהָ֣ב סָג֑וּר וּפֶ֣תַח הַ֠בַּיִת דַּלְתוֹתָ֨יו הַפְּנִימִיּ֜וֹת לְקֹ֣דֶשׁ הַקֳּדָשִׁ֗ים וְדַלְתֵ֥י הַבַּ֛יִת לַהֵיכָ֖ל זָהָֽב׃
Capítulo 5
Dedicación del templo
LBLA
1 Así fue terminada toda la obra que Salomón hizo para la casa del SEÑOR. Y Salomón trajo las cosas consagradas por su padre David, la plata, el oro y todos los utensilios, y los puso en los tesoros de la casa de Dios.
2 Entonces Salomón reunió en Jerusalén a los ancianos de Israel y a todos los jefes de las tribus, los principales de las casas paternas de los hijos de Israel, para subir el arca del pacto del SEÑOR desde la ciudad de David, que es Sion.
3 Y se congregaron ante el rey todos los hombres de Israel en la fiesta, es decir, en el séptimo mes.
4 Vinieron todos los ancianos de Israel, y los levitas alzaron el arca.
5 Y subieron el arca, la tienda de reunión y todos los utensilios sagrados que estaban en la tienda; los sacerdotes levitas los subieron.
6 Y el rey Salomón y toda la congregación de Israel que se había reunido con él delante del arca, sacrificaron ovejas y bueyes que no se podían contar ni numerar por su multitud.
7 Entonces los sacerdotes trajeron el arca del pacto del SEÑOR a su lugar, al santuario interior de la casa, al lugar santísimo, bajo las alas de los querubines.
8 Porque los querubines extendían las alas sobre el lugar del arca, de modo que los querubines cubrían el arca y sus varas por encima.
9 Las varas eran tan largas que los extremos de las varas del arca se podían ver desde el lugar santo delante del santuario interior, pero no se veían desde afuera; y allí están hasta hoy.
10 No había nada en el arca sino las dos tablas que Moisés había puesto en ella en Horeb, donde el SEÑOR hizo un pacto con los hijos de Israel cuando salieron de Egipto.
11 Y sucedió que cuando los sacerdotes salieron del lugar santo (pues todos los sacerdotes que estaban presentes se habían santificado sin tener en cuenta sus divisiones),
12 y todos los levitas cantores, Asaf, Hemán, Jedutún y sus hijos y parientes, vestidos de lino fino, con címbalos, arpas y liras, estaban de pie al oriente del altar, y con ellos ciento veinte sacerdotes que tocaban trompetas
13 (cuando los trompetistas y los cantores, al unísono, se hicieron oír a una voz alabando y glorificando al SEÑOR, y cuando elevaron sus voces acompañados por trompetas, címbalos e instrumentos de música, cuando alabaron al SEÑOR diciendo: Ciertamente El es bueno porque para siempre es su misericordia), entonces la casa, la casa del SEÑOR, se llenó de una nube,
14 y los sacerdotes no pudieron quedarse a ministrar a causa de la nube, porque la gloria del SEÑOR llenaba la casa de Dios.
WLC
1 וַתִּשְׁלַם֙ כָּל־הַמְּלָאכָ֔ה אֲשֶׁר־עָשָׂ֥ה שְׁלֹמֹ֖ה לְבֵ֣ית יְהוָ֑ה וַיָּבֵ֨א שְׁלֹמֹ֜ה אֶת־קָדְשֵׁ֣י דָוִ֣יד אָבִ֗יו וְאֶת־הַכֶּ֤סֶף וְאֶת־הַזָּהָב֙ וְאֶת־כָּל־הַכֵּלִ֔ים נָתַ֕ן בְּאֹצְר֖וֹת בֵּ֥ית הָאֱלֹהִֽים׃
2 אָ֣ז יַקְהֵ֣יל שְׁלֹמֹ֣ה אֶת־זִקְנֵ֣י יִ֠שְׂרָאֵל וְאֶת־כָּל־רָאשֵׁ֨י הַמַּטּ֜וֹת נְשִׂיאֵ֧י הָאָב֛וֹת לִבְנֵ֥י יִשְׂרָאֵ֖ל אֶל־יְרוּשָׁלִָ֑ם לְֽהַעֲל֞וֹת אֶת־אֲר֧וֹן בְּרִית־יְהוָ֛ה מֵעִ֥יר דָּוִ֖יד הִ֥יא צִיּֽוֹן׃
3 וַיִּקָּהֲל֧וּ אֶל־הַמֶּ֛לֶךְ כָּל־אִ֥ישׁ יִשְׂרָאֵ֖ל בֶּחָ֑ג ה֖וּא הַחֹ֥דֶשׁ הַשְּׁבִיעִֽי׃
4 וַיָּבֹ֕אוּ כֹּ֖ל זִקְנֵ֣י יִשְׂרָאֵ֑ל וַיִּשְׂא֥וּ הַלְוִיִּ֖ם אֶת־הָאָרֽוֹן׃
5 וַיַּעֲל֤וּ אֶת־הָאָרוֹן֙ וְאֶת־אֹ֣הֶל מוֹעֵ֔ד וְאֶת־כָּל־כְּלֵ֥י הַקֹּ֖דֶשׁ אֲשֶׁ֣ר בָּאֹ֑הֶל הֶעֱל֣וּ אֹתָ֔ם הַכֹּהֲנִ֖ים הַלְוִיִּֽם׃
6 וְהַמֶּ֣לֶךְ שְׁלֹמֹ֗ה וְכָל־עֲדַ֤ת יִשְׂרָאֵל֙ הַנּוֹעָדִ֣ים עָלָ֔יו לִפְנֵ֖י הָאָר֑וֹן מְזַבְּחִים֙ צֹ֣אן וּבָקָ֔ר אֲשֶׁ֧ר לֹֽא־יִסָּפְר֛וּ וְלֹ֥א יִמָּנ֖וּ מֵרֹֽב׃
7 וַיָּבִ֣יאוּ הַ֠כֹּהֲנִים אֶת־אֲר֨וֹן בְּרִית־יְהוָ֧ה אֶל־מְקוֹמ֛וֹ אֶל־דְּבִ֥יר הַבַּ֖יִת אֶל־קֹ֣דֶשׁ הַקֳּדָשִׁ֑ים אֶל־תַּ֖חַת כַּנְפֵ֥י הַכְּרוּבִֽים׃
8 וַיִּהְי֣וּ הַכְּרוּבִ֗ים פֹּרְשִׂ֤ים כְּנָפַ֙יִם֙ עַל־מְק֣וֹם הָאָר֔וֹן וַיְכַסּ֧וּ הַכְּרוּבִ֛ים עַל־הָאָר֥וֹן וְעַל־בַּדָּ֖יו מִלְמָֽעְלָה׃
9 וַֽיַּאֲרִ֣יכוּ הַבַּדִּ֗ים וַיֵּרָאוּ֩ רָאשֵׁ֨י הַבַּדִּ֤ים מִן־הָאָרוֹן֙ עַל־פְּנֵ֣י הַדְּבִ֔יר וְלֹ֥א יֵרָא֖וּ הַח֑וּצָה וַֽיְהִי־שָׁ֖ם עַ֥ד הַיּ֥וֹם הַזֶּֽה׃
10 אֵ֚ין בָּֽאָר֔וֹן רַ֚ק שְׁנֵ֣י הַלֻּח֔וֹת אֲשֶׁר־נָתַ֥ן מֹשֶׁ֖ה בְּחֹרֵ֑ב אֲשֶׁ֨ר כָּרַ֤ת יְהוָה֙ עִם־בְּנֵ֣י יִשְׂרָאֵ֔ל בְּצֵאתָ֖ם מִמִּצְרָֽיִם׃
11 וַיְהִ֕י בְּצֵ֥את הַכֹּהֲנִ֖ים מִן־הַקֹּ֑דֶשׁ כִּ֠י כָּל־הַכֹּהֲנִ֤ים הַנִּמְצְאִים֙ הִתְקַדָּ֔שׁוּ אֵ֖ין לִשְׁמ֥וֹר לְמַחְלְקֽוֹת׃
12 וְהַלְוִיִּ֣ם הַמְשֹׁרְרִ֣ים לְכֻלָּ֡ם לְאָסָ֡ף לְהֵימָ֨ן לִֽידוּת֜וּן וְלִבְנֵיהֶ֣ם וְלַאֲחֵיהֶ֗ם מְלֻבָּשִׁ֤ים בּוּץ֙ בִּמְצִלְתַּ֙יִם֙ וּבִנְבָלִ֣ים וְכִנֹּר֔וֹת עֹמְדִ֖ים מִזְרָ֣ח לַמִּזְבֵּ֑חַ וְעִמָּהֶ֤ם כֹּהֲנִים֙ לְמֵאָ֣ה וְעֶשְׂרִ֔ים מַחְצְרִ֖ים בַּחֲצֹצְרֽוֹת׃
13 וַיְהִ֣י כְאֶחָ֗ד לַמְחַצְּרִ֤ים וְלַמְשֹׁרְרִים֙ לְהַשְׁמִ֣יעַ קוֹל־אֶחָ֔ד לְהַלֵּ֥ל וּלְהֹד֖וֹת לַיהוָ֑ה וּכְהָרִ֣ים קוֹל֩ בַּחֲצֹצְר֨וֹת וּבִמְצִלְתַּ֜יִם וּבִכְלֵ֣י הַשִּׁ֗יר וּבְהַלֵּ֤ל לַיהוָה֙ כִּ֣י ט֔וֹב כִּ֥י לְעוֹלָ֖ם חַסְדּ֑וֹ וְהַבַּ֛יִת מָלֵ֥א עָנָ֖ן בֵּ֥ית יְהוָֽה׃
14 וְלֹא־יָֽכְל֧וּ הַכֹּהֲנִ֛ים לַעֲמ֥וֹד לְשָׁרֵ֖ת מִפְּנֵ֣י הֶעָנָ֑ן כִּֽי־מָלֵ֥א כְבוֹד־יְהוָ֖ה אֶת־בֵּ֥ית הָאֱלֹהִֽים׃
Capítulo 6
Oración de dedicación de Salomón
LBLA
1 Entonces dijo Salomón: El SEÑOR ha dicho que El habitaría en la densa nube.
2 Pero yo he edificado una casa de habitación para ti, y un lugar para que mores para siempre.
3 Entonces el rey volvió su rostro y bendijo a toda la asamblea de Israel, mientras toda la asamblea de Israel estaba en pie.
4 Y dijo: Bendito sea el SEÑOR, Dios de Israel, que habló con su boca a mi padre David y con sus manos lo ha cumplido, diciendo:
5 "Desde el día que saqué a mi pueblo de la tierra de Egipto, no escogí ciudad alguna de todas las tribus de Israel para edificar una casa donde estuviera mi nombre, ni escogí hombre alguno para que fuera príncipe sobre mi pueblo Israel;
6 pero he escogido a Jerusalén para que mi nombre esté allí, y he escogido a David para que esté sobre mi pueblo Israel."
7 Y David mi padre tuvo el propósito de edificar una casa para el nombre del SEÑOR, Dios de Israel.
8 Pero el SEÑOR dijo a mi padre David: "Por cuanto tuviste en tu corazón el propósito de edificar una casa para mi nombre, bien hiciste en tener esto en tu corazón.
9 Sin embargo, tú no edificarás la casa, sino que tu hijo que saldrá de tus entrañas, él edificará la casa para mi nombre."
10 Y el SEÑOR ha cumplido su palabra que habló, pues yo me he levantado en lugar de mi padre David y me siento en el trono de Israel, como el SEÑOR prometió, y he edificado la casa para el nombre del SEÑOR, Dios de Israel.
11 Y allí he puesto el arca en la cual está el pacto del SEÑOR, que El hizo con los hijos de Israel.
12 Entonces se puso delante del altar del SEÑOR en presencia de toda la asamblea de Israel, y extendió sus manos.
13 Pues Salomón había hecho un estrado de bronce de cinco codos de largo, cinco codos de ancho y tres codos de alto, y lo había puesto en medio del atrio; se puso sobre él, se hincó de rodillas en presencia de toda la asamblea de Israel y extendió sus manos al cielo.
14 Y dijo: Oh SEÑOR, Dios de Israel, no hay Dios como tú en el cielo ni en la tierra, que guardas el pacto y la misericordia para con tus siervos que andan delante de ti con todo su corazón;
15 que has guardado para con tu siervo David mi padre lo que le prometiste; en verdad, lo dijiste con tu boca y con tu mano lo has cumplido, como se ve hoy.
16 Ahora pues, oh SEÑOR, Dios de Israel, guarda para con tu siervo David mi padre lo que le prometiste, diciendo: "No te faltará quien se siente en el trono de Israel, con tal que tus hijos guarden su camino andando en mi ley, como tú has andado delante de mí."
17 Ahora pues, oh SEÑOR, Dios de Israel, que se confirme tu palabra que dijiste a tu siervo David.
18 Pero, ¿morará verdaderamente Dios con el hombre en la tierra? He aquí, los cielos y los cielos de los cielos no te pueden contener, cuánto menos esta casa que he edificado.
19 Con todo, atiende a la oración de tu siervo y a su súplica, oh SEÑOR Dios mío, para oír el clamor y la oración que tu siervo hace delante de ti;
20 que tus ojos estén abiertos hacia esta casa día y noche, hacia el lugar del cual dijiste que pondrías allí tu nombre, para oír la oración que tu siervo haga hacia este lugar.
21 Y escucha las súplicas de tu siervo y de tu pueblo Israel cuando oren hacia este lugar; escucha tú desde el lugar de tu morada, desde los cielos; escucha y perdona.
WLC
1 אָ֚ז אָמַ֣ר שְׁלֹמֹ֔ה יְהוָ֣ה אָמַ֔ר לִשְׁכּ֖וֹן בָּעֲרָפֶֽל׃
2 וַאֲנִ֛י בָּנִ֥יתִי בֵית־זְבֻ֖ל לָ֑ךְ וּמָק֥וֹם לְשִׁבְתְּךָ֖ עוֹלָמִֽים׃
3 וַיַּסֵּ֣ב הַמֶּ֣לֶךְ אֶת־פָּנָ֗יו וַיְבָ֙רֶךְ֙ אֵ֚ת כָּל־קְהַ֣ל יִשְׂרָאֵ֔ל וְכָל־קְהַ֥ל יִשְׂרָאֵ֖ל עוֹמֵֽד׃
4 וַיֹּ֗אמֶר בָּר֤וּךְ יְהוָה֙ אֱלֹהֵ֣י יִשְׂרָאֵ֔ל אֲשֶׁר֙ דִּבֶּ֣ר בְּפִ֔יו אֵ֖ת דָּוִ֣יד אָבִ֑י וּבְיָדָ֥יו מִלֵּ֖א לֵאמֹֽר׃
5 מִן־הַיּ֗וֹם אֲשֶׁ֨ר הוֹצֵ֣אתִי אֶת־עַמִּי֮ מֵאֶ֣רֶץ מִצְרַיִם֒ לֹא־בָחַ֣רְתִּי בְעִ֗יר מִכֹּל֙ שִׁבְטֵ֣י יִשְׂרָאֵ֔ל לִבְנ֣וֹת בַּ֔יִת לִהְי֥וֹת שְׁמִ֖י שָׁ֑ם וְלֹא־בָחַ֣רְתִּי בְאִ֔ישׁ לִהְי֥וֹת נָגִ֖יד עַל־עַמִּ֥י יִשְׂרָאֵֽל׃
6 וָאֶבְחַר֙ בִּיר֣וּשָׁלִַ֔ם לִהְי֥וֹת שְׁמִ֖י שָׁ֑ם וָאֶבְחַ֣ר בְּדָוִ֔יד לִהְי֖וֹת עַל־עַמִּ֥י יִשְׂרָאֵֽל׃
7 וַיְהִ֕י עִם־לְבַ֖ב דָּוִ֣יד אָבִ֑י לִבְנ֣וֹת בַּ֔יִת לְשֵׁ֕ם יְהוָ֖ה אֱלֹהֵ֥י יִשְׂרָאֵֽל׃
8 וַיֹּ֤אמֶר יְהוָה֙ אֶל־דָּוִ֣יד אָבִ֔י יַ֗עַן אֲשֶׁ֤ר הָיָה֙ עִם־לְבָ֣בְךָ֔ לִבְנ֥וֹת בַּ֖יִת לִשְׁמִ֑י הֵטִ֕יבֹתָ כִּ֥י הָיָ֖ה עִם־לְבָבֶֽךָ׃
9 רַ֣ק אַתָּ֔ה לֹ֥א תִבְנֶ֖ה הַבָּ֑יִת כִּ֤י בִנְךָ֙ הַיּוֹצֵ֣א מֵחֲלָצֶ֔יךָ הֽוּא־יִבְנֶ֥ה הַבַּ֖יִת לִשְׁמִֽי׃
10 וַיָּ֣קֶם יְהוָ֗ה אֶת־דְּבָרוֹ֙ אֲשֶׁ֣ר דִּבֵּ֔ר וָאָק֕וּם תַּ֖חַת דָּוִ֣יד אָבִ֑י וָאֵשֵׁב֙ עַל־כִּסֵּ֣א יִשְׂרָאֵ֔ל כַּאֲשֶׁ֖ר דִּבֶּ֣ר יְהוָ֑ה וָאֶבְנֶ֣ה הַבַּ֔יִת לְשֵׁ֕ם יְהוָ֖ה אֱלֹהֵ֥י יִשְׂרָאֵֽל׃
11 וָאָשִׂ֣ם שָׁ֔ם אֶת־הָאָר֕וֹן אֲשֶׁר־שָׁ֖ם בְּרִ֣ית יְהוָ֑ה אֲשֶׁ֥ר כָּרַ֖ת עִם־בְּנֵ֥י יִשְׂרָאֵֽל׃
12 וַיַּעֲמֹ֗ד לִפְנֵי֙ מִזְבַּ֣ח יְהוָ֔ה נֶ֖גֶד כָּל־קְהַ֣ל יִשְׂרָאֵ֑ל וַיִּפְרֹ֖שׂ כַּפָּֽיו׃
13 כִּֽי־עָשָׂ֨ה שְׁלֹמֹ֜ה כִּיּ֣וֹר נְחֹ֗שֶׁת וַיִּתְּנֵ֙הוּ֙ בְּת֣וֹךְ הָעֲזָרָ֔ה חָמֵ֨שׁ אַמּ֤וֹת אָרְכּוֹ֙ וְחָמֵ֤שׁ אַמּוֹת֙ רָחְבּ֔וֹ וְאַמּ֥וֹת שָׁל֖וֹשׁ קוֹמָת֑וֹ וַיַּעֲמֹ֣ד עָלָ֗יו וַיִּבְרַ֤ךְ עַל־בִּרְכָּיו֙ נֶ֚גֶד כָּל־קְהַ֣ל יִשְׂרָאֵ֔ל וַיִּפְרֹ֥שׂ כַּפָּ֖יו הַשָּׁמָֽיְמָה׃
14 וַיֹּאמַ֗ר יְהוָ֤ה אֱלֹהֵֽי־יִשְׂרָאֵל֙ אֵין־כָּמ֣וֹךָ אֱלֹהִ֔ים בַּשָּׁמַ֖יִם וּבָאָ֑רֶץ שֹׁמֵ֤ר הַבְּרִית֙ וְהַחֶ֔סֶד לַעֲבָדֶ֕יךָ הַהֹלְכִ֥ים לְפָנֶ֖יךָ בְּכָל־לִבָּֽם׃
15 אֲשֶׁ֣ר שָׁמַ֗רְתָּ לְעַבְדְּךָ֙ דָּוִ֣יד אָבִ֔י אֵ֥ת אֲשֶׁר־דִּבַּ֖רְתָּ לּ֑וֹ וַתְּדַבֵּ֥ר בְּפִ֛יךָ וּבְיָדְךָ֥ מִלֵּ֖אתָ כַּיּ֥וֹם הַזֶּֽה׃
16 וְעַתָּ֞ה יְהוָ֣ה אֱלֹהֵֽי־יִשְׂרָאֵ֗ל שְׁמֹר֩ לְעַבְדְּךָ֨ דָוִ֤יד אָבִי֙ אֵת֩ אֲשֶׁ֨ר דִּבַּ֤רְתָּ לּוֹ֙ לֵאמֹ֔ר לֹא־יִכָּרֵ֨ת לְךָ֥ אִ֛ישׁ מִלְּפָנַ֖י יוֹשֵׁ֣ב עַל־כִּסֵּ֣א יִשְׂרָאֵ֑ל רַ֠ק אִם־יִשְׁמְר֨וּ בָנֶ֤יךָ אֶת־דַּרְכָּם֙ לָלֶ֣כֶת בְּתוֹרָתִ֔י כַּאֲשֶׁ֥ר הָלַ֖כְתָּ לְפָנָֽי׃
17 וְעַתָּ֕ה יְהוָ֖ה אֱלֹהֵ֣י יִשְׂרָאֵ֑ל יֵאָמֵן֙ דְּבָ֣רְךָ֔ אֲשֶׁ֥ר דִּבַּ֖רְתָּ לְעַבְדְּךָ֥ לְדָוִֽיד׃
18 כִּ֚י הַֽאֻמְנָ֔ם יֵשֵׁ֧ב אֱלֹהִ֛ים אֶת־הָאָדָ֖ם עַל־הָאָ֑רֶץ הִנֵּ֤ה שָׁמַ֙יִם֙ וּשְׁמֵ֣י הַשָּׁמַ֔יִם לֹ֣א יְכַלְכְּל֔וּךָ אַ֕ף כִּֽי־הַבַּ֥יִת הַזֶּ֖ה אֲשֶׁ֥ר בָּנִֽיתִי׃
19 וּפָנִ֜יתָ אֶל־תְּפִלַּ֤ת עַבְדְּךָ֙ וְאֶל־תְּחִנָּת֔וֹ יְהוָ֖ה אֱלֹהָ֑י לִשְׁמֹ֤עַ אֶל־הָֽרִנָּה֙ וְאֶל־הַתְּפִלָּ֔ה אֲשֶׁ֥ר עַבְדְּךָ֖ מִתְפַּלֵּ֥ל לְפָנֶֽיךָ׃
20 לִהְי֨וֹת עֵינֶ֤יךָ פְתֻחוֹת֙ אֶל־הַבַּ֣יִת הַזֶּ֔ה יוֹמָ֖ם וָלָ֑יְלָה אֶל־הַמָּק֗וֹם אֲשֶׁ֤ר אָמַ֙רְתָּ֙ לָשׂ֣וּם שִׁמְךָ֣ שָׁ֔ם לִשְׁמ֣וֹעַ אֶל־הַתְּפִלָּ֔ה אֲשֶׁ֥ר יִתְפַּלֵּ֛ל עַבְדְּךָ֖ אֶל־הַמָּק֥וֹם הַזֶּֽה׃
21 וְשָׁמַעְתָּ֙ אֶל־תַּחֲנוּנֵ֣י עַבְדְּךָ֔ וְעַמְּךָ֖ יִשְׂרָאֵ֑ל אֲשֶׁ֨ר יִֽתְפַּֽלְל֜וּ אֶל־הַמָּק֤וֹם הַזֶּה֙ וְאַתָּ֤ה תִשְׁמַע֙ מִמְּק֣וֹם שִׁבְתְּךָ֔ מִן־הַשָּׁמַ֖יִם וְשָׁמַעְתָּ֥ וְסָלָֽחְתָּ׃
Capítulo 7
Fuego del cielo y respuesta de Dios
LBLA
1 Cuando Salomón terminó de orar, descendió fuego del cielo y consumió el holocausto y los sacrificios, y la gloria del SEÑOR llenó la casa.
2 Y los sacerdotes no podían entrar en la casa del SEÑOR porque la gloria del SEÑOR llenaba la casa del SEÑOR.
3 Cuando todos los hijos de Israel vieron descender el fuego y la gloria del SEÑOR sobre la casa, se postraron rostro en tierra sobre el pavimento y adoraron y alabaron al SEÑOR, diciendo: Ciertamente El es bueno, ciertamente su misericordia es para siempre.
4 Entonces el rey y todo el pueblo ofrecieron sacrificios delante del SEÑOR.
5 Y el rey Salomón ofreció en sacrificio veintidós mil bueyes y ciento veinte mil ovejas. Así dedicaron la casa de Dios el rey y todo el pueblo.
6 Los sacerdotes estaban en sus puestos de servicio, también los levitas con los instrumentos de música del SEÑOR, que el rey David había hecho para alabar al SEÑOR--porque para siempre es su misericordia--cuando David alababa por medio de ellos. Y los sacerdotes tocaban las trompetas frente a ellos, mientras todo Israel estaba en pie.
7 Entonces Salomón consagró la parte central del atrio que estaba delante de la casa del SEÑOR, pues allí ofreció los holocaustos y la grasa de las ofrendas de paz, porque el altar de bronce que Salomón había hecho no podía contener el holocausto, la ofrenda de cereal y la grasa.
8 En aquel tiempo Salomón celebró la fiesta por siete días, y todo Israel con él, una asamblea muy grande, desde la entrada de Hamat hasta el torrente de Egipto.
9 Y al octavo día celebraron una asamblea solemne, porque habían celebrado la dedicación del altar por siete días y la fiesta por siete días.
10 Entonces, a los veintitrés días del séptimo mes, envió al pueblo a sus tiendas, gozosos y alegres de corazón por la bondad que el SEÑOR había mostrado para con David, para con Salomón y para con su pueblo Israel.
11 Así terminó Salomón la casa del SEÑOR y la casa del rey, y llevó a cabo con éxito todo lo que se había propuesto hacer en la casa del SEÑOR y en su casa.
12 Entonces el SEÑOR se apareció a Salomón de noche y le dijo: He oído tu oración y he escogido para mí este lugar como casa de sacrificio.
13 Si cierro los cielos para que no haya lluvia, o si mando la langosta a devorar la tierra, o si envío pestilencia entre mi pueblo,
14 si se humilla mi pueblo sobre el cual es invocado mi nombre, y oran, buscan mi rostro y se vuelven de sus malos caminos, entonces yo oiré desde los cielos, perdonaré su pecado y sanaré su tierra.
15 Ahora mis ojos estarán abiertos y mis oídos atentos a la oración hecha en este lugar.
16 Porque ahora he escogido y consagrado esta casa para que esté en ella mi nombre para siempre; y mis ojos y mi corazón estarán allí todos los días.
17 Y en cuanto a ti, si andas delante de mí como anduvo tu padre David, haciendo conforme a todo lo que te he mandado, y guardas mis estatutos y mis ordenanzas,
18 entonces estableceré el trono de tu reino como pacté con tu padre David, diciendo: "No te faltará hombre que gobierne en Israel."
19 Pero si vosotros os apartáis y abandonáis mis estatutos y mis mandamientos que he puesto delante de vosotros, y vais y servís a otros dioses y los adoráis,
20 entonces los arrancaré de mi tierra que les he dado, y esta casa que he consagrado para mi nombre la echaré de mi presencia, y la convertiré en refrán y escarnio entre todos los pueblos.
21 Y en cuanto a esta casa, que ha sido exaltada, todo el que pase cerca de ella se asombrará y dirá: "¿Por qué ha hecho así el SEÑOR a esta tierra y a esta casa?"
22 Y dirán: "Porque abandonaron al SEÑOR, Dios de sus padres, que los sacó de la tierra de Egipto, y siguieron a otros dioses y los adoraron y los sirvieron; por eso El ha traído sobre ellos toda esta adversidad."
WLC
1 וּכְכַלּ֤וֹת שְׁלֹמֹה֙ לְהִתְפַּלֵּ֔ל וְהָאֵ֗שׁ יָֽרְדָה֙ מֵֽהַשָּׁמַ֔יִם וַתֹּ֥אכַל הָעֹלָ֖ה וְהַזְּבָחִ֑ים וּכְב֥וֹד יְהוָ֖ה מָלֵ֥א אֶת־הַבָּֽיִת׃
2 וְלֹ֤א יָֽכְלוּ֙ הַכֹּ֣הֲנִ֔ים לָב֖וֹא אֶל־בֵּ֣ית יְהוָ֑ה כִּֽי־מָלֵ֥א כְבוֹד־יְהוָ֖ה אֶת־בֵּ֥ית יְהוָֽה׃
3 וְכֹל֙ בְּנֵ֣י יִשְׂרָאֵ֔ל רֹאִ֚ים בְּרֶ֣דֶת הָאֵ֔שׁ וּכְב֥וֹד יְהוָ֖ה עַל־הַבָּ֑יִת וַיִּכְרְע֨וּ אַפַּ֤יִם אַ֙רְצָה֙ עַל־הָ֣רִצְפָ֔ה וַיִּֽשְׁתַּחֲו֖וּ וְהֹד֣וֹת לַיהוָ֔ה כִּ֣י ט֔וֹב כִּ֥י לְעוֹלָ֖ם חַסְדּֽוֹ׃
4 וְהַמֶּ֖לֶךְ וְכָל־הָעָ֑ם זֹבְחִ֥ים זֶ֖בַח לִפְנֵ֥י יְהוָֽה׃
5 וַיִּזְבַּח֩ הַמֶּ֨לֶךְ שְׁלֹמֹ֜ה אֶת־זֶ֣בַח הַבָּקָ֗ר עֶשְׂרִ֤ים וּשְׁנַ֙יִם֙ אֶ֔לֶף וְצֹ֕אן מֵאָ֥ה וְעֶשְׂרִ֖ים אָ֑לֶף וַֽיַּחְנְכ֛וּ אֶת־בֵּ֥ית הָאֱלֹהִ֖ים הַמֶּ֥לֶךְ וְכָל־הָעָֽם׃
6 וְהַכֹּהֲנִ֞ים עַל־מִשְׁמְרוֹתָ֣ם עֹמְדִ֗ים וְהַלְוִיִּ֞ם בִּכְלֵ֤י שִׁיר־יְהוָה֙ אֲשֶׁ֨ר עָשָׂ֜ה דָּוִ֣יד הַמֶּ֗לֶךְ לְהֹדוֹת֙ לַיהוָ֔ה כִּֽי־לְעוֹלָ֣ם חַסְדּ֔וֹ בְּהַלֵּ֥ל דָּוִ֖יד בְּיָדָ֑ם וְהַכֹּהֲנִ֞ים מַחְצְרִ֤ים נֶגְדָּם֙ וְכָל־יִשְׂרָאֵ֖ל עֹמְדִֽים׃
7 וַיְקַדֵּ֣שׁ שְׁלֹמֹ֗ה אֶת־תּ֤וֹךְ הֶֽחָצֵר֙ אֲשֶׁר֙ לִפְנֵ֣י בֵית־יְהוָ֔ה כִּֽי־עָ֣שָׂה שָׁ֗ם הָֽעֹלוֹת֙ וְאֵת֙ חֶלְבֵ֣י הַשְּׁלָמִ֔ים כִּֽי־מִזְבַּ֤ח הַנְּחֹ֙שֶׁת֙ אֲשֶׁ֣ר עָשָׂ֣ה שְׁלֹמֹ֔ה לֹ֣א יָכ֗וֹל לְהָכִיל֙ אֶת־הָעֹלָ֔ה וְאֶת־הַמִּנְחָ֖ה וְאֶת־הַחֲלָבִֽים׃
8 וַיַּ֣עַשׂ שְׁלֹמֹ֣ה אֶת־הֶחָ֣ג בָּעֵ֣ת הַהִ֡יא שִׁבְעַ֣ת יָמִים֩ וְכָל־יִשְׂרָאֵ֨ל עִמּ֜וֹ קָהָ֤ל גָּדוֹל֙ מְאֹ֔ד מִלְּב֥וֹא חֲמָ֖ת עַד־נַ֥חַל מִצְרָֽיִם׃
9 וַיַּעֲשׂ֛וּ בַּיּ֥וֹם הַשְּׁמִינִ֖י עֲצָ֑רֶת כִּ֣י חֲנֻכַּ֤ת הַמִּזְבֵּ֙חַ֙ עָשׂ֣וּ שִׁבְעַ֣ת יָמִ֔ים וְהֶחָ֖ג שִׁבְעַ֥ת יָמִֽים׃
10 וּבְיוֹם֩ עֶשְׂרִ֨ים וּשְׁלֹשָׁ֜ה לַחֹ֣דֶשׁ הַשְּׁבִיעִ֗י שִׁלַּ֤ח אֶת־הָעָם֙ לְאָ֣הֳלֵיהֶ֔ם שְׂמֵחִ֖ים וְטוֹבֵ֣י לֵ֑ב עַל־הַטּוֹבָ֗ה אֲשֶׁ֨ר עָשָׂ֤ה יְהוָה֙ לְדָוִ֣יד וְלִשְׁלֹמֹ֔ה וּלְיִשְׂרָאֵ֖ל עַמּֽוֹ׃
11 וַיְכַ֤ל שְׁלֹמֹה֙ אֶת־בֵּ֣ית יְהוָ֔ה וְאֶת־בֵּ֖ית הַמֶּ֑לֶךְ וְאֵ֛ת כָּל־הַבָּ֥א עַל־לֵב־שְׁלֹמֹ֖ה לַעֲשׂ֥וֹת בְּבֵית־יְהוָ֖ה וּבְבֵית֑וֹ הִצְלִֽיחַ׃
12 וַיֵּרָ֧א יְהוָ֛ה אֶל־שְׁלֹמֹ֖ה בַּלָּ֑יְלָה וַיֹּ֣אמֶר ל֗וֹ שָׁמַ֙עְתִּי֙ אֶת־תְּפִלָּתֶ֔ךָ וּבָחַ֙רְתִּי֙ בַּמָּק֣וֹם הַזֶּ֔ה לִ֖י לְבֵ֥ית זָֽבַח׃
13 הֵ֣ן אֶֽעֱצֹ֤ר הַשָּׁמַ֙יִם֙ וְלֹֽא־יִהְיֶ֣ה מָטָ֔ר וְהֵן־אֲצַוֶּ֥ה עַל־חָגָ֖ב לֶאֱכ֣וֹל הָאָ֑רֶץ וְאִם־אֲשַׁלַּ֥ח דֶּ֖בֶר בְּעַמִּֽי׃
14 וְיִכָּנְע֨וּ עַמִּ֜י אֲשֶׁר־נִקְרָ֧א שְׁמִ֣י עֲלֵיהֶ֗ם וְיִֽתְפַּֽלְל֤וּ וִֽיבַקְשׁוּ֙ פָנַ֔י וְיָשֻׁ֖בוּ מִדַּרְכֵיהֶ֣ם הָרָעִ֑ים וַאֲנִי֙ אֶשְׁמַ֣ע מִן־הַשָּׁמַ֔יִם וְאֶסְלַח֙ לְחַטָּאתָ֔ם וְאֶרְפָּ֖א אֶת־אַרְצָֽם׃
15 עַתָּ֗ה עֵינַ֛י יִהְי֥וּ פְתֻח֖וֹת וְאָזְנַ֣י קַשֻּׁב֑וֹת לִתְפִלַּ֖ת הַמָּק֥וֹם הַזֶּֽה׃
16 וְעַתָּ֗ה בָּחַ֤רְתִּי וְהִקְדַּ֙שְׁתִּי֙ אֶת־הַבַּ֣יִת הַזֶּ֔ה לִהְיוֹת־שְׁמִ֥י שָׁ֖ם עַד־עוֹלָ֑ם וְהָי֨וּ עֵינַ֧י וְלִבִּ֛י שָׁ֖ם כָּל־הַיָּמִֽים׃
17 וְאַתָּ֗ה אִם־תֵּלֵ֤ךְ לְפָנַי֙ כַּאֲשֶׁ֣ר הָלַ֔ךְ דָּוִ֖יד אָבִ֑יךָ וְלַעֲשׂ֗וֹת כְּכֹל֙ אֲשֶׁ֣ר צִוִּיתִ֔יךָ וְחֻקַּ֥י וּמִשְׁפָּטַ֖י תִּשְׁמֽוֹר׃
18 וַהֲקִימוֹתִי֙ אֵ֣ת כִּסֵּ֣א מַלְכוּתֶ֔ךָ כַּאֲשֶׁ֣ר כָּרַ֔תִּי לְדָוִ֥יד אָבִ֖יךָ לֵאמֹ֑ר לֹֽא־יִכָּרֵ֤ת לְךָ֙ אִ֔ישׁ מוֹשֵׁ֖ל בְּיִשְׂרָאֵֽל׃
19 וְאִם־תְּשׁוּב֣וּן אַתֶּ֔ם וַעֲזַבְתֶּם֙ חֻקּוֹתַ֣י וּמִצְוֹתַ֔י אֲשֶׁ֥ר נָתַ֖תִּי לִפְנֵיכֶ֑ם וַהֲלַכְתֶּ֗ם וַעֲבַדְתֶּם֙ אֱלֹהִ֣ים אֲחֵרִ֔ים וְהִשְׁתַּחֲוִיתֶ֖ם לָהֶֽם׃
20 וּנְתַשְׁתִּ֗ים מֵעַ֤ל אַדְמָתִי֙ אֲשֶׁ֣ר נָתַ֣תִּי לָהֶ֔ם וְאֶת־הַבַּ֤יִת הַזֶּה֙ אֲשֶׁ֣ר הִקְדַּ֣שְׁתִּי לִשְׁמִ֔י אַשְׁלִ֖יךְ מֵעַ֣ל פָּנָ֑י וְאֶתְּנֶ֛נּוּ לְמָשָׁ֥ל וְלִשְׁנִינָ֖ה בְּכָל־הָעַמִּֽים׃
21 וְהַבַּ֤יִת הַזֶּה֙ אֲשֶׁ֣ר הָיָ֣ה עֶלְי֔וֹן לְכָל־עֹבֵ֥ר עָלָ֖יו יִשֹּׁ֑ם וְאָמַ֗ר בַּמֶּ֨ה עָשָׂ֤ה יְהוָה֙ כָּ֔כָה לָאָ֥רֶץ הַזֹּ֖את וְלַבַּ֥יִת הַזֶּֽה׃
22 וְאָמְר֗וּ עַל֩ אֲשֶׁ֨ר עָזְב֜וּ אֶת־יְהוָ֣ה אֱלֹהֵֽי־אֲבֹתֵיהֶ֗ם אֲשֶׁ֣ר הוֹצִיאָם֮ מֵאֶ֣רֶץ מִצְרַיִם֒ וַֽיַּחֲזִ֙יקוּ֙ בֵּאלֹהִ֣ים אֲחֵרִ֔ים וַיִּשְׁתַּחֲו֥וּ לָהֶ֖ם וַיַּעַבְד֑וּם עַל־כֵּ֗ן הֵבִ֤יא עֲלֵיהֶם֙ אֵ֣ת כָּל־הָרָעָ֔ה הַזֹּֽאת׃
Capítulo 8
Otras actividades de Salomón
LBLA
1 Y sucedió que al cabo de veinte años en que Salomón había edificado la casa del SEÑOR y su propia casa,
2 reedificó las ciudades que Hiram le había dado a Salomón, y estableció allí a los hijos de Israel.
3 Entonces Salomón fue a Hamat-soba y la conquistó.
4 Y edificó Tadmor en el desierto, y todas las ciudades de almacenaje que había edificado en Hamat.
5 También reedificó Bet-horón la de arriba y Bet-horón la de abajo, ciudades fortificadas con muros, puertas y barras;
6 y Baalat y todas las ciudades de almacenaje que Salomón tenía, todas las ciudades para sus carros, las ciudades para su caballería y todo lo que Salomón quiso edificar en Jerusalén, en el Líbano y en toda la tierra de su dominio.
7 A todo el pueblo que había quedado de los heteos, amorreos, ferezeos, heveos y jebuseos, que no eran de Israel,
8 es decir, a sus descendientes que habían quedado después de ellos en la tierra, a los cuales los hijos de Israel no habían destruido, Salomón los sometió a trabajos forzados hasta hoy.
9 Pero Salomón no hizo esclavos para su obra a ninguno de los hijos de Israel, sino que eran hombres de guerra, jefes de sus oficiales, comandantes de sus carros y de su caballería.
10 Estos eran los principales oficiales del rey Salomón, doscientos cincuenta que gobernaban al pueblo.
11 Y Salomón hizo subir a la hija de Faraón de la ciudad de David a la casa que había edificado para ella, porque dijo: Mi mujer no habitará en la casa de David, rey de Israel, porque los lugares donde ha entrado el arca del SEÑOR son sagrados.
12 Entonces Salomón ofreció holocaustos al SEÑOR sobre el altar del SEÑOR que había edificado delante del pórtico,
13 ofreciendo conforme al mandamiento de Moisés, para los días de reposo, las lunas nuevas y las fiestas señaladas tres veces al año: en la fiesta de los panes sin levadura, en la fiesta de las semanas y en la fiesta de los tabernáculos.
14 Y conforme a la ordenanza de su padre David, designó las divisiones de los sacerdotes para su servicio, y a los levitas para sus oficios a fin de que alabaran y sirvieran delante de los sacerdotes según el rito de cada día; también designó a los porteros por sus divisiones para cada puerta, porque así lo había mandado David, hombre de Dios.
15 Y no se desviaron del mandamiento del rey a los sacerdotes y levitas en cosa alguna, ni en cuanto a los tesoros.
16 Así fue llevada a cabo toda la obra de Salomón desde el día en que se echaron los cimientos de la casa del SEÑOR hasta que fue terminada. Así fue terminada la casa del SEÑOR.
17 Entonces Salomón fue a Ezión-geber y a Elat, a la orilla del mar en la tierra de Edom.
18 E Hiram le envió naves por medio de sus siervos, marineros conocedores del mar; y fueron con los siervos de Salomón a Ofir, y tomaron de allí cuatrocientos cincuenta talentos de oro y los trajeron al rey Salomón.
WLC
1 וַיְהִ֗י מִקֵּץ֙ עֶשְׂרִ֣ים שָׁנָ֔ה אֲשֶׁר־בָּנָ֣ה שְׁלֹמֹ֔ה אֶת־בֵּ֥ית יְהוָ֖ה וְאֶת־בֵּיתֽוֹ׃
2 וְהֶעָרִ֗ים אֲשֶׁ֨ר נָתַ֤ן חוּרָם֙ לִשְׁלֹמֹ֔ה בָּנָ֥ה שְׁלֹמֹ֖ה אֹתָ֑ם וַיּ֥וֹשֶׁב שָׁ֖ם אֶת־בְּנֵ֥י יִשְׂרָאֵֽל׃
3 וַיֵּ֣לֶךְ שְׁלֹמֹ֔ה חֲמַ֖ת צוֹבָ֑ה וַיֶּחֱזַ֖ק עָלֶֽיהָ׃
4 וַיִּ֥בֶן אֶת־תַּדְמֹ֖ר בַּמִּדְבָּ֑ר וְאֵ֨ת כָּל־עָרֵ֤י הַֽמִּסְכְּנוֹת֙ אֲשֶׁ֣ר בָּנָ֔ה בַּחֲמָֽת׃
5 וַיִּ֜בֶן אֶת־בֵּ֤ית חוֹרוֹן֙ הָֽעֶלְי֔וֹן וְאֶת־בֵּ֥ית חוֹר֖וֹן הַתַּחְתּ֑וֹן עָרֵ֣י מָצ֔וֹר חוֹמ֖וֹת דְּלָתַ֥יִם וּבְרִֽיחַ׃
6 וְאֶֽת־בַּעֲלָ֗ת וְאֵ֨ת כָּל־עָרֵ֤י הַֽמִּסְכְּנוֹת֙ אֲשֶׁ֣ר הָי֣וּ לִשְׁלֹמֹ֔ה וְאֵת֙ כָּל־עָרֵ֣י הָרֶ֔כֶב וְאֵ֖ת עָרֵ֣י הַפָּרָשִׁ֑ים וְאֵ֣ת כָּל־חֵ֣שֶׁק שְׁלֹמֹ֡ה אֲשֶׁ֣ר חָשַׁק֩ לִבְנ֨וֹת בִּירוּשָׁלִַ֜ם וּבַלְּבָנ֗וֹן וּבְכֹ֖ל אֶ֥רֶץ מֶמְשַׁלְתּֽוֹ׃
7 כָּל־הָעָ֞ם הַנּוֹתָ֣ר מִן־הַחִתִּ֗י וְהָאֱמֹרִ֤י וְהַפְּרִזִּי֙ וְהַחִוִּ֣י וְהַיְבוּסִ֔י אֲשֶׁ֛ר לֹ֥א מִיִּשְׂרָאֵ֖ל הֵֽמָּה׃
8 מִן־בְּנֵיהֶ֗ם אֲשֶׁ֨ר נוֹתְר֤וּ אַחֲרֵיהֶם֙ בָּאָ֔רֶץ אֲשֶׁ֧ר לֹֽא־כִלּ֛וּם בְּנֵ֥י יִשְׂרָאֵ֖ל וַיַּעֲלֵ֣ם שְׁלֹמֹ֑ה לְמַ֖ס עַ֥ד הַיּ֥וֹם הַזֶּֽה׃
9 וּמִן־בְּנֵ֣י יִשְׂרָאֵ֗ל אֲשֶׁ֨ר לֹֽא־נָתַ֤ן שְׁלֹמֹה֙ לַעֲבָדִ֣ים לִמְלַאכְתּ֔וֹ כִּי־הֵ֖מָּה אַנְשֵׁ֣י מִלְחָמָ֑ה וְשָׂרֵ֤י שָׁלִישָׁיו֙ וְשָׂרֵ֣י רִכְבּ֔וֹ וּפָרָשָֽׁיו׃
10 וְאֵ֗לֶּה שָׂרֵ֧י הַנִּצָּבִ֛ים אֲשֶׁ֥ר לַמֶּֽלֶךְ־שְׁלֹמֹ֖ה חֲמִשִּׁ֣ים וּמָאתָ֑יִם הָרֹדִ֖ים בָּעָֽם׃
11 וְאֶת־בַּת־פַּרְעֹ֗ה הֶעֱלָ֤ה שְׁלֹמֹה֙ מֵעִ֣יר דָּוִ֔יד לַבַּ֖יִת אֲשֶׁ֣ר בָּֽנָה־לָ֑הּ כִּ֣י אָמַ֗ר לֹא־תֵשֵׁ֨ב אִשָּׁ֤ה לִי֙ בְּבֵ֣ית דָּוִ֣יד מֶֽלֶךְ־יִשְׂרָאֵ֔ל כִּֽי־קֹ֣דֶשׁ הֵ֔מָּה אֲשֶׁר־בָּ֥א אֲלֵיהֶ֖ם אֲר֥וֹן יְהוָֽה׃
12 אָ֗ז הֶעֱלָ֤ה שְׁלֹמֹה֙ עֹל֣וֹת לַיהוָ֔ה עַ֚ל מִזְבַּ֣ח יְהוָ֔ה אֲשֶׁ֥ר בָּנָ֖ה לִפְנֵ֥י הָאוּלָֽם׃
13 וּבִדְבַר־י֣וֹם בְּי֗וֹם לְהַעֲלוֹת֙ כְּמִצְוַ֣ת מֹשֶׁ֔ה לַשַּׁבָּת֖וֹת וְלֶחֳדָשִׁ֣ים וְלַמּוֹעֲד֑וֹת שָׁל֤וֹשׁ פְּעָמִים֙ בַּשָּׁנָ֔ה בְּחַ֧ג הַמַּצּ֛וֹת וּבְחַ֥ג הַשָּׁבֻע֖וֹת וּבְחַ֥ג הַסֻּכּֽוֹת׃
14 וַיַּעֲמֵ֨ד כְּמִשְׁפַּ֜ט דָּוִ֣יד אָבִ֗יו אֶת־מַחְלְק֤וֹת הַכֹּהֲנִים֙ עַל־עֲבֹ֣דָתָ֔ם וְהַלְוִיִּ֣ם עַל־מִ֠שְׁמְרוֹתָם לְהַלֵּ֨ל וּלְשָׁרֵ֜ת נֶ֤גֶד הַכֹּהֲנִים֙ לִדְבַר־י֣וֹם בְּיוֹמ֔וֹ וְהַשּׁוֹעֲרִ֥ים בְּמַחְלְקוֹתָ֖ם לְשַׁ֣עַר וָשָׁ֑עַר כִּ֣י כֵ֔ן מִצְוַ֖ת דָּוִ֥יד אִישׁ־הָאֱלֹהִֽים׃
15 וְלֹ֣א סָ֗רוּ מִצְוַ֤ת הַמֶּ֙לֶךְ֙ עַל־הַכֹּהֲנִ֣ים וְהַלְוִיִּ֔ם לְכָל־דָּבָ֖ר וְלָאֹצָרֽוֹת׃
16 וַתִּכֹּן֙ כָּל־מְלֶ֣אכֶת שְׁלֹמֹ֔ה עַד־י֥וֹם מוּסַ֖ד בֵּ֣ית יְהוָ֑ה וְעַד־תָּמּ֖וֹ שָׁלֵ֥ם בֵּית־יְהוָֽה׃
17 אָ֚ז הָלַ֣ךְ שְׁלֹמֹ֔ה לְעֶצְיוֹן־גֶּ֖בֶר וְאֶל־אֵיל֑וֹת עַל־שְׂפַ֥ת הַיָּ֖ם בְּאֶ֥רֶץ אֱדֽוֹם׃
18 וַיִּשְׁלַֽח־ל֨וֹ חוּרָ֤ם בְּיַד־עֲבָדָיו֙ אֳנִיּ֔וֹת וַעֲבָדִ֖ים יוֹדְעֵ֣י יָ֑ם וַיָּבֹ֜אוּ עִם־עַבְדֵ֤י שְׁלֹמֹה֙ אוֹפִ֔ירָה וַיִּקְח֣וּ מִשָּׁ֗ם אַרְבַּ֤ע מֵאוֹת֙ וַחֲמִשִּׁ֣ים כִּכַּ֣ר זָהָ֔ב וַיָּבִ֖יאוּ אֶל־הַמֶּ֥לֶךְ שְׁלֹמֹֽה׃
Capítulo 9
La reina de Sabá visita a Salomón
LBLA
1 Cuando la reina de Sabá oyó de la fama de Salomón, vino a Jerusalén para probar a Salomón con preguntas difíciles. Vino con un séquito muy grande, con camellos cargados de especias aromáticas, oro en gran cantidad y piedras preciosas. Cuando vino a Salomón, habló con él de todo lo que tenía en su corazón.
2 Y Salomón le contestó todas sus preguntas; nada hubo tan difícil para Salomón que no pudiera explicárselo.
3 Cuando la reina de Sabá vio la sabiduría de Salomón, la casa que había edificado,
4 el alimento de su mesa, el alojamiento de sus siervos, el servicio de sus ministros y sus vestiduras, sus coperos y sus vestiduras, y la escalinata por la cual él subía a la casa del SEÑOR, se quedó sin aliento.
5 Entonces dijo al rey: Fue verdad lo que oí en mi tierra acerca de tus hechos y de tu sabiduría.
6 Pero no creí sus palabras hasta que vine y mis ojos lo vieron. Y he aquí, no me fue contada ni la mitad de la grandeza de tu sabiduría. Tú superas la fama que yo había oído.
7 Bienaventurados tus hombres y bienaventurados estos siervos tuyos que están siempre delante de ti y oyen tu sabiduría.
8 Bendito sea el SEÑOR tu Dios que se agradó de ti para ponerte sobre su trono como rey para el SEÑOR tu Dios. Porque tu Dios ama a Israel estableciéndolo para siempre, por eso te ha puesto por rey sobre ellos para que hagas derecho y justicia.
9 Entonces ella dio al rey ciento veinte talentos de oro y gran cantidad de especias aromáticas y piedras preciosas; nunca hubo especias como las que la reina de Sabá dio al rey Salomón.
10 También los siervos de Hiram y los siervos de Salomón que habían traído oro de Ofir, trajeron madera de sándalo y piedras preciosas.
11 Con la madera de sándalo el rey hizo gradas para la casa del SEÑOR y para la casa del rey, también liras y arpas para los cantores; nunca antes se había visto semejante madera en la tierra de Judá.
12 Y el rey Salomón dio a la reina de Sabá todo lo que ella quiso y le pidió, más de lo que ella había traído al rey. Entonces se volvió y se fue a su tierra con sus siervos.
13 El peso del oro que llegó a Salomón en un año fue de seiscientos sesenta y seis talentos de oro,
14 además de lo que traían los mercaderes y comerciantes. También todos los reyes de Arabia y los gobernadores del país traían oro y plata a Salomón.
15 El rey Salomón hizo doscientos escudos grandes de oro batido, empleando seiscientos siclos de oro batido en cada escudo.
16 Hizo también trescientos escudos de oro batido, empleando trescientos siclos de oro en cada escudo, y el rey los puso en la casa del bosque del Líbano.
17 Además, el rey hizo un gran trono de marfil y lo revistió de oro puro.
18 El trono tenía seis gradas y un estrado de oro unidos al trono, y brazos a uno y otro lado del asiento, y dos leones de pie junto a los brazos.
19 Y doce leones estaban allí de pie sobre las seis gradas, uno a cada lado; no se había hecho cosa semejante para ningún otro reino.
20 Todos los vasos para beber del rey Salomón eran de oro, y toda la vajilla de la casa del bosque del Líbano era de oro puro. La plata no se consideraba valiosa en los días de Salomón.
21 Porque el rey tenía naves que iban a Tarsis con los siervos de Hiram; una vez cada tres años venían las naves de Tarsis trayendo oro, plata, marfil, monos y pavos reales.
22 Así el rey Salomón llegó a ser mayor que todos los reyes de la tierra en riqueza y sabiduría.
23 Y todos los reyes de la tierra buscaban la presencia de Salomón para oír la sabiduría que Dios había puesto en su corazón.
24 Y cada uno de ellos traía su presente: objetos de plata y objetos de oro, vestidos, armas, especias, caballos y mulos, año tras año.
25 Salomón tenía cuatro mil establos para caballos y carros, y doce mil hombres de a caballo, y los situó en las ciudades de los carros y junto al rey en Jerusalén.
26 Y él dominaba sobre todos los reyes desde el Eufrates hasta la tierra de los filisteos y hasta la frontera de Egipto.
27 El rey hizo que la plata fuera tan común en Jerusalén como las piedras, e hizo que los cedros fueran tan abundantes como los sicómoros que crecen en la llanura.
28 Y traían caballos para Salomón de Egipto y de todos los países.
29 Los demás hechos de Salomón, desde el primero hasta el último, ¿no están escritos en las crónicas del profeta Natán, en la profecía de Ahías silonita, y en las visiones del vidente Iddo acerca de Jeroboam, hijo de Nabat?
30 Salomón reinó en Jerusalén sobre todo Israel cuarenta años.
31 Y durmió Salomón con sus padres y lo sepultaron en la ciudad de su padre David; y su hijo Roboam reinó en su lugar.
WLC
1 וּמַֽלְכַּת־שְׁבָ֗א שָׁמְעָה֙ אֶת־שֵׁ֣מַע שְׁלֹמֹ֔ה וַתָּב֧וֹא לְנַסּ֛וֹת אֶת־שְׁלֹמֹ֖ה בְּחִיד֣וֹת בִּירוּשָׁלִַ֑ם בְּחַ֣יִל כָּבֵ֣ד מְאֹ֡ד וּ֠גְמַלִּים נֹשְׂאִ֨ים בְּשָׂמִ֤ים וְזָהָב֙ לָרֹ֔ב וְאֶ֣בֶן יְקָרָ֔ה וַתָּב֖וֹא אֶל־שְׁלֹמֹ֑ה וַתְּדַבֵּ֣ר עִמּ֔וֹ אֵ֛ת כָּל־אֲשֶׁ֥ר הָיָ֖ה עִם־לְבָבָֽהּ׃
2 וַיַּגֶּד־לָ֣הּ שְׁלֹמֹ֔ה אֵ֖ת כָּל־דְּבָרֶ֑יהָ וְלֹֽא־נֶעְלַ֤ם דָּבָר֙ מִשְּׁלֹמֹ֔ה אֲשֶׁ֥ר לֹ֖א הִגִּ֥יד לָֽהּ׃
3 וַתֵּ֙רֶא֙ מַֽלְכַּת־שְׁבָ֔א אֵ֖ת חָכְמַ֣ת שְׁלֹמֹ֑ה וְהַבַּ֖יִת אֲשֶׁ֥ר בָּנָֽה׃
4 וּמַאֲכַ֣ל שֻׁלְחָנ֡וֹ וּמוֹשַׁ֣ב עֲבָדָיו֩ וּמַעֲמַ֨ד מְשָׁרְתָ֜יו וּמַלְבּֽוּשֵׁיהֶ֗ם וּמַשְׁקָיו֙ וּמַלְבּ֣וּשֵׁיהֶ֔ם וַעֲלִיָּת֔וֹ אֲשֶׁ֥ר יַעֲלֶ֖ה בֵּ֣ית יְהוָ֑ה וְלֹא־הָ֥יָה ע֛וֹד בָּ֖הּ רֽוּחַ׃
5 וַתֹּ֙אמֶר֙ אֶל־הַמֶּ֔לֶךְ אֱמֶת֙ הַדָּבָ֔ר אֲשֶׁ֥ר שָׁמַ֖עְתִּי בְאַרְצִ֑י עַל־דְּבָרֶ֖יךָ וְעַל־חָכְמָתֶֽךָ׃
6 וְלֹא־הֶאֱמַ֣נְתִּי לְדִבְרֵיהֶ֗ם עַ֤ד אֲשֶׁר־בָּ֙אתִי֙ וַתִּרְאֶ֣ינָה עֵינַ֔י וְהִנֵּה֙ לֹ֣א הֻגַּד־לִ֔י חֲצִ֖י מַרְבִּ֣ית חָכְמָתֶ֑ךָ יָסַ֕פְתָּ עַל־הַשְּׁמוּעָ֖ה אֲשֶׁ֥ר שָׁמָֽעְתִּי׃
7 אַשְׁרֵ֣י אֲנָשֶׁ֔יךָ וְאַשְׁרֵ֖י עֲבָדֶ֣יךָ אֵ֑לֶּה הָעֹמְדִ֤ים לְפָנֶ֙יךָ֙ תָּמִ֔יד וְשֹׁמְעִ֖ים אֶת־חָכְמָתֶֽךָ׃
8 יְהִ֨י יְהוָ֤ה אֱלֹהֶ֙יךָ֙ בָּר֔וּךְ אֲשֶׁר֙ חָפֵ֣ץ בְּךָ֔ לְתִתְּךָ֥ עַל־כִּסְא֖וֹ לְמֶ֣לֶךְ לַיהוָ֣ה אֱלֹהֶ֑יךָ בְּאַהֲבַ֨ת אֱלֹהֶ֤יךָ אֶת־יִשְׂרָאֵל֙ לְהַעֲמִיד֣וֹ לְעוֹלָ֔ם וַיִּתֶּנְךָ֤ עֲלֵיהֶם֙ לְמֶ֔לֶךְ לַעֲשׂ֥וֹת מִשְׁפָּ֖ט וּצְדָקָֽה׃
9 וַתִּתֵּ֨ן לַמֶּ֜לֶךְ מֵאָ֥ה וְעֶשְׂרִ֣ים כִּכַּר֮ זָהָב֒ וּבְשָׂמִ֤ים לָרֹב֙ מְאֹ֔ד וְאֶ֖בֶן יְקָרָ֑ה וְלֹ֤א הָיָה֙ כַּבֹּ֣שֶׂם הַה֔וּא אֲשֶׁר־נָתְנָ֥ה מַֽלְכַּת־שְׁבָ֖א לַמֶּ֥לֶךְ שְׁלֹמֹֽה׃
10 וְגַם־עַבְדֵ֤י חוּרָם֙ וְעַבְדֵ֣י שְׁלֹמֹ֔ה אֲשֶׁר־הֵבִ֥יאוּ זָהָ֖ב מֵאוֹפִ֑יר הֵבִ֛יאוּ עֲצֵ֥י אַלְגּוּמִּ֖ים וְאֶ֥בֶן יְקָרָֽה׃
11 וַיַּ֣עַשׂ הַ֠מֶּלֶךְ אֶת־עֲצֵ֨י הָאַלְגּוּמִּ֤ים מְסִלּוֹת֙ לְבֵ֣ית יְהוָ֔ה וּלְבֵ֖ית הַמֶּ֑לֶךְ וְכִנֹּר֤וֹת וּנְבָלִים֙ לַשָּׁרִ֔ים וְלֹא־נִרְא֥וּ כָהֵ֛ם לְפָנִ֖ים בְּאֶ֥רֶץ יְהוּדָֽה׃
12 וְהַמֶּ֨לֶךְ שְׁלֹמֹ֜ה נָתַ֣ן לְמַֽלְכַּת־שְׁבָ֗א אֶת־כָּל־חֶפְצָהּ֙ אֲשֶׁ֣ר שָׁאָ֔לָה מִלְּבַ֖ד אֲשֶׁר־הֵבִ֣יאָה אֶל־הַמֶּ֑לֶךְ וַתַּהֲפֹ֛ךְ וַתֵּ֥לֶךְ לְאַרְצָ֖הּ הִ֥יא וַעֲבָדֶֽיהָ׃
13 וַיְהִ֙י מִשְׁקַ֣ל הַזָּהָ֔ב אֲשֶׁר־בָּ֥א לִשְׁלֹמֹ֖ה בְּשָׁנָ֣ה אֶחָ֑ת שֵׁ֥שׁ מֵא֛וֹת וְשִׁשִּׁ֥ים וָשֵׁ֖שׁ כִּכְּרֵ֥י זָהָֽב׃
14 לְבַ֞ד מֵאַנְשֵׁ֧י הַתָּרִ֛ים וְהַסֹּחֲרִ֖ים מְבִיאִ֑ים וְכָל־מַלְכֵ֤י עֲרַב֙ וּפַח֣וֹת הָאָ֔רֶץ מְבִיאִ֛ים זָהָ֥ב וָכֶ֖סֶף לִשְׁלֹמֹֽה׃
15 וַיַּ֨עַשׂ הַמֶּ֤לֶךְ שְׁלֹמֹה֙ מָאתַ֣יִם צִנָּ֔ה זָהָ֖ב שָׁח֑וּט שֵׁ֤שׁ מֵאוֹת֙ זָהָ֣ב שָׁח֔וּט יַעֲלֶ֖ה עַל־הַצִּנָּ֥ה הָאֶחָֽת׃
16 וּשְׁלֹ֤שׁ מֵאוֹת֙ מָגִנִּ֔ים זָהָ֖ב שָׁח֑וּט שְׁלֹ֤שׁ מֵאוֹת֙ זָהָ֔ב יַעֲלֶ֖ה עַל־הַמָּגֵ֣ן הָאֶחָ֑ד וַיִּתְּנֵ֣ם הַמֶּ֔לֶךְ בְּבֵ֖ית יַ֥עַר הַלְּבָנֽוֹן׃
17 וַיַּ֧עַשׂ הַמֶּ֛לֶךְ כִּסֵּא־שֵׁ֖ן גָּד֑וֹל וַיְצַפֵּ֖הוּ זָהָ֥ב טָהֽוֹר׃
18 וְשֵׁ֣שׁ מַעֲל֣וֹת לַ֠כִּסֵּא וְכֶ֨בֶשׁ בַּזָּהָ֤ב לַכִּסֵּא֙ מָאֳחָזִ֔ים וְיָד֛וֹת מִזֶּ֥ה וּמִזֶּ֖ה עַל־מְק֣וֹם הַשָּׁ֑בֶת וּשְׁנַ֣יִם אֲרָי֔וֹת עֹמְדִ֖ים אֵ֥צֶל הַיָּדֽוֹת׃
19 וּשְׁנֵ֧ים עָשָׂ֣ר אֲרָי֗וֹת עֹמְדִ֤ים שָׁם֙ עַל־שֵׁ֣שׁ הַֽמַּעֲל֔וֹת מִזֶּ֖ה וּמִזֶּ֑ה לֹֽא־נַעֲשָׂ֥ה כֵ֖ן לְכָל־מַמְלָכָֽה׃
20 וְכֹ֗ל כְּלֵ֛י מַשְׁקֵ֥ה הַמֶּֽלֶךְ־שְׁלֹמֹ֖ה זָהָ֑ב וְכֹ֣ל כְּלֵ֗י בֵּית־יַ֙עַר֙ הַלְּבָנ֔וֹן זָהָ֖ב סָג֑וּר אֵ֣ין כֶּ֗סֶף נֶחְשָׁ֛ב בִּימֵ֥י שְׁלֹמֹ֖ה לִמְאֽוּמָה׃
21 כִּֽי־אֳנִיּ֤וֹת לַמֶּ֙לֶךְ֙ הוֹלְכ֣וֹת תַּרְשִׁ֔ישׁ עִ֖ם עַבְדֵ֣י חוּרָ֑ם אַחַת֩ לְשָׁל֨וֹשׁ שָׁנִ֜ים תָּב֣וֹאנָה אֳנִיּ֣וֹת תַּרְשִׁ֗ישׁ נֹֽשְׂא֛וֹת זָהָ֥ב וָכֶ֖סֶף שֶׁנְהַבִּ֥ים וְקוֹפִ֖ים וְתֻכִּיִּֽים׃
22 וַיִּגְדַּל֙ הַמֶּ֣לֶךְ שְׁלֹמֹ֔ה מִכֹּ֖ל מַלְכֵ֣י הָאָ֑רֶץ לְעֹ֖שֶׁר וְחָכְמָֽה׃
23 וְכֹל֙ מַלְכֵ֣י הָאָ֔רֶץ מְבַקְשִׁ֖ים אֶת־פְּנֵ֣י שְׁלֹמֹ֑ה לִשְׁמֹ֙עַ֙ אֶת־חָכְמָת֔וֹ אֲשֶׁר־נָתַ֥ן הָאֱלֹהִ֖ים בְּלִבּֽוֹ׃
24 וְהֵ֣ם מְבִיאִ֣ים אִ֣ישׁ מִנְחָת֡וֹ כְּלֵ֣י כֶסֶף֩ וּכְלֵ֨י זָהָ֤ב וּשְׂלָמוֹת֙ נֶ֣שֶׁק וּבְשָׂמִ֔ים סוּסִ֖ים וּפְרָדִ֑ים דְּבַר־שָׁנָ֖ה בְּשָׁנָֽה׃
25 וַיְהִ֨י לִשְׁלֹמֹ֜ה אַרְבַּ֥עַת אֲלָפִ֛ים אֻרְו֥וֹת סוּסִ֖ים וּמַרְכָּב֑וֹת וּשְׁנֵים־עָשָׂ֥ר אֶ֙לֶף֙ פָּֽרָשִׁ֔ים וַיַּנִּיחֵ֤ם בְּעָרֵ֣י הָרֶ֔כֶב וְעִם־הַמֶּ֖לֶךְ בִּירוּשָׁלִָֽם׃
26 וַיְהִ֣י מוֹשֵׁ֔ל בְּכָל־הַמְּלָכִ֖ים מִן־הַנָּהָ֑ר וְעַד־אֶ֣רֶץ פְּלִשְׁתִּ֔ים וְעַ֖ד גְּב֥וּל מִצְרָֽיִם׃
27 וַיִּתֵּ֨ן הַמֶּ֧לֶךְ אֶת־הַכֶּ֛סֶף בִּירוּשָׁלִַ֖ם כָּאֲבָנִ֑ים וְאֵ֣ת הָאֲרָזִ֗ים נָתַ֛ן כַּשִּׁקְמִ֥ים אֲשֶׁר־בַּשְּׁפֵלָ֖ה לָרֹֽב׃
28 וּמוֹצִ֧יאִים סוּסִ֛ים מִמִּצְרַ֖יִם לִשְׁלֹמֹ֑ה וּמִכָּל־הָאֲרָצֽוֹת׃
29 וּשְׁאָר֙ דִּבְרֵ֣י שְׁלֹמֹ֔ה הָרִאשֹׁנִ֖ים וְהָאַחֲרוֹנִ֑ים הֲלֹא־הֵ֣ם כְּתוּבִ֗ים עַל־דִּבְרֵי֙ נָתָ֣ן הַנָּבִ֔יא וְעַל־נְבוּאַ֞ת אֲחִיָּ֣ה הַשִּׁילֹנִ֗י וּבְחֶזְיוֹת֙ יֶעְדִּ֣י הַחֹזֶ֔ה עַל־יָרָבְעָ֖ם בֶּן־נְבָֽט׃
30 וַיִּמְלֹ֧ךְ שְׁלֹמֹ֛ה בִירוּשָׁלִַ֖ם עַל־כָּל־יִשְׂרָאֵ֑ל אַרְבָּעִ֖ים שָׁנָֽה׃
31 וַיִּשְׁכַּ֤ב שְׁלֹמֹה֙ עִם־אֲבֹתָ֔יו וַיִּקְבְּרֻ֕הוּ בְּעִ֖יר דָּוִ֣יד אָבִ֑יו וַיִּמְלֹ֛ךְ רְחַבְעָ֥ם בְּנ֖וֹ תַּחְתָּֽיו׃
Capítulo 10
La rebelión de Israel
LBLA
1 Roboam fue a Siquem, porque todo Israel había venido a Siquem para hacerlo rey.
2 Y sucedió que cuando lo oyó Jeroboam, hijo de Nabat, que estaba en Egipto adonde había huido del rey Salomón, Jeroboam regresó de Egipto.
3 Entonces enviaron y lo llamaron. Y Jeroboam y todo Israel vinieron y hablaron a Roboam, diciendo:
4 Tu padre hizo pesado nuestro yugo; ahora pues, alivia tú la dura servidumbre de tu padre y el pesado yugo que puso sobre nosotros, y te serviremos.
5 Y él les dijo: Volved a mí dentro de tres días. Y el pueblo se fue.
6 Entonces el rey Roboam pidió consejo a los ancianos que habían servido a su padre Salomón cuando aún vivía, diciendo: ¿Cómo aconsejáis que responda a este pueblo?
7 Y ellos le hablaron, diciendo: Si te portas bien con este pueblo y los complaces y les hablas buenas palabras, entonces serán siervos tuyos para siempre.
8 Pero él abandonó el consejo que le habían dado los ancianos, y pidió consejo a los jóvenes que se habían criado con él y que le servían.
9 Y les dijo: ¿Qué aconsejáis que respondamos a este pueblo que me ha hablado, diciendo: "Alivia el yugo que tu padre puso sobre nosotros"?
10 Y los jóvenes que se habían criado con él le dijeron: Así dirás al pueblo que te ha hablado diciendo: "Tu padre hizo pesado nuestro yugo, pero tú hazlo más liviano para nosotros." Así les dirás: "Mi dedo meñique es más grueso que los lomos de mi padre.
11 Ahora pues, mi padre os cargó con yugo pesado, pero yo añadiré a vuestro yugo; mi padre os castigó con azotes, pero yo os castigaré con escorpiones."
12 Vino, pues, Jeroboam con todo el pueblo a Roboam al tercer día, como el rey había dicho: Volved a mí al tercer día.
13 Y el rey les respondió duramente. El rey Roboam abandonó el consejo de los ancianos,
14 y les habló conforme al consejo de los jóvenes, diciendo: Mi padre hizo pesado vuestro yugo, pero yo lo haré más pesado; mi padre os castigó con azotes, pero yo os castigaré con escorpiones.
15 El rey, pues, no escuchó al pueblo, porque esto venía de Dios, para que el SEÑOR confirmara su palabra, la cual había hablado por medio de Ahías silonita a Jeroboam, hijo de Nabat.
16 Cuando todo Israel vio que el rey no los había escuchado, el pueblo respondió al rey, diciendo: ¿Qué parte tenemos nosotros en David? No tenemos heredad en el hijo de Isaí. ¡Cada uno a sus tiendas, oh Israel! ¡Ahora mira por tu casa, David! Y todo Israel se fue a sus tiendas.
17 Pero en cuanto a los hijos de Israel que habitaban en las ciudades de Judá, Roboam reinó sobre ellos.
18 Entonces el rey Roboam envió a Adoram, que estaba encargado de los trabajos forzados, pero los hijos de Israel lo apedrearon y murió. Y el rey Roboam se apresuró a subir a su carro para huir a Jerusalén.
19 Así se rebeló Israel contra la casa de David hasta hoy.
WLC
1 וַיֵּ֥לֶךְ רְחַבְעָ֖ם שְׁכֶ֑מָה כִּ֣י שְׁכֶ֔מָה בָּ֥אוּ כָל־יִשְׂרָאֵ֖ל לְהַמְלִ֥יךְ אֹתֽוֹ׃
2 וַיְהִ֣י כִשְׁמֹ֣עַ יָרָבְעָ֣ם בֶּן־נְבָט֮ וְה֣וּא בְמִצְרַיִם֒ אֲשֶׁ֣ר בָּרַ֔ח מִפְּנֵ֖י שְׁלֹמֹ֣ה הַמֶּ֑לֶךְ וַיָּ֥שָׁב יָרָבְעָ֖ם מִמִּצְרָֽיִם׃
3 וַיִּשְׁלְח֖וּ וַיִּקְרְאוּ־ל֑וֹ וַיָּב֤וֹא יָֽרָבְעָם֙ וְכָל־יִשְׂרָאֵ֔ל וַיְדַבְּר֥וּ אֶל־רְחַבְעָ֖ם לֵאמֹֽר׃
4 אָבִ֖יךָ הִקְשָׁ֣ה אֶת־עֻלֵּ֑נוּ וְעַתָּ֗ה הָקֵל֙ מֵעֲבֹדַ֤ת אָבִ֙יךָ֙ הַקָּשָׁ֔ה וּמֵעֻלּ֧וֹ הַכָּבֵ֛ד אֲשֶׁר־נָתַ֥ן עָלֵ֖ינוּ וְנַעַבְדֶֽךָּ׃
5 וַיֹּ֣אמֶר אֲלֵהֶ֔ם ע֥וֹד שְׁלֹ֖שֶׁת יָמִ֑ים וְשׁ֥וּבוּ אֵלָ֖י וַיֵּ֥לֶךְ הָעָֽם׃
6 וַיִּוָּעַ֞ץ הַמֶּ֣לֶךְ רְחַבְעָ֗ם אֶת־הַזְּקֵנִים֙ אֲשֶׁר־הָי֣וּ עֹמְדִ֗ים לִפְנֵי֙ שְׁלֹמֹ֣ה אָבִ֔יו בִּֽהְיֹת֥וֹ חַ֖י לֵאמֹ֑ר אֵ֚יךְ אַתֶּ֣ם נוֹעָצִ֔ים לְהָשִׁ֥יב לָעָֽם־הַזֶּ֖ה דָּבָֽר׃
7 וַיְדַבְּר֣וּ אֵלָ֗יו לֵאמֹר֮ אִם־תִּהְיֶ֣ה לְט֣וֹב לָעָם־הַזֶּה֒ וּרְצִיתָם֙ וְדִבַּרְתָּ֣ אֲלֵיהֶ֔ם דְּבָרִ֖ים טוֹבִ֑ים וְהָי֥וּ לְךָ֛ עֲבָדִ֖ים כָּל־הַיָּמִֽים׃
8 וַֽיַּעֲזֹ֛ב אֶת־עֲצַ֥ת הַזְּקֵנִ֖ים אֲשֶׁ֣ר יְעָצֻ֑הוּ וַיִּוָּעַ֗ץ אֶת־הַיְלָדִים֙ אֲשֶׁ֣ר גָּדְל֣וּ אִתּ֔וֹ הָעֹמְדִ֖ים לְפָנָֽיו׃
9 וַיֹּ֣אמֶר אֲלֵהֶ֗ם מָ֚ה אַתֶּ֣ם נוֹעָצִ֔ים וְנָשִׁ֥יב דָּבָ֖ר אֶת־הָעָ֣ם הַזֶּ֑ה אֲשֶׁ֨ר דִּבְּר֤וּ אֵלַי֙ לֵאמֹ֔ר הָקֵל֙ מִן־הָעֹ֔ל אֲשֶׁר־נָתַ֥ן אָבִ֖יךָ עָלֵֽינוּ׃
10 וַיְדַבְּר֣וּ אִתּוֹ֮ הַיְלָדִים֮ אֲשֶׁ֣ר גָּדְל֣וּ אִתּוֹ֒ לֵאמֹ֗ר כֹּֽה־תֹאמַ֤ר לָעָם֙ אֲשֶׁר־דִּבְּר֣וּ אֵלֶ֣יךָ לֵאמֹ֔ר אָבִ֖יךָ הִכְבִּ֣יד אֶת־עֻלֵּ֑נוּ וְאַתָּ֖ה הָקֵ֣ל מֵעָלֵ֑ינוּ כֹּ֚ה תְּדַבֵּ֣ר אֲלֵיהֶ֔ם קָטָנִּ֣י עָבָ֔ה מִמָּתְנֵ֖י אָבִֽי׃
11 וְעַתָּ֗ה אָבִי֙ הֶעְמִ֤יס עֲלֵיכֶם֙ עֹ֣ל כָּבֵ֔ד וַאֲנִ֖י אֹסִ֣יף עַֽל־עֻלְּכֶ֑ם אָבִ֗י יִסַּ֤ר אֶתְכֶם֙ בַּשּׁוֹטִ֔ים וַאֲנִ֖י בָּעַקְרַבִּֽים׃
12 וַיָּבֹ֨א יָרָבְעָ֧ם וְכָל־הָעָ֛ם אֶל־רְחַבְעָ֖ם בַּיּ֣וֹם הַשְּׁלִישִׁ֑י כַּאֲשֶׁ֨ר דִּבֶּ֤ר הַמֶּ֙לֶךְ֙ לֵאמֹ֔ר שׁ֥וּבוּ אֵלַ֖י בַּיּ֥וֹם הַשְּׁלִישִֽׁי׃
13 וַיַּעֲנֵ֧ם הַמֶּ֛לֶךְ קָשָׁ֖ה וַיַּעֲזֹ֞ב הַמֶּ֣לֶךְ רְחַבְעָ֗ם אֵ֚ת עֲצַ֣ת הַזְּקֵנִ֔ים׃
14 וַיְדַבֵּ֣ר אֲלֵיהֶ֗ם כַּעֲצַ֤ת הַיְלָדִים֙ לֵאמֹ֔ר אַכְבִּ֖יד אֶת־עֻלְּכֶ֑ם וַאֲנִ֖י אֹסִ֣יף עָלָ֑יו אָבִ֗י יִסַּ֤ר אֶתְכֶם֙ בַּשּׁוֹטִ֔ים וַאֲנִ֖י בָּעַקְרַבִּֽים׃
15 וְלֹא־שָׁמַ֥ע הַמֶּ֖לֶךְ אֶל־הָעָ֑ם כִּ֤י הָֽיְתָה֙ נְסִבָּ֣ה מֵעִ֣ם הָאֱלֹהִ֔ים לְמַ֨עַן הָקִ֤ים יְהוָה֙ אֶת־דְּבָר֔וֹ אֲשֶׁ֣ר דִּבֶּ֗ר בְּיַד֙ אֲחִיָּ֣הוּ הַשִּׁילֹנִ֔י אֶל־יָרָבְעָ֖ם בֶּן־נְבָֽט׃
16 וְכָל־יִשְׂרָאֵ֗ל כִּ֤י לֹֽא־שָׁמַ֤ע הַמֶּ֙לֶךְ֙ לָהֶ֔ם וַיָּשִׁ֨יבוּ הָעָ֤ם אֶת־הַמֶּ֙לֶךְ֙ לֵאמֹ֔ר מַה־לָּ֤נוּ חֵ֙לֶק֙ בְּדָוִ֔יד וְלֹ֥א נַחֲלָ֖ה בְּבֶן־יִשָׁ֑י אִ֤ישׁ לְאֹהָלָיו֙ יִשְׂרָאֵ֔ל עַתָּ֥ה רְאֵ֛ה בֵיתְךָ֖ דָּוִ֑יד וַיֵּ֥לֶךְ כָּל־יִשְׂרָאֵ֖ל לְאֹהָלָֽיו׃
17 וּבְנֵ֣י יִשְׂרָאֵ֔ל הַיֹּשְׁבִ֖ים בְּעָרֵ֣י יְהוּדָ֑ה וַיִּמְלֹ֥ךְ עֲלֵיהֶ֖ם רְחַבְעָֽם׃
18 וַיִּשְׁלַ֞ח הַמֶּ֣לֶךְ רְחַבְעָ֗ם אֶת־הֲדֹרָם֙ אֲשֶׁ֣ר עַל־הַמַּ֔ס וַיִּרְגְּמוּ־ב֧וֹ בְנֵֽי־יִשְׂרָאֵ֛ל אֶ֖בֶן וַיָּמֹ֑ת וְהַמֶּ֣לֶךְ רְחַבְעָ֗ם הִתְאַמֵּץ֙ לַעֲל֣וֹת בַּמֶּרְכָּבָ֔ה לָנ֖וּס יְרוּשָׁלִָֽם׃
19 וַיִּפְשְׁע֣וּ יִשְׂרָאֵ֔ל בְּבֵ֥ית דָּוִ֖יד עַ֥ד הַיּ֥וֹם הַזֶּֽה׃
Capítulo 11
Roboam fortifica Judá
LBLA
1 Cuando Roboam llegó a Jerusalén, reunió de la casa de Judá y de Benjamín ciento ochenta mil hombres escogidos que eran guerreros, para pelear contra Israel y hacer volver el reino a Roboam.
2 Pero vino palabra del SEÑOR a Semaías, hombre de Dios, diciendo:
3 Habla a Roboam, hijo de Salomón, rey de Judá, y a todo Israel en Judá y Benjamín, diciendo:
4 Así dice el SEÑOR: "No subiréis ni pelearéis contra vuestros hermanos; regrese cada uno a su casa, porque de mí ha venido este asunto." Y ellos escucharon las palabras del SEÑOR y se volvieron y no fueron contra Jeroboam.
5 Y Roboam habitó en Jerusalén y edificó ciudades para la defensa en Judá.
6 Edificó Belén, Etam, Tecoa,
7 Bet-sur, Soco, Adulam,
8 Gat, Maresa, Zif,
9 Adoraim, Laquis, Azeca,
10 Zora, Ajalón y Hebrón, que son ciudades fortificadas en Judá y en Benjamín.
11 También fortaleció las fortalezas y puso en ellas comandantes y provisiones de víveres, aceite y vino.
12 Y en cada ciudad puso escudos y lanzas, y las fortaleció en gran manera. Y tuvo consigo a Judá y Benjamín.
13 Los sacerdotes y los levitas que estaban en todo Israel se presentaron a él desde todos sus territorios.
14 Porque los levitas dejaron sus tierras de pasto y sus propiedades y vinieron a Judá y a Jerusalén, pues Jeroboam y sus hijos los habían excluido de servir como sacerdotes al SEÑOR.
15 Y él se designó sus propios sacerdotes para los lugares altos, para los demonios y para los becerros que había hecho.
16 Tras ellos, de todas las tribus de Israel vinieron a Jerusalén los que habían puesto su corazón en buscar al SEÑOR, Dios de Israel, para ofrecer sacrificios al SEÑOR, Dios de sus padres.
17 Fortalecieron el reino de Judá y apoyaron a Roboam, hijo de Salomón, por tres años, porque anduvieron en el camino de David y de Salomón por tres años.
18 Y Roboam tomó por mujer a Mahalat, hija de Jerimot, hijo de David, y de Abihail, hija de Eliab, hijo de Isaí.
19 Y ella le dio hijos: Jeús, Semarías y Zaham.
20 Después de ella tomó a Maaca, hija de Absalón, y ella le dio a luz a Abías, Atai, Ziza y Selomit.
21 Y Roboam amó a Maaca, hija de Absalón, más que a todas sus otras mujeres y concubinas. Pues tomó dieciocho mujeres y sesenta concubinas, y engendró veintiocho hijos y sesenta hijas.
22 Y Roboam designó a Abías, hijo de Maaca, como jefe, para ser príncipe entre sus hermanos, porque pensaba hacerlo rey.
23 Y obró sabiamente y distribuyó algunos de sus hijos por todas las tierras de Judá y Benjamín, por todas las ciudades fortificadas, y les dio provisiones en abundancia, y procuró muchas mujeres para ellos.
WLC
1 וַיָּבֹ֣א רְחַבְעָם֮ יְרוּשָׁלִַם֒ וַיַּקְהֵ֞ל אֶת־בֵּ֣ית יְהוּדָ֣ה וּבִנְיָמִ֗ן מֵאָ֨ה וּשְׁמֹנִ֥ים אֶ֛לֶף בָּח֖וּר עֹשֵׂ֣ה מִלְחָמָ֑ה לְהִלָּחֵ֣ם עִם־יִשְׂרָאֵ֔ל לְהָשִׁ֥יב אֶת־הַמַּמְלָכָ֖ה לִרְחַבְעָֽם׃
2 וַיְהִ֤י דְבַר־יְהוָה֙ אֶל־שְׁמַעְיָ֣ה אִישׁ־הָאֱלֹהִ֔ים לֵאמֹֽר׃
3 אֱמֹ֨ר אֶל־רְחַבְעָ֤ם בֶּן־שְׁלֹמֹה֙ מֶ֣לֶךְ יְהוּדָ֔ה וְאֶל־כָּל־יִשְׂרָאֵ֛ל בִּיהוּדָ֥ה וּבִנְיָמִ֖ין לֵאמֹֽר׃
4 כֹּ֣ה אָמַ֣ר יְהוָה֮ לֹֽא־תַעֲל֣וּ וְלֹא־תִלָּחֲמוּ֮ עִם־אֲחֵיכֶם֒ שׁ֤וּבוּ אִישׁ֙ לְבֵית֔וֹ כִּ֧י מֵאִתִּ֛י נִהְיָ֖ה הַדָּבָ֣ר הַזֶּ֑ה וַֽיִּשְׁמְעוּ֙ אֶת־דִּבְרֵ֣י יְהוָ֔ה וַיָּשֻׁ֖בוּ מִלֶּ֥כֶת אֶל־יָרָבְעָֽם׃
5 וַיֵּ֥שֶׁב רְחַבְעָ֖ם בִּירוּשָׁלִָ֑ם וַיִּ֧בֶן עָרִ֛ים לִמְצ֖וֹר בִּיהוּדָֽה׃
6 וַיִּ֥בֶן אֶת־בֵּֽית־לֶ֖חֶם וְאֶת־עֵיטָ֥ם וְאֶת־תְּקֽוֹעַ׃
7 וְאֶת־בֵּ֥ית צ֛וּר וְאֶת־שׂוֹכֹ֖ה וְאֶת־עֲדֻלָּֽם׃
8 וְאֶת־גַּ֥ת וְאֶת־מָרֵשָׁ֖ה וְאֶת־זִֽיף׃
9 וְאֶת־אֲדֹרַ֥יִם וְאֶת־לָכִ֖ישׁ וְאֶת־עֲזֵקָֽה׃
10 וְאֶת־צָרְעָ֥ה וְאֶת־אַיָּל֖וֹן וְאֶת־חֶבְר֑וֹן אֲשֶׁ֧ר בִּיהוּדָ֛ה וּבְבִנְיָמִ֖ין עָרֵ֥י מְצֻרֽוֹת׃
11 וַיְחַזֵּ֖ק אֶת־הַמְּצֻר֑וֹת וַיִּתֵּ֤ן בָּהֶם֙ נְגִידִ֔ים וְאֹצְר֥וֹת מַאֲכָ֖ל וְשֶׁ֥מֶן וָיָֽיִן׃
12 וּבְכָל־עִ֤יר וָעִיר֙ צִנּ֣וֹת וּרְמָחִ֔ים וַיְחַזְּקֵ֖ם לְהַרְבֵּ֣ה מְאֹ֑ד וַיְהִי־ל֖וֹ יְהוּדָ֥ה וּבִנְיָמִֽין׃
13 וְהַכֹּהֲנִ֤ים וְהַלְוִיִּם֙ אֲשֶׁ֣ר בְּכָל־יִשְׂרָאֵ֔ל הִתְיַצְּב֥וּ עָלָ֖יו מִכָּל־גְּבוּלָֽם׃
14 כִּֽי־עָזְב֣וּ הַלְוִיִּ֗ם אֶת־מִגְרְשֵׁיהֶם֙ וַאֲחֻזָּתָ֔ם וַיֵּלְכ֥וּ לִיהוּדָ֖ה וְלִירוּשָׁלִָ֑ם כִּֽי־הִזְנִיחָ֤ם יָֽרָבְעָם֙ וּבָנָ֔יו מִכַּהֵ֖ן לַיהוָֽה׃
15 וַיַּעֲמֶד־ל֥וֹ כֹהֲנִ֖ים לַבָּמ֑וֹת וְלַשְּׂעִירִ֥ים וְלָעֲגָלִ֖ים אֲשֶׁ֥ר עָשָֽׂה׃
16 וְאַחֲרֵיהֶ֗ם מִכֹּל֙ שִׁבְטֵ֣י יִשְׂרָאֵ֔ל הַנֹּתְנִ֣ים אֶת־לְבָבָ֗ם לְבַקֵּשׁ֙ אֶת־יְהוָ֣ה אֱלֹהֵֽי־יִשְׂרָאֵ֔ל בָּ֖אוּ יְרוּשָׁלִָ֑ם לִזְבֹּ֕חַ לַיהוָ֖ה אֱלֹהֵ֥י אֲבוֹתֵיהֶֽם׃
17 וַֽיְחַזְּק֖וּ אֶת־מַלְכ֣וּת יְהוּדָ֑ה וַיְאַמְּצ֞וּ אֶת־רְחַבְעָ֤ם בֶּן־שְׁלֹמֹה֙ לְשָׁנִ֣ים שָׁל֔וֹשׁ כִּ֣י הָֽלְכ֗וּ בְּדֶ֧רֶךְ דָּוִ֛יד וּשְׁלֹמֹ֖ה לְשָׁנִ֥ים שָׁלֽוֹשׁ׃
18 וַיִּֽקַּֽח־לוֹ֙ רְחַבְעָ֣ם אִשָּׁ֔ה אֶת־מָחֲלַ֗ת בַּת־יְרִימ֛וֹת בֶּן־דָּוִ֖יד אֲבִיחַ֣יִל בַּת־אֱלִיאָ֖ב בֶּן־יִשָֽׁי׃
19 וַתֵּ֥לֶד ל֖וֹ בָּנִ֑ים אֶת־יְע֥וּשׁ וְאֶת־שְׁמַרְיָ֖ה וְאֶת־זָֽהַם׃
20 וְאַחֲרֶ֣יהָ לָקַ֔ח אֶת־מַעֲכָ֖ה בַּת־אַבְשָׁל֑וֹם וַתֵּ֣לֶד ל֗וֹ אֶת־אֲבִיָּה֙ וְאֶת־עַתַּ֔י וְאֶת־זִיזָ֖א וְאֶת־שְׁלֹמִֽית׃
21 וַיֶּאֱהַ֨ב רְחַבְעָ֜ם אֶת־מַעֲכָ֣ה בַת־אַבְשָׁל֗וֹם מִכָּל־נָשָׁיו֙ וּפִ֣ילַגְשָׁ֔יו כִּ֠י נָשִׁ֨ים שְׁמוֹנֶ֤ה עֶשְׂרֵה֙ נָשָׂ֔א וּפִֽילַגְשִׁ֖ים שִׁשִּׁ֑ים וַיּ֗וֹלֶד עֶשְׂרִ֤ים וּשְׁמוֹנָה֙ בָּנִ֔ים וְשִׁשִּׁ֖ים בָּנֽוֹת׃
22 וַיַּעֲמֵ֨ד לָרֹ֜אשׁ רְחַבְעָ֗ם אֶת־אֲבִיָּ֤ה בֶן־מַעֲכָה֙ לְנָגִ֣יד בְּאֶחָ֔יו כִּ֖י לְהַמְלִיכ֥וֹ חָשָֽׁב׃
23 וַיָּ֣בֶן וַיִּפְרֹ֣ץ מִכָּל־בָּנָ֡יו לְכָל־אַרְצ֨וֹת יְהוּדָ֤ה וּבִנְיָמִן֙ לְכָל־עָרֵ֣י הַמְּצֻר֔וֹת וַיִּתֵּ֥ן לָהֶ֛ם הַמָּז֖וֹן לָרֹ֑ב וַיִּשְׁאַ֖ל הֲמ֥וֹן נָשִֽׁים׃
Capítulo 12
Sisac invade Judá
LBLA
1 Y sucedió que cuando el reino de Roboam fue establecido y se hizo fuerte, abandonó la ley del SEÑOR, y todo Israel con él.
2 Y sucedió en el quinto año del rey Roboam, que Sisac, rey de Egipto, subió contra Jerusalén (porque se habían rebelado contra el SEÑOR),
3 con mil doscientos carros y sesenta mil hombres de a caballo. Y el pueblo que vino con él de Egipto era innumerable: libios, suquienos y etíopes.
4 Y tomó las ciudades fortificadas que pertenecían a Judá, y llegó hasta Jerusalén.
5 Entonces vino el profeta Semaías a Roboam y a los jefes de Judá que se habían reunido en Jerusalén a causa de Sisac, y les dijo: Así dice el SEÑOR: "Vosotros me habéis abandonado, por tanto, yo también os he abandonado en manos de Sisac."
6 Entonces los jefes de Israel y el rey se humillaron y dijeron: Justo es el SEÑOR.
7 Cuando el SEÑOR vio que se habían humillado, vino palabra del SEÑOR a Semaías, diciendo: Se han humillado; no los destruiré, sino que dentro de poco les daré liberación, y no se derramará mi furor sobre Jerusalén por medio de Sisac.
8 Pero serán sus siervos para que aprendan la diferencia entre servirme a mí y servir a los reinos de las tierras.
9 Subió, pues, Sisac, rey de Egipto, contra Jerusalén, y se llevó los tesoros de la casa del SEÑOR y los tesoros de la casa del rey; se lo llevó todo. También se llevó los escudos de oro que Salomón había hecho.
10 Entonces el rey Roboam hizo escudos de bronce en su lugar, y los encomendó a los capitanes de la guardia que custodiaban la entrada de la casa del rey.
11 Y sucedía que siempre que el rey entraba en la casa del SEÑOR, la guardia venía y los llevaba, y después los volvía a llevar a la cámara de la guardia.
12 Y cuando él se humilló, la ira del SEÑOR se apartó de él, y no lo destruyó completamente; y también en Judá las cosas fueron bien.
13 Se fortaleció, pues, el rey Roboam en Jerusalén y siguió reinando. Roboam tenía cuarenta y un años cuando comenzó a reinar, y reinó diecisiete años en Jerusalén, la ciudad que el SEÑOR había escogido de entre todas las tribus de Israel para poner allí su nombre. Y el nombre de su madre era Naama la amonita.
14 E hizo lo malo porque no dispuso su corazón para buscar al SEÑOR.
15 Los hechos de Roboam, desde el primero hasta el último, ¿no están escritos en los libros del profeta Semaías y del vidente Iddo, según las genealogías? Y hubo guerras continuas entre Roboam y Jeroboam.
16 Y durmió Roboam con sus padres y fue sepultado en la ciudad de David; y su hijo Abías reinó en su lugar.
WLC
1 וַיְהִ֗י כְּהָכִ֞ין מַלְכ֤וּת רְחַבְעָם֙ וּכְחֶזְקָת֔וֹ עָזַ֖ב אֶת־תּוֹרַ֣ת יְהוָ֑ה וְכָל־יִשְׂרָאֵ֖ל עִמּֽוֹ׃
2 וַיְהִ֞י בַּשָּׁנָ֤ה הַחֲמִישִׁית֙ לַמֶּ֣לֶךְ רְחַבְעָ֔ם עָלָ֛ה שִׁישַׁ֥ק מֶֽלֶךְ־מִצְרַ֖יִם עַל־יְרוּשָׁלִָ֑ם כִּ֥י מָעֲל֖וּ בַּיהוָֽה׃
3 בְּאֶ֤לֶף וּמָאתַ֙יִם֙ רֶ֔כֶב וּבְשִׁשִּׁ֥ים אֶ֖לֶף פָּרָשִׁ֑ים וְאֵ֣ין מִסְפָּ֗ר לָעָ֞ם אֲשֶׁר־בָּ֤אוּ עִמּוֹ֙ מִמִּצְרַ֔יִם לוּבִ֥ים סֻכִּיִּ֖ים וְכוּשִֽׁים׃
4 וַיִּלְכֹּ֛ד אֶת־עָרֵ֥י הַמְּצֻר֖וֹת אֲשֶׁ֣ר לִיהוּדָ֑ה וַיָּבֹ֖א עַד־יְרוּשָׁלִָֽם׃
5 וּשְׁמַֽעְיָ֣ה הַנָּבִ֗יא בָּ֤א אֶל־רְחַבְעָם֙ וְשָׂרֵ֣י יְהוּדָ֔ה אֲשֶׁר־נֶאֶסְפ֥וּ אֶל־יְרוּשָׁלִַ֖ם מִפְּנֵ֣י שִׁישָׁ֑ק וַיֹּ֨אמֶר לָהֶ֜ם כֹּֽה־אָמַ֣ר יְהוָ֗ה אַתֶּם֙ עֲזַבְתֶּ֣ם אֹתִ֔י וְאַף־אֲנִ֛י עָזַ֥בְתִּי אֶתְכֶ֖ם בְּיַד־שִׁישָֽׁק׃
6 וַיִּכָּנְע֥וּ שָׂרֵֽי־יִשְׂרָאֵ֖ל וְהַמֶּ֑לֶךְ וַיֹּאמְר֖וּ צַדִּ֥יק יְהוָֽה׃
7 וּבִרְא֤וֹת יְהוָה֙ כִּ֣י נִכְנָ֔עוּ הָיָ֨ה דְבַר־יְהוָ֤ה אֶל־שְׁמַֽעְיָהוּ֙ לֵאמֹ֔ר נִכְנְע֖וּ לֹ֣א אַשְׁחִיתֵ֑ם וְנָתַתִּ֨י לָהֶ֤ם כִּמְעַט֙ לִפְלֵיטָ֔ה וְלֹֽא־תִתַּ֧ךְ חֲמָתִ֛י בִּירוּשָׁלִַ֖ם בְּיַד־שִׁישָֽׁק׃
8 כִּ֥י יִֽהְיוּ־ל֖וֹ לַעֲבָדִ֑ים וְיֵדְעוּ֙ עֲבוֹדָתִ֔י וַעֲבוֹדַ֖ת מַמְלְכ֥וֹת הָאֲרָצֽוֹת׃
9 וַיַּ֨עַל שִׁישַׁ֤ק מֶֽלֶךְ־מִצְרַ֙יִם֙ עַל־יְר֣וּשָׁלִַ֔ם וַיִּקַּ֞ח אֶת־אֹצְר֣וֹת בֵּית־יְהוָ֗ה וְאֶת־אֹצְרוֹת֙ בֵּ֣ית הַמֶּ֔לֶךְ אֶת־הַכֹּ֖ל לָקָ֑ח וַיִּקַּח֙ אֶת־מָגִנֵּ֣י הַזָּהָ֔ב אֲשֶׁ֥ר עָשָׂ֖ה שְׁלֹמֹֽה׃
10 וַיַּ֨עַשׂ הַמֶּ֤לֶךְ רְחַבְעָם֙ תַּחְתֵּיהֶ֔ם מָגִנֵּ֖י נְחֹ֑שֶׁת וְהִפְקִ֗יד עַל־יַד֙ שָׂרֵ֣י הָרָצִ֔ים הַשֹּׁמְרִ֖ים פֶּ֥תַח בֵּית־הַמֶּֽלֶךְ׃
11 וַיְהִ֛י מִדֵּי־ב֥וֹא הַמֶּ֖לֶךְ בֵּ֣ית יְהוָ֑ה בָּ֤אוּ הָרָצִים֙ וּנְשָׂא֔וּם וֶהֱשִׁב֖וּם אֶל־תָּ֥א הָרָצִֽים׃
12 וּבְהִכָּנְע֗וֹ שָׁ֤ב מִמֶּ֙נּוּ֙ אַף־יְהוָ֔ה וְלֹ֥א לְהַשְׁחִ֖ית לְכָלָ֑ה וְגַ֥ם בִּיהוּדָ֖ה הָיָ֥ה דְבָרִ֖ים טוֹבִֽים׃
13 וַיִּתְחַזֵּ֞ק הַמֶּ֤לֶךְ רְחַבְעָם֙ בִּיר֣וּשָׁלִַ֔ם וַיִּמְלֹ֑ךְ כִּ֣י בֶן־אַרְבָּעִ֣ים וְאַחַ֣ת שָׁנָה֩ רְחַבְעָ֨ם בְּמָלְכ֜וֹ וּשְׁבַ֨ע עֶשְׂרֵ֤ה שָׁנָה֙ מָלַ֣ךְ בִּירוּשָׁלִַ֔ם הָעִ֗יר אֲשֶׁ֨ר בָּחַ֤ר יְהוָה֙ לָשׂ֣וּם אֶת־שְׁמ֔וֹ שָׁ֖ם מִכֹּ֣ל שִׁבְטֵ֣י יִשְׂרָאֵ֑ל וְשֵׁ֣ם אִמּ֔וֹ נַעֲמָ֖ה הָֽעַמֹּנִֽית׃
14 וַיַּ֖עַשׂ הָרָ֑ע כִּ֣י לֹ֤א הֵכִין֙ לִבּ֔וֹ לִדְר֖וֹשׁ אֶת־יְהוָֽה׃
15 וְדִבְרֵ֣י רְחַבְעָ֗ם הָרִאשֹׁנִ֤ים וְהָאַחֲרוֹנִים֙ הֲלֹא־הֵ֣ם כְּתוּבִ֗ים בְּדִבְרֵי֙ שְׁמַעְיָ֣ה הַנָּבִ֔יא וְעִדּ֥וֹ הַחֹזֶ֖ה לְהִתְיַחֵ֑שׂ וּמִלְחֲמ֧וֹת רְחַבְעָ֛ם וְיָרָבְעָ֖ם כָּל־הַיָּמִֽים׃
16 וַיִּשְׁכַּ֤ב רְחַבְעָם֙ עִם־אֲבֹתָ֔יו וַיִּקָּבֵ֖ר בְּעִ֣יר דָּוִ֑יד וַיִּמְלֹ֛ךְ אֲבִיָּ֥ה בְנ֖וֹ תַּחְתָּֽיו׃
Capítulo 13
Reinado de Abías
LBLA
1 En el año dieciocho del rey Jeroboam, Abías comenzó a reinar sobre Judá.
2 Reinó tres años en Jerusalén; el nombre de su madre era Micaías, hija de Uriel de Gabaa. Y hubo guerra entre Abías y Jeroboam.
3 Y Abías comenzó la batalla con un ejército de guerreros valientes, cuatrocientos mil hombres escogidos; y Jeroboam dispuso en orden de batalla contra él ochocientos mil hombres escogidos, guerreros valientes.
4 Entonces Abías se puso en pie sobre el monte Zemaraim, que está en la región montañosa de Efraín, y dijo: Oídme, Jeroboam y todo Israel.
5 ¿No sabéis que el SEÑOR, Dios de Israel, dio para siempre el reino sobre Israel a David y a sus hijos por un pacto de sal?
6 Pero Jeroboam, hijo de Nabat, siervo de Salomón, hijo de David, se levantó y se rebeló contra su señor.
7 Y se juntaron con él hombres vanos, hijos de Belial, y se hicieron más fuertes que Roboam, hijo de Salomón, cuando Roboam era joven e irresoluto y no pudo resistirles.
8 Ahora vosotros intentáis resistir al reino del SEÑOR que está en manos de los hijos de David, porque sois una gran multitud y tenéis con vosotros los becerros de oro que Jeroboam os hizo como dioses.
9 ¿No habéis echado a los sacerdotes del SEÑOR, los hijos de Aarón y a los levitas, y os habéis hecho sacerdotes como los pueblos de otras tierras? Cualquiera que viene a consagrarse con un novillo y siete carneros, llega a ser sacerdote de los que no son dioses.
10 Mas en cuanto a nosotros, el SEÑOR es nuestro Dios, y no le hemos abandonado; y los sacerdotes que sirven al SEÑOR son hijos de Aarón, y los levitas atienden a su obra.
11 Y queman al SEÑOR holocaustos cada mañana y cada tarde, e incienso aromático; ponen también el pan de la proposición sobre la mesa limpia, y el candelabro de oro con sus lámparas para que ardan cada tarde; porque nosotros guardamos la ordenanza del SEÑOR nuestro Dios, mas vosotros le habéis abandonado.
12 He aquí, Dios está con nosotros como jefe, y sus sacerdotes con las trompetas de alarma para dar la señal de alarma contra vosotros. Oh hijos de Israel, no peleéis contra el SEÑOR, Dios de vuestros padres, porque no prosperaréis.
13 Pero Jeroboam había puesto tropas en emboscada para venir por la retaguardia, de manera que estaban frente a Judá y la emboscada a espaldas de ellos.
14 Cuando Judá se volvió, he aquí que tenían batalla por delante y por detrás; entonces clamaron al SEÑOR, y los sacerdotes tocaron las trompetas.
15 Entonces los hombres de Judá gritaron, y cuando los hombres de Judá gritaron, sucedió que Dios desbarató a Jeroboam y a todo Israel delante de Abías y de Judá.
16 Cuando los hijos de Israel huyeron delante de Judá, Dios los entregó en sus manos.
17 Y Abías y su pueblo les causaron una gran matanza, y cayeron heridos de Israel quinientos mil hombres escogidos.
18 Así fueron humillados los hijos de Israel en aquel tiempo, y prevalecieron los hijos de Judá porque se apoyaron en el SEÑOR, Dios de sus padres.
19 Abías persiguió a Jeroboam y le tomó varias ciudades: Betel con sus aldeas, Jesana con sus aldeas y Efrón con sus aldeas.
20 Y Jeroboam no recobró su poder en los días de Abías; y el SEÑOR lo hirió y murió.
21 Pero Abías se hizo poderoso, y tomó para sí catorce mujeres, y engendró veintidós hijos y dieciséis hijas.
22 Los demás hechos de Abías, sus caminos y sus palabras están escritos en las crónicas del profeta Iddo.
WLC
1 בִּשְׁנַ֛ת שְׁמוֹנֶ֥ה עֶשְׂרֵ֖ה לַמֶּ֣לֶךְ יָרָבְעָ֑ם וַיִּמְלֹ֥ךְ אֲבִיָּ֖ה עַל־יְהוּדָֽה׃
2 שָׁל֣וֹשׁ שָׁנִ֣ים מָלַךְ֮ בִּירוּשָׁלִַם֒ וְשֵׁ֣ם אִמּ֔וֹ מִיכָיָ֥הוּ בַת־אוּרִיאֵ֖ל מִן־גִּבְעָ֑ה וּמִלְחָמָ֥ה הָיְתָ֛ה בֵּ֥ין אֲבִיָּ֖ה וְיָרָבְעָֽם׃
3 וַיֶּאְסֹ֨ר אֲבִיָּ֜ה אֶת־הַמִּלְחָמָ֗ה בְּחַ֙יִל֙ גִּבּוֹרֵ֣י מִלְחָמָ֔ה אַרְבַּ֥ע מֵא֖וֹת אֶ֣לֶף אִ֣ישׁ בָּח֑וּר וְיָרָבְעָ֗ם עָרַ֤ךְ עִמּוֹ֙ מִלְחָמָ֔ה בִּשְׁמוֹנֶ֨ה מֵא֥וֹת אֶ֛לֶף אִ֥ישׁ בָּח֖וּר גִּבּ֥וֹר חָֽיִל׃
4 וַיָּ֣קָם אֲבִיָּ֗ה מֵעַל֙ לְהַ֣ר צְמָרַ֔יִם אֲשֶׁ֖ר בְּהַ֣ר אֶפְרָ֑יִם וַיֹּ֕אמֶר שְׁמָע֖וּנִי יָרָבְעָ֥ם וְכָל־יִשְׂרָאֵֽל׃
5 הֲל֣וֹא לָכֶ֞ם לָדַ֗עַת כִּ֣י יְהוָ֣ה אֱלֹהֵֽי־יִ֠שְׂרָאֵל נָתַ֨ן מַמְלָכָ֧ה לְדָוִ֛יד עַל־יִשְׂרָאֵ֖ל לְעוֹלָ֑ם ל֥וֹ וּלְבָנָ֖יו בְּרִ֥ית מֶֽלַח׃
6 וַיָּ֙קָם֙ יָרָבְעָ֣ם בֶּן־נְבָ֔ט עֶ֖בֶד שְׁלֹמֹ֣ה בֶן־דָּוִ֑יד וַיִּמְרֹ֖ד עַל־אֲדֹנָֽיו׃
7 וַיִּקָּבְצ֣וּ עָלָ֗יו אֲנָשִׁ֤ים רֵקִים֙ בְּנֵ֣י בְלִיַּ֔עַל וַיִּֽתְאַמְּצ֖וּ עַל־רְחַבְעָ֣ם בֶּן־שְׁלֹמֹ֑ה וּרְחַבְעָ֗ם הָ֤יָה נַ֙עַר֙ וְרַךְ־לֵבָ֔ב וְלֹ֥א הִתְחַזַּ֖ק לִפְנֵיהֶֽם׃
8 וְעַתָּ֣ה אַתֶּ֣ם אֹמְרִ֡ים לְהִתְחַזֵּק֩ לִפְנֵ֨י מַמְלֶ֤כֶת יְהוָה֙ בְּיַד־בְּנֵ֣י דָוִ֔יד וְאַתֶּם֙ הָמ֣וֹן רָ֔ב וְעִמָּכֶ֛ם עֶגְלֵ֥י זָהָ֖ב אֲשֶׁ֣ר עָשָֽׂה־לָכֶ֥ם יָרָבְעָ֖ם לֵאלֹהִֽים׃
9 הֲלֹ֣א הִדַּחְתֶּ֗ם אֶת־כֹּהֲנֵ֤י יְהוָה֙ אֶת־בְּנֵ֣י אַהֲרֹ֔ן וְהַלְוִיִּ֑ם וַתַּעֲשׂ֨וּ לָכֶ֤ם כֹּהֲנִים֙ כְּעַמֵּ֣י הָאֲרָצ֔וֹת כָּל־הַבָּ֗א לְמַלֵּ֨א יָד֜וֹ בְּפַ֤ר בֶּן־בָּקָר֙ וְאֵילִ֣ים שִׁבְעָ֔ה וְהָיָ֣ה כֹהֵ֔ן לְלֹ֖א אֱלֹהִֽים׃
10 וַאֲנַ֛חְנוּ יְהוָ֥ה אֱלֹהֵ֖ינוּ וְלֹ֣א עֲזַבְנֻ֑הוּ וְכֹהֲנִ֞ים מְשָׁרְתִ֤ים לַיהוָה֙ בְּנֵ֣י אַהֲרֹ֔ן וְהַלְוִיִּ֖ם בַּמְּלָאכָֽה׃
11 וּמַקְטִרִ֣ים לַיהוָ֣ה עֹל֣וֹת בַּבֹּֽקֶר־בַּבֹּ֣קֶר וּבָעֶ֣רֶב בָּעֶ֡רֶב וּקְטֹ֣רֶת סַמִּ֣ים וּמַֽעֲרֶ֣כֶת לֶ֠חֶם עַל־הַשֻּׁלְחָ֨ן הַטָּה֜וֹר וּמְנוֹרַ֧ת הַזָּהָ֛ב וְנֵרֹתֶ֖יהָ לְבָעֵ֣ר בָּעֶ֑רֶב כִּֽי־שֹׁמְרִ֣ים אֲנַ֗חְנוּ אֶת־מִשְׁמֶ֙רֶת֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהֵ֔ינוּ וְאַתֶּ֖ם עֲזַבְתֶּ֥ם אֹתֽוֹ׃
12 וְהִנֵּה֩ עִמָּ֨נוּ בָרֹ֤אשׁ הָֽאֱלֹהִים֙ וְכֹ֣הֲנָ֔יו וַחֲצֹצְר֥וֹת הַתְּרוּעָ֖ה לְהָרִ֣יעַ עֲלֵיכֶ֑ם בְּנֵ֣י יִשְׂרָאֵ֗ל אַל־תִּלָּ֙חֲמוּ֙ עִם־יְהוָה֙ אֱלֹהֵ֣י אֲבֹֽתֵיכֶ֔ם כִּ֖י לֹ֥א תַצְלִֽיחוּ׃
13 וְיָרָבְעָ֗ם הֵסֵב֙ אֶת־הַמַּאְרָ֔ב לָב֖וֹא מֵֽאַחֲרֵיהֶ֑ם וַיִּהְיוּ֙ לִפְנֵ֣י יְהוּדָ֔ה וְהַמַּאְרָ֖ב מֵאַחֲרֵיהֶֽם׃
14 וַיִּפֶן֮ יְהוּדָה֒ וְהִנֵּ֨ה לָהֶ֧ם הַמִּלְחָמָ֛ה פָּנִ֥ים וְאָח֖וֹר וַֽיִּצְעֲק֣וּ לַיהוָ֑ה וְהַכֹּ֣הֲנִ֔ים מַחְצְרִ֖ים בַּחֲצֹצְרֽוֹת׃
15 וַיָּרִ֖יעוּ אִ֣ישׁ יְהוּדָ֑ה וַיְהִ֗י בְּהָרִ֙יעַ֙ אִ֣ישׁ יְהוּדָ֔ה וְהָאֱלֹהִ֗ים נָגַ֤ף אֶת־יָֽרָבְעָם֙ וְכָל־יִשְׂרָאֵ֔ל לִפְנֵ֥י אֲבִיָּ֖ה וִיהוּדָֽה׃
16 וַיָּנֻ֥סוּ בְנֵֽי־יִשְׂרָאֵ֖ל מִפְּנֵ֣י יְהוּדָ֑ה וַיִּתְּנֵ֥ם אֱלֹהִ֖ים בְּיָדָֽם׃
17 וַיַּכּ֧וּ בָהֶ֛ם אֲבִיָּ֥ה וְעַמּ֖וֹ מַכָּ֣ה רַבָּ֑ה וַיִּפְּל֤וּ חֲלָלִים֙ מִיִּשְׂרָאֵ֔ל חֲמֵשׁ־מֵא֥וֹת אֶ֖לֶף אִ֥ישׁ בָּחֽוּר׃
18 וַיִּכָּנְע֥וּ בְנֵֽי־יִשְׂרָאֵ֖ל בָּעֵ֣ת הַהִ֑יא וַיֶּאֶמְצ֣וּ בְנֵֽי־יְהוּדָ֔ה כִּ֣י נִשְׁעֲנ֔וּ עַל־יְהוָ֖ה אֱלֹהֵ֥י אֲבוֹתָֽם׃
19 וַיִּרְדֹּ֣ף אֲבִיָּה֮ אַחֲרֵ֣י יָרָבְעָם֒ וַיִּלְכֹּ֤ד מִמֶּ֙נּוּ֙ עָרִ֔ים אֶת־בֵּֽית־אֵל֙ וְאֶת־בְּנוֹתֶ֔יהָ וְאֶת־יְשָׁנָ֖ה וְאֶת־בְּנוֹתֶ֑יהָ וְאֶת־עֶפְרוֹן֙ וְאֶת־בְּנֹתֶֽיהָ׃
20 וְלֹֽא־עָצַ֥ר כֹּ֛חַ יָרָבְעָ֖ם ע֣וֹד בִּימֵ֣י אֲבִיָּ֑ה וַיִּגְּפֵ֥הוּ יְהוָ֖ה וַיָּמֹֽת׃
21 וַיִּתְחַזֵּ֣ק אֲבִיָּ֗ה וַיִּשָּׂ֨א ל֤וֹ נָשִׁים֙ אַרְבַּ֣ע עֶשְׂרֵ֔ה וַיּ֗וֹלֶד עֶשְׂרִ֧ים וּשְׁנַ֛יִם בָּנִ֖ים וְשֵׁ֥שׁ עֶשְׂרֵ֖ה בָּנֽוֹת׃
22 וְיֶ֙תֶר֙ דִּבְרֵ֣י אֲבִיָּ֔ה וּדְרָכָ֖יו וּדְבָרָ֑יו כְּתוּבִ֕ים בְּמִדְרַ֖שׁ הַנָּבִ֥יא עִדּֽוֹ׃
Capítulo 14
Reinado de Asa
LBLA
1 Durmió Abías con sus padres, y lo sepultaron en la ciudad de David; y su hijo Asa reinó en su lugar. En sus días el país tuvo paz por diez años.
2 Asa hizo lo bueno y lo recto ante los ojos del SEÑOR su Dios.
3 Porque quitó los altares extraños y los lugares altos, quebró los pilares sagrados, derribó las Aseras,
4 y mandó a Judá que buscara al SEÑOR, Dios de sus padres, y que observara la ley y el mandamiento.
5 También quitó de todas las ciudades de Judá los lugares altos y los altares de incienso. Y el reino tuvo paz bajo su reinado.
6 Y edificó ciudades fortificadas en Judá, puesto que la tierra estaba en paz y no había guerra contra él durante aquellos años, porque el SEÑOR le había dado reposo.
7 Y dijo a Judá: Edifiquemos estas ciudades y rodeémoslas de muros con torres, puertas y barras. La tierra es todavía nuestra porque hemos buscado al SEÑOR nuestro Dios; le hemos buscado y El nos ha dado reposo por todos lados. Edificaron, pues, y prosperaron.
8 Y Asa tenía un ejército de trescientos mil de Judá que portaban escudos grandes y lanzas, y doscientos ochenta mil de Benjamín que portaban escudos pequeños y tensaban arcos; todos estos eran guerreros valientes.
9 Y salió contra ellos Zera el etíope con un ejército de un millón de hombres y trescientos carros, y vino hasta Maresa.
10 Entonces Asa salió a su encuentro, y se pusieron en orden de batalla en el valle de Sefata, junto a Maresa.
11 Y Asa clamó al SEÑOR su Dios, y dijo: Oh SEÑOR, no hay nadie fuera de ti para ayudar en la batalla entre el poderoso y el que no tiene fuerzas; ayúdanos, oh SEÑOR, Dios nuestro, porque en ti nos apoyamos, y en tu nombre hemos venido contra esta multitud. Oh SEÑOR, tú eres nuestro Dios; que no prevalezca el hombre contra ti.
12 Y el SEÑOR derrotó a los etíopes delante de Asa y delante de Judá, y huyeron los etíopes.
13 Asa y el pueblo que estaba con él los persiguieron hasta Gerar; y cayeron tantos etíopes que no pudieron recuperarse, porque fueron deshechos delante del SEÑOR y delante de su ejército. Y se llevaron muchísimo botín.
14 Y atacaron todas las ciudades alrededor de Gerar, porque el terror del SEÑOR había caído sobre ellas; y saquearon todas las ciudades, pues había mucho botín en ellas.
15 También atacaron las tiendas de los que tenían ganado, y se llevaron muchas ovejas y camellos. Entonces regresaron a Jerusalén.
WLC
1 וַיִּשְׁכַּ֤ב אֲבִיָּה֙ עִם־אֲבֹתָ֔יו וַיִּקְבְּר֥וּ אֹת֖וֹ בְּעִ֣יר דָּוִ֑יד וַיִּמְלֹ֛ךְ אָסָ֥א בְנ֖וֹ תַּחְתָּ֑יו בְּיָמָ֛יו שָׁקְטָ֥ה הָאָ֖רֶץ עֶ֥שֶׂר שָׁנִֽים׃
2 וַיַּ֧עַשׂ אָסָ֛א הַטּ֥וֹב וְהַיָּשָׁ֖ר בְּעֵינֵ֥י יְהוָ֥ה אֱלֹהָֽיו׃
3 וַיָּסַר֙ אֶת־מִזְבְּח֣וֹת הַנֵּכָ֔ר וְאֶת־הַבָּמ֖וֹת וַיְשַׁבֵּר֙ אֶת־הַמַּצֵּב֔וֹת וַיְגַדַּ֖ע אֶת־הָאֲשֵׁרִֽים׃
4 וַיֹּ֣אמֶר לִיהוּדָ֔ה לִדְר֕וֹשׁ אֶת־יְהוָ֖ה אֱלֹהֵ֣י אֲבוֹתֵיהֶ֑ם וְלַעֲשׂ֖וֹת הַתּוֹרָ֥ה וְהַמִּצְוָֽה׃
5 וַיָּסַר֩ מִכָּל־עָרֵ֨י יְהוּדָ֜ה אֶת־הַבָּמ֖וֹת וְאֶת־הַֽחַמָּנִ֑ים וַתִּשְׁקֹ֥ט הַמַּמְלָכָ֖ה לְפָנָֽיו׃
6 וַיִּ֛בֶן עָרֵ֥י מְצוּרָ֖ה בִּיהוּדָ֑ה כִּֽי־שָׁקְטָ֣ה הָאָ֗רֶץ וְאֵֽין־עִמּ֤וֹ מִלְחָמָה֙ בַּשָּׁנִ֣ים הָאֵ֔לֶּה כִּ֥י הֵנִ֛יחַ יְהוָ֖ה לֽוֹ׃
7 וַיֹּ֣אמֶר לִיהוּדָ֗ה נִבְנֶ֞ה אֶת־הֶעָרִ֤ים הָאֵ֙לֶּה֙ וְנָסֵ֣ב חוֹמָ֔ה וּמִגְדָּלִ֖ים דְּלָתַ֣יִם וּבְרִיחִ֑ים עוֹדֶ֨נּוּ הָאָ֜רֶץ לְפָנֵ֗ינוּ כִּ֤י דָרַ֙שְׁנוּ֙ אֶת־יְהוָ֣ה אֱלֹהֵ֔ינוּ דָּרַ֕שְׁנוּ וַיָּ֥נַח לָ֖נוּ מִסָּבִ֑יב וַיִּבְנ֖וּ וַיַּצְלִֽיחוּ׃
8 וַיְהִ֣י לְאָסָ֗א חַיִל֮ נֹשֵׂ֣א צִנָּ֣ה וָרֹמַח֒ מִֽיהוּדָה֙ שְׁלֹ֣שׁ מֵא֣וֹת אֶ֔לֶף וּמִבִּ֨נְיָמִ֔ן נֹשְׂאֵ֥י מָגֵ֖ן וְדֹרְכֵ֣י קָ֑שֶׁת מָאתַ֙יִם֙ וּשְׁמוֹנִ֣ים אֶ֔לֶף כָּל־אֵ֖לֶּה גִּבּוֹרֵ֥י חָֽיִל׃
9 וַיֵּצֵ֨א אֲלֵיהֶ֜ם זֶ֣רַח הַכּוּשִׁ֗י בְּחַיִל֙ אֶ֣לֶף אֲלָפִ֔ים וּמַרְכָּב֖וֹת שְׁלֹ֣שׁ מֵא֑וֹת וַיָּבֹ֖א עַד־מָרֵשָֽׁה׃
10 וַיֵּצֵ֤א אָסָא֙ לְפָנָ֔יו וַיַּעַרְכ֣וּ מִלְחָמָ֔ה בְּגֵ֥יא צְפַ֖תָה לְמָרֵשָֽׁה׃
11 וַיִּקְרָ֨א אָסָ֜א אֶל־יְהוָ֣ה אֱלֹהָיו֮ וַיֹּאמַר֒ יְהוָ֗ה אֵֽין־עִמְּךָ֤ לַעְזוֹר֙ בֵּ֣ין רַ֔ב לְאֵ֖ין כֹּ֑חַ עָזְרֵ֜נוּ יְהוָ֤ה אֱלֹהֵ֙ינוּ֙ כִּֽי־עָלֶ֣יךָ נִשְׁעַ֔נּוּ וּבְשִׁמְךָ֣ בָ֔אנוּ עַל־הֶהָמ֖וֹן הַזֶּ֑ה יְהוָה֙ אֱלֹהֵ֣ינוּ אַ֔תָּה אַל־יַעְצֹ֥ר עִמְּךָ֖ אֱנֽוֹשׁ׃
12 וַיִּגֹּ֧ף יְהוָ֛ה אֶת־הַכּוּשִׁ֖ים לִפְנֵ֣י אָסָ֑א וְלִפְנֵ֣י יְהוּדָ֔ה וַיָּנֻ֖סוּ הַכּוּשִֽׁים׃
13 וַיִּרְדְּפֵ֨ם אָסָ֜א וְהָעָ֣ם אֲשֶׁר־עִמּוֹ֮ עַד־לִגְרָר֒ וַיִּפֹּ֤ל מִן־הַכּוּשִׁים֙ לְאֵ֣ין לָהֶ֣ם מִֽחְיָ֔ה כִּֽי־נִשְׁבְּר֥וּ לִפְנֵֽי־יְהוָ֖ה וְלִפְנֵ֣י מַחֲנֵ֑הוּ וַיִּשְׂא֥וּ שָׁלָ֖ל הַרְבֵּ֥ה מְאֹֽד׃
14 וַיַּכּ֗וּ אֵ֤ת כָּל־הֶֽעָרִים֙ סְבִיב֣וֹת גְּרָ֔ר כִּֽי־הָיָ֥ה פַֽחַד־יְהוָ֖ה עֲלֵיהֶ֑ם וַיָּבֹ֙זּוּ֙ אֶת־כָּל־הֶ֣עָרִ֔ים כִּֽי־בִזָּ֥ה רַבָּ֖ה הָיְתָ֥ה בָהֶֽם׃
15 וְגַם־אָהֳלֵ֥י מִקְנֶ֖ה הִכּ֑וּ וַיִּשְׁבּ֨וּ צֹ֤אן לָרֹב֙ וּגְמַלִּ֔ים וַיָּשֻׁ֖בוּ יְרוּשָׁלִָֽם׃
Capítulo 15
Reforma religiosa de Asa
LBLA
1 Y el Espíritu de Dios vino sobre Azarías, hijo de Obed,
2 y salió al encuentro de Asa y le dijo: Oídme, Asa, y todo Judá y Benjamín: el SEÑOR está con vosotros cuando vosotros estáis con El. Si le buscáis, se dejará encontrar por vosotros; pero si le abandonáis, El os abandonará.
3 Por muchos días Israel estuvo sin el verdadero Dios, sin sacerdote que enseñara y sin ley.
4 Pero en su angustia se volvieron al SEÑOR, Dios de Israel, le buscaron, y El se dejó encontrar por ellos.
5 En aquellos tiempos no había paz para el que salía ni para el que entraba, sino que había grandes turbaciones sobre todos los habitantes de las tierras.
6 Y nación contra nación, y ciudad contra ciudad eran destrozadas, porque Dios las turbó con toda clase de angustia.
7 Pero vosotros, esforzaos y no desfallezcan vuestras manos, pues hay recompensa por vuestra obra.
8 Cuando Asa oyó estas palabras y la profecía del profeta Obed, cobró ánimo y quitó los ídolos abominables de toda la tierra de Judá y de Benjamín, y de las ciudades que había tomado en la región montañosa de Efraín. También restauró el altar del SEÑOR que estaba delante del pórtico del SEÑOR.
9 Y reunió a todo Judá y Benjamín y a los forasteros con ellos de Efraín, Manasés y Simeón, porque muchos de Israel se pasaron a él cuando vieron que el SEÑOR su Dios estaba con él.
10 Se reunieron en Jerusalén en el mes tercero del año quince del reinado de Asa.
11 En aquel día sacrificaron al SEÑOR setecientos bueyes y siete mil ovejas del botín que habían traído.
12 E hicieron un pacto de buscar al SEÑOR, Dios de sus padres, con todo su corazón y con toda su alma;
13 y cualquiera que no buscase al SEÑOR, Dios de Israel, habría de morir, fuera pequeño o grande, hombre o mujer.
14 Y juraron al SEÑOR en voz alta, con gritos, con trompetas y con bocinas.
15 Todo Judá se regocijó por el juramento, porque de todo corazón habían jurado, y de toda su voluntad le buscaron, y El se dejó encontrar por ellos. Y el SEÑOR les dio reposo por todos lados.
16 También destituyó el rey Asa a Maaca su madre de ser reina madre, porque ella había hecho una imagen abominable de Asera; Asa derribó su imagen abominable, la desmenuzó y la quemó junto al torrente Cedrón.
17 Pero los lugares altos no fueron quitados de Israel; no obstante, el corazón de Asa fue perfecto todos sus días.
18 Y trajo a la casa de Dios las cosas consagradas por su padre y sus propias cosas consagradas: plata, oro y utensilios.
19 Y no hubo más guerra hasta el año treinta y cinco del reinado de Asa.
WLC
1 וַעֲזַרְיָ֖הוּ בֶּן־עֹדֵ֑ד הָיְתָ֥ה עָלָ֖יו ר֥וּחַ אֱלֹהִֽים׃
2 וַיֵּצֵא֮ לִפְנֵ֣י אָסָא֒ וַיֹּ֣אמֶר ל֗וֹ שְׁמָע֨וּנִי אָסָ֜א וְכָל־יְהוּדָ֣ה וּבִנְיָמִ֗ן יְהוָה֙ עִמָּכֶ֔ם בִּהְיוֹתְכֶ֣ם עִמּ֔וֹ וְאִֽם־תִּדְרְשֻׁ֖הוּ יִמָּצֵ֣א לָכֶ֑ם וְאִם־תַּעַזְבֻ֖הוּ יַעֲזֹ֥ב אֶתְכֶֽם׃
3 וְיָמִ֥ים רַבִּ֛ים לְיִשְׂרָאֵ֖ל לְלֹ֣א אֱלֹהֵ֣י אֱמֶ֑ת וּלְלֹ֛א כֹּהֵ֥ן מוֹרֶ֖ה וּלְלֹ֥א תוֹרָֽה׃
4 וַיָּ֨שָׁב בַּצַּר־ל֜וֹ עַל־יְהוָ֧ה אֱלֹהֵֽי־יִשְׂרָאֵ֛ל וַיְבַקְשֻׁ֖הוּ וַיִּמָּצֵ֥א לָהֶֽם׃
5 וּבָעִתִּ֣ים הָהֵ֔ם אֵ֥ין שָׁל֖וֹם לַיּוֹצֵ֣א וְלַבָּ֑א כִּ֚י מְהוּמֹ֣ת רַבּ֔וֹת עַ֥ל כָּל־יוֹשְׁבֵ֖י הָאֲרָצֽוֹת׃
6 וְכֻתְּת֥וּ גוֹי־בְּג֖וֹי וְעִ֣יר בְּעִ֑יר כִּֽי־אֱלֹהִ֥ים הֲמָמָ֖ם בְּכָל־צָרָֽה׃
7 וְאַתֶּ֣ם חִזְק֔וּ וְאַל־יִרְפּ֖וּ יְדֵיכֶ֑ם כִּ֛י יֵ֥שׁ שָׂכָ֖ר לִפְעֻלַּתְכֶֽם׃
8 וְכִשְׁמֹ֨עַ אָסָ֜א הַדְּבָרִ֣ים הָאֵ֗לֶּה וְהַנְּבוּאָה֮ עֹדֵ֣ד הַנָּבִיא֒ הִתְחַזַּ֗ק וַיַּעֲבֵ֤ר הַשִּׁקּוּצִים֙ מִכָּל־אֶ֣רֶץ יְהוּדָ֣ה וּבִנְיָמִ֔ן וּמִן־הֶ֣עָרִ֔ים אֲשֶׁ֥ר לָכַ֖ד מֵהַ֣ר אֶפְרָ֑יִם וַיְחַדֵּשׁ֙ אֶת־מִזְבַּ֣ח יְהוָ֔ה אֲשֶׁ֕ר לִפְנֵ֖י אוּלָ֥ם יְהוָֽה׃
9 וַיִּקְבֹּ֞ץ אֶת־כָּל־יְהוּדָ֣ה וּבִנְיָמִ֗ן וְהַגָּרִ֤ים עִמָּהֶם֙ מֵאֶפְרַ֣יִם וּמְנַשֶּׁ֔ה וּמִ֨שִּׁמְע֔וֹן כִּֽי־נָפְל֥וּ עָלָ֛יו מִיִּשְׂרָאֵ֖ל לָרֹ֑ב בִּרְאֹתָ֕ם כִּֽי־יְהוָ֥ה אֱלֹהָ֖יו עִמּֽוֹ׃
10 וַיִּקָּבְצ֖וּ יְרוּשָׁלִָ֑ם בַּחֹ֣דֶשׁ הַשְּׁלִישִׁ֔י לִשְׁנַ֥ת חֲמֵשׁ־עֶשְׂרֵ֖ה לְמַלְכ֥וּת אָסָֽא׃
11 וַיִּזְבְּח֤וּ לַיהוָה֙ בַּיּ֣וֹם הַה֔וּא מִן־הַשָּׁלָ֖ל הֵבִ֑יאוּ בָּקָ֣ר שְׁבַ֣ע מֵא֔וֹת וְצֹ֖אן שִׁבְעַ֥ת אֲלָפִֽים׃
12 וַיָּבֹ֣אוּ בַבְּרִ֔ית לִדְר֕וֹשׁ אֶת־יְהוָ֖ה אֱלֹהֵ֣י אֲבוֹתֵיהֶ֑ם בְּכָל־לְבָבָ֖ם וּבְכָל־נַפְשָֽׁם׃
13 וְכֹל֩ אֲשֶׁ֨ר לֹֽא־יִדְר֜וֹשׁ לַיהוָ֣ה אֱלֹהֵֽי־יִשְׂרָאֵ֗ל יוּמָ֛ת לְמִן־קָטֹ֥ן וְעַד־גָּד֖וֹל לְמֵאִ֥ישׁ וְעַד־אִשָּֽׁה׃
14 וַיִּשָּׁבְע֣וּ לַיהוָ֗ה בְּקוֹל֙ גָּד֔וֹל וּבִתְרוּעָ֖ה וּבַחֲצֹצְר֥וֹת וּבְשׁוֹפָרֽוֹת׃
15 וַיִּשְׂמְח֨וּ כָל־יְהוּדָ֜ה עַל־הַשְּׁבוּעָ֗ה כִּ֤י בְכָל־לְבָבָם֙ נִשְׁבָּ֔עוּ וּבְכָל־רְצוֹנָ֣ם בִּקְשֻׁ֔הוּ וַיִּמָּצֵ֖א לָהֶ֑ם וַיָּ֧נַח יְהוָ֛ה לָהֶ֖ם מִסָּבִֽיב׃
16 וְגַם־מַעֲכָ֞ה אֵ֣ם אָסָ֣א הַמֶּ֗לֶךְ הֱסִירָהּ֙ מִגְּבִירָ֔ה אֲשֶׁר־עָשְׂתָ֥ה לַאֲשֵׁרָ֖ה מִפְלָ֑צֶת וַיִּכְרֹ֤ת אָסָא֙ אֶת־מִפְלַצְתָּ֔הּ וַיָּ֕דֶק וַיִּשְׂרֹ֖ף בְּנַ֥חַל קִדְרֽוֹן׃
17 וְהַבָּמ֖וֹת לֹא־סָ֣רוּ מִיִּשְׂרָאֵ֑ל רַ֣ק לְבַב־אָסָ֔א הָיָ֥ה שָׁלֵ֖ם כָּל־יָמָֽיו׃
18 וַיָּבֵא֙ בֵּ֣ית הָאֱלֹהִ֔ים אֵ֚ת קָדְשֵׁ֣י אָבִ֔יו וְקָדָשָׁ֖יו כֶּ֥סֶף וְזָהָ֖ב וְכֵלִֽים׃
19 וּמִלְחָמָ֖ה לֹ֣א הָיָ֑תָה עַ֛ד שְׁנַ֥ת שְׁלֹשִׁ֛ים וְחָמֵ֖שׁ לְמַלְכ֥וּת אָסָֽא׃
Capítulo 16
Últimos años de Asa
LBLA
1 En el año treinta y seis del reinado de Asa, Baasa, rey de Israel, subió contra Judá y fortificó Rama para impedir que nadie saliera o entrara a Asa, rey de Judá.
2 Entonces Asa sacó plata y oro de los tesoros de la casa del SEÑOR y de la casa del rey, y envió a Ben-adad, rey de Aram, que habitaba en Damasco, diciendo:
3 Haya alianza entre tú y yo, como la hubo entre mi padre y tu padre. He aquí, te envío plata y oro; ve, rompe tu alianza con Baasa, rey de Israel, para que se retire de mí.
4 Y Ben-adad escuchó al rey Asa y envió a los jefes de sus ejércitos contra las ciudades de Israel, y conquistaron Ijón, Dan, Abel-maim y todas las ciudades de almacenaje de Neftalí.
5 Y sucedió que cuando Baasa lo oyó, cesó de fortificar Rama y abandonó su obra.
6 Entonces el rey Asa tomó a todo Judá, y se llevaron las piedras de Rama y la madera con que Baasa había estado edificando, y con ellas fortificó Geba y Mizpa.
7 En aquel tiempo vino el vidente Hananí a Asa, rey de Judá, y le dijo: Por cuanto te has apoyado en el rey de Aram y no te has apoyado en el SEÑOR tu Dios, por eso el ejército del rey de Aram ha escapado de tu mano.
8 ¿No eran los etíopes y los libios un ejército numeroso con muchísimos carros y hombres de a caballo? Sin embargo, cuando te apoyaste en el SEÑOR, El los entregó en tu mano.
9 Porque los ojos del SEÑOR recorren toda la tierra para fortalecer a aquellos cuyo corazón es completamente suyo. Has obrado neciamente en esto, porque desde ahora tendrás guerras.
10 Entonces Asa se enojó con el vidente y lo puso en la cárcel, porque estaba furioso con él por esto. Y Asa oprimió a algunos del pueblo en aquel tiempo.
11 He aquí, los hechos de Asa, desde el primero hasta el último, están escritos en el libro de los reyes de Judá e Israel.
12 En el año treinta y nueve de su reinado, Asa se enfermó de los pies, y su enfermedad era grave. Sin embargo, en su enfermedad no buscó al SEÑOR, sino a los médicos.
13 Y durmió Asa con sus padres, y murió en el año cuarenta y uno de su reinado.
14 Y lo sepultaron en el sepulcro que él se había excavado en la ciudad de David, y lo pusieron en el lecho que había llenado de especias aromáticas y de diversas clases de perfumes preparados por los perfumistas; e hicieron una hoguera muy grande en su honor.
WLC
1 בִּשְׁנַ֨ת שְׁלֹשִׁ֤ים וָשֵׁשׁ֙ לְמַלְכ֣וּת אָסָ֔א עָלָ֛ה בַּעְשָׁ֥א מֶֽלֶךְ־יִשְׂרָאֵ֖ל עַל־יְהוּדָ֑ה וַיִּ֙בֶן֙ אֶת־הָֽרָמָ֔ה לְבִלְתִּ֗י תֵּ֚ת יוֹצֵ֣א וָבָ֔א לְאָסָ֖א מֶ֥לֶךְ יְהוּדָֽה׃
2 וַיּוֹצֵ֨א אָסָ֜א כֶּ֣סֶף וְזָהָ֗ב מֵאֹֽצְרוֹת֙ בֵּ֣ית יְהוָ֔ה וּבֵ֖ית הַמֶּ֑לֶךְ וַיִּשְׁלַח֙ אֶל־בֶּן־הֲדַ֣ד מֶֽלֶךְ־אֲרָ֔ם הַיּוֹשֵׁ֥ב בְּדַמֶּ֖שֶׂק לֵאמֹֽר׃
3 בְּרִ֣ית בֵּינִ֤י וּבֵינֶ֙יךָ֙ וּבֵ֤ין אָבִי֙ וּבֵ֣ין אָבִ֔יךָ הִנֵּ֨ה שָׁלַ֤חְתִּי לְךָ֙ כֶּ֣סֶף וְזָהָ֔ב לֵ֚ךְ הָפֵ֣רָה בְרִֽיתְךָ֔ אֶת־בַּעְשָׁ֖א מֶ֣לֶךְ יִשְׂרָאֵ֑ל וְיַעֲלֶ֖ה מֵעָלָֽי׃
4 וַיִּשְׁמַ֨ע בֶּן־הֲדַ֜ד אֶל־הַמֶּ֣לֶךְ אָסָ֗א וַ֠יִּשְׁלַח אֶת־שָׂרֵ֨י הַחֲיָלִ֤ים אֲשֶׁר־לוֹ֙ אֶל־עָרֵ֣י יִשְׂרָאֵ֔ל וַיַּכּ֗וּ אֶת־עִיּ֧וֹן וְאֶת־דָּ֛ן וְאֵ֥ת אָבֵֽל־מַ֖יִם וְאֵ֥ת כָּל־מִסְכְּנ֖וֹת עָרֵ֥י נַפְתָּלִֽי׃
5 וַיְהִ֛י כִּשְׁמֹ֥עַ בַּעְשָׁ֖א וַיֶּחְדַּ֣ל מִבְּנ֣וֹת אֶת־הָרָמָ֑ה וַיַּשְׁבֵּ֖ת אֶת־מְלַאכְתּֽוֹ׃
6 וְאָסָ֣א הַמֶּ֗לֶךְ לָקַח֙ אֶת־כָּל־יְהוּדָ֔ה וַיִּשְׂא֞וּ אֶת־אַבְנֵ֤י הָֽרָמָה֙ וְאֶת־עֵצֶ֔יהָ אֲשֶׁ֥ר בָּנָ֖ה בַּעְשָׁ֑א וַיִּ֣בֶן בָּהֶ֔ם אֶת־גֶּ֖בַע וְאֶת־הַמִּצְפָּֽה׃
7 וּבָעֵ֣ת הַהִ֗יא בָּ֚א חֲנָ֣נִי הָרֹאֶ֔ה אֶל־אָסָ֖א מֶ֣לֶךְ יְהוּדָ֑ה וַיֹּ֣אמֶר אֵלָ֗יו בְּהִשָּׁ֨עֶנְךָ֜ עַל־מֶ֤לֶךְ אֲרָם֙ וְלֹ֤א נִשְׁעַ֙נְתָּ֙ עַל־יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ עַל־כֵּ֗ן נִמְלַ֛ט חֵ֥יל מֶֽלֶךְ־אֲרָ֖ם מִיָּדֶֽךָ׃
8 הֲלֹ֧א הַכּוּשִׁ֣ים וְהַלּוּבִ֗ים הָי֨וּ לְחַ֧יִל לָרֹ֛ב לְרֶ֥כֶב וּלְפָרָשִׁ֖ים לְהַרְבֵּ֣ה מְאֹ֑ד וּבְהִשָּֽׁעֶנְךָ֥ עַל־יְהוָ֖ה נְתָנָ֥ם בְּיָדֶֽךָ׃
9 כִּ֣י יְהוָ֗ה עֵינָ֞יו מְשֹׁטְט֤וֹת בְּכָל־הָאָ֙רֶץ֙ לְהִתְחַזֵּ֣ק עִ֔ם לְבָבָ֥ם שָׁלֵ֖ם אֵלָ֑יו נִסְכַּ֙לְתָּ֙ עַל־זֹ֔את כִּ֣י מֵעַ֔תָּה יֵ֥שׁ עִמְּךָ֖ מִלְחָמֽוֹת׃
10 וַיִּכְעַ֨ס אָסָ֜א אֶל־הָרֹאֶ֗ה וַיִּתְּנֵ֙הוּ֙ בֵּ֣ית הַמַּהְפֶּ֔כֶת כִּֽי־בְזַ֥עַף עִמּ֖וֹ עַל־זֹ֑את וַיְרַצֵּ֥ץ אָסָ֛א מִן־הָעָ֖ם בָּעֵ֥ת הַהִֽיא׃
11 וְהִנֵּ֞ה דִּבְרֵ֣י אָסָ֗א הָרִאשֹׁנִים֙ וְהָאַ֣חֲרוֹנִ֔ים הִנָּ֣ם כְּתוּבִ֔ים עַל־סֵ֥פֶר הַמְּלָכִ֖ים לִיהוּדָ֥ה וְיִשְׂרָאֵֽל׃
12 וַיֶּחֱלֶ֣א אָסָ֡א בִּשְׁנַ֨ת שְׁלֹשִׁ֤ים וָתֵ֙שַׁע֙ לְמַלְכוּת֔וֹ בְּרַגְלָ֖יו עַד־לְמַ֣עְלָה חָלְי֑וֹ וְגַם־בְּחָלְיוֹ֙ לֹא־דָרַ֣שׁ אֶת־יְהוָ֔ה כִּ֖י בָּרֹפְאִֽים׃
13 וַיִּשְׁכַּ֥ב אָסָ֖א עִם־אֲבֹתָ֑יו וַיָּ֕מָת בִּשְׁנַ֛ת אַרְבָּעִ֥ים וְאַחַ֖ת לְמָלְכֽוֹ׃
14 וַיִּקְבְּרֻ֣הוּ בְקִבְרֹתָ֗יו אֲשֶׁ֨ר כָּֽרָה־ל֜וֹ בְּעִ֣יר דָּוִ֗יד וַיַּשְׁכִּיבֻ֙הוּ֙ בַּמִּשְׁכָּ֔ב אֲשֶׁ֤ר מִלֵּא֙ בְּשָׂמִ֣ים וּזְנִ֔ים מְרֻקָּחִ֖ים בְּמִרְקַ֣חַת מַעֲשֶׂ֑ה וַיִּשְׂרְפוּ־ל֥וֹ שְׂרֵפָ֖ה גְּדוֹלָ֥ה עַד־לִמְאֹֽד׃
Capítulo 17
Reinado de Josafat
LBLA
1 Y reinó en su lugar su hijo Josafat, quien se fortaleció contra Israel.
2 Puso tropas en todas las ciudades fortificadas de Judá, y colocó guarniciones en la tierra de Judá y en las ciudades de Efraín que su padre Asa había tomado.
3 Y el SEÑOR estaba con Josafat porque anduvo en los primeros caminos de su padre David, y no buscó a los baales,
4 sino que buscó al Dios de su padre y anduvo en sus mandamientos, y no conforme a las obras de Israel.
5 Por tanto, el SEÑOR estableció el reino en su mano, y todo Judá trajo tributo a Josafat, y tuvo riquezas y gloria en abundancia.
6 Y se animó su corazón en los caminos del SEÑOR, y además quitó los lugares altos y las Aseras de Judá.
7 En el tercer año de su reinado envió a sus oficiales Ben-hail, Abdías, Zacarías, Natanael y Micaías, para que enseñaran en las ciudades de Judá;
8 y con ellos a los levitas Semaías, Netanías, Zebadías, Asael, Semiramot, Jonatán, Adonías, Tobías y Tobadonías; y con estos levitas, a los sacerdotes Elisama y Joram.
9 Enseñaron en Judá teniendo consigo el libro de la ley del SEÑOR, y recorrieron todas las ciudades de Judá enseñando al pueblo.
10 Y cayó el temor del SEÑOR sobre todos los reinos de las tierras que rodeaban a Judá, y no hicieron guerra contra Josafat.
11 Y algunos de los filisteos trajeron presentes a Josafat y tributo de plata; también los árabes le trajeron rebaños: siete mil setecientos carneros y siete mil setecientos machos cabríos.
12 Josafat siguió engrandeciéndose sobremanera; y edificó en Judá fortalezas y ciudades de almacenaje.
13 Y tuvo muchas provisiones en las ciudades de Judá, y guerreros, hombres valientes, en Jerusalén.
14 Y este es el número de ellos según sus casas paternas: de Judá, jefes de millares: Adnas el jefe, y con él trescientos mil guerreros valientes;
15 después de él, Johanán el jefe, y con él doscientos ochenta mil;
16 y después de él, Amasías, hijo de Zicri, que se ofreció voluntariamente al SEÑOR, y con él doscientos mil guerreros valientes.
17 De Benjamín: Eliada, guerrero valiente, y con él doscientos mil armados con arco y escudo;
18 y después de él, Jozabad, y con él ciento ochenta mil armados para la guerra.
19 Estos servían al rey, sin contar los que el rey había puesto en las ciudades fortificadas por todo Judá.
WLC
1 וַיִּמְלֹ֛ךְ יְהוֹשָׁפָ֥ט בְּנ֖וֹ תַּחְתָּ֑יו וַיִּתְחַזֵּ֖ק עַל־יִשְׂרָאֵֽל׃
2 וַיִּתֶּן־חַ֗יִל בְּכָל־עָרֵ֤י יְהוּדָה֙ הַבְּצֻר֔וֹת וַיִּתֶּ֤ן נְצִיבִים֙ בְּאֶ֣רֶץ יְהוּדָ֔ה וּבְעָרֵ֣י אֶפְרַ֔יִם אֲשֶׁ֥ר לָכַ֖ד אָסָ֥א אָבִֽיו׃
3 וַיְהִ֤י יְהוָה֙ עִם־יְה֣וֹשָׁפָ֔ט כִּ֣י הָלַ֔ךְ בְּדַרְכֵ֥י דָוִ֖יד אָבִ֣יו הָרִאשֹׁנִ֑ים וְלֹ֥א דָרַ֖שׁ לַבְּעָלִֽים׃
4 כִּ֠י לֵאלֹהֵ֤י אָבִיו֙ דָּרָ֔שׁ וּבְמִצְוֹתָ֖יו הָלָ֑ךְ וְלֹ֖א כְּמַעֲשֵׂ֥ה יִשְׂרָאֵֽל׃
5 וַיָּ֨כֶן יְהוָ֤ה אֶת־הַמַּמְלָכָה֙ בְּיָד֔וֹ וַיִּתְּנ֧וּ כָל־יְהוּדָ֛ה מִנְחָ֖ה לִֽיהוֹשָׁפָ֑ט וַֽיְהִי־ל֛וֹ עֹ֥שֶׁר וְכָב֖וֹד לָרֹֽב׃
6 וַיִּגְבַּ֥הּ לִבּ֖וֹ בְּדַרְכֵ֣י יְהוָ֑ה וְע֗וֹד הֵסִ֧יר אֶת־הַבָּמ֛וֹת וְאֶת־הָאֲשֵׁרִ֖ים מִיהוּדָֽה׃
7 וּבִשְׁנַ֨ת שָׁל֜וֹשׁ לְמָלְכ֗וֹ שָׁלַ֤ח לְשָׂרָיו֙ לְבֶן־חַ֙יִל֙ וּלְעֹבַדְיָ֣ה וְלִזְכַרְיָ֔ה וְלִנְתַנְאֵ֖ל וּלְמִיכָיָ֑הוּ לְלַמֵּ֖ד בְּעָרֵ֥י יְהוּדָֽה׃
8 וְעִמָּהֶ֣ם הַלְוִיִּ֗ם שְֽׁמַֽעְיָ֡הוּ וּנְתַנְיָ֡הוּ וּזְבַדְיָ֡הוּ וַעֲשָׂהאֵ֡ל וּשְׁמִֽירָמ֡וֹת וִיהוֹנָתָ֣ן וַאֲדֹנִיָּ֧הוּ וְטוֹבִיָּ֛הוּ וְט֥וֹב אֲדוֹנִיָּ֖ה הַלְוִיִּ֑ם וְעִמָּהֶ֛ם אֱלִישָׁמָ֥ע וִיהוֹרָ֖ם הַכֹּהֲנִֽים׃
9 וַיְלַמְּד֣וּ בִֽיהוּדָ֗ה וְעִמָּהֶ֛ם סֵ֥פֶר תּֽוֹרַת־יְהוָ֖ה וַיָּסֹ֙בּוּ֙ בְּכָל־עָרֵ֣י יְהוּדָ֔ה וַיְלַמְּד֖וּ בָּעָֽם׃
10 וַיְהִ֣י פַחַד־יְהוָ֗ה עַ֚ל כָּל־מַמְלְכ֣וֹת הָאֲרָצ֔וֹת אֲשֶׁ֖ר סְבִיב֣וֹת יְהוּדָ֑ה וְלֹ֥א נִלְחֲמ֖וּ עִם־יְהוֹשָׁפָֽט׃
11 וּמִן־פְּלִשְׁתִּ֗ים מְבִיאִ֧ים לִֽיהוֹשָׁפָ֛ט מִנְחָ֖ה וְכֶ֣סֶף מַשָּׂ֑א גַּם־הָעַרְבִיִּ֗ם מְבִיאִ֥ים ל֛וֹ צֹ֖אן אֵילִ֤ים שִׁבְעַ֤ת אֲלָפִים֙ וּשְׁבַ֣ע מֵא֔וֹת וּתְיָשִׁ֕ים שִׁבְעַ֥ת אֲלָפִ֖ים וּשְׁבַ֥ע מֵאֽוֹת׃
12 וַיְהִ֥י יְהוֹשָׁפָ֖ט הוֹלֵ֣ךְ וְגָדֵ֑ל עַד־לְמָ֑עְלָה וַיִּ֧בֶן בִּֽיהוּדָ֛ה בִּֽירָנִיּ֖וֹת וְעָרֵ֥י מִסְכְּנֽוֹת׃
13 וּמְלָאכָ֥ה רַבָּ֛ה הָיָ֥ה ל֖וֹ בְּעָרֵ֣י יְהוּדָ֑ה וְאַנְשֵׁ֧י מִלְחָמָ֛ה גִּבּוֹרֵ֥י חַ֖יִל בִּירוּשָׁלִָֽם׃
14 וְאֵ֥לֶּה פְקֻדָּתָ֖ם לְבֵ֣ית אֲבוֹתָ֑ם לִֽיהוּדָ֞ה שָׂרֵ֣י אֲלָפִ֗ים עַדְנָ֤ה הַשָּׂר֙ וְעִמּ֕וֹ גִּבּוֹרֵ֣י חַ֔יִל שְׁלֹ֥שׁ מֵא֖וֹת אָֽלֶף׃
15 וְעַל־יָד֖וֹ יְהוֹחָנָ֣ן הַשָּׂ֑ר וְעִמּ֕וֹ מָאתַ֥יִם וּשְׁמוֹנִ֖ים אָֽלֶף׃
16 וְעַל־יָד֖וֹ עֲמַסְיָ֣ה בֶן־זִכְרִ֑י הַמִּתְנַדֵּ֣ב לַיהוָ֔ה וְעִמּ֕וֹ מָאתַ֥יִם אֶ֖לֶף גִּבּ֥וֹר חָֽיִל׃
17 וּמִן־בִּנְיָמִ֖ן אֶלְיָדָ֣ע גִּבּ֣וֹר חָ֑יִל וְעִמּ֛וֹ נֹשְׁקֵ֥י קֶ֛שֶׁת וּמָגֵ֖ן מָאתַ֥יִם אָֽלֶף׃
18 וְעַל־יָד֖וֹ יְהוֹזָבָ֑ד וְעִמּ֛וֹ מֵאָ֥ה וּשְׁמוֹנִ֖ים אֶ֥לֶף חֲלוּצֵ֥י צָבָֽא׃
19 אֵ֖לֶּה הַמְשָׁרְתִ֣ים אֶת־הַמֶּ֑לֶךְ מִלְּבַ֗ד אֲשֶׁ֨ר נָתַ֧ן הַמֶּ֛לֶךְ בְּעָרֵ֥י הַמִּבְצָ֖ר בְּכָל־יְהוּדָֽה׃
Capítulo 18
Josafat se alía con Acab
LBLA
1 Josafat tuvo riquezas y gloria en abundancia, y emparentó con Acab.
2 Algunos años después descendió a Samaria para visitar a Acab. Y Acab mató muchas ovejas y bueyes para él y para el pueblo que estaba con él, y lo persuadió a subir contra Ramot de Galaad.
3 Y Acab, rey de Israel, dijo a Josafat, rey de Judá: ¿Irás conmigo contra Ramot de Galaad? Y él le respondió: Yo soy como tú, y mi pueblo como tu pueblo; iremos contigo a la batalla.
4 Además, Josafat dijo al rey de Israel: Te ruego que consultes primero la palabra del SEÑOR.
5 Entonces el rey de Israel reunió a los profetas, cuatrocientos hombres, y les dijo: ¿Iremos a la batalla contra Ramot de Galaad, o me abstendré? Y ellos dijeron: Sube, porque Dios la entregará en manos del rey.
6 Pero Josafat dijo: ¿No hay aquí todavía algún profeta del SEÑOR para que le consultemos?
7 Y el rey de Israel dijo a Josafat: Aún hay un hombre por medio del cual podemos consultar al SEÑOR, pero yo lo aborrezco porque nunca profetiza bien acerca de mí, sino siempre mal. Es Micaías, hijo de Imla. Y Josafat dijo: No diga así el rey.
8 Entonces el rey de Israel llamó a un oficial y le dijo: Trae pronto a Micaías, hijo de Imla.
9 Y el rey de Israel y Josafat, rey de Judá, estaban sentados cada uno en su trono, vestidos con sus ropas reales, y estaban sentados en la era a la entrada de la puerta de Samaria; y todos los profetas profetizaban delante de ellos.
10 Y Sedequías, hijo de Quenaana, se hizo cuernos de hierro y dijo: Así dice el SEÑOR: "Con éstos acornearás a los arameos hasta acabarlos."
11 Y todos los profetas profetizaban de la misma manera, diciendo: Sube a Ramot de Galaad y triunfa, porque el SEÑOR la entregará en manos del rey.
12 Entonces el mensajero que había ido a llamar a Micaías, le habló, diciendo: He aquí, las palabras de los profetas a una voz anuncian el bien al rey. Sea ahora tu palabra como la de uno de ellos, y anuncia el bien.
13 Pero Micaías dijo: Vive el SEÑOR, que lo que mi Dios me diga, eso hablaré.
14 Cuando llegó al rey, el rey le dijo: Micaías, ¿iremos a la batalla contra Ramot de Galaad, o me abstendré? Y él dijo: Subid y triunfad, pues serán entregados en vuestras manos.
15 Entonces el rey le dijo: ¿Hasta cuántas veces he de hacerte jurar que no me digas sino la verdad en el nombre del SEÑOR?
16 Y él dijo: Vi a todo Israel esparcido por los montes como ovejas que no tienen pastor; y dijo el SEÑOR: "Estos no tienen señor; que se vuelva cada uno en paz a su casa."
17 Entonces el rey de Israel dijo a Josafat: ¿No te dije que no profetizaría bien acerca de mí, sino mal?
18 Y Micaías dijo: Por tanto, oíd la palabra del SEÑOR. Vi al SEÑOR sentado en su trono, y todo el ejército de los cielos estaba en pie a su derecha y a su izquierda.
19 Y el SEÑOR dijo: "¿Quién inducirá a Acab, rey de Israel, para que suba y caiga en Ramot de Galaad?" Y uno decía de una manera y otro de otra.
20 Entonces salió un espíritu y se puso delante del SEÑOR, y dijo: "Yo lo induciré." Y el SEÑOR le dijo: "¿Cómo?"
21 Y él dijo: "Saldré y seré espíritu de mentira en boca de todos sus profetas." Entonces El dijo: "Lo inducirás y también prevalecerás. Ve y hazlo así."
22 Ahora pues, he aquí, el SEÑOR ha puesto un espíritu de mentira en boca de estos tus profetas, pues el SEÑOR ha decretado el mal contra ti.
23 Entonces se acercó Sedequías, hijo de Quenaana, y golpeó a Micaías en la mejilla, y dijo: ¿Por qué camino se fue de mí el Espíritu del SEÑOR para hablarte a ti?
24 Y Micaías dijo: He aquí, tú lo verás el día cuando vayas de aposento en aposento tratando de esconderte.
25 Entonces el rey de Israel dijo: Tomad a Micaías y llevadlo a Amón, gobernador de la ciudad, y a Joás, hijo del rey,
26 y decid: "Así dice el rey: 'Poned a éste en la cárcel y sustentadlo con poco pan y poca agua hasta que yo regrese en paz.'"
27 Y Micaías dijo: Si en verdad regresas en paz, el SEÑOR no ha hablado por mí. Y añadió: Escuchad, pueblos todos.
28 Subieron, pues, el rey de Israel y Josafat, rey de Judá, a Ramot de Galaad.
29 Y el rey de Israel dijo a Josafat: Yo me disfrazaré para entrar en la batalla, pero tú ponte tus ropas reales. Se disfrazó, pues, el rey de Israel, y entraron en la batalla.
30 Y el rey de Aram había ordenado a los capitanes de sus carros, diciendo: No peleéis con chico ni con grande, sino sólo con el rey de Israel.
31 Y sucedió que cuando los capitanes de los carros vieron a Josafat, dijeron: Este es el rey de Israel. Y se volvieron para pelear contra él, pero Josafat clamó, y el SEÑOR lo ayudó, y Dios los apartó de él.
32 Y sucedió que cuando los capitanes de los carros vieron que no era el rey de Israel, dejaron de perseguirlo.
33 Pero cierto hombre disparó su arco al azar e hirió al rey de Israel por entre las junturas de la armadura; por lo cual dijo él al conductor del carro: Da la vuelta y sácame del combate, porque estoy gravemente herido.
34 Y la batalla arreció aquel día, y el rey de Israel se mantuvo en pie en su carro frente a los arameos hasta la tarde; y murió a la puesta del sol.
WLC
1 וַיְהִ֧י לִֽיהוֹשָׁפָ֛ט עֹ֥שֶׁר וְכָב֖וֹד לָרֹ֑ב וַיִּתְחַתֵּ֖ן לְאַחְאָֽב׃
2 וַיֵּ֤רֶד לְמִקֵּץ֙ שָׁנִ֔ים אֶל־אַחְאָ֖ב לְשֹׁמְר֑וֹן וַיִּזְבַּח־ל֨וֹ אַחְאָ֜ב צֹ֤אן וּבָקָר֙ לָרֹ֔ב וְלָעָ֖ם אֲשֶׁ֣ר עִמּ֑וֹ וַיְסִיתֵ֕הוּ לַעֲל֖וֹת אֶל־רָמ֥וֹת גִּלְעָֽד׃
3 וַיֹּ֨אמֶר אַחְאָ֧ב מֶֽלֶךְ־יִשְׂרָאֵ֛ל אֶל־יְהוֹשָׁפָ֥ט מֶֽלֶךְ־יְהוּדָ֖ה הֲתֵלֵ֣ךְ עִמִּ֑י רָמ֣וֹת גִּלְעָ֔ד וַיֹּ֣אמֶר ל֗וֹ כָּמ֤וֹנִי כָמ֙וֹךָ֙ וּכְעַמְּךָ֣ עַמִּ֔י וְעִמְּךָ֖ בַּמִּלְחָמָֽה׃
4 וַיֹּ֥אמֶר יְהוֹשָׁפָ֖ט אֶל־מֶ֣לֶךְ יִשְׂרָאֵ֑ל דְּרָשׁ־נָ֥א כַיּ֖וֹם אֶת־דְּבַ֥ר יְהוָֽה׃
5 וַיִּקְבֹּץ֩ מֶ֨לֶךְ יִשְׂרָאֵ֤ל אֶת־הַנְּבִיאִים֙ אַרְבַּ֣ע מֵא֣וֹת אִ֔ישׁ וַיֹּ֣אמֶר אֲלֵהֶ֗ם הֲנֵלֵ֞ךְ אֶל־רָמ֥וֹת גִּלְעָ֛ד לַמִּלְחָמָ֖ה אִם־אֶחְדָּ֑ל וַיֹּ֣אמְר֔וּ עֲלֵ֕ה וְיִתֵּ֥ן אֱלֹהִ֖ים בְּיַ֥ד הַמֶּֽלֶךְ׃
6 וַיֹּ֣אמֶר יְהוֹשָׁפָ֔ט הַאֵ֨ין פֹּ֧ה נָבִ֛יא לַיהוָ֖ה ע֑וֹד וְנִדְרְשָׁ֖ה מֵאוֹתֽוֹ׃
7 וַיֹּ֨אמֶר מֶֽלֶךְ־יִשְׂרָאֵ֜ל אֶל־יְהוֹשָׁפָ֗ט ע֣וֹד אִישׁ־אֶחָ֗ד לִדְר֤וֹשׁ אֶת־יְהוָה֙ מֵאוֹת֔וֹ וַאֲנִ֣י שְׂנֵאתִ֔יו כִּֽי־אֵינֶ֞נּוּ מִתְנַבֵּ֧א עָלַ֛י לְט֖וֹב כִּ֣י לְרָ֑ע כָּל־יָמָ֕יו ה֖וּא מִיכָ֥יְהוּ בֶן־יִמְלָֽא׃ וַיֹּ֙אמֶר֙ יְהוֹשָׁפָ֔ט אַל־יֹאמַ֥ר הַמֶּ֖לֶךְ כֵּֽן׃
8 וַיִּקְרָ֞א מֶ֤לֶךְ יִשְׂרָאֵל֙ אֶל־סָרִ֣יס אֶחָ֔ד וַיֹּ֕אמֶר מַהֲרָ֖ה מִיכָ֥יְהוּ בֶן־יִמְלָֽא׃
9 וּמֶ֣לֶךְ יִשְׂרָאֵ֣ל וִֽיהוֹשָׁפָ֣ט מֶֽלֶךְ־יְהוּדָ֡ה יֹשְׁבִ֣ים אִ֣ישׁ עַל־כִּסְא֡וֹ מְלֻבָּשִׁ֣ים בְּגָדִ֣ים וְהֵ֣ם יֹשְׁבִ֣ים בְּגֹ֣רֶן פֶּ֣תַח שַׁ֣עַר שֹׁמְר֑וֹן וְכָל־הַנְּבִיאִ֔ים מִתְנַבְּאִ֖ים לִפְנֵיהֶֽם׃
10 וַיַּ֨עַשׂ ל֜וֹ צִדְקִיָּ֧הוּ בֶן־כְּנַעֲנָ֛ה קַרְנֵ֥י בַרְזֶ֖ל וַיֹּ֑אמֶר כֹּֽה־אָמַ֤ר יְהוָה֙ בְּאֵ֣לֶּה תְנַגַּ֣ח אֶת־אֲרָ֔ם עַד־כַּלֹּתָֽם׃
11 וְכָל־הַנְּבִיאִ֔ים נִבְּאִ֥ים כֵּ֖ן לֵאמֹ֑ר עֲלֵ֞ה רָמ֤וֹת גִּלְעָד֙ וְהַצְלַ֔ח וְנָתַ֥ן יְהוָ֖ה בְּיַ֥ד הַמֶּֽלֶךְ׃
12 וְהַמַּלְאָ֞ךְ אֲשֶׁר־הָלַ֣ךְ לִקְרֹא֮ לְמִיכָ֣יְהוּ דִּבֶּ֣ר אֵלָיו֮ לֵאמֹר֒ הִנֵּ֨ה דִבְרֵ֤י הַנְּבִיאִים֙ פֶּ֣ה אֶחָ֔ד ט֖וֹב אֶל־הַמֶּ֑לֶךְ וִיהִי־נָ֧א דְבָרְךָ֛ כְּאַחַ֥ד מֵהֶ֖ם וְדִבַּרְתָּ֥ טּֽוֹב׃
13 וַיֹּ֖אמֶר מִיכָ֑יְהוּ חַי־יְהוָ֕ה כִּ֛י אֶת־אֲשֶׁר־יֹאמַ֥ר אֱלֹהַ֖י אֹת֥וֹ אֲדַבֵּֽר׃
14 וַיָּבוֹא֮ אֶל־הַמֶּלֶךְ֒ וַיֹּ֨אמֶר הַמֶּ֜לֶךְ אֵלָ֗יו מִיכָ֙יְהוּ֙ הֲנֵלֵ֞ךְ אֶל־רָמ֥וֹת גִּלְעָ֛ד לַמִּלְחָמָ֖ה אִם־אֶחְדָּ֑ל וַיֹּ֤אמֶר עֲלוּ֙ וְהַצְלִ֔יחוּ וְיִנָּתְנ֖וּ בְּיֶדְכֶֽם׃
15 וַיֹּ֤אמֶר אֵלָיו֙ הַמֶּ֔לֶךְ עַד־כַּמֶּ֥ה פְעָמִ֖ים אֲנִ֣י מַשְׁבִּעֶ֑ךָ אֲשֶׁ֧ר לֹֽא־תְדַבֵּ֛ר אֵלַ֖י רַק־אֱמֶ֥ת בְּשֵֽׁם־יְהוָֽה׃
16 וַיֹּ֗אמֶר רָאִ֤יתִי אֶת־כָּל־יִשְׂרָאֵל֙ נְפוּצִ֣ים עַל־הֶֽהָרִ֔ים כַּצֹּ֖אן אֲשֶׁ֣ר אֵין־לָהֶ֣ם רֹעֶ֑ה וַיֹּ֤אמֶר יְהוָה֙ לֹא־אֲדוֹנִ֣ים לָאֵ֔לֶּה יָשׁ֥וּבוּ אִישׁ־לְבֵית֖וֹ בְּשָׁלֽוֹם׃
17 וַיֹּ֤אמֶר מֶֽלֶךְ־יִשְׂרָאֵל֙ אֶל־יְה֣וֹשָׁפָ֔ט הֲל֤וֹא אָמַ֙רְתִּי֙ אֵלֶ֔יךָ לֹֽא־יִתְנַבֵּ֥א עָלַ֛י ט֖וֹב כִּ֥י אִם־רָֽע׃
18 וַיֹּ֕אמֶר לָכֵ֖ן שִׁמְע֣וּ דְבַר־יְהוָ֑ה רָאִ֤יתִי אֶת־יְהוָה֙ יוֹשֵׁ֣ב עַל־כִּסְא֔וֹ וְכָל־צְבָ֤א הַשָּׁמַ֙יִם֙ עֹמְדִ֔ים עַל־יְמִינ֖וֹ וּשְׂמֹאלֽוֹ׃
19 וַיֹּ֣אמֶר יְהוָ֗ה מִ֤י יְפַתֶּה֙ אֶת־אַחְאָ֣ב מֶֽלֶךְ־יִשְׂרָאֵ֔ל וְיַ֕עַל וְיִפֹּ֖ל בְּרָמ֣וֹת גִּלְעָ֑ד וַיֹּ֤אמֶר זֶה֙ בְּכֹ֔ה וְזֶ֥ה אֹמֵ֖ר בְּכֹֽה׃
20 וַיֵּצֵ֣א הָר֗וּחַ וַֽיַּעֲמֹד֙ לִפְנֵ֣י יְהוָ֔ה וַיֹּ֖אמֶר אֲנִ֣י אֲפַתֶּ֑נּוּ וַיֹּ֧אמֶר יְהוָ֛ה אֵלָ֖יו בַּמָּֽה׃
21 וַיֹּ֗אמֶר אֵצֵא֙ וְהָיִ֙יתִי֙ ר֣וּחַ שֶׁ֔קֶר בְּפִ֖י כָּל־נְבִיאָ֑יו וַיֹּ֧אמֶר תְּפַתֶּ֛ה וְגַם־תּוּכַ֖ל צֵ֥א וַעֲשֵׂה־כֵֽן׃
22 וְעַתָּ֗ה הִנֵּ֨ה נָתַ֤ן יְהוָה֙ ר֣וּחַ שֶׁ֔קֶר בְּפִ֖י נְבִיאֶ֣יךָ אֵ֑לֶּה וַֽיהוָ֛ה דִּבֶּ֥ר עָלֶ֖יךָ רָעָֽה׃
23 וַיִּגַּ֗שׁ צִדְקִיָּ֙הוּ֙ בֶּן־כְּנַעֲנָ֔ה וַיַּ֥ךְ אֶת־מִיכָ֖יְהוּ עַל־הַלֶּ֑חִי וַיֹּ֗אמֶר אֵי־זֶ֨ה הַדֶּ֧רֶךְ עָבַ֛ר רֽוּחַ־יְהוָ֖ה מֵאִתִּ֥י לְדַבֵּ֥ר אוֹתָֽךְ׃
24 וַיֹּ֣אמֶר מִיכָ֔יְהוּ הִנְּךָ֥ רֹאֶ֖ה בַּיּ֣וֹם הַה֑וּא אֲשֶׁ֧ר תָּבֹ֛א חֶ֥דֶר בְּחֶ֖דֶר לְהֵחָבֵֽא׃
25 וַיֹּ֣אמֶר מֶֽלֶךְ־יִשְׂרָאֵ֗ל קְח֤וּ אֶת־מִיכָ֙יְהוּ֙ וַהֲשִׁיבֻ֔הוּ אֶל־אָמ֖וֹן שַׂ֣ר הָעִ֑יר וְאֶל־יוֹאָ֖שׁ בֶּן־הַמֶּֽלֶךְ׃
26 וַאֲמַרְתֶּ֗ם כֹּ֚ה אָמַ֣ר הַמֶּ֔לֶךְ שִׂ֥ימוּ אֶת־זֶ֖ה בֵּ֣ית הַכֶּ֑לֶא וְהַאֲכִילֻ֨הוּ לֶ֤חֶם לַ֙חַץ֙ וּמַ֣יִם לַ֔חַץ עַ֖ד שׁוּבִ֥י בְשָׁלֽוֹם׃
27 וַיֹּ֣אמֶר מִיכָ֔יְהוּ אִם־שׁ֥וֹב תָּשׁ֖וּב בְּשָׁל֑וֹם לֹא־דִבֶּ֥ר יְהוָ֖ה בִּ֑י וַיֹּ֖אמֶר שִׁמְע֥וּ עַמִּ֖ים כֻּלָּֽם׃
28 וַיַּ֗עַל מֶ֤לֶךְ יִשְׂרָאֵל֙ וִיהוֹשָׁפָ֣ט מֶֽלֶךְ־יְהוּדָ֔ה אֶל־רָמ֖וֹת גִּלְעָֽד׃
29 וַיֹּ֨אמֶר מֶֽלֶךְ־יִשְׂרָאֵ֜ל אֶל־יְהוֹשָׁפָ֗ט הִתְחַפֵּשׂ֙ וָבֹ֣א בַמִּלְחָמָ֔ה וְאַתָּ֖ה לְבַ֣שׁ בְּגָדֶ֑יךָ וַיִּתְחַפֵּשׂ֙ מֶ֣לֶךְ יִשְׂרָאֵ֔ל וַיָּבֹ֖אוּ בַּמִּלְחָמָֽה׃
30 וּמֶ֣לֶךְ אֲרָ֡ם צִוָּה֩ אֶת־שָׂרֵ֨י הָרֶ֤כֶב אֲשֶׁר־לוֹ֙ לֵאמֹ֔ר לֹ֤א תִלָּֽחֲמוּ֙ אֶת־קָטֹ֣ן וְאֶת־גָּד֔וֹל כִּ֛י אִם־אֶת־מֶ֥לֶךְ יִשְׂרָאֵ֖ל לְבַדּֽוֹ׃
31 וַיְהִ֡י כִּרְא֣וֹת שָׂרֵי֩ הָרֶ֨כֶב אֶת־יְהוֹשָׁפָ֜ט וְהֵ֣מָּה אָמְר֗וּ מֶ֤לֶךְ יִשְׂרָאֵל֙ ה֔וּא וַיָּסֹ֥בּוּ עָלָ֖יו לְהִלָּחֵ֑ם וַיִּזְעַ֣ק יְהוֹשָׁפָ֗ט וַֽיהוָה֙ עֲזָר֔וֹ וַיְסִיתֵ֥ם אֱלֹהִ֖ים מִמֶּֽנּוּ׃
32 וַיְהִ֗י כִּרְא֤וֹת שָׂרֵי֙ הָרֶ֔כֶב כִּ֛י לֹא־מֶ֥לֶךְ יִשְׂרָאֵ֖ל ה֑וּא וַיָּשׁ֖וּבוּ מֵאַחֲרָֽיו׃
33 וְאִ֗ישׁ מָשַׁ֤ךְ בַּקֶּ֙שֶׁת֙ לְתֻמּ֔וֹ וַיַּךְ֙ אֶת־מֶ֣לֶךְ יִשְׂרָאֵ֔ל בֵּ֥ין הַדְּבָקִ֖ים וּבֵ֣ין הַשִּׁרְיָ֑ן וַיֹּ֣אמֶר לָרַכָּ֗ב הֲפֹ֤ךְ יָֽדְךָ֙ וְהוֹצִיאֵ֣נִי מִן־הַֽמַּחֲנֶ֔ה כִּ֖י הָחֳלֵֽיתִי׃
34 וַתַּ֤עַל הַמִּלְחָמָה֙ בַּיּ֣וֹם הַה֔וּא וּמֶ֣לֶךְ יִשְׂרָאֵ֗ל הָיָ֨ה מָעֳמָ֧ד בַּמֶּרְכָּבָ֛ה נֹ֥כַח אֲרָ֖ם עַד־הָעָ֑רֶב וַיָּ֖מָת לְעֵ֥ת בּ֥וֹא הַשָּֽׁמֶשׁ׃
Capítulo 19
Jehú reprende a Josafat
LBLA
1 Josafat, rey de Judá, regresó en paz a su casa en Jerusalén.
2 Y salió a su encuentro el vidente Jehú, hijo de Hananí, y dijo al rey Josafat: ¿Al impío das ayuda, y amas a los que aborrecen al SEÑOR? Por esto ha venido sobre ti la ira del SEÑOR.
3 Pero se han hallado cosas buenas en ti, porque has quitado las Aseras de la tierra y has dispuesto tu corazón para buscar a Dios.
4 Josafat habitó en Jerusalén y salió de nuevo entre el pueblo desde Beerseba hasta la región montañosa de Efraín, y los hizo volver al SEÑOR, Dios de sus padres.
5 Estableció jueces en la tierra, en todas las ciudades fortificadas de Judá, ciudad por ciudad.
6 Y dijo a los jueces: Mirad lo que hacéis, porque no juzgáis en lugar del hombre, sino en lugar del SEÑOR que está con vosotros cuando juzgáis.
7 Ahora pues, que el temor del SEÑOR esté sobre vosotros; tened cuidado de lo que hacéis, porque no hay injusticia en el SEÑOR nuestro Dios, ni acepción de personas, ni soborno.
8 En Jerusalén también puso Josafat algunos de los levitas, de los sacerdotes y de los jefes de las casas paternas de Israel, para el juicio del SEÑOR y para las disputas entre los habitantes de Jerusalén.
9 Entonces les ordenó, diciendo: Así haréis en el temor del SEÑOR, con fidelidad y con corazón íntegro.
10 Cualquier pleito que venga a vosotros de parte de vuestros hermanos que habitan en sus ciudades, entre sangre y sangre, entre ley y mandamiento, estatutos y ordenanzas, los amonestaréis para que no sean culpables delante del SEÑOR, y no venga ira sobre vosotros y sobre vuestros hermanos. Así haréis para que no seáis culpables.
11 He aquí, Amarías, el sumo sacerdote, estará sobre vosotros en todo asunto del SEÑOR; y Zebadías, hijo de Ismael, jefe de la casa de Judá, en todos los asuntos del rey; también los levitas servirán delante de vosotros como oficiales. Esforzaos y obrad, y que el SEÑOR esté con el bueno.
WLC
1 וַיָּ֧שָׁב יְהוֹשָׁפָ֛ט מֶ֥לֶךְ יְהוּדָ֖ה אֶל־בֵּית֥וֹ בְשָׁל֖וֹם לִירוּשָׁלִָֽם׃
2 וַיֵּצֵ֨א אֶל־פָּנָ֜יו יֵה֣וּא בֶן־חֲנָנִי֮ הָרֹאֶה֒ וַיֹּ֣אמֶר אֶל־הַמֶּ֣לֶךְ יְהוֹשָׁפָ֗ט הֲלָרָשָׁ֤ע לַעְזֹר֙ וּלְשֹׂנְאֵ֤י יְהוָה֙ תֶּאֱהָ֔ב וּבְזֹ֕את עָלֶ֥יךָ קֶ֖צֶף מִלִּפְנֵ֥י יְהוָֽה׃
3 אֲבָ֕ל דְּבָרִ֥ים טוֹבִ֖ים נִמְצְא֣וּ עִמָּ֑ךְ כִּֽי־בִעַ֤רְתָּ הָאֲשֵׁרוֹת֙ מִן־הָאָ֔רֶץ וַהֲכִינ֥וֹתָ לְבָבְךָ֖ לִדְר֥וֹשׁ הָאֱלֹהִֽים׃
4 וַיֵּ֥שֶׁב יְהוֹשָׁפָ֖ט בִּירוּשָׁלִָ֑ם וַיֵּצֵ֨א שׁ֜וּב בָּעָ֗ם מִבְּאֵ֤ר שֶׁ֙בַע֙ עַד־הַ֣ר אֶפְרַ֔יִם וַיְשִׁיבֵ֕ם אֶל־יְהוָ֖ה אֱלֹהֵ֥י אֲבוֹתֵיהֶֽם׃
5 וַיַּעֲמֵ֤ד שֹׁפְטִים֙ בָּאָ֔רֶץ בְּכָל־עָרֵ֧י יְהוּדָ֛ה הַבְּצֻר֖וֹת לְעִ֥יר וָעִֽיר׃
6 וַיֹּ֣אמֶר אֶל־הַשֹּׁפְטִ֗ים רְאוּ֙ מָֽה־אַתֶּ֣ם עֹשִׂ֔ים כִּ֛י לֹ֥א לָאָדָ֖ם תִּשְׁפְּט֑וּ כִּ֚י לַיהוָ֔ה וְעִמָּכֶ֖ם בִּדְבַ֥ר מִשְׁפָּֽט׃
7 וְעַתָּ֗ה יְהִ֤י פַֽחַד־יְהוָה֙ עֲלֵיכֶ֔ם שִׁמְר֣וּ וַעֲשׂ֔וּ כִּֽי־אֵ֞ין עִם־יְהוָ֣ה אֱלֹהֵ֗ינוּ עַוְלָ֛ה וּמַשֹּׂ֥א פָנִ֖ים וּמִקַּח־שֹֽׁחַד׃
8 וְגַ֣ם בִּירוּשָׁלִַ֡ם הֶעֱמִ֣יד יְהוֹשָׁפָ֣ט מִן־הַלְוִיִּ֣ם וְהַכֹּהֲנִ֣ים וּמֵרָאשֵׁ֣י הָאָב֣וֹת לְיִשְׂרָאֵ֗ל לְמִשְׁפַּ֤ט יְהוָה֙ וְלָרִ֔יב וַיָּשֻׁ֖בוּ יְרוּשָׁלִָֽם׃
9 וַיְצַ֥ו עֲלֵיהֶ֖ם לֵאמֹ֑ר כֹּ֤ה תַעֲשׂוּן֙ בְּיִרְאַ֣ת יְהוָ֔ה בֶּאֱמוּנָ֖ה וּבְלֵבָ֥ב שָׁלֵֽם׃
10 וְכָל־רִ֣יב אֲשֶׁר־יָבֹ֣וא עֲ֠לֵיכֶם מֵאֲחֵיכֶ֨ם הַיֹּשְׁבִ֤ים בְּעָרֵיהֶם֙ בֵּֽין־דָּ֣ם לְדָ֔ם בֵּין־תּוֹרָ֣ה לְמִצְוָ֔ה לְחֻקִּ֖ים וּלְמִשְׁפָּטִ֑ים וְהִזְהַרְתֶּ֣ם אֹתָ֗ם וְלֹ֤א יֶאְשְׁמוּ֙ לַיהוָ֔ה וְהָיָ֤ה קֶ֙צֶף֙ עֲלֵיכֶ֣ם וְעַל־אֲחֵיכֶ֔ם כֹּ֥ה תַעֲשׂ֖וּן וְלֹ֥א תֶאְשָֽׁמוּ׃
11 וְהִנֵּ֡ה אֲמַרְיָ֣הוּ כֹהֵן֩ הָרֹ֨אשׁ עֲלֵיכֶ֜ם לְכֹ֣ל דְּבַר־יְהוָ֗ה וּזְבַדְיָ֧הוּ בֶן־יִשְׁמָעֵ֛אל הַנָּגִ֥יד לְבֵֽית־יְהוּדָ֖ה לְכֹ֣ל דְּבַר־הַמֶּ֑לֶךְ וְשֹׁטְרִ֣ים הַלְוִיִּ֗ם לִפְנֵיכֶ֛ם חִזְק֥וּ וַעֲשׂ֖וּ וִיהִ֥י יְהוָ֖ה עִם־הַטּֽוֹב׃
Capítulo 20
Victoria de Josafat sobre Moab y Amón
LBLA
1 Y sucedió después de esto, que los hijos de Moab y los hijos de Amón, junto con algunos de los meunitas, vinieron a pelear contra Josafat.
2 Entonces vinieron algunos y dieron aviso a Josafat, diciendo: Una gran multitud viene contra ti del otro lado del mar, de Aram; y he aquí están en Hazezon-tamar, que es En-gadi.
3 Y Josafat tuvo temor, y se dispuso a buscar al SEÑOR, y proclamó ayuno en todo Judá.
4 Se reunió Judá para buscar ayuda del SEÑOR; aun de todas las ciudades de Judá vinieron a buscar al SEÑOR.
5 Entonces Josafat se puso en pie en la asamblea de Judá y de Jerusalén, en la casa del SEÑOR, delante del atrio nuevo,
6 y dijo: Oh SEÑOR, Dios de nuestros padres, ¿no eres tú Dios en los cielos? ¿No gobiernas tú sobre todos los reinos de las naciones? En tu mano están el poder y la fortaleza, y no hay quien te pueda resistir.
7 ¿No fuiste tú, Dios nuestro, el que echaste a los habitantes de esta tierra delante de tu pueblo Israel, y la diste para siempre a los descendientes de Abraham tu amigo?
8 Y ellos habitaron en ella y edificaron en ella un santuario a tu nombre, diciendo:
9 "Si viene sobre nosotros mal, espada, juicio, pestilencia o hambre, nos presentaremos delante de esta casa y delante de ti (pues tu nombre está en esta casa), y clamaremos a ti en nuestra angustia, y tú nos oirás y nos salvarás."
10 Ahora pues, he aquí los hijos de Amón, de Moab y del monte Seir, por cuya tierra no permitiste que pasara Israel cuando venían de la tierra de Egipto, sino que se apartaron de ellos y no los destruyeron,
11 he aquí cómo nos recompensan, viniendo a arrojarnos de la posesión que tú nos has dado en heredad.
12 Oh Dios nuestro, ¿no los juzgarás? Porque nosotros no tenemos fuerza ante esta gran multitud que viene contra nosotros, y no sabemos qué hacer; mas nuestros ojos están puestos en ti.
13 Y todo Judá estaba en pie delante del SEÑOR, con sus pequeños, sus mujeres y sus hijos.
14 Entonces vino el Espíritu del SEÑOR en medio de la asamblea sobre Jahaziel, hijo de Zacarías, hijo de Benaías, hijo de Jeiel, hijo de Matanías, levita de los hijos de Asaf,
15 y dijo: Escuchad, todo Judá y habitantes de Jerusalén, y tú, rey Josafat: así os dice el SEÑOR: "No temáis ni os amedrentéis a causa de esta gran multitud, porque la batalla no es vuestra sino de Dios.
16 Mañana descended contra ellos; he aquí, ellos subirán por la cuesta de Sis, y los hallaréis al final del valle, frente al desierto de Jeruel.
17 No necesitaréis pelear en esta batalla; apostáos, estad quietos, y ved la salvación del SEÑOR que está con vosotros. Oh Judá y Jerusalén, no temáis ni desmayéis; salid mañana contra ellos, porque el SEÑOR estará con vosotros."
18 Entonces Josafat se inclinó rostro en tierra, y asimismo todo Judá y los habitantes de Jerusalén se postraron delante del SEÑOR, adorando al SEÑOR.
19 Y se levantaron los levitas de los hijos de Coat y de los hijos de Coré para alabar al SEÑOR, Dios de Israel, con voz muy fuerte hacia arriba.
20 Se levantaron muy de mañana y salieron al desierto de Tecoa; y cuando partían, Josafat se puso en pie y dijo: Oídme, Judá y habitantes de Jerusalén: Confiad en el SEÑOR vuestro Dios, y estaréis seguros. Confiad en sus profetas, y seréis prosperados.
21 Después de consultar con el pueblo, designó a los que habían de cantar al SEÑOR y alabar la hermosura de la santidad, mientras salían delante del ejército y decían: Dad gracias al SEÑOR, porque para siempre es su misericordia.
22 Cuando comenzaron a entonar cánticos y alabanzas, el SEÑOR puso emboscadas contra los hijos de Amón, de Moab y del monte Seir, que habían venido contra Judá, y fueron derrotados.
23 Porque los hijos de Amón y de Moab se levantaron contra los habitantes del monte Seir para matarlos y destruirlos completamente; y cuando acabaron con los habitantes de Seir, se ayudaron unos a otros para su mutua destrucción.
24 Cuando Judá llegó a la torre del vigía hacia el desierto, miraron hacia la multitud, y he aquí, eran cadáveres tendidos en tierra, y ninguno había escapado.
25 Y cuando Josafat y su pueblo fueron a despojarlos, hallaron entre ellos muchas riquezas, vestidos y objetos preciosos que tomaron para sí, más de lo que podían cargar. Y estuvieron tres días recogiendo el botín, porque era mucho.
26 Al cuarto día se congregaron en el valle de Beraca, porque allí bendijeron al SEÑOR; por eso llamaron a aquel lugar el valle de Beraca hasta hoy.
27 Y todos los hombres de Judá y de Jerusalén regresaron con Josafat a la cabeza, tornando a Jerusalén con gozo, porque el SEÑOR les había dado gozo sobre sus enemigos.
28 Vinieron a Jerusalén con arpas, liras y trompetas, a la casa del SEÑOR.
29 Y el terror de Dios vino sobre todos los reinos de aquellas tierras cuando oyeron que el SEÑOR había peleado contra los enemigos de Israel.
30 Y el reino de Josafat tuvo paz, porque su Dios le dio reposo por todos lados.
31 Así reinó Josafat sobre Judá. Tenía treinta y cinco años cuando comenzó a reinar, y reinó veinticinco años en Jerusalén. El nombre de su madre era Azuba, hija de Silhi.
32 Y anduvo en el camino de su padre Asa, sin apartarse de él, haciendo lo recto ante los ojos del SEÑOR.
33 Sin embargo, los lugares altos no fueron quitados, pues el pueblo aún no había dirigido firmemente su corazón al Dios de sus padres.
34 Los demás hechos de Josafat, desde el primero hasta el último, he aquí están escritos en las crónicas de Jehú, hijo de Hananí, las cuales están registradas en el libro de los reyes de Israel.
35 Después de esto Josafat, rey de Judá, se alió con Ocozías, rey de Israel, el cual obró impíamente.
36 Se alió con él para construir naves que fueran a Tarsis; y construyeron las naves en Ezión-geber.
37 Entonces Eliezer, hijo de Dodava de Maresa, profetizó contra Josafat, diciendo: Por cuanto te has aliado con Ocozías, el SEÑOR destruirá tus obras. Y las naves se rompieron y no pudieron ir a Tarsis.
WLC
1 וַיְהִ֣י אַֽחֲרֵי־כֵ֡ן בָּ֣אוּ בְנֵי־מוֹאָ֣ב וּבְנֵי־עַמּוֹן֩ וְעִמָּהֶ֨ם מֵהָעַמּוֹנִ֧ים עַל־יְהוֹשָׁפָ֛ט לַמִּלְחָמָֽה׃
2 וַיָּבֹ֗אוּ וַיַּגִּ֤ידוּ לִֽיהוֹשָׁפָט֙ לֵאמֹ֔ר בָּ֣א עָלֶ֧יךָ הָמ֛וֹן רָ֖ב מֵעֵ֣בֶר לַיָּ֑ם מֵאֲרָ֗ם וְהִנָּם֙ בְּחַֽצְצ֣וֹן תָּמָ֔ר הִ֖יא עֵ֥ין גֶּֽדִי׃
3 וַיִּרָ֖א וַיִּתֵּ֧ן יְהוֹשָׁפָ֛ט אֶת־פָּנָ֖יו לִדְר֣וֹשׁ לַיהוָ֑ה וַיִּקְרָא־צ֖וֹם עַל־כָּל־יְהוּדָֽה׃
4 וַיִּקָּבְצ֣וּ יְהוּדָ֔ה לְבַקֵּ֖שׁ מֵיְהוָ֑ה גַּ֚ם מִכָּל־עָרֵ֣י יְהוּדָ֔ה בָּ֖אוּ לְבַקֵּ֥שׁ אֶת־יְהוָֽה׃
5 וַיַּעֲמֹ֣ד יְהוֹשָׁפָ֗ט בִּקְהַ֤ל יְהוּדָה֙ וִיר֣וּשָׁלִַ֔ם בְּבֵ֖ית יְהוָ֑ה לִפְנֵ֖י הֶחָצֵ֥ר הַחֲדָשָֽׁה׃
6 וַיֹּאמַ֗ר יְהוָ֞ה אֱלֹהֵ֤י אֲבֹתֵ֙ינוּ֙ הֲלֹ֨א אַתָּ֤ה הוּא֙ אֱלֹהִ֣ים בַּשָּׁמַ֔יִם וְאַתָּ֣ה מוֹשֵׁ֔ל בְּכֹ֖ל מַמְלְכ֣וֹת הַגּוֹיִ֑ם וּבְיָדְךָ֙ כֹּ֣חַ וּגְבוּרָ֔ה וְאֵ֥ין עִמְּךָ֖ לְהִתְיַצֵּֽב׃
7 הֲלֹ֣א אַתָּ֣ה אֱלֹהֵ֡ינוּ הוֹרַ֜שְׁתָּ אֶת־יֹשְׁבֵ֨י הָאָ֤רֶץ הַזֹּאת֙ מִלִּפְנֵ֣י עַמְּךָ֣ יִשְׂרָאֵ֔ל וַֽתִּתְּנָ֖הּ לְזֶ֥רַע אַבְרָהָ֖ם אֹהַבְךָ֥ לְעוֹלָֽם׃
8 וַיֵּ֣שְׁבוּ בָ֔הּ וַיִּבְנ֨וּ לְךָ֧ בָ֛הּ מִקְדָּ֖שׁ לְשִׁמְךָ֥ לֵאמֹֽר׃
9 אִם־תָּב֨וֹא עָלֵ֜ינוּ רָעָ֗ה חֶרֶב֮ שְׁפוֹט֮ וְדֶ֣בֶר וְרָעָב֒ נַֽעַמְדָ֞ה לִפְנֵ֨י הַבַּ֤יִת הַזֶּה֙ וּלְפָנֶ֔יךָ כִּ֥י שִׁמְךָ֖ בַּבַּ֣יִת הַזֶּ֑ה וְנִזְעַ֥ק אֵלֶ֛יךָ מִצָּרָתֵ֖נוּ וְתִשְׁמַ֥ע וְתוֹשִֽׁיעַ׃
10 וְעַתָּ֗ה הִנֵּ֤ה בְנֵֽי־עַמּוֹן֙ וּמוֹאָ֣ב וְהַר־שֵׂעִ֔יר אֲ֠שֶׁר לֹֽא־נָתַ֧תָּה לְיִשְׂרָאֵ֛ל לָבוֹא־בָהֶ֖ם בְּבֹאָ֣ם מֵאֶ֣רֶץ מִצְרָ֑יִם כִּ֛י סָ֥רוּ מֵעֲלֵיהֶ֖ם וְלֹ֥א הִשְׁמִידֽוּם׃
11 וְהִנֵּה־הֵ֖ם גֹּמְלִ֣ים עָלֵ֑ינוּ לָבוֹא֙ לְגָרְשֵׁ֣נוּ מִיְּרֻשָּׁתְךָ֔ אֲשֶׁ֥ר הִנְחַלְתָּ֖נוּ׃
12 אֱלֹהֵ֙ינוּ֙ הֲלֹ֣א תִשְׁפָּט־בָּ֔ם כִּ֣י אֵ֧ין בָּ֛נוּ כֹ֖חַ לִפְנֵ֣י הֶהָמ֣וֹן הָרָ֣ב הַזֶּ֗ה הַבָּ֣א עָלֵ֔ינוּ וַאֲנַ֖חְנוּ לֹ֣א נֵדַ֑ע מַה־נַּעֲשֶׂ֔ה כִּ֥י עָלֶ֖יךָ עֵינֵֽינוּ׃
13 וְכָל־יְהוּדָ֖ה עֹמְדִ֣ים לִפְנֵי־יְהוָ֑ה גַּם־טַפָּ֥ם נְשֵׁיהֶ֖ם וּבְנֵיהֶֽם׃
14 וְיַחֲזִיאֵ֣ל בֶּן־זְכַרְיָ֣הוּ בֶן־בְּנָיָ֣ה בֶן־יְעִיאֵ֣ל בֶּן־מַתַּנְיָ֡ה הַלֵּוִי֩ מִן־בְּנֵ֨י אָסָ֜ף הָיְתָ֧ה עָלָ֛יו ר֥וּחַ יְהוָ֖ה בְּת֥וֹךְ הַקָּהָֽל׃
15 וַיֹּ֗אמֶר הַקְשִׁ֤יבוּ כָל־יְהוּדָה֙ וְיֹשְׁבֵ֣י יְרוּשָׁלִַ֔ם וְהַמֶּ֖לֶךְ יְהוֹשָׁפָ֑ט כֹּֽה־אָמַ֨ר יְהוָ֜ה לָכֶ֗ם אַ֠תֶּם אַל־תִּירְא֤וּ וְאַל־תֵּחַ֙תּוּ֙ מִפְּנֵ֨י הֶהָמ֤וֹן הָרָב֙ הַזֶּ֔ה כִּ֣י לֹ֥א לָכֶ֛ם הַמִּלְחָמָ֖ה כִּ֥י לֵאלֹהִֽים׃
16 מָחָר֙ רְד֣וּ עֲלֵיהֶ֔ם הִנָּם֙ עֹלִ֣ים בְּמַעֲלֵ֣ה הַצִּ֔יץ וּמְצָאתֶ֥ם אֹתָ֖ם בְּס֣וֹף הַנָּ֑חַל פְּנֵ֖י מִדְבַּ֥ר יְרוּאֵֽל׃
17 לֹ֣א לָכֶ֞ם לְהִלָּחֵ֣ם בָּזֹ֗את הִתְיַצְּב֤וּ עִמְדוּ֙ וּרְא֞וּ אֶת־יְשׁוּעַ֤ת יְהוָה֙ עִמָּכֶ֔ם יְהוּדָ֖ה וִיר֣וּשָׁלִָ֑ם אַל־תִּירְא֤וּ וְאַל־תֵּחַ֙תּוּ֙ מָחָר֙ צְא֣וּ לִפְנֵיהֶ֔ם וַיהוָ֖ה עִמָּכֶֽם׃
18 וַיִּקֹּ֧ד יְהוֹשָׁפָ֛ט אַפַּ֖יִם אָ֑רְצָה וְכָל־יְהוּדָ֞ה וְיֹשְׁבֵ֣י יְרוּשָׁלִַ֗ם נָפְלוּ֙ לִפְנֵ֣י יְהוָ֔ה לְהִשְׁתַּחֲוֹ֖ת לַיהוָֽה׃
19 וַיָּקֻ֧מוּ הַלְוִיִּ֛ם מִן־בְּנֵ֥י הַקְּהָתִ֖ים וּמִן־בְּנֵ֣י הַקָּרְחִ֑ים לְהַלֵּ֗ל לַיהוָ֛ה אֱלֹהֵ֥י יִשְׂרָאֵ֖ל בְּק֥וֹל גָּד֖וֹל לְמָֽעְלָה׃
20 וַיַּשְׁכִּ֣ימוּ בַבֹּ֔קֶר וַיֵּצְא֖וּ לְמִדְבַּ֣ר תְּק֑וֹעַ וּבְצֵאתָ֞ם עָמַ֣ד יְהוֹשָׁפָ֗ט וַיֹּ֙אמֶר֙ שְׁמָע֤וּנִי יְהוּדָה֙ וְיֹשְׁבֵ֣י יְרוּשָׁלִַ֔ם הַאֲמִ֙ינוּ֙ בַּיהוָ֣ה אֱלֹֽהֵיכֶ֔ם וְתֵאָמֵ֑נוּ הַאֲמִ֥ינוּ בִנְבִיאָ֖יו וְהַצְלִֽיחוּ׃
21 וַיִּוָּעַץ֙ אֶל־הָעָ֔ם וַיַּעֲמֵ֤ד מְשֹֽׁרְרִים֙ לַיהוָ֔ה וּמְהַֽלְלִ֖ים לְהַדְרַת־קֹ֑דֶשׁ בְּצֵ֤את לִפְנֵי֙ הֶֽחָל֔וּץ וְאֹמְרִ֗ים הוֹד֤וּ לַיהוָה֙ כִּ֣י לְעוֹלָ֔ם חַסְדּֽוֹ׃
22 וּבְעֵ֤ת הֵחֵ֙לּוּ֙ בְּרִנָּ֣ה וּתְהִלָּ֔ה נָתַ֣ן יְהוָ֗ה מְאָֽרְבִים֙ עַל־בְּנֵ֣י עַמּ֔וֹן מוֹאָ֖ב וְהַר־שֵׂעִ֑יר הַבָּאִ֥ים לִֽיהוּדָ֖ה וַיִּנָּגֵֽפוּ׃
23 וַיַּעַמְד֧וּ בְנֵי־עַמּ֣וֹן וּמוֹאָ֗ב עַל־יֹשְׁבֵ֤י הַר־שֵׂעִיר֙ לְהַחֲרִ֣ים וּלְהַשְׁמִ֔יד וּכְכַלּוֹתָ֖ם בְּיוֹשְׁבֵ֣י שֵׂעִ֑יר עָזְר֥וּ אִישׁ־בְּרֵעֵ֖הוּ לְמַשְׁחִֽית׃
24 וִֽיהוּדָ֗ה בָּ֚א עַל־הַמִּצְפֶּ֣ה לַמִּדְבָּ֔ר וַיִּפְנ֖וּ אֶל־הֶהָמ֑וֹן וְהִנָּ֧ם פְּגָרִ֛ים נֹפְלִ֥ים אַ֖רְצָה וְאֵ֥ין פְּלֵיטָֽה׃
25 וַיָּבֹ֨א יְהוֹשָׁפָ֣ט וְעַמּוֹ֮ לָבֹ֣ז אֶת־שְׁלָלָם֒ וַיִּמְצְא֣וּ בָהֶ֡ם לָ֠רֹב וּרְכ֨וּשׁ וּפְגָרִ֜ים וּכְלֵ֤י חֲמֻדוֹת֙ וַיְנַצְּל֣וּ לָהֶ֔ם לְאֵ֖ין מַשָּׂ֑א וַיִּֽהְי֞וּ יָמִ֧ים שְׁלוֹשָׁ֛ה בֹּזְזִ֥ים אֶת־הַשָּׁלָ֖ל כִּ֥י רַב־הֽוּא׃
26 וּבַיּ֣וֹם הָרְבִעִ֗י נִקְהֲלוּ֙ לְעֵ֣מֶק בְּרָכָ֔ה כִּי־שָׁ֖ם בֵּרְכ֣וּ אֶת־יְהוָ֑ה עַל־כֵּ֡ן קָרְאוּ֩ אֶת־שֵׁ֨ם הַמָּק֤וֹם הַהוּא֙ עֵ֣מֶק בְּרָכָ֔ה עַ֖ד הַיּ֥וֹם הַזֶּֽה׃
27 וַיָּשֻׁ֣בוּ כָל־אִישׁ֩ יְהוּדָ֨ה וִירוּשָׁלִַ֜ם וִיהוֹשָׁפָ֣ט בְּרֹאשָׁ֗ם לָשׁוּב֙ אֶל־יְר֣וּשָׁלִַ֔ם בְּשִׂמְחָ֑ה כִּֽי־שִׂמְּחָ֥ם יְהוָ֖ה מֵאוֹיְבֵיהֶֽם׃
28 וַיָּבֹ֙אוּ֙ יְר֣וּשָׁלִַ֔ם בִּנְבָלִ֥ים וּבְכִנֹּר֖וֹת וּבַחֲצֹצְר֑וֹת אֶל־בֵּ֖ית יְהוָֽה׃
29 וַיְהִ֣י פַחַד־אֱלֹהִ֗ים עַל֙ כָּל־מַמְלְכ֣וֹת הָאֲרָצ֔וֹת בְּשָׁמְעָ֕ם כִּ֚י נִלְחַ֣ם יְהוָ֔ה עִ֖ם אוֹיְבֵ֥י יִשְׂרָאֵֽל׃
30 וַתִּשְׁקֹ֖ט מַלְכ֣וּת יְהוֹשָׁפָ֑ט וַיָּ֧נַֽח ל֛וֹ אֱלֹהָ֖יו מִסָּבִֽיב׃
31 וַיִּמְלֹ֥ךְ יְהוֹשָׁפָ֖ט עַל־יְהוּדָ֑ה בֶּן־שְׁלֹשִׁ֨ים וְחָמֵ֤שׁ שָׁנָה֙ בְּמָלְכ֔וֹ וְעֶשְׂרִ֤ים וְחָמֵשׁ֙ שָׁנָ֔ה מָלַ֖ךְ בִּירוּשָׁלִָ֑ם וְשֵׁ֣ם אִמּ֔וֹ עֲזוּבָ֖ה בַּת־שִׁלְחִֽי׃
32 וַיֵּ֗לֶךְ בְּדֶ֛רֶךְ אָסָ֥א אָבִ֖יו וְלֹא־סָ֣ר מִמֶּ֑נָּה לַעֲשׂ֥וֹת הַיָּשָׁ֖ר בְּעֵינֵ֥י יְהוָֽה׃
33 אַ֥ךְ הַבָּמ֖וֹת לֹא־סָ֑רוּ וְעוֹד֙ הָעָ֔ם לֹא־הֵכִ֥ינוּ לְבָבָ֖ם לֵאלֹהֵ֥י אֲבוֹתֵיהֶֽם׃
34 וְיֶ֨תֶר דִּבְרֵ֧י יְהוֹשָׁפָ֛ט הָרִאשֹׁנִ֥ים וְהָאַחֲרֹנִ֖ים הִנָּ֣ם כְּתוּבִ֗ים בְּדִבְרֵי֙ יֵה֣וּא בֶן־חֲנָנִ֔י אֲשֶׁ֣ר הֹֽעֲלָ֔ה עַל־סֵ֥פֶר מַלְכֵ֖י יִשְׂרָאֵֽל׃
35 וְאַחֲרֵי־כֵ֗ן נֶחְבַּ֞ר יְהוֹשָׁפָ֤ט מֶֽלֶךְ־יְהוּדָה֙ עִם־אֲחַזְיָ֣ה מֶֽלֶךְ־יִשְׂרָאֵ֔ל ה֖וּא הִרְשִׁ֥יעַ לַעֲשֽׂוֹת׃
36 וַיְחַבְּרֵ֣הוּ עִמּ֔וֹ לַעֲשׂ֥וֹת אֳנִיּ֖וֹת לָלֶ֣כֶת תַּרְשִׁ֑ישׁ וַיַּעֲשׂ֥וּ אֳנִיּ֖וֹת בְּעֶצְיוֹן־גָּֽבֶר׃
37 וַיִּתְנַבֵּ֞א אֱלִיעֶ֤זֶר בֶּן־דֹּדָוָ֙הוּ֙ מִמָּ֣רֵשָׁ֔ה עַל־יְהוֹשָׁפָ֖ט לֵאמֹ֑ר כְּהִתְחַבֶּרְךָ֣ עִם־אֲחַזְיָ֗הוּ פָּרַ֤ץ יְהוָה֙ אֶֽת־מַעֲשֶׂ֔יךָ וַיִּשָּׁבְר֥וּ אֳנִיּ֖וֹת וְלֹ֥א עָצְר֖וּ לָלֶ֥כֶת אֶל־תַּרְשִֽׁישׁ׃
Capítulo 21
Reinado de Joram
LBLA
1 Durmió Josafat con sus padres y fue sepultado con sus padres en la ciudad de David. Y su hijo Joram reinó en su lugar.
2 Y tenía hermanos, hijos de Josafat: Azarías, Jehiel, Zacarías, Azarías, Micael y Sefatías; todos éstos eran hijos de Josafat, rey de Israel.
3 Su padre les había dado muchos presentes de plata, de oro y de objetos preciosos, con ciudades fortificadas en Judá; pero dio el reino a Joram porque él era el primogénito.
4 Cuando Joram se hizo cargo del reino de su padre y se fortaleció, mató a espada a todos sus hermanos, y también a algunos de los príncipes de Israel.
5 Tenía Joram treinta y dos años cuando comenzó a reinar, y reinó ocho años en Jerusalén.
6 Y anduvo en el camino de los reyes de Israel, tal como había hecho la casa de Acab, porque una hija de Acab era su mujer; e hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR.
7 Sin embargo, el SEÑOR no quiso destruir la casa de David a causa del pacto que había hecho con David, y porque le había prometido darle una lámpara a él y a sus hijos para siempre.
8 En sus días se rebeló Edom contra el dominio de Judá, y pusieron rey sobre sí.
9 Entonces Joram pasó con sus jefes y todos sus carros con él; y se levantó de noche y atacó a los edomitas que lo habían rodeado a él y a los capitanes de los carros.
10 Así se rebeló Edom contra el dominio de Judá hasta el día de hoy. Entonces Libna se rebeló al mismo tiempo contra su dominio, porque él había abandonado al SEÑOR, Dios de sus padres.
11 Además, él hizo lugares altos en los montes de Judá, e hizo que los habitantes de Jerusalén se prostituyeran, y extravió a Judá.
12 Entonces le llegó una carta del profeta Elías que decía: Así dice el SEÑOR, Dios de tu padre David: "Por cuanto no has andado en los caminos de tu padre Josafat, ni en los caminos de Asa, rey de Judá,
13 sino que has andado en el camino de los reyes de Israel, y has hecho que Judá y los habitantes de Jerusalén se prostituyan como se prostituyó la casa de Acab, y también has matado a tus hermanos, a tu propia familia, que eran mejores que tú,
14 he aquí, el SEÑOR va a herir a tu pueblo, a tus hijos, a tus mujeres y a todas tus posesiones con una gran plaga;
15 y a ti te vendrán muchas enfermedades, una enfermedad de los intestinos, hasta que los intestinos se te salgan a causa de la enfermedad, día tras día."
16 Entonces el SEÑOR despertó contra Joram el espíritu de los filisteos y de los árabes que estaban junto a los etíopes;
17 y subieron contra Judá, la invadieron, y se llevaron todos los bienes hallados en la casa del rey, y también a sus hijos y a sus mujeres, de modo que no le quedó ningún hijo excepto Joacaz, el menor de sus hijos.
18 Después de todo esto, el SEÑOR lo hirió en los intestinos con una enfermedad incurable.
19 Y sucedió que con el correr del tiempo, al cabo de dos años, los intestinos se le salieron a causa de su enfermedad, y murió con grandes dolores. Y su pueblo no hizo hoguera en su honor como la hoguera de sus padres.
20 Tenía treinta y dos años cuando comenzó a reinar, y reinó ocho años en Jerusalén; y murió sin que nadie lo lamentara, y lo sepultaron en la ciudad de David, pero no en los sepulcros de los reyes.
WLC
1 וַיִּשְׁכַּ֤ב יְהוֹשָׁפָט֙ עִם־אֲבֹתָ֔יו וַיִּקָּבֵ֥ר עִם־אֲבֹתָ֖יו בְּעִ֣יר דָּוִ֑יד וַיִּמְלֹ֛ךְ יְהוֹרָ֥ם בְּנ֖וֹ תַּחְתָּֽיו׃
2 וְלוֹ־אַחִ֣ים בְּנֵֽי־יְהוֹשָׁפָ֗ט עֲזַרְיָ֤ה וִיחִיאֵל֙ וּזְכַרְיָ֣הוּ וַעֲזַרְיָ֔הוּ וּמִיכָאֵ֖ל וּשְׁפַטְיָ֑הוּ כָּל־אֵ֕לֶּה בְּנֵ֥י יְהוֹשָׁפָ֖ט מֶ֥לֶךְ יִשְׂרָאֵֽל׃
3 וַיִּתֵּ֣ן לָהֶ֣ם אֲ֠בִיהֶם מַתָּנ֨וֹת רַבּ֜וֹת לְכֶ֤סֶף וּלְזָהָב֙ וּלְמִגְדָּנ֔וֹת עִם־עָרֵ֥י מְצֻר֖וֹת בִּיהוּדָ֑ה וְאֶת־הַמַּמְלָכָ֛ה נָתַ֥ן לִיהוֹרָ֖ם כִּי־ה֥וּא הַבְּכֽוֹר׃
4 וַיָּ֨קָם יְהוֹרָ֜ם עַל־מַמְלֶ֤כַת אָבִיו֙ וַיִּתְחַזַּ֔ק וַיַּהֲרֹ֥ג אֶת־כָּל־אֶחָ֖יו בֶּחָ֑רֶב וְגַ֖ם מִשָּׂרֵ֥י יִשְׂרָאֵֽל׃
5 בֶּן־שְׁלֹשִׁ֥ים וּשְׁתַּ֛יִם שָׁנָ֖ה יְהוֹרָ֣ם בְּמָלְכ֑וֹ וּשְׁמוֹנֶ֣ה שָׁנִ֔ים מָלַ֖ךְ בִּירוּשָׁלִָֽם׃
6 וַיֵּ֜לֶךְ בְּדֶ֣רֶךְ מַלְכֵ֣י יִשְׂרָאֵ֗ל כַּאֲשֶׁ֤ר עָשׂוּ֙ בֵּ֣ית אַחְאָ֔ב כִּ֛י בַּת־אַחְאָ֖ב הָיְתָה־לּ֣וֹ לְאִשָּׁ֑ה וַיַּ֥עַשׂ הָרַ֖ע בְּעֵינֵ֥י יְהוָֽה׃
7 וְלֹא־אָבָ֣ה יְהוָ֗ה לְהַשְׁחִית֙ אֶת־בֵּ֣ית דָּוִ֔יד לְמַ֣עַן הַבְּרִ֔ית אֲשֶׁ֥ר כָּרַ֖ת לְדָוִ֑יד וְכַאֲשֶׁ֣ר אָמַ֗ר לָתֵ֨ת ל֥וֹ נִ֛יר וּלְבָנָ֖יו כָּל־הַיָּמִֽים׃
8 בְּיָמָ֛יו פָּשַׁ֥ע אֱד֖וֹם מִתַּ֣חַת יַד־יְהוּדָ֑ה וַיַּמְלִ֥יכוּ עֲלֵיהֶ֖ם מֶֽלֶךְ׃
9 וַיַּעֲבֹ֤ר יְהוֹרָם֙ עִם־שָׂרָ֔יו וְכָל־הָרֶ֖כֶב עִמּ֑וֹ וַיְהִי֙ קָ֣ם לַ֔יְלָה וַיַּ֗ךְ אֶת־אֱדוֹם֙ הַסּוֹבֵ֣ב אֵלָ֔יו וְאֵ֖ת שָׂרֵ֥י הָרָֽכֶב׃
10 וַיִּפְשַׁ֨ע אֱד֜וֹם מִתַּ֣חַת יַד־יְהוּדָ֗ה עַ֚ד הַיּ֣וֹם הַזֶּ֔ה אָ֣ז תִּפְשַׁ֤ע לִבְנָה֙ בָּעֵ֣ת הַהִ֔יא מִתַּ֖חַת יָד֑וֹ כִּ֣י עָזַ֔ב אֶת־יְהוָ֖ה אֱלֹהֵ֥י אֲבֹתָֽיו׃
11 גַּם־ה֥וּא עָשָׂ֛ה בָּמ֖וֹת בְּהָרֵ֣י יְהוּדָ֑ה וַיֶּ֙זֶן֙ אֶת־יֹשְׁבֵ֣י יְרוּשָׁלִַ֔ם וַיַּדַּ֖ח אֶת־יְהוּדָֽה׃
12 וַיָּבֹ֤א אֵלָיו֙ מִכְתָּ֔ב מֵאֵלִיָּ֖הוּ הַנָּבִ֣יא לֵאמֹ֑ר כֹּ֣ה אָמַ֗ר יְהוָ֞ה אֱלֹהֵ֤י דָוִיד֙ אָבִ֔יךָ תַּ֗חַת אֲשֶׁ֤ר לֹֽא־הָלַ֙כְתָּ֙ בְּדַרְכֵי֙ יְהוֹשָׁפָ֣ט אָבִ֔יךָ וּבְדַרְכֵ֖י אָסָ֥א מֶֽלֶךְ־יְהוּדָֽה׃
13 וַתֵּ֗לֶךְ בְּדֶ֙רֶךְ֙ מַלְכֵ֣י יִשְׂרָאֵ֔ל וַתַּ֧זֶן אֶת־יְהוּדָ֛ה וְאֶת־יֹשְׁבֵ֥י יְרוּשָׁלִַ֖ם כְּהַזְנ֣וֹת בֵּֽית־אַחְאָ֑ב וְגַ֨ם אֶת־אַחֶ֧יךָ בֵית־אָבִ֛יךָ הַטּוֹבִ֥ים מִמְּךָ֖ הָרָֽגְתָּ׃
14 הִנֵּ֣ה יְהוָ֗ה נֹגֵ֛ף מַגֵּפָ֥ה גְדוֹלָ֖ה בְּעַמֶּ֑ךָ וּבְבָנֶ֥יךָ וּבְנָשֶׁ֖יךָ וּבְכָל־רְכוּשֶֽׁךָ׃
15 וְאַתָּ֛ה בָּחֳלָיִ֥ים רַבִּ֖ים בְּמַחֲלֵ֣ה מֵעֶ֑יךָ עַד־יֵצְא֤וּ מֵעֶ֙יךָ֙ מִן־הַחֹ֔לִי יָמִ֖ים עַל־יָמִֽים׃
16 וַיָּ֨עַר יְהוָ֜ה עַל־יְהוֹרָ֗ם אֵ֣ת ר֤וּחַ הַפְּלִשְׁתִּים֙ וְהָ֣עַרְבִ֔ים אֲשֶׁ֖ר עַל־יַ֥ד כּוּשִֽׁים׃
17 וַיַּעֲל֣וּ בִיהוּדָ֗ה וַיִּבְקָע֙וּהָ֙ וַיִּשְׁבּ֗וּ אֵ֤ת כָּל־הָרְכוּשׁ֙ הַנִּמְצָ֣א לְבֵית־הַמֶּ֔לֶךְ וְגַם־בָּנָ֖יו וְנָשָׁ֑יו וְלֹ֤א נִשְׁאַר־לוֹ֙ בֵּ֔ן כִּ֥י אִם־יְהוֹאָחָ֖ז קְטֹ֥ן בָּנָֽיו׃
18 וְאַחֲרֵ֖י כָּל־זֹ֑את נְגָפ֧וֹ יְהוָ֛ה בְּמֵעָ֖יו לָחֳלִ֥י לְאֵין־מַרְפֵּֽא׃
19 וַיְהִ֣י לְיָמִ֣ים מִיָּמִ֗ים וּכְעֵ֞ת צֵ֤את הַקֵּץ֙ לְיָמִ֣ים שְׁנַ֔יִם יָצְא֤וּ מֵעָיו֙ עִם־חָלְי֔וֹ וַיָּ֖מָת בְּתַחֲלֻאִ֣ים רָעִ֑ים וְלֹא־עָשׂ֨וּ עַמּ֧וֹ שְׂרֵפָ֛ה כִּשְׂרֵפַ֖ת אֲבֹתָֽיו׃
20 בֶּן־שְׁלֹשִׁ֤ים וּשְׁתַּ֙יִם֙ הָיָ֣ה בְמָלְכ֔וֹ וּשְׁמוֹנֶ֣ה שָׁנִ֔ים מָלַ֖ךְ בִּירוּשָׁלִָ֑ם וַיֵּ֙לֶךְ֙ בְּלֹ֣א חֶמְדָּ֔ה וַיִּקְבְּרֻ֙הוּ֙ בְּעִ֣יר דָּוִ֔יד וְלֹ֖א בְּקִבְר֥וֹת הַמְּלָכִֽים׃
Capítulo 22
Reinado de Ocozías
LBLA
1 Entonces los habitantes de Jerusalén hicieron rey en lugar suyo a Ocozías, su hijo menor, porque la banda de hombres que vino con los árabes al campamento había matado a todos los mayores. Así reinó Ocozías, hijo de Joram, rey de Judá.
2 Tenía Ocozías cuarenta y dos años cuando comenzó a reinar, y reinó un año en Jerusalén. El nombre de su madre era Atalía, hija de Omri.
3 También él anduvo en los caminos de la casa de Acab, porque su madre era su consejera para obrar impíamente.
4 Hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR como la casa de Acab, porque después de la muerte de su padre, ellos fueron sus consejeros para su perdición.
5 También anduvo en sus consejos, y fue con Joram, hijo de Acab, rey de Israel, a la guerra contra Hazael, rey de Aram, en Ramot de Galaad. Y los arameos hirieron a Joram.
6 Y éste regresó para ser curado en Jezreel de las heridas que le habían hecho en Rama, cuando peleó contra Hazael, rey de Aram. Y Azarías, hijo de Joram, rey de Judá, descendió para ver a Joram, hijo de Acab, en Jezreel, porque estaba enfermo.
7 Fue voluntad de Dios que Ocozías fuera a ver a Joram, para su ruina, porque cuando llegó, salió con Joram contra Jehú, hijo de Nimsi, a quien el SEÑOR había ungido para destruir la casa de Acab.
8 Y sucedió que cuando Jehú estaba ejecutando juicio contra la casa de Acab, halló a los príncipes de Judá y a los hijos de los hermanos de Ocozías que servían a Ocozías, y los mató.
9 También buscó a Ocozías, y lo capturaron cuando se había escondido en Samaria; lo trajeron a Jehú, lo mataron y lo sepultaron (porque dijeron: Es hijo de Josafat, que buscó al SEÑOR con todo su corazón). Y no quedó nadie de la casa de Ocozías para retener el poder del reino.
10 Cuando Atalía, madre de Ocozías, vio que su hijo había muerto, se levantó y exterminó toda la descendencia real de la casa de Judá.
11 Pero Josabet, hija del rey, tomó a Joás, hijo de Ocozías, y lo sacó de entre los hijos del rey que iban a ser muertos, y lo puso con su nodriza en el aposento de las camas. Así Josabet, hija del rey Joram, mujer del sacerdote Joiada (porque ella era hermana de Ocozías), lo escondió de Atalía, y ella no lo mató.
12 Y estuvo con ellos escondido en la casa de Dios seis años, mientras Atalía reinaba sobre el país.
WLC
1 וַיַּמְלִ֜יכוּ יוֹשְׁבֵ֣י יְרוּשָׁלִַ֗ם אֶת־אֲחַזְיָ֤הוּ בְנוֹ־הַקָּטֹן֙ תַּחְתָּ֔יו כִּ֤י כָל־הָרִאשֹׁנִים֙ הָרַ֣ג הַגְּד֔וּד הַבָּ֥א בָעַרְבִ֖ים לַֽמַּחֲנֶ֑ה וַיִּמְלֹ֛ךְ אֲחַזְיָ֥הוּ בֶן־יְהוֹרָ֖ם מֶ֥לֶךְ יְהוּדָֽה׃
2 בֶּן־אַרְבָּעִ֨ים וּשְׁתַּ֤יִם שָׁנָה֙ אֲחַזְיָ֣הוּ בְמָלְכ֔וֹ וְשָׁנָ֣ה אַחַ֔ת מָלַ֖ךְ בִּירוּשָׁלִָ֑ם וְשֵׁ֣ם אִמּ֔וֹ עֲתַלְיָ֖הוּ בַּת־עָמְרִֽי׃
3 גַּם־ה֣וּא הָלַ֔ךְ בְּדַרְכֵ֖י בֵּ֣ית אַחְאָ֑ב כִּ֣י אִמּ֔וֹ הָיְתָ֥ה יוֹעַצְתּ֖וֹ לְהַרְשִֽׁיעַ׃
4 וַיַּ֧עַשׂ הָרַ֛ע בְּעֵינֵ֥י יְהוָ֖ה כְּבֵ֣ית אַחְאָ֑ב כִּי־הֵ֜מָּה הָֽיוּ־ל֣וֹ יוֹעֲצִ֗ים אַחֲרֵ֛י מ֥וֹת אָבִ֖יו לְמַשְׁחִ֥ית לֽוֹ׃
5 גַּ֣ם בַּעֲצָתָם֮ הָלַךְ֒ וַיֵּ֜לֶךְ אֶת־יְהוֹרָ֣ם בֶּן־אַחְאָ֗ב מֶ֤לֶךְ יִשְׂרָאֵל֙ לַמִּלְחָמָ֔ה עַל־חֲזָאֵ֥ל מֶֽלֶךְ־אֲרָ֖ם בְּרָמ֣וֹת גִּלְעָ֑ד וַיַּכּ֥וּ הָרַמִּ֖ים אֶת־יוֹרָֽם׃
6 וַיָּ֜שָׁב לְהִתְרַפֵּ֣א בְיִזְרְעֶ֗אל כִּ֤י הַמַּכִּים֙ אֲשֶׁ֣ר הִכֻּ֣הוּ בָרָמָ֔ה בְּהִלָּחֲמ֖וֹ אֶת־חֲזָאֵ֣ל מֶֽלֶךְ־אֲרָ֑ם וַעֲזַרְיָ֣הוּ בֶן־יְהוֹרָ֣ם מֶֽלֶךְ־יְהוּדָ֗ה יָרַ֡ד לִרְאוֹת֩ אֶת־יְהוֹרָ֨ם בֶּן־אַחְאָ֧ב בְּיִזְרְעֶ֛אל כִּ֥י חֹלֶ֖ה הֽוּא׃
7 וּמֵאֱלֹהִ֗ים הָיְתָ֤ה תְבוּסַת֙ אֲחַזְיָ֔הוּ לָב֖וֹא אֶל־יוֹרָ֑ם וּבְבֹא֗וֹ יָצָ֤א עִם־יְהוֹרָם֙ אֶל־יֵה֣וּא בֶן־נִמְשִׁ֔י אֲשֶׁ֣ר מְשָׁח֣וֹ יְהוָ֔ה לְהַכְרִ֖ית אֶת־בֵּ֥ית אַחְאָֽב׃
8 וַיְהִ֕י כְּהִשָּׁפֵ֥ט יֵה֖וּא עִם־בֵּ֣ית אַחְאָ֑ב וַיִּמְצָא֩ אֶת־שָׂרֵ֨י יְהוּדָ֜ה וּבְנֵ֨י אֲחֵ֧י אֲחַזְיָ֛הוּ מְשָׁרְתִ֥ים לַאֲחַזְיָ֖הוּ וַיַּהַרְגֵֽם׃
9 וַיְבַקֵּ֣שׁ אֶת־אֲחַזְיָ֗הוּ וַיִּלְכְּדֻ֣הוּ וְהוּא֮ מִתְחַבֵּ֣א בְשֹׁמְרוֹן֒ וַיְבִאֻ֣הוּ אֶל־יֵה֔וּא וַיְמִתֻ֖הוּ וַֽיִּקְבְּרֻ֑הוּ כִּ֤י אָֽמְרוּ֙ בֶּן־יְהוֹשָׁפָ֣ט ה֔וּא אֲשֶׁר־דָּרַ֥שׁ אֶת־יְהוָ֖ה בְּכָל־לְבָב֑וֹ וְאֵ֣ין לְבֵֽית־אֲחַזְיָ֔הוּ לַעְצ֥וֹר כֹּ֖חַ לְמַמְלָכָֽה׃
10 וַעֲתַלְיָ֙הוּ֙ אֵ֣ם אֲחַזְיָ֔הוּ רָאֲתָ֖ה כִּ֣י מֵ֣ת בְּנָ֑הּ וַתָּ֗קָם וַתְּדַבֵּ֛ר אֵ֥ת כָּל־זֶ֖רַע הַמַּמְלָכָ֥ה לְבֵ֥ית יְהוּדָֽה׃
11 וַתִּקַּח֩ יְהוֹשַׁבְעַ֨ת בַּת־הַמֶּ֜לֶךְ אֶת־יוֹאָ֣שׁ בֶּן־אֲחַזְיָ֗הוּ וַתִּגְנֹ֤ב אֹתוֹ֙ מִתּ֤וֹךְ בְּנֵי־הַמֶּ֙לֶךְ֙ הַמּ֣וּמָתִ֔ים וַתִּתֵּ֥ן אֹת֛וֹ וְאֶת־מֵינִקְתּ֖וֹ בַּחֲדַ֣ר הַמִּטּ֑וֹת וַתַּסְתִּירֵ֡הוּ יְהוֹשַׁבְעַ֣ת בַּת־הַמֶּ֣לֶךְ יְ֠הוֹרָם אֵ֣שֶׁת יְהוֹיָדָ֧ע הַכֹּהֵ֛ן כִּ֛י הִ֥יא הָיְתָ֖ה אֲח֣וֹת אֲחַזְיָ֑הוּ מִפְּנֵ֥י עֲתַלְיָ֖הוּ וְלֹ֥א הֱמִיתָֽתְהוּ׃
12 וַיְהִ֤י אִתָּם֙ בְּבֵ֣ית הָאֱלֹהִ֔ים מִתְחַבֵּ֖א שֵׁ֣שׁ שָׁנִ֑ים וַעֲתַלְיָ֖הוּ מֹלֶ֥כֶת עַל־הָאָֽרֶץ׃
Capítulo 23
Joiada proclama rey a Joás
LBLA
1 En el séptimo año Joiada se fortaleció, y tomó consigo en alianza a los jefes de centenas: Azarías, hijo de Jeroham, Ismael, hijo de Johanán, Azarías, hijo de Obed, Maasías, hijo de Adaías, y Elisafat, hijo de Zicri.
2 Y recorrieron Judá y reunieron a los levitas de todas las ciudades de Judá y a los jefes de las casas paternas de Israel, y vinieron a Jerusalén.
3 Entonces toda la asamblea hizo pacto con el rey en la casa de Dios. Y Joiada les dijo: He aquí, el hijo del rey reinará, como el SEÑOR ha dicho respecto a los hijos de David.
4 Esto es lo que haréis: una tercera parte de vosotros, de los sacerdotes y levitas que entran el día de reposo, serán porteros,
5 una tercera parte estará en la casa del rey, y una tercera parte en la puerta del Fundamento; y todo el pueblo estará en los atrios de la casa del SEÑOR.
6 Pero que nadie entre en la casa del SEÑOR, sino los sacerdotes y los levitas que sirven; éstos pueden entrar porque están consagrados. Y que todo el pueblo guarde la ordenanza del SEÑOR.
7 Los levitas rodearán al rey por todos lados, cada uno con sus armas en la mano; y cualquiera que entre en la casa, que muera. Así estaréis con el rey cuando entre y cuando salga.
8 Los levitas y todo Judá hicieron conforme a todo lo que había ordenado el sacerdote Joiada. Cada uno tomó a sus hombres, los que entraban el día de reposo y los que salían el día de reposo, porque el sacerdote Joiada no había despedido a ninguna de las divisiones.
9 Entonces el sacerdote Joiada dio a los jefes de centenas las lanzas y los escudos grandes y pequeños que habían pertenecido al rey David, que estaban en la casa de Dios.
10 Y apostó a todo el pueblo, cada uno con su arma en la mano, desde el lado derecho de la casa hasta el lado izquierdo de la casa, junto al altar y junto a la casa, alrededor del rey.
11 Entonces sacaron al hijo del rey, le pusieron la corona, le dieron el testimonio y lo proclamaron rey. Y Joiada y sus hijos lo ungieron y gritaron: ¡Viva el rey!
12 Cuando Atalía oyó el ruido del pueblo que corría y aclamaba al rey, vino al pueblo a la casa del SEÑOR,
13 y miró, y he aquí, el rey estaba en pie junto a su columna a la entrada, y los capitanes y los trompetistas estaban junto al rey. Todo el pueblo de la tierra se regocijaba y tocaba trompetas, los cantores con sus instrumentos musicales dirigían las alabanzas. Entonces Atalía rasgó sus vestidos y gritó: ¡Traición! ¡Traición!
14 Y el sacerdote Joiada sacó a los jefes de centenas que estaban al mando del ejército, y les dijo: Sacadla de entre las filas, y cualquiera que la siga, que muera a espada. Porque el sacerdote había dicho: No la matéis en la casa del SEÑOR.
15 Y le echaron mano, y cuando llegó a la entrada de la puerta de los Caballos de la casa del rey, allí la mataron.
16 Entonces Joiada hizo un pacto entre él y todo el pueblo y el rey, de que serían pueblo del SEÑOR.
17 Y todo el pueblo fue a la casa de Baal y la derribaron, destrozaron completamente sus altares y sus imágenes, y mataron a Matán, sacerdote de Baal, delante de los altares.
18 Además, Joiada puso los oficios de la casa del SEÑOR bajo la autoridad de los sacerdotes levitas, a quienes David había asignado a la casa del SEÑOR, para ofrecer los holocaustos del SEÑOR, como está escrito en la ley de Moisés, con regocijo y con cánticos, conforme a la ordenanza de David.
19 Y puso porteros a las puertas de la casa del SEÑOR, para que no entrara ninguno que fuera inmundo en cualquier aspecto.
20 Y tomó a los jefes de centenas, a los nobles, a los que gobernaban al pueblo y a todo el pueblo de la tierra, e hizo descender al rey de la casa del SEÑOR, y vinieron por la puerta superior a la casa del rey, y sentaron al rey en el trono del reino.
21 Todo el pueblo de la tierra se regocijó y la ciudad tuvo paz. Así mataron a Atalía a espada.
WLC
1 וּבַשָּׁנָ֣ה הַשְּׁבִיעִ֗ית הִתְחַזַּ֣ק יְהוֹיָדָע֮ וַיִּקַּ֣ח אֶת־שָׂרֵ֣י הַמֵּא֡וֹת לַעֲזַרְיָ֣הוּ בֶן־יְרֹחָ֡ם וּלְיִשְׁמָעֵ֣אל בֶּן־יְהוֹחָנָ֣ן וְלַֽעֲזַרְיָ֣הוּ בֶן־עוֹבֵד֩ וְאֶת־מַעֲשֵׂיָ֨הוּ בֶן־עֲדָיָ֜הוּ וְאֶת־אֱלִישָׁפָ֧ט בֶּן־זִכְרִ֛י עִמּ֖וֹ בַּבְּרִֽית׃
2 וַיָּסֹ֣בּוּ בִֽיהוּדָ֗ה וַיִּקְבְּצ֤וּ אֶת־הַלְוִיִּם֙ מִכָּל־עָרֵ֣י יְהוּדָ֔ה וְרָאשֵׁ֥י הָאָב֖וֹת לְיִשְׂרָאֵ֑ל וַיָּבֹ֖אוּ אֶל־יְרוּשָׁלִָֽם׃
3 וַיִּכְרֹ֨ת כָּל־הַקָּהָ֥ל בְּרִ֛ית בְּבֵ֥ית הָאֱלֹהִ֖ים עִם־הַמֶּ֑לֶךְ וַיֹּ֣אמֶר לָהֶ֗ם הִנֵּ֤ה בֶן־הַמֶּ֙לֶךְ֙ יִמְלֹ֔ךְ כַּאֲשֶׁ֛ר דִּבֶּ֥ר יְהוָ֖ה עַל־בְּנֵ֥י דָוִֽיד׃
4 זֶ֥ה הַדָּבָ֖ר אֲשֶׁ֣ר תַּעֲשׂ֑וּ הַשְּׁלִשִׁ֨ית מִכֶּ֜ם בָּאֵ֣י הַשַּׁבָּ֗ת לַכֹּהֲנִים֙ וְלַלְוִיִּ֔ם לְשֹׁעֲרֵ֖י הַסִּפִּֽים׃
5 וְהַשְּׁלִשִׁ֣ית בְּבֵ֣ית הַמֶּ֔לֶךְ וְהַשְּׁלִישִׁ֖ית בְּשַׁ֣עַר הַיְס֑וֹד וְכָל־הָעָ֔ם בְּחַצְר֖וֹת בֵּ֥ית יְהוָֽה׃
6 וְאַל־יָב֣וֹא בֵית־יְהוָ֗ה כִּ֤י אִם־הַכֹּהֲנִים֙ וְהַמְשָׁרְתִ֣ים לַלְוִיִּ֔ם הֵ֥מָּה יָבֹ֖אוּ כִּי־קֹ֣דֶשׁ הֵ֑מָּה וְכָל־הָעָ֔ם יִשְׁמְר֖וּ מִשְׁמֶ֥רֶת יְהוָֽה׃
7 וְהִקִּ֨יפוּ הַלְוִיִּ֜ם אֶת־הַמֶּ֣לֶךְ סָבִ֗יב אִ֤ישׁ וְכֵלָיו֙ בְּיָד֔וֹ וְהַבָּ֥א אֶל־הַבַּ֖יִת יוּמָ֑ת וִהְי֥וּ אֶת־הַמֶּ֖לֶךְ בְּבֹא֥וֹ וּבְצֵאתֽוֹ׃
8 וַיַּעֲשׂ֤וּ הַלְוִיִּם֙ וְכָל־יְהוּדָ֔ה כְּכֹ֥ל אֲשֶׁר־צִוָּ֖ה יְהוֹיָדָ֣ע הַכֹּהֵ֑ן וַיִּקְחוּ֩ אִ֨ישׁ אֶת־אֲנָשָׁ֜יו בָּאֵ֣י הַשַּׁבָּ֗ת עִ֚ם יוֹצְאֵ֣י הַשַּׁבָּ֔ת כִּ֣י לֹ֥א פָטַ֛ר יְהוֹיָדָ֥ע הַכֹּהֵ֖ן אֶת־הַֽמַּחְלְקֽוֹת׃
9 וַיִּתֵּן֩ יְהוֹיָדָ֨ע הַכֹּהֵ֜ן לְשָׂרֵ֣י הַמֵּא֗וֹת אֶת־הַחֲנִיתִים֙ וְאֶת־הַמָּגִנּ֣וֹת וְאֶת־הַשְּׁלָטִ֔ים אֲשֶׁ֖ר לַמֶּ֣לֶךְ דָּוִ֑יד אֲשֶׁ֖ר בֵּ֥ית הָאֱלֹהִֽים׃
10 וַיַּעֲמֵד֙ אֶת־כָּל־הָעָ֔ם וְאִ֥ישׁ שִׁלְח֖וֹ בְּיָד֑וֹ מִכֶּ֨תֶף הַבַּ֤יִת הַיְמָנִית֙ עַד־כֶּ֤תֶף הַבַּ֙יִת֙ הַשְּׂמָאלִ֔ית לַמִּזְבֵּ֖חַ וְלַבָּ֑יִת עַל־הַמֶּ֖לֶךְ סָבִֽיב׃
11 וַיּוֹצִ֣יאוּ אֶת־בֶּן־הַמֶּ֗לֶךְ וַיִּתְּנ֤וּ עָלָיו֙ אֶת־הַנֵּ֔זֶר וְאֶת־הָעֵד֖וּת וַיַּמְלִ֣יכוּ אֹת֑וֹ וַיִּמְשָׁחֻ֙הוּ֙ יְהוֹיָדָ֣ע וּבָנָ֔יו וַיֹּאמְר֖וּ יְחִ֥י הַמֶּֽלֶךְ׃
12 וַתִּשְׁמַ֤ע עֲתַלְיָ֙הוּ֙ אֶת־ק֣וֹל הָעָ֔ם הָרָצִ֖ים וְהַֽמְהַלְלִ֣ים אֶת־הַמֶּ֑לֶךְ וַתָּב֥וֹא אֶל־הָעָ֖ם בֵּ֥ית יְהוָֽה׃
13 וַתֵּ֡רֶא וְהִנֵּ֣ה הַמֶּלֶךְ֩ עוֹמֵ֨ד עַֽל־עַמּוּד֜וֹ בַּמָּב֗וֹא וְהַשָּׂרִ֣ים וְהַחֲצֹצְרוֹת֮ עַל־הַמֶּלֶךְ֒ וְכָל־עַ֨ם הָאָ֜רֶץ שָׂמֵ֗חַ וְתוֹקֵ֙עַ֙ בַּחֲצֹ֣צְר֔וֹת וְהַמְשֹׁרְרִ֗ים בִּכְלֵ֤י הַשִּׁיר֙ וּמוֹדִיעִ֣ים לְהַלֵּ֔ל וַתִּקְרַ֤ע עֲתַלְיָ֙הוּ֙ אֶת־בְּגָדֶ֔יהָ וַתֹּ֖אמֶר קֶ֥שֶׁר קָֽשֶׁר׃
14 וַיּוֹצֵא֩ יְהוֹיָדָ֨ע הַכֹּהֵ֜ן אֶת־שָׂרֵ֥י הַמֵּא֣וֹת פְּקוּדֵ֣י הַחַ֗יִל וַיֹּ֤אמֶר אֲלֵהֶם֙ הוֹצִיא֙וּהָ֙ אֶל־מִבֵּ֣ית הַשְּׂדֵר֔וֹת וְהַבָּ֥א אַחֲרֶ֖יהָ יוּמַ֣ת בֶּחָ֑רֶב כִּ֚י אָמַ֣ר הַכֹּהֵ֔ן לֹ֥א תְמִיתֻ֖הָ בֵּ֥ית יְהוָֽה׃
15 וַיָּשִׂ֤ימוּ לָהּ֙ יָדַ֔יִם וַתָּב֛וֹא אֶל־מְב֥וֹא שַֽׁעַר־הַסּוּסִ֖ים בֵּ֣ית הַמֶּ֑לֶךְ וַיְמִיתֻ֖הָ שָּֽׁם׃
16 וַיִּכְרֹ֤ת יְהוֹיָדָע֙ בְּרִ֔ית בֵּינ֕וֹ וּבֵ֥ין כָּל־הָעָ֖ם וּבֵ֣ין הַמֶּ֑לֶךְ לִהְי֥וֹת לְעָ֖ם לַיהוָֽה׃
17 וַיָּבֹ֨אוּ כָל־הָעָ֤ם בֵּית־הַבַּ֙עַל֙ וַֽיִּתְּצֻ֔הוּ וְאֶת־מִזְבְּחֹתָ֥יו וְאֶת־צְלָמָ֖יו שִׁבֵּ֑רוּ וְאֵ֗ת מַתָּן֙ כֹּהֵ֣ן הַבַּ֔עַל הָרְג֖וּ לִפְנֵ֥י הַֽמִּזְבְּחֽוֹת׃
18 וַיָּ֨שֶׂם יְהוֹיָדָ֜ע פְּקֻדּ֣וֹת בֵּית־יְהוָ֗ה בְּיַ֨ד הַכֹּהֲנִ֣ים הַלְוִיִּם֮ אֲשֶׁ֣ר חָלַ֣ק דָּוִיד֮ עַל־בֵּ֣ית יְהוָה֒ לְֽהַעֲלוֹת֙ עֹל֣וֹת יְהוָ֔ה כַּכָּת֖וּב בְּתוֹרַ֣ת מֹשֶׁ֑ה בְּשִׂמְחָ֥ה וּבְשִׁ֖יר עַל־יְדֵ֥י דָוִֽיד׃
19 וַיַּעֲמֵד֙ הַשּׁוֹעֲרִ֔ים עַֽל־שַׁעֲרֵ֖י בֵּ֣ית יְהוָ֑ה וְלֹֽא־יָבֹ֥א טָמֵ֖א לְכָל־דָּבָֽר׃
20 וַיִּקַּ֣ח אֶת־שָׂרֵ֣י הַמֵּא֡וֹת וְאֶת־הָֽאַדִּירִים֩ וְאֶת־הַמּוֹשְׁלִ֨ים בָּעָ֜ם וְאֵ֣ת כָּל־עַ֣ם הָאָ֗רֶץ וַיּ֤וֹרֶד אֶת־הַמֶּ֙לֶךְ֙ מִבֵּ֣ית יְהוָ֔ה וַיָּבֹ֛אוּ בְּת֥וֹךְ שַֽׁעַר־הָעֶלְי֖וֹן בֵּ֣ית הַמֶּ֑לֶךְ וַיּוֹשִׁ֥יבוּ אֶת־הַמֶּ֖לֶךְ עַל־כִּסֵּ֥א הַמַּמְלָכָֽה׃
21 וַיִּשְׂמְח֥וּ כָל־עַם־הָאָ֖רֶץ וְהָעִ֣יר שָׁקָ֑טָה וְאֶת־עֲתַלְיָ֖הוּ הֵמִ֥יתוּ בֶחָֽרֶב׃
Capítulo 24
Reinado de Joás
LBLA
1 Tenía Joás siete años cuando comenzó a reinar, y reinó cuarenta años en Jerusalén. El nombre de su madre era Sibia de Beerseba.
2 E hizo Joás lo recto ante los ojos del SEÑOR todos los días del sacerdote Joiada.
3 Y Joiada tomó para él dos mujeres, y engendró hijos e hijas.
4 Después de esto, Joás decidió restaurar la casa del SEÑOR.
5 Reunió a los sacerdotes y a los levitas, y les dijo: Salid por las ciudades de Judá y recoged dinero de todo Israel para reparar la casa de vuestro Dios anualmente; y vosotros apresuraos en este asunto. Pero los levitas no se apresuraron.
6 Entonces el rey llamó al sumo sacerdote Joiada, y le dijo: ¿Por qué no has exigido de los levitas que traigan de Judá y de Jerusalén la contribución que Moisés, siervo del SEÑOR, y la asamblea de Israel establecieron para la tienda del testimonio?
7 Porque los hijos de la impía Atalía habían dañado la casa de Dios, y aun habían usado para los baales todas las cosas sagradas de la casa del SEÑOR.
8 Entonces el rey ordenó que hicieran un cofre y lo pusieran fuera, junto a la puerta de la casa del SEÑOR.
9 E hicieron proclamar en Judá y en Jerusalén que trajeran al SEÑOR la contribución que Moisés, siervo de Dios, había impuesto a Israel en el desierto.
10 Y todos los príncipes y todo el pueblo se regocijaron, y trajeron sus contribuciones y las echaron en el cofre hasta llenarlo.
11 Y sucedía que cuando el cofre era traído al oficial del rey por los levitas, y veían que había mucho dinero, venían el escriba del rey y el oficial del sumo sacerdote, vaciaban el cofre, lo tomaban y lo volvían a su lugar. Así hacían diariamente y recogían mucho dinero.
12 El rey y Joiada lo daban a los que hacían la obra del servicio de la casa del SEÑOR; y contrataron canteros y carpinteros para restaurar la casa del SEÑOR, y también artífices en hierro y bronce para reparar la casa del SEÑOR.
13 Así trabajaron los obreros, y la obra de reparación progresó en sus manos; restauraron la casa de Dios conforme a sus especificaciones y la fortalecieron.
14 Cuando terminaron, trajeron el resto del dinero delante del rey y de Joiada; e hicieron de él utensilios para la casa del SEÑOR, utensilios para el ministerio y para los holocaustos, y cucharones y utensilios de oro y de plata. Y ofrecieron holocaustos en la casa del SEÑOR continuamente todos los días de Joiada.
15 Pero Joiada envejeció y murió lleno de días; tenía ciento treinta años cuando murió.
16 Y lo sepultaron en la ciudad de David con los reyes, porque había hecho el bien en Israel y para con Dios y su casa.
17 Pero después de la muerte de Joiada, vinieron los príncipes de Judá y se postraron ante el rey, y el rey los escuchó.
18 Y abandonaron la casa del SEÑOR, Dios de sus padres, y sirvieron a las Aseras y a los ídolos; entonces vino la ira sobre Judá y Jerusalén por esta su culpa.
19 Sin embargo, El les envió profetas para hacerlos volver al SEÑOR; éstos dieron testimonio contra ellos, pero no los escucharon.
20 Entonces el Espíritu de Dios vino sobre Zacarías, hijo del sacerdote Joiada, y se puso en pie ante el pueblo y les dijo: Así dice Dios: "¿Por qué quebrantáis los mandamientos del SEÑOR y no prosperáis? Por cuanto habéis abandonado al SEÑOR, El también os ha abandonado."
21 Entonces conspiraron contra él y por mandato del rey lo apedrearon en el atrio de la casa del SEÑOR.
22 El rey Joás no se acordó de la bondad que su padre Joiada le había mostrado, sino que mató a su hijo. Y cuando moría, dijo: Que el SEÑOR lo vea y demande cuenta.
23 Y sucedió que al cabo del año, el ejército de los arameos subió contra él; vinieron a Judá y a Jerusalén, destruyeron de entre el pueblo a todos los príncipes del pueblo, y enviaron todo su botín al rey de Damasco.
24 Ciertamente el ejército de los arameos vino con pocos hombres; sin embargo, el SEÑOR entregó en sus manos un ejército muy grande, porque habían abandonado al SEÑOR, Dios de sus padres. Así ejecutaron juicio contra Joás.
25 Cuando se fueron de él (pues lo dejaron gravemente enfermo), sus propios siervos conspiraron contra él a causa de la sangre de los hijos del sacerdote Joiada, y lo mataron en su cama. Así murió, y lo sepultaron en la ciudad de David, pero no lo sepultaron en los sepulcros de los reyes.
26 Los que conspiraron contra él fueron Zabad, hijo de Simeat la amonita, y Jozabad, hijo de Simrit la moabita.
27 En cuanto a sus hijos, la gran carga de oráculos contra él y la restauración de la casa de Dios, he aquí, están escritos en las anotaciones del libro de los reyes. Y su hijo Amasías reinó en su lugar.
WLC
1 בֶּן־שֶׁ֤בַע שָׁנִים֙ יוֹאָ֣שׁ בְּמָלְכ֔וֹ וְאַרְבָּעִ֣ים שָׁנָ֔ה מָלַ֖ךְ בִּירוּשָׁלִָ֑ם וְשֵׁ֣ם אִמּ֔וֹ צִבְיָ֖ה מִבְּאֵ֥ר שָֽׁבַע׃
2 וַיַּ֤עַשׂ יוֹאָשׁ֙ הַיָּשָׁ֔ר בְּעֵינֵ֖י יְהוָ֑ה כָּל־יְמֵ֖י יְהוֹיָדָ֥ע הַכֹּהֵֽן׃
3 וַיִּשָּׂא־ל֥וֹ יְהוֹיָדָ֖ע נָשִׁ֣ים שְׁתָּ֑יִם וַיּ֖וֹלֶד בָּנִ֥ים וּבָנֽוֹת׃
4 וַיְהִ֖י אַחֲרֵי־כֵ֑ן הָיָ֤ה עִם־לֵ֣ב יוֹאָ֔שׁ לְחַדֵּ֖שׁ אֶת־בֵּ֥ית יְהוָֽה׃
5 וַיִּקְבֹּ֣ץ אֶת־הַכֹּהֲנִ֣ים וְהַלְוִיִּם֮ וַיֹּ֣אמֶר לָהֶם֒ צְא֣וּ לְעָרֵי־יְהוּדָ֗ה וְקִבְצ֣וּ מִכָּל־יִשְׂרָאֵ֡ל כֶּ֣סֶף לְחַזֵּ֣ק אֶת־בֵּ֣ית אֱלֹהֵיכֶם֩ מִדֵּ֨י שָׁנָ֤ה בְשָׁנָה֙ וְאַתֶּ֣ם תְּמַהֲר֣וּ לַדָּבָ֔ר וְלֹ֥א מִהֲר֖וּ הַלְוִיִּֽם׃
6 וַיִּקְרָ֣א הַמֶּ֔לֶךְ לִֽיהוֹיָדָ֖ע הָרֹ֑אשׁ וַיֹּ֣אמֶר ל֗וֹ מַדּ֤וּעַ לֹֽא־דָרַ֙שְׁתָּ֙ עַל־הַלְוִיִּ֔ם לְהָבִ֞יא מִֽיהוּדָ֣ה וּמִירוּשָׁלִַ֗ם אֶת־מַשְׂאַת֙ מֹשֶׁ֣ה עֶֽבֶד־יְהוָ֔ה וְהַקָּהָ֖ל לְיִשְׂרָאֵ֑ל לְאֹ֖הֶל הָעֵדֽוּת׃
7 כִּ֚י עֲתַלְיָ֣הוּ הַמִּרְשַׁ֔עַת בָּנֶ֖יהָ פָּרְצ֣וּ אֶת־בֵּֽית־הָאֱלֹהִ֑ים וְגַ֗ם כָּל־קָדְשֵׁ֤י בֵית־יְהוָה֙ עָשׂ֣וּ לַבְּעָלִ֔ים׃
8 וַיֹּ֖אמֶר הַמֶּ֑לֶךְ וַֽיַּעֲשׂוּ֙ אֲר֣וֹן אֶחָ֔ד וַֽיִּתְּנֻ֛הוּ בְּשַׁ֥עַר בֵּית־יְהוָ֖ה חֽוּצָה׃
9 וַֽיִּתְּנוּ־ק֞וֹל בִּֽיהוּדָ֣ה וּבִירוּשָׁלִַ֗ם לְהָבִ֤יא לַֽיהוָה֙ מַשְׂאַ֣ת מֹשֶׁ֔ה עֶֽבֶד־הָאֱלֹהִ֖ים עַל־יִשְׂרָאֵ֥ל בַּמִּדְבָּֽר׃
10 וַֽיִּשְׂמְח֞וּ כָּל־הַשָּׂרִ֛ים וְכָל־הָעָ֖ם וַיָּבִ֣יאוּ וַיַּשְׁלִ֣יכוּ לָאָר֔וֹן עַ֖ד לְכַלֵּֽה׃
11 וַיְהִ֡י בְּעֵת֩ יָבִ֨יא אֶת־הָאָר֜וֹן אֶל־פְּקֻדַּ֣ת הַמֶּלֶךְ֮ בְּיַ֣ד הַלְוִיִּם֒ וְכִרְאוֹתָ֞ם כִּי־רַ֣ב הַכֶּ֗סֶף וּבָ֨א סוֹפֵ֤ר הַמֶּ֙לֶךְ֙ וּפְקִ֣יד כֹּהֵ֣ן הָרֹ֔אשׁ וִיעָ֙רוּ֙ אֶת־הָ֣אָר֔וֹן וְיִשָּׂאֻ֖הוּ וִֽישִׁיבֻ֣הוּ אֶל־מְקֹמ֑וֹ כֹּ֤ה עָשׂוּ֙ לְי֣וֹם בְּי֔וֹם וַיַּאַסְפ֥וּ כֶ֖סֶף לָרֹֽב׃
12 וַיִּתְּנֵ֨הוּ הַמֶּ֤לֶךְ וִֽיהוֹיָדָע֙ אֶל־עוֹשֵׂ֣ה מְלֶ֣אכֶת עֲבוֹדַ֣ת בֵּית־יְהוָ֔ה וַיִּהְי֗וּ שֹׂכְרִ֤ים חֹֽצְבִים֙ וְחָ֣רָשִׁ֔ים לְחַדֵּ֖שׁ בֵּ֣ית יְהוָ֑ה וְגַ֛ם חָרָשֵׁ֥י בַרְזֶ֖ל וּנְחֹ֥שֶׁת לְחַזֵּ֖ק אֶת־בֵּ֥ית יְהוָֽה׃
13 וַֽיַּעֲשׂוּ֙ עֹשֵׂ֣י הַמְּלָאכָ֔ה וַתַּ֧עַל אֲרוּכָ֛ה לַמְּלָאכָ֖ה בְּיָדָ֑ם וַיַּעֲמִ֧ידוּ אֶת־בֵּית־הָאֱלֹהִ֛ים עַל־מַתְכֻּנְתּ֖וֹ וַיְאַמְּצֻֽהוּ׃
14 וּכְכַלּוֹתָ֡ם הֵבִ֨יאוּ לִפְנֵ֤י הַמֶּ֙לֶךְ֙ וִֽיהוֹיָדָ֔ע אֶת־שְׁאָ֖ר הַכָּ֑סֶף וַיַּעֲשֵׂ֨הוּ כֵלִ֜ים לְבֵ֣ית יְהוָ֗ה כְּלֵ֤י שָׁרֵת֙ וְהַעֲל֔וֹת וְכַפּ֖וֹת וּכְלֵ֣י זָהָ֣ב וָכָ֑סֶף וַיִּהְי֨וּ מַעֲלִ֤ים עֹלוֹת֙ בְּבֵ֣ית יְהוָ֔ה תָּמִ֖יד כֹּ֥ל יְמֵ֥י יְהוֹיָדָֽע׃
15 וַיִּזְקַ֤ן יְהוֹיָדָע֙ וַיִּשְׂבַּ֣ע יָמִ֔ים וַיָּמֹ֑ת בֶּן־מֵאָ֧ה וּשְׁלֹשִׁ֛ים שָׁנָ֖ה בְּמוֹתֽוֹ׃
16 וַיִּקְבְּרֻ֤הוּ בְעִיר־דָּוִיד֙ עִ֣ם הַמְּלָכִ֔ים כִּ֚י עָשָׂ֣ה טוֹבָ֔ה בְּיִשְׂרָאֵ֖ל וְעִ֥ם הָאֱלֹהִ֖ים וּבֵיתֽוֹ׃
17 וְאַחֲרֵ֣י מ֣וֹת יְהוֹיָדָ֗ע בָּ֚אוּ שָׂרֵ֣י יְהוּדָ֔ה וַיִּֽשְׁתַּחֲו֖וּ לַמֶּ֑לֶךְ אָ֛ז שָׁמַ֥ע הַמֶּ֖לֶךְ אֲלֵיהֶֽם׃
18 וַיַּעַזְב֞וּ אֶת־בֵּ֤ית יְהוָה֙ אֱלֹהֵ֣י אֲבוֹתֵיהֶ֔ם וַיַּעַבְד֥וּ אֶת־הָאֲשֵׁרִ֖ים וְאֶת־הָעֲצַבִּ֑ים וַיְהִ֣י קֶ֗צֶף עַל־יְהוּדָ֧ה וִירוּשָׁלִַ֖ם בְּאַשְׁמָתָ֥ם זֹֽאת׃
19 וַיִּשְׁלַ֨ח בָּהֶ֧ם נְבִיאִ֛ים לַהֲשִׁיבָ֖ם אֶל־יְהוָ֑ה וַיָּעִ֣ידוּ בָ֔ם וְלֹ֥א הֶאֱזִֽינוּ׃
20 וְר֣וּחַ אֱלֹהִ֗ים לָֽבְשָׁה֙ אֶת־זְכַרְיָ֣ה בֶן־יְהוֹיָדָ֣ע הַכֹּהֵ֔ן וַיַּעֲמֹ֖ד מֵעַ֣ל לָעָ֑ם וַיֹּ֣אמֶר לָהֶ֗ם כֹּ֚ה אָמַ֣ר הָאֱלֹהִ֔ים לָ֤מָּה אַתֶּם֙ עֹבְרִ֔ים אֶת־מִצְוֹ֖ת יְהוָ֑ה וְלֹ֣א תַצְלִ֔יחוּ כִּֽי־עֲזַבְתֶּ֣ם אֶת־יְהוָ֔ה וַיַּעֲזֹ֖ב אֶתְכֶֽם׃
21 וַיִּקְשְׁר֣וּ עָלָ֔יו וַיִּרְגְּמֻ֥הוּ אֶ֖בֶן בְּמִצְוַ֣ת הַמֶּ֑לֶךְ בַּחֲצַ֖ר בֵּ֥ית יְהוָֽה׃
22 וְלֹא־זָכַ֞ר יוֹאָ֣שׁ הַמֶּ֗לֶךְ הַחֶ֙סֶד֙ אֲשֶׁ֨ר עָשָׂ֜ה יְהוֹיָדָ֤ע אָבִיו֙ עִמּ֔וֹ וַיַּהֲרֹ֖ג אֶת־בְּנ֑וֹ וּכְמוֹת֣וֹ אָמַ֔ר יֵ֥רֶא יְהוָ֖ה וְיִדְרֹֽשׁ׃
23 וַיְהִ֣י לִתְקוּפַ֣ת הַשָּׁנָ֗ה עָלָ֤ה עָלָיו֙ חֵ֣יל אֲרָ֔ם וַיָּבֹ֥אוּ אֶל־יְהוּדָ֖ה וִירוּשָׁלִָ֑ם וַיַּשְׁחִ֧יתוּ אֶת־כָּל־שָׂרֵֽי־הָעָ֛ם מֵעָ֖ם וְכָל־שְׁלָלָ֥ם שִׁלְּח֖וּ לְמֶ֥לֶךְ דַּרְמָֽשֶׂק׃
24 כִּ֣י בְמִתְעֵ֥י אֲנָשִׁ֛ים בָּ֖אוּ חֵ֣יל אֲרָ֑ם וַֽיהוָ֞ה נָתַ֨ן בְּיָדָ֜ם חַ֣יִל לָרֹ֣ב מְאֹ֗ד כִּ֤י עָֽזְבוּ֙ אֶת־יְהוָ֣ה אֱלֹהֵֽי־אֲבוֹתֵיהֶ֔ם וְאֶת־יוֹאָ֖שׁ עָשׂ֥וּ שְׁפָטִֽים׃
25 וּבְלֶכְתָּ֣ם מִמֶּ֗נּוּ כִּֽי־עָזְב֣וּ אֹתוֹ֮ בְּמַחֲלוּיִ֣ם רַבִּים֒ הִתְקַשְּׁר֨וּ עָלָ֜יו עֲבָדָ֗יו בִּדְמֵי֙ בְּנֵ֣י יְהוֹיָדָ֣ע הַכֹּהֵ֔ן וַיַּהַרְגֻ֥הוּ עַל־מִטָּת֖וֹ וַיָּמֹ֑ת וַיִּקְבְּרֻ֙הוּ֙ בְּעִ֣יר דָּוִ֔יד וְלֹ֥א קְבָרֻ֖הוּ בְּקִבְר֥וֹת הַמְּלָכִֽים׃
26 וְאֵ֖לֶּה הַמִּתְקַשְּׁרִ֣ים עָלָ֑יו זָבָ֞ד בֶּן־שִׁמְעָ֣ת הָעַמֹּנִ֗ית וִֽיהוֹזָבָ֛ד בֶּן־שִׁמְרִ֥ית הַמּוֹאָבִֽית׃
27 וּבָנָ֞יו וְרֹ֧ב הַמַּשָּׂ֣א עָלָ֗יו וִיס֤וֹד בֵּית־הָֽאֱלֹהִים֙ הִנָּ֣ם כְּתוּבִ֔ים עַל־מִדְרַ֖שׁ סֵ֣פֶר הַמְּלָכִ֑ים וַיִּמְלֹ֛ךְ אֲמַצְיָ֥הוּ בְנ֖וֹ תַּחְתָּֽיו׃
Capítulo 25
Reinado de Amasías
LBLA
1 Tenía Amasías veinticinco años cuando comenzó a reinar, y reinó veintinueve años en Jerusalén. El nombre de su madre era Joadán de Jerusalén.
2 Hizo lo recto ante los ojos del SEÑOR, aunque no de todo corazón.
3 Y sucedió que tan pronto como el reino fue afirmado en su mano, mató a los siervos que habían asesinado al rey su padre.
4 Sin embargo, no dio muerte a sus hijos, sino que hizo conforme a lo que está escrito en la ley, en el libro de Moisés, donde el SEÑOR ordenó, diciendo: Los padres no morirán por los hijos, ni los hijos morirán por los padres, sino que cada uno morirá por su propio pecado.
5 Además, Amasías reunió a Judá y los organizó según sus casas paternas bajo jefes de millares y jefes de centenas por todo Judá y Benjamín; e hizo un censo de los de veinte años arriba, y halló que eran trescientos mil escogidos, capaces de salir a la guerra, que podían manejar lanza y escudo.
6 También reclutó por cien talentos de plata a cien mil guerreros valientes de Israel.
7 Pero un hombre de Dios vino a él, diciendo: Oh rey, que no vaya contigo el ejército de Israel, porque el SEÑOR no está con Israel ni con ninguno de los hijos de Efraín.
8 Pero si tú vas, hazlo, sé fuerte para la batalla; mas Dios te hará caer delante del enemigo, porque Dios tiene poder para ayudar y para hacer caer.
9 Y Amasías dijo al hombre de Dios: ¿Qué, pues, se hará de los cien talentos que he dado a las tropas de Israel? Y el hombre de Dios respondió: El SEÑOR tiene mucho más que darte que esto.
10 Entonces Amasías despidió a las tropas que habían venido a él de Efraín, para que se fueran a su lugar; y se encendió en gran manera la ira de ellos contra Judá, y regresaron a su lugar ardiendo en ira.
11 Y Amasías se fortaleció, y guió a su pueblo y fue al valle de la Sal, y mató a diez mil de los hijos de Seir.
12 Los hijos de Judá también capturaron vivos a otros diez mil y los llevaron a la cumbre de la peña, y los despeñaron desde la cumbre de la peña, y todos se hicieron pedazos.
13 Pero las tropas que Amasías había despedido para que no fueran con él a la batalla, hicieron incursión en las ciudades de Judá, desde Samaria hasta Bet-horón, y mataron a tres mil de ellos y tomaron mucho botín.
14 Sucedió que después que Amasías regresó de la matanza de los edomitas, trajo los dioses de los hijos de Seir y los puso como sus dioses, se postró ante ellos y les quemó incienso.
15 Entonces se encendió la ira del SEÑOR contra Amasías, y le envió un profeta que le dijo: ¿Por qué has buscado los dioses de este pueblo, que no libraron a su pueblo de tu mano?
16 Y sucedió que mientras él le hablaba, Amasías le dijo: ¿Te hemos nombrado consejero del rey? ¡Cállate! ¿Por qué has de ser muerto? Entonces el profeta se calló, y dijo: Yo sé que Dios ha determinado destruirte, porque has hecho esto y no has escuchado mi consejo.
17 Entonces Amasías, rey de Judá, tomó consejo y envió mensaje a Joás, hijo de Joacaz, hijo de Jehú, rey de Israel, diciendo: Ven, veámonos cara a cara.
18 Y Joás, rey de Israel, envió mensaje a Amasías, rey de Judá, diciendo: El cardo que estaba en el Líbano envió mensaje al cedro que estaba en el Líbano, diciendo: "Da tu hija por mujer a mi hijo." Pero pasó una bestia salvaje que estaba en el Líbano, y pisoteó el cardo.
19 Tú dices: "He aquí, he derrotado a Edom", y tu corazón se ha enaltecido para gloriarte. Quédate ahora en tu casa; ¿por qué has de provocar el mal para que caigas tú y Judá contigo?
20 Pero Amasías no quiso escuchar, porque esto venía de Dios, para entregarlos en mano de Joás, por cuanto habían buscado los dioses de Edom.
21 Subió, pues, Joás, rey de Israel, y él y Amasías, rey de Judá, se vieron cara a cara en Bet-semes, que pertenece a Judá.
22 Y Judá fue derrotado por Israel, y huyeron cada uno a su tienda.
23 Entonces Joás, rey de Israel, capturó a Amasías, rey de Judá, hijo de Joás, hijo de Joacaz, en Bet-semes, y lo llevó a Jerusalén y derribó la muralla de Jerusalén desde la puerta de Efraín hasta la puerta del Angulo, cuatrocientos codos.
24 Tomó todo el oro y la plata y todos los utensilios que se hallaban en la casa de Dios al cuidado de Obed-edom, y los tesoros de la casa del rey, también tomó rehenes, y regresó a Samaria.
25 Y Amasías, hijo de Joás, rey de Judá, vivió quince años después de la muerte de Joás, hijo de Joacaz, rey de Israel.
26 Los demás hechos de Amasías, desde el primero hasta el último, ¿no están escritos en el libro de los reyes de Judá e Israel?
27 Desde el tiempo en que Amasías se apartó de seguir al SEÑOR, tramaron conspiración contra él en Jerusalén, y él huyó a Laquis; pero enviaron tras él a Laquis y allí lo mataron.
28 Entonces lo trajeron sobre caballos y lo sepultaron con sus padres en la ciudad de Judá.
WLC
1 בֶּן־עֶשְׂרִ֨ים וְחָמֵ֤שׁ שָׁנָה֙ מָלַ֣ךְ אֲמַצְיָ֔הוּ וְעֶשְׂרִ֤ים וָתֵ֙שַׁע֙ שָׁנָ֔ה מָלַ֖ךְ בִּירוּשָׁלִָ֑ם וְשֵׁ֣ם אִמּ֔וֹ יְהוֹעַדָּ֖ן מִן־יְרוּשָׁלִָֽם׃
2 וַיַּ֥עַשׂ הַיָּשָׁ֖ר בְּעֵינֵ֣י יְהוָ֑ה רַ֖ק לֹ֥א בְלֵבָ֥ב שָׁלֵֽם׃
3 וַיְהִ֕י כַּאֲשֶׁ֥ר חָזְקָ֖ה הַמַּמְלָכָ֣ה עָלָ֑יו וַיַּהֲרֹ֣ג אֶת־עֲבָדָ֔יו הַמַּכִּ֖ים אֶת־הַמֶּ֥לֶךְ אָבִֽיו׃
4 וְאֶת־בְּנֵיהֶם֙ לֹ֣א הֵמִ֔ית כִּ֚י כַכָּת֣וּב בַּתּוֹרָ֔ה בְּסֵ֥פֶר מֹשֶׁ֖ה אֲשֶׁר־צִוָּ֣ה יְהוָ֣ה לֵאמֹ֑ר לֹא־יָמֻ֨תוּ אָב֤וֹת עַל־בָּנִים֙ וּבָנִ֣ים לֹא־יָמֻ֣תוּ עַל־אָב֔וֹת כִּ֛י אִ֥ישׁ בְּחֶטְא֖וֹ יָמֽוּתוּ׃
5 וַיִּקְבֹּ֤ץ אֲמַצְיָ֙הוּ֙ אֶת־יְהוּדָ֔ה וַיַּעֲמִידֵ֣ם לְבֵית־אָב֗וֹת לְשָׂרֵ֤י אֲלָפִים֙ וּלְשָׂרֵ֣י מֵא֔וֹת לְכָל־יְהוּדָ֖ה וּבִנְיָמִ֑ן וַֽיִּפְקְדֵ֗ם לְמִבֶּ֨ן עֶשְׂרִ֤ים שָׁנָה֙ וָמַ֔עְלָה וַיִּמְצָאֵ֗ם שְׁלֹ֨שׁ מֵא֤וֹת אֶ֙לֶף֙ בָּח֔וּר יוֹצֵ֣א צָבָ֔א אֹחֵ֖ז רֹ֥מַח וְצִנָּֽה׃
6 וַיִּשְׂכֹּ֣ר מִיִּשְׂרָאֵ֗ל מֵאָ֥ה אֶ֛לֶף גִּבּ֥וֹר חַ֖יִל בְּמֵאָ֥ה כִכַּר־כָּֽסֶף׃
7 וְאִ֤ישׁ הָאֱלֹהִים֙ בָּ֣א אֵלָ֔יו לֵאמֹ֕ר הַמֶּ֕לֶךְ אַל־יָבֹ֥א עִמְּךָ֖ צְבָ֣א יִשְׂרָאֵ֑ל כִּ֣י אֵ֤ין יְהוָה֙ עִם־יִשְׂרָאֵ֔ל כֹּ֖ל בְּנֵ֥י אֶפְרָֽיִם׃
8 כִּ֚י אִם־בֹּ֣א אַ֔תָּה עֲשֵׂ֖ה חֲזַ֣ק לַמִּלְחָמָ֑ה יַכְשִֽׁילְךָ֤ הָֽאֱלֹהִים֙ לִפְנֵ֣י אוֹיֵ֔ב כִּֽי־יֶשׁ־כֹּ֥חַ בֵּֽאלֹהִ֖ים לַעְזֹ֥ר וּלְהַכְשִֽׁיל׃
9 וַיֹּ֤אמֶר אֲמַצְיָ֙הוּ֙ לְאִ֣ישׁ הָאֱלֹהִ֔ים וּמַה־לַּעֲשׂ֕וֹת לִמְאַ֥ת הַכִּכָּ֖ר אֲשֶׁר־נָתַ֣תִּי לִגְד֣וּד יִשְׂרָאֵ֑ל וַיֹּ֙אמֶר֙ אִ֣ישׁ הָאֱלֹהִ֔ים יֵ֧שׁ לַיהוָ֛ה לָֽתֶת־לְךָ֖ הַרְבֵּ֥ה מִזֶּֽה׃
10 וַיַּבְדִּילֵ֣ם אֲמַצְיָ֗הוּ לַגְּד֛וּד אֲשֶׁר־בָּ֥א אֵלָ֖יו מֵֽאֶפְרָ֑יִם לָלֶ֣כֶת לִמְקוֹמָ֔ם וַיִּ֤חַר אַפָּם֙ מְאֹ֣ד בִּֽיהוּדָ֔ה וַיָּשׁ֥וּבוּ לִמְקוֹמָ֖ם בָּחֳרִי־אָֽף׃
11 וַאֲמַצְיָ֣הוּ הִתְחַזַּ֔ק וַיִּנְהַג֙ אֶת־עַמּ֔וֹ וַיֵּ֖לֶךְ גֵּ֣יא הַמֶּ֑לַח וַיַּ֥ךְ אֶת־בְּנֵי־שֵׂעִ֖יר עֲשֶׂ֥רֶת אֲלָפִֽים׃
12 וַעֲשֶׂ֨רֶת אֲלָפִ֤ים חַיִּים֙ שָׁב֣וּ בְנֵֽי־יְהוּדָ֔ה וַיְבִיא֖וּם לְרֹ֣אשׁ הַסָּ֑לַע וַיַּשְׁלִיכ֛וּם מֵרֹ֥אשׁ הַסֶּ֖לַע וְכֻלָּ֥ם נִבְקָֽעוּ׃
13 וּבְנֵ֣י הַגְּד֗וּד אֲשֶׁ֨ר הֵשִׁ֤יב אֲמַצְיָ֙הוּ֙ מִלֶּ֣כֶת עִמּ֣וֹ לַמִּלְחָמָ֔ה וַֽיִּפְשְׁטוּ֙ בְּעָרֵ֣י יְהוּדָ֔ה מִשֹּׁמְר֖וֹן וְעַד־בֵּ֣ית חוֹר֑וֹן וַיַּכּ֤וּ מֵהֶם֙ שְׁלֹ֣שֶׁת אֲלָפִ֔ים וַיָּבֹ֖זּוּ בִּזָּ֥ה רַבָּֽה׃
14 וַיְהִ֗י אַחֲרֵ֨י ב֤וֹא אֲמַצְיָ֙הוּ֙ מֵהַכּ֣וֹת אֶת־אֲדוֹמִ֔ים וַיָּבֵ֗א אֶת־אֱלֹהֵי֙ בְּנֵ֣י שֵׂעִ֔יר וַיַּעֲמִידֵ֥ם ל֖וֹ לֵאלֹהִ֑ים וְלִפְנֵיהֶ֥ם יִֽשְׁתַּחֲוֶ֖ה וְלָהֶ֥ם יְקַטֵּֽר׃
15 וַיִּֽחַר־אַ֤ף יְהוָה֙ בַּאֲמַצְיָ֔הוּ וַיִּשְׁלַ֥ח אֵלָ֖יו נָבִ֑יא וַיֹּ֣אמֶר ל֗וֹ לָ֤מָּה דָרַ֙שְׁתָּ֙ אֶת־אֱלֹהֵ֣י הָעָ֔ם אֲשֶׁ֛ר לֹא־הִצִּ֥ילוּ אֶת־עַמָּ֖ם מִיָּדֶֽךָ׃
16 וַיְהִ֣י בְּדַבְּר֣וֹ אֵלָ֗יו וַיֹּ֤אמֶר לוֹ֙ הַלְיוֹעֵ֤ץ לַמֶּ֙לֶךְ֙ נְתַנּ֔וּךָ חֲדַל־לְךָ֖ לָ֣מָּה יַכּ֑וּךָ וַיֶּחְדַּ֣ל הַנָּבִ֗יא וַיֹּ֙אמֶר֙ יָדַ֗עְתִּי כִּֽי־יָעַ֤ץ אֱלֹהִים֙ לְהַשְׁחִיתֶ֔ךָ כִּֽי־עָשִׂ֣יתָ זֹּ֔את וְלֹ֥א שָׁמַ֖עְתָּ לַעֲצָתִֽי׃
17 וַיִּוָּעַ֗ץ אֲמַצְיָ֙הוּ֙ מֶ֣לֶךְ יְהוּדָ֔ה וַיִּשְׁלַ֗ח אֶל־יוֹאָ֧שׁ בֶּן־יְהוֹאָחָ֛ז בֶּן־יֵה֖וּא מֶ֣לֶךְ יִשְׂרָאֵ֑ל לֵאמֹ֖ר לְכָ֥ה נִתְרָאֶ֖ה פָנִֽים׃
18 וַיִּשְׁלַח֩ יוֹאָ֨שׁ מֶֽלֶךְ־יִשְׂרָאֵ֜ל אֶל־אֲמַצְיָ֣הוּ מֶֽלֶךְ־יְהוּדָה֮ לֵאמֹר֒ הַח֜וֹחַ אֲשֶׁ֣ר בַּלְּבָנ֗וֹן שָׁלַח֙ אֶל־הָאֶ֤רֶז אֲשֶׁר֙ בַּלְּבָנ֔וֹן לֵאמֹ֕ר תְּנָ֥ה אֶֽת־בִּתְּךָ֖ לִבְנִ֣י לְאִשָּׁ֑ה וַֽתַּעֲבֹ֞ר חַיַּ֤ת הַשָּׂדֶה֙ אֲשֶׁ֣ר בַּלְּבָנ֔וֹן וַתִּרְמֹ֖ס אֶת־הַחֽוֹחַ׃
19 אָמַ֗רְתָּ הִנֵּ֤ה הִכִּ֙יתָ֙ אֶת־אֱד֔וֹם וּנְשָׂאֲךָ֥ לִבְּךָ֖ לְהַכְבִּ֑יד עַתָּה֙ שְׁבָ֣ה בְּבֵיתֶ֔ךָ לָ֤מָּה תִתְגָּרֶה֙ בְּרָעָ֔ה וְנָפַלְתָּ֖ה אַתָּ֥ה וִיהוּדָ֖ה עִמָּֽךְ׃
20 וְלֹא־שָׁמַ֣ע אֲמַצְיָ֔הוּ כִּ֤י מֵהָֽאֱלֹהִים֙ הִ֔יא לְמַ֖עַן תִּתָּ֣ם בְּיָ֑ד כִּ֣י דָֽרְשׁ֔וּ אֵ֖ת אֱלֹהֵ֥י אֱדֽוֹם׃
21 וַיַּ֗עַל יוֹאָשׁ֙ מֶ֣לֶךְ יִשְׂרָאֵ֔ל וַיִּתְרָא֣וּ פָנִ֔ים ה֖וּא וַאֲמַצְיָ֣הוּ מֶֽלֶךְ־יְהוּדָ֑ה בְּבֵ֥ית שֶׁ֖מֶשׁ אֲשֶׁ֥ר לִיהוּדָֽה׃
22 וַיִּנָּ֥גֶף יְהוּדָ֖ה לִפְנֵ֣י יִשְׂרָאֵ֑ל וַיָּנֻ֖סוּ אִ֥ישׁ לְאֹהָלָֽיו׃
23 וְאֵ֣ת אֲמַצְיָ֣הוּ מֶֽלֶךְ־יְ֠הוּדָה בֶּן־יוֹאָ֨שׁ בֶּן־יְהוֹאָחָ֜ז תָּפַ֗שׂ יוֹאָשׁ֙ מֶ֣לֶךְ יִשְׂרָאֵ֔ל בְּבֵ֖ית שָׁ֑מֶשׁ וַיְבִיאֵ֣הוּ יְרוּשָׁלִַ֗ם וַיִּפְרֹ֞ץ בְּחוֹמַ֤ת יְרוּשָׁלִַ֙ם֙ מִשַּׁ֤עַר אֶפְרַ֙יִם֙ עַד־שַׁ֣עַר הַפִּנָּ֔ה אַרְבַּ֥ע מֵא֖וֹת אַמָּֽה׃
24 וְכָל־הַזָּהָ֣ב וְהַכֶּ֡סֶף וְאֵ֣ת כָּל־הַ֠כֵּלִים הַנִּמְצְאִ֨ים בְּבֵית־הָאֱלֹהִ֜ים עִם־עֹבֵ֣ד אֱדֹ֗ם וְאֶת־אֹצְרוֹת֙ בֵּ֣ית הַמֶּ֔לֶךְ וְאֵ֖ת בְּנֵ֣י הַתַּעֲרֻב֑וֹת וַיָּ֖שָׁב שֹׁמְרֽוֹן׃
25 וַיְחִ֞י אֲמַצְיָ֣הוּ בֶן־יוֹאָ֗שׁ מֶ֚לֶךְ יְהוּדָ֔ה אַחֲרֵ֣י מ֔וֹת יוֹאָ֥שׁ בֶּן־יְהוֹאָחָ֖ז מֶ֣לֶךְ יִשְׂרָאֵ֑ל חֲמֵ֥שׁ עֶשְׂרֵ֖ה שָׁנָֽה׃
26 וְיֶ֨תֶר דִּבְרֵ֧י אֲמַצְיָ֛הוּ הָרִאשֹׁנִ֥ים וְהָאַחֲרֹנִ֖ים הֲלֹ֣א הִנָּ֣ם כְּתוּבִ֗ים עַל־סֵ֛פֶר מַלְכֵ֥י יְהוּדָ֖ה וְיִשְׂרָאֵֽל׃
27 וּמֵעֵ֗ת אֲשֶׁר־סָ֤ר אֲמַצְיָ֙הוּ֙ מֵאַחֲרֵ֣י יְהוָ֔ה וַיִּקְשְׁר֨וּ עָלָ֤יו קֶ֙שֶׁר֙ בִּירוּשָׁלִַ֔ם וַיָּ֖נָס לָכִ֑ישָׁה וַיִּשְׁלְח֤וּ אַחֲרָיו֙ לָכִ֔ישָׁה וַיְמִיתֻ֖הוּ שָֽׁם׃
28 וַיִּשָּׂאֻ֖הוּ עַל־הַסּוּסִ֑ים וַיִּקְבְּר֥וּ אֹת֛וֹ עִם־אֲבֹתָ֖יו בְּעִ֥יר יְהוּדָֽה׃
Capítulo 26
Reinado de Uzías
LBLA
1 Y todo el pueblo de Judá tomó a Uzías, que tenía dieciséis años, y lo hicieron rey en lugar de su padre Amasías.
2 El reedificó Elat y la restauró para Judá después que el rey durmió con sus padres.
3 Tenía Uzías dieciséis años cuando comenzó a reinar, y reinó cincuenta y dos años en Jerusalén. El nombre de su madre era Jecolías de Jerusalén.
4 Hizo lo recto ante los ojos del SEÑOR, conforme a todo lo que había hecho su padre Amasías.
5 Persistió en buscar a Dios en los días de Zacarías, que tenía entendimiento en las visiones de Dios; y mientras buscó al SEÑOR, Dios le prosperó.
6 Salió y peleó contra los filisteos, y derribó la muralla de Gat, la muralla de Jabnia y la muralla de Asdod; y edificó ciudades en la región de Asdod y entre los filisteos.
7 Y Dios lo ayudó contra los filisteos, contra los árabes que habitaban en Gur-baal, y contra los meunitas.
8 Los amonitas dieron tributo a Uzías, y su fama se extendió hasta la frontera de Egipto, porque se hizo muy poderoso.
9 Uzías edificó torres en Jerusalén en la puerta del Angulo, en la puerta del Valle y en el ángulo de la muralla, y las fortificó.
10 También edificó torres en el desierto y cavó muchos pozos, porque tenía mucho ganado, tanto en la Sefela como en la llanura; también tenía labradores y viñadores en los montes y en los campos fértiles, porque amaba la agricultura.
11 Uzías tenía además un ejército de guerreros que salían a combate en grupos, según el número de su censo hecho por el escriba Jeiel y el oficial Maasías, bajo la dirección de Hananías, uno de los oficiales del rey.
12 El número total de los jefes de casas paternas, de los guerreros valientes, era de dos mil seiscientos.
13 Bajo su mando había un ejército de trescientos siete mil quinientos guerreros, que combatían con gran poder para ayudar al rey contra el enemigo.
14 Uzías preparó para todo el ejército escudos, lanzas, yelmos, corazas, arcos y hondas para tirar piedras.
15 En Jerusalén hizo máquinas inventadas por hombres hábiles para poner sobre las torres y en las esquinas, para arrojar saetas y grandes piedras. Su fama se extendió lejos, porque fue ayudado maravillosamente hasta que se hizo poderoso.
16 Pero cuando llegó a ser poderoso, su corazón se enalteció hasta el punto de obrar corruptamente, y fue infiel al SEÑOR su Dios, pues entró al templo del SEÑOR para quemar incienso sobre el altar del incienso.
17 Entonces el sacerdote Azarías entró tras él, y con él ochenta sacerdotes del SEÑOR, hombres valientes.
18 Se opusieron al rey Uzías y le dijeron: No te corresponde a ti, Uzías, quemar incienso al SEÑOR, sino a los sacerdotes, hijos de Aarón, que están consagrados para quemar incienso. Sal del santuario, porque has sido infiel y no será para gloria tuya de parte del SEÑOR Dios.
19 Entonces Uzías se enojó, y tenía en su mano un incensario para quemar incienso; y mientras estaba enojado con los sacerdotes, la lepra le brotó en la frente delante de los sacerdotes en la casa del SEÑOR, junto al altar del incienso.
20 Cuando el sumo sacerdote Azarías y todos los sacerdotes lo miraron, he aquí, tenía lepra en la frente; y lo echaron de allí a toda prisa, y él mismo se dio prisa en salir porque el SEÑOR lo había herido.
21 El rey Uzías fue leproso hasta el día de su muerte; y habitó en una casa separada, siendo leproso, porque fue excluido de la casa del SEÑOR. Y su hijo Jotam estaba al frente de la casa del rey, gobernando al pueblo de la tierra.
22 Los demás hechos de Uzías, desde el primero hasta el último, los escribió el profeta Isaías, hijo de Amoz.
23 Y durmió Uzías con sus padres, y lo sepultaron con sus padres en el campo del sepulcro que pertenecía a los reyes, porque dijeron: Es leproso. Y su hijo Jotam reinó en su lugar.
WLC
1 וַיִּקְח֞וּ כָּל־עַ֤ם יְהוּדָה֙ אֶת־עֻזִּיָּ֔הוּ וְה֖וּא בֶּן־שֵׁ֣שׁ עֶשְׂרֵ֣ה שָׁנָ֑ה וַיַּמְלִ֣יכוּ אֹת֔וֹ תַּ֖חַת אָבִ֥יו אֲמַצְיָֽהוּ׃
2 ה֚וּא בָּנָ֣ה אֶת־אֵיל֔וֹת וַיְשִׁיבֶ֖הָ לִֽיהוּדָ֑ה אַחֲרֵ֥י שְׁכַֽב־הַמֶּ֖לֶךְ עִם־אֲבֹתָֽיו׃
3 בֶּן־שֵׁ֨שׁ עֶשְׂרֵ֤ה שָׁנָה֙ עֻזִּיָּ֣הוּ בְמָלְכ֔וֹ וַחֲמִשִּׁ֤ים וּשְׁתַּ֙יִם֙ שָׁנָ֔ה מָלַ֖ךְ בִּירוּשָׁלִָ֑ם וְשֵׁ֣ם אִמּ֔וֹ יְכָלְיָ֖הוּ מִן־יְרוּשָׁלִָֽם׃
4 וַיַּ֥עַשׂ הַיָּשָׁ֖ר בְּעֵינֵ֣י יְהוָ֑ה כְּכֹ֥ל אֲשֶׁר־עָשָׂ֖ה אֲמַצְיָ֥הוּ אָבִֽיו׃
5 וַיְהִ֞י לִדְר֣וֹשׁ אֱלֹהִ֗ים בִּימֵ֤י זְכַרְיָ֙הוּ֙ הַמֵּבִ֣ין בִּרְאֹ֣ת הָאֱלֹהִ֔ים וּבִימֵי֙ דָּרְשׁ֣וֹ אֶת־יְהוָ֔ה הִצְלִיח֖וֹ הָאֱלֹהִֽים׃
6 וַיֵּצֵא֙ וַיִּלָּ֣חֶם בַּפְּלִשְׁתִּ֔ים וַיִּפְרֹ֞ץ אֶת־ח֣וֹמַת גַּ֗ת וְאֵת֙ חוֹמַ֣ת יַבְנֵ֔ה וְאֵ֖ת חוֹמַ֣ת אַשְׁדּ֑וֹד וַיִּבְנֶ֣ה עָרִ֔ים בְּאַשְׁדּ֖וֹד וּבַפְּלִשְׁתִּֽים׃
7 וַיַּעְזְרֵ֤הוּ הָֽאֱלֹהִים֙ עַל־הַפְּלִשְׁתִּ֔ים וְעַל־הָֽעַרְבִ֗ים הַיֹּֽשְׁבִים֙ בְּגוּר־בָּ֔עַל וְהַמְּעוּנִֽים׃
8 וַיִּתְּנ֧וּ הָעַמּוֹנִ֛ים מִנְחָ֖ה לְעֻזִּיָּ֑הוּ וַיֵּ֤לֶךְ שְׁמוֹ֙ עַד־לְב֣וֹא מִצְרַ֔יִם כִּ֥י הֶחֱזִ֖יק עַד־לְמָֽעְלָה׃
9 וַיִּ֨בֶן עֻזִּיָּ֤הוּ מִגְדָּלִים֙ בִּיר֣וּשָׁלִַ֔ם עַל־שַׁ֧עַר הַפִּנָּ֛ה וְעַל־שַׁ֥עַר הַגַּ֖יְא וְעַל־הַמִּקְצֹ֑עַ וַֽיְחַזְּקֵֽם׃
10 וַיִּ֨בֶן מִגְדָּלִ֥ים בַּמִּדְבָּר֮ וַיַּחְצֹ֣ב בֹּר֣וֹת רַבִּים֒ כִּֽי־הָיָה־לּ֤וֹ מִקְנֶה־רָּב֙ וּבַשְּׁפֵלָ֣ה וּבַמִּישׁ֔וֹר וְאִכָּרִ֣ים וְכֹרְמִ֔ים בֶּהָרִ֖ים וּבַכַּרְמֶ֑ל כִּֽי־הָיָ֥ה אֹהֵ֖ב אֲדָמָֽה׃
11 וַיְהִ֣י לְעֻזִּיָּ֗הוּ חַ֙יִל֙ עֹשֵׂ֣ה מִלְחָמָ֔ה יוֹצְאֵ֣י צָבָ֔א לְמִסְפַּר֙ פְּקֻדָּתָ֔ם בְּיַד־יְעִיאֵ֥ל הַסּוֹפֵ֖ר וּמַעֲשֵׂיָ֣הוּ הַשֹּׁפֵ֑ט עַל־יַד֙ חֲנַנְיָ֔הוּ מִשָּׂרֵ֖י הַמֶּֽלֶךְ׃
12 כֹּ֖ל מִסְפַּ֣ר רָאשֵׁ֣י הָאָב֑וֹת לְגִבּוֹרֵ֥י חַ֖יִל אַלְפַּ֥יִם וְשֵׁשׁ־מֵאֽוֹת׃
13 וְעַל־יָדָ֗ם חֵ֣יל צָבָא֮ שְׁלֹ֣שׁ מֵא֣וֹת אֶ֠לֶף וְשִׁבְעַ֨ת אֲלָפִ֧ים וַחֲמֵשׁ־מֵא֣וֹת רָב־כֹּ֗חַ לְעֶזְרָת֙ הַמֶּ֔לֶךְ עַל־הָאוֹיֵֽב׃
14 וַיָּ֨כֶן לָהֶ֤ם עֻזִּיָּ֙הוּ֙ לְכָל־הַחַ֔יִל צִנּוֹת֙ וּרְמָחִ֔ים וְקֽוֹבָעִים֙ וְשִׁרְיֹנ֔וֹת וּקְשָׁת֖וֹת וְאַבְנֵי־קְלָעִֽים׃
15 וַיַּ֣עַשׂ בִּירוּשָׁלִַ֗ם חִשְּׁבֹנוֹת֙ מַחֲשֶׁ֣בֶת חוֹשֵׁ֔ב לִֽהְי֤וֹת עַל־הַמִּגְדָּלִים֙ וְעַל־הַפִּנּ֔וֹת לִירוֹא֙ בַּחִצִּ֔ים וּבָאֲבָנִ֖ים גְּדֹל֑וֹת וַיֵּצֵ֥א שְׁמ֛וֹ עַד־לְמֵרָח֖וֹק כִּ֣י הִפְלִ֣יא לְעֶזְרָ֑ה עַ֥ד כִּֽי־חָזָֽק׃
16 וְכְחֶזְקָת֗וֹ גָּבַ֤הּ לִבּוֹ֙ עַד־לְהַשְׁחִ֔ית וַיִּמְעַ֖ל בַּיהוָ֣ה אֱלֹהָ֑יו וַיָּבֹא֙ אֶל־הֵיכַ֣ל יְהוָ֔ה לְהַקְטִ֥יר עַל־מִזְבַּ֖ח הַקְּטֹֽרֶת׃
17 וַיָּבֹ֣א אַחֲרָיו֮ עֲזַרְיָ֣הוּ הַכֹּהֵן֒ וְעִמּוֹ֙ כֹּהֲנִ֣ים לַֽיהוָ֔ה שְׁמוֹנִ֖ים חֲלֵ֥י בָֽנִים׃
18 וַיַּעַמְד֣וּ עַל־עֻזִּיָּ֣הוּ הַמֶּ֡לֶךְ וַיֹּאמְר֣וּ לֹֽא־לְךָ֣ עֻזִּיָּהוּ֩ לְהַקְטִ֨יר לַיהוָ֜ה כִּ֣י לַכֹּהֲנִ֣ים בְּנֵֽי־אַהֲרֹ֗ן הַֽמְקֻדָּשִׁים֙ לְהַקְטִ֔יר צֵא֙ מִן־הַמִּקְדָּ֔שׁ כִּ֥י מָעַ֖לְתָּ וְלֹֽא־לְךָ֥ לְכָב֖וֹד מֵאֱלֹהִ֥ים יְהוָֽה׃
19 וַיִּזְעַף֙ עֻזִּיָּ֔הוּ וּבְיָד֖וֹ מִקְטֶ֣רֶת לְהַקְטִּ֑יר וּבְזַעְפּ֣וֹ עִם־הַכֹּהֲנִ֗ים וְהַצָּרַ֤עַת צָֽרְחָה֙ בְּמִצְח֔וֹ לִפְנֵי֙ הַכֹּהֲנִ֔ים בְּבֵ֥ית יְהוָ֖ה עַל־מִזְבַּ֥ח הַקְּטֹֽרֶת׃
20 וַיִּ֨פֶן עָלָ֜יו עֲזַרְיָ֣הוּ כֹהֵן־הָרֹאשׁ֮ וְכָל־הַכֹּהֲנִים֒ וְהִנֵּה־ה֤וּא מְצֹרָע֙ בְּמִצְח֔וֹ וַיַּבְהִלֻ֥הוּ מִשָּׁ֖ם וְגַם־ה֣וּא נִדְחַ֣ף לָצֵ֑את כִּ֥י נִגְּע֖וֹ יְהוָֽה׃
21 וַיְהִ֣י עֻזִּיָּ֣הוּ הַמֶּ֡לֶךְ מְצֹרָ֣ע עַד־י֣וֹם מוֹת֗וֹ וַיֵּ֙שֶׁב֙ בֵּ֤ית הַחָפְשִׁית֙ מְצֹרָ֔ע כִּ֣י נִגְזַ֔ר מִבֵּ֖ית יְהוָ֑ה וְיוֹתָ֤ם בְּנוֹ֙ עַל־בֵּ֣ית הַמֶּ֔לֶךְ שׁוֹפֵ֖ט אֶת־עַ֥ם הָאָֽרֶץ׃
22 וְיֶ֣תֶר דִּבְרֵ֣י עֻזִּיָּ֗הוּ הָרִאשֹׁנִים֙ וְהָאַחֲרֹנִ֔ים כָּתַ֖ב יְשַׁעְיָ֥הוּ בֶן־אָמ֖וֹץ הַנָּבִֽיא׃
23 וַיִּשְׁכַּב֩ עֻזִּיָּ֨הוּ עִם־אֲבֹתָ֜יו וַיִּקְבְּר֣וּ אֹת֗וֹ עִם־אֲבֹתָיו֙ בִּשְׂדֵ֣ה הַקְּבוּרָ֔ה אֲשֶׁ֥ר לַמְּלָכִ֖ים כִּ֣י אָמְר֣וּ מְצֹרָ֣ע ה֑וּא וַיִּמְלֹ֛ךְ יוֹתָ֥ם בְּנ֖וֹ תַּחְתָּֽיו׃
Capítulo 27
Reinado de Jotam
LBLA
1 Tenía Jotam veinticinco años cuando comenzó a reinar, y reinó dieciséis años en Jerusalén. El nombre de su madre era Jerusa, hija de Sadoc.
2 E hizo lo recto ante los ojos del SEÑOR, conforme a todo lo que su padre Uzías había hecho; sólo que él no entró en el templo del SEÑOR. Y el pueblo continuó corrompiéndose.
3 El edificó la puerta superior de la casa del SEÑOR, y edificó mucho sobre el muro de Ofel.
4 Edificó además ciudades en la región montañosa de Judá, y en los bosques edificó fortalezas y torres.
5 También peleó con el rey de los hijos de Amón y prevaleció sobre ellos; de modo que los hijos de Amón le dieron aquel año cien talentos de plata, diez mil coros de trigo y diez mil de cebada. Esto le pagaron los hijos de Amón también en el segundo y tercer año.
6 Así Jotam se hizo poderoso porque ordenó sus caminos delante del SEÑOR su Dios.
7 Los demás hechos de Jotam, todas sus guerras y sus caminos, he aquí, están escritos en el libro de los reyes de Israel y de Judá.
8 Tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar, y reinó dieciséis años en Jerusalén.
9 Y durmió Jotam con sus padres, y lo sepultaron en la ciudad de David; y su hijo Acaz reinó en su lugar.
WLC
1 בֶּן־עֶשְׂרִ֨ים וְחָמֵ֤שׁ שָׁנָה֙ יוֹתָ֣ם בְּמָלְכ֔וֹ וְשֵׁשׁ־עֶשְׂרֵ֣ה שָׁנָ֔ה מָלַ֖ךְ בִּירוּשָׁלִָ֑ם וְשֵׁ֣ם אִמּ֔וֹ יְרוּשָׁ֖ה בַּת־צָדֽוֹק׃
2 וַיַּ֤עַשׂ הַיָּשָׁר֙ בְּעֵינֵ֣י יְהוָ֔ה כְּכֹ֥ל אֲשֶׁר־עָשָׂ֖ה עֻזִּיָּ֣הוּ אָבִ֑יו רַ֠ק לֹא־בָ֞א אֶל־הֵיכַ֤ל יְהוָה֙ וְע֣וֹד הָעָ֔ם מַשְׁחִתִֽים׃
3 ה֣וּא בָּנָ֔ה אֶת־שַׁ֥עַר בֵּית־יְהוָ֖ה הָעֶלְי֑וֹן וּבְחוֹמַ֥ת הָאֹ֖פֶל בָּנָה־לָרֹֽב׃
4 וְעָרִים֙ בָּנָ֣ה בְהַר־יְהוּדָ֔ה וּבַחֳרָשִׁ֖ים בִּֽירָנִיּ֥וֹת וּמִגְדָּלִֽים׃
5 וְה֣וּא נִלְחַ֗ם עִם־מֶ֙לֶךְ֙ בְּנֵ֣י עַמּ֔וֹן וַיֶּחֱזַ֖ק עֲלֵיהֶ֑ם וַיִּתְּנוּ־ל֣וֹ בְנֵי־עַמּוֹן֩ בַּשָּׁנָ֨ה הַהִ֜יא מֵאָ֣ה כִכַּר־כֶּ֗סֶף וַעֲשֶׂ֤רֶת אֲלָפִים֙ כֹּ֣רִים חִטִּ֔ים וּשְׂעֹרִ֖ים עֲשֶׂ֥רֶת אֲלָפִֽים׃ זֹ֛את הֵשִׁ֥יבוּ ל֖וֹ בְּנֵ֣י עַמּ֑וֹן וּבַשָּׁנָ֥ה הַשֵּׁנִ֖ית וְהַשְּׁלִישִֽׁית׃
6 וַיִּתְחַזֵּ֖ק יוֹתָ֑ם כִּ֣י הֵכִ֞ין דְּרָכָ֗יו לִפְנֵ֛י יְהוָ֥ה אֱלֹהָֽיו׃
7 וְיֶ֨תֶר דִּבְרֵ֧י יוֹתָ֛ם וְכָל־מִלְחֲמֹתָ֥יו וּדְרָכָ֖יו הִנָּ֣ם כְּתוּבִ֑ים עַל־סֵ֥פֶר מַלְכֵֽי־יִשְׂרָאֵ֖ל וִיהוּדָֽה׃
8 בֶּן־עֶשְׂרִ֨ים וְחָמֵ֤שׁ שָׁנָה֙ הָיָ֣ה בְמָלְכ֔וֹ וְשֵׁשׁ־עֶשְׂרֵ֣ה שָׁנָ֔ה מָלַ֖ךְ בִּירוּשָׁלִָֽם׃
9 וַיִּשְׁכַּ֤ב יוֹתָם֙ עִם־אֲבֹתָ֔יו וַיִּקְבְּר֣וּ אֹת֔וֹ בְּעִ֖יר דָּוִ֑יד וַיִּמְלֹ֛ךְ אָחָ֥ז בְּנ֖וֹ תַּחְתָּֽיו׃
Capítulo 28
Reinado de Acaz
LBLA
1 Tenía Acaz veinte años cuando comenzó a reinar, y reinó dieciséis años en Jerusalén; y no hizo lo recto ante los ojos del SEÑOR como su padre David,
2 sino que anduvo en los caminos de los reyes de Israel y también hizo imágenes fundidas para los baales.
3 Quemó incienso en el valle de Ben-hinom y quemó a sus hijos en fuego, conforme a las abominaciones de las naciones que el SEÑOR había expulsado de delante de los hijos de Israel.
4 Sacrificó y quemó incienso en los lugares altos, sobre los collados y debajo de todo árbol frondoso.
5 Por lo cual el SEÑOR su Dios lo entregó en manos del rey de Aram; y éstos lo derrotaron, tomaron de él gran número de cautivos y los llevaron a Damasco. También fue entregado en manos del rey de Israel, el cual le infligió una gran derrota.
6 Porque Peka, hijo de Remalías, mató en Judá a ciento veinte mil en un día, todos ellos hombres valientes, porque habían abandonado al SEÑOR, Dios de sus padres.
7 Zicri, un valiente de Efraín, mató a Maasías, hijo del rey, y a Azricam, mayordomo de la casa, y a Elcana, segundo después del rey.
8 Y los hijos de Israel se llevaron cautivos de sus hermanos a doscientos mil, mujeres, hijos e hijas; y tomaron también de ellos mucho botín y se llevaron el botín a Samaria.
9 Pero había allí un profeta del SEÑOR llamado Obed, que salió al encuentro del ejército que regresaba a Samaria, y les dijo: He aquí, porque el SEÑOR, el Dios de vuestros padres, estaba airado con Judá, los entregó en vuestras manos, y vosotros los habéis matado con una furia que ha llegado hasta el cielo.
10 Y ahora, os proponéis subyugar a los hijos de Judá y de Jerusalén como esclavos y esclavas vuestros. ¿No tenéis vosotros mismos ofensas contra el SEÑOR vuestro Dios?
11 Ahora pues, oídme y devolved a los cautivos que tomasteis de entre vuestros hermanos, porque el furor de la ira del SEÑOR está contra vosotros.
12 Entonces algunos de los principales de los hijos de Efraín: Azarías, hijo de Johanán, Berequías, hijo de Mesilemot, Ezequías, hijo de Salum, y Amasa, hijo de Hadlai, se levantaron contra los que venían de la guerra,
13 y les dijeron: No traigáis aquí a los cautivos, porque lo que os proponéis hacer traerá culpa sobre nosotros de parte del SEÑOR, añadiendo a nuestros pecados y a nuestra culpa; porque nuestra culpa es grande y la furia de su ira está contra Israel.
14 Así que los guerreros dejaron a los cautivos y el botín delante de los príncipes y de toda la asamblea.
15 Entonces los hombres que fueron designados por nombre se levantaron, tomaron a los cautivos y con el botín vistieron a todos los que estaban desnudos; los vistieron, los calzaron, les dieron de comer y de beber, los ungieron, condujeron en asnos a todos los débiles y los llevaron a Jericó, la ciudad de las palmeras, junto a sus hermanos; entonces regresaron a Samaria.
16 En aquel tiempo el rey Acaz envió a pedir ayuda a los reyes de Asiria.
17 Porque los edomitas habían venido de nuevo y habían derrotado a Judá y se habían llevado cautivos.
18 También los filisteos habían hecho incursiones en las ciudades de la Sefela y del Neguev de Judá, y habían tomado Bet-semes, Ajalón, Gederot, Soco con sus aldeas, Timna con sus aldeas y Gimzo con sus aldeas; y se establecieron allí.
19 Porque el SEÑOR humilló a Judá a causa de Acaz, rey de Israel, porque él había permitido el desenfreno en Judá y había sido muy infiel al SEÑOR.
20 Y vino Tiglat-pileser, rey de Asiria, contra él y lo afligió en vez de fortalecerlo.
21 Aunque Acaz despojó la casa del SEÑOR, la casa del rey y la de los príncipes, y se la dio al rey de Asiria, no le sirvió de nada.
22 Y en el tiempo de su angustia, este rey Acaz fue aún más infiel al SEÑOR.
23 Porque sacrificó a los dioses de Damasco que lo habían derrotado, y dijo: Ya que los dioses de los reyes de Aram los ayudaron, sacrificaré a ellos para que me ayuden. Pero ellos fueron su ruina y también la de todo Israel.
24 Acaz recogió los utensilios de la casa de Dios y los hizo pedazos; cerró las puertas de la casa del SEÑOR y se hizo altares en cada rincón de Jerusalén.
25 En cada ciudad de Judá hizo lugares altos para quemar incienso a otros dioses, y provocó a ira al SEÑOR, Dios de sus padres.
26 Los demás hechos de él y todos sus caminos, desde el primero hasta el último, he aquí, están escritos en el libro de los reyes de Judá y de Israel.
27 Y durmió Acaz con sus padres, y lo sepultaron en la ciudad, en Jerusalén, pero no lo sepultaron en los sepulcros de los reyes de Israel; y su hijo Ezequías reinó en su lugar.
WLC
1 בֶּן־עֶשְׂרִ֨ים שָׁנָ֜ה אָחָ֣ז בְּמָלְכ֗וֹ וְשֵׁשׁ־עֶשְׂרֵ֤ה שָׁנָה֙ מָלַ֣ךְ בִּירוּשָׁלִַ֔ם וְלֹא־עָשָׂ֥ה הַיָּשָׁ֖ר בְּעֵינֵ֣י יְהוָ֑ה כְּדָוִ֖יד אָבִֽיו׃
2 וַיֵּ֕לֶךְ בְּדַרְכֵ֖י מַלְכֵ֣י יִשְׂרָאֵ֑ל וְגַם֙ מַסֵּכ֣וֹת עָשָׂ֔ה לַבְּעָלִֽים׃
3 וְהוּא֙ הִקְטִ֣יר בְּגֵֽיא־בֶן־הִנֹּ֔ם וַיִּשְׂרֹ֥ף אֶת־בָּנָ֖יו בָּאֵ֑שׁ כְּתֹֽעֲבֹת֙ הַגּוֹיִ֔ם אֲשֶׁר־הוֹרִ֥ישׁ יְהוָ֖ה מִפְּנֵ֥י בְּנֵֽי־יִשְׂרָאֵֽל׃
4 וַיְזַבֵּ֤חַ וַיְקַטֵּר֙ בַּבָּמ֔וֹת וְעַל־הַגְּבָע֖וֹת וְתַ֣חַת כָּל־עֵ֥ץ רַעֲנָֽן׃
5 וַיִּתְּנֵ֨הוּ יְהוָ֤ה אֱלֹהָיו֙ בְּיַד־מֶ֣לֶךְ אֲרָ֔ם וַיַּכּ֥וּ בוֹ֙ וַיִּשְׁבּ֣וּ מִמֶּ֥נּוּ שִׁבְיָ֛ה גְדוֹלָ֖ה וַיְבִיא֣וּ דַמָּ֑שֶׂק וְגַם֙ בְּיַד־מֶ֣לֶךְ יִשְׂרָאֵ֣ל נִתַּ֔ן וַיַּךְ־בּ֖וֹ מַכָּ֥ה גְדוֹלָֽה׃
6 וַיַּהֲרֹ֣ג פֶּֽקַח־בֶּן־רְמַלְיָהוּ֩ בִּֽיהוּדָ֨ה מֵאָה־וְעֶשְׂרִ֥ים אֶ֛לֶף בְּי֥וֹם אֶחָ֖ד הַכֹּ֣ל בְּנֵי־חָ֑יִל בְּעָזְבָ֕ם אֶת־יְהוָ֖ה אֱלֹהֵ֥י אֲבוֹתֵיהֶֽם׃
7 וַיַּהֲרֹ֨ג זִכְרִ֜י גִּבּ֥וֹר אֶפְרַ֛יִם אֶת־מַעֲשֵׂיָ֥הוּ בֶן־הַמֶּ֖לֶךְ וְאֶת־עַזְרִיקָ֣ם נְגִ֣יד הַבַּ֑יִת וְאֶת־אֶלְקָנָ֖ה מִשְׁנֵ֥ה הַמֶּֽלֶךְ׃
8 וּבְנֵי֩ יִשְׂרָאֵ֨ל שָׁב֜וּ מֵאֲחֵיהֶ֗ם מָאתַ֣יִם אֶ֠לֶף נָשִׁ֤ים בָּנִים֙ וּבָנ֔וֹת וְגַם־שָׁלָ֥ל רָ֖ב בָּזְז֣וּ מֵהֶ֑ם וַיָּבִ֥אוּ אֶת־הַשָּׁלָ֖ל שֹׁמְרֽוֹנָה׃
9 וְשָׁם֩ הָיָ֨ה נָבִ֤יא לַיהוָה֙ שְׁמ֣וֹ עֹדֵ֔ד וַיֵּצֵ֞א לִפְנֵ֤י הֶֽחָיִל֙ הַבָּ֣א לְשֹׁמְר֔וֹן וַיֹּ֣אמֶר לָהֶ֗ם הִנֵּ֣ה בְקֶֽצֶף־יְהוָה֩ אֱלֹהֵ֨י אֲבוֹתֵיכֶ֜ם עַל־יְהוּדָ֗ה נְתָנָם֙ בְּיֶדְכֶ֔ם וַתַּֽהַרְג֣וּ בָהֶ֔ם בְּזַ֖עַף עַד־לַשָּׁמָֽיִם׃
10 וְעַתָּ֗ה בְּנֵי֙ יְהוּדָה֙ וִיר֣וּשָׁלִַ֔ם אַתֶּ֣ם אֹמְרִ֔ים לְכִבְשָׁ֖ם לַעֲבָדִ֣ים וְלִשְׁפָח֑וֹת לָכֶם֙ הֲלֹ֣א רַ֣ק אַתֶּ֔ם אֲשֵׁמִ֛ים לַיהוָ֥ה אֱלֹהֵיכֶ֖ם׃
11 וְעַתָּ֣ה שְׁמָע֣וּנִי וְהָשִׁ֣יבוּ הַשִּׁבְיָ֗ה אֲשֶׁ֤ר שְׁבִיתֶם֙ מֵאֲחֵיכֶ֔ם כִּ֛י חֲר֥וֹן אַף־יְהוָ֖ה עֲלֵיכֶֽם׃
12 וַיָּקֻ֜מוּ אֲנָשִׁ֣ים מֵרָאשֵׁי֩ בְנֵֽי־אֶפְרַ֨יִם בְּרֹאשָׁ֜ה אֲזַרְיָ֣הוּ בֶן־יְהוֹחָנָ֗ן בֶּרֶכְיָ֤הוּ בֶן־מְשִׁלֵּמוֹת֙ וִֽיחִזְקִיָּ֣הוּ בֶן־שַׁלּ֔וּם וַעֲמָשָׁ֖א בֶּן־חַדְלָ֑י עַל־הַבָּאִ֖ים מִן־הַצָּבָֽא׃
13 וַיֹּאמְר֣וּ אֲלֵהֶ֗ם לֹֽא־תָבִ֣יאוּ אֶת־הַשִּׁבְיָה֮ הֵ֣נָּה כִּ֣י לְאַשְׁמַת֩ יְהוָ֨ה עָלֵ֜ינוּ אַתֶּ֣ם אֹמְרִ֗ים לְהוֹסִ֤יף עַל־חַטֹּאתֵ֙ינוּ֙ וְעַל־אַשְׁמָתֵ֔נוּ כִּי־רַבָּ֥ה אַשְׁמָ֖ה לָ֑נוּ וַחֲר֥וֹן אָ֖ף אֶל־יִשְׂרָאֵֽל׃
14 וַיַּעֲזֹ֤ב הֶחָיִל֙ אֶת־הַשִּׁבְיָ֣ה וְאֶת־הַבִּזָּ֔ה לִפְנֵ֥י הַשָּׂרִ֖ים וְכָל־הַקָּהָֽל׃
15 וַיָּקֻ֣מוּ הָאֲנָשִׁים֩ הַנִּקְּבִ֨ים בְּשֵׁמ֜וֹת וַיַּחֲזִ֣יקוּ בַשִּׁבְיָ֗ה וְכָל־מַעֲרֻמֵּיהֶם֙ הִלְבִּ֣ישׁוּ מִן־הַבִּזָּ֔ה וַיַּלְבִּשׁוּם֙ וַיַּנְעִל֔וּם וַיַּאֲכִל֥וּם וַיַּשְׁק֖וּם וַיְסֻכ֑וּם וַיִּנְהֲג֤וּ בַחֲמֹרִים֙ לְכָל־כּוֹשֵׁ֣ל בָּהֶ֔ם וַיְבִיאֻם֙ יְרֵח֣וֹ עִיר־הַתְּמָרִ֔ים אֵ֖צֶל אֲחֵיהֶ֑ם וַיָּשֻׁ֖בוּ שֹׁמְרֽוֹנָה׃
16 בָּעֵ֥ת הַהִ֖יא שָׁלַ֣ח הַמֶּלֶךְ־אָחָ֑ז עַל־מַלְכֵ֥י אַשּׁ֖וּר לַעְזֹר־לֽוֹ׃
17 וְעוֹד֙ אֱדוֹמִ֣ים בָּ֔אוּ וַיַּכּ֥וּ בִֽיהוּדָ֖ה וַיִּשְׁבּוּ־שֶֽׁבִי׃
18 וּפְלִשְׁתִּים֙ פָּשְׁט֣וּ בְעָרֵֽי־הַשְּׁפֵלָ֣ה וְהַנֶּ֔גֶב לִֽיהוּדָ֑ה וַיִּלְכְּד֤וּ אֶת־בֵּֽית־שֶׁ֙מֶשׁ֙ וְאֶת־אַיָּל֣וֹן וְאֶת־גְּדֵר֔וֹת וְאֶת־שׂוֹכ֣וֹ וּבְנוֹתֶ֔יהָ וְאֶת־תִּמְנָ֥ה וּבְנוֹתֶ֖יהָ וְאֶת־גִּמְז֥וֹ וּבְנוֹתֶֽיהָ וַיֵּשְׁב֥וּ שָֽׁם׃
19 כִּֽי־הִכְנִ֤יעַ יְהוָה֙ אֶת־יְהוּדָ֔ה בַּעֲב֖וּר אָסָ֣א מֶֽלֶךְ־יִשְׂרָאֵ֑ל כִּֽי־פָרַ֣ע בִּיהוּדָ֔ה וּמָע֥וֹל מַ֖עַל בַּיהוָֽה׃
20 וַיָּבֹא֩ עָלָ֨יו תִּלְּגַ֤ת פִּלְנְאֶ֙סֶר֙ מֶ֣לֶךְ אַשּׁ֔וּר וַיֵּ֥צֶר ל֖וֹ וְלֹ֥א חִזְּקֽוֹ׃
21 כִּ֣י אָחָ֗ז חִלֵּל֙ אֶת־בֵּ֣ית יְהוָ֔ה וּבֵ֥ית הַמֶּ֖לֶךְ וְהַשָּׂרִ֑ים וַיִּתֵּן֙ לְמֶ֣לֶךְ אַשּׁ֔וּר וְלֹ֥א לְעֶזְרָ֖ה לֽוֹ׃
22 וּבְעֵ֥ת הָצֵר֙ ל֔וֹ הוֹסִ֥יף לִמְעֹ֖ל בַּיהוָ֑ה ה֥וּא הַמֶּ֖לֶךְ אָחָֽז׃
23 וַיִּזְבַּח֙ לֵאלֹהֵ֣י דַרְמֶ֔שֶׂק הַמַּכִּ֖ים בּ֑וֹ וַיֹּ֗אמֶר כִּ֣י אֱלֹהֵ֞י מַלְכֵ֤י אֲרָם֙ הֵ֣ם מַעֲזִרִ֣ים אוֹתָ֔ם לָהֶ֣ם אֲזַבֵּ֔חַ וְיַעְזְר֖וּ לִ֑י וְהֵ֛ם הָי֥וּ לְהַכְשִׁיל֖וֹ וּלְכָל־יִשְׂרָאֵֽל׃
24 וַיִּקְבֹּ֣ץ אָחָ֗ז אֶת־כְּלֵי֙ בֵּ֣ית הָאֱלֹהִ֔ים וַיְקַצֵּ֖ץ אֶת־כְּלֵ֣י בֵית־הָאֱלֹהִ֑ים וַיִּסְגֹּר֙ אֶת־דַּלְת֣וֹת בֵּית־יְהוָ֔ה וַיַּ֤עַשׂ לוֹ֙ מִזְבְּח֔וֹת בְּכָל־פִּנָּ֖ה בִּירוּשָׁלִָֽם׃
25 וּבְכָל־עִ֣יר וָעִיר֮ בִּֽיהוּדָה֒ עָשָׂ֣ה בָמ֗וֹת לְהַקְטִיר֙ לֵאלֹהִ֣ים אֲחֵרִ֔ים וַיַּכְעֵ֖ס אֶת־יְהוָ֥ה אֱלֹהֵֽי־אֲבוֹתָֽיו׃
26 וְיֶ֣תֶר דְּבָרָ֗יו וְכָל־דְּרָכָיו֙ הָרִאשֹׁנִ֣ים וְהָאַחֲרוֹנִ֔ים הִנָּ֣ם כְּתוּבִ֔ים עַל־סֵ֥פֶר הַמְּלָכִ֖ים לִיהוּדָ֥ה וְיִשְׂרָאֵֽל׃
27 וַיִּשְׁכַּ֤ב אָחָז֙ עִם־אֲבֹתָ֔יו וַיִּקְבְּרֻ֣הוּ בָעִ֔יר בִּירוּשָׁלִַ֖ם כִּ֣י לֹ֣א הֱבִיאֻ֑הוּ לְקִבְר֥וֹת מַלְכֵֽי־יִשְׂרָאֵ֑ל וַיִּמְלֹ֛ךְ יְחִזְקִיָּ֥הוּ בְנ֖וֹ תַּחְתָּֽיו׃
Capítulo 29
Reinado de Ezequías
LBLA
1 Ezequías comenzó a reinar cuando tenía veinticinco años, y reinó veintinueve años en Jerusalén. El nombre de su madre era Abías, hija de Zacarías.
2 Hizo lo recto ante los ojos del SEÑOR, conforme a todo lo que su padre David había hecho.
3 El, en el primer año de su reinado, en el mes primero, abrió las puertas de la casa del SEÑOR y las reparó.
4 Hizo venir a los sacerdotes y levitas y los reunió en la plaza oriental.
5 Y les dijo: Oídme, levitas. Santificaos ahora, y santificad la casa del SEÑOR, Dios de vuestros padres, y sacad lo inmundo del lugar santo.
6 Porque nuestros padres han sido infieles y han hecho lo malo ante los ojos del SEÑOR nuestro Dios, le han abandonado, han apartado sus rostros de la morada del SEÑOR y le han vuelto la espalda.
7 También han cerrado las puertas del pórtico y han apagado las lámparas; no han quemado incienso ni han ofrecido holocaustos en el lugar santo al Dios de Israel.
8 Por tanto, vino la ira del SEÑOR sobre Judá y Jerusalén, y El los convirtió en objeto de terror, de horror y de burla, como vosotros mismos lo veis.
9 Porque he aquí, nuestros padres cayeron a espada, y nuestros hijos y nuestras hijas y nuestras mujeres fueron llevados cautivos por esto.
10 Ahora, tengo la intención de hacer un pacto con el SEÑOR, Dios de Israel, para que su ardiente ira se aparte de nosotros.
11 Hijos míos, no seáis ahora negligentes, porque el SEÑOR os ha escogido para que estéis delante de El, para servirle y para ser sus ministros y quemar incienso.
12 Entonces se levantaron los levitas: Mahat, hijo de Amasai, y Joel, hijo de Azarías, de los hijos de Coat; y de los hijos de Merari, Cis, hijo de Abdi, y Azarías, hijo de Jehalelel; y de los gersonitas, Joa, hijo de Zima, y Edén, hijo de Joa;
13 y de los hijos de Elizafán, Simri y Jeiel; y de los hijos de Asaf, Zacarías y Matanías;
14 y de los hijos de Hemán, Jehiel y Simei; y de los hijos de Jedutún, Semaías y Uziel.
15 Y reunieron a sus hermanos, se santificaron y entraron para limpiar la casa del SEÑOR, conforme al mandamiento del rey según las palabras del SEÑOR.
16 Los sacerdotes entraron en el interior de la casa del SEÑOR para limpiarla, y sacaron al atrio de la casa del SEÑOR toda la inmundicia que hallaron en el templo del SEÑOR. Y los levitas la recogieron para llevarla fuera al torrente Cedrón.
17 Comenzaron la santificación el primer día del mes primero, y el octavo día del mes llegaron al pórtico del SEÑOR; entonces santificaron la casa del SEÑOR en ocho días, y el día dieciséis del mes primero terminaron.
18 Después fueron al rey Ezequías y le dijeron: Hemos limpiado toda la casa del SEÑOR, el altar del holocausto con todos sus utensilios, y la mesa del pan de la proposición con todos sus utensilios.
19 Y todos los utensilios que el rey Acaz había profanado durante su reinado, en su infidelidad, los hemos preparado y santificado; y he aquí, están delante del altar del SEÑOR.
20 Entonces el rey Ezequías se levantó temprano y reunió a los príncipes de la ciudad, y subió a la casa del SEÑOR.
21 Y trajeron siete novillos, siete carneros, siete corderos y siete machos cabríos para una ofrenda por el pecado del reino, del santuario y de Judá; y Ezequías ordenó a los sacerdotes, los hijos de Aarón, que los ofrecieran sobre el altar del SEÑOR.
22 Degollaron los novillos, y los sacerdotes recogieron la sangre y la rociaron sobre el altar; degollaron los carneros y rociaron la sangre sobre el altar; degollaron los corderos y rociaron la sangre sobre el altar.
23 Luego trajeron los machos cabríos de la ofrenda por el pecado delante del rey y de la asamblea, y éstos pusieron sus manos sobre ellos.
24 Entonces los sacerdotes los degollaron y purificaron el altar con su sangre, para hacer expiación por todo Israel, porque el rey había ordenado el holocausto y la ofrenda por el pecado para todo Israel.
25 Puso a los levitas en la casa del SEÑOR con címbalos, con arpas y con liras, conforme al mandamiento de David, de Gad el vidente del rey, y del profeta Natán; porque el mandamiento procedía del SEÑOR por medio de sus profetas.
26 Los levitas se pusieron de pie con los instrumentos de David y los sacerdotes con las trompetas.
27 Entonces Ezequías mandó ofrecer el holocausto sobre el altar. Cuando el holocausto comenzó, el canto al SEÑOR también comenzó con las trompetas, acompañado por los instrumentos de David, rey de Israel.
28 Mientras toda la asamblea adoraba, los cantores también cantaban y los trompetistas tocaban; todo esto continuó hasta que el holocausto se terminó.
29 Cuando terminaron de ofrecer el holocausto, el rey y todos los que estaban con él se arrodillaron y adoraron.
30 Entonces el rey Ezequías y los príncipes dijeron a los levitas que cantaran alabanzas al SEÑOR con las palabras de David y del vidente Asaf. Cantaron alabanzas con gozo, y se inclinaron y adoraron.
31 Después Ezequías dijo: Ahora que os habéis consagrado al SEÑOR, acercaos y traed sacrificios y ofrendas de gratitud a la casa del SEÑOR. Y la asamblea trajo sacrificios y ofrendas de gratitud, y todos los que estaban dispuestos de corazón trajeron holocaustos.
32 Y el número de los holocaustos que trajo la asamblea fue de setenta novillos, cien carneros y doscientos corderos; todos estos fueron para holocausto al SEÑOR.
33 Y las cosas consagradas fueron seis mil bueyes y tres mil ovejas.
34 Pero los sacerdotes eran muy pocos, y no pudieron desollar todos los holocaustos; por eso sus hermanos los levitas los ayudaron hasta que la obra fue terminada y hasta que los demás sacerdotes se santificaron; porque los levitas fueron más rectos de corazón para santificarse que los sacerdotes.
35 También hubo holocaustos en abundancia con la grasa de las ofrendas de paz y con las libaciones para cada holocausto. Así quedó restablecido el servicio de la casa del SEÑOR.
36 Entonces Ezequías y todo el pueblo se regocijaron por lo que Dios había preparado para el pueblo, porque la cosa se hizo rápidamente.
WLC
1 יְחִזְקִיָּ֣הוּ מָלַךְ֮ בֶּן־עֶשְׂרִ֣ים וְחָמֵ֣שׁ שָׁנָה֒ וְעֶשְׂרִ֨ים וָתֵ֤שַׁע שָׁנָה֙ מָלַ֣ךְ בִּירוּשָׁלִָ֑ם וְשֵׁ֣ם אִמּ֔וֹ אֲבִיָּ֖ה בַּת־זְכַרְיָֽהוּ׃
2 וַיַּ֥עַשׂ הַיָּשָׁ֖ר בְּעֵינֵ֣י יְהוָ֑ה כְּכֹ֖ל אֲשֶׁר־עָשָׂ֥ה דָּוִ֥יד אָבִֽיו׃
3 ה֠וּא בַּשָּׁנָ֨ה הָרִאשׁוֹנָה֙ לְמָלְכ֔וֹ בַּחֹ֥דֶשׁ הָרִאשׁ֖וֹן פָּתַ֣ח אֶת־דַּלְת֣וֹת בֵּית־יְהוָ֑ה וַֽיְחַזְּקֵֽם׃
4 וַיָּבֵא֙ אֶת־הַכֹּהֲנִ֣ים וְאֶת־הַלְוִיִּ֔ם וַיִּקְבְּצֵ֖ם לָרְחֹ֥ב הַמִּזְרָחִֽי׃
5 וַיֹּ֣אמֶר לָהֶ֗ם שְׁמָע֤וּנִי הַלְוִיִּם֙ עַתָּ֣ה הִֽתְקַדְּשׁ֔וּ וְקַדְּשׁוּ֙ אֶת־בֵּית־יְהוָ֔ה אֱלֹהֵ֥י אֲבֹתֵיכֶ֖ם וְהוֹצִ֥יאוּ אֶת־הַנִּדָּ֖ה מִן־הַקֹּֽדֶשׁ׃
6 כִּֽי־פָשְׁע֣וּ אֲבֹתֵ֗ינוּ וְעָשׂ֤וּ הָרַע֙ בְּעֵינֵ֣י יְהוָֽה־אֱלֹהֵ֔ינוּ וַיַּעַזְבֻ֖הוּ וַיַּסֵּ֣בּוּ פְנֵיהֶם֙ מִמִּשְׁכַּ֣ן יְהוָ֔ה וַיִּתְּנ֥וּ עֹ֖רֶף׃
7 גַּם־סָגְר֧וּ דַּלְת֣וֹת הָאוּלָ֗ם וַיְכַבּוּ֙ אֶת־הַנֵּר֔וֹת וּקְטֹ֥רֶת לֹֽא־הִקְטִ֖ירוּ וְעֹלָ֣ה לֹֽא־הֶעֱל֣וּ בַקֹּ֑דֶשׁ לֵאלֹהֵ֖י יִשְׂרָאֵֽל׃
8 וַיְהִ֧י קֶֽצֶף־יְהוָ֛ה עַל־יְהוּדָ֥ה וִירוּשָׁלִַ֖ם וַיִּתְּנֵ֣ם לְזַעֲוָ֣ה לְשַׁמָּ֑ה וְלִשְׁרֵקָ֔ה כַּאֲשֶׁ֥ר אַתֶּ֖ם רֹאִ֥ים בְּעֵינֵיכֶֽם׃
9 וְהִנֵּה֙ נָפְל֣ו אֲבוֹתֵ֗ינוּ בַּחֶ֙רֶב֙ וּבָנֵ֣ינוּ וּבְנוֹתֵ֔ינוּ וְנָשֵׁ֖ינוּ בַּשְּׁבִ֖י עַל־זֹֽאת׃
10 עַתָּה֙ עִם־לְבָבִ֔י לִכְרֹ֥ת בְּרִ֖ית לַיהוָ֣ה אֱלֹהֵֽי־יִשְׂרָאֵ֑ל וְיָשֹׁ֥ב מִמֶּ֖נּוּ חֲר֥וֹן אַפּֽוֹ׃
11 בָּנַי֙ אַל־תִּשְּׁל֣וּ עַתָּ֔ה כִּֽי־בָכֶ֣ם בָּחַ֣ר יְהוָ֗ה לַעֲמֹ֤ד לְפָנָיו֙ לְשָֽׁרְת֔וֹ וְלִהְי֥וֹת ל֖וֹ מְשָׁרְתִ֥ים וּמַקְטִרִֽים׃
12 וַיָּקֻ֙מוּ֙ הַלְוִיִּ֔ם מַ֣חַת בֶּן־עֲמָשַׂ֔י וְיוֹאֵ֥ל בֶּן־עֲזַרְיָ֖הוּ מִן־בְּנֵ֣י הַקְּהָתִ֑י וּמִן־בְּנֵ֣י מְרָרִ֗י קִ֚ישׁ בֶּן־עַבְדִּ֔י וַעֲזַרְיָ֖הוּ בֶּן־יְהַלֶּלְאֵֽל׃ וּמִן־הַגֵּרְשֻׁנִּ֗י יוֹאָח֙ בֶּן־זִמָּ֔ה וְעֵ֥דֶן בֶּן־יוֹאָֽח׃
13 וּמִן־בְּנֵ֥י אֱלִיצָפָ֖ן שִׁמְרִ֣י וִיעִיאֵ֑ל וּמִן־בְּנֵ֣י אָסָ֔ף זְכַרְיָ֖הוּ וּמַתַּנְיָֽהוּ׃
14 וּמִן־בְּנֵ֥י הֵימָ֖ן יְחִיאֵ֣ל וְשִׁמְעִ֑י וּמִן־בְּנֵ֥י יְדוּת֖וּן שְׁמַֽעְיָ֥ה וְעֻזִּיאֵֽל׃
15 וַיַּאַסְפ֤וּ אֶת־אֲחֵיהֶם֙ וַיִּֽתְקַדְּשׁ֔וּ וַיָּבֹ֙אוּ֙ כְּמִצְוַ֣ת הַמֶּ֔לֶךְ בְּדִבְרֵ֥י יְהוָ֖ה לְטַהֵ֥ר אֶת־בֵּית־יְהוָֽה׃
16 וַיָּבֹ֣אוּ הַכֹּהֲנִים֩ בֵּֽית־יְהוָה֮ לְטַהֲרֹהוּ֒ וַיּוֹצִ֜יאוּ אֶת־כָּל־הַטֻּמְאָ֗ה אֲשֶׁ֤ר מָצְאוּ֙ בְּהֵיכַ֣ל יְהוָ֔ה לַחֲצַ֖ר בֵּ֣ית יְהוָ֑ה וַיְקַבְּל֣וּ הַלְוִיִּ֔ם לְהוֹצִ֥יא לְנַֽחַל־קִדְר֖וֹן בַּחֽוּץ׃
17 וַיָּחֵ֙לּוּ֙ בְּאֶחָ֣ד לַחֹ֣דֶשׁ הָרִאשׁ֔וֹן לְקַדֵּ֖שׁ וּבְיוֹם֙ שְׁמוֹנָ֣ה לַחֹ֔דֶשׁ בָּ֖אוּ עַד־אוּלָ֣ם יְהוָ֑ה וַֽיְקַדְּשׁוּ֙ אֶת־בֵּית־יְהוָה֙ בְּיָמִ֣ים שְׁמוֹנָ֔ה וּבְי֨וֹם שִׁשָּׁ֤ה עָשָׂר֙ לַחֹ֣דֶשׁ הָרִאשׁ֔וֹן כִּלּֽוּ׃
18 וַיָּבֹ֣אוּ בַיִת֩ הַמֶּ֨לֶךְ יְחִזְקִיָּ֜הוּ וַיֹּאמְר֗וּ טִהַ֧רְנוּ אֶת־כָּל־בֵּית־יְהוָ֛ה וְאֶת־מִזְבַּ֥ח הָעוֹלָ֖ה וְאֶת־כָּל־כֵּלָ֑יו וְאֶת־שֻׁלְחַ֤ן הַמַּעֲרֶ֙כֶת֙ וְאֶת־כָּל־כֵּלָֽיו׃
19 וְאֶת־כָּל־הַכֵּלִ֗ים אֲשֶׁ֤ר הִזְנִיחַ֙ הַמֶּ֣לֶךְ אָחָ֔ז בְּמַלְכוּת֖וֹ בְּמַעֲל֑וֹ הֲכִנּ֥וֹנוּ וְהִקְדַּ֙שְׁנוּ֙ וְהִנָּ֣ם לִפְנֵ֔י מִזְבַּ֖ח יְהוָֽה׃
20 וַיַּשְׁכֵּם֙ יְחִזְקִיָּ֣הוּ הַמֶּ֔לֶךְ וַיִּקְבֹּ֖ץ אֶת־שָׂרֵ֣י הָעִ֑יר וַיַּ֖עַל בֵּ֥ית יְהוָֽה׃
21 וַיָּבִ֣אוּ פָרִ֣ים שִׁבְעָ֡ה וְאֵילִ֣ים שִׁבְעָה֩ וּכְבָשִׂ֨ים שִׁבְעָ֜ה וּצְפִרֵ֤י עִזִּים֙ שִׁבְעָ֔ה לְחַטָּ֖את עַל־הַמַּמְלָכָ֣ה וְעַל־הַמִּקְדָּ֑שׁ וְעַל־יְהוּדָ֔ה וַיֹּ֙אמֶר֙ לַכֹּהֲנִ֣ים בְּנֵֽי־אַהֲרֹ֔ן לְהַעֲל֖וֹת עַל־מִזְבַּ֥ח יְהוָֽה׃
22 וַיִּשְׁחֲט֣וּ הַפָּרִ֗ים וַיְקַבְּל֤וּ הַכֹּהֲנִים֙ אֶת־הַדָּ֔ם וַיִּזְרְק֖וּ עַל־הַמִּזְבֵּ֑חַ וְאֶת־הָאֵילִ֣ים שָׁחֲט֔וּ וַיִּזְרְק֥וּ אֶת־הַדָּ֖ם עַל־הַמִּזְבֵּ֑חַ וְאֶת־הַכְּבָשִׂ֣ים שָׁחֲט֔וּ וַיִּזְרְק֥וּ אֶת־הַדָּ֖ם עַל־הַמִּזְבֵּֽחַ׃
23 וַיַּקְרִ֣יבוּ אֶת־צְפִירֵי֩ הַחַטָּ֨את לִפְנֵ֤י הַמֶּ֙לֶךְ֙ וְהַקָּהָ֔ל וַיִּסְמְכ֥וּ יְדֵיהֶ֖ם עֲלֵיהֶֽם׃
24 וַיִּשְׁחֲטֻם֩ הַכֹּהֲנִ֨ים וַֽיְחַטְּא֤וּ אֶת־דָּמָם֙ הַמִּזְבֵּ֔חָה לְכַפֵּ֥ר עַל־כָּל־יִשְׂרָאֵ֑ל כִּ֣י לְכָל־יִשְׂרָאֵ֗ל אָמַ֤ר הַמֶּ֙לֶךְ֙ לַעֲשׂ֣וֹת הָעוֹלָ֔ה וְהַחַטָּֽאת׃
25 וַיַּעֲמֵ֣ד אֶת־הַלְוִיִּם֮ בֵּ֣ית יְהוָה֒ בִּמְצִלְתַּ֣יִם בִּנְבָלִים֮ וְכִנֹּרוֹת֒ בְּמִצְוַ֣ת דָּוִ֗יד וְגָ֞ד הַֽחֹזֶ֤ה הַמֶּ֙לֶךְ֙ וְנָתָ֣ן הַנָּבִ֔יא כִּ֥י בְיַד־יְהוָ֖ה הַמִּצְוָ֖ה בְּיַד־נְבִיאָֽיו׃
26 וַיַּֽעַמְד֤וּ הַלְוִיִּם֙ בִּכְלֵ֣י דָוִ֔יד וְהַכֹּהֲנִ֖ים בַּחֲצֹצְרֽוֹת׃
27 וַיֹּ֣אמֶר יְחִזְקִיָּ֗הוּ לְהַעֲל֣וֹת הָעֹלָה֮ עַל־הַמִּזְבֵּחַ֒ וּבְעֵ֣ת הֵחֵ֣ל הָעוֹלָ֗ה הֵחֵ֤ל שִׁיר־יְהוָה֙ בַּחֲצֹ֣צְר֔וֹת וְעַל־יְדֵ֖י כְּלֵ֣י דָוִ֑יד מֶ֥לֶךְ יִשְׂרָאֵֽל׃
28 וְכָל־הַקָּהָל֙ מִשְׁתַּחֲוִ֔ים וְהַשִּׁר֙ בּוֹשֵׁ֔ר וְהַחֲצֹצְר֖וֹת מַחְצְרִ֑ים הַכֹּ֖ל עַד־כְּל֥וֹת הָעֹלָֽה׃
29 וּכְכַלּוֹתָ֖ם לְהַעֲל֑וֹת כָּרְע֨וּ הַמֶּ֧לֶךְ וְכָל־הַנִּמְצָאִ֛ים עִמּ֖וֹ וַיִּֽשְׁתַּחֲוֽוּ׃
30 וַיֹּ֣אמֶר יְחִזְקִיָּ֣הוּ הַמֶּ֡לֶךְ וְהַשָּׂרִים֩ לַלְוִיִּ֨ם לְהַלֵּ֜ל לַיהוָ֗ה בְּדִבְרֵ֤י דָוִיד֙ וְאָסָ֣ף הַחֹזֶ֔ה וַיְהַלְל֣וּ בְשִׂמְחָ֔ה וַיִּקְּד֖וּ וַיִּֽשְׁתַּחֲוֽוּ׃
31 וַיַּ֣עַן יְחִזְקִיָּ֗הוּ וַיֹּ֙אמֶר֙ עַתָּ֣ה נִמְלֵאתֶם֙ יֶדְכֶ֣ם לַיהוָ֔ה גְּשׁ֣וּ וְהָבִ֔יאוּ זְבָחִ֥ים וְתוֹד֖וֹת לְבֵ֣ית יְהוָ֑ה וַיָּבִ֣יאוּ הַקָּהָ֗ל זְבָחִ֤ים וְתוֹדֹת֙ וְכָל־נְדִ֣יב לֵ֔ב עֹלֹ֖ת׃
32 וַיְהִ֣י מִסְפַּ֣ר הָעֹלָ֗ה אֲשֶׁר־הֵבִ֤יאוּ הַקָּהָל֙ בָּקָ֣ר שִׁבְעִ֔ים אֵילִ֣ים מֵאָ֔ה כְּבָשִׂ֖ים מָאתָ֑יִם כָּל־זֶ֖ה לְעֹלָ֥ה לַיהוָֽה׃
33 וְהַקֳּדָשִׁ֖ים שֵׁ֣שׁ מֵא֣וֹת בָּקָ֑ר וְצֹ֖אן שְׁלֹ֥שֶׁת אֲלָפִֽים׃
34 רַ֣ק הַכֹּהֲנִים֩ הָי֨וּ לְמִמְעָ֧ט וְלֹֽא־יָכְל֣וּ לְהַפְשִׁ֗יט אֶת־כָּל־הָעֹלוֹת֙ וַֽיְחַזְּק֤וּם אֲחֵיהֶם֙ הַלְוִיִּ֔ם עַד־מְלֹ֥א הַמְּלָכָ֖ה וְעַד־הִתְקַדְּשׁ֣וּ הַכֹּהֲנִ֑ים כִּ֤י הַלְוִיִּם֙ יִשְׁרֵ֣י לֵבָ֔ב לְהִתְקַדֵּ֖שׁ מֵהַכֹּהֲנִֽים׃
35 וְגַם־עֹל֣וֹת לָרֹ֗ב עִם־חֶלְבֵי֙ הַשְּׁלָמִ֔ים וּבַנְּסָכִ֖ים לָעֹלָ֣ה לַכֹּ֑ל וַתִּכֹּן֙ עֲבוֹדַ֣ת בֵּית־יְהוָֽה׃
36 וַיִּשְׂמַ֤ח יְחִזְקִיָּ֙הוּ֙ וְכָל־הָעָ֔ם עַ֛ל הָכִ֥ין הָאֱלֹהִ֖ים לָעָ֑ם כִּ֥י בְפֶ֖תַח הָיָ֥ה הַדָּבָֽר׃
Capítulo 30
La Pascua de Ezequías
LBLA
1 Entonces Ezequías envió mensaje a todo Israel y Judá, y también escribió cartas a Efraín y a Manasés, para que vinieran a la casa del SEÑOR en Jerusalén a celebrar la Pascua al SEÑOR, Dios de Israel.
2 Porque el rey y sus príncipes, y toda la asamblea en Jerusalén, habían decidido celebrar la Pascua en el segundo mes,
3 pues no la habían podido celebrar a su tiempo, porque los sacerdotes no se habían santificado en número suficiente, ni el pueblo se había reunido en Jerusalén.
4 Y el asunto agradó al rey y a toda la asamblea.
5 Así que proclamaron un decreto por todo Israel, desde Beerseba hasta Dan, para que vinieran a celebrar la Pascua al SEÑOR, Dios de Israel, en Jerusalén, porque no la habían celebrado muchos según estaba escrito.
6 Y los correos fueron por todo Israel y Judá con cartas del rey y de sus príncipes, conforme al mandamiento del rey, diciendo: Hijos de Israel, volveos al SEÑOR, Dios de Abraham, Isaac e Israel, para que El se vuelva a los de vosotros que escaparon y que han quedado de la mano de los reyes de Asiria.
7 No seáis como vuestros padres y hermanos, que fueron infieles al SEÑOR, Dios de sus padres, de modo que El los entregó a la desolación, como vosotros veis.
8 Ahora no endurezcáis vuestra cerviz como vuestros padres, sino someteos al SEÑOR y entrad en su santuario que El ha santificado para siempre; y servid al SEÑOR vuestro Dios para que su ardiente ira se aparte de vosotros.
9 Porque si os volvéis al SEÑOR, vuestros hermanos y vuestros hijos hallarán compasión delante de los que los llevaron cautivos, y volverán a esta tierra. Porque el SEÑOR vuestro Dios es clemente y compasivo, y no apartará su rostro de vosotros si os volvéis a El.
10 Así que los correos pasaron de ciudad en ciudad por la tierra de Efraín y Manasés, y hasta Zabulón, pero se reían y se burlaban de ellos.
11 Sin embargo, algunos hombres de Aser, Manasés y Zabulón se humillaron y vinieron a Jerusalén.
12 La mano de Dios también estuvo sobre Judá para darles un solo corazón a fin de hacer lo que el rey y los príncipes ordenaron conforme a la palabra del SEÑOR.
13 Y se reunió en Jerusalén mucha gente para celebrar la fiesta de los panes sin levadura en el segundo mes; era una asamblea muy grande.
14 Y se levantaron y quitaron los altares que había en Jerusalén; también quitaron todos los altares de incienso y los echaron al torrente Cedrón.
15 Entonces degollaron el cordero de la Pascua el día catorce del segundo mes. Y los sacerdotes y levitas se avergonzaron, se santificaron y llevaron holocaustos a la casa del SEÑOR.
16 Y se pusieron de pie en sus puestos, conforme a su costumbre, según la ley de Moisés, hombre de Dios; los sacerdotes rociaban la sangre que recibían de mano de los levitas.
17 Porque había muchos en la asamblea que no se habían santificado; por tanto, los levitas estaban encargados de degollar los corderos de la Pascua para todo el que no estaba limpio, a fin de santificarlos al SEÑOR.
18 Pues la mayoría del pueblo, muchos de Efraín y Manasés, de Isacar y de Zabulón, no se habían purificado, con todo, comieron la Pascua no como estaba escrito. Pero Ezequías oró por ellos, diciendo: Que el buen SEÑOR perdone a todo aquel
19 que prepare su corazón para buscar a Dios, al SEÑOR, Dios de sus padres, aunque no esté purificado según el rito del santuario.
20 Y el SEÑOR escuchó a Ezequías y perdonó al pueblo.
21 Así los hijos de Israel que se hallaban en Jerusalén celebraron la fiesta de los panes sin levadura por siete días con gran regocijo; y los levitas y los sacerdotes alababan al SEÑOR día tras día, cantando con instrumentos muy resonantes al SEÑOR.
22 Entonces Ezequías habló al corazón de todos los levitas que mostraban buen entendimiento en las cosas del SEÑOR. Y comieron durante los siete días señalados, sacrificando ofrendas de paz y dando gracias al SEÑOR, Dios de sus padres.
23 Y toda la asamblea decidió celebrar otros siete días; y lo celebraron con alegría por otros siete días.
24 Porque Ezequías, rey de Judá, había provisto para la asamblea mil novillos y siete mil ovejas; y los príncipes habían provisto para la asamblea mil novillos y diez mil ovejas. Y muchos sacerdotes se santificaron.
25 Y toda la asamblea de Judá se regocijó, junto con los sacerdotes y levitas que habían venido de Israel, y los forasteros que habían venido de la tierra de Israel y los que habitaban en Judá.
26 Así hubo gran regocijo en Jerusalén, porque desde los días de Salomón, hijo de David, rey de Israel, no había habido cosa semejante en Jerusalén.
27 Entonces los sacerdotes levitas se levantaron y bendijeron al pueblo; y su voz fue oída y su oración llegó hasta su santa morada, hasta los cielos.
WLC
1 וַיִּשְׁלַ֤ח יְחִזְקִיָּ֙הוּ֙ עַל־כָּל־יִשְׂרָאֵ֣ל וִֽיהוּדָ֔ה וְגַם־אִגְּר֖וֹת כָּתַ֣ב עַל־אֶפְרַ֣יִם וּמְנַשֶּׁ֑ה לָב֣וֹא לְבֵית־יְהוָה֮ בִּירוּשָׁלִַם֒ לַעֲשׂ֣וֹת פֶּ֔סַח לַיהוָ֖ה אֱלֹהֵ֥י יִשְׂרָאֵֽל׃
2 וַיִּוָּעַ֣ץ הַמֶּ֔לֶךְ וְשָׂרָ֖יו וְכָל־הַקָּהָ֣ל בִּירוּשָׁלִָ֑ם לַעֲשׂ֣וֹת הַפֶּ֔סַח בַּחֹ֖דֶשׁ הַשֵּׁנִֽי׃
3 כִּ֣י לֹ֤א יָֽכְלוּ֙ לַעֲשׂתֹ֣ו בָעֵ֣ת הַהִ֔יא כִּ֤י הַכֹּֽהֲנִים֙ לֹֽא־הִתְקַדְּשׁ֣וּ לְמַדַּ֔י וְהָעָ֖ם לֹא־נִקְבְּצ֥וּ יְרוּשָׁלִָֽם׃
4 וַיִּישַׁר֙ הַדָּבָ֔ר בְּעֵינֵ֥י הַמֶּ֖לֶךְ וּבְעֵינֵ֥י כָל־הַקָּהָֽל׃
5 וַיַּעֲמִ֣ידוּ דָבָ֗ר לְהַעֲבִ֨יר ק֥וֹל בְּכָל־יִשְׂרָאֵל֮ מִבְּאֵֽר־שֶׁ֣בַע וְעַד־דָּן֒ לָב֞וֹא לַעֲשׂ֤וֹת פֶּ֙סַח֙ לַיהוָ֣ה אֱלֹהֵֽי־יִשְׂרָאֵל֙ בִּירוּשָׁלִַ֔ם כִּ֥י לֹא־לָרֹ֖ב עָשׂ֣וּ כַכָּתֽוּב׃
6 וַיֵּלְכ֣וּ הָרָצִ֡ים בָּרִיץ֩ וּבְאִגְּר֨וֹת מִיַּד־הַמֶּ֜לֶךְ וְשָׂרָ֗יו בְּכָל־יִשְׂרָאֵ֣ל וִֽיהוּדָה֮ וְכַמִּצְוַ֣ת הַמֶּ֣לֶךְ לֵאמֹר֒ בְּנֵ֣י יִשְׂרָאֵ֗ל שׁ֤וּבוּ אֶל־יְהוָה֙ אֱלֹהֵ֤י אַבְרָהָם֙ יִצְחָ֣ק וְיִשְׂרָאֵ֔ל וְיָשֹׁ֕ב אֶל־הַפְּלֵטָ֥ה הַנִּשְׁאֶ֖רֶת לָכֶ֑ם מִכַּ֖ף מַלְכֵ֥י אַשּֽׁוּר׃
7 וְאַל־תִּהְי֤וּ כַאֲבֹתֵיכֶם֙ וְכַאֲחֵיכֶ֔ם אֲשֶׁ֣ר מָעֲל֗וּ מַ֚עַל בַּיהוָה֙ אֱלֹהֵ֣י אֲבוֹתֵיהֶ֔ם וַיִּתְּנֵ֖ם לְשַׁמָּ֑ה כַּאֲשֶׁ֥ר אַתֶּ֖ם רֹאִֽים׃
8 עַתָּ֞ה אַל־תַּקְשׁ֤וּ עָרְפְּכֶם֙ כַּאֲבֹ֣תֵיכֶ֔ם תְּנ֣וּ יָ֔ד לַיהוָ֖ה וּבֹ֣אוּ לְמִקְדָּשׁ֑וֹ אֲשֶׁ֤ר הִקְדִּישׁ֙ לְעוֹלָ֔ם וְעִבְד֗וּ אֶת־יְהוָה֙ אֱלֹהֵיכֶ֔ם וְיָשֹׁ֥ב מִכֶּ֖ם חֲר֥וֹן אַפּֽוֹ׃
9 כִּ֣י בְשׁוּבְכֶ֤ם עַל־יְהוָה֙ אֲחֵיכֶ֣ם וּבְנֵיכֶ֔ם לְרַחֲמִ֖ים לִפְנֵ֣י שׁוֹבֵיהֶ֑ם וְלָשׁוּב֙ לָאָ֣רֶץ הַזֹּ֔את כִּ֣י חַנּ֤וּן וְרַחוּם֙ יְהוָ֣ה אֱלֹהֵיכֶ֔ם וְלֹא־יַסִּ֤יר פָּנִים֙ מִכֶּ֔ם אִם־תָּשֻׁ֖בוּ אֵלָֽיו׃
10 וַיַּעַבְר֤וּ הָרָצִים֙ מֵעִ֣יר לְעִ֔יר בְּאֶ֥רֶץ אֶפְרַ֖יִם וּמְנַשֶּׁ֑ה וְעַד־זְבֻלֻן֙ וַיִּהְי֣וּ מַשְׂחִיקִ֥ים עֲלֵיהֶ֖ם וּמַלְעִגִֽים׃
11 אַ֣ךְ אַנְשֵׁ֧י אָשֵׁ֣ר וּמְנַשֶּׁ֗ה וּמִזְּבֻלוּן֙ נִכְנְע֔וּ וַיָּבֹ֖אוּ לִירוּשָׁלִָֽם׃
12 גַּם֙ בִּֽיהוּדָ֔ה הָיְתָה֙ יַד־הָאֱלֹהִ֔ים לָתֵ֥ת לָהֶ֛ם לֵ֥ב אֶחָ֖ד לַעֲשׂ֣וֹת מִצְוַת־הַמֶּ֣לֶךְ וְהַשָּׂרִ֑ים בִּדְבַ֖ר יְהוָֽה׃
13 וַיִּֽקָּבְצ֣וּ יְרוּשָׁלִַ֗ם עַם־רָב֙ מְאֹ֔ד לַעֲשׂ֛וֹת אֶת־חַ֥ג הַמַּצּ֖וֹת בַּחֹ֥דֶשׁ הַשֵּׁנִֽי׃
14 וַיָּקֻ֜מוּ וַיָּסִ֣ירוּ אֶת־הַמִּזְבְּח֗וֹת אֲשֶׁ֤ר בִּירוּשָׁלִַ֙ם֙ וְכָל־מִזְבְּח֣וֹת הַקְּטֹ֔רֶת הֵסִ֖ירוּ וַיַּשְׁלִ֥יכוּ לְנַֽחַל קִדְרֽוֹן׃
15 וַיִּשְׁחֲט֣וּ הַפֶּ֗סַח בְּאַרְבָּעָה֩ עָשָׂ֙ר֙ לַחֹ֣דֶשׁ הַשֵּׁנִ֔י וְהַכֹּֽהֲנִים֙ וְהַלְוִיִּ֔ם נִכְלְמ֖וּ וַיִּֽתְקַדְּשׁ֑וּ וַיָּבִ֥יאוּ עֹל֖וֹת לְבֵ֥ית יְהוָֽה׃
16 וַיַּֽעַמְדוּ֙ עַל־עָמְדָ֔ם כְּמִשְׁפָּטָ֖ם כְּת֣וֹרַת מֹשֶׁ֑ה אִ֣ישׁ הָאֱלֹהִ֔ים הַכֹּהֲנִים֙ זֹרְקִ֣ים הַדָּ֔ם מִיַּ֖ד הַלְוִיִּֽם׃
17 כִּֽי־רַבִּ֥ים בַּקָּהָ֖ל לֹ֣א הִתְקַדָּ֑שׁוּ וְהַלְוִיִּם֙ עַל־שְׁחִ֣יטַת הַפְּסָחִ֔ים לְכֹ֣ל לֹא־טָה֔וֹר לְהַקְדִּ֖ישׁ לַיהוָֽה׃
18 כִּ֣י הֲמ֣וֹן רַב־מְאֹ֗ד מִֽיִּפְרַ֤יִם וּמְנַשֶּׁה֙ יִשָּׂשכָ֣ר וּזְבֻלֻ֔ן לֹ֥א הִטֶּהֲר֖וּ כִּי־אָכְל֣וּ אֶת־הַפֶּ֣סַח בְּלֹא־כַכָּת֑וּב וַיִּתְפַּלֵּ֤ל יְחִזְקִיָּ֙הוּ֙ עֲלֵיהֶ֣ם לֵאמֹ֔ר יְהוָ֥ה הַטּ֖וֹב יְכַפֵּֽר׃
19 כָּל־לְבָב֖וֹ הֵכִ֣ין לִדְר֑וֹשׁ הָאֱלֹהִ֛ים יְהוָ֥ה אֱלֹהֵֽי־אֲבֹתָ֖יו וְלֹ֥א כְטָהֳרַת־קֹֽדֶשׁ׃
20 וַיִּשְׁמַ֥ע יְהוָ֖ה אֶל־יְחִזְקִיָּ֑הוּ וַיִּרְפָּ֥א אֶת־הָעָֽם׃
21 וַיַּעֲשׂ֣וּ בְנֵֽי־יִשְׂרָאֵל֩ הַנִּמְצְאִ֨ים בִּירוּשָׁלִַ֜ם אֶת־חַ֣ג הַמַּצּוֹת֮ שִׁבְעַ֣ת יָמִים֒ בְּשִׂמְחָ֣ה גְדוֹלָ֔ה וּמְהַלְלִ֤ים לַֽיהוָה֙ הַלְוִיִּ֣ם וְהַכֹּהֲנִ֔ים בִּכְלֵי־עֹ֖ז לַיהוָ֥ה יֽוֹם בְּיֽוֹם׃
22 וַיְדַבֵּ֣ר יְחִזְקִיָּ֗הוּ עַל־לֵב֙ כָּל־הַלְוִיִּ֔ם הַמַּשְׂכִּילִ֥ים שֵֽׂכֶל־ט֖וֹב לַיהוָ֑ה וַיֹּאכְל֣וּ אֶת־הַמּוֹעֵד֮ שִׁבְעַ֣ת הַיָּמִים֒ זֹבְחִ֣ים זִבְחֵי֩ שְׁלָמִ֨ים וּמִתְוַדִּ֗ים לַיהוָה֙ אֱלֹהֵ֣י אֲבוֹתֵיהֶֽם׃
23 וַיִּוָּעֲצ֥וּ כָל־הַקָּהָ֖ל לַעֲשׂ֣וֹת שִׁבְעָה־יָמִ֣ים אֲחֵרִ֑ים וַיַּעֲשׂ֥וּ שִׁבְעַת־יָמִ֖ים שִׂמְחָֽה׃
24 כִּ֣י יְחִזְקִיָּ֣הוּ מֶֽלֶךְ־יְהוּדָ֡ה הֵרִים֩ לַקָּהָ֨ל אֶ֣לֶף פָּרִים֮ וְשִׁבְעַ֣ת אֲלָפִים֮ צֹאן֒ וְהַשָּׂרִים֙ הֵרִ֣ימוּ לַקָּהָ֔ל פָּרִ֣ים אֶ֔לֶף וְצֹ֖אן עֲשֶׂ֣רֶת אֲלָפִ֑ים וְהִתְקַדְּשׁוּ־כֹהֲנִ֖ים לָרֹֽב׃
25 וַיִּשְׂמְחוּ֙ כָּל־קְהַ֣ל יְהוּדָ֔ה וְהַכֹּהֲנִ֣ים וְהַלְוִיִּ֔ם וְכָל־הַקָּהָל֙ הַבָּ֣א מִיִּשְׂרָאֵ֔ל וְהַגֵּרִ֖ים הַבָּאִ֣ים מֵאֶֽרֶץ־יִשְׂרָאֵ֑ל וְהַיֹּשְׁבִ֖ים בִּיהוּדָֽה׃
26 וַתְּהִ֥י שִׂמְחָֽה־גְדוֹלָ֖ה בִּירוּשָׁלִָ֑ם כִּ֡י מִימֵי֩ שְׁלֹמֹ֨ה בֶן־דָּוִ֜יד מֶ֣לֶךְ יִשְׂרָאֵ֗ל לֹ֣א כָזֹאת֙ בִּירוּשָׁלִָֽם׃
27 וַיָּקֻ֜מוּ הַכֹּהֲנִ֤ים הַלְוִיִּם֙ וַֽיְבָרְכ֣וּ אֶת־הָעָ֔ם וַיִּשָּׁמַ֤ע קוֹלָם֙ וַתָּבֹ֤א תְפִלָּתָם֙ לִמְע֣וֹן קָדְשׁ֔וֹ לַשָּׁמָֽיִם׃
Capítulo 31
Reforma religiosa y provisión para los sacerdotes
LBLA
1 Y cuando todo esto había terminado, todo Israel que estaba presente salió a las ciudades de Judá, destrozó los pilares sagrados, derribó las Aseras y demolió los lugares altos y los altares por todo Judá y Benjamín, y también en Efraín y Manasés, hasta acabar con todos ellos. Entonces todos los hijos de Israel regresaron a sus ciudades, cada cual a su posesión.
2 Ezequías designó las divisiones de los sacerdotes y los levitas según sus divisiones, cada uno según su servicio, tanto sacerdotes como levitas, para los holocaustos y para las ofrendas de paz, para ministrar, para dar gracias y para alabar en las puertas de los campamentos del SEÑOR.
3 También la contribución del rey de sus propios bienes fue para los holocaustos, es decir, para los holocaustos de la mañana y de la tarde, y para los holocaustos de los días de reposo, de las lunas nuevas y de las fiestas señaladas, como está escrito en la ley del SEÑOR.
4 Asimismo, ordenó al pueblo que habitaba en Jerusalén que diera la porción correspondiente a los sacerdotes y levitas, a fin de que ellos pudieran dedicarse a la ley del SEÑOR.
5 Tan pronto como se divulgó la orden, los hijos de Israel proveyeron en abundancia las primicias de grano, mosto nuevo, aceite, miel y de todo producto del campo; y trajeron el diezmo de todo en abundancia.
6 Y los hijos de Israel y de Judá que habitaban en las ciudades de Judá, también trajeron el diezmo de bueyes y ovejas, y el diezmo de las cosas consagradas que habían sido dedicadas al SEÑOR su Dios, y los trajeron en montones.
7 En el mes tercero comenzaron a amontonar los montones, y terminaron en el mes séptimo.
8 Cuando Ezequías y los príncipes vinieron y vieron los montones, bendijeron al SEÑOR y a su pueblo Israel.
9 Entonces Ezequías preguntó a los sacerdotes y a los levitas acerca de los montones.
10 Y el sumo sacerdote Azarías, de la casa de Sadoc, le respondió: Desde que comenzaron a traer la ofrenda a la casa del SEÑOR, hemos tenido bastante para comer y ha sobrado mucho, porque el SEÑOR ha bendecido a su pueblo, y esta gran cantidad es lo que ha sobrado.
11 Entonces Ezequías ordenó que prepararan cámaras en la casa del SEÑOR, y las prepararon.
12 Y trajeron fielmente las contribuciones, los diezmos y las cosas consagradas; y Cononías el levita era el intendente a cargo de ellos, y Simei su hermano era el segundo.
13 Y Jehiel, Azazías, Nahat, Asael, Jerimot, Jozabad, Eliel, Ismaquías, Mahat y Benaías eran supervisores bajo el mando de Cononías y Simei su hermano, por nombramiento del rey Ezequías y Azarías, el oficial de la casa de Dios.
14 Y Coré, hijo de Imna el levita, portero de la puerta oriental, estaba a cargo de las ofrendas voluntarias a Dios, para distribuir las contribuciones al SEÑOR y las cosas santísimas.
15 Y bajo su dirección estaban Edén, Miniamín, Jesúa, Semaías, Amarías y Secanías, en las ciudades de los sacerdotes, para distribuir fielmente las porciones a sus hermanos por sus divisiones, tanto a grandes como a pequeños,
16 excepto a los que estaban registrados por genealogías, de tres años en adelante, a todo varón que entraba en la casa del SEÑOR para su servicio diario, para sus deberes según sus divisiones,
17 y a los sacerdotes registrados por genealogías según sus casas paternas, y a los levitas de veinte años arriba, según sus oficios y sus divisiones.
18 Y a todos sus pequeños, sus mujeres, sus hijos y sus hijas, por toda la asamblea, porque se consagraban fielmente en santidad.
19 También para los hijos de Aarón, los sacerdotes, que vivían en los campos de pastoreo de sus ciudades, en cada ciudad había hombres designados por nombre para distribuir las porciones a todo varón entre los sacerdotes y a todo el que estaba registrado entre los levitas.
20 Así hizo Ezequías en todo Judá; y él hizo lo bueno, lo recto y lo verdadero delante del SEÑOR su Dios.
21 Y toda obra que emprendió en el servicio de la casa de Dios, conforme a la ley y los mandamientos, buscando a su Dios, lo hizo con todo su corazón y prosperó.
WLC
1 וּכְכַלּ֣וֹת כָּל־זֹ֗את כָּל־יִשְׂרָאֵל֮ הַנִּמְצָא֒ יָֽצְא֣וּ לְעָרֵי֩ יְהוּדָ֨ה וַֽיְשַׁבְּר֣וּ הַמַּצֵּבֹ֡ות וַיְגַדְּעוּ֩ הָאֲשֵׁרִ֨ים וַיְנַתְּצ֤וּ אֶת־הַבָּמֹות֙ וְאֶת־הַמִּזְבְּחֹ֔ות מִכָּל־יְהוּדָה֙ וּבִנְיָמִ֔ן וּבְאֶפְרַ֥יִם וּמְנַשֶּׁ֖ה עַד־לְכַלֵּ֑ה וַיָּשֻׁ֙בוּ֙ כָּל־בְּנֵ֣י יִשְׂרָאֵ֔ל אִ֥ישׁ לַאֲחֻזָּת֖וֹ לְעָרֵיהֶֽם׃
2 וַיַּעֲמֵ֤ד יְחִזְקִיָּ֙הוּ֙ אֶת־מַחְלְק֣וֹת הַכֹּהֲנִ֔ים וְהַלְוִיִּ֖ם לְמַחְלְקֹתָ֑ם אִ֤ישׁ כְּפִֽי־עֲבֹֽדָתֹו֙ לַכֹּהֲנִ֣ים וְלַלְוִיִּ֔ם לְעֹלָ֣ה וּלְשְׁלָמִ֔ים לְשָׁרֵת֙ וּלְהֹדֹ֣ת וּלְהַלֵּ֔ל בְּשַׁעֲרֵ֖י מַחֲנֹ֥ות יְהוָֽה׃
3 וּמְנָת֙ הַמֶּ֙לֶךְ֙ מִמָּמֹנ֔וֹ לָעֹלֹ֖ות לְעֹלֹ֣ות הַבֹּ֣קֶר וְהָעֶ֑רֶב וְלָעֹלֹת֙ לַשַּׁבָּתֹ֣ות וְלֶחֳדָשִׁ֔ים וְלַמּוֹעֲדִ֖ים כַּכָּת֥וּב בְּתוֹרַ֖ת יְהוָֽה׃
4 וַיֹּ֣אמֶר לָעָ֗ם לְיֹשְׁבֵ֣י יְרוּשָׁלִַם֮ לָתֵ֣ת מְנָת־לַכֹּהֲנִ֣ים וְלַלְוִיִּם֒ לְמַ֗עַן יֶחֶזְק֤וּ בְּתוֹרַת֙ יְהוָֽה׃
5 וְכִפְרֹ֥ץ הַדָּבָ֖ר הִרְבּ֣וּ בְנֵֽי־יִשְׂרָאֵ֗ל רֵאשִׁ֤ית דָּגָן֙ תִּיר֣וֹשׁ וְיִצְהָ֔ר וּדְבַ֖שׁ וְכֹל֙ תְּבוּאַ֣ת שָׂדֶ֔ה וּמַעְשַׂ֥ר כֹּ֖ל לָרֹ֥ב הֵבִֽיאוּ׃
6 וּבְנֵ֨י יִשְׂרָאֵ֤ל וִֽיהוּדָה֙ הַיֹּשְׁבִ֣ים בְּעָרֵ֣י יְהוּדָ֔ה וְגַם־הֵ֗ם מַעְשַׂ֤ר בָּקָר֙ וְצֹ֔אן וּמַעְשַׂ֤ר קֳדָשִׁים֙ הֵבִ֔יאוּ וַיִּתְּנ֖וּ עֲרֵמ֥וֹת עֲרֵמֽוֹת׃
7 בַּחֹ֤דֶשׁ הַשְּׁלִישִׁי֙ הֵחֵ֣לּוּ הָעֲרֵמֹ֔ות לְהָקֵ֖ל וּבַחֹ֥דֶשׁ הַשְּׁבִיעִ֖י כִּלּֽוּ׃
8 וַיָּבֹ֥א יְחִזְקִיָּ֖הוּ וְהַשָּׂרִ֑ים וַיִּרְא֣וּ הָעֲרֵמֹ֔ות וַֽיְבָרְכ֖וּ אֶת־יְהוָ֖ה וְאֶת־עַמּ֥וֹ יִשְׂרָאֵֽל׃
9 וַיִּשְׁאַ֣ל יְחִזְקִיָּ֔הוּ אֶת־הַכֹּהֲנִ֖ים וְהַלְוִיִּ֑ם לָעֲרֵמֹֽות׃
10 וַיֹּאמֶר֩ אֲזַרְיָ֨הוּ כֹהֵן הָרֹ֜אשׁ לְבֵ֣ית צָדֹ֗וק לֵאמֹר֮ מִן־הָחֵל֙ הֵבִ֣יא הַתְּרוּמָה֙ לְבֵ֣ית יְהוָ֔ה אָכֹ֤ל וְשָׂב֙וֹעַ֙ וְהוֹתֵ֣ר לָרֹ֔ב כִּֽי־יְהוָ֥ה בֵּרַ֖ךְ אֶת־עַמּ֑וֹ וְהַנּוֹתָ֛ר אֶת־הֶהָמ֥וֹן הַזֶּֽה׃
11 וַיֹּ֥אמֶר יְחִזְקִיָּ֖הוּ לְהָכִ֣ין לְשָׁכֹ֑ות בְּבֵ֣ית יְהוָ֔ה וַיָּכִ֖ינוּ׃
12 וַיָּבִ֣יאוּ אֶת־הַתְּרוּמָה֩ וְהַמַּעֲשֵׂ֨ר וְהַקֳּדָשִׁ֜ים בֶּאֱמוּנָ֗ה וַיְהִ֨י נָגִ֤יד עֲלֵיהֶם֙ כּוֹנַנְיָ֣הוּ הַלֵּוִ֔י וְשִׁמְעִ֥י אָחִ֖יהוּ מִשְׁנֶֽה׃
13 וְיְחִיאֵ֡ל וַעֲזַזְיָ֡הוּ וְנַחַת֩ וַעֲשָׂהאֵ֨ל וִירִימֹ֜ות וְיֹזָבָ֣ד וְאֱלִיאֵ֗ל וְיִסְמַכְיָ֤הוּ וּמַ֙חַת֙ וּבְנָיָ֔הוּ פְּקִידִ֖ים לְיַ֣ד כּוֹנַנְיָ֣הוּ וְשִׁמְעִ֣י אָחִ֑יהוּ בְּמִצְוַת֙ הַמֶּ֣לֶךְ יְחִזְקִיָּ֔הוּ וַעֲזַרְיָ֥הוּ נָגִ֖יד בֵּ֥ית הָאֱלֹהִֽים׃
14 וְקוֹרֵא֩ בֶן־יִמְנָ֨ה הַלֵּוִ֜י הַשּׁוֹעֵ֣ר לַמִּזְרָ֗ח עַל֩ הַנְּדָבֹ֤ת לָאֱלֹהִים֙ לָתֵ֣ת תְּרוּמַ֣ת יְהוָ֔ה וְקָדְשֵׁ֖י הַקֳּדָשִֽׁים׃
15 וְעַל־יָד֣וֹ עֵ֣דֶן וּמִנְיָמִ֡ין וְיֵשׁ֡וּעַ וּשְׁמַעְיָ֡הוּ אֲמַרְיָ֡הוּ וּשְׁכַנְיָ֡הוּ בְּעָרֵ֣י הַכֹּהֲנִים֮ בֶּאֱמוּנָה֒ לָתֵ֣ת לַאֲחֵיהֶ֗ם לְמַחְלְק֤וֹת כַּגָּדוֹל֙ כַּקָּטָ֔ן׃
16 מִלְּבַ֥ד הִתְיַחְשָׂ֖ם לִזְכָרִ֑ים מִבֶּן־שָׁלֹ֣שׁ שָׁנִים֩ וּלְמַ֨עְלָה לְכֹל֩ הַבָּ֨א לְבֵית־יְהוָ֜ה לִדְבַר־י֣וֹם בְּיוֹמ֗וֹ לַעֲבֹדָה֙ לְמִשְׁמְרֹ֣ותֵיהֶ֔ם בְּמַחְלְקֹתֵיהֶֽם׃
17 וְהִתְיַחֵ֣ס הַכֹּֽהֲנִ֗ים לְבֵ֣ית אֲבוֹתָם֮ וְהַלְוִיִּם֙ מִבֶּן־עֶשְׂרִ֣ים שָׁנָה֙ וּלְמַ֔עְלָה בְּמִשְׁמְרֹֽותֵיהֶ֖ם בְּמַחְלְקֹתֵיהֶֽם׃
18 וְלְהִתְיַחֵ֗ס לְכָל־טַפָּם֙ נְשֵׁיהֶ֣ם וּבְנֵיהֶ֔ם וּבְנוֹתֵיהֶ֖ם לְכָל־הַקָּהָ֑ל כִּ֣י בֶאֱמוּנָתָ֔ם יִתְקַדְּשׁ֖וּ קֹֽדֶשׁ׃
19 וְלִבְנֵ֣י אַהֲרֹן֩ הַכֹּהֲנִ֨ים בִּשְׂדֵ֧י מִגְרְשֵֽׁי־עָרֵיהֶ֛ם בְּכָל־עִ֥יר וָעִ֖יר פְּקִידִ֣ים בְּשֵׁמֹ֑ות לָתֵ֨ת מָנֹ֜ות לְכָל־זָכָ֣ר בַּכֹּהֲנִ֗ים וּלְכָל־הִתְיַחֵ֥ס בַּלְוִיִּֽם׃
20 וַיַּ֤עַשׂ יְחִזְקִיָּ֙הוּ֙ כֵּ֔ן בְּכָל־יְהוּדָ֑ה וַיַּ֙עַשׂ֙ הַטּ֣וֹב וְהַיָּשָׁ֔ר וְהָאֱמֶ֖ת לִפְנֵ֥י יְהוָֽה־אֱלֹהָֽיו׃
21 וּבְכָל־מַֽעֲשֶׂה֙ אֲשֶׁ֣ר הֵחֵ֔ל בְּעֲבוֹדַ֣ת בֵּית־הָאֱלֹהִ֔ים וּבַתּוֹרָ֖ה וּבַמִּצְוָ֑ה לִדְרֹ֣שׁ לֵאלֹהָ֔יו בְּכָל־לְבָב֖וֹ עָשָׂ֥ה וְהִצְלִֽיחַ׃
Capítulo 32
Invasión de Senaquerib
LBLA
1 Después de estos hechos de fidelidad, Senaquerib, rey de Asiria, vino e invadió a Judá, sitió las ciudades fortificadas y se propuso abrirlas paso para sí.
2 Cuando Ezequías vio que Senaquerib había venido con la intención de pelear contra Jerusalén,
3 decidió con sus oficiales y sus guerreros más valientes cegar las fuentes de agua que estaban fuera de la ciudad, y ellos le ayudaron.
4 Se reunió mucha gente, y cegaron todas las fuentes y el arroyo que fluía por la tierra, diciendo: ¿Por qué han de venir los reyes de Asiria y hallar mucha agua?
5 Y Ezequías se animó y reedificó toda la muralla que estaba derribada y la levantó hasta las torres, y edificó otra muralla exterior, y fortificó el Milo en la ciudad de David, e hizo gran cantidad de armas y escudos.
6 Puso capitanes de guerra sobre el pueblo, y los reunió en la plaza a la puerta de la ciudad, y les habló al corazón, diciendo:
7 Sed fuertes y valientes; no temáis ni os acobardéis a causa del rey de Asiria, ni a causa de toda la multitud que viene con él; porque el que está con nosotros es más grande que el que está con él.
8 Con él está sólo un brazo de carne, pero con nosotros está el SEÑOR nuestro Dios para ayudarnos y pelear nuestras batallas. Y el pueblo confió en las palabras de Ezequías, rey de Judá.
9 Después de esto, Senaquerib, rey de Asiria, mientras sitiaba Laquis con todas sus fuerzas, envió a sus siervos a Jerusalén, a Ezequías, rey de Judá, y a todo Judá que estaba en Jerusalén, diciendo:
10 Así dice Senaquerib, rey de Asiria: "¿En qué confiáis para permanecer sitiados en Jerusalén?
11 ¿No os está engañando Ezequías para entregaros a morir de hambre y de sed, diciendo: 'El SEÑOR nuestro Dios nos librará de la mano del rey de Asiria'?
12 ¿No es Ezequías el mismo que quitó sus lugares altos y sus altares, y dijo a Judá y a Jerusalén: 'Delante de un solo altar adoraréis, y sobre él quemaréis incienso'?
13 ¿No sabéis lo que yo y mis padres hemos hecho a todos los pueblos de estas tierras? ¿Pudieron acaso los dioses de las naciones de aquellas tierras librar su tierra de mi mano?
14 ¿Quién de entre todos los dioses de aquellas naciones que mis padres destruyeron por completo, pudo librar a su pueblo de mi mano, para que vuestro Dios pueda libraros de mi mano?
15 Ahora pues, no dejéis que Ezequías os engañe ni os extravíe de esta manera, ni le creáis, porque ningún dios de ninguna nación ni reino pudo librar a su pueblo de mi mano ni de la mano de mis padres. ¡Mucho menos os librará vuestro Dios de mi mano!
16 Y sus siervos hablaron aún más contra el SEÑOR Dios y contra su siervo Ezequías.
17 También escribió cartas para insultar al SEÑOR, Dios de Israel, y para hablar contra El, diciendo: Como los dioses de las naciones de otras tierras no pudieron librar a sus pueblos de mi mano, tampoco el Dios de Ezequías librará a su pueblo de mi mano.
18 Y gritaron a gran voz en lengua de Judá al pueblo de Jerusalén que estaba sobre la muralla, para aterrorizarlos y turbarlos, a fin de tomar la ciudad.
19 Y hablaron de Dios de Jerusalén como de los dioses de los pueblos de la tierra, obras de manos humanas.
20 Pero el rey Ezequías y el profeta Isaías, hijo de Amoz, oraron sobre esto y clamaron al cielo.
21 Y el SEÑOR envió un ángel que destruyó a todo guerrero valiente, jefe y oficial en el campamento del rey de Asiria. Así que Senaquerib regresó avergonzado a su propia tierra. Y cuando entró en la casa de su dios, algunos de sus propios hijos lo mataron allí a espada.
22 Así salvó el SEÑOR a Ezequías y a los habitantes de Jerusalén de mano de Senaquerib, rey de Asiria, y de mano de todos los demás, y los guió por todos lados.
23 Y muchos trajeron presentes al SEÑOR en Jerusalén y valiosos regalos a Ezequías, rey de Judá, de modo que fue engrandecido ante todas las naciones de allí en adelante.
24 En aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte; y oró al SEÑOR, y El le respondió y le dio una señal.
25 Pero Ezequías no correspondió al bien que se le había hecho, porque su corazón se enalteció; por tanto, la ira vino sobre él y sobre Judá y Jerusalén.
26 Pero Ezequías humilló su enaltecido corazón, él y los habitantes de Jerusalén, de modo que la ira del SEÑOR no vino sobre ellos en los días de Ezequías.
27 Ezequías tuvo inmensas riquezas y gloria; y edificó para sí tesorerías para plata, oro, piedras preciosas, especias, escudos y toda clase de objetos de valor;
28 también almacenes para el producto de grano, mosto y aceite, y establos para toda clase de ganado y apriscos para los rebaños.
29 Edificó además ciudades para sí, y tuvo gran cantidad de ovejas y bueyes, porque Dios le había dado muchísimas posesiones.
30 Fue Ezequías quien cegó la salida superior de las aguas de Guijón y las condujo por el lado occidental de la ciudad de David. Ezequías prosperó en toda su obra.
31 Aun en el caso de los enviados de los príncipes de Babilonia, que enviaron a él para informarse de la señal que había acontecido en la tierra, Dios lo dejó solo para probarlo, a fin de saber todo lo que había en su corazón.
32 Los demás hechos de Ezequías y sus obras piadosas, he aquí, están escritos en la visión del profeta Isaías, hijo de Amoz, en el libro de los reyes de Judá y de Israel.
33 Durmió Ezequías con sus padres, y lo sepultaron en la cuesta de los sepulcros de los hijos de David; y todo Judá y los habitantes de Jerusalén le rindieron honores en su muerte. Y su hijo Manasés reinó en su lugar.
WLC
1 אַחֲרֵ֤י הַדְּבָרִים֙ וְהָאֱמֶ֣ת הָאֵ֔לֶּה בָּ֥א סַנְחֵרִ֖יב מֶ֣לֶךְ אַשּׁ֑וּר וַיָּבֹ֣א בִֽיהוּדָ֗ה וַיִּ֙חַן֙ עַל־עָרִ֤ים בְּצֻרֹות֙ וַיֹּ֣אמֶר לְבִקְעָ֔ם אֵלָ֖יו׃
2 וַיַּשְׁכֵּ֤ם יְחִזְקִיָּ֙הוּ֙ כִּֽי־בָ֣א סַנְחֵרִ֔יב וּפָנָ֖יו לַמִּלְחָמָ֥ה עַל־יְרוּשָׁלִָֽם׃
3 וַיִּוָּעַ֣ץ עִם־שָׂרָיו֮ וְגִבּוֹרָיו֮ לִסְתּוֹם֙ אֶת־מֵימֵ֣י הָעֲיָנֹ֔ות אֲשֶׁ֖ר מִח֣וּץ לָעִ֑יר וַיַּעְזְר֖וּ לֽוֹ׃
4 וַיִּקָּבְצ֨וּ עַם־רָ֜ב וַיִּסְתְּמ֣וּ אֶת־כָּל־הַמַּעְיָנֹ֗ות וְאֶת־הַנַּ֙חַל֙ הַשּׁוֹטֵ֣ף בְּתֽוֹךְ־הָאָ֔רֶץ לֵאמֹ֕ר לָ֥מָּה יָבֹ֛אוּ מַלְכֵ֥י אַשּׁ֖וּר וּמָצְא֥וּ מַֽיִם רַבִּֽים׃
5 וַיִּתְחַזַּ֗ק וַיִּ֤בֶן אֶת־כָּל־הַֽחוֹמָה֙ הַפְּרוּצָ֔ה וַיַּ֕עַל עַל־הַמִּגְדָּל֖וֹת וְלַח֣וּצָה הַחוֹמָ֣ה אַחֶ֑רֶת וַיְחַזֵּק֙ אֶת־הַמִּלּ֔וֹא עִיר־דָּוִ֖יד וַיַּ֥עַשׂ שֶׁ֥לַח לָרֹ֖ב וּמָגִנִּֽים׃
6 וַיַּעֲמֵ֨ד שָׂרֵי֙ מִלְחָמֹ֔ות עַל־הָעָ֖ם וַיִּקְבְּצֵ֣ם אֵלָ֑יו לָרְחֹב֙ שַׁ֣עַר הָעִ֔יר וַיְדַבֵּ֥ר עַל־לִבָּ֖ם לֵאמֹֽר׃
7 חִזְק֣וּ וְאִמְצ֔וּ אַל־תִּֽירְא֣וּ וְאַל־תֵּחַ֔תּוּ מִפְּנֵי֙ מֶ֣לֶךְ אַשּׁ֔וּר וּמִפְּנֵ֖י כָּל־הֶהָמ֣וֹן אֲשֶׁר־עִמּ֑וֹ כִּֽי־עִמָּ֣נוּ רַ֔ב מֵעִמּ֖וֹ׃
8 עִמּוֹ֙ זְר֣וֹעַ בָּשָׂ֔ר וְעִמָּ֞נוּ יְהוָ֤ה אֱלֹהֵ֙ינוּ֙ לְעָזְרֵ֔נוּ וּלְהִלָּחֵ֖ם אֶת־מִלְחֲמֹתֵ֑ינוּ וַיִּסָּמְכ֣וּ הָעָ֔ם עַל־דִּבְרֵי֙ חִזְקִיָּ֣הוּ מֶֽלֶךְ־יְהוּדָֽה׃
9 אַחַר֩ זֶ֨ה שָׁלַ֜ח סַנְחֵרִ֣יב מֶֽלֶךְ־אַשּׁוּר֮ עֲבָדָיו֮ יְרוּשָׁלִַם֒ וְהוּא֙ עַל־לָכִ֣ישׁ וְכָל־קָהָל֣וֹ עִמּ֔וֹ אֶל־יְחִזְקִיָּ֥הוּ מֶֽלֶךְ־יְהוּדָ֖ה וְעַל־כָּל־יְהוּדָ֛ה אֲשֶׁ֥ר בִּירוּשָׁלִַ֖ם לֵאמֹֽר׃
10 כֹּ֤ה אָמַר֙ סַנְחֵרִ֣יב מֶֽלֶךְ־אַשּׁ֔וּר עַל־מָה֙ אַתֶּ֣ם בֹּֽטְחִ֔ים וְיֹשְׁבִ֥ים בְּמָצ֖וֹר בִּירוּשָׁלִָֽם׃
11 הֲלֹ֣א יְחִזְקִיָּהוּ֩ מַסִּ֨ית אֶתְכֶ֜ם לָתֵ֤ת אֶתְכֶם֙ לָמּוֹת֙ בָּרָעָ֣ב וּבַצָּמָ֔א לֵאמֹ֕ר יְהוָ֥ה אֱלֹהֵ֖ינוּ יַצִּילֵ֥נוּ מִכַּף־מֶלֶךְ־אַשּֽׁוּר׃
12 הֲלֹא־ה֣וּא יְחִזְקִיָּהוּ֩ הֵסִ֨יר אֶת־בָּמֹתָ֜יו וְאֶת־מִזְבְּחֹתָ֗יו וַיֹּ֤אמֶר לִֽיהוּדָה֙ וְלִירוּשָׁלִַ֔ם לֵאמֹ֕ר לִפְנֵי֙ מִזְבֵּ֣חַ אֶחָ֔ד תִּֽשְׁתַּחֲו֖וּ וְעָלָ֥יו תַּקְטִֽירוּ׃
13 הֲלֹ֣א תֵֽדְע֗וּ מֶֽה־עָשִׂ֤יתִי אֲנִי֙ וַאֲבֹתַ֔י לְכֹ֖ל עַמֵּ֣י הָאֲרָצֹ֑ות הֶיְכֹ֣ל יָכְל וּא אֱלֹהֵ֣י הַגֹּויִ֣ם הָאֵ֔לֶּה לְהַצִּ֥יל אֶת־אַרְצָ֖ם מִיָּדִֽי׃
14 מִ֤י בְכָל־אֱלֹהֵי֙ הַגֹּויִ֣ם הָאֵ֔לֶּה אֲשֶׁ֥ר הֶחֱרִ֛ימוּ אֲבֹתַ֖י אֲשֶׁ֣ר יָכֹ֣ל לְהַצִּיל־עַמּוֹ֙ מִיָּדִ֔י כִּֽי־יֹפִ֥יל אֱלֹֽהֵיכֶ֖ם אֶתְכֶ֥ם מִיָּדִֽי׃
15 וְעַתָּ֗ה אַל־יַשִּׁ֨יא אֶתְכֶ֜ם יְחִזְקִיָּ֗הוּ וְאַל־יַסִּית֙ אֶתְכֶ֣ם כָּזֹ֔את וְאַל־תַּאֲמִ֥ינוּ לֹ֖ו כִּ֣י לֹ֤א יוּכַל֙ כָּל־אֱלֹ֜הַּ כָּל־גּ֣וֹי וּמַמְלָכָ֗ה לְהַצִּ֥יל עַמּוֹ֙ מִיָּדִ֔י וּמִיַּ֖ד אֲבֹתָ֑י אַ֕ף כִּֽי־אֱלֹהֵיכֶ֥ם לֹֽא־יַצִּ֥יל אֶתְכֶ֖ם מִיָּדִֽי׃
16 וַיְדַבְּר֣וּ עֲבָדָ֔יו ע֖וֹד עַל־יְהוָ֣ה הָאֱלֹהִ֑ים וְעַל־יְחִזְקִיָּ֖הוּ עַבְדּֽוֹ׃
17 וְסְפָרִ֣ים כָּתַ֗ב לְחָרֵ֞ף אֶת־יְהוָ֤ה אֱלֹהֵי֙ יִשְׂרָאֵ֔ל וּלְדַבֵּ֥ר עָלָ֖יו דִּבְרֵי־דֹ֑פִי לֵאמֹ֗ר כֵּאֱלֹהֵי֙ גֹּויֵ֣י הָאֲרָצֹ֔ות אֲשֶׁ֣ר לֹֽא־הִצִּ֧ילוּ אֶת־עַמֵּיהֶ֛ם מִיָּדִ֖י כֵּ֣ן לֹֽא־יַצִּ֧יל אֱלֹהֵֽי יְחִזְקִיָּ֛הוּ אֶת־עַמּ֖וֹ מִיָּדִֽי׃
18 וַיִּקְרְא֣וּ בְק֣וֹל גָּד֡וֹל יְהוּדִית֩ עַל־עַ֨ם יְרוּשָׁלִַ֜ם אֲשֶׁ֣ר עַל־הַחוֹמָ֗ה לְיָֽרְאָם֙ וּלְבַהֲלָ֔ם לְמַ֖עַן יִלְכְּד֥וּ אֶת־הָעִֽיר׃
19 וַֽיְדַבְּר֛וּ עַל־אֱלֹהֵ֥י יְרוּשָׁלִַ֖ם כְּעַל־אֱלֹהֵ֣י עַמֵּֽי הָאָ֑רֶץ מַעֲשֵׂ֖ה יְדֵ֥י אָדָֽם׃
20 וַיִּתְפַּלֵּ֞ל יְחִזְקִיָּ֣הוּ הַמֶּ֗לֶךְ וִֽישַׁעְיָ֛הוּ בֶן־אָמ֥וֹץ הַנָּבִ֖יא עַל־זֹ֑את וַיִּצְעֲק֖וּ עַל־שָׁמָֽיִם׃
21 וַיִּשְׁלַ֤ח יְהוָה֙ מַלְאָ֔ךְ וַיַּכְחֵ֞ד כָּל־גִּבּ֥וֹר חַ֙יִל֙ וְנָגִ֣יד וְשָׂר֙ בְּמַחֲנֵ֣ה מֶֽלֶךְ־אַשּׁ֔וּר וַיָּ֤שָׁב בְּפְנֵי־קָלֹון֙ לְאַרְצֹ֔ו וַיָּבֹא֙ בֵּ֣ית אֱלֹהָ֔יו וְאֵ֥לֶּה יֹצְאֵ֖י מֵעָ֑יו הִפִּלֻ֥הוּ שָׁ֖ם בַּחֶֽרֶב׃
22 וַיּ֤וֹשַׁע יְהוָה֙ אֶת־יְחִזְקִיָּ֔הוּ וְאֵת֙ יֹשְׁבֵ֣י יְרוּשָׁלִַ֔ם מִיַּד֙ סַנְחֵרִ֣יב מֶֽלֶךְ־אַשּׁ֔וּר וּמִיַּ֖ד כֹּ֑ל וַיְנַהֲלֵ֖ם מִסָּבִֽיב׃
23 וְרַבִּים֩ מְבִיאִ֨ים מִנְחָ֤ה לַֽיהוָה֙ יְרוּשָׁלִַ֔ם וּמִגְדָּנֹ֖ות לְיְחִזְקִיָּ֣הוּ מֶֽלֶךְ־יְהוּדָ֑ה וַיִּנָּשֵׂא֙ לְעֵינֵ֣י כָל־הַגּוֹיִ֔ם מֵאַ֖חֲרֵי כֵֽן׃
24 בַּיָּמִ֣ים הָהֵ֔ם חָלָ֥ה יְחִזְקִיָּ֖הוּ עַד־לָמּ֑וּת וַיִּתְפַּלֵּל֙ אֶל־יְהוָ֔ה וַיְדַבֵּ֣ר אֵלָ֔יו וּמוֹפֵ֖ת נָ֥תַן לֽוֹ׃
25 וְלֹֽא־גָמַ֨ל יְחִזְקִיָּ֜הוּ עַל־הַטּ֤וֹב עָלָיו֙ כִּ֣י גָבַ֣הּ לִבּ֔וֹ וַיְהִ֤י עָלָיו֙ קֶ֔צֶף וְעַל־יְהוּדָ֖ה וִירוּשָׁלִָֽם׃
26 וַיִּכָּנַ֨ע יְחִזְקִיָּ֜הוּ בְּגֹ֣בַהּ לִבּ֗וֹ ה֚וּא וְיֹשְׁבֵ֣י יְרוּשָׁלִַ֔ם וְלֹֽא־בָ֥א עֲלֵיהֶ֛ם קֶ֥צֶף יְהוָ֖ה בִּימֵ֥י יְחִזְקִיָּֽהוּ׃
27 וַיְהִ֣י לִֽיחִזְקִיָּ֗הוּ עֹ֤שֶׁר וְכָבוֹד֙ לָרֹ֣ב מְאֹ֔ד וְאֹצָרֹ֣ות עָֽשָׂה־לֹ֗ו לְכֶ֤סֶף וּלְזָהָב֙ וּלְאֶ֣בֶן יְקָרָ֔ה וְלִבְשָׂמִים֙ וּלְמָ֣גִנִּ֔ים וּלְכֹ֖ל כְּלִ֥י חֶמְדָּֽה׃
28 וּמִסְכְּנֹ֣ות לִתְבוּאַת־דָּגָן֩ וְתִיר֨וֹשׁ וְיִצְהָ֜ר וְאֻרְוֹ֣ת לְכָל־בֶּהֱמָ֗ה וּבְצֵרִים֙ לַעֲדָרִֽים׃
29 וְעָרִים֙ עָ֣שָׂה לֹ֔ו וּמִקְנֵה־צֹ֥אן וּבָקָ֖ר לָרֹ֣ב מְאֹ֑ד כִּ֣י אֱלֹהִ֔ים נָֽתַן־ל֥וֹ רְכ֖וּשׁ רַ֥ב מְאֹֽד׃
30 וְה֣וּא יְחִזְקִיָּהוּ֩ סָתַ֨ם אֶת־מוֹצָ֧א מֵֽימֵי־גִיח֣וֹן הָעֶלְי֗וֹן וַיַּסְחִבֵּם֙ לְמַ֣טָּה מַעֲרָ֔בָה לְעִ֖יר דָּוִ֑יד וַיַּצְלַ֣ח יְחִזְקִיָּ֔הוּ בְּכָל־מַעֲשֵׂ֖הוּ׃
31 וְכֵ֣ן בִּמְלִיצֵי֩ שָׂרֵ֨י בָבֶ֜ל הַֽמְשַׁלְּחִ֣ים עָלָ֗יו לִדְרֹשׁ֙ בַּמּוֹפֵ֣ת אֲשֶׁר־הָיָ֣ה בָאָ֔רֶץ עֲזָב֥וֹ הָאֱלֹהִ֖ים לְנַסֹּתֹ֑ו לָדַ֛עַת אֶת־כָּל־בִּלְבָבֹֽו׃
32 וְיֶ֨תֶר דִּבְרֵ֧י חִזְקִיָּ֛הוּ וַחֲסָדָ֖יו הִנָּ֣ם כְּתוּבִ֑ים בַּחֲזֹו֙ן יְשַׁעְיָ֣הוּ בֶן־אָמֹ֔וץ הַנָּבִ֖יא עַל־סֵ֥פֶר מַלְכֵֽי־יְהוּדָ֖ה וְיִשְׂרָאֵֽל׃
33 וַיִּשְׁכַּ֤ב יְחִזְקִיָּ֙הוּ֙ עִם־אֲבֹתָ֔יו וַיִּקְבְּרֻ֣הוּ בְּמַעֲלֵ֣ה קִבְרֵֽי בְנֵי־דָוִ֔יד וְכָב֣וֹד עָשׂ֣וּ לֹ֤ו בְמוֹתֹו֙ כָּל־יְהוּדָה֙ וְיֹשְׁבֵ֣י יְרוּשָׁלִָ֔ם וַיִּמְלֹ֛ךְ מְנַשֶּׁ֥ה בְנ֖וֹ תַּחְתָּֽיו׃
Capítulo 33
Reinado de Manasés
LBLA
1 Manasés tenía doce años cuando comenzó a reinar, y reinó cincuenta y cinco años en Jerusalén.
2 E hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR, conforme a las abominaciones de las naciones que el SEÑOR había desposeído delante de los hijos de Israel.
3 Porque reedificó los lugares altos que su padre Ezequías había derribado, y erigió altares a los baales e hizo Aseras, y adoró a todo el ejército de los cielos y les sirvió.
4 Edificó también altares en la casa del SEÑOR, de la cual el SEÑOR había dicho: En Jerusalén estará mi nombre para siempre.
5 Edificó altares a todo el ejército de los cielos en los dos atrios de la casa del SEÑOR.
6 Hizo pasar a sus hijos por el fuego en el valle de Ben-hinom, practicó la hechicería, usó adivinación y trajo médium y espiritistas. Hizo mucho mal ante los ojos del SEÑOR, provocándole a ira.
7 Colocó la imagen tallada del ídolo que había hecho, en la casa de Dios, de la cual Dios había dicho a David y a su hijo Salomón: En esta casa y en Jerusalén, que he escogido de entre todas las tribus de Israel, pondré mi nombre para siempre.
8 Y no volveré a hacer que el pie de Israel sea removido de la tierra que he asignado a vuestros padres, con tal de que guarden y hagan todo lo que les he mandado, toda la ley, los estatutos y las ordenanzas dados por medio de Moisés.
9 Manasés hizo extraviarse a Judá y a los habitantes de Jerusalén, para hacer más mal que las naciones que el SEÑOR había destruido delante de los hijos de Israel.
10 Y habló el SEÑOR a Manasés y a su pueblo, pero no prestaron atención.
11 Por tanto, el SEÑOR trajo contra ellos los comandantes del ejército del rey de Asiria, los cuales capturaron a Manasés con garfios, lo ataron con cadenas de bronce y lo llevaron a Babilonia.
12 Cuando estuvo en angustia, imploró al SEÑOR su Dios y se humilló grandemente delante del Dios de sus padres.
13 Cuando oró a El, El lo escuchó y atendió su súplica, y lo hizo volver a Jerusalén, a su reino. Entonces Manasés reconoció que el SEÑOR es Dios.
14 Después de esto edificó la muralla exterior de la ciudad de David, al occidente de Gihón, en el valle, hasta la entrada de la puerta del Pescado, y alrededor del Ofel, y la hizo muy alta. También puso comandantes del ejército en todas las ciudades fortificadas de Judá.
15 Quitó los dioses extranjeros y el ídolo de la casa del SEÑOR, así como todos los altares que había edificado en el monte de la casa del SEÑOR y en Jerusalén, y los echó fuera de la ciudad.
16 Reparó el altar del SEÑOR y ofreció sobre él sacrificios de ofrendas de paz y de acción de gracias; y ordenó a Judá que sirviera al SEÑOR, Dios de Israel.
17 Sin embargo, el pueblo aún sacrificaba en los lugares altos, aunque sólo al SEÑOR su Dios.
18 Los demás hechos de Manasés, su oración a su Dios y las palabras de los videntes que le hablaron en nombre del SEÑOR, Dios de Israel, he aquí, están escritos en los registros de los reyes de Israel.
19 También su oración y cómo Dios lo escuchó, todo su pecado y su infidelidad, los sitios donde edificó lugares altos y erigió Aseras e imágenes talladas antes de humillarse, he aquí, están escritos en los registros de los videntes.
20 Y durmió Manasés con sus padres, y lo sepultaron en su casa. Y su hijo Amón reinó en su lugar.
21 Amón tenía veintidós años cuando comenzó a reinar, y reinó dos años en Jerusalén.
22 E hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR, como había hecho su padre Manasés. Y Amón ofreció sacrificios a todas las imágenes talladas que su padre Manasés había hecho, y las sirvió.
23 Pero no se humilló delante del SEÑOR como se había humillado su padre Manasés; al contrario, Amón aumentó su culpa.
24 Y sus siervos conspiraron contra él y lo mataron en su casa.
25 Pero el pueblo de la tierra mató a todos los que habían conspirado contra el rey Amón; y el pueblo de la tierra hizo rey en su lugar a su hijo Josías.
WLC
1 בֶּן־שְׁתֵּ֧ים עֶשְׂרֵ֣ה שָׁנָ֗ה מְנַשֶּׁה֙ בְּמָלְכ֔וֹ וַחֲמִשִּׁ֤ים וְחָמֵשׁ֙ שָׁנָ֔ה מָלַ֖ךְ בִּירוּשָׁלִָֽם׃
2 וַיַּ֥עַשׂ הָרַ֖ע בְּעֵינֵ֣י יְהוָ֑ה כְּתֽוֹעֲבֹת֙ הַגּוֹיִ֔ם אֲשֶׁר֙ הוֹרִ֣ישׁ יְהוָ֔ה מִפְּנֵ֖י בְּנֵ֥י יִשְׂרָאֵֽל׃
3 וַיָּ֜שָׁב וַיִּ֣בֶן אֶת־הַבָּמ֗וֹת אֲשֶׁ֨ר נִתַּ֤ץ יְחִזְקִיָּ֙הוּ֙ אָבִ֔יו וַיָּ֨קֶם מִזְבְּח֔וֹת לַבְּעָלִ֖ים וַיַּ֣עַשׂ אֲשֵׁר֑וֹת וַיִּשְׁתַּ֙חוּ֙ לְכָל־צְבָ֣א הַשָּׁמַ֔יִם וַֽיַּעֲבֹ֖ד אֹתָֽם׃
4 וּבָנָ֥ה מִזְבְּח֖וֹת בְּבֵ֣ית יְהוָ֑ה אֲשֶׁר֙ אָמַ֣ר יְהוָ֔ה בִּירוּשָׁלִַ֥ם יִֽהְיֶה־שְּׁמִ֖י לְעוֹלָֽם׃
5 וַיִּ֥בֶן מִזְבְּח֖וֹת לְכָל־צְבָ֣א הַשָּׁמָ֑יִם בִּשְׁתֵּ֖י חַצְר֥וֹת בֵּית־יְהוָֽה׃
6 וְהוּא֩ הֶעֱבִ֨יר אֶת־בָּנָ֤יו בָּאֵשׁ֙ בְּגֵ֣י בֶן־הִנֹּ֔ם וְעוֹנֵ֤ן וְנִחֵשׁ֙ וְכִשֵּׁ֔ף וְעָ֥שָׂה א֖וֹב וְיִדְּעוֹנִ֑י הִרְבָּ֗ה לַעֲשׂ֥וֹת הָרַ֛ע בְּעֵינֵ֥י יְהוָ֖ה לְהַכְעִיסֽוֹ׃
7 וַיָּ֕שֶׂם אֶת־פֶּ֥סֶל הַסֶּ֖מֶל אֲשֶׁ֣ר עָשָׂ֑ה בְּבֵ֣ית הָאֱלֹהִ֗ים אֲשֶׁ֨ר אָמַ֤ר אֱלֹהִים֙ אֶל־דָּוִיד֙ וְאֶל־שְׁלֹמֹ֣ה בְנ֔וֹ בַּבַּ֨יִת הַזֶּ֜ה וּבִירוּשָׁלִַ֗ם אֲשֶׁ֤ר בָּחַ֙רְתִּי֙ מִכֹּל֙ שִׁבְטֵ֣י יִשְׂרָאֵ֔ל אָשִׂ֥ים אֶת־שְׁמִ֖י לְעֵילֽוֹם׃
8 וְלֹ֣א אוֹסִ֗יף לְהָסִיר֙ אֶת־רֶ֣גֶל יִשְׂרָאֵ֔ל מֵעַל֙ הָאֲדָמָ֔ה אֲשֶׁ֥ר הֶעֱמַ֖דְתִּי לַאֲבֹֽתֵיכֶ֑ם רַ֣ק׀ אִם־יִשְׁמְר֣וּ לַעֲשׂ֗וֹת אֵ֚ת כָּל־אֲשֶׁ֣ר צִוִּיתִ֔ים לְכָל־הַתּוֹרָ֛ה וְהַֽחֻקִּ֥ים וְהַמִּשְׁפָּטִ֖ים בְּיַד־מֹשֶֽׁה׃
9 וַיֶּ֤תַע מְנַשֶּׁה֙ אֶת־יְהוּדָ֔ה וְיֹשְׁבֵ֖י יְרוּשָׁלִָ֑ם לַעֲשׂ֣וֹת רָ֔ע מִן־הַ֨גּוֹיִ֔ם אֲשֶׁר֙ הִשְׁמִ֣יד יְהוָ֔ה מִפְּנֵ֖י בְּנֵ֥י יִשְׂרָאֵֽל׃
10 וַיְדַבֵּ֧ר יְהוָ֛ה אֶל־מְנַשֶּׁ֥ה וְאֶל־עַמּ֖וֹ וְלֹ֥א הִקְשִֽׁיבוּ׃
11 וַיָּבֵ֨א יְהוָ֜ה עֲלֵיהֶ֗ם אֶת־שָׂרֵ֤י הַצָּבָא֙ אֲשֶׁר֙ לְמֶ֣לֶךְ אַשּׁ֔וּר וַיִּלְכְּד֥וּ אֶת־מְנַשֶּׁ֖ה בַּחֹחִ֑ים וַיַּֽאַסְרֻ֙הוּ֙ בַּֽנְחֻשְׁתַּ֔יִם וַיּוֹלִיכֻ֖הוּ בָּבֶֽלָה׃
12 וּכְהָצֵ֣ר ל֔וֹ חִלָּ֕ה אֶת־פְּנֵ֖י יְהוָ֣ה אֱלֹהָ֑יו וַיִּכָּנַ֣ע מְאֹ֔ד מִלִּפְנֵ֖י אֱלֹהֵ֥י אֲבֹתָֽיו׃
13 וַיִּתְפַּלֵּ֣ל אֵלָ֗יו וַיֵּעָ֤תֶר לוֹ֙ וַיִּשְׁמַ֣ע תְּחִנָּת֔וֹ וַיְשִׁיבֵ֥הוּ יְרוּשָׁלִַ֖ם לְמַלְכוּת֑וֹ וַיֵּ֣דַע מְנַשֶּׁ֔ה כִּ֥י יְהוָ֖ה ה֥וּא הָאֱלֹהִֽים׃
14 וְאַחֲרֵי־כֵ֡ן בָּנָ֣ה חוֹמָה֩ חִיצוֹנָ֨ה לְעִֽיר־דָּוִ֜יד מַעְרָ֣בָה לְגִיח֗וֹן בַּנַּ֙חַל֙ וּלְב֣וֹא בְשַׁ֣עַר הַדָּגִ֔ים וְסָבַ֖ב לָעֹ֑פֶל וַיַּגְבִּיהֶ֖הָ מְאֹ֑ד וַיָּ֧שֶׂם שָׂרֵי־חַ֛יִל בְּכָל־הֶעָרִ֥ים הַבְּצֻר֖וֹת בִּיהוּדָֽה׃
15 וַ֠יָּסַר אֶת־אֱלֹהֵ֨י הַנֵּכָ֤ר וְאֶת־הַסֶּ֙מֶל֙ מִבֵּ֣ית יְהוָ֔ה וְכָל־הַֽמִּזְבְּח֗וֹת אֲשֶׁ֥ר בָּנָ֛ה בְּהַ֥ר בֵּית־יְהוָ֖ה וּבִירוּשָׁלִָ֑ם וַיַּשְׁלֵ֖ךְ ח֥וּצָה לָעִֽיר׃
16 וַיִּ֙בֶן֙ אֶת־מִזְבַּ֣ח יְהוָ֔ה וַיִּזְבַּ֣ח עָלָ֔יו זִבְחֵ֥י שְׁלָמִ֖ים וְתוֹדָ֑ה וַיֹּ֙אמֶר֙ לִֽיהוּדָ֔ה לַעֲב֕וֹד אֶת־יְהוָ֖ה אֱלֹהֵ֥י יִשְׂרָאֵֽל׃
17 אֲבָל֙ ע֣וֹד הָעָ֔ם זֹבְחִ֖ים בַּבָּמ֑וֹת רַ֖ק לַיהוָ֥ה אֱלֹהֵיהֶֽם׃
18 וְיֶ֨תֶר דִּבְרֵ֣י מְנַשֶּׁה֮ וּתְפִלָּת֣וֹ אֶל־אֱלֹהָיו֒ וְדִבְרֵי֙ הַֽחֹזִ֔ים הַֽמְדַבְּרִ֣ים אֵלָ֔יו בְּשֵׁ֥ם יְהוָ֖ה אֱלֹהֵ֣י יִשְׂרָאֵ֑ל הִנָּ֕ם עַל־דִּבְרֵ֖י מַלְכֵ֥י יִשְׂרָאֵֽל׃
19 וּתְפִלָּת֣וֹ וְהֵֽעָתֶר־לוֹ֮ וְכָל־חַטָּאת֣וֹ וּמַעְלוֹ֒ וְהַמְּקֹמ֗וֹת אֲשֶׁר֩ בָּנָ֨ה בָהֶ֤ם בָּמוֹת֙ וְהֶעֱמִיד֙ הָאֲשֵׁרִ֣ים וְהַפְּסִלִ֔ים לִפְנֵ֖י הִכָּנְע֑וֹ הִנָּ֣ם כְּתוּבִ֔ים עַ֖ל דִּבְרֵ֥י חוֹזָֽי׃
20 וַיִּשְׁכַּ֤ב מְנַשֶּׁה֙ עִם־אֲבֹתָ֔יו וַֽיִּקְבְּרֻ֖הוּ בֵּית֑וֹ וַיִּמְלֹ֛ךְ אָמ֥וֹן בְּנ֖וֹ תַּחְתָּֽיו׃
21 בֶּן־עֶשְׂרִ֧ים וּשְׁתַּ֛יִם שָׁנָ֖ה אָמ֣וֹן בְּמָלְכ֑וֹ וּשְׁתַּ֣יִם שָׁנִ֔ים מָלַ֖ךְ בִּירוּשָׁלִָֽם׃
22 וַיַּ֤עַשׂ הָרַע֙ בְּעֵינֵ֣י יְהוָ֔ה כַּאֲשֶׁ֥ר עָשָׂ֖ה מְנַשֶּׁ֣ה אָבִ֑יו וּֽלְכָל־הַפְּסִילִ֞ים אֲשֶׁר־עָשָׂ֣ה מְנַשֶּׁ֗ה אָבִ֛יו זִבַּ֥ח אָמ֖וֹן וַיַּֽעַבְדֵֽם׃
23 וְלֹ֤א נִכְנַע֙ מִלִּפְנֵ֣י יְהוָ֔ה כְּהִכָּנַ֖ע מְנַשֶּׁ֣ה אָבִ֑יו כִּ֛י הוּא אָמ֥וֹן הִרְבָּ֖ה אַשְׁמָֽה׃
24 וַיִּקְשְׁר֤וּ עָלָיו֙ עֲבָדָ֔יו וַיְמִיתֻ֖הוּ בְּבֵיתֽוֹ׃
25 וַיַּכּוּ֙ עַם־הָאָ֔רֶץ אֵ֥ת כָּל־הַקֹּֽשְׁרִ֖ים עַל־הַמֶּ֣לֶךְ אָמ֑וֹן וַיַּמְלִ֧יכוּ עַם־הָאָ֛רֶץ אֶת־יֹאשִׁיָּ֥הוּ בְנ֖וֹ תַּחְתָּֽיו׃
Capítulo 34
Reinado de Josías y reformas religiosas
LBLA
1 Josías tenía ocho años cuando comenzó a reinar, y reinó treinta y un años en Jerusalén.
2 E hizo lo recto ante los ojos del SEÑOR, y anduvo en los caminos de su padre David; no se apartó ni a la derecha ni a la izquierda.
3 Porque en el octavo año de su reinado, siendo aún joven, comenzó a buscar al Dios de su padre David; y en el año doce comenzó a purificar a Judá y a Jerusalén de los lugares altos, las Aseras, las imágenes talladas y las imágenes fundidas.
4 Derribaron en su presencia los altares de los baales; destrozó los altares de incienso que estaban puestos encima de ellos; despedazó las Aseras, las imágenes talladas y las imágenes fundidas, las redujo a polvo y lo esparció sobre las tumbas de los que les habían ofrecido sacrificios.
5 Quemó además los huesos de los sacerdotes sobre sus altares, y purificó a Judá y a Jerusalén.
6 En las ciudades de Manasés, Efraín, Simeón y hasta Neftalí, en sus ruinas alrededor,
7 derribó los altares, redujo a polvo las Aseras y las imágenes talladas, y destrozó todos los altares de incienso por toda la tierra de Israel. Luego regresó a Jerusalén.
8 En el año dieciocho de su reinado, después de haber purificado la tierra y la casa, envió a Safán, hijo de Azalía, a Maasías, gobernador de la ciudad, y a Joa, hijo de Joacaz, el cronista, para reparar la casa del SEÑOR su Dios.
9 Vinieron entonces al sumo sacerdote Hilcías y le entregaron el dinero que había sido traído a la casa de Dios, que los levitas guardianes del umbral habían recogido de Manasés y de Efraín y de todo el remanente de Israel, y de todo Judá y Benjamín, y de los habitantes de Jerusalén.
10 Y lo entregaron en manos de los obreros que estaban encargados de la casa del SEÑOR, y los obreros que trabajaban en la casa del SEÑOR lo usaron para restaurar y reparar la casa.
11 Ellos a su vez lo dieron a los carpinteros y a los constructores para comprar piedra de cantería y maderas para las uniones, y para entablar las casas que los reyes de Judá habían dejado arruinar.
12 Los hombres hicieron el trabajo fielmente bajo la dirección de Jahat y Abdías, levitas de los hijos de Merari, y de Zacarías y Mesulam, de los hijos de Coat, para supervisar; y otros de los levitas, todos hábiles en instrumentos musicales,
13 estaban sobre los cargadores y dirigían a todos los obreros en toda clase de servicio; y algunos de los levitas eran escribas, oficiales y porteros.
14 Cuando sacaban el dinero que había sido traído a la casa del SEÑOR, el sacerdote Hilcías encontró el libro de la ley del SEÑOR dada por medio de Moisés.
15 Y respondió Hilcías y dijo al escriba Safán: He hallado el libro de la ley en la casa del SEÑOR. E Hilcías dio el libro a Safán.
16 Safán llevó el libro al rey, y además le dio un informe, diciendo: Todo lo que fue encomendado a tus siervos, lo están haciendo.
17 También han fundido el dinero que se halló en la casa del SEÑOR, y lo han entregado en manos de los encargados y en manos de los obreros.
18 El escriba Safán anunció también al rey, diciendo: El sacerdote Hilcías me ha dado un libro. Y Safán lo leyó delante del rey.
19 Y sucedió que cuando el rey oyó las palabras de la ley, rasgó sus vestidos.
20 Entonces el rey ordenó a Hilcías, a Ahicam hijo de Safán, a Abdón hijo de Micaía, al escriba Safán y a Asaías siervo del rey, diciendo:
21 Id, consultad al SEÑOR por mí y por los que quedan en Israel y en Judá, acerca de las palabras del libro que se ha hallado; porque grande es la ira del SEÑOR que ha sido derramada sobre nosotros, por cuanto nuestros padres no han guardado la palabra del SEÑOR, para hacer conforme a todo lo que está escrito en este libro.
22 Fue, pues, Hilcías con los que el rey había dicho, a la profetisa Hulda, mujer de Salum, hijo de Ticva, hijo de Harhas, guarda de las vestiduras, la cual habitaba en Jerusalén en el segundo barrio; y le hablaron conforme a esto.
23 Y ella les dijo: Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: Decid al hombre que os ha enviado a mí:
24 Así dice el SEÑOR: "He aquí, traeré mal sobre este lugar y sobre sus habitantes, todas las maldiciones que están escritas en el libro que han leído delante del rey de Judá.
25 Porque me han abandonado y han quemado incienso a otros dioses, provocándome a ira con todas las obras de sus manos, por tanto mi ira se derramará sobre este lugar y no se apagará."
26 Pero al rey de Judá, que os ha enviado a consultar al SEÑOR, así le diréis: "Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: En cuanto a las palabras que has oído,
27 por cuanto tu corazón se enterneció y te humillaste delante de Dios al oír sus palabras contra este lugar y contra sus habitantes, y te humillaste delante de mí, rasgaste tus vestidos y lloraste delante de mí, ciertamente te he oído", declara el SEÑOR.
28 "He aquí, te reuniré con tus padres y serás reunido en tu sepulcro en paz, y tus ojos no verán todo el mal que yo traeré sobre este lugar y sobre sus habitantes." Y ellos llevaron la respuesta al rey.
29 Entonces el rey envió y reunió a todos los ancianos de Judá y de Jerusalén.
30 Y subió el rey a la casa del SEÑOR con todos los hombres de Judá y los habitantes de Jerusalén, los sacerdotes, los levitas y todo el pueblo, desde el mayor hasta el menor; y leyó a oídos de ellos todas las palabras del libro del pacto que había sido hallado en la casa del SEÑOR.
31 Y el rey se puso en pie en su lugar e hizo pacto delante del SEÑOR de andar en pos del SEÑOR, y de guardar sus mandamientos, sus testimonios y sus estatutos con todo su corazón y con toda su alma, para cumplir las palabras del pacto escritas en este libro.
32 E hizo que todos los que se encontraban en Jerusalén y en Benjamín se comprometieran a ello. Y los habitantes de Jerusalén hicieron conforme al pacto de Dios, el Dios de sus padres.
33 Y quitó Josías todas las abominaciones de todas las tierras que pertenecían a los hijos de Israel, e hizo que todos los que se encontraban en Israel sirvieran al SEÑOR su Dios. Mientras él vivió, no se apartaron de seguir al SEÑOR, Dios de sus padres.
WLC
1 בֶּן־שְׁמוֹנֶה שָׁנִים יֹאשִׁיָּהוּ בְמָלְכוֹ וּשְׁלֹשִׁים וְאַחַת שָׁנָה מָלַךְ בִּירוּשָׁלִָם׃
2 וַיַּעַשׂ הַיָּשָׁר בְּעֵינֵי יְהוָה וַיֵּלֶךְ בְּדַרְכֵי דָּוִיד אָבִיו וְלֹא־סָר יָמִין וּשְׂמֹאול׃
3 וּבִשְׁמוֹנֶה שָׁנִים לְמָלְכוֹ וְהוּא עוֹדֶנּוּ נַעַר הֵחֵל לִדְרוֹשׁ לֵאלֹהֵי דָּוִיד אָבִיו וּבִשְׁתֵּים עֶשְׂרֵה שָׁנָה הֵחֵל לְטַהֵר אֶת־יְהוּדָה וִירוּשָׁלִַם מִן־הַבָּמוֹת וְהָאֲשֵׁרִים וְהַפְּסִלִים וְהַמַּסֵּכוֹת׃
4 וַיְנַתְּצוּ לְפָנָיו אֶת־מִזְבְּחוֹת הַבְּעָלִים וְהַחַמָּנִים אֲשֶׁר־לְמַעְלָה מֵעֲלֵיהֶם גִּדֵּעַ וְהָאֲשֵׁרִים וְהַפְּסִלִים וְהַמַּסֵּכוֹת שִׁבַּר וְהֵדַק וַיִּזְרֹק עַל־פְּנֵי הַקְּבָרִים הַזֹּבְחִים לָהֶם׃
5 וְעַצְמוֹת כֹּהֲנִים שָׂרַף עַל־מִזְבְּחוֹתָם וַיְטַהֵר אֶת־יְהוּדָה וְאֶת־יְרוּשָׁלִָם׃
6 וּבְעָרֵי מְנַשֶּׁה וְאֶפְרַיִם וְשִׁמְעוֹן וְעַד־נַפְתָּלִי בְּחַרְבֹתֵיהֶם סָבִיב׃
7 וַיְנַתֵּץ אֶת־הַמִּזְבְּחוֹת וְאֶת־הָאֲשֵׁרִים וְהַפְּסִלִים כִּתַּת לְהֵדָק וְכָל־הַחַמָּנִים גִּדַּע בְּכָל־אֶרֶץ יִשְׂרָאֵל וַיָּשָׁב לִירוּשָׁלִָם׃
8 וּבִשְׁנַת שְׁמוֹנֶה עֶשְׂרֵה לְמָלְכוֹ לְטַהֵר הָאָרֶץ וְהַבָּיִת שָׁלַח אֶת־שָׁפָן בֶּן־אֲצַלְיָהוּ וְאֶת־מַעֲשֵׂיָהוּ שַׂר־הָעִיר וְאֵת יוֹאָח בֶּן־יוֹאָחָז הַמַּזְכִּיר לְחַזֵּק אֶת־בֵּית יְהוָה אֱלֹהָיו׃
9 וַיָּבֹאוּ אֶל־חִלְקִיָּהוּ הַכֹּהֵן הַגָּדוֹל וַיִּתְּנוּ אֶת־הַכֶּסֶף הַמּוּבָא בֵּית אֱלֹהִים אֲשֶׁר אָסְפוּ הַלְוִיִּם שֹׁמְרֵי הַסַּף מִיַּד מְנַשֶּׁה וְאֶפְרַיִם וּמִכָּל־שְׁאֵרִית יִשְׂרָאֵל וּמִכָּל־יְהוּדָה וּבִנְיָמִן וַיָּשׁוּבוּ יְרוּשָׁלִָם׃
10 וַיִּתְּנוּ עַל־יַד עֹשֵׂי הַמְּלָאכָה הַמֻּפְקָדִים בְּבֵית יְהוָה וְיִתְּנוּהוּ עֹשֵׂי הַמְּלָאכָה אֲשֶׁר עֹשִׂים בְּבֵית יְהוָה לְבַדֵּק וּלְחַזֵּק הַבָּיִת׃
11 וַיִּתְּנוּ לֶחָרָשִׁים וְלַבֹּנִים לִקְנוֹת אַבְנֵי מַחְצֵב וְעֵצִים לַמְחַבְּרוֹת וּלְקָרוֹת אֶת־הַבָּתִּים אֲשֶׁר הִשְׁחִיתוּ מַלְכֵי יְהוּדָה׃
12 וְהָאֲנָשִׁים עֹשִׂים בֶּאֱמוּנָה בַּמְּלָאכָה וַעֲלֵיהֶם מֻפְקָדִים יַחַת וַעֹבַדְיָהוּ הַלְוִיִּם מִן־בְּנֵי מְרָרִי וְזְכַרְיָה וּמְשֻׁלָּם מִן־בְּנֵי הַקְּהָתִים לְנַצֵּחַ וְהַלְוִיִּם כָּל־מֵבִין בִּכְלֵי־שִׁיר׃
13 וְעַל־הַסַּבָּלִים וּמְנַצְּחִים לְכֹל עֹשֵׂה מְלָאכָה לַעֲבֹדָה וַעֲבֹדָה וּמֵהַלְוִיִּם סוֹפְרִים וְשֹׁטְרִים וְשׁוֹעֲרִים׃
14 וְהוֹצִיאוּ אֶת־הַכֶּסֶף הַמּוּבָא בֵּית יְהוָה וַיִּמְצָאוּ חִלְקִיָּהוּ הַכֹּהֵן אֶת־סֵפֶר תּוֹרַת־יְהוָה בְּיַד־מֹשֶׁה׃
15 וַיַּעַן חִלְקִיָּהוּ וַיֹּאמֶר אֶל־שָׁפָן הַסֹּפֵר סֵפֶר הַתּוֹרָה מָצָאתִי בְּבֵית יְהוָה וַיִּתֵּן חִלְקִיָּהוּ אֶת־הַסֵּפֶר אֶל־שָׁפָן׃
16 וַיָּבֵא שָׁפָן אֶת־הַסֵּפֶר אֶל־הַמֶּלֶךְ וַיָּשֶׁב עוֹד אֶת־הַמֶּלֶךְ דָּבָר לֵאמֹר כֹּל אֲשֶׁר נִתַּן בְּיַד עֲבָדֶיךָ הֵם עֹשִׂים׃
17 וַיַּתִּיכוּ אֶת־הַכֶּסֶף הַנִּמְצָא בְּבֵית יְהוָה וַיִּתְּנוּהוּ עַל־יַד הַמֻּפְקָדִים וְעַל־יַד עוֹשֵׂי הַמְּלָאכָה׃
18 וַיַּגֵּד שָׁפָן הַסֹּפֵר לַמֶּלֶךְ לֵאמֹר סֵפֶר נָתַן לִי חִלְקִיָּהוּ הַכֹּהֵן וַיִּקְרָא־בוֹ שָׁפָן לִפְנֵי הַמֶּלֶךְ׃
19 וַיְהִי כִּשְׁמֹעַ הַמֶּלֶךְ אֵת דִּבְרֵי הַתּוֹרָה וַיִּקְרַע אֶת־בְּגָדָיו׃
20 וַיְצַו הַמֶּלֶךְ אֶת־חִלְקִיָּהוּ וְאֶת־אֲחִיקָם בֶּן־שָׁפָן וְאֶת־עַבְדּוֹן בֶּן־מִיכָה וְאֵת שָׁפָן הַסֹּפֵר וְאֵת עֲשָׂיָה עֶבֶד־הַמֶּלֶךְ לֵאמֹר׃
21 לְכוּ דִרְשׁוּ אֶת־יְהוָה בַּעֲדִי וּבְעַד הַנִּשְׁאָר בְּיִשְׂרָאֵל וּבִיהוּדָה עַל־דִּבְרֵי הַסֵּפֶר אֲשֶׁר נִמְצָא כִּי־גְדוֹלָה חֲמַת יְהוָה אֲשֶׁר־נִתְּכָה בָנוּ עַל אֲשֶׁר לֹא־שָׁמְרוּ אֲבוֹתֵינוּ אֶת־דְּבַר יְהוָה לַעֲשׂוֹת כְּכָל־הַכָּתוּב בַּסֵּפֶר הַזֶּה׃
22 וַיֵּלֶךְ חִלְקִיָּהוּ וַאֲשֶׁר הַמֶּלֶךְ אֶל־חֻלְדָּה הַנְּבִיאָה אֵשֶׁת שַׁלֻּם בֶּן־תָּקְהַת בֶּן־חַסְרָה שׁוֹמֵר הַבְּגָדִים וְהִיא יוֹשֶׁבֶת בִּירוּשָׁלִַם בַּמִּשְׁנֶה וַיְדַבְּרוּ אֵלֶיהָ כָּזֹאת׃
23 וַתֹּאמֶר לָהֶם כֹּה־אָמַר יְהוָה אֱלֹהֵי יִשְׂרָאֵל אִמְרוּ לָאִישׁ אֲשֶׁר־שָׁלַח אֶתְכֶם אֵלָי׃
24 כֹּה אָמַר יְהוָה הִנְנִי מֵבִיא רָעָה אֶל־הַמָּקוֹם הַזֶּה וְעַל־יֹשְׁבָיו אֵת כָּל־הָאָלוֹת הַכְּתוּבוֹת עַל־הַסֵּפֶר אֲשֶׁר קָרְאוּ לִפְנֵי מֶלֶךְ יְהוּדָה׃
25 תַּחַת אֲשֶׁר עֲזָבוּנִי וַיְקַטְּרוּ לֵאלֹהִים אֲחֵרִים לְמַעַן הַכְעִיסֵנִי בְּכֹל מַעֲשֵׂה יְדֵיהֶם וְתִתַּךְ חֲמָתִי בַּמָּקוֹם הַזֶּה וְלֹא תִכְבֶּה׃
26 וְאֶל־מֶלֶךְ יְהוּדָה הַשֹּׁלֵחַ אֶתְכֶם לִדְרֹשׁ אֶת־יְהוָה כֹּה תֹאמְרוּ אֵלָיו כֹּה־אָמַר יְהוָה אֱלֹהֵי יִשְׂרָאֵל הַדְּבָרִים אֲשֶׁר שָׁמָעְתָּ׃
27 יַעַן רַךְ־לְבָבְךָ וַתִּכָּנַע מִלִּפְנֵי אֱלֹהִים בְּשָׁמְעֲךָ אֶת־דְּבָרָיו עַל־הַמָּקוֹם הַזֶּה וְעַל־יֹשְׁבָיו וַתִּכָּנַע לְפָנַי וַתִּקְרַע אֶת־בְּגָדֶיךָ וַתִּבְכֶּה לְפָנָי וְגַם אֲנִי שָׁמַעְתִּי נְאֻם־יְהוָה׃
28 הִנְנִי אֹסִפְךָ עַל־אֲבֹתֶיךָ וְנֶאֱסַפְתָּ אֶל־קִבְרֹתֶיךָ בְּשָׁלוֹם וְלֹא־תִרְאֶינָה עֵינֶיךָ בְּכֹל הָרָעָה אֲשֶׁר אֲנִי מֵבִיא עַל־הַמָּקוֹם הַזֶּה וְעַל־יֹשְׁבָיו וַיָּשִׁיבוּ אֶת־הַמֶּלֶךְ דָּבָר׃
29 וַיִּשְׁלַח הַמֶּלֶךְ וַיֶּאֱסֹף אֶת־כָּל־זִקְנֵי יְהוּדָה וִירוּשָׁלִָם׃
30 וַיַּעַל הַמֶּלֶךְ בֵּית־יְהוָה וְכָל־אִישׁ יְהוּדָה וְיֹשְׁבֵי יְרוּשָׁלִַם וְהַכֹּהֲנִים וְהַלְוִיִּם וְכָל־הָעָם מִגָּדוֹל וְעַד־קָטָן וַיִּקְרָא בְאָזְנֵיהֶם אֶת־כָּל־דִּבְרֵי סֵפֶר הַבְּרִית הַנִּמְצָא בְּבֵית יְהוָה׃
31 וַיַּעֲמֹד הַמֶּלֶךְ עַל־עָמְדוֹ וַיִּכְרֹת אֶת־הַבְּרִית לִפְנֵי יְהוָה לָלֶכֶת אַחֲרֵי יְהוָה וְלִשְׁמוֹר אֶת־מִצְוֹתָיו וְעֵדְוֹתָיו וְחֻקָּיו בְּכָל־לְבָבוֹ וּבְכָל־נַפְשׁוֹ לַעֲשׂוֹת אֶת־דִּבְרֵי הַבְּרִית הַכְּתוּבִים עַל־הַסֵּפֶר הַזֶּה׃
32 וַיַּעֲמֵד אֵת כָּל־הַנִּמְצָא בִירוּשָׁלִַם וּבִנְיָמִן וַיַּעֲשׂוּ יֹשְׁבֵי יְרוּשָׁלִַם כִּבְרִית אֱלֹהִים אֱלֹהֵי אֲבוֹתֵיהֶם׃
33 וַיָּסַר יֹאשִׁיָּהוּ אֶת־כָּל־הַתּוֹעֵבוֹת מִכָּל־הָאֲרָצוֹת אֲשֶׁר לִבְנֵי יִשְׂרָאֵל וַיַּעֲבֵד אֵת כָּל־הַנִּמְצָא בְּיִשְׂרָאֵל לַעֲבוֹד אֶת־יְהוָה אֱלֹהֵיהֶם כָּל־יָמָיו לֹא סָרוּ מֵאַחֲרֵי יְהוָה אֱלֹהֵי אֲבוֹתֵיהֶם׃ פ
Capítulo 35
Josías celebra la Pascua
LBLA
1 Entonces Josías celebró la Pascua al SEÑOR en Jerusalén, y sacrificaron la Pascua el día catorce del mes primero.
2 Y puso a los sacerdotes en sus cargos y los animó en el servicio de la casa del SEÑOR.
3 También dijo a los levitas que enseñaban a todo Israel y que estaban consagrados al SEÑOR: Poned el arca santa en la casa que edificó Salomón, hijo de David, rey de Israel; no será más una carga sobre vuestros hombros. Ahora servid al SEÑOR vuestro Dios y a su pueblo Israel.
4 Preparaos según vuestras casas paternas en vuestras clases, conforme a lo escrito por David, rey de Israel, y conforme a lo escrito por su hijo Salomón.
5 Y estad en el lugar santo según las secciones de las casas paternas de vuestros hermanos, los hijos del pueblo, y según la clasificación de la casa paterna de los levitas.
6 Sacrificad ahora la Pascua, y después santificaos y preparadla para que vuestros hermanos puedan hacer conforme a la palabra del SEÑOR dada por medio de Moisés.
7 Y Josías contribuyó para los hijos del pueblo, para todos los que estaban presentes, rebaños de corderos y cabritos en número de treinta mil, más tres mil novillos, todo para las ofrendas de la Pascua; todo ello de las posesiones del rey.
8 También sus jefes contribuyeron con una ofrenda voluntaria al pueblo, a los sacerdotes y a los levitas. Hilcías, Zacarías y Jehiel, oficiales de la casa de Dios, dieron a los sacerdotes dos mil seiscientas ovejas y trescientos novillos para las ofrendas de la Pascua.
9 Asimismo Conanías, y Semaías y Natanael sus hermanos, y Hasabías, Jeiel y Josabad, jefes de los levitas, contribuyeron para los levitas cinco mil ovejas y quinientos novillos para las ofrendas de la Pascua.
10 Así fue preparado el servicio; los sacerdotes se colocaron en sus puestos y los levitas según sus clases, conforme al mandamiento del rey.
11 Y sacrificaron la Pascua; los sacerdotes rociaban la sangre recibida de mano de los levitas, mientras los levitas desollaban los animales.
12 Entonces quitaron los holocaustos para dárselos a las secciones de las casas paternas de los hijos del pueblo, para que los presentaran al SEÑOR, como está escrito en el libro de Moisés. Hicieron lo mismo con los novillos.
13 Asaron la Pascua al fuego según la ordenanza; y cocieron las ofrendas sagradas en ollas, calderos y sartenes, y las llevaron rápidamente a todos los hijos del pueblo.
14 Después prepararon lo suyo y el de los sacerdotes, porque los sacerdotes, hijos de Aarón, estuvieron ocupados hasta la noche ofreciendo los holocaustos y la grosura; por tanto, los levitas prepararon para sí mismos y para los sacerdotes, hijos de Aarón.
15 Los cantores, hijos de Asaf, estaban también en sus puestos conforme a lo ordenado por David, Asaf, Hemán y Jedutún, vidente del rey; y los porteros estaban en cada puerta. No tenían necesidad de apartarse de su servicio, porque sus hermanos los levitas preparaban lo suyo.
16 Así fue preparado todo el servicio del SEÑOR en aquel día para celebrar la Pascua y para ofrecer holocaustos sobre el altar del SEÑOR, conforme al mandamiento del rey Josías.
17 Y los hijos de Israel que estaban presentes celebraron la Pascua en ese tiempo, y la fiesta de los panes sin levadura por siete días.
18 No se había celebrado una Pascua como esta en Israel desde los días del profeta Samuel; ni ninguno de los reyes de Israel había celebrado una Pascua como la que celebró Josías con los sacerdotes, los levitas, todo Judá e Israel los que estaban presentes, y los habitantes de Jerusalén.
19 Esta Pascua se celebró en el año dieciocho del reinado de Josías.
20 Después de todo esto, cuando Josías había reparado el templo, Necao, rey de Egipto, subió para combatir en Carquemis junto al Eufrates, y Josías salió para enfrentarse a él.
21 Pero Necao le envió mensajeros, diciendo: ¿Qué tengo yo que ver contigo, rey de Judá? No vengo hoy contra ti, sino contra la casa con la que estoy en guerra; y Dios me ha ordenado que me apresure. Deja de oponerte a Dios, que está conmigo, no sea que Él te destruya.
22 Sin embargo, Josías no quiso retirarse de él, sino que se disfrazó para combatir contra él; no escuchó las palabras de Necao que venían de boca de Dios, sino que vino a dar batalla en el valle de Meguido.
23 Y los arqueros hirieron al rey Josías, y el rey dijo a sus siervos: Llevadme fuera, porque estoy gravemente herido.
24 Entonces sus siervos lo sacaron del carro y lo llevaron en el segundo carro que tenía, y lo trajeron a Jerusalén donde murió; y lo sepultaron en los sepulcros de sus padres. Y todo Judá y Jerusalén hicieron duelo por Josías.
25 Jeremías compuso también una lamentación por Josías. Y todos los cantores y cantoras en sus lamentaciones hablan de Josías hasta hoy, y las establecieron como ordenanza en Israel; he aquí, están escritas en las Lamentaciones.
26 Los demás hechos de Josías y sus obras piadosas conforme a lo escrito en la ley del SEÑOR,
27 y sus hechos, primeros y últimos, he aquí, están escritos en el libro de los reyes de Israel y de Judá.
WLC
1 וַיַּעַשׂ יֹאשִׁיָּהוּ בִירוּשָׁלִַם פֶּסַח לַיהוָה וַיִּשְׁחֲטוּ הַפֶּסַח בְּאַרְבָּעָה עָשָׂר לַחֹדֶשׁ הָרִאשׁוֹן׃
2 וַיַּעֲמֵד הַכֹּהֲנִים עַל־מִשְׁמְרוֹתָם וַיְחַזְּקֵם לַעֲבֹדַת בֵּית יְהוָה׃
3 וַיֹּאמֶר לַלְוִיִּם הַמְּבִינִים לְכָל־יִשְׂרָאֵל הַקְּדוֹשִׁים לַיהוָה תְּנוּ אֶת־אֲרוֹן הַקֹּדֶשׁ בַּבַּיִת אֲשֶׁר בָּנָה שְׁלֹמֹה בֶן־דָּוִיד מֶלֶךְ יִשְׂרָאֵל אֵין־לָכֶם מַשָּׂא בַּכָּתֵף עַתָּה עִבְדוּ אֶת־יְהוָה אֱלֹהֵיכֶם וְאֵת עַמּוֹ יִשְׂרָאֵל׃
4 וְהָכִינוּ לְבֵית־אֲבוֹתֵיכֶם כְּמַחְלְקוֹתֵיכֶם בִּכְתָב דָּוִיד מֶלֶךְ יִשְׂרָאֵל וּבְמִכְתַּב שְׁלֹמֹה בְנוֹ׃
5 וְעִמְדוּ בַקֹּדֶשׁ לִפְלֻגּוֹת בֵּית הָאָבוֹת לַאֲחֵיכֶם בְּנֵי הָעָם וַחֲלֻקַּת בֵּית אָב לַלְוִיִּם׃
6 וְשַׁחֲטוּ הַפָּסַח וְהִתְקַדְּשׁוּ וְהָכִינוּ לַאֲחֵיכֶם לַעֲשׂוֹת כִּדְבַר יְהוָה בְּיַד־מֹשֶׁה׃
7 וַיָּרֶם יֹאשִׁיָּהוּ לִבְנֵי הָעָם צֹאן כְּבָשִׂים וּבְנֵי־עִזִּים הַכֹּל לַפְּסָחִים לְכָל־הַנִּמְצָא לְמִסְפַּר שְׁלֹשִׁים אֶלֶף וּבָקָר שְׁלֹשֶׁת אֲלָפִים אֵלֶּה מֵרְכוּשׁ הַמֶּלֶךְ׃
8 וְשָׂרָיו לִנְדָבָה לָעָם לַכֹּהֲנִים וְלַלְוִיִּם הֵרִימוּ חִלְקִיָּה וּזְכַרְיָהוּ וִיחִיאֵל נְגִידֵי בֵּית הָאֱלֹהִים לַכֹּהֲנִים נָתְנוּ לַפְּסָחִים אַלְפַּיִם וְשֵׁשׁ מֵאוֹת בָּקָר וּשְׁלֹשֶׁת אֲלָפִים צֹאן׃
9 וְכָנַנְיָהוּ וּשְׁמַעְיָהוּ וּנְתַנְאֵל אֶחָיו וַחֲשַׁבְיָהוּ וִיעִיאֵל וְיוֹזָבָד שָׂרֵי הַלְוִיִּם הֵרִימוּ לַלְוִיִּם לַפְּסָחִים חֲמֵשֶׁת אֲלָפִים בָּקָר וַחֲמֵשׁ מֵאוֹת צֹאן׃
10 וַתִּכּוֹן הָעֲבוֹדָה וַיַּעַמְדוּ הַכֹּהֲנִים עַל־עָמְדָם וְהַלְוִיִּם עַל־מַחְלְקוֹתָם כְּמִצְוַת הַמֶּלֶךְ׃
11 וַיִּשְׁחֲטוּ הַפָּסַח וַיִּזְרְקוּ הַכֹּהֲנִים מִיָּדָם וְהַלְוִיִּם מַפְשִׁיטִים׃
12 וַיָּסִירוּ הָעֹלוֹת לְתִתָּם לְמִפְלַגּוֹת לְבֵית אָבוֹת לִבְנֵי הָעָם לְהַקְרִיב לַיהוָה כַּכָּתוּב בְּסֵפֶר מֹשֶׁה וְכֵן לַבָּקָר׃
13 וַיְבַשְּׁלוּ הַפֶּסַח בָּאֵשׁ כַּמִּשְׁפָּט וְהַקֳּדָשִׁים בִּשְּׁלוּ בַּסִּירוֹת וּבַדְּוָדִים וּבַצֵּלָחוֹת וַיָּרִיצוּ לְכָל־בְּנֵי הָעָם׃
14 וְאַחַר הֵכִינוּ לָהֶם וְלַכֹּהֲנִים כִּי הַכֹּהֲנִים בְּנֵי אַהֲרֹן בְּהַעֲלוֹת הָעוֹלָה וְהַחֲלָבִים עַד־הַלָּיְלָה וְהַלְוִיִּם הֵכִינוּ לָהֶם וְלַכֹּהֲנִים בְּנֵי אַהֲרֹן׃
15 וְהַמְשֹׁרֲרִים בְּנֵי אָסָף עַל־מַעֲמָדָם כְּמִצְוַת דָּוִיד וְאָסָף וְהֵימָן וִידֻתוּן חוֹזֵה הַמֶּלֶךְ וְהַשֹּׁעֲרִים לְכָל־שַׁעַר וְשַׁעַר אֵין לָהֶם לָסוּר מֵעַל עֲבֹדָתָם כִּי־אֲחֵיהֶם הַלְוִיִּם הֵכִינוּ לָהֶם׃
16 וַתִּכּוֹן כָּל־עֲבוֹדַת יְהוָה בַּיּוֹם הַהוּא לַעֲשׂוֹת הַפֶּסַח וְהַעֲלוֹת עֹלוֹת עַל מִזְבַּח יְהוָה כְּמִצְוַת הַמֶּלֶךְ יֹאשִׁיָּהוּ׃
17 וַיַּעֲשׂוּ בְנֵי יִשְׂרָאֵל הַנִּמְצְאִים אֶת־הַפֶּסַח בָּעֵת הַהִיא וְאֶת־חַג הַמַּצּוֹת שִׁבְעַת יָמִים׃
18 וְלֹא־נַעֲשָׂה פֶסַח כָּמֹהוּ בְּיִשְׂרָאֵל מִימֵי שְׁמוּאֵל הַנָּבִיא וְכָל־מַלְכֵי יִשְׂרָאֵל לֹא־עָשׂוּ כַּפֶּסַח אֲשֶׁר־עָשָׂה יֹאשִׁיָּהוּ וְהַכֹּהֲנִים וְהַלְוִיִּם וְכָל־יְהוּדָה וְיִשְׂרָאֵל הַנִּמְצָא וְיֹשְׁבֵי יְרוּשָׁלִָם׃
19 בִּשְׁמוֹנֶה עֶשְׂרֵה שָׁנָה לְמַלְכוּת יֹאשִׁיָּהוּ נַעֲשָׂה הַפֶּסַח הַזֶּה׃
20 אַחֲרֵי כָל־זֹאת אֲשֶׁר הֵכִין יֹאשִׁיָּהוּ אֶת־הַבַּיִת עָלָה נְכוֹ מֶלֶךְ־מִצְרַיִם לְהִלָּחֵם בְּכַרְכְּמִישׁ עַל־פְּרָת וַיֵּצֵא לִקְרָאתוֹ יֹאשִׁיָּהוּ׃
21 וַיִּשְׁלַח אֵלָיו מַלְאָכִים לֵאמֹר מַה־לִּי וָלָךְ מֶלֶךְ יְהוּדָה לֹא־עָלֶיךָ אַתָּה הַיּוֹם כִּי אֶל־בֵּית מִלְחַמְתִּי וֵאלֹהִים אָמַר לְבַהֲלֵנִי חֲדַל־לְךָ מֵאֱלֹהִים אֲשֶׁר־עִמִּי וְאַל־יַשְׁחִיתֶךָ׃
22 וְלֹא־הֵסֵב יֹאשִׁיָּהוּ פָנָיו מִמֶּנּוּ כִּי לְהִלָּחֵם־בּוֹ הִתְחַפֵּשׂ וְלֹא שָׁמַע אֶל־דִּבְרֵי נְכוֹ מִפִּי אֱלֹהִים וַיָּבֹא לְהִלָּחֵם בְּבִקְעַת מְגִדּוֹ׃
23 וַיֹּרוּ הַיֹּרִים לַמֶּלֶךְ יֹאשִׁיָּהוּ וַיֹּאמֶר הַמֶּלֶךְ לַעֲבָדָיו הַעֲבִירוּנִי כִּי הָחֳלֵיתִי מְאֹד׃
24 וַיַּעֲבִירֻהוּ עֲבָדָיו מִן־הַמֶּרְכָּבָה וַיַּרְכִּיבֻהוּ עַל רֶכֶב הַמִּשְׁנֶה אֲשֶׁר־לוֹ וַיּוֹלִיכֻהוּ יְרוּשָׁלִַם וַיָּמָת וַיִּקָּבֵר בְּקִבְרוֹת אֲבֹתָיו וְכָל־יְהוּדָה וִירוּשָׁלִַם מִתְאַבְּלִים עַל־יֹאשִׁיָּהוּ׃
25 וַיְקוֹנֵן יִרְמְיָהוּ עַל־יֹאשִׁיָּהוּ וַיֹּאמְרוּ כָל־הַשָּׁרִים וְהַשָּׁרוֹת בְּקִינוֹתֵיהֶם עַל־יֹאשִׁיָּהוּ עַד־הַיּוֹם וַיִּתְּנוּם לְחֹק עַל־יִשְׂרָאֵל וְהִנָּם כְּתוּבִים עַל־הַקִּינוֹת׃
26 וְיֶתֶר דִּבְרֵי יֹאשִׁיָּהוּ וַחֲסָדָיו כַּכָּתוּב בְּתוֹרַת יְהוָה׃
27 וּדְבָרָיו הָרִאשֹׁנִים וְהָאַחֲרוֹנִים הִנָּם כְּתוּבִים עַל־סֵפֶר מַלְכֵי־יִשְׂרָאֵל וִיהוּדָה׃
Capítulo 36
Caída de Judá y el decreto de Ciro
LBLA
1 Entonces el pueblo de la tierra tomó a Joacaz, hijo de Josías, y lo proclamó rey en lugar de su padre en Jerusalén.
2 Joacaz tenía veintitrés años cuando comenzó a reinar, y reinó tres meses en Jerusalén.
3 Y el rey de Egipto lo quitó de Jerusalén e impuso al país una multa de cien talentos de plata y un talento de oro.
4 El rey de Egipto proclamó rey sobre Judá y Jerusalén a Eliaquim, hermano de Joacaz, y cambió su nombre por el de Joacim. Pero a Joacaz, su hermano, Necao lo tomó y lo llevó a Egipto.
5 Joacim tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar, y reinó once años en Jerusalén; e hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR su Dios.
6 Subió contra él Nabucodonosor, rey de Babilonia, y lo ató con cadenas de bronce para llevarlo a Babilonia.
7 También llevó Nabucodonosor algunos de los utensilios de la casa del SEÑOR a Babilonia, y los puso en su templo en Babilonia.
8 Los demás hechos de Joacim, las abominaciones que hizo y lo que se halló contra él, he aquí, están escritos en el libro de los reyes de Israel y de Judá. Y su hijo Joaquín reinó en su lugar.
9 Joaquín tenía ocho años cuando comenzó a reinar, y reinó tres meses y diez días en Jerusalén; e hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR.
10 Al regresar el año, el rey Nabucodonosor mandó que lo llevaran a Babilonia con los utensilios preciosos de la casa del SEÑOR; e hizo a Sedequías, pariente de Joaquín, rey sobre Judá y Jerusalén.
11 Sedequías tenía veintiún años cuando comenzó a reinar, y reinó once años en Jerusalén.
12 Hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR su Dios; y no se humilló delante del profeta Jeremías que le hablaba de parte del SEÑOR.
13 También se rebeló contra el rey Nabucodonosor, que le había hecho jurar lealtad por Dios. Pero endureció su cerviz y obstinó su corazón, en vez de volver al SEÑOR, Dios de Israel.
14 Además, todos los jefes de los sacerdotes y el pueblo aumentaron sus infidelidades, conforme a todas las abominaciones de las naciones, y contaminaron la casa del SEÑOR que Él había santificado en Jerusalén.
15 Y el SEÑOR, Dios de sus padres, les envió palabra repetidas veces por sus mensajeros, porque tenía compasión de su pueblo y de su morada.
16 Pero ellos se burlaban de los mensajeros de Dios, despreciaban sus palabras y se mofaban de sus profetas, hasta que subió la ira del SEÑOR contra su pueblo, y ya no hubo remedio.
17 Entonces Él hizo subir contra ellos al rey de los caldeos, que mató a espada a sus jóvenes en la casa de su santuario, y no perdonó al joven ni a la virgen, al anciano ni al débil; a todos los entregó en su mano.
18 Todos los utensilios de la casa de Dios, grandes y pequeños, los tesoros de la casa del SEÑOR y los tesoros del rey y de sus oficiales, todo lo llevó a Babilonia.
19 Y quemaron la casa de Dios, derribaron la muralla de Jerusalén, prendieron fuego a todos sus palacios y destruyeron todos sus objetos valiosos.
20 A los que escaparon de la espada los llevó cautivos a Babilonia; y fueron siervos de él y de sus hijos hasta el dominio del reino de Persia.
21 Para que se cumpliera la palabra del SEÑOR por boca de Jeremías, hasta que la tierra hubiera gozado de sus días de reposo. Todos los días de su desolación reposó hasta que se cumplieron los setenta años.
22 Y en el primer año de Ciro, rey de Persia, para que se cumpliera la palabra del SEÑOR por boca de Jerermías, el SEÑOR movió el espíritu de Ciro, rey de Persia, para que hiciera proclamar por todo su reino, y también por escrito, diciendo:
23 Así dice Ciro, rey de Persia: "El SEÑOR, el Dios de los cielos, me ha dado todos los reinos de la tierra, y Él me ha designado para que le edifique casa en Jerusalén, que está en Judá. Quien haya entre vosotros de todo su pueblo, sea el SEÑOR su Dios con él, y suba."
WLC
1 וַיִּקְחוּ עַם־הָאָרֶץ אֶת־יְהוֹאָחָז בֶּן־יֹאשִׁיָּהוּ וַיַּמְלִיכֻהוּ תַחַת־אָבִיו בִּירוּשָׁלִָם׃
2 בֶּן־שָׁלוֹשׁ וְעֶשְׂרִים שָׁנָה יְהוֹאָחָז בְּמָלְכוֹ וּשְׁלֹשָׁה חֳדָשִׁים מָלַךְ בִּירוּשָׁלִָם׃
3 וַיְסִירֵהוּ מֶלֶךְ־מִצְרַיִם בִּירוּשָׁלִַם וַיַּעֲנֹשׁ אֶת־הָאָרֶץ מֵאָה כִכַּר־כֶּסֶף וְכִכַּר זָהָב׃
4 וַיַּמְלֵךְ מֶלֶךְ־מִצְרַיִם אֶת־אֶלְיָקִים אָחִיו עַל־יְהוּדָה וִירוּשָׁלִַם וַיַּסֵּב אֶת־שְׁמוֹ יְהוֹיָקִים וְאֶת־יֹאשִׁיָּהוּ אָחִיו לָקַח נְכוֹ וַיְבִיאֵהוּ מִצְרָיְמָה׃
5 בֶּן־עֶשְׂרִים וְחָמֵשׁ שָׁנָה יְהוֹיָקִים בְּמָלְכוֹ וְאַחַת עֶשְׂרֵה שָׁנָה מָלַךְ בִּירוּשָׁלִָם וַיַּעַשׂ הָרַע בְּעֵינֵי יְהוָה אֱלֹהָיו׃
6 עָלָיו עָלָה נְבוּכַדְנֶאצַּר מֶלֶךְ בָּבֶל וַיַּאַסְרֵהוּ בַּנְחֻשְׁתַּיִם לְהֹלִיכוֹ בָּבֶלָה׃
7 וּמִכְּלֵי בֵית־יְהוָה הֵבִיא נְבוּכַדְנֶאצַּר לְבָבֶל וַיִּתְּנֵם בְּהֵיכָלוֹ בְּבָבֶל׃
8 וְיֶתֶר דִּבְרֵי יְהוֹיָקִים וְתֹעֲבֹתָיו אֲשֶׁר עָשָׂה וְהַנִּמְצָא עָלָיו הִנָּם כְּתוּבִים עַל־סֵפֶר מַלְכֵי יִשְׂרָאֵל וִיהוּדָה וַיִּמְלֹךְ יְהוֹיָכִין בְּנוֹ תַּחְתָּיו׃
9 בֶּן־שְׁמוֹנֶה שָׁנִים יְהוֹיָכִין בְּמָלְכוֹ וּשְׁלֹשָׁה חֳדָשִׁים וַעֲשֶׂרֶת יָמִים מָלַךְ בִּירוּשָׁלִָם וַיַּעַשׂ הָרַע בְּעֵינֵי יְהוָה׃
10 וְלִתְשׁוּבַת הַשָּׁנָה שָׁלַח הַמֶּלֶךְ נְבוּכַדְנֶאצַּר וַיְבִאֵהוּ בָבֶלָה עִם־כְּלֵי חֶמְדַּת בֵּית־יְהוָה וַיַּמְלֵךְ אֶת־צִדְקִיָּהוּ אָחִיו עַל־יְהוּדָה וִירוּשָׁלִָם׃
11 בֶּן־עֶשְׂרִים וְאַחַת שָׁנָה צִדְקִיָּהוּ בְמָלְכוֹ וְאַחַת עֶשְׂרֵה שָׁנָה מָלַךְ בִּירוּשָׁלִָם׃
12 וַיַּעַשׂ הָרַע בְּעֵינֵי יְהוָה אֱלֹהָיו לֹא נִכְנַע מִלִּפְנֵי יִרְמְיָהוּ הַנָּבִיא מִפִּי יְהוָה׃
13 וְגַם בַּמֶּלֶךְ נְבוּכַדְנֶאצַּר מָרָד אֲשֶׁר הִשְׁבִּיעוֹ בֵּאלֹהִים וַיֶּקֶשׁ אֶת־עָרְפּוֹ וַיְאַמֵּץ אֶת־לְבָבוֹ מִשּׁוּב אֶל־יְהוָה אֱלֹהֵי יִשְׂרָאֵל׃
14 גַּם כָּל־שָׂרֵי הַכֹּהֲנִים וְהָעָם הִרְבּוּ לִמְעָל־מַעַל כְּכֹל תֹּעֲבוֹת הַגּוֹיִם וַיְטַמְּאוּ אֶת־בֵּית יְהוָה אֲשֶׁר הִקְדִּישׁ בִּירוּשָׁלִָם׃
15 וַיִּשְׁלַח יְהוָה אֱלֹהֵי אֲבוֹתֵיהֶם עֲלֵיהֶם בְּיַד מַלְאָכָיו הַשְׁכֵּם וְשָׁלוֹחַ כִּי־חָמַל עַל־עַמּוֹ וְעַל־מְעוֹנוֹ׃
16 וַיִּהְיוּ מַלְעִבִים בְּמַלְאֲכֵי הָאֱלֹהִים וּבוֹזִים דְּבָרָיו וּמִתַּעְתְּעִים בִּנְבִאָיו עַד עֲלוֹת חֲמַת־יְהוָה בְּעַמּוֹ עַד־לְאֵין מַרְפֵּא׃
17 וַיַּעַל עֲלֵיהֶם אֶת־מֶלֶךְ הַכַּשְׂדִּים וַיַּהֲרֹג בַּחוּרֵיהֶם בַּחֶרֶב בְּבֵית מִקְדָּשָׁם וְלֹא חָמַל עַל־בָּחוּר וּבְתוּלָה זָקֵן וְיָשֵׁשׁ הַכֹּל נָתַן בְּיָדוֹ׃
18 וְכֹל כְּלֵי בֵית־הָאֱלֹהִים הַגְּדֹלִים וְהַקְּטַנִּים וְאֹצְרוֹת בֵּית יְהוָה וְאֹצְרוֹת הַמֶּלֶךְ וְשָׂרָיו הַכֹּל הֵבִיא בָבֶל׃
19 וַיִּשְׂרְפוּ אֶת־בֵּית הָאֱלֹהִים וַיְנַתְּצוּ אֵת חוֹמַת יְרוּשָׁלִָם וְכָל־אַרְמְנוֹתֶיהָ שָׂרְפוּ בָאֵשׁ וְכָל־כְּלֵי מַחֲמַדֶּיהָ לְהַשְׁחִית׃
20 וַיֶּגֶל הַשָּׁאֵר מִן־הַחֶרֶב אֶל־בָּבֶל וַיִּהְיוּ־לוֹ וּלְבָנָיו לַעֲבָדִים עַד־מְלֹךְ מַלְכוּת פָּרָס׃
21 לְמַלֹּאות דְּבַר־יְהוָה בְּפִי יִרְמְיָהוּ עַד־רָצְתָה הָאָרֶץ אֶת־שַׁבְּתוֹתֶיהָ כָּל־יְמֵי הָשַּׁמָּה שָׁבָתָה לְמַלֹּאות שִׁבְעִים שָׁנָה׃
22 וּבִשְׁנַת אַחַת לְכוֹרֶשׁ מֶלֶךְ פָּרַס לִכְלוֹת דְּבַר־יְהוָה בְּפִי יִרְמְיָהוּ הֵעִיר יְהוָה אֶת־רוּחַ כֹּרֶשׁ מֶלֶךְ־פָּרַס וַיַּעֲבֶר־קוֹל בְּכָל־מַלְכוּתוֹ וְגַם־בְּמִכְתָּב לֵאמֹר׃
23 כֹּה־אָמַר כּוֹרֶשׁ מֶלֶךְ פָּרַס כָּל־מַמְלְכוֹת הָאָרֶץ נָתַן לִי יְהוָה אֱלֹהֵי הַשָּׁמַיִם וְהוּא־פָקַד עָלַי לִבְנוֹת־לוֹ בַיִת בִּירוּשָׁלִַם אֲשֶׁר בִּיהוּדָה מִי־בָכֶם מִכָּל־עַמּוֹ יְהוָה אֱלֹהָיו עִמּוֹ וְיָעַל׃